Partida Rol por web

La Venganza de Dracula

Don´t Blink (Escena 4)

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25/03/2015, 22:49
Luz Eterna

Van Helsing recorrió los metros que le faltaban para llegar a su apartamento sin darse cuenta. Habían sido tantas las cosas que le habían pasado que su mente sólo fue consciente de la realidad cuando se econtró frente al edificio, dejó escapar un suspiro... había llegado a casa, la señorita Pomfrey le habría preparado una cena fría y con suerte puede que hubiera llegado a tiempo para que le preparara un poco de café, necesitaba un momento de relax y calor hogareño algo que le hiciese olvidar por unos minutos las sombras que se cernían a su alrededor.

 Entró y comprobó que la luz de la planta de la señora Pomfrey estaba encendida, aún no se había acostado... había llgado a tiempo para el cafe, reprimió el impulso de pasar a saludarla, primero quería dejar las cosas en su apartamento y quitarse un poco del polvo de tiza, de manera que subió las escaleras y fue directamente hacia su habitación... la puerta no estaba cerrada... habría entrado a dejarle la cena, aún así le resultó extraño, pero al entrar se encontró con la escena más dantesca que había imaginado.

La señora Pomfrey yacía en el suelo, inerte y con el cuello desgarrado, los ojos vacíos de la mujer lo miraban directamente en un último intento de auxilio. Van Helsing sólo pudo constatar la muerte de su casera.

Pero aquello no fue lo único que el desolado profesor encontró, sobre el escritorio había una nota dirigida a él, manuscrita con la propia sangre de la víctima.

Una lástima que no estuvieras en casa esta noche.

Me habría gustado poder saludarte en persona, pero puedes venir a devolverme la visita al Reform Club1 si así lo deseas.

Atentamente.

Un viejo amigo

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25/03/2015, 22:50
Luz Eterna

Richelau decidió caminar un poco antes de coger el carruaje que lo llevara a casa, finalmente parecía que la reunión con el decepcionante cazavampiros, había dado sus frutos... al menos había tenido la buena idea de llamarlo a él, seguramente ju9de no haber sido así era muy probable que Catalina lo hubiese puesto en un aprieto... sí, sin duda aquella vampira era una pieza importante dentro de aquel juego, un demonio peligroso que hubiera estado mejor muerto, pero el duque también era peligroso y sabía jugar sus cartas, la había puesto contra la espada y la pared y a pesar de que sabía que debía tener cuidado... la vampira tenía todas las de perder.

Regodeándose de su ingenio, miró hacia el escapare de una tienda, era una tienda de antiguedades con un amplio escaparate con diversos muebles y demás objetos... entre ellos le llamó la atención una colección de muñecas rusas, a la mente le vino el rostro de Emilie.

 

Richelau continuó mirando las muñecas evaluando si a la niña le gustaría tener una, cuando se percató de que la tienda a pesar de estar cerrada había actividad en ella, el tendero aún no se había marchado.

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25/03/2015, 22:50
Luz Eterna

Catalina no podía estar más irritada, que torpe, que cúmulo de errores había cometido en una sóla noche para estar a punto de desbaratar todos los planes que tan cuidadosamente había estado elaborando de manera impecable desde hacía años... la vampira no sabía con quien estaba más enfadada si con los humanos que se habían atrebido a ponerla en aquella tesitura o su propia estupidez e impaciencia.

 Fuere como fuere, no le quedaba más remedio que mover sus fichas y salir de aquel entuerto... se dirigió con rapidez hacia el cementerio donde había establecido su refugio, necesitaba pensar y reencontrarse con ella misma para elaborar su estrategia... ningún humano estaba capacitado para derrotarla... no lo conseguiría, no debía permitirlo bajo ninguna circunstancia.

 En esas estaba cuando entró en su cripta, una rosa tirada en el suelo la sacó de su ensimismamiento... no recordaba haberla tirado, le gustaban demasiado aquellas flores. Se agachó y la recogió para aspirar su perfume y la llevó con ella. Abrió la compuerta que conducía a la cripta inferior donde estaba su ataud y bajó las empinadas escaleras mientras seguíoa aspirando el perfume de la flor... a pesar de la fragancia, a la vampira le llegó un perfume tan familiar como repulsivo...

