Gente, mujeres, bebida, calor... el ambiente embota un poco mi cabeza. Llevo demasiado tiempo viajando como para sentirme realmente cómodo entre tanta gente. Pero poco a poco me voy dejando llevar por el agradable aroma de la comida. Algunas mujeres danzan para despertar los instintos de los hombres y hacer negocio. Un par de cortesanos engatusan a unas mujeres de aspecto acaudalado y algunos tratos se cierran en torno a partidas de naipes. Reparo en cómo me mira el mozo cuando me ofrece la bebida. Nunca he sentido curiosidad por retozar con muchachos u hombres, simplemente prefiero una buena mujer, sana y fuerte. No quiero ser descortés, quizá el hombre sepa algo que me ayude por estos lares. Creo que es el primero que se muestra simpático conmigo desde mi llegada, o que a mí me lo parezca.
- Mi nombre no es Cielo. Soy S´Bu. Trae esa cerveza, te diré lo que me parece la cerveza de esta ciudad cuando me beba un par de jarras. Un poco de asado estaría perfecto para acompañar el trago. ¿Qué ocurre, soy el primer zembabwei que entra en tu establecimiento?
Si le preguntas por qué te mira así, ve a la sección 464.
La mirada del camarero te incomoda, así que le preguntas por qué te observa con tanta atención.
-No, no eres el primero y... bueno, ya debes saber que eres muy apuesto...
Ahora lo entiendes. Miras a tu alrededor y ves en una parte de los parroquianos esa misma mirada lasciva.
Sección 464
Si pagas y te vas (solo si tienes al menos 5 monedas), pasa a la sección 874.
Si le sigues la corriente, pasa a la sección 644.
Esta ciudad es un lugar que me va a dar pocas oportunidades por lo que he visto. Miro al hombre de arriba abajo y no parece que sea un rival preocupante. La idea de engatusarle y llevarlo a un lugar apartado me pasa por la mente. El mundo es un lugar donde es mejor guardar los escrúpulos para cuando eres rico. Si me lo llevo a un callejón creo que será fácil sacarle a golpes hasta la última moneda. Le sigo la corriente, por ahora.
Si le sigues la corriente, pasa a la sección 644.
-Tú tampoco estás mal. Le dices, sonriendo.
-Sí, lástima que mi novio sea celoso, que si no... Ahí viene con un amiguete. Señala a tus espaldas.
Te giras y ves a dos zingarios de largos y aceitados bigotes que se acercan a ti y se ponen uno a cada lado.
-Rodrigos es mi novio... y su amigo se llama Bastos.
Te besan en la mejilla.
-¿Eres nuevo por aquí? Te pregunta Bastos.
Sección 644
Si le contestas que acabas de llegar a Hazor, ve a la sección 574.
Si le contestas que llevas un tiempo aquí, ve a la sección 10.
La situación se complica, enfrentarme a tres tipos ni es lo mismo que darle una lección a uno... haré lo posible por salir de éste lío lo antes posible.
A penas llevo en esta ciudad unas horas. Me está resultando complicado no meterme en problemas. No conozco las costumbres de vuestras gentes, todo me resulta un poco extraño. Esta cerveza es lo mejor que me ha pasado desde que crucé las murallas.
Si le contestas que acabas de llegar a Hazor, ve a la sección 574
-Aaah, muy bien. Dice complacido Bastos. ¿Y qué te trae a Hazor?
-Es una historia muy larga, pero te puedo decir que ha sido una casualidad que esté aquí.
-Bueno, me encantan las historias largas. ¿Tienes tiempo? Te pregunta.
Sección 574
Si le dices que sí tienes tiempo, pasa a la sección 360.
Si le dices que no tienes tiempo (solo si tienes un mínimo de 5 monedas), pasa a la sección 357.
No tengo claro si esto es una encerrona de algún tipo, así que no pierdo de vista a los que se han unido a la conversación. Pero intento parecer tranquilo y cordial. Algo me dice que esta gente quiere algo de mí que puede que no sea lo que me cuelga entre las piernas. Puede que sean mis escasas monedas o puede que sea algo más lucrativo para mí. Vamos a ver donde termina esta historia...
No me ha tratado bien vuestra tierra. Anoche me desvalijaron y me dejaron sin una triste moneda. Es decir, que no tengo donde caer muerto. Buena suerte he tenido de que me invites a una cerveza y buena conversación amigo Bastos. Lo que pase después no lo tengo planeado. Tantos años fui esclavo que ahora morir de hambre libre no me parece malo. Sonrío y apuro el trago.
Si le dices que sí tienes tiempo, pasa a la sección 360.
–Sí, claro. Lo que tengo que hacer puede esperar. Le contestas.
–Eso es genial. ¡Dudu! Apúntame la bebida de... ¿Cómo te llamas?
Le dices tu nombre.
–Bonito nombre, como tú.
Se acerca a tu rostro y sus labios rozan los tuyos. Su bigotazo te hace cosquillas en la nariz mientras notas que tu entrepierna empieza a reaccionar.
–¿Hay por aquí algún lugar un poco más íntimo? Le preguntas. Me gustaría relajarme un poco.
–Tus deseos son órdenes, hermano.
