Partida Rol por web

La Venganza de los Cicatrices Blancas y otros relatos

Prólogo - ¡Aquí sólo se sirve Tilford!

Cargando editor
14/05/2019, 00:05
Director

Nuestra historia comienza en las montañosas y nevadas tierras que sirven de fortaleza natural al fértil y próspero Valle Dorado, región situada al norte del Reino de Shul.

Allí, en aquellas escarpadas montañas, llamadas Los Dientes Helados, existe una pequeña aldea de unos cincuenta habitantes llamada Tilford. Y hacia allí os han llevado vuestros pasos tras varias semanas de viaje desde tierras lejanas.

Tilford, según os ha contado algún forastero con el que intercambiásteis algunas palabras en el camino, debe su nombre a un antiguo y bravo guerrero enano, duro como acero de Kosh, que tras pasar varios años retirado del exigente oficio de aventurero, inventó un correoso licor de frutas al que bautizó con el nombre de su familia. Él era Ebenezer Tilford. Y suyo era el infame brebaje que poco después daría una enorme fama a la aldea.

Según cuenta la leyenda, Ebenezer, también conocido entre los lugareños como "el Tío Ben", expulsó a varios forasteros que estaban armando bronca en la taberna local lanzándolos por la puerta de entrada al grito de "AQUÍ SÓLO SE SIRVE TILFORD, EL AUTÉNTICO LICOR DE FRUTAS". Un grito que la aldea asumió como una suerte de lema local y como advertencia a todos aquellos forasteros que osasen pedir otra bebida distinta al mejunje del Tío Ben durante su estancia en Tilford.

Bien es cierto que Tilford es conocida también por estar ubicada en un punto geográfico de singular valor estratégico para el Valle. Las montañas de los Dientes Helados albergan en sus entrañas minas muy ricas en hierro. El hierro forja espadas. Las espadas forjan reinos.

El Valle Dorado es dominio de una poderosa casa noble: los Raelthorne. El señor de la familia, Lord Raedric, falleció hace algunas semanas por unas persistentes fiebres. Ahora, su hijo, Lord Ares, es el joven señor de una tierra cuyos recursos codician los señores de las casas rivales. E incluso, algunos rumores susurran en voz baja que el propio Rey de Shul mira con recelo el poder latente en los Raelthorne y la astucia y ambición del primogénito del malogrado Raedric...

Durante la travesía, os han prevenido en numerosas ocasiones de la presencia de sombras en la nieve que acechan los carromatos. Sea como sea, no habéis visto nada fuera de lo normal y si el cazador que acompañaba a la caravana ha visto algo, lo cierto es que no le ha quitado el sueño.

Hace un frío intenso en la región que cala en los huesos, pero el cielo luce despejado. El sol comienza a ponerse cuando alcanzáis vuestra meta y un hermoso atardecer os da la bienvenida a Tilford.

*********

Vuestra historia comienza en la taberna de Ernie, junto al fuego. La taberna es un lugar cálido y bullicioso en el que se aglutinan singulares personajes que os observan con la curiosidad con la que se mira a un forastero.

Cargando editor
17/05/2019, 13:55
Ernie

Un hombre alto, con la constitución de un oso y un mostacho superlativo planta con contundencia seis damajuanas en vuestra mesa cargadas con algún licor que desprende un olor tan fuerte que, con la chispa adecuada, podría detonar el estómago de un dragón joven.

Observáis que lleva bordado en su delantal unas letras que le delatan como el propietario del Ernie's.

-Antes de que pidáis un mejunje para alfeñiques, os advertiré de la sana costumbre que impera en esta villa.-, su voz resuena como un trueno y su mostacho parece ser el foco de emisión. -¡AQUÍ SÓLO SE SIRVE TILFORD! ¡EL AUTÉNTICO LICOR DE FRUTAS!-. Satisfecho con su presentación, el hombretón se atusa el bigotón y añade: -No me queda de mora. Lo siento de verdad.-, suspira, lamentando el consumo indiscriminado de licor de mora.