Notas de juego

Te das cuenta de que hay alguien esperando en tu cripta, no sabes quien es y es odbio que estás irritada por aquella intromisión. Narra tus impresiones y marca al señor conde querida ^^

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25/03/2015, 22:50
Luz Eterna

Tic-tac, Tic-tac... pasaban los minutos inexorablemente, el conde no sabía a ciencia cierta cuanto tiempo llevaba allí, en la morada de su ex y una de sus principales rivales en aquel juego de poder... un juego en el que sólo cabía la victoria sino querías morir. Era curioso como a pesar de todo, el instinto primario del conde era seguir con "vida" aunque fuese una no vida... por eso era quien era, por eso le gustaba aquel juego y por eso el paso del tiempo no le importaba... si todo salía bien, seguiría contando con su preciada inmortalidad y con mucho más poder, el suficiente como para ejercer un completo dominio de inmortales y mortales por igual... por los siglos de los siglos...

Entonces el aire de la cripta sufrió un leve disturbio, los agudos sentidos del vampiro le alertaron que alguien había llegado, cruzado la puerta y se encontraba bajando por las escaleras... pero había más, a su olfato llegó el dulce aroma de una rosa, mezclado con la pobredumbre de la muerte... no había dudas, la baronesa había llegado a casa.

Notas de juego

Narra tus impresiones y espera a que Catalina intervenga, ella se ha dado cuenta que hay alguien pero aún no sabe quien ^^
 

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11/04/2015, 12:22
Sir Alexander Richelau

Tras aquella extraña reunión con el escasamente útil Profesor Van Helsing, me había tomado la enorme libertad de tomar asiento en mi despacho en el centro de Londres y realizar algunas llamadas para informar a la Hoja de Plata de todo lo ocurrido. De la ineptitud de Van Helsing así como de la mentira que correspondía a la afirmación de la muerte de Drácula. También había informado del futuro encuentro en la catedral por parte de aquellas dos criaturas de la noche, y una posible emboscada multitudinaria para acabar con ellos sobre suelo sagrado.

Preparación era una parte no solo fundamental, además necesaria de cualquier victoria.

Así, de pie y estirado como un muerto frente a la tienda, observaba aquellas muñecas rusas sin variar un ápice el gesto de mi cara. La tensión de mis músculos no varió lo más mínimo desde que me había detenido delante de la tienda, observando su escaparate mientras mis manos aferraban el bastón y el maletín.

Sería un buen regalo para Emilie, después de todo hoy debía estar con ella, y estos asuntos... estos quehaceres me habían apartado de mis obligaciones por para ella. Por suerte, ya tenía la coartada y la excusa montadas. Ahora solo necesitaba un presente que tumbara cualquier aspecto de duda o resignación por lo ocurrido.

Al comprobar que todavía quedaba movimiento dentro de la tienda, me acerqué a la puerta, comprobando si estaba cerrada dicha puerta o no, y golpeando el cristal con el pomo del bastón de ser necesario.

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11/04/2015, 12:46
Catalina Von Strauss

Mosqueada. Irritada. Cabreada. Indignada. Y cualquier otro adjetivo que pudiera expresar mi malestar y que acabara en -ada.

Asi es como me sentia. ¿Pero como podia haber sido tan estupida? Desde luego, aquella noche se habia convertido en un cumulo de errores que habian ido apilandose uno sobre otro. La proxima vez debia estar espabilada, mucho mas espabilada. Yo no era una novata, ni una aficionada. No. Aquellas cosas no iban conmigo.

Sin embargo, la parte positiva de todo aquello es quien huye vive para luchar otro dia, y yo seguia con vida algo que, dadas las circunstancias era todo un merito, huelga decir.

