Partida Rol por web

Mientras ese vanidos hombre comenzó a hablar, empecé a sentir algo extraño a mi alredero, algo raro y diferente parecía apoderarse del ambiente...

Steligad no percibe las cosas que el resto de sus compañeros. Sigue atento a recibir indicaciones.

Bueno, como al menos uno de vosotros ha superado la tirada, voy a decir qué se ve en el cielo.

En el cielo véis como una presencia divina. De algun modo, un dios (puede ser un dios menor de capacidades) ve vuestra misión y no le hace ninguna gracia. Y, además de la presencia del dios, veis que empieza a materializarse una figura en el cielo... ¡¡el diós está invocando un ser para que os ataque!!

Y el entrevistador, sin darse cuenta de nada, sigue con su discurso, aunque de momento sin contar nada de interesante o de nuevo.

¿Qué hacéis, héroes?

Tomad una decisión o (diciéndolo expresamente) dejad pasar el tiempo.

Vamos a ver...

Tic toc, tic toc, tic toc, tic toc...

Kamuz levanta la mirada lentamente y parece divisar una figura tomando forma...
 
...Pero que demonios...

Sin dejar de mirar al cielo, lentamente llevaria un brazo a su espalda, intentando alcanzar su arco.

Aunque primeramente no es consciente de la amenaza que se cierne sobre ellos al ver reaccionar a sus compañeros también mira hacia arriba. Su mirada fría y apática se centra en la inmensidad del cielo .-No serías el primero que lo intenta. Pero no puedes matar a un muerto-. Murmura para si sin saber muy bien a quien habla siquiera.

El entrevistador sigue hablando de la misión, sin darse cuenta de nada:

- El reino bondadoso, regido por un rey más bondadoso aun, bla bla bla... un hombre malvado, bla bla bla... las fuerzas del mal omnipresentes y omnimalvadas, en cualquier rincón, bla bla bla...

Tirso, Drago y Brysen Arrenhorn (los PJ controlados como PnJ por mi como castigo por su inactividad, dicho sea con modestia) lo escuchan extasiados (al entrevistador digo, claro), como si fuera su discurso lo más interesante del mundo. Al menos por ahora, no se han dado cuenta de nada. No se, será que no son superinteligentes. ¿Habría que avisarles, a ellos y al entrevistador? Quien sabe...

Kamuz, Steligad y, digamos también Haraldworld y Valerio, se han dado cuenta de los hechos, al menos por en tanto en cuanto estos se muestran parcialmente claros. Deben decidir cómo reaccionar. Un diós volador creando a un ser por ahora indeterminado pero parece evidente que un ser malvado.

Este es el resumen de la situación.

¿Qué deberíais hacer?

El tiempo pasa... y el dios malvado no esperará demasiado tiempo... (teniendo en cuenta que la correlación entre el tiempo de la partida y el tiempo real, por supuesto, no es exacta...).

El tiempo pasa...

Valerio estaba pensando en el último banquete al que había asistido y lo copiosa que había sido la comida, cuando de repente observo que algunos de sus compañeros miraban hacia el cielo.

- Kamuz, Steligad, no puede ser otra ilusión. - digo mientras desenvaino mi espada mágica con la mano derecha.

- Entrevistador, ¿qué es eso que hay allí la figura en el cielo? - y señalo con la espada mágica en la dirección que puede verse.

- Haraldwold, ¿y si algunos intentamos escondernos? - probablemente el clérigo no se ocultaría pero la plaza era un lugar muy expuesto, quiero buscar una posición en la plaza donde haya algún tipo de cobertura, si hay columnas o soportales.

Para cuando todos ya notaban lo figura tomando forma en el cielo, Kamuz tenia tensado su arco a su maxima potencia. 
Apuntando mas arriba de lo normal, el tiro tendria que ser muy muy largo..

Al escuchar las palabras de Steligad, este lo miraria de lado.  -Pues abra que comprobar eso. Diria estando a punto de disparar.
Pero luego espera unos segundos mas y espera en silencio la respuesta del entrevistador.
Sin embargo el podia notar algo malvado en todo esto, tendria que oir alguna muy buena razon para no dejar salir esa flecha. Pues de algun modo, tampoco quiere meter la pata.

