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La Torre de las Almas Perdidas 3: La Caída al Abismo.

Geografía de los Planos

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31/03/2020, 08:47
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Sólo para el director

EL GRAN ABISMO

Geografía del Gran Abismo.

El paisaje del plano del Abismo es un conjunción de montañas yermas, valles oscuros y estériles con escasa y deformada vegetación, cuevas profundas y húmedas en las que el aire silba de forma agónica y puentes naturales que cruzan ríos llameantes los cuales desembocan en lagos y mares ponzoñosos. 

Quien viaje por este plano, tiene la extraña sensación de encontrarse en un enorme agujero en forma de cono y de estar siendo atraído hacia el centro del mismo, como si estuviera cayendo hacia un pozo sin final.

Los yugoloth son los seres que moran en estos parajes devastados y quienes conducen a las almas que deben caer en el olvido a través de un desierto donde la tierra es negra y sopla un viento gélido. Las almas que caen al Gran Abismo son conducidas hasta lo alto de una gran montaña, donde esperan almas desnudas y abatidas por una tempestad a ser arrojas a la nada que consumirá sus almas hasta el fin de los tiempos. En lo alto de ésta montaña un enorme y oscuro foso sin fondo, el cual esta franqueado por un estrecho y resbaladizo puente, sobre el cual nadie podría tenerse en pie y tan alto que da vértigo asomarse. Esa es la última prueba a la que una alma condenada al olvido debe enfrentarse y si logra cruzar, tendrá la oportunidad de convertirse en un yugoloth, pero pocas, muy pocas son las que tienen la fuerza de voluntad suficiente como para lograr tal hazaña.

Los Yugoloths.

Yugoloths son demonios neutrales nativos del Gran Abismo. La mayor parte de ellos están al servicio del primigenio Azrael, señor del Gran Abismo y se encargan de acompañar a las almas que deben caer el el Olvido en sus últimos momentos. Son neutrales en los asuntos de las otras razas diabólicas, interfiriendo solo cuando veían una situación que podría ser rentable o potencial para el avance de sus propios esquemas.

Los yugoloths que no están bajo el yugo de Azrael, tienen al mal y son manipuladores, mentirosos y se suelen alquilar como mercenarios a menudo actuando como codiciosos soldados de deidades en sus propias guerras privadas, dispuestos a vender sus servicios a quien les ofrezca un trato que consideren adecuado

Existe también una cara oculta de los yugoloths que lucha por sus propios objetivos y no los de otros. Los miembros de las castas más altas sueñan un día con derrocar a Azrael y ser ellos quienes obtengan el control del plano del que son naturales. Desearían unificar el Gran Abismo con algunos semiplanos de dioses afines a ellos y así controlar y manipular su entorno a su imagen y semejanza.


Aspectos generales del plano del Gran Abismo:

 

  • Alineamiento: neutral
  • Morfología: variable, aunque el paisaje suele ser común en todo el plano, pueden sucederse alguna variaciones leves.
  • Magia: los conjuros legales, caótico, buenos o malignos son menos intensos en éste plano. Funcionan como si fueran de dos niveles inferiores a lo que en realidad son.
  • La sensación de la tremenda tristeza. Cada jornada que se pase en dicho plano, se deberá lanzar una prueba de VOL CD 15+1 por prueba anterior o se caerá en una profunda tristeza que desgarra el alma. Quien no supera la prueba no desea seguir vivienda y se tumba a esperar la muerte. Una vez muerto, el alma comienza a caer hacia el Gran Abismo y finalmente es olvidada. Un conjuro de deseo o milagro puede revertir la situación.
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31/03/2020, 11:22
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EL PLANO DE LA LOCURA (PLANO CAÓTICO MALIGNO)

El plano de la Locura, es el plano por excelencia del caos y mal. En éste, el alineamiento que más se repite entre sus moradores es el caótico maligno. Los seres que se encuadran dentro de éste alineamiento, son principalmente los demonios. Seres que son guiados por su ambición, odio y su sed de destrucción. Se trata de seres vicioso de alto temperamento, arbitrariamente violentos e impredecibles. Afortunadamente sus planes no suelen estar bien estructurados y cualquier grupo que se una o forme suele estar muy mal organizado. Normalmente los seres que se sitúan en este lado del eje, sólo trabajan juntos por la fuerza y su líder dura sólo mientras él pueda mantenerse vivo. Por el gran número de demonios que se alinean a ésta lado del eje, dicho alineamiento a veces es llamado “demoníaco”. Se trata del alineamiento mas peligroso porque representa la destrucción de no solo lo que es bello y vivo sino también del orden del cual la belleza y la vida dependen.


Aspectos generales del plano de la Locura:

El plano de la Locura es un espacio desolado, plagado de seres peligrosos y asesinos, en el que las reglas físicas del plano material no siempre se cumplen a rajatabla. Además, el tiempo y el espacio se conciben de una manera muy diferente en este plano de existencia. Los moradores principales de éste plano son por tanto demonios, pues su alineamiento normalmente es el caótico maligno.

En cuanto al tiempo en éste plano no pasa de una manera a la habitual. Lo que en el plano material podría ser una hora, en el plano de la locura podría convertirse en un año o en un solo minuto. Lo cierto es que el sol, rojizo y enfermizo, sale desde cualquier lugar del horizonte, no siempre por el mimos y se pone también en cualquier dirección aleatoria. Durante una jornada las horas de sol pueden durar cuatro o cinco horas y a la jornada siguiente pueden ser ocho o nueve, o incluso, el sol puede salir y ponerse en una sola jornada más de una vez. Raramente el sol gobierna sobre el firmamento más de diez horas por jornada, aunque en ocasiones puede estar sin ponerse hasta tres y cuatro jornadas.

En cuanto al espacio, existen algunas áreas bien diferenciadas en el plano, la Tundra Helada, las Llanuras de Sal, las Colinas Arcillosas, los Volcanes Supurantes o los Riscos Afilados, son algunos de los lugares de locura en los que un ajeno puede verse en la tarea de escapar. Lo cierto es que, aunque han sido descrito dichos páramos de éstos por algunos de los viajeros que han estado en ellos, es imposible ubicarlos en un mapa, pues su posición en el terreno geográfico, así como su extensión y relieve cambia constantemente.