Fuera como fuere, me dirigi finalmente a mi cripta, en busca de un remanso de paz, de un lugar en el que poder poner en orden mis pensamientos, en el que poder descansar y pensar cual seria mi proximo paso. Hablaria con Keane, si, eso tambien. Habia fracasado en su funcion. Y, aunque era cierto que habia demostrado ser un servicial lacayo, lo cierto era que, en aquel aspecto habia dejado mucho que desear... Era una pena, pero tendria que castigarlo por aquello, que le ibamos a hacer.

Y asi fue como entre en mi hogar, con una delgada sonrisa en los labios, dispuesta a tomarme mi merecido descanso. Sin embargo, hubo algo que hizo que todas mis alarmas saltaran, que hizo que me pusiera a la defensiva nada mas llegar: aquella rosa. Una rosa roja tirada en el suelo.

No, yo jamas me habria comportado de aquella forma. Jamas habria tirado algo tan bello al suelo. Y Keane tampoco se habria atrevido, por su puesto. No. Debia haber sido otra persona.

Me agache, elegante y delicada, con intencion de recoger aquella flor, cuyo aroma no tarde en aspirar. Aunque, por desgracia, aquella delicada fragancia no tardo en verse impregnada por otro perfume mucho menos seductor, menos agradable.

-Mi querido conde. - dije entonces, reconociendo inmediatamente a mi inesperado visitante, a pesar de no haberlo visto aun- ¿Puedo preguntarle a que debo el placer de su improvisada visita? - añadi, dejandole claro que sabia que estaba alli, alerta, ante cualquier posible ataque.

Despues de aquella noche, estaba claro que esta un pelin sensible.

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11/04/2015, 13:09
Luz Eterna

Sir Alex entró en la tienda arrugando ligeramente la nariz, seguramente aquella tienducha no habría tenido jamas la visita de un personaje tan ilustre y lo cierto es que se sorprendió a sí mismo por haber entrado allí... "Piensa en Emilie..." se dijo a sí mismo mientras procuraba no aspirar demasiado el aire de aquel antro. Tras un breve reconocimiento se peractó de que se encontraba en una tienda de antiguedades, todo estaba amontonado pero al menos estaba limpio.

Al poco tiempo un anciano delgado, de buenas maneras y bien vestido apareció por el umbral de una puerta con una pila de objetos, al verlo se sobresaltó cayéndosele todos los objetos que llevaba al suelo.

Sr. Jones

- Oh cielos...- se disculpó el anciano- no me había dado cuenta que estaba usted aquí caballero, creía que había cerrado la puerta- el anciano se tomó un momento para secarse la sudor de la frente con un pañuelo y recuperarse del sobresalto- ¿En que puedo ayudarle, señor?- inquirió con una amable sonrisa

 

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13/04/2015, 18:33
Dracula

El aroma a rosas impregnó mis sentidos cuando la actual ocupante de la cripta donde me encontraba hizo acto de presencia. Había aguardado pacientemente su llegada durante horas. Un pequeño error por mi parte, lo admito. Si hubiera sabido que la baronesa tardaría tanto en llegar, podía haber pasado esas horas comprobando en primera persona como le cambiaba la cara a mi querido amigo en cuanto llegara a su tranquila morada a descansar, en lugar de allí regodeándome con la reacción que provocarían mis actos pero sin ser testigo directo de ellos.

Buenas noches querida.- Contesté caminando lentamente desde donde me encontraba hasta un lugar donde pudiera verla - Si mal no recuerdo teníamos una especie de acuerdo de negocios. Por lo menos hasta que los gusanos humanos armados con balas de plata hicieron acto de presencia anoche y tuve que salvarte la vida. ¿Lo recuerdas?

Continué caminando por la cripta, llegando a las delicadas rosas.- Sencillamente deliciosas.- Dando la espalda a Catalína, aspiré lentamente su aroma dejando que su olor me embargara. - Te agradará saber Vincent, aunque desconfiado cual rata traicionera, ha terminado por morder el anzuelo.

