Partida Rol por web

Ingela sacó fuerzas de flaqueza, pues la acababan de volver a herir... y con una rabia casi sobrehumana descargó su cimitarra sobre ese canalla rebanándole un brazo y empujándole hacia atrás de un puntapié.

Furiosa, logras matar de un salvaje espadazo a una de las mujeres que te rodean. Las otras atacan, pero solo una de ellas logra herirte levemente.

Apenas la rozó con el filo cuando Ingela volvió a atacar rápidamente hiriendo de gravedad a otro de sus enemigos. Estaba cerca del final... pero no iba a caer sin antes llevarse a todos los posibles enemigos por delante.

Nuevamente conseguiste propinar un buen espadazo a otra de las sorprendidas mujeres que creían que ya eras presa fácil. Al dudar, fallaron sus ataques.

Ingela esquivó ágilmente los ataques, y en el momento que quiso contratacar perdió la verticalidad y quedó a merced de los ataques, justo cuando intentaba recuperar la posición de defensa.

Nuevamente esquivaste sus ataques, aunque eso te costó no poder atacar en condiciones.

Ingela se defendió sin problemas... y entre esquiva y bloqueo aprovechó a golpear con el pomo en el muslo a uno de esos canallas.

Lograste herir de nuevo a una de las fulanas que te atacaban y viendo que podía morir, al igual que su compañera caída, decidió echar a correr y dejar a la otra sola. Ésta, sin un solo rasguño, te vio como presa fácil, así que te atacó, hiriéndote de gravedad.

Ingela se vio atacada y apabullada por los constantes ataques de los canallas. Al ver que acababa de hacer huir a uno, relajó la defensa y se preparó para atacar, pero el canalla fue más rápido que ella y logró clavarle la espada dejando herida gravemente a la nemedia.

La herida fue grave, impidiendo un buen ataque y resultando en un ataque fallido. Una nueva ronda se sucedía e Ingela no aguantaría mucho más de no resolverlo rápidamente.

Con un buen espadazo, la mujer que quedaba te despachó. Caíste al suelo con los ojos llenos de sangre, apenas veías a tu alrededor. La oscuridad venía a ti...

La lucha es épica y, de haberse producido en las arenas de un anfiteatro aquilonio, los bardos cantarían las gestas a lo largo y ancho de Hiboria. Lástima que sean las canallas las que acaban contigo y no a la inversa.

Aquí terminan tus correrías y tu vida. Seguro que te has quedado con ganas de seguir explorando los rincones de Hazor. Barrios, extrarradios, plazas, mercados, catacumbas y huevos de pascua te estarán esperando cuando te apetezca volver a sumergirte en esta historia.

- TU AVENTURA TERMINA AQUÍ -