Partida Rol por web

La última de los vuestros

Castillo: Comedor y cocinas

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23/07/2015, 14:09
Katarzyna Jablonski

Mientras el suero se hacia, Katarzyna puso otro cazo más con agua en el fuego.  Cuando hirvió el agua, sacó las agujas y las vías del actual cazo y las metió en el más reciente, con objeto de asegurarse realmente bien de que quedaban desinfectadas.  Se lavó las manos bien, usando el detergente y enjuagándose bien, y finalmente sacó el instrumental con una cuchara para que se enfriara lo suficiente como para meter el suero en las vías.

Con ellas ya en la mano, se cercioró de que el suero estaba correcto, repasando todos los pasos que habían hecho, uno por uno.   Ante la duda, estaba dispuesta a empezar de nuevo.  Comenzó a introducir el suero, hasta que todo estuvo listo.

- Bueno, pues ya está  -  dijo a Rina.  -  vayamos a ver que tal.
- Lleva tu si quieres la comida y llevo yo todo esto  -  dijo, exhibiendo todo el material ya en la mano.

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23/07/2015, 14:20
Katarzyna Jablonski

Notas de juego

Salgo con Rina

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24/07/2015, 13:59
Angelica Hudson

Notas de juego

Entro

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24/07/2015, 14:08
Roxana Black

Notas de juego

Entro.

Están solo Angelica y Rox, juraría.

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24/07/2015, 14:17
Angelica Hudson

Angelica entró en el comedor, arrastrando los pies, perdida después de los dos días más raros de su vida. No sabía qué hacía allí, ni cómo llegó, sólo recordaba que las últimas horas las había pasado en el patio del castillo, sin comprender aún todo lo que estaba pasando. <<¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Y por qué no está mi padre aquí para ayudarme cuando lo necesito?>>.

Levantó la mirada y creyó ver a alguien. Pero no, estaba sola. Allí no había nadie, ni conocía a nadie a quien invitar a cenar. Ni siquiera 'algo' sobre los demás. Estaba completamente desorientada. Pero por suerte recordó qué hacía en el comedor. El hambre había empezado a hacer mella, y tenía que saciarse de alguna manera.

Buscó por la cocina, y encontró poco más que unos restos de carne, que seguro servirían para calmar su apetito. Nunca fue una chica especialmente exigente con la comida, así que eso no le haría daño. Se sentó a comer, miró por la ventana hacia un cielo cada vez más oscuro.

Justo en ese momento apareció Roxana por la puerta. No recordaba si había hablado con ella, pero sentía una atracción especial por esa chica. No una atracción física o lujuriosa <<¿O quizás sí? Nunca me lo habría planteado, pero es una chica muy mona>>, sino una simple curiosidad por conocer qué había más allá de esos ojos tan enigmáticos.

- Hola. Creo que hemos hablado antes, pero la verdad es que he estado muy perdida por aquí. ¿Alguien puede explicarme qué está pasando?

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24/07/2015, 14:32
Roxana Black

El claro y reconocible ruido de la suela de mis botines contra el frío y pulido mármol iba dejando un rastro sonoro allá por donde pisase. Llevaba las manos metidas en la chaqueta vaquera, pues el lugar estaba congelado... o por lo menos yo tenía esa sensación.

Una vez llegué a la cocina alcé la vista, dejé atrás los pensamientos que me venían acompañando por el pasillo respecto a Liz, La Última y Kitsune. Ya era hora de distraerse un poco y cenar algo... aunque fuese una triste lata de conserva.

─Así que esa chica es la solución para volver a casa, no sé si--

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz que provenía de la cocina, me era familiar, pero no me atrevía a asegurar quien era hasta que giré la mirada hacia aquella persona. Angelica.

Angelica era una de las chicas con las que menos trato había tenido, sólo sabía de ella que estaba desorientada y asustada... ¿y quién no? quitando a los veteranos de esta lista aquello podía ser de psiquiatra para el resto.

─Hola, soy Roxana. Rox. ¿Angelica, no? ─me acerqué amablemente y me ofrecí a darle un beso en la mejilla en señal de saludo, así se hacía en mi tierra─ No te preocupes... bueno, ¿qué tal si nos sentamos y comemos algo mientras?