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16/04/2015, 23:39
Sir Alexander Richelau

Si quedaba alguna esperanza para aquella tienducha de barrio, esta murió en el mismo momento en que su aroma entró por mi nariz, dejandome un olor mezcla de humedad, viejo, rancio y cerrado que consiguió no solo arrugarme la nariz, además arrancarme una mueca poco disimulada de asco y adversión por un lugar tan sucio.

Así con fuerza el bastón, dispuesto a usarlo para apartar cuanto amanezara mic amino y golpear a quien entrara en mi espacio vital, un espacio reservado solo para lo mejor y más exquisito. Y visto lo visto, aquel lugar distaba mucho de tener alguna de aquellas dos cualidades.

Desordenado, caótico, una autentica orgía de objetos poco propios de recibir todavía aquel calificativo.

Apoyé el bastón en el suelo, dejando caer cierto peso sobre él mientras evitaba en la medida de lo posible, disfrutar del aroma natural del lugar. Saqué el reloj, comprobando la hora y siguiendo la manecilla de los segundos durante al menos medio minuto.

Hasta que mi mirada se dirigió a uno de esos montones de cosas, solo que estas parecían haber cobrado vida... hasta verse desparramados por el suelo de forma inexorable. Mi mirada se clavó en el desgarbado y poco agraciado anciano, quien no podía decir que el tiempo lo habría tratado mejor en otros tiempos. - Esta... disculpado. - Un solo paso lateral para encararse al anciano, sin hacer amago alguno por prestarle ayuda o auxilio.

- No le habría interrumpido, de no ser total y absolutamente... necesario. - Añadí, alzando el mentón con la vista clavada en aquel hombre. - He visto un juego de muñecas rusas, matriuskas. Me las llevaré, póngale un precio. -

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19/04/2015, 17:04
Catalina Von Strauss

Alce una ceja, ante la respuesta del conde- Que yo sepa, nuestro acuerdo no incluia ni que me destrozaras las rosas ni que aparecieras en mi...cripta sin avisar y sin invitacion previa, "querido". - dije, visiblemente molesta ante aquella invasion de la intimidad.

Entonces, pronuncio aquel nombre, aquella palabra magica que hizo que olvidara todo lo demas, que mi atencion se centrara totalmente en el- Vincent. Asi que no has perdido el tiempo, ¿eh? - dije, con una afilada y felina sonrisa, mientras lo observaba con aire reticente- Y dime... ¿Que tal ha ido el encuentro con nuestro amigo? - añadi, mientras me sentaba sobre el frio marmol de uno de los laterales de la cripta, dando un par de graciosas palmaditas a mi lado, en una clara invitacion a que dejara de ponerme nerviosa deambulando por mi cripta y acabara por sentarse finalmente a mi lado.

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25/04/2015, 00:19
Sr. Jones

El señor Jones se ajustó las gafas cuando aquel caballero tan estirado que casi rozaba con el techo de suy humilde tienda le pidió la colección entera de las muñecas.

- Las matriusKas... vaya, veo que tiene usted un ojo excelente. Es la mejor colección que puede encontrar en esta tienda. ¿Sabe el origen y lo que significan estas muñecas?- le comentó mientras se acercaba a las matriuskas en cuestión y las cogía para ponerlas en el mostrador y mostrarlas a sir Alex, eran 6 en total- estas en cuestión son una auténtica obra de artesanía... me las dió un comerciante amigo mío, que me debía un par de favores. Las trajo de Rusia de uno de sus viajes, esta de aquí- señaló una que tenía dibujada a una dama de cabellos castaños claros y ojos azules- había pertencido a una familia noble rusa que en su momento las encargó al mejor artesano de Moscow... son realmente antiguas, he comprobado su autenticidad. Supongo que será para una colección particular... ¿de verdad las quiere todas?... ni siquiera las ha examinado.

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03/05/2015, 18:43
Dracula

Una verdadera lástima lo de las rosas.- Inspiré nuevamente su perfume sin contestar nada más.- Pues aunque tengo que confesar que mientras esperaba he disfrutado de su embriagador aroma no he osado poner ninguna de mis manos en ellas.