-Los catres cuestan 5 monedas de oro. Incluyen desayuno con pan de masa padre. Los caballos pueden pasar la noche en el establo por 1 moneda de oro adicional. No seáis tacaños y pagad, mequetrefes. Si cae una tormenta esta noche los equinos no sobrevivirán-, sonríe orgulloso de su capacidad de negociación para esquilmaros 6 monedas más.

-Divertíos. Y no olvidéis que la tradición aquí manda beber contando una historia. Os estaremos observando...-, pronuncia estas últimas palabras mirándoos fijamente mientras se retira. En ese momento os percatáis de que las palabras de Ernie revelan que, en efecto, los parroquianos os observan suspicaces, aguardando que vuestros labios tomen contacto con el licor autóctono.

Cargando editor
17/05/2019, 14:10
Patrick Bellamy

Un joven mediano se aproxima a vuestra mesa con paso decidido.

Salta a la vista que desborda seguridad en su pequeña persona. Tiene el pelo del color del cobre brillante y un parche que le cubre el ojo derecho. Luce una coraza pulida sobre una armadura de cuero y ropa de abrigo. Dos espadas cortas flanquean su cintura, envainadas en fundas de cuero. 

Tras golpear la mesa con su damajuana, os muestra una blanca sonrisa. Tras captar vuestra atención, salta sobre la mesa.

-Mis queridos señores. Mis queridas damas-, hace una breve pausa moviendo su única ceja arriba y abajo mirando a Kendra y a Gorsha. -Resulta evidente que están ustedes sometidos al juicio de las tradiciones locales.-, observa a los lugareños, sus rostros inquisitivos con ojos entornados observando vuestros movimientos, fijamente.

-Permítanme presentarme...-, carraspea y levanta su mano derecha, haciendo un gesto a los músicos que se congregan en el centro de la sala.

Con gracia, el mediano da un largo trago a la damajuana.

-Mi nombre es Patrick Willem Joneleth Christopher Lambert Bellamy III. A mi madre le gustaba decir que en mi nombre se oculta la clave de la inmortalidad, pero nunca le he encontrado el sentido. Sí, soy el tercero de una larga estirpe de medianos residentes aquí, en Valle Dorado. Y toooodos ellos tienen al menos cinco nombres. El registro civil del Valle nos odia, no alberguéis dudas, je. Podéis llamarme Bellamy. Mis amigos lo hacen-, el mediano sacude la cabeza mientras se carcajea.

-Mi carrera empezó de modo fulgurante repartiendo el correo en el Valle. Se me daba bien, aunque no pretendía hacer carrera de eso. Así entrené mi baile de pies. Luego logré meterme en la milicia de una pequeña aldea. Nada demasiado especial. Hasta que me las tuve que ver con una comadreja estrábica que había robado en un puesto de hortalizas. ¡Ahí empezó mi leyenda! Maldita comadreja... Era rápida y su mirada generaba en mí una profunda confusión. ¡Era imposible predecir su próximo movimiento!-, Bellamy imita la persecución a un ser invisible, mas harto escurridizo mientras hace muecas simulando ser bizco. Hay que reconocerle el mérito, siendo tuerto.

Los parroquianos estallan en carcajadas.

-Mi aspiración en la vida es llegar a ser Capitán de la Guardia de una pequeña ciudad. Preferiblemente en la falda de la montaña, que no hace tanto frío. Sin embargo, de momento estoy destinado aquí, en Tilford. Un destino tranquilo, debo decir. Soy mediano de acción y celebro que estéis aquí para romper la rutina, amigos. Soy un tipo humilde: No soy el héroe que esta aldea necesita, pero sí el que puede permitirse en estos momentos.-. El mediano hace una reverencia a su auditorio y luego desenvaina una de sus espadas y alza la hoja. -Y si bien es cierto que puede que no sea tan grande como nuestro noble Capitán Thormund Rothgar... Es más, puede que sea INCLUSO más pequeño que nuestra mascota local, nuestro achuchable Gary...

Cargando editor
17/05/2019, 14:25
Gary

-Eh, sin faltar...-.