Traté de hablarle de una forma serena y amable, las prisas no son buenas y menos cuando tratas de calmar a una persona que está desorientada.

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24/07/2015, 15:02
Angelica Hudson

Aquella chica se acercó amable, sonriente, intentando no parecer más asustada que la propia Angelica. Se acercó a darle un beso en la mejilla, cosa que agradeció bastante. Un simple saludo alegraba el día -o la noche- a cualquiera, y más en esa situación. Aquel gesto le hizo sonreír. Roxana parecía más joven que ella, pero desde luego daba la sensación de ser bastante madura.

- Sí, claro, siéntate. Puedes comer de mi plato, o coger algo más de la cocina. Aún queda carne ahí - recordó que la chica era israelí, por lo que no estaba segura de qué podía comer o qué no, ni siquiera qué tipo de carne estaba comiendo.

Entonces recordó un extraño suceso en las cuevas, con Roxana. Ella se rodeó de un rarísimo humo negro, con un hedor insoportable, que le hizo sentir incluso miedo y preocupación por aquella chica. Angelica no supo comprender qué había sido eso, aunque preguntarle a ella quizás sería algo incómodo. Primero la escucharía hablar, siempre se le ha dado mejor que tomar decisiones.

Volvió a sonreírle y fijarse en sus ojos... Se le antojaban del mismo color que el cielo. Aquel cielo nocturno iluminado únicamente por la Luna. No podía apartar la vista de su mirada, incluso dejó de comer. Bajó la mirada rápidamente, intentando no asustar a la única persona que le había dirigido la palabra, que ella recordase. Soltó los cubiertos y dijo con una sonrisa nerviosa:

- Te espero para seguir.

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24/07/2015, 15:35
Roxana Black

Con soltura y sintiéndose como si estuviese cómoda, me acerqué al mueble en el que se encontraban las latas de conservas, y tras gastar unos segundos decidiendo qué tomar elegí una pequeña lata de anchoas y otra de alcachofas. Aunque las conservas no fuesen conocidas por su buen sabor, o incluso calidad, tal vez pudiese armar algo decente de aquella mezcla.

─Tomaré algo de las latas, tú deberías acabar tu comida, necesitaremos recuperar fuerzas ─mi voz se distanciaba de Angelica a la par que yo me acercaba a la cocina─.

Abrí las latas tirando de la típica anilla metálica que, en desafortunadas ocasiones, se rompe antes de conseguir abrir la lata. Por suerte ésta vez eso no ocurrió. Tomé un plato y traté de colocar los corazones de alcachofa cubiertos con un fino lomo de las anchoas, usando mis manos y un cuchillo metálico y de mango adornado con florituras. Traté de apurarme cuánto pude, pues Angelica esperaba en la mesa.

Una vez hube preparado el plato, más o menos a mi gusto, chupé la yema de mis dedos en la cual había quedado el delicioso y salado aceite que recubría las anchoas.

Tomé mi plato, y me senté junto a la chica, la cual por cierto parecía solo un poco mayor que yo.

─Dicen que estamos trescientos años en el futuro... no sé cómo hemos llegado aquí, pero algunos de los que estábamos en la cueva bueno, ya vivían aquí de antes... o eso he creído entender.

Partí en dos con destreza el corazón de una alcachofa y media anchoa, usé un tenedor, el mismo con el cual después llevé la comida a mi boca. Mastiqué debidamente y esperé un par de segundos para continuar una vez había tragado el primer bocado de la cena.

─Y dicen que... no somos normales, ya sabes... que tenemos poderes. Que debemos encontrar a una chica con mucho más poder y que tan solo ella podrá devolvernos a nuestro hogar. Suena... ridículo ¿verdad?

Dejé ver algo de confusión y escepticismo en mis últimas palabras.

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24/07/2015, 16:04
Angelica Hudson

Angelica comía mientras escuchaba a la chica, pero aquella última frase le hizo sonreír. La verdad es que todo era un poco ridículo...

- Pues sí. Pero... ¿cómo sabes todas esas cosas? ¿Te las han contado 'ellos'? Los veteranos, me refiero. ¿Y si no son más que mentiras para asustarnos o algo aún peor?

Angelica se escuchaba a si misma, casi paranoica. Aunque lo que le estaba contando Roxana no parecía mucho más normal. ¿Cómo podía ser que, de repente, tuviesen poderes? Angelica comió un par de trozos más, casi embobada después de lo que estaba escuchando.

