Con la llegada del nuevo individuo Jean Cloude hace una pequeña reverencia cortés mientras, con un escueto gesto llama la atención sobre él para presentarse:
-Querido Louis-Jaques, amigo, permitame presentarme. Soy Jean Cloude De Litrius, y me jacto de ser orador en mis ratos libres. Guste usted de incorporarse a nuestra velada perfectamente...-
Al tiempo que dice esto, y aprovechando que el nuevo visitante no le observa, lanza una mirada de situación a los demás presentes, medio interrogativa, medio exhortativa.
Tras ello, recobra su habitual gesto para seguir recibiendo a Atorriet.
Que Dios y la patria nos tenga, como usted buen hombre dice... Pues parece que el uno y la otra nos han abandonado momentaneamente Maximilian lanza una sonrisa sincera al nuevo visitante (y esperemos que no comensal), dando a entender lo jovial de su comentario...
Jur, he tenido que mirar las reglas, que ya ni me acordaba. A ver si lo hago bien… inteligencia 4, más Obras teatrales 5, contra dificultad 15?
19 de 20 O.o Ya me podia pasar esto más a menudo XD
Haciendo uso de tu maestría interpretativa te sumerjes en la situación de tu mentira. De tal forma que tus palabras resultaban naturalmente convincentes para los que las oyeran. Tus gestos y expresiones corporales seguían al unísono la empresa.
-Está bién, mademoiselle, solo espero que sea severamente castigado por su padre.- Dice con su voz ronca. -La situación no me permite perder una sola de mis manzanas...- Ahora contaba el dinero que le ofreciste. -...Con esto bastará... y espero no verle por aquí nunca más.- Tras estas palabras se encamina de nuevo hacia su puesto de frutas.
Tienes al niño a tu lado, agarrandose al tobillo con gestos de dolor. Las personas que había a tu alrededor empezaban a dispersarse.
Camille observa la escena sin apartar la mirada de la joven, esta vez de forma no tan disimulada. Todo el mundo parece expectante, a la espera ver lo que ocurrirá ahora con el muchacho. La gente murmuraba y cada vez parecía haber más espectadores.
-Vamos -le dice seria a la niña-, no hay nada más que ver aquí. Le dice al sentir la presencia de varias miradas a su alrededor. Sentirse observada, aunque en realidad no fuera ella el centro de atención, no es algo que le gustara.
No es el momento... se repetía para sí misma mientras se apartaba lentamentede lo que ocurría.
Atorriet se fija que en una de las mesas hay un plato de potaje a medio terminar. El olor a comida que inunda el local le abre el apetito y le hace murmurar su estómago. Recuerda que hace más de un día que no prueva bocado dígno.
Se escucha movimiento en el trastero. Como si algún cachibache metálico se hubiera desprendido de algún lado cayendose al suelo.
-Entonces, Mesié Atorriet, ¿a que debo su visita?.- Te dice Dominique mientras te ofrece un vaso de tu vino preferido. -Hacía tiempo que no le veía por aqui.-
Louis-jacket saluda a todos los que lo reciben con un gesto, antes de dirigirse al lugar que le habian ofrecido.
Al sentarse, se dirige al anfitrion:
-Es verdad Mesie, sepa Disculparme! pero usted sabe que son los tiempos que corren es dificil reservarse un momento para difrutar de una confortante velada, en agradable compania con la cual usted bien sabe rodearse.
Mientras hablaba se preocuraba la copa que le habian tendido y al terminar de hablar, le dio un buen trago a la copa, para decir:
-Debo reconocer el gran talante que tiene en la seleccion de vinos, Mesie!-, dice admirando la copa, mientras seguia saboreando los resto de bebida en su boca.
-Aproposito-, su mirada se dirige hacia los cuadros que decoran el lugar, -preciada adquicion... Pensadores como Danton merece ser recordados mientras se ingiere el fruto divino.