Cargando editor
17/05/2019, 14:26
Patrick Bellamy

-¡...NADIE VIO JAMÁS A UN MEDIANO TUERTO LUCHAR CON TAL FEROCIDAD EN COMBATE! ¡JA!-, el mediano lanza varios tajos a velocidad de vértigo y, a fe vuestra, es condenadamente rápido. Luego, salta a por encima de Kendra con una acrobacia y consciente de que es objeto de las miradas del local, comienza a girar sus aceros haciendo filigranas varias.

Se escuchan de fondo vítores y diversos cumplidos -algunos subidos de tono- hacia el mediano, que guardando sus espadas, hace una cordial reverencia antes de que termine la canción.

-Me costó años y un ojo hacer esta exhibición, pero es un clásico y las gentes de este lugar la adoran-, sonríe mirando galante a Kendra con su único ojo, verde esmeralda.

-¿Y ustedes, señores míos? ¿Qué se les ha perdido en este frío lugar del mundo?

Notas de juego

Todos: Sed bienvenidos ^^

Esta es la escena de taberna reglamentaria. Se trata únicamente de interpretar y pasarlo bien.

Salvo que alguno indique lo contrario, supondré que TODOS bebéis el licor de frutas. En el siguiente mensaje indicaré las consecuencias... XD.

Si alguno no quiere beber, que haga una prueba de Engañar a dificultad 15. Y que se prepare si falla... XDDDD

La tradición en Tilford manda beber ANTES de contar la historia. Y antes de contarla, pedir a los músicos del Ernie's tocar The Queen's High Seas.

IMPORTANTE: Antes de colgar vuestro mensaje inicial y contar vuestra historia, no olvidéis poner como ambientación la música The Queen's High Seas. La he empleado dos veces en los anteriores mensajes ^^

Cargando editor
24/05/2019, 12:25
Jorge Wilbur Nitales

Jorge Nitales contempla con piadosa dedicación y adoración a Kendra.

La mira como una doncella le pide la venia a sus padres para subir al altar en el dia de su boda

Moja el dedo en su damajuana, para probar el licor, y antes de empezar su actuación, comprueba que el bebercio no vaya a destrozarle la voz, ni a hacerle tener que ir al WC a toda leche.

 

 

Asumiento que ella asienta y que el licor no le haya matado, el le hace una señal a los bardos, juglares y cantamañanas del lugar. Y conforme inician el crescendo, le da un generoso trago a la enorme damajuana.
Todo muy teatral

"Yo soy JorGe Nitales. Hijo de Eustaquión y de Emeterión, Nieto de Evangelión. El orgulloso clan enano que emerje de MonteBarbas, en la comarca de LlanuraBarbas, en la provincia de TierraBarbas" Sep, los puñeteros enanos no son originales. Ni tampoco obsesos con su vello facial

"A mis padres les advirtieron que sólo tendrían tres hijos. El primero se llamó Aurelión, y fue quien heredó la forja, y los instrumentos de la familia para dedicarse a la forja"
"Marianón es mi hermano pequeño, y el heredó la espada del abuelo, para ser un aventurero de provecho y un digno enano que siguiera cargandose a los mamarrachos que salen en el libro del rencor y las broncas"

Tras esto da un apenado trago. Y deja ver unos retratos familiares que el mismo hizo. Todos son enanos. Todos se ven igual.
Y por si no os habeis dado cuenta, JorGe nitales tiene una pinta muy humana

 

"Mis padres a veces parecia que se olvidaban de mi. Decian cosas como "Que se encargue el jodio lechero humano del pueblo, más largo que un dia sin pan",

El lechero del pueblo

así que cuando el templo local, dedicado a la todopoderisísima y sabia deidad del saber, del tiempo y de la gloria, vino pidiendo un diezmo, les dio a elegir.

 

"Debian de entregar un cubo de barro, o entregarme a mi."

 

"¡Pero supongo que el barro era mucho más bonito que yo, porque me entregaron al templo!"

 

Jorge da un tímido y melancólico sorbo, seguido de un trago algo más animado

"Pero ¿Sabeis que? Durante años estuve trabajando como se esperaba de un joven de cuatro años: Copiando manuscritos, tratando con enfermos de lepra, de Tifus, de Polio o incluso con Ebola-Chan. Construyendo catedrales o tirando pinos a bocaos"

"Pero hace relativamente poco tiempo, en nuestro templo vino nuestro señor ¡Nuestro mismisimo señor! ¡El nos visitó en su más hermoso avatar! ¡Y desde entonces yo le sigo, cumplo su voluntad!"