De hecho, avanzar por el plano de la locura es una tarea arduo complicada. Caminar con la mirada fija en un punto no quiere decir que te vaya a conducir hacia él. Es en muchas ocasiones el plano en si mismo quien se desplaza sobre el individuo y no al revés. Se dice que la única manera de llegar a un lugar deseado es dejando de desearlo y poniendo la mente totalmente en blanco, aunque eso no siempre es así y tampoco nadie lo ha podido demostrar nunca.

Sea como sea, todo lo que existe en el plano, tiene una tendencia a arremolinarse hacia el centro del mismo, donde protegido por una enorme cordillera de riscos afilados, se encuentra la llamada Ciudad de la Locura, sobre la cual reposa un enorme orbe oscuro de características espeluznantes y donde reside el ser más poderoso del plano, el llamado Gran Mago Rojo.


Rasgos del plano:

  • Alineamiento: caótico-maligno.
  • Morfología: altamente variable. Prácticamente todo el plano cambia continuamente, sobre todo en los bordes exteriores. A medida que uno se acerca al centro del plano, el terreno comienza a ser más estable.
  • Magia: tan sólo los conjuros caóticos funcionan como deberían. El resto de conjuros que se utilizan en el plano funcionan con la tabla de magia salvaje.
  • Predominio negativo menor: todos los seres malignos naturales del plano, tienen curación rápida 2 y pueden regenerar miembros perdidos. Además, si mueren, tienen un 50% de posibilidades de reencarnarse en 24 horas.
  • Tiempo: la percepción del tiempo en éste plano es muy diferente a la del plano material y no sigue unas normas establecidas, pudiendo variar de una zona a otra del plano o incluso en la misma zona en instantes diferentes. Si en el plano material se percibe el transcurso de un solo día, en el plano de la locura, ese mismo día podrían haber sido años o perfectamente unos pocos segundos.
  • Divinamente mórfico: algunos seres poderosos naturales del plano, pueden modificar el aspecto del mismo a su voluntad.
  • Agujeros espacio temporales: existen algunas zonas en las que el plano de la locura ha abierto portales en algún momento, entremezclando la realidad de otros planos (normalmente el material) y creando un espacio híbrido entre el espacio anterior en el plano de la locura y el lugar absorbido por el propio plano. Dicho espacio puede ser un espacio situado en la línea del tiempo actual o no.
  • Influencia mental: el plano infunde una influencia sobre las mentes de los ajenos que llegan al plano. A su llegada al plano, cada ajeno debe superar una prueba de VOL CD 16 o quedar atontado (como el conjuro atontar). Su duración es de 24 horas donde podrá realizarse una nueva tirada de VOL CD 16 para recuperar la normalidad. En ocasiones, la influencia del plano puedo obligar a un ajeno a volver a lanzar dicha prueba, pudiendo variarse la CD o la duración. Métodos magicos habituales para reponer al ajeno, normalmente funcionarán de manera habitual.
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01/04/2020, 10:07
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EL TERRENO HELADO

La Tundra Solitaria.

Se trata de un paisaje era desolador una tierra yerma que se extiende en todas direcciones y aún así, se trata de uno de los terrenos más amables del plano, en los que el tiempo y el espacio guardan cierta coherencia con el plano material.

Una ventisca helada castiga la mayor parte del tiempo a quien mora allí y cuando ésta cesa una densa niebla regresa para cubrir allí hasta donde alcanzase la vista. El suelo helado cruje a cada paso y el hielo se hunde bajo los pies. Allí donde no hay hielo se forman turberas o terrenos pantanosos cubiertos por líquenes y musgos. Es la principal vegetación de aquel territorio pues raras son las plantas o arbustos más altas de diez o quince centímetros.

Los únicos seres que moran en este paraje helado son pequeños roedores y algún ave lejana que sobrevuela la inmensidad, pero ninguno de éstos seres se muestran claramente a aquel que camina por éstos lares, sino que solo lo hace de pasada y en la lejanía. Insectos terriblemente deformes y alguna raíz son los únicos alimentos que alguien puede encontrar en esta región del plano. Lo cierto es que una sensación de soledad aflora en todo aquel que se encuentre allí, aunque en ocasiones se pueden ver una sombra moverse entre la densa bruma y en otras a una figura ocultándose tras rocas basálticas dispersas por aquel territorio y que conformaban una especie de atalayas abandonadas aquel basto terreno.

El astro solar, Seyran, otorga unas cinco horas de luz diarias, aunque adquiere en esta zona una extraña tonalidad rojiza. Durante el tiempo restante las tinieblas acompañadas de un frío infernal son lo que impera en toda la Tundra.

La Playa Eterna. (Subterreno de la Tundra)

Se trata de una zona de extraordinaria belleza natural caracterizada por picos rocosos y llanuras costeras con suelos ricos en algas marinas donde en ocasiones pastan  unos seres parecidos a cabras salvajes. En dicha costa, el sol rojizo parece estar siempre amaneciendo, salvo cuando la oscuridad gana paso.

En la orilla la playa se caracteriza por estar cubierta de guijarros de un color grisáceo oscuro y a su alrededor, solo se puede ver la nada más absoluta. El mar no parece tener fin, pero está casi siempre calmo. En el que se reflejaba el sol rojo del amanecer. Frente estas costas se extiende la interminable tundra helada y rocosa cubierta por una densa neblina que casi podría cortarse con un cuchillo.

Cuando el rojo sol empieza a ponerse se percibe que el mar tenía un tono violáceo. Aquel color purpúreo se hace más evidente en la orilla pero esta extraña tonalidad que el mar refleja se adentraba bastantes millas hacia el interior del mar y sólo en la lejanía parece recuperar su habitual y característico color azul.

Las caracolas venenosas: purpúreas concha redondeadas parecidas a un caracol pero recubierta por un sinfín de afiladas espinas. En su interior habita una viscosa babosa con un color púrpura. La babosa que vive en su interior es venenosa si se come, causa al cano de unas horas arcadas, nauseas y en último caso diarreas. Las conchas pueden ser utilizadas como abrojos.

Los Pantanos del Olvido

Al mirar hacia el interior del continente desde la tundra, en las pocas ocasiones en las que la densa niebla deja ver, se puede llegar a vislumbrar a muchos kilómetros en la lejanía un terreno de aspecto diferente. Una zona algo más pantanosa y mucho más lejos todavía pueden intuir unos escarpados picos sumidos por una oscuridad antinatural que parecía proceder el interior de aquella tierra, como si un sol oscuro reinara en lo alto del cielo haciéndole la competencia al buen Seyran. 