Te coge de la mano, subís una escalera de madera y te ofrece entrar en una habitación. Retiras la cortina y ves que se trata de un cuchitril mugriento con pintadas obscenas en las paredes. Tan solo está amueblado con un catre y una mesilla tosca con una jarra llena de licor.
Sección 360
Si cambias de opinión, ve a la sección 405.
Si entras en el cuchitril, ve a la sección 302.
Ya que he llegado hasta este punto creo que habrá que ver hasta donde conduce todo esto. Espero no arrepentirme, pero mi intuición apunta a que esto no es lo que parece ni este Dudu va a ser la paloma que dice ser...
Si entras en el cuchitril, ve a la sección 302.
Entras primero y observas el cuartucho. Los visitantes anteriores, o al menos un buen puñado de ellos, han dejado constancia de haber estado allí grabando de forma burda símbolos fálicos y palabras obscenas.
-Ya estoy preparado, guapo. Dice el zamorio, detrás de ti.
Te giras y lo ves completamente desnudo, con su verga de semental ya medio morcillona y contorsionando su cuerpo atlético en una postura provocadora.
Sección 302
Pasa a la sección 62.
Te despiertas con dolor de cabeza. El licor poitianio que has bebido durante las horas de pasión te ha sentado mal. Ves que el zamorio está completamente dormido, boca abajo y desnudo sobre el frío suelo embaldosado. Tú, en cambio, vas vestido.
Sección 62
Si lo despiertas, ve a la sección 858.
Si prefieres no despertarlo, ve a la sección 395.
Al final una cosa llevó a la otra por culpa de ese maldito licor, no recuerdo demasiado pero al despertarme vestido me consuelo pensando que mi papel en la fiesta ha sido más activo que pasivo. Cuando contemplo al hombre desnudo sobre el suelo me pregunto dónde diablos ha dejado su ropa. Quizá allí hayan algunas monedas que me compensen las horas de trabajo... no pienso despertarle. Soy de los que se marchan sin decir adiós, una vez el trabajo está hecho.
¿horas de pasión? seguro que tardará bastante en volver a sentarse.
Si prefieres no despertarlo, ve a la sección 395.
Te levantas del catre y notas como tu cabeza te duele aún más.
-¡Maldito licor zamorio! Piensas.
No te acuerdas de cómo se llama tu amante circunstancial, así que decides que no debe de haber valido la pena.
Sección 395
Si registras la ropa de Bastos, ve a la sección 518.
Si te vas sin tocarlo, ve a la sección 35.
¿Quién sabe? Lo mismo tú eres el empotrador y el otro un muerde almohadas.
Te agachas junto al durmiente y coges su ropa con sumo cuidado. Robar a un ladrón zamorio... debe de ser algo con consecuencias.
Sección 518
Realiza una tirada de Sigilo/11.
Si tienes éxito en la prueba, ve a la sección 642.
Si fallas la prueba, ve a la sección 558.
Es hora de cobrar por el trabajo de la noche. Creo que a tenor de los resultado es lo mínimo que merezco. No creo que él esté muy conforme con mi precio, pero que demonios, esta ciudad es la ciudad de los ladrones. Supongo que cuando despierte tampoco le resultará una gran sorpresa haber sido robado. Registro sus cosas a ver qué hay de valor. Y lo hago en silencio, para no despertarle de su placido sueño.
Motivo: sigilo
Tirada: 3d6
Resultado: 10 [6, 2, 2]
Motivo: sigilo +1d
Tirada: 1d6
Resultado: 2 [2]
sigilo = 6+2+ 2 (por el 6)+ 4 sigilo= 14 Éxito
Si tienes éxito en la prueba, ve a la sección 642.
Estoy seguro que el empotrador era yo ;)
¡Vaya, estás de suerte! Encuentras una pequeña bolsa de cuero con monedas y una espada corta. Echas un último vistazo a Bastos.
Sección 642
La bolsa de cuero contiene 26 monedas y la espada corta* es (fuerza +1).
Pasa a la sección 35.
Sales del cuchitril con cuidado de no pisar al durmiente y echas un vistazo a un lado y otro del pasillo antes de continuar. Te parece que todo está en calma.
Sección 35
Pasa a la sección 289.
Echas un vistazo a la planta baja desde lo alto de la escalera y ves que, como suponías, la taberna sigue llena de parroquianos, algunos de los cuales dirigen sus miradas hacia ti.
Sección 289
Si lo piensas mejor y decides no bajar, pasa a la sección 201.
Si bajas con dos cojones y un palito, pasa a la sección 195.
Bueno, luzco una buena sonrisa después de sentir las monedas en mi bolsa. La espada en mi cintura hará pensarse dos veces a otro brabucón intentar arrebatármelas. Así que bajo confiado a la sala. No puedo decir que haya sido un trabajo placentero, pero hay trabajos peor pagados. El dinero y la espada me hacen sentirme más confiado. Veamos si salgo de la taberna de una pieza.
Si bajas con dos cojones y un palito, pasa a la sección 195.
Pones tu mejor cara de hijo de puta peligroso y bajas a la taberna con el acero en alto. Los parroquianos quedan en silencio, mirándote. Según como vaya en los próximos minutos, puede ser que no vuelvas a respirar el aire de la calle.
Sección 195
Realiza una prueba de Carisma/8.
Si tienes éxito en la prueba, pasa a la sección 243.
Si no tienes éxito en la prueba, pasa a la sección 426.