Me giré para ver como la baronesa se sentaba en un banco de frío mármol e me indicaba que tomara asiento a su lado.- Soy tremendamente eficiente querida.- Respondí mientras caminaba lentamente hacia ella para tomar asiento a su lado.

Vincent ha mordido el anzuelo. Está convencido de que en estos momentos estoy tramando un plan junto a ti para atraerle a una sutil trampa; lo cual es bastante cierto.- Sonreí a la baronesa.- Lamentablemente, también está convencido de que es de que en el último momento yo estaré de su lado.

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06/05/2015, 17:21
Sir Alexander Richelau

- Originales de Rusia. - Comenzó a decir, mientras escudriñaba el lugar. - Basadas en las muñecas de la fortuna Japonesa. - Siguió, avanzando por la tienda comprobando lo que allí había. - Representan la Fertilidad y la Maternidad. - Y aquellas últimas palabras son las que hicieron que, por lo pronto, Sir Alexander de Richelau se parara un momento en lo que estaba haciendo.

¿De verdad quiero regalarle a mi hija adoptiva de 10 años unas muñecas que simbolizan... fertilidad?

Volvió a caminar, usando el bastón como apoyo para avanzar por la tienda, parandose nuevamente delante de aquel hombre según sacaba la colección de muñecas para que pudiera estudiarlas más de cerca. - ¿Sabe a que familia pertenecieron? - Preguntó, echándole un vistazo por encima.

- Serán la primera pieza de una colección. Y sí, me las llevaré todas... no me atrevería a separar a una hija, de una madre. - comentó, apoyando ahora ambas manos en el bastón, clavando la mirada inquisitiva en el anciano.

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10/05/2015, 13:06
Sr. Jones

- Vaya veo que usted es un auténtico entendido en el tema... pero a parte de los que ha dicho hay quienes interpretan que la matiuska representa algo más que la fertilidad. Si usted se fija es una muñeca grande que encierra muchas otras en el interior. Hay quienes afirman que dicha simbología representa la profundidad de las cosas, el verdadero interior que puede alvergar una persona, en cualquier caso son unas chucherías muy bonitas... ¿las quiere para regalo?

Al entender que sí el anciano se dirigió hacia el mostrador a por una caja, un papel de color y un lazo, mientras seguía contestando a las preguntas de sir Alex.

- ¿A qué familia?... creo que empezaba por Ruri... Rurik... ¡Rurikovich!...si, ese era el apellido de la familia...- resolvió contento consigo mismo por haberse acordado sin recurrir a ninguna ayuda.

Mientras el señor Jones manipulaba las muñecas con delicadeza para envolverlas le pidió que le acercara una de ellas la que más cerca tenía de su mano izquierda, al tocarla, un flash le vino a Richelau... sintió una fuerte presencia observándole con la vista pegada en él... una esencia en foma de gato con unos intensos ojos azules.

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10/05/2015, 14:16
Van Helsing

Cuando Van Helsing abrió la puerta y se encontró con el cuerpo inerte de su confiada casera se quedó paralizado por el horror de aquella escena, tuvo que pasar unos segundos para que reaccionase abalanzándose sobre ella y tomándole el pulso para comprobar como se le había escapado la vida. La rabia, el horror y la impotencia comenzaron a bullir en su interior... quería venganza, quería acabar con quien hubiese hecho aquello... la primera imagen que se le vino fue Drácula, si seguía con vida tenía que haber sido él... si, quería encontrarlo.. acabaría con aquel maldito vampiro de una vez por todas aunque aunque fuese lo último que hiciera.

 Pero antes, tenía que encargarse de la señora Pomfrey, le acarició el rostro apartándole un cabello de su rostro, como lamentaba aquello, de no ser por su culpa ella estaría viva, la culpa hizo mella en él como un cuchillo clavado en su corazón.