- Bueno y... ¿tú has logrado controlar tu... poder? ¿Cómo puedo saber si yo también tengo poderes? Uf, perdona por tantas preguntas, debes estar cansada y con ganas de dormir. Puedes hablarme de tu vida antes de esto si lo prefieres.

La joven chica británica terminó su plato de aquel extraño estofado, que incluso le sentó bien en medio de aquella noche. Aún tenía muchas preguntas rondándole la cabeza, pero no pensaba que fuese el momento de agobiar a Rox con tantas cosas. Seguro que quería descansar, como ella.

- Pues yo... - comenzó a relatar Angelica después de un suspiro - soy de Londres, me gusta mucho tocar el violín, aunque no en esas estúpidas galas benéficas que organiza mi padre. Yo soy más... independiente. O al menos siempre he querido serlo. Pero es tan difícil serlo en mi familia...

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24/07/2015, 16:23
Roxana Black

Continué tomando mi cena mientras Angelica hablaba. Le prestaba atención a pesar de que yo me dedicaba a mirar más al plato que a ella. Jugaba un poco con la comida, a darle vueltas con el tenedor, no porque no me gustase si no porque su reflexión respecto a la familia me hizo acordarme de vivencias pasadas.

─Sí... la familia es un... petardo muchas veces.

Hablé con resentimiento y, ¿por qué no? odio.

─Y lo de mi poder... o como quieras llamarlo. No. No he controlado nada ni he vuelto a intentar hacerlo, a saber en qué clase de desastre puede acabar... ─le dije con un leve aire de preocupación─ Supongo que Liz puede ayudarte a ver qué puedes hacer...a mi me ayudo en la cueva, no sé si lo recuerdas.

Rebañaba el plato con el tenedor, pinchando los últimos trozos de los corazones de alcachofa, pues las anchoas habían pasado ya a mejor vida.

─Realmente... es todo muy confuso. Si esa chica... La Última, es quien puede traernos de vuelta... ¿por qué debería hacerlo? ¿qué es lo que hay que arreglar? Son cosas que yo aún ni siquiera entiendo. Quizá en algún momento debamos hablar profundamente con alguno de los veteranos esos, sea Liz, o el dragón, o quién sea.

Deposité el tenedor y cuchillo en aspa sobre el plato, mi cena había terminado, pero aún mantenía interés en conversar con Angelica, así que no me levanté de la mesa.

─¿Dónde estará Kat...? Creía que iba a venir a la cocina...

Pensé fugazmente, pues ya había pasado un tiempo desde que salió de la habitación de La Última.

─Si quieres podemos ir a dar un paseo fuera, y charlar allí y tal, tal vez un poco de aire fresco nos vendrá bien.

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25/07/2015, 02:47
Katarzyna Jablonski

Notas de juego

Entro

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25/07/2015, 02:49
Roxana Black

Notas de juego

Roxana y Angelica están sentadas en una mesa, hablando.

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25/07/2015, 02:57
Katarzyna Jablonski

Katarzyna entró, con obvia expresión de cansancio.  Había sido un día realmente completito.  Miró a las dos chicas, sentadas en la mesa.

- Bufff -  solo consiguió a decir.

Fue a sentarse, pero el olor a la comida que había hecho Rina le llamaba a voces, en una inapelable convocatoria a degustar aquella sopa.  Renqueante, se sirvió en uno de los platos que aún quedaban limpios, se dejó caer en el asiento y, pesadamente, tomó un poco de aquel celestial caldo.

- Vaya día.  Ojala toda esta pesadilla termine pronto.  -  dijo, sin esperar respuesta.

 

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25/07/2015, 03:25
Roxana Black

Notas de juego

¿Se sentó sola Katar o con Angelica y Rox? XD no entendí bien.

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25/07/2015, 04:12
Katarzyna Jablonski

Notas de juego

En la misma mesa, aunque bastante casada :(

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25/07/2015, 04:12
Roxana Black

Observé con atenta mirada a Katarzyna tomar asiento en la mesa en la que Angelica y yo nos encontrábamos charlando un rato. Ladeé ligeramente la cabeza y pensé.