Masas asesinas.

Un extraño mezcla de sonidos similares a los que efectuaría una voz humana, pero terriblemente confusos, entrecortados y siniestros, algo así como un barboteo demencial, un malsano balbuceo procedente de una extraña criatura deforme. El color de su piel era similar al de la carne humana pero sin consistencia alguna, pues aquel horripilante ser se meneaba como una gelatina que cambiaba constantemente de forma. Lo más aterrador era que constantemente se formaban decenas de ojos y bocas cuajadas de dientes aquí y allá y volvían a desaparecer engullidas por la misma masa corporal incluso antes de acabar de aparecer por completo. 

Sensación de Soledad

Una sensación de profunda soledad embarga a aquel que se encuentre en esta zona. Una corazonada les dice que algo extraño sucede a su alrededor. Una extraña aura rodeaba a aquel inhóspito paraje de pesadilla. Aparece la sensación que cuanto más tiempo se pasa en el lugar, uno más se aleja de cualquier lugar civilizado y empieza a sopesar la posibilidad de que nunca más podrá regresar al mundo que conoce.

El anciano

Se trata de un ser que aparece frente a los moradores del plano con su contorno difuminado. Su rostro es el de un hombre anciano cubierto con una capucha roja que miraba fijamente con una mirada oscura como la noche. Pese a que su frente está parcialmente cubierta por la capucha se puede apreciar que es calvo y que un desgastado tatuaje cubre parte de su calva y su frente. La morena piel de aquel hombre está terriblemente cuarteada y plagada de arrugas. Parece que sonríe mostrando unos extraños dientes afilados como si pertenecieran a un felino.

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05/04/2020, 09:35
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TERRITORIO HERRUMBROSO

La Ciénaga Susurrante

Se trata de un basto territorio en el que predomina un paisaje desolador, donde la putrefacción y el moho son constantes que invaden la vista y el olfato. Se extienden centenares de kilómetros yermos donde sólo sobresalen algunos árboles que sin duda han crecido retorcidos como afligidos por el obsceno paisaje que les acoge. Los pocos árboles que allí crecen están cubiertos por musgos de colores enfermizos. Repartidos por doquier se pueden ver decenas de montículos formados por unas extrañas piedras negras cristalizadas. Ninguno de estos amontonamientos se eleva más de tres o cuatro pies del suelo, pero lo que más llama la atención es que de dichos montículos rezuma un viscoso y luminiscente líquido verdoso que parece manar del mismo interior de las rocas.

A medida que la vista se aleja de aquel lugar el brillante horizonte negro como la noche más impenetrable es iluminado por titilantes luces plateadas que aparecen aquí y allá desapareciendo al instante. Con cada una de las apariciones luminescentes del cielo algo o alguien parece susurrar algún indescifrable sortilegio y para cuando llevaban algunos minutos allí aquellos murmullos ya empiezan a afectar a la cordura del más fuerte.

Se pueden llegar a intuir luminosas sombras que parecen esconderse de quien allí se encuentra, tras cualquiera de los disformes elementos del terreno. Por mucho que uno trate de perseguirlas siempre son más veloces que su vista y no llegan nunca a poder ser apreciadas por completo. También sospechan sin poder llegar a una verdadera certeza, que unos ojos vigilaban en todo momento. Unos ojos que surgen en los ensortijados árboles, las rocas, los lodazales o en la misma brisa que pasaba ululante a su alrededor para luego desaparecer al instante.

Se mire donde de mire, el paisaje era deprimente y demencial. No parece que haya ni un solo ser con vida, pues hasta los árboles o los mohos parecían carecer de de ella. Quien allí se encuentra, percibe una sensación de inmensa soledad, pues no hay ni rastro de nada que parezca asociarse a algo vivo, pero si una extraña y creciente sensación acerca de que sus vidas se encuentran bajo amenaza de muerte por el mismo espeluznante y hostil entorno que les rodea. Se trata de una sensación que va en aumento cuanto más tiempo pasen en aquel siniestro lugar.

Los pies de aquellos que caminan por la ciénaga, se van llenando de un limo verdoso que acaba por traspasar las botas empapando los pies. Por otra parte la temperatura de ésta zona es del todo anómala. Una densa humedad envuelve a quien allí se encuentre provocándole sudores y falta de aire. Se trataba de una sensación similar a la que sentiría en el más caluroso de los desiertos de Gea. Sin embargo, también se puede sentir un extraño frío que atraviesa la piel helando los huesos como si se encontraran en el lugar más frío de que la imaginación pueda llegar a concebir.

Burbujas fétidas

A medida que uno avanza por la ciénaga, surgen de tanto en cuanto surgían unas extrañas burbujas que se elevaban hacia el oscuro cielo que les rodeaba hasta explotar desprendiendo un olor fétido que revolvía el estómago.

Flores chillonas

Se trata de una flor que mediante el engaño trata de atraer a los moradores de la ciénaga imitando la voz de alguien conocido por ellos. Dicha flor chilla pidiendo auxilio (o eso creen los que la escuchan) y les guía hasta suposición. Se trata de una planta con forma de flor pero de un tamaño enorme, tan alta como un hombre y tan ancha como dos. Los colores de los pétalos pueden llegar a ser hipnóticos y suelen ser varias tonalidades del arcoiris, según se reflejase la luz o la sombra sobre éstos.

Ésta extraña flor que desprende cierta malignidad, nada fuera habitual en aquel perturbador plano de locura y desasosiego. En cuanto una presa se acerca a la flor, ésta se abre de par en par y del interior de sus pétalos surgen unas terroríficas fauces repletas de una infinidad de afilados colmillos lanzándose hacia ésta intentando devorarla. 

Luces tintineantes

Por toda la zona se suceden infinidad de pequeñas luces tintineantes que susurran palabras malignas a los moradores. Se trata de un rumor que martillea cada vez con mayor fuerza, la cabeza de los moradores tratando de minar su cordura y les sugiere ideas suicidas. 

Los volcanes purulentos

 

Los volcanes prulentos son montañas bañadas desde su cima hacia sus pies por unos extraños ríos de color mostaza. De éstas parecen emanar unos vapores amarillentos que se elevaban hacia el cielo.  Se trataba de una zona plagada de colinas de color rojizo que se extendían como un desierto sin fin hasta donde alcanzaba su vista.

Explosiones de luz

En ésta zona, de tanto en cuanto se producen extrañas explosiones de luz que iluminan todo el firmamento y todo alrededor dejando por un momento ver todo el relieve que rodea a a los moradores.