Sophie sigue apresurada a Camille sin entender porqué de repente le han entrado esas prisas por irse del lugar.. Mientras la sigue, en un par de ocasiones Sophie vuelve su mirada hacia atrás, observando una vez a aquella particular mujer..
Jean Cloude toma asiento en la mesa y participa de la conversación algo ausente, como pensando más en otros asuntos. Asiente a los comentarios de sus compañeros y ríe con sus gracias, pero apeas habla y no muestra interés por el vino o la comida.
Dominique asiente ante el cumplido que Atorriet le hace.
De nuevo se escucha otro ruido procedente de la despensa. Como si hubiera alguien rebuscando entre sus enseres. Sin cuidar demasiado su paso entre los trastos.
Veis que Dominique se dirije hacia la despensa.
luego de los ruidos y como saliendo de un ensueño Phillippe le dirigio una aparentemente calida (pero distante) sonrisa al recien llegado...
perdon por lo esporadico del poosteo, es que hasta el miercoles estoy con entregas y examenes
Al sonar el estrépito Jean Cloude se gira un instante pero rápidamente decide ignorar el bullicio y como buen orador rápidamente saca un nuevo tema de conversación...
-Señor Atorriet, discúlpeme... ¿Dijo usted por casualidad a que se dedica?- Decora la pregunta con una afable sonrisa y vertiendo más vino en la copa frente al nuevo comensal...
Exhalo un suspiro aliviado al ver al hombre alejarse entre los transeúntes. Querida, tienes que dejar de hacer estas estupideces o un día te encontraras en un serio problema.
Procurando no mirar a la gente que nos rodea, deseando que vuelvan a sus quehaceres y olviden toda la escena que acaban de presenciar, me giro hacia mi estupefacta dama de compañía, mientras sujeto al chico por la parte trasera de los cuellos de su camisa, para asegurarme de que no escape, echando a perder toda mi historia.
Elizabeth, cariño digo con un tono marcadamente irónico cuando la sangre vuelva a correr por tus venas, serias tan amable de acercarte a echarnos una mano?
Me inclino hacia el niño para poder mirarle a los ojos mientras le hablo.
Y bien Jerome digo en voz baja y con un gesto intencionadamente teatral y cómico puedes caminar? Tenemos que ir a ver a tu padre cuanto antes, sin duda se va poner hecho una fiera...
Le pediría a los caballeros que recordaran poner como destinatarios solo a la gente que se encuentra en la misma sala que ellos, que si no aquí las damas, además de que nos hacemos un lio, nos enteramos de todo!! X)
El niño te observa con una evidente gratitud. Aunque notas la sorpresa impresa en su semblante. Era evidente que aquel chico no sabía que estaba pasando.
-Me duele mucho el pié, mademoiselle...- Dice apesar de todo. -... no creo que pueda andar.- Y dicho esto, y con la cara bañada de lágrimas, se acurruca de nuevo agarrándose al tobillo.
Elizabeth reacciona y ayuda al chico a ponerse en pié. Con dificultad realiza algunos pasos.
-Creo que será mejor que lo vea algún médico.- Dice al ver los estremecimientos de dolor del crío.
Os dais cuenta que la muchacha que os vendió las flores y su amiga han desaparecido.
Os apartais de la escena unos metros. Aún podeis ver a la dama y su sirvienta ayudando a ese chico.
Veis, también, como poco a poco se va despejando la gente. Cosa que devuelve una cierta calma o normalidad a la calle.
Mientras camino al lado de Camille la voy mirando, con clara expresión de curiosidad. No entiendo el porqué haber salido de allí de ese modo tan repentino. Por el camino voy pensando en aquella mujer y en su particular modo de desenvolverse en cada situación...
Tras un rato caminando cojo el brazo de Camille frenándola un poco en nuestro caminar y la miro encogiéndome de hombros, esperando algún tipo de explicación a su comportamiento