Partida Rol por web

La Torre Infinita

La Entrada a la Torre

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21/05/2019, 14:15
Theodore

La enorme cantidad de varitas le fue indiferente a Theodore, pues no sabía mucho de magia. Asi que buscando entre los objetos tomó un extraño amuleto con forma de estrella y se lo equipó.

Observó como su compañero accedí aotra habitación y siguiendo la melodía que este entonaba con su extraño instrumento entró también. En aquella habitación notó gran cantidad de cadaveres de aventureros que fallaron en su cometido y rebuscando entre ellos pudo localizar otro escudo, uno más resistente y de un buen metal. Lo extrajo de su inerte dueño y se lo equipó, dejando en su lugar el escudo que ya portaba y que no resistiría mucho más.

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21/05/2019, 17:20
Syrid

Aquella sala debía ser algún tipo de almacén secreto del Barón pues en ella, a pesar de que muchos objetos debían haber sido retirados por el propio Barón y sus secuaces, aún quedaban algunos que con toda seguridad tendrían algún tipo de utilidad para cada uno de ellos. Como había hecho anteriormente en la sala de Archeon, Syrid revolvió entre los distintos objetos, preguntándose para qué serviría cada uno de los amuletos ya que las varitas, al no tener noción alguna de magia, no despertaban en ella ningún tipo de interés. Le llamó la atención un medallón de plata con una cadena para colgárselo al cuello con unas extraños símbolos grabados, posiblemente en lenguaje élfico, y que esperaba fuera algún amuleto de protección. Al cogerlo sintió una repentina calidez en sus dedos, confirmándole de esa forma que no podía ser nada malo así que se lo colgó sin desconfiar.

En ese momento, y tras ver cómo sus compañeros traspasaban una puerta que no había visto, un desagradable olor llegó a sus fosas nasales. Un olor a muerte, putrefacción y decadencia. Curiosa se acercó a ellos para contemplar con espanto cómo los cuerpos de muchos aventureros se encontraban esparcidos por el suelo sin que sus almas pudieran encontrar la paz. Una mezcla de tristeza y rabia inundó el corazón de Syrid que, mientras escuchaba el sonido ya habitual de la gaita de Druth, revolvió entre los objetos que habían pertenecido a muchos viajeros perdidos en aquella Torre hasta dar con un peto de cuero que, al igual que las protecciones que ya llevaba en brazos y piernas, podría ayudarla en los momentos de más necesidad.

Salió de esa macabra sala y, dejando en el suelo sus armas y su capa de pieles se puso el peto con sumo cuidado, apretando las correas fuertemente antes de volver a colocarse todo de nuevo. Ya estaban preparados para seguir recorriendo la Torre y, en esta ocasión, esperaba dar con el Barón Nalnwalme para acabar con él.

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25/05/2019, 07:41
Director

Tras el portón de madera, se halla un enorme patio circular, de altísimas paredes sin ventanas ni puertas. En lo alto, el techo está pintado con un fresco que representa un cielo nocturno. Las antorchas brillan aquí con luz plateada, como de origen lunar.

Bandadas de cuervos, ajenos a vuestra presencia, se hallan posados en el suelo, durmiendo. Un vistazo más detenido de la sala os permite ver una pequeña puerta a casi treinta metros de altura, a la que se llega por una estrecha escalera de piedra sin barandilla que avanza en espiral por las paredes del patio. Tan estrecha es que debéis avanzar andando de lado y con extrema dificultad.

Tan pronto llegáis a la mitad del ascenso, algo parece despertar a los cuervos, que graznan al unísono y, como una nube negra alzan el vuelo para atacaros.

A través de las paredes en las que os apoyáis, rezuman líquidos viscosos que, como si tuviesen voluntad propia, alzan ácidos pseudópodos con intenciones asesinas. Deslizándose entre las baldosas y el empedrado, estas criaturas resultan extremadamente difíciles de matar.