- Lo siento... lo siento...- abrazó a la mujer sumido en la pena, aquella anciana había sido una segunda madre para él, pero lo peor de todo es lo que le tocaba hacer en aquel momento... Tendría que asegurarse de que no volviese a la vida... aquel maldito bastardo no sólo había asesinado a una mujer inocente sino que además lo acababa de obligar a tomar medidas, tenía que enterrarla con una estaca en el corazón y debía de ser él- maldita sea...- dió un puñetazo en el suelo mientras se obligó a recomponerse.

Aquella mismo noche comenzó con todos los preparativos, llamó a Fizban para que le ayudase con el cuerpo de la señora Pomfrey y se encargara de los asuntos burcráticos, él sencillamente no tenía cuerpo para hacer frente a las preguntas de la policia. Gracias a los contactos del profesor pudieron enterrar el cuerpo en un tiempo record... pero lo más duro vino por la siguiente noche, cuando Van Helsing abrió la cripta de su antigua ama de llaves para clavarle la estaca...

Una vez echo el trabajo despidió a Fizban y regresó al apartamento... no tenía otro sitio donde ir, y los failiares de la señora Pomfrey habían insitido en que se permanecira allí, en memoria de la propia señora Pomfrey, al menos hasta que encontrara otro alquiler, pero de eso ya se ocuparía más adelante lo prioritario era ir al club, verse cara a cara con aquel demonio. Durante el día y a pesar de toda la tormenta que vivió consiguió hacer todas las averiguaciones que necesitaba sobre el club. Era un club de prestigio, sin nada extraodrinario, allí sólo se reunían caballeros de la alta sociedad con un denominador común, haber servido en el ejército... dichos elementos parecían coincidir con el perfíl del conde, aunque no era capaz de asimilar como había conseguido hacerse hueco en un sitio como aquel y ¿por qué? no terminaba de cuadrar con el concepto que se había echo de él. De manera que perpretado con su maletín y todas las armas que disponía, se encaminó hacia el club... posiblemente se dirigía a una trampa pero no caería sin luchar.
 

Notas de juego

Bueno, querido te he pjonizado para que pueda avanzar la historia. Te concedo todo lo que me has pedido por mp y aligero para no ponerte trabas, pero dada la magnitud de lo que le ha pasado a tu pj emprendes todas las acciones sin acordarte del duque, y llegas al club sin problemas después de haberlo resuelto todo ^^

Pjonizado

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10/05/2015, 16:28
Sir Alexander Richelau

- Rurikovich. - Lo recordaría para investigarlo más adelante. Sería una cuestión de investigar un poco y seguir la pista a aquellas muñecas, pura curiosidad o entretenimiento para un hombre rico, poderoso y con recursos. Algo tenían aquellas muñecas que le habia conseguido llamar la atención desde el coche de caballos, y ahora tenía cierta necesidad de saber algo más sobre aquellas muñecas.

Pero cuando el hombre le pidió que le acercara una, cuando tocó la muñeca y sintió aquele scalofrío que recorrió su espina dorsal y le proyectó aquella imagen, obligó al Duque a mantenerse durante unos segundos en silencio, quieto y con la vista fija en la muñeca, meditando sobre ella.

- ...interesante. - Murmuró para sí, frunciendo el ceño ligeramente para acabar cediendole la muñeca al tendero. Ahora sería algo más que pura curiosidad.

- ¿Con esto será suficiente? - Preguntó, dejando sobre la mesa dinero suficiente como para comprar la mitad de la tienda.

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10/05/2015, 16:57
Catalina Von Strauss

Alce una ceja, ante la revelacion de Dracula- ¿Estas diciendo que no fuiste tu quien lio este estropicio? Eso es imposible... ¿Quien iba a entrar aqui? Nadie sabe de la existencia de este lugar. - dije, con el ceño fruncido, y una expresion bastante contrariada. ¿Significaba aquello que mi cripta habia dejado de ser un lugar seguro?

Fuera como fuere, estando delante de Dracula no era momento para mostrar fisuras o debilidad, asi que me limite a observar aquella rosa roja, que trajo a mi mente aquel suyo, aquel tormentoso sueño del dia anterior, que lo habia teñido todo de rojo.

-Muy astuto, si señor. - dije, en cuanto el conde explico su plan, dedicandole una sonrisa burlona, mientras jugueteaba con la rosa entre mis dedos, observandole con aire engatusador- La pregunta ahora es... ¿Puedo estar segura de que estaras de mi lado, querido? - le pregunte, sin tapujos, mientras mi mirada se clavaba en la suya, profunda e intensa. No, no queria jueguecitos ni tonterias de ningun tipo. Y, con aquel comentario estaba dejando claro que no era tan ingenua como para creerme cualquier cosa que me contaran.

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14/05/2015, 21:54
Luz Eterna

Los pasos de Van Helsing lo condujeron hacia la zona más noble de aquella ciudad. El barrio en cuestión gozaba de la mayor actividad que se podía encontrar en Londres a aquella hora, no es que fuera como si fuese de día, pero si era cierto que varios carruajes circulaban por las adoquiandas calles de la capital inglesa. Los ocupantes de dichos vehículos eran caballeros de noble cuna o nuevos ricos, que gustaban de probar la denominada vida bohemia, algunos usando su dinero para hacerse acompañar de jóvenes de vida alegre... otros en cambio gustaban de emplear su fortuna en tertulias regadas por alcohol y juegos de cartas... ecetera, ecetera...

Tras un rápido vistazo Van Helsing corroboró que para entrar necesitaba una invitación, pero según la misiva él ya había sido invitado. Apretando el puño sobre el asa del maletín se decidió a probar a suerte... acaba de entrar en la boca del lobo, pero no le quedaba otra.

 

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14/05/2015, 22:02
Luz Eterna

Tras pagar generosamente al dependiente de la tienda, el duque regresó a su palacio con el abultado paquete debajo del brazo. Parecía que ninguna de las cosas que le sucedían pasaban porque sí. Nuevamente se felicitó por haberse echo cargo personalmente de la pequeña, en verdad le estaba resultando una niña de lo más intrigante.

Cuando Emilie abrió el paquete una gran sonrisa iluminó su infantil rostro, al no estar acostumbrada a los regalos aceptaba todo de buena gana, mostrando una sonrisa sincera... le gustaba, la sonrisa de aquella niña era bonita, en cierta manera comenzó a sentirse lo más parecido a un padre... curioso, jamás lo hubiera creíado de él.

Mientras observaba como la niña jugaba con las matriuskas acomodado en su sillón con una copa en la mano, otro elemento volvió a llamarle la atención... la niña se quedó prendada de la matriusja que al tocarla se le había venido a la mente el gato observándolo. Era sin duda la matriuska más bonita, representaba a una doncella joven y guapa, con el pelo castaño claro y unos grandes ojos azules.

Al día, el duque se levantó de buen humor con la alegría típica de Emilie contándole todas las cosas que su prometida le había dicho que iban a hacer, el parloteo no era del todo desagrable y con mostrar un poco de interés comprobó como el cariño de la niña hacia él crecía. Entonces hojeó el periódico y una noticia le llamó la atención. Había ocurrido algo aquella misma noche... un fallecimiento de una casera llamada Pomfrey, el nombre le resultó familiar pero aún más la dirección... ¿no era esa la de Van Helsing?

Notas de juego

Doy paso al día siguiente para no seguir estacandos en el mismo sitio. Es posible que haya incongruencias con respecto a la noticia del periódico pero como esto es gratis y no estoy haciendo ningún master en roleo, lo dejamos estar y avanzamos que es lo que me interesa ^^

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16/05/2015, 18:01
Van Helsing

Van Helsing estaba decidido. Tenía que acabar con aquello y le acababan de decir dónde podía hacerlo. Con el recuerdo de la señora Pomfrey entre sus brazos, el profesor cerró con fuerza la mano alrededor del maletín, enfurecido. Con paso firme y decidido atravesó las puertas del edificio buscando con la mirada el fondo de la primera sala y localizando más posibles puertas.

 

Notas de juego

no sé como es por dentro, así que lo dejo aquí. ;)

Ya estoy de vuelta. ;(