 

"Siempre buscaré traer la paz, la astucia y el buen hacer"

Cargando editor
24/05/2019, 18:35
Gorsha

Tilford. Curioso nombre para una pequeña aldea de las montañas. Pero Gorsha Urgak, semiorca Guerrera del clan Quebrantarrocas, habría parado a descansar en esa población aunque se hubiera llamado “Mataorcosville”.

El por qué del nombrecito no fue muy complicado de averiguar, las buenas gentes de los alrededores disfrutaban contando la historia de cómo el Tío Ben revindicó el consumo del auténtico licor de frutas en todo el poblado. Y aquello habría sido genial si a Gorsha le hubiera importado lo más mínimo. ¡Que ella lo que quería era comer y dormir bajo techo! Después de todo, no había salido de viaje por gusto.

Semanas hacía ya de su partida desde el hogar paterno, con la espada del clan a la espalda y un juramento en el pecho: no regresar hasta haber acabado con la odiosa maldición que la atormentaba. Y es que su padre se hacía mayor. Empezaba a amenazar con salirle la primera arruga de vejera en el rostro, señal que marcaría el pistoletazo de salida para todos los jóvenes orcos o semiorcos que quisieran desafiarle para quitarle la vara de mando. ¡Y eso era algo que la semiorca no podía permitir! ¡Esa vara era suya, ella tenía que derrotar a su padre! Pero… Teniendo como tenía aquella maldición sobre sus hombros, no podía hacerse aún con el liderazgo del clan.

Y es que, cuando cantabas a la perfección, los animalitos del bosque venían a verte por las mañanas para saludarte y sólo podías hablar en verso… Pues como que muy digna para jefaza guerrera de una tribu de las montañas no quedabas. ¡Por eso tenía que encontrar un remedio antes de que fuera tarde! Y por eso estaba recorriéndose el mundo, buscando un modo de poder ser la ruda y violenta líder que su gente necesitaba.

Al entrar en la posada, la cálida atmósfera y la música que sonaba hicieron que a Gorsha le entraran unas ganas terribles de beber hasta perder el sentido. El posadero, muy amablemente, les indicó que sólo servían aquel licorcillo de frutas y que se les había terminado el de mora.

 -¿No queda ya de mora, pardiez?

 Pues tomaré de manzana esta vez.

¡Cómo le habría gustado decir “Dame de manzana entonces, ¡desgraciado!”, pero aunque podía pensar frases enteras que no estaban en verso, al abrir la boca para ir a decirlas… No salían. Y mira que lo había intentado. En una ocasión se había puesto tan roja del esfuerzo, que a su madre le dio miedo que le fuera a estallar la cabeza.

Tras decirles lo de las bebidas, el posadero también les anunció los precios de las habitaciones, las cuales eran bastante caras para una posada en ese pueblito, y les comentó la tradición del pueblo: beber y contar historias.

El primer en empezar a relatar fue un mediano tuerto, que les contó la historia de su vida de gratis. Y luego un humano contó la suya, sobre cómo había sido abandonado por su familia enana y criado en un templo. Muy triste, tanto que a la semiorca le empezó a entrar una sed tremebunda.

Bebió un gran trago de la jarra e hizo una señal al grupo de música local, los cuales, sin saber de dónde, sacaron un arpa y empezaron a tocar.

Dicha melodía duró hasta que Gorsha les lanzó una mirada inyectada en sangre, momento en el que cambiaron los instrumentos y regresaron a su melodía habitual.

 -Yo soy Gorsha, una semiorca guerrera.

Dese que nací, una maldición me atormenta.

Viajo por el mundo con un único objetivo.

Librarme de esta condenación con la que vivo.

Nacida de padre orco y madre humana.

Criada con la espada desde la infancia.

En las artes de la guerra he sobresalido.

Y ser jefa de mi tribu es mi destino.

Pero por desgracia, con esta maldición.

No hay guerrero que me preste atención.