Notas de juego

¡Ante todo disculpad el retraso! He tenido una semana complicada en el trabajo y no me ha dado tiempo hasta ahora de poner los mensajes que corresponden de la mazmorra.

Os explico, el terreno es complicado por culpa de las escaleras. Tenéis un -2 en vuestras tiradas (recordad aplicar ese -2)

Además, las amenazas os rodean.

Por un lado una bandada de cuervos, y por otro... ¡unas criaturas con forma líquida y viscosa!

Primero debéis deshaceros de los cuervos, para después luchar contra aquellos líquidos viscosos.

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27/05/2019, 13:33
Druth

Cuando ve despertar a los cuervos, Druth deja escapar un gruñido. Puede que se trate de un gruñido de sorpresa, enfado o desesperación, o quizá incluso de lamento de saber que les toca combatir contra nuevas criaturas. El silencioso gaitero de cabellos rojizos no vacila ni un momento y, armado con su hacha de doble filo, comienza a descargarla a diestro y siniestro contra los cuervos que se le están echando encima.

El pelirrojo nunca ha conocido el significado de la palabra sutileza, pero permanece confiado en que su hacha se descargará contra las aves de rapiña de Nalnwalme. No obstante, después de sentir cómo los cuervos se ciernen sobre él sin que el hacha pueda infligirles graves daños, el héroe del Oeste toma entre sus manos la varita mágica que acababa de encontrar en la sala anterior y comienza a agitarla con rápidos y violentos movimientos, apuntando a los cuervos. No sabe cómo utilizarla, pero cada poco salen rayos rojizos del interior de la varita, acertando de lleno a los cuervos contra los que se enfrenta, y resultando mucho más efectiva que el hacha de doble filo.

Centrado primero en dar muerte a los malignos cuervos que le rodean, Druth apenas ha prestado atención por el momento a aquellos líquidos viscosos que acaban de brotar literalmente por las paredes.

- Tiradas (1)
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27/05/2019, 20:29
Syrid

La nueva sala era impresionante y aterradora a partes iguales. Con asombro, Syrid se quedó mirando las altas paredes y en especila el techo donde se representaba las luces de la noche. Las antorchas reflejaban sus argénteas luces mostrando una estrecha escalera por la que debían ascender si querían llegar a la puerta que se veía más arriba.

Pero como ya había comprendido la mujer desde que había traspasado la puerta de entrada a la Torre, ningún camino iba a resultar cómodo ni fácil de recorrer y los enemigos, de todo tipo y forma, los acecharían a cada paso que dieran. Como aquellos durmientes cuervos que, al más mínimo ruido, seguramente se lanzarían sobre ellos dispuestos a arrancarles los ojos.

En silencio, y con toda la precaución de la que fue capaz Syrid, al ver la dificultad de aquel camino y lo incómodo que sería usar el arco, se lo colgó cruzado a la espalda y sacó la espada, más corta y que manejaría megor en un lugar tan estrecho como aquellas escaleras si es que el enemigo decidía aparecer.

Y así fue. Los cuervos despertaron y no se lo pensaron dos veces para atacarlos. Imitando a Druth, la mujer comenzó a lanzar espadazos sobre las aves intentando no perder el equilibrio para no precipitarse escaleras abajo, pegando su espalda a la pared. Otro error del que se dio cuenta cuando sintió como algo pegajoso se aferraba a sus ropas, pero debía concentrarse primero en los cuervos antes de fijarse en aquel silencioso y viscoso enemigo que venía de las paredes.

- Tiradas (1)
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28/05/2019, 04:58
Theodore

Theodore vió como los cuervos se movían antes de volar. Aquellos animales significan muerte, pensó. No se sorprendió cuando estos mismos se lanzarón contra él y su grupo como una negra nube mortal. Protegió su cabeza con el escudo recién adquirido y con el mismo daba golpes a diestra y siniestra, pues comprendía que el uso de la espada poco ayudaría.