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05/04/2020, 13:36
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LAGOS SULFUROSOS

También pudo observar lagos que refractaban el color de una manera siniestra mostrando todos los colores del arcoíris sobre su superficie, como si de una balsa de aceite se tratara.

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06/04/2020, 18:12
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LAS COLINAS ARCILLOSAS

Se trata de un lugar plagado de colinas redondeadas de tierra marrón, arcillosa casi roja. La vegetación no crece allí, es un gran desierto rojo. Las colinas se extienden por todo donde alcanza la vista, lo que pueden ser miles de kilómetros en todas direcciones. No crecen hierbas, ni mohos o líquenes en ninguna parte.

La temperatura aumenta en éste lugar, lo que no explica brusco cambio tan brusco que experimenta el terreno desde que se abandona cualquiera de las zonas del plano y se accede a éste lugar. Cuando alguien accede al lugar y mira atrás, no puede ver el terreno que abandona, sino únicamente colinas arcillosas. Tan sólo persiste la oscura luz que emanaba del orbe aun visible en la lejanía. 

Las colinas parecían están agujereadas, con infinidad de cuevas con entrada circular. Parecen ser túneles que se adentran en la tierra. No parecen ser para nada producto de la erosión o de las riadas, sino excavadas por algo. Además de aquellas extrañas cavernas que se encuentran prácticamente en todas y en cada una de las colinas, se observan como toda la zona estaba plagada de depresiones que se adentraban algunos metros hacia el interior de la tierra. No se trata de agujeros demasiado profundos, se alcanzaba a ver el fondo de casi todos ellos a excepción de unos largos y profundos cañones diseminados por toda la zona.

Da la impresión de que los túneles han sido excavados por gusanos. Es como si enormes gusanos de más de veinte metros de diámetro hubieran agujereado la roca para crear sus madrigueras en el interior de aquel desierto. No obstante, es un hecho que en esa zona nada parece moverse y que no se alcanzaa distinguir ningún atisbo de vida.

Las depresiones, dan la impresión de ser un relieve tampoco artificial. Parecen ser fosos escavados de forma escalonada, como cavados en estratos dando lugar algo parecido a un anfiteatro al aire libre. Muchos de aquellos fosos están encharcados con un líquido marronaceo y opaco. Agua, sucia. Otra vez agua corrompida, algo habitual en ese plano. Da la impresión de que aquel líquido insalubre puede esconder en sus profundidades cualquier horror imaginable.

Las cuevas de los gusanos

Son cuevas con forma de orificio redondo que se adentran hacia las profundidades de la tierra. El diámetro del túnel es muy amplio, como de veinte pies de diámetro y todas son muy similares entre si, tanto en le densidad de la arena rojiza y su consistencia. 

A medida que alguien se adentra en una de las cuevas, la oscuridad comienza a ganar terreno. No es la típica oscuridad maligna que proviene del orbe que sobrevuela lo que parecía el centro del plano, sino una oscuridad más física, más similar a la que se conoce en el plano material.

Los túneles continúan hasta las profundidades de un gran abismo donde se encuentra la guardia de los gusanos. Cuando uno de éstos asciende por el túnel para salir al exterior se puede escuchar un ruido similar a un terrible rugido y a algo arrastrándose a través del túnel. 

Si alguien se encuentra en el túnel cuando un gusano sale se encuentra con unas enormes fauces abiertas que muestran interminables hileras de afilados colmillos con una apertura central terminada en el profundo orificio que es la boca. Cuatro largos tentáculos con ventosas acabados en afiladas zarpas en forma de hoz salen de la boca. La velocidad en la que se mueve aquel ser es era insólita para un anélido, aunque sin embargo su tamaño es también infinitamente superior a cualquiera de las lombrices o gusanos que cualquiera de ellos había visto en su plano de origen. Se trataba de un enorme gusano de color granate, muy similar al de la rojiza tierra que lo cubría todo en aquel lugar y con una apariencia aterradora y infinitamente peligrosa que desprende un terrible hedor.

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06/04/2020, 18:45
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LA CORDILLERA DE LOS RISCOS ASESINOS

Llegó un punto en el que bajo la trayectoria de aquel ser se podía observar lo que sin duda era la más terrible cordillera que jamás habían visto sus ojos en toda su existencia. Se trataba de un enorme sistema montañoso cuya superficie para nada era plana. Entorno al orbe oscuro parecía haberse construido una enorme muralla del tamaño de cadena montañosa en forma circular. Esta cordillera rodeaba en todo su perímetro al orbe que flotaba sobre ella. No obstante, aunque parecía que aquel macizo había sido construido por algún ser pensante, pues accidentes geográficos como aquel no parecían poder existir de forma natural, lo más perturbador era su aspecto.

Se trataba de un área inmensa plagada de enormes obeliscos de piedra caliza diseñados sin la más mínima duda con el objetivo de cortar a cualquiera que se acercara a ellos. Sus bordes eran afilados como espadas y su parte superior similares a gigantescos dientes punzantes. Cualquiera que penetrase a través de aquella selva de monolitos de piedra acabaría por morir desangrado.

Aquella colosal muralla parecía construida por imposible que pareciera, con un claro objetivo, proteger la atroz ciudad que se hallaba bajo el orbe oscuro. Si realmente aquella muralla o sistema montañoso había sido fruto del ingenio de alguna civilización, una mente ajena a aquel plano no podía alcanzar a creer que había sido posible con el esfuerzo de ingenieros, arquitectos, trabajadores y esclavos, sino que la magia, una magia antigua y poderosa, tenía mucho que ver con su creación.

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06/04/2020, 18:46
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LA CIUDAD DE LA LOCURA

El centro de la ciudad está ubicado en torno a una torre oscura. Una afilada y grotesca torre en forma de aguja que se eleva hasta los cielos haciendo contacto en su punta con un orbe oscuro de inmensa malignidad. Se trata de una enorme torre de una altura incalculable. Sus paredes se asemejan a las de la cordillera que rodeaba aquella ciudad. Están rebosantes de salientes afilados en grotescas formas. Está construida con piedra de un color grisáceo oscuro casi negro y por alguna razón aún la hace más aterradora. Decenas de ventanas proyectan desde su interior una tenue luz azulada sin duda artificial y uno extraño y desgarrador rumor parece proceder de su interior escuchándose a muchos kilómetros de distancia.