A no ser que sea para burlarse de mi persona.

¡Y con este trato a diario, el trono se abandona!

Por eso partí, hace ya algún tiempo.

De mi pueblo, al que tanto quiero.

Para encontrar remedio a mi horrible situación.

Y poner de una vez fin a esta triste maldición.

Y con eso, el relato de Gorsha se daba por terminado. Breve, conciso y directo a pesar de los versos, al estilo de los suyos.

Notas de juego

Perdón de antemano por el megatocho, pero me pilló inspirada x3.

Y la primera canción que toca la banda se supone que es por la maldición/don de Gorsha. Si no te mola, me lo dices y edito el post, master ;3.

Cargando editor
25/05/2019, 04:00
Ser Sobek Cearcall

El gigante y ancho Sobek contemplaba con una estoica mirada a lo que ocurría entorno a él en la humilde posada, sentado con una postura terriblemente firme, los brazos bien cruzados entre sí, piernas semi-abiertas y completamente puestas en el suelo, como si estuviesen clavadas y soldadas con su propio aliento ígneo. El enorme dracónido había estado viajando sin descanso por semanas, aguantando con ferocidad los retos que le imponía el camino con el ímpetu que le correspondía, lidiando y aplastando a quien se osara a interponerse entre él y su divina acometida mientras que, acompañado de la fulgurante bendición de su martillo y sus poderosas palabras, exigía a la voluntad que lo acompañaba un indicio de qué camino tomar, sacando los rumores por casualidad, a benditos martillazos contra bandidos claro está. 

Escaló la montaña sin siquiera pararse a descansar, siguiendo la estela divina que había oído en el pueblo pasado. "En Tilford hay una gran mina de hierro", y junto a ello, su intuición y sentido de la justicia le llamaba hasta aquí, en búsqueda de algún tipo de mineral que le fuera tan benevolente de ayudar en su cruzada. Su mente obstinada y terca no le permitió oír lo demás, la situación tensa política, las sombras entre la nieve o la creciente avaricia del domino al mando de la región. Para Sobek, solo se encontraba el hierro, la ocasional ayuda al indefenso y el sonido de su martillo dando forma a su posible arma perfecta. Y porsupuesto, por respeto había oído con delicia y atención la historia del Tilford y su bebida, aunque le preocupase que su llama interna reaccionara con la inflamable bebida. 

Escucha pacientemente a quienes cuentan sus intrépidas hazañas, solo fijándose en básicamente lo intrépidas que sonaran, y si sonaba algo relacionado con el metal en medio de ello. Su vena de Dracónido se solía dilatar con relatos así. Pensó en que sonaba demasiado caro el hospedaje, y que bien con esas 5 monedas de oro podría financiar hierro de las minas para suministrar a los miserables y despreciados que pudiera volver a ver. El hierro de su arma no, ese debía recolectarlo él mismo a base de golpes y fracturas con sus propias herramientas. De otra forma cometería herejía. Pensó en buscar una cueva cerca de la mina, o dormir a raz de la tormenta para hallar respuestas en el dolor, pero mientras tanto un pequeño divertimento divulgando su causa no le haría mal. 

Observa con gusto y orgullo su jarra de damajuana, jamás había probado el licor de frutas, y ciertamente no sabría pensar en beneficios posibles para la forja, pero haciendo sus meditaciones ya estaba a punto de acabar el líquido, un poco dulce para sus humildes atracciones con la ocasional bebida. Levanta con grandeza su ancho hocico, y mueve el brazo derecho con un signo benemérito hacia los músicos, ordenándoles que tocasen con la más profunda de las causas, siempre respetando la cultura local. 

-Soy Ser Sobek Cearcall, vástago humilde de una prófuga y miserable camada, nacido y crecido de tierras desérticas, áridas y con ocasionales torrentes de magma ardiente-Comenta con su ominosa voz, firme e inquebrantable aún con el misterioso efecto de la bebida-Mis honorables padres, que en paz residan sobre las escamas del gran Bahamut, vivieron una sobria y dura vida sacando adelante a sus moribundas crías, hasta que al final desfallecieron a causa de hambre y desolación, destino que mis hermanos compartieron. Yo fui el último de la fila, aceptando con un triste orgullo el último aliento, pero la gloria del gran plateado me salvó de mi paso a la tumba hambrienta. 