.-A los dioses les gusta chulear. Lo más probable es que haga un par de efectos espectaculares y luego se vaya habiéndonos metido miedo... Lo se por experiencia-. Dice sin sacar la espada y confiado.

El dios termina de crear su criatura: ¡¡una harpía!! El ser empieza a gaznear su gaznido de poder hipnótico...

Tenéis que hacer todos (al menos, todos los que no estéis de viaje y no estéis en suspensión) una tirada de destreza-2 para coger algo de vuestra ropa y taparos los oidos para, por lo menos, bloquear lo suficiente el gaznido hipnotizador.

Imagino que lo primero que haréis será cuidaros vosotros mismos de no ser hipnotizados...

Sigue la aventura...

Cuando Kamuz estaba apunto de disparar, el fuerte gaznido retumbaria en su cabeza.
Dejando caer su arco y flecha, rapidamente coge su capa para taparse los oidos lo mejor posible.

El exceso de confianza le pasa factura al guerrero que se equivoca al pensar que solo es un desafío de alguna divinidad aburrida. Se echa las manos a los oídos instintivamente, pero su movimiento no es tan útil como lo fuera cualquier otro movimiento que hubiera hecho de encontrarse preparado para el ardid de la arpía. 

Me hago unos tapones para los oídos con cera de vela que suelo amasar, me gusta hacer figuritas de animales con ellas, bien ahora contaré la verdad la cera es para hacer el molde de alguna llave para luego poder abrir la cerradura de una puerta tranquilamente.

- En cuanto baje la criatura, será presa fácil. - mantengo mi espada mágica desenvainada, sosteniéndola con mi mano derecha.

Steligad empieza a ser víctima de la hipnosis de la arpia, mientras que sus compañeros se tapan los oidos eficientemente.

Steligad, arroja 1d6; si sacas un 1, caes bajo la hipnosis de la arpia; si sacas entre 2 y 6, logras fabricarte unos tapones con trozos de tu camisa enseguida.

Haraldwold logra también hacerse unos tapones para los oidos, pero de repente resuena un trueno y desaparece. La harpia está sorprendida; esto no es obra de ella. Algun dios protege a Haraldwold.

Entretanto, Bryzen, Drago y Tirso empiezan a sentirse hipnotizados por el canto de la arpia, sacan sus espadas y se disponen a atacaros, gritando: - Sí, harpía, haremos lo que nos mandes!!
Deberéis defenderos de ellos...

Qué váis a hacer ante esta situación?

La aventura continua...

Steligad extrae el arma de la funda que lleva a su espalda. Con ojos opacos mira a aquellos que no están bajo el influjo de la arpía y se dirige hacia ellos con inteniciones hostiles.

Ataco a Drago con violencia con mi espada mágica para que tenga que retroceder y se tropiece con Steligad. Si le hiero, le haré daño y es posible que eso le saque de su estado de hipnosis.

- O te quedás quieto o te juro que te comes tu laúd. - le espeto al compañero barbudo.

La arpía estará entretenida mientras vea que hay refriegas entre nosotros los aventureros, tendríamos que intentar vencerlos y dejarles inconscientes.

- Kamuz y Haraldwold, hay que intentar noquearlos y el verdaero enemigo es la arpía. - digo con un sabor amargo en la garganta.

Mientras Kamuz coge su arco, mira de reojo a Steligad que parece actuar de forma extraña, segundos atras intercambiaron palabras; se podria decir que estaban juntos en ese momento.

Al notar que este esta bajo hipnosis, se dispone a detenerlo.
Sin embargo a medida que el guerrero se acerca, su figura pareciese hacerse mas grande; desenvainando su larga espada ante el ladrón. Sacandole mas de una cabeza de ventaja y fuertemente equipado.
Kamuz no  pudo evitar sentir aquella fuerte muralla contra la que se iba a enfrentar, desistiendo de luchar rapidamente y dando un gran salto hacia atrás. Y caer en posicion de disparar una flecha. 

Pero esta flecha no iba dirigida a Steligad sino a la flotante arpia.