El resto de las construcciones de la ciudad son similares a aquella torre. Edificios muy altos, muchos más altos que cualquiera de los edificios que un ajeno haya podido ver con anterioridad, pero que sin duda se quedan pequeños en relación con la torre. La visión del lugar es un tanto borrosa, pues una densa niebla oscura envuelve toda la ciudad. La niebla mana del orbe y parte de ella parece regresar luego al interior de éste en un flujo continuo de entrada y salida.

De tanto en cuanto el orbe emite unos cegadores rayos silenciosos que golpeaban contra los cimientos de la ciudad iluminando la densa bruma lúgubre y tenebrosa. Dichos rayos no estallan en un atronador trueno, pero cada vez que uno de ellos golpea contra la superficie el murmullo que parecían concretarse entorno a la torre se agudiza evocando un intenso terror. Con cada uno de esos relámpagos la niebla que envuelve el orbe parece ganar mayor velocidad. Como si una corriente de aire mueva la calima aunque no se perciba corriente de aire alguna.

Los edificios se agolpan los unos sobre los otros como si hubieran sido diseñados por un loco. Algunos de estos edificios parecen haber sido construidos los unos sobre los otros, algunos están semiderruidos y otros se han derrumbado del todo. Todos comparten algo en común, aquel grisáceo material de construcción y los afilados relieves que adornaban sus fachadas.

Puentes colgantes unen las cimas de algunos de los edificios, sobre todo los de mayor altura, mientras la densa niebla negra impide ver la zona más baja de la ciudad, pues es mucho más densa cuanto menor es la altura. Lo cierto es que de estas construcciones tan solo se puede ver la parte superior. Es imposible imaginar en realidad la altura real de los edificios, aunque sea como sea, aun viéndose solo su parte más sobresaliente, ya son grotescamente enormes.

La sensación general es de que la ciudad está abandonada. No que repentinamente sus habitantes hayan decidido abandonar la ciudad hacía cosa de algunos meses u años, sino que parece que estaba abandonada desde hace eones o se podía llegar a decir incluso que nunca llegó a estar poblada. 

Si alguien camina por las intrincadas calles de la ciudad, se desvela ante él una horrible ciudad de retoricada y afilada construcción. Una ciudad oscura por la que descienden ríos de sangre, una ciudad en la que las ruinas y las llamas consumen gran parte de su superficie. De las fachadas de los edificios penden esqueléticos cuerpos ahorcados. Abandonados por aquellas calles se pueden encontrar decenas de miembros mutilados, así como cabezas cercenadas. Tan solo algunos árboles atrofiados y algunos pequeños arbustos ennegrecidos se permiten el lujo de crecer entre tan malsano ambiente.

Se escuchan gritos de terror en todas direcciones y las estrechas e insalubres calles están repletas de almas en pena que parecen vagar guiadas por la desesperación y las implacables fustas de los pelotones de demonios que parecían ser sus guardianes. 

El orbe

La bruma, la niebla oscura no es tal, sino que la niebla negra y aterradora es algo mucho más siniestro de lo que cabe esperar. Si alguien llega a estar lo suficientemente cerca, puedo distinguir en aquella niebla el contorno de algunas figuras. Figuras que aunque translucidas y sin forma definida se asemejaban bastante bien al contorno del cuerpo de algún humanoide. Se pueden diferenciar torsos, brazos y rostros constituidos por aquella extraña bruma. La niebla emulaba cuerpos de seres con grandes cuencas oculares y bocas abiertas que chillaban aterrados.

Los chillidos de los espectros, de aquellas almas atrapadas en la vorágine de terror son los causantes de aquel murmullo que un ajeno que se encuentre en el plano puede alcanzar a percibir, en ocasiones desde cualquier punto del mismo plano. Los chillidos de pavor de las almas atormentadas son las notas de la melodía macabra que parece provenir de la torre y de la bruma que conformaban todas aquellos espíritus martirizados. Lo más terrible de todo es que aquel orbe es un cómputo de miles de millones de ánimas torturadas.

El Gran Mago Rojo:

Se trata de un hombre anciano que luce una túnica roja hasta los pies, aunque con decoraciones en dorado en las mangas, cuello, capucha y en la parte baja de la misma. Posee un característico tatuaje sobre su calva. Se trata de un símbolo arcano, dos estrellas rojas de cinco puntas superpuestas la una sobre la otra y envueltas por un orbe cuyo reborde era negro. Su mirada es oscura y un tanto siniestra, al igual que su bronceada y cuarteada piel plagada de arrugas. Posee unos afilados dientes felinos. Su voz es de un tono atronador que parece la conjunción de diversas voces resonando al unísono. 

La Torre de la Aguja Negra

- La azotea: los ballenatos demenciales descienden hasta una azotea situada en el inmenso edificio de la Torre para hacer descender a los demonios del Mago Rojo y a los prisioneros. Entre afiladas puntas que se alzan como columnas en dirección al orbe oscuro, se halla el espacio suficiente para el aterrizaje de la bestia. 

- El mayordomo: Se trataba de un ser de piel clara y arrugada. Un pañuelo amarillo cubre su cabeza ocultando su cabello por completo. Aunque su aspecto es amenazante, sus ojos de color azul claro son lo más humano que se puede encontrar en aquel horrible universo. Sus manos, acabadas en afiladas garras, están sus tiznadas den verde y tiene unos afilados colmillos que sobresalen de su boca.  Su voz es profunda, una voz demoníaca, como imbuida en pura malignidad. 

- El interior desde la azotea: se desciende por una empinadas escaleras tan resbaladizas como oscuras a pesar de estar tenuemente iluminadas por antorchas cada pocos metros. Más de cien escalones en descenso, conducen a una pequeña puerta de madera reforzada en metal con una gran argolla que sirve de pomo. La puerta chirría como si sus bisagras nunca hayan sido tratadas.

Tras la puerta se observa un amplio pasillo abovedado. Las paredes del lado izquierdo estaban repletas de amplios ventanales que dan al exterior, cada uno de ellos enmarcado por columnas de mármol gris veteado en verde. A su derecha hay más de columnas que delimitaban las entradas a un sinfín de habitaciones con manufacturadas puertas de roble con inscripciones talladas. El largo pasillo cuyas baldosas de mármol blanco hacían juego con el color del techo abovedado, está tapado en su centro por una alfombra roja que llegaba hasta una puerta doble al fondo del pasillo. A medida que se avanza por el pasillo, se puede ver gracias a la cálida luz que penetraba a través de los ventanales, como bustos humanos y esculturas de aves, las cuales pertenecen al plano material, decoraban el pasillo al igual de pinturas de floreadas campiñas distribuidas de forma uniforme por todo el corredor.

