Partida Rol por web

- Me gusta más la máscara que las gafas, te hace parecer... mayor. -dijo Lyra- Pan, vamos a ver si hay algo por aquí que merezca la pena... 

La chiquilla se concentró un momento mirando las piedras, mientras su pequeño amigo que parecía hecho de cristal pero que había sido pintado con extraños dibujos coloreados de rosa y lila, volaba alrededor volando a una altura prudencial.

No hay ningún ser inteligente vivo a tu alrededor.

No hay criaturas inteligentes por aquí, 

- Uffff, ¿alguna vez os han hecho comer un mal potaje? Son esa especie de guisos que se hacen con las sobras de un montón de cosas, y al final se juntan todas en un único sabor desagradable... Pues esta colina es eso mismo, irradia magia por todos lados, de todas las escuelas, y mucha. Jamás había percibido nada parecido.

Claro que para Lyra, "jamás" no era lo mismo que para cualquiera de los otros aventureros.

-No esperaba menos de la tumba de un archiliche--sentencia Ceren con cierta ironía--Si no, ¡menuda decepción!

Brishinrsson observa a su pequeña compañera y como habla con ese extraño cristal , habia oido hablar de niños humanos con amigos ficticios ,pero todavia tarda en comprender la extraña relación de la niña con el cristal.

Despues de unos segundos agita la cabeza y asiente ante el comentario del joven humano ... Eso es , si no tuviese magia la tumba no mereceria que nos molestasemos en ella , asi que venga busquemos la entrada.

- En efecto, nada vivo, ni un mísero conejo siquiera, no parece que este lugar rebose de vida precisamente.

El pícaro no puede menos que sonreir ante las palabras de la pequeña, pero no por eso deja de revisar con cuidad cada una de las piedras.

- Habrá magia, pero no hay puertas ni, por suerte, trampas - informa el Alexis tras sacarse por un momento las gafas mágicas de frente a sus ojos

Tras tratar de buscar la forma de explicar la sensación que le produjo el acantilado trata de ponerla en palabras - Pero creo que allí, cerca del acantilado, el terreno no es, como explicarlo, natural. Creo que hay algo oculto en esa zona. Y tengo la esperanza que sea la puerta que estamos buscando -

Casi sin darse cuenta se acerca al borde del acantilado y mira con cuidado, antes de dar un paso al frente y dejarse caer. Su cuerpo, para sorpresa de los presente, desciende suavemente mientras los ojos del pícaro no dejan de mirar el piso, donde apoyará los pies al finalizar el descenso y la pared, a medida que la misma pasa ante sus ojos

- Empezaré a buscar por aquí - les propone mientras vuelve a calzarse las gafas mágicas - En cuanto puedan acérquense para ayudar. Eso si, si alguno encuentra alguna puerta o abertura, espéreme para que pueda verificar que sea segura -

Alexis llega a una especie de repisa llena de maleza. Ramas y turba cubren una sección de unos 30x340 pies al borde del acantilado.

Comenzando a rebuscar por el lado izquierdo, da con una especie de túnel bloqueado a unos 50 pies del borde izquierdo del saliente.

El enano mira sorprendido como Alexis se deja caer ... y dice sin poder resistirse . Pues salvo que sepas como hacer que yo haga eso vamos a tener complicado el que yo baje hasta allí , o esperais a que me quite el hierro y me lo vuelva a poner o va ser dificil bajar . La mueca del enano no se ve muy bien si es ironia o de enfado .

Pero si se escucha bien ,se puede saber rápido por que el enano seguido murmura : por que siempre tienen que hacer las entradas en acantilados , no hubiese sido mas fácil hacerla en una montaña ... malditos magos siempre fastidiando .

- Yo tampoco sé volar, es una de esas cosas que toda mi vida he deseado aprender a hacer, pero nunca me he puesto, quizás pudiese encontrar un modo si fuese imprescindible, pero espero que alguien haya traído una cuerda... y que me baje.

- Parece que por aquí hay un acceso - comenta antes de darse cuenta que sus compañeros permanecen sobre el acantilado

- Uhm... yo tengo una cuerda - propone - Si es necesario puedo subir y sosteneros mientras descienden o, mejor aún pueden ver si hay algún lugar donde atarla. Si la dejamos en el sitio, quizás nos sirva si después debemos subir -

Tras meter la mano en su morral mágico, Alexis saca un rollo de fina cuerda de seda y con un ágil movimiento la arroja hacia arriba, esperando que el rollo supere el borde del acantilado - Fijanse si hay donde asegurarla -

-Pues parece que, antes de los fuegos artificiales y las sorpresas varias, toca remangarse y arrimar el hombro, equipo--anima el aasimar al resto de grupo mientras se pone manos a la obra para dar ejemplo.

- Bueno, mirándolo bien.... creo que puedo bajar sin cuerda.

Lyra se sentó en la tierra y comenzó a bajar a gatas pero boca arriba. En un momento perdió apoyo y comenzó a deslizarse de culo, lo que debió parecerle divertido porque acompañó el descenso con grititos de euforia. Sin embargo, en el tramo final la tierra dejó paso a tierra y piedras y el sonido cambió a gritos de dolor.

Cuando llegó abajo, se agarraba el trasero, y los ojos estaban húmedos, como si estuviese a punto de llorar pero no lo hiciese por dignidad.

- ¿Yo tengo que cavar también? -Preguntó un momento después, con una voz desangelada ante la idea.

-¿Tú qué crees?--conviene Ceren volviéndose hacia la niña con los brazos en jarra y fingiéndose airado--¡Pues claro, cielo! Aquí pringamos todos a partes iguales.

-¡Venga! Ya estáis tardando--azuza al resto con aspavientos ridículos para desdramatizar la situación.

Lyra pone una mueca, pero después se pone con la tarea. Primero observa como cavan los demás, y después decide que las herramientas son demasiado grandes para ella, por lo que decide ayudar a apartar las piedras.

A pesar de que coge las de menor tamaño, es obvio que cargar con ellas le resulta una tarea enormemente pesada, y no tiene las manos curtidas para ello. Al cabo de un rato, comienza a hacerse la remolona, apartando las piedras cada vez a menor ritmo, y parándose a veces para hablar con Pan.