El lugar no ayudaba en nada, las escaleras le hacían dificil mantener el equilibrio ante los estrepitosos golpes de las aves infernales. 

Para cuando creía que nada podía empeorar, desde las paredes algo viscoso se palpaba, cosa que dificultaba aún más el mantenerse de pie sobre los desgastados y mohosos escalones.

- Tiradas (1)
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28/05/2019, 22:56
Director

Notas de juego

Podéis describir libremente como acabáis con los cuervos para acto seguido hacer frente a los limos.

Haced la tirada pertinente y... ¡buena suerte!

(En el combate de antes no habéis perdido ninguna vida)

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30/05/2019, 00:08
Syrid

Uno tras otro, y gracias a la eficacia del combate de los tres guerreros, los cuervos fueron cayendo sembrando el suelo de oscuridad de sus negros cuerpos. Había sido una pelea extraña pues sus enemigos no eran fáciles de abatir ya que se movían de un lado a otro constantentemente, y sus garras y sus picos eran un peligro que podía venir de cualquier parte.

Pero lo habían logrado y eso significaba que un rival menos se interponía entre ellos y su meta, aunque aún no podían cantar victoria ya que la viscosidad que salía de las paredes podía ser tan peligrosa, o más, que los propios cuervos. Syrid sabía que el arco, una vez más, no era una buena arma para emplear en aquellas estrechas escaleras y, al tener su espada aún en la mano, se dedicó a hacer lo mismo que con los cuervos, cortar de arriba abajo la nueva amenaza.

 

- Tiradas (1)
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30/05/2019, 13:04
Druth

Druth se hallaba maravillado de ver la facilidad con la que su varita había hecho caer fulminados a los cuervos a los que lograba alcanzar con aquellos destellos de luz rojiza.

No obstante, los peligros no terminaban ahí. A medida que ascendían por las escaleras, el pelirrojo pudo ver los viscosos limos que parecían brotar de las paredes y que se aproximaban a ellos de forma amenazadora. El gaitero no quería verse envuelto por ninguno de aquellos pegajosos adversarios, por lo que apuntó con su varita al más cercano y comenzó a agitarla para proseguir arrojando rayos que le permitieran acabar con aquellos nuevos atacantes.

- Tiradas (1)
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01/06/2019, 04:41
Theodore

Poco a poco las aves detuvieron sus ataques y Theodore observó como caían producto de los golpes de su escudo, su metodo era efectivo.

Creía que el combate había finalizado, cuando la pegajosa y viscosa materia que brotaba de las paredes comenzó a tomar forma. Estas criaturas lo readaron y comenzaron a pegarse a su cuerpo. Lo unico que atinó a hacer fue golpersae contra las paredes, aplantandolas entre su cuerpo y ella.

- Tiradas (1)
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01/06/2019, 08:25
Director

Notas de juego

Debéis narrar como os libráis con éxito de los limos, sin embargo algo no esperado sucede.

¡El cuerpo gelatinoso y corrosivo ha destrozado parte de vuestro equipo! podéis interpretarlo como queráis: que vuestra arma se cae a pedazos, que han engullido alguno de vuestros objetos mágicos, que han explotado en alguna pieza de vuestra armadura y la ha dejado inservible... ¡lo que más os guste!

Pero a efectos técnicos habéis perdido un punto de 

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01/06/2019, 12:58
Druth

Como era de esperar, los tres héroes habían logrado deshacerse de los nuevos adversarios a los que estaban enfrentándose, aquellos repugnantes limos que habían brotado literalmente de las paredes.

No obstante, en el caso del gaitero pelirrojo, este había tenido que pagar un precio por aquella victoria. Antes de ser derrotado, uno de los limos le había agarrado por la espalda. Si bien Druth había conseguido librarse con cierta facilidad, mucha menos suerte había tenido el escudo que había encontrado en una de las salas anteriores. El limo había engullido completamente el escudo de Druth y, cuando este había tratado de recuperarlo del interior de la criatura, advirtió que el escudo prácticamente ya estaba deshaciendo en el supuesto estómago del limo.