─Kat es una de las chicas que más se preocupa por los demás... siempre mira por el resto de nosotros y parece que nadie se lo agradece. Diría que es la más activa y protectora de todos, qué pena da verla así de agotada... y que nadie le de siquiera las gracias.

Extendí mi brazo hacia ella, y rodeé su antebrazo con mi mano, apretando ligeramente con mis dedos para llamar su atención con ese gesto que esperaba la reconfortase.

─Kat. Deberías... cómo decirlo... eres demasiado buena, creo.

Mis palabras sonaron en baja voz, pero pudo escucharlas tanto ella como Angelica sin ningún tipo de problema, le dediqué también una sonrisa acompañada de una dulce mirada. Realmente merecía algo de reconocimiento su esfuerzo.

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25/07/2015, 11:54
Angelica Hudson

Angelica fue a recoger los tiestos de la mesa cuando apareció Katarzyna. Estaba cansada, se veía en su rostro y en su manera de andar. Cogió algo de comer y se sentó a la mesa junto a ellas dos. Angelica la miraba casi con preocupación, la notaba ciertamente desgastada, aunque a esta hora y después de todo, era normal. Seguro que las palabras reconfortantes de Rox la ayudaban. <<Tú si que eres buena, Rox>> pensó por un momento. 

- Tu debes ser Kat, cierto? La verdad es que en estos días he estado muy perdida, y ya no sé ni con quien hablo ni con quien no. Me ha dicho Rox que sería bueno hablar con los veteranos, pero cena tranquila - Angelica sonrió a la chica mientras hablaba - También podemos dejarlo para mañana y descansar por hoy.

Angelica no quería parecer impaciente después de estos días de letargo, pero la verdad es que, aún con miedo, esta aventura parecía gustarle. No sabía cómo ni por qué, pero le atraían los 'poderes', el castillo, las puertas cerradas que esconden secretos... Aquello era muy diferente a su vida habitual. 

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25/07/2015, 16:31
Roxana Black

─Hablar con ellos... o pasar unas cuantas horas buscando en la biblioteca...

Afirmé contundentemente ante la incertidumbre de Angelica. Estaba tan perdida como lo estaba yo hasta que encontré mi propio hilo por el que empezar a tirar y conseguir la información que necesitase.

─Que creo es lo que voy a hacer.

Puse las manos sobre la mesa, y con una ligera sonrisa me incorporé, poniéndome de pie. Tomé mi plato y los cubiertos con las manos y me giré dispuesta a llevarlos al fregadero. Una vez allí recordé que ya no estaba en casa, mi madre no iba a lavar aquello por mi, aquí estaba realmente sola.

Abrí el grifo, y sin más pesar lavé los cubiertos y el plato. Mientras que el agua fría corría por mis manos pude contemplar aquellas pequeñas cicatrices, de pequeños cortes, que cubrían algunas zonas de mis dedos. Me vi inundada por una fría sensación de angustia, la cual poco a poco iba arraigándose en mi cabeza, y parecía que no tenía intención de marcharse.

Dudas, preguntas, futuro incierto.

Una vez había acabado con el plato y los cubiertos, me giré y volví a la mesa, pero esta vez no me senté. Con un nudo en la garganta y aquella odiosa sensación anidando en mi estómago les comenté a mis compañeras;

─Creo que... iré a dar una vuelta, para despejarme. Nos vemos luego arriba, en las habitaciones, supongo.

Mi voz estaba consumida, aunque se me daba bien disimularlo, no sé si pudieron apreciarlo o no. Fuera como fuese, sentía que tenía que salir de esa jaula inmediatamente.

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25/07/2015, 17:52
Roxana Black

Notas de juego

Salgo.

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25/07/2015, 19:38
Katarzyna Jablonski

Katarzyna se llevó las manos a la cara, frotándosela con las palmas.

- Ufff,  vaya día  -  logró decir por fin.
- Toda la mañana cargando con "la última" y toda la tarde haciendo suero para que se recupere.  -  continuó
- Y ahora resulta que tiene miedo a las agujas.  -  dejó caer los brazos.
- Se supone que ella es nuestra única oportunidad para viajar al pasado, no se qué haríamos si le pasa algo.

Durante un instante, Kat pensó en sus propias palabras.  Viajar al pasado.  Parecía algo tan ajeno y extraño como los últimos días pasados en este frío y lúgubre futuro.