Si la ciudad de la demencia es un lugar tenebroso cuya pavorosa estructura provocaría la huida de algunos de los más valientes caballeros, si es que alguno de ellos se hubiera atrevido a llegar hasta aquel lugar pasando a través de las horripilantes calles de aquella ciudad demencial, por contra el interior de aquella torre está decorado al más puro estilo de uno de los castillos señoriales de las más lujosas ciudades de Gea. 

No obstante, lo más extraño del lugar es lo que se ve a través de los ventanales que dan al exterior. Del otro lado de los amplios ventanales se puede observar un precioso prado soleado. Un prado floreado con una floresta al fondo y un arroyo que desciende de un colina. Se pueden observar algunas granjas y señoríos, así como gente trabajando los campos de cultivo allí dispuestos. Una suave brisa fresca se introduce a través de los ventanales portando consigo el suave aroma de las flores y una sensación de calidez reconfortante, así como se escucha el alegre canto de las aves.

El portón del fondo da paso a una amplia sala con similares ventanales, innumerables columnas y arcos de mármol, pinturas y tapices que decoran el lugar, así como estatuas, esculturas e incluso armaduras completas decorando junto a las paredes y espadas y escudos heráldicos colgando de éstas. Al fondo de la ostentosa estancia se halla amplio púlpito sobre el que se encuentra un sobrecargado trono metálico. El trono del Gran Mago Rojo.

- Las Mazmorras: unas interminables escaleras de caracol descienden hasta un nivel muy oscuro y húmedo de la Torre. Un amplio corredor oscuro, sólo iluminado por algunas antorchas distribuidas cada muchos metros, muchas de ellas en su estertor o completamente apagadas se abre paso hasta donde alcanza la vista.

A ambos lados del pasillo se encuentran un sinfín de puertas de madera sin cerradura. Todas ellas están cerradas y no parecen tener ningún distintivo o numeración que las diferencie. Del interior de alguna de ellas se pueden escuchar ronquidos, de otras susurros y de algunas otras incluso gritos aterradores. Aunque de la mayor parte de ellas emana un silencio sepulcral que era por alguna razón aún mucho más inquietante. Sólo se observa luz a través de las rendijas de algunas pocas puertas.

El interior de las celdas es muy humilde. Un jergón que aparentemente húmedo con un baúl a sus pies, una mesa de escritorio con una silla y una estantería a su lado compone todo el mobiliario de su nueva residencia.

Las letrinas de las mazmorras son algo nauseabundo. Un simple agujero situado sobre una estructura de piedra. El asiento sobre el que colocar las posaderas para acertar en el agujero está completamente manchado de heces hediondas y gracias a la luz que se reflejaba de la puerta entreabierta, se puede apreciar el reflejo de los fluidos que cubren la letrina que con suerte sólo son orina. El olor de aquel inmundo y diminuto habitáculo es fétido y casi provocó que broten las lágrimas en, una sensación similar a la de estar frotando una cebolla en sus propios ojos.

El Laboratorio: Cuatro o cinco pisos en ascenso desde las mazmorras a través de las escaleras de caracol, conducen de nuevo hasta un amplio recibidor plagado de puertas, tras una de ellas se encuentra un laboratorio donde trabajan las llamadas, Custodias

La estancia es algo engañosa en cuanto a su tamaño. Antes de pasar a su interior uno puede sospechar que se trataba de una estancia bastante más pequeña de lo que en realidad es, casi una celda o un zulo, sin embargo, la sala mida fácilmente unos doscientos metros cuadrados.

Su interior es bastante oscuro, solo iluminado por la luz de antorchas ancladas a las paredes de piedra sin revestir. De éstas paredes húmedas y plagas de moho y telarañas, cuelgan infinidad de objetos amontonados sobre estantes o directamente suspendidos gracias al anclaje de cadenas procedentes del techo que a ojo debía medir seis metros. Frascos, morteros, sacos con hierbas, viejos tomos, pequeños viales, velas, incienso y todo tipo de componentes se encuentran amontonados sobre los estantes de las paredes y cubiertos en su mayor parte de polvo. Del techo penden incensarios, calderos, e incluso animales disecados.

Además la estancia está completamente llena de todo tipo de artefactos alquímicos colocados sobre diferentes mesas de escritorio. A primera vista se pueden contar hasta tres hornos de leña, los cuales funcionan a pleno rendimiento. También hay un extraño aparato, compuesto por decenas de tubos y proveas por donde pasaba algún tipo de sustancia líquida, la cual se filtra separando sus componentes.

Un montón de máquinas e ingenios de todo tipo y tamaño se agolpan allí. Un torno, un yunque, un enorme decantador de hojalata, varias barricas metálicas que bullían exhalando vapor, libros y pergaminos desperdigados aquí y allá y un ambiente casi irrespirable debido a la mezcla de sustancias que flotan en el ambiente producto de la evaporación de las sustancias que aquellos calderos, decantadores y recipientes contienen.

Por supuesto, no estaban allí solos. Un sinfín de personajes de lo más diverso se hallaban en el interior de aquel extraño laboratorio. Todos ellos trabajaban en algo y lo hacían en silencio. un enorme hombretón calvo, de piel grisácea y con el rostro terriblemente hinchado portaba un recipiente que contenía un líquido que emitía una extraña luz azulada. Varias mujeres encapuchadas leían un grueso libre que sostenía una de ellas. Un anciano de barba blanca y que portaba anteojos les miró de reojo nada más entrar, pero siguió a lo suyo muy concentrado en introducir una sola gota de un frasco en el interior de una probeta unida a un artilugio similar a un destilador.

  • ¿Quienes son las Custodias y que hacen?

Se trata normalmente de mujeres Antiguas, que mediante magia ritual y unos fármacos muy poderosos que inyectan a las personas a las que tratan, transportan a éstas al lugar llamado "El Laberinto".