-Fui escogido por la imponente y voluminosa gloria de la llama del renacer, representada como el golpe del martillo y el resurgimiento del horno. El poder de la presencia de mi señor me condujo, me sacó de la catatonia y me llevó a base de fuerza de voluntad hasta una forja, a incontables millas de la tumba que me trató de arrastrar. De allí fui recogido por el Convento del Martillo Escamoso, una orden religiosa y artesana dedicada a la forja en favor a la gloria...-Hizo una pequeña pausa mientras enseñaba su martilla a manera de símbolo, sosteniéndolo con ambas manos-...Y allí se me reveló mi cometido. Los susurros lejanos de mi Señor me hablaron, y me ordenaron que con sangre, sudor y gloria debía de forjar el arma más megalómana, extraordinaria y acaudalada que jamás hubiese pisado el mundo, y que hasta ese día debía de trabajar para recolectar y transformar los mayores elementos que me proporcionara la naturaleza a favor de mi misión divina. 

-Desde entonces he estado merodeando por el mundo, haciendo y deshaciendo armas mientras esparzo por el mundo la palabra y la gloria de mi lejano benefactor. He fabricado tantas armas y armaduras en mi vida, que bien podría haber un eco de mi martillo en cada rincón de la tierra, ¡Y hasta es posible que aquí haya una de mis firmas! Mi última obra la vendí a un joven que quería iniciarse como aventurero, era un hacha de guerra que le doblaba en tamaño y en peso, pero que portaba ( o más bien ella lo portaba a él) con la frente en alto. La hice a base de la piel fundida de un monstruo de piedra, sostenida por las ramas de un árbol de mil años de viejo, bañada en la sangre voluntaria de un pecador redimido, y con un engarce precioso de una gema cultivada en el más alto sol del año. Creí que esa sería mi obra magna, pero no pude sentir ni un ápice de fervor dracónido en ella, así que tuve que venderla y proseguir con mi búsqueda. 

Cargando editor
25/05/2019, 06:46
Daron

Después de tan arduo viaje, Daron parecía ser el único con actitud de poder seguir hasta la siguiente ciudad, pues su caminar ligero y vestimentas livianas hacían ameno el andar, aun así aceptaba de muy buena manera el descansar cada que tenían oportunidad, de ser por el descansaría todo el camino, pero al mismo tiempo ni se queja cuando tocaba caminar de más. Entonces alegre de llegar a Tilford y probar el famoso menjunje de primera fuente, sin etiquetas de importación ni negligencias de traslado, mucho menos los impuestos de aduana en cada alcabala entre ciudad y ciudad.

Así pues, sentado entre el variopinto grupo de viajeros se encontraba Daron, un humano comun y corriente, un sujeto tan desaliñado como una milanesa de pollo sin sal, sobrecocida a la plancha, y acompañado con una ensalada de lechuga sin aderezo, sin nada característico más que una muy elegante pinta del más fino cuero grabado con detalles soberbios pero de gran calidad y un gran arco largo enganchado a su espalda que le iba como desde las rodillas hasta poco más arriba de su cabeza, que obviamente al estar sentado, éste reposaba en el piso como si estuviese posando de pie por voluntad propia junto a su portador.

Entonces entre sonriente y emocionado después de escuchar a sus compañeros chasqueó los dedos al cantinero bigotón haciendo su pedido de forma muy alegre, pues degustar licores locales era uno de sus mayores placeres.

-Primero deme uno de manzana,
para acompañar con una sola rima a la dama.-

Entonces con la primera damajuana servida la cual observa con ojitos brillantes, le da un gran sorbo que la vació a la mitad y le chasqueó ahora los dedos a los músicos para indicar que estaba listo para empezar.

-Que no quede licor local sin ser probado, ese es mi lema, y no se lamente que no haya "de mora" porque yo bebo "de prisa". Después vaya sirviendo de uno en uno sus variedades mientras cuente mi historia, pero deje para el final el de pera, que a mi gusto personal siempre es el sabor que más me gusta, y lo bueno se hace "es perar"-

Dando otro trago, ya menos ambicioso a su bebida para aclarar la garganta, continúa después de que un grillo hiciera sonar sus patitas justo en la pausa después del chiste tan malo.