Refunfuñando, Druth asumió que no había nada que pudiera hacer por el escudo y decidió continuar ascendiendo por las escaleras, cabizbajo. En esos instantes, no tenía ganas de tocar la gaita.

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02/06/2019, 17:16
Syrid

Formaban un gran equipo ya que, gracias a la actuación de los tres, sus enemigos iban cayendo uno tras otro. Y así fue también en el caso de las pegajosas criaturas que brotaban de las paredes que rodeaban la escalera y que, con cierto esfuerzo, consiguieron derrotar aunque, en esta ocasión, con un coste para cada uno de ellos que, por fortuna, no consistió en heridas de ningún tipo sino en pérdida de parte del material que llevaban.

En el caso de Syrid se trató del peto de cuero que acababa de conseguir y que, gracias a él, había impedido que alguno de los cuervos o incluso los seres pringosos le produjeran alguna herida. Como en el momento en que una de aquellas cosas pegajosas la agarró por la espalda intentando succionarla. El peto la protegió pero, para su sorpresa, pudo comprobar cómo el efecto que causaba era la desintegración completa de su armadura.

Era un precio pequeño por salir de aquel lugar con vida y, a pesar de la ayuda que había resultado aquella protección, Syrid continuó ascendiendo detrás de Druth contenta de no haber sido ella la que se hubiera desintegrado con el contacto.

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03/06/2019, 06:53
Theodore

La táctica empleada dio sus frutos y no tardó mucho para que los gelatinosos seres dejaran el cuerpo de Theodore. Sin embargo, la sustancia que dejaron sobre él y los golpes que se dio contra la pared le desgastaron algunas piezas de su armadura.

el tabardo, quedo completamente corroídoy ahora parecía como si hubiera sido quemado, dejando agujeros que dejaban ver la armadura bajo él. Pero fueron las hombreras las que se llevaron gran parte del daño, pues quedaron completamente destruidas e inservibles. En un gesto de descepción Theodore se las quitó con cuidado de no tocar algún resto de la sustacia que podría haber y las lanzó al suelo.

Si bien perdió una parte de su armadura, ahora se sentía más ligero y listo para continuar el camino.

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03/06/2019, 08:27
Director

Una vez superada la amenaza y tras forzar la puerta, os encontráis en una suntuosa sala forrada de almohadones y de terciopelo.

Mujeres de todas las razas, desnudas y encadenadas, os miran con temor. No dejan que las toquéis ni que las liberéis, gritándoos o pegándoos si es necesario, aterrorizadas.

                                                                   

Una joven elfa, vestida de blanco angelical, con una llave de oro y rubíes en el cuello, os corta el paso. Bajo su rubio cabello se adivinan extensas cicatrices. Con voz suave, casi cariñosa, exclama:

 - Aprovecháis que mi amo no está para, cobardemente, ¡colaros cual ratas en su casa! ... ¿Quizás pensasteis que nos encontraríais aterrorizados e indefensos sin mi señor? Cuan equivocados... yo sola daré buen cuenta de vosotros - La elfa se lanza a por vosotros y notáis como vuestros sentidos se nublan, incapaces de calcular distancias o tiempos. Un halo crepitante envuelve a la hermosa hechicera, vuestras armas vibran alocadamente en vuestras manos, alejándose de su delicado cuerpo y vuestros cabellos se erizan, cargados de estática. Sus manos refulgen, envueltas en relámpagos, dispuestas a quemar y carbonizar.

Notas de juego

¡Otra nueva amenaza se interpone en vuestro camino! Debéis defenderos, puesto que la elfa es más de lo que parece.

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04/06/2019, 13:22
Druth

Druth observó con sorpresa las nuevas dependencias en las que se encontraban. Claramente las mujeres que estaban viendo formaban parte del harén del Barón Nalnwalme. El pelirrojo sintió que se enervaba al ver que aquellas mujeres tenían auténticas miradas de terror. Ni siquiera podía imaginarse a qué tipo de torturas y horrendas prácticas sexuales las habría sometido el Barón élfico.

Encolerizado, el héroe escuchó las palabras de la bella elfa hechicera que les cortaba el paso y que portaba en sus manos una llave de oro. Observó con ira los rubíes de su cuello y las cicatrices bajo el cabello e intuyó que aquella hechicera era mucho más peligrosa de lo que aparentaba. Lanzando un grito, Druth decide cargar contra la elfa, hacha en mano, para tratar de decapitarla, mientras percibe cómo el arma vibra entre sus manos. Nunca le habían gustado los hechiceros, pues sabía lo peligrosos que estos podían ser en las largas distancias.

- Tiradas (1)
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04/06/2019, 18:58
Syrid

Una nueva sala se abrió ante ellos pero, en esta ocasión, se encontraba ocupada por multitud de mujeres desnudas y encadenadas. Ante esa visión, Syrid apretó con rabia los puños y se acercó a ellas para liberarlas pero, para su sorpresa, parecían negarse a dejar esa vida de esclavitud y encierro.

Sin embargo, era la alta y hermosa elfa la que acabó llamando su atención. Por unos instantes creyó que aquella mujer podría ser una ayuda pero pronto se dio cuenta de su error. Con esfuerzo, pues algo en el ambiente parecía haber cambiado, descolgó su arco y se preparó para disparar, pero no resultó algo tan fácil como había creído ya que sintió cómo la vista se le nublaba y las manos le temblaban. No podía permitirse fallar y, a pesar de todos los inconvenientes que se estaba encontrando, consiguió poner una de las flechas en el arco dispuesta a combatir con hielo los relámpagos que cubrían las manos de la elfa.

- Tiradas (1)
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05/06/2019, 04:14
Theodore

Theodore observó con horror a las pobres mujeres encadenadas, para luego mirar a su compañera, pues ella era una mujer también y pensaba que podía verse mucho más afectada que él. Trató de contarlas, pero eran demasiadas y se agrupaban alejandose de ellos, lo que hacía aun más dificil esa labor.

De pronto escuchó que uno extraña mujer les hablaba. Le pareció conocerla de algún lado. Sintió como sus sentidos se nublaban, era una sensación similar a lo que sintió la primera vez que se emborachó luego de su primer asesinato.

Escuchó a su compañero gritar en la lejaná y supo que habría combate, se preparó levantando su escudo y espada, dispuesto a luchar.

- Tiradas (1)
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06/06/2019, 22:22
Director

Notas de juego

Podéis narrar con libertad como acabáis con ella. No habéis perdido ningún punto de vida pero Syrid habrá notado como sus ataques no eran tan eficaces como ella creía y ha estado apunto de resultar malherida.

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10/06/2019, 02:03
Theodore

Ante toda la confusión y el dolor de cabeza que aumentaba con cada moviento, Theodore no supo como logró dar un golpe a la bruja. Su escudo retumbó y sintió como si hubiera golpeado una pared con él. Ella lo miró desafiante y se lanzó contra él, pero haciendo un movimiento rapido, esquivó el primer ataque por pocos centímetros.

Poco a poco avanzaba hacia ella protegiendose con su escudo de las magias que le lanzaba.una ves estubo lo suficiente cerca, le lanzó su escudo, ella lo desvió con un ataque, sin embargo, no se esperaba que Theodore diera un salto y de un solo corte le quitara una de sus manos.

Los gritos de su adversaria le provocaron un fuerte dolor de cabeza, pero había conseguido herirla y disminuir sus ataques, confiando en que sus compañeros harían el resto mientras ella posaba toda la atención en él.