  • ¿Qué es el laberinto? En palabras de la Custodia Y-li

Éstas sustancias te transportaran a lo más profundo de tu mente. Experimentarás cosas del pasado, cosas del presente, o cosas del futuro. O puede que no… Vas a experimentar una serie de sucesos que te harán más fuerte o te destruirán. Lo que acontezca en el laberinto puede que te cambie para siempre, puede que te haga más fuerte y determinado que antes. Es posible que no puedas asumir la verdad, pero si lo consigues…

Realmente, las Custodias envían a la persona que es inyectada con ésta sustancias a través del tiempo. Lo que haga en su viaje, puede alterar su propio futuro, pasado y por supuesto, eso repercutirá en el presente. No obstante, siempre tratan de que los viajeros, estén en un entorno controlado y que los cambios que puedan realizar, no provoquen un efecto mariposa que cambie radicalmente el presente. Todo ésto sólo es posible en el plano de la Locura y gracias al influjo caótico que desprende.

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17/04/2020, 18:55
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Sólo para el director

UNA GRANJA EN MEDIO DE LA NADA

Tras caminar durante mucho tiempo, la oscuridad cesa dando paso a una porción de terreno iluminada por una extraña luz artificial que no obstante parece provenir del astro rey, el cual sin embargo no se encuentra en lo alto del firmamento ni en ningún otro lado. La temperatura en esta zona es agradable y el cielo azulado, ni negro ni rojo. El frío o el calor extremo que se esté experimentando en el plano, antes de la llegada a éste lugar, cesa de inmediato al acceder a la zona de la granja.

Tras descender una colina moderada, se observan un signos de vida. Una edificación se alza a escasos dos kilómetros de distancia. Se trata de una especie de granja de madera. Sus paredes llenas de ventanales están pintados hasta media altura de rojo y el segundo piso es de un tono blanco marfil. Mientras el techo en pendiente esa de color negro. Alrededor de aquella granja se encuentran campos de cultivo en los que brotan plantas de un verde intenso similares a lechugas o coles, aunque realmente, el tamaño de dichas hortalizas es cercana a los dos metros de alto. Las gigantescas lechugas están dispuestas en hileras, creando senderos entre hilera e hilera. Sin duda se trata de un campo de cultivo.

El interior de la granja revela una estancia de unos veinte metros cuadrados con techos altos de unos cuatro o cuatro metros y medio de altura. El suelo está recubierto por una alfombra de un color similar al marrón que en algún momento debió ser granate o incluso roja. Una mesa circular para hasta cuatro comensales y con un mantel verde hasta el suelo se encuentran en el centro de la estancia rodeada por cuatro sillas y cerca de aquella mesa se hallan dos butacones y un sofá de piel desgastada. Varias alacenas con cubertería y vajillas, así como otra con especias y otros elementos para la cocina se encuentran frente a la pared a su izquierda. Una chimenea se encuentra en la pared de la derecha y solo tiene una puerta al exterior.

Historia de la Granja contada por sus Drandhosaell:

Verá, llevamos habitando este plano desde hace más de dos siglos. Aunque lo cierto es que el tiempo exacto es una incógnita para nosotros. Podríamos llevar aquí medio milenio y muy posiblemente no lo sabríamos. El tiempo en el plano en el que nos encontramos discurre de una manera caótica. Me estoy yendo por las ramas. La pregunta era otra. Es lo que tiene tener todo el tiempo del universo.No fue fácil encontrar este reducto de paz. Phyada, Nyëlyn y yo tardamos muchos años, calculamos que casi un siglo en hallar este lugar apartado de la vista de los seres demoniacos que habitan el plano y del mago que trata de reunirlos para gobernar este caótico lugar. Una vez encontrado éste lugar, en el cual el tiempo parece comportarse con normalidad, el aire es puro y el entorno no parece querer matarnos, santificamos la zona y de esa manera logramos que ninguna de las alimañas que se retuercen alrededor de nuestro pequeño santuario, se acerquen demasiado. ¿Respondo así a tu pregunta? Una vez fui un elfo, pero ya no. Llevo más tiempo perteneciendo a mi nueva condición que la que pasé siendo elfo. Cierto es que mi apariencia es la de un elfo y que en mis maneras, mi forma de ver la vida y la muerte y en general todo lo que soy, tiene mucho peso mi raza de nacimiento. Pero mucho he cambiado desde entonces. Conozco lo que es morir. Si, morí. Mi cuerpo mortal se descompuso sobre la tierra de Gea. Ascendí al semiplano donde moraba mi dios patrón Elvander. Fui juzgado por como viví y pese a que mi destino hubiera sido el Gran Vergel, Elvander me eligió para servirle como uno de sus soldados celestiales. Soy un ángel, un servidor eterno de Elvander.

No todos los ángeles son buenos por naturaleza. Los dioses malignos también poseen fieles esbirros para llevar a cabo sus menesteres. Suerte que no es el caso. Soy un ángel caído. Al igual que Phyada y Nyëlyn. No es que sea realmente mi esposa y el pequeño no es fruto de nuestro amor. No obstante, su alma abandonó muy pronto Gea, demasiado pronto y no acaba de entender su nueva naturaleza pese a los muchos siglos que lleva siendo un celestial.

Aunque pueda resultar irónico, un dios no es perfección. Comete fallos como cualquier otro ser que pertenezca a Ella. Piensa que un dios, un ser adorado por mortales, no es más que un mortal que cayó en gracia a los dioses primigenios y fue ascendido a dios. Uno de los llamados Preferidos. Un ángel caído es un ser celestial que por alguna razón ha perdido el favor de su dios patrón. Elvander me envió a éste lugar y junto conmigo también envió a mi actual familia. En cuanto al pequeño Nyëlyn ni yo sé por qué fue ascendido. Se supone que cada dios tiene un plan y cada uno de sus ángeles forma un papel en éste. No sé cuál es el papel del pequeño, pero sí sé que él también fue rechazado por Elvander. Es posible que no cumpliera con su misión. No lo sé, pero ya no estamos ligados a Elvander y no tenemos misión alguna que cumplir, más allá de hacer lo posible por redimirnos. No sé si quiero hacerlo. Cuando estaba al servicio de Elvander, mi existencia se basaba en acompañar a las almas de los difuntos hacia su juicio final con nuestro dios y a combatir a las fuerzas de otros dioses que se entrometían en los asuntos del dios élfico de los bosques. Ahora soy mucho más feliz.

Notas de juego

Drandhosaell: humanoide de apariencia masculina, esbelto, luce cabellera de color claro y presenta palidez alarmante en la piel. De ojos claros y severos y almendradros, que junto a sus orejas picudas le dan apariencia de élfica. Parece imbuido en un halo luminescente que le envuelve con un extraño fulgor. La presencia de este ser frente a alguien de alineamiento bueno le transmite una sensación de paz y serenidad.

 

Phyada: humanoide de apariencia femenina, esbelta, luce cabellera de color claro y presenta palidez alarmante en la piel. De ojos claros y severos y almendradros, que junto a sus orejas picudas le dan apariencia de élfica. Parece imbuido en un halo luminescente que le envuelve con un extraño fulgor. La presencia de este ser frente a alguien de alineamiento bueno le transmite una sensación de paz y serenidad.

Nyëlyn: Un pequeño humanoide de piel pálida y de apariencia humana, vestido con una túnica gris hasta los pies algo desgastada y que luce una capucha sobre su cabeza. De su pálida es dio tiempo a comprobar que en efecto, una extraña luminosidad parecía envolverle y lo que más les extrañó fue que sus ojos eran de una tonalidad liliácea que refulgía con luz propia.

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17/04/2020, 19:27
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Sólo para el director

PIEALTI

 

En lo más alto de una colina de no más de doscientos metros, situada en un erial desierto que se extendía en todas direcciones, de suelo terroso de color blanquecino no más de doscientos metros del nivel del resto de la zona, se halla la fortaleza de Pielati. Se trata de un edificio de no mucho más de cuatrocientos cincuenta metros cuadrados de área interior. Su acceso se situa en su flanco oriental a través de un puente levadizo custodiado por dos garitas a los costados de la puerta y rodeado por un foso. El interior presenta cuatro torres cuadradas, una en cada esquina y se pueden observar dos edificios de planta cuadrangular, en lo que constituye el pato interior. Decenas de pendones hondean en las torres y puertas de la fortaleza, una balanza blanca sobre un fondo negro, símbolo de Asthar.

El bastión:

 

El recibidor se trata de una sala amplia con mobiliario humilde pero de buena calidad, que se compone de algunas mesas, bancos, sillas y armarios que contenían libros, vajillas y otros útiles. Unas escaleras que se hallan en la parte oeste, dan acceso a los niveles superiores. La sala está decorada con algunos pendones en los cuales lucía el símbolo de Asthar, así como varios murales pintados sobre la misma pared en los que se mostraban escenas del libro de Asthar, así como ángeles y demonios en el techo.

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20/04/2020, 19:33
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Sólo para el director

LA ZONA DESOLADA

La zona calcinada

Se trata de unas bastas tierras yermas, cuyo relieve es irregular, con algunos montes desgastados y redondeados de baja altura a través de los que discurre el recorrido de la vía de un tren. El suelo es de color negruzco, similar al carbón. No hay ningún signo de vegetación, como tampoco un solo animal.

El cielo a diferencia del resto del plano, permanece la mayor parte del tiempo abierto, mostrando una tonalidad azulada tirando a verde. El sol rojizo acompañaba en aquella región más tiempo del acostumbrado, pues las noches son más cortas que las horas de sol. Sin embargo, la altura máxima del astro solar no suele alcanzar el cénit en ningún momento, quedando siempre a una altura algo superior a la línea del horizonte.

El desierto salino

Se trata de un terreno salino rodeado por hirvientes lagos de sal.

Sólo roca blanca aquí y allá, un terreno llano que abarca todo el campo de visión, salvo por algunos montículos de piedra en forma geométrica que no alzan más de dos o tres metros del suelo, los cuales parecen haber sido tallados de forma artificial.

Los arbustos espinosos

Un páramo desolado con arbustos espinosos que se retuercen continuamente con serpentinos movimientos y que se lanzan contra todo ser que por ahí pase.

Los cantos rodados

Una extensa área cubiertas por millares sino millones de cantos rodados cada uno del tamaño de una cabeza humana o todavía mayor. En dicha zona suele haber una densa neblina que impide ver muy lejos con nitidez.

Allí moran unos seres de descomunal tamaño y que parecen ser de la misma materia que las rocas, los cuales se alzan imponentes mientras se lanzan rocas los unos a los otros. 

 

Notas de juego

El Guardián del Tiempo

Se trata de un ser estilizado que tiene cierta apariencia draconiana sin poder decirse que pertenezca a la raza de los hombres lagarto que le sirven. Es un ser delgado y esbelto, de piernas y brazos largos y de un tono grisáceo, que en ocasiones parece tornarse verdoso o amarillento. Su cabeza es ovalada y está precedida por un estrecho y largo cuello. Sus ojos son grandes y profundos y su boca similar a la de una serpiente, aunque lo cierto es que la forma general de su cabeza recuerda a la de un humano.

Se mueve de forma grácil y despreocupada. Con cada movimiento transmite serenidad y armonía, a la vez que denota cierta superioridad frente al resto de seres que le rodeaban. 

Comitiva del Guardián del tiempo

Un grupo de ocho humanoides reptilianos son la comitiva del Guardián del Tiempo. Cuatro poderosos guerreros custodian a una autoridad, mientras que los cuatro seres que portean un palanquín con un trono, los cuales tienen un aspecto de meros esclavos, sin desmerecer para nada al resto en cuanto al aspecto físico se refiere.

Son seres de gran envergadura física, casi tan altos como anchos. Su aspecto es temible, pues se muestran como feroces bestias de apariencia reptiliana. Sus cabezas calvas acabadas en un prominente hocico plagado de mortales colmillos, están coronadas por una cresta rojiza, que contrasta con el color verde oscuro de las escamas que cubren su cabeza hasta la frente, cuello, espalda, cola y extremidades, siendo la parte de la cara y el pecho de un tono verdoso más claro.

Visten con escasa ropa, más allá de un taparrabos y algunas placas de armadura distribuidas entre el torso y los hombros. Portan unas extrañas lanzas acabadas en un filo curvo con apariencia muy afilada, además de portar otra hoja envainada en la cintura. Sus manos y piernas están acabadas en portentosas garras que rajarían a cualquiera como un chuchillo corta la mantequilla.

El dosel del trono es de forma piramidal, de un color rojizo, casi sanguíneo, al igual que el de los pendones que hondeaban de las lanzas de los dos primeros guardias. Una tela roja hace las veces de puerta, ocultando la identidad de quien viaja en su interior. En dichos pendones, así como en los cuatro costados de la pirámide que conforma el techumbre del trono, luce un extraño símbolo de forma circular y en negro, el cual parece asemejarse a una runa que representa una bola de fuego.