-Daron es mi nombre, y para explicarlo debo ir un par de generaciones atrás, Rigoberto Gudron Octavo es mi abuelo, de cuna noble y una larga tradición de destiladores de ron, si son conocedores en licores seguro habrán oído hablar este apellido que ya no comparto. Rigoberto Gudron Noveno era el nombre de mi padre, no murió pero desertó de la tradición familiar, y mi abuelo le quitó su apellido, por ende la herencia cuando muera también, ahora mi padre se inventó un apellido solo por hacer enojar a mi querido abuelo, y en el registro civil quedó como Rigoberto Badron, el mejor cazador en nuestras tierras, el mejor porque todos los demás eran destiladores, pero eso no quitaba que fuera muy bueno. Dagoberto Badron Primero fue mi nombre al nacer, aprendí el oficio de la cacería por mi padre, y el grabado en cuero por mi madre-

Entonces Daron se levantó sobre la silla y giró modelando su armadura de cuero que parecía más bien una vestimenta casual de alguien que solo viste ropas finas y funcionales.

-Baratos, baratos, cuande quieran les vende mis productes, brazales, chaleques, y sombreres- espetó burlonamente tratando de imitar algún acento extranjero inventado, aunque en serio esperaba poder vender algo, pues ¿seis monedas la noche? ¡Madre mía! -Mi profesión es como la de mi padre, pero mi vocación es la bebida, no hacerla, sino probarla, no heredé el apellido de mi abuelo, pero si sus genes, nuestra vejiga es de litro y medio sin tener ganas de mear y nuestro hígado de tres kilos, así para probar diferentes sabores lo mejor es viajar, así que viajero, aventurero, o caza-recompensas debía ser. Como no quise ser cazador como mi padre, sino caza-recompensas viajero más bien, enfadado me quitó el apellido, de tal palo tal astilla, y de tal astilla tal Daron, no tengo nombre ni apellido, y en el registro civil mi nombre está en blanco, así que por mientras me llamo Da y me apellido Ron, que se lea ERE igual que en "aro" y no como ERRE igual que en "arroz"-

Terminando su primer trago apuró al cantinero con el siguiente sabor, de fresa ahora, dulce y sutil, muy fragante para su gusto, pero aun así disfrutó el sabor.

-Fui de aquí para allá, y de allá para acá, buscando recompensas sencillas hasta que me acostumbré a la vida de mercenario, y cuando menos me lo esperé me tocó viajar acompañado, no me quejo pues me gusta conversar mucho, "callate muchacho que espantas a las presas", aun escucho en mi mente la lección que más me repetía mi padre cuando joven, prefería grabar que cazar pues no era tan cansado, es algo que se puede hacer sentado... Ja, me salió un "gorsha", pero para grabar en cuero debía cazar mis propias presas, así que soy tan buen cazador como artesano. Y bueno, ya mejor me callo que los músicos me están empezando a ver feo y con la mirada Gorsha me promete su bota en mi ano-

Se terminó el Tilford de fresa y azotó la damajuana vacía contra la mesa pidiendo el siguiente, y cuando llegó con el de uvas le susurró guiñando el ojo al cantinero -Si para antes de marcharnos no hay de mora, ¿No toca un descuentico para tan buen cliente?-

Cargando editor
25/05/2019, 10:32
Kendra

Kendra observaba la escena con su curiosidad innata. No podía negarse que el grupo que se había reunido en aquella taberna era de lo más variopinto. Con mirada embelesada contempla a Bellamy hacer su pirueta final. "¡Desde luego ese mediano sabe moverse! Me pregunto si realmente perdería así el ojo" - pensaba sonriente y de lo más animada por el ambiente acogedor. No hay mejor lugar que una taberna para conocer el alma de un pueblo y de sus habitantes. Algunas veces un oído agudo podía captar auténticas joyas de información...

No puede más que sonreír ante la intervención de su ferviente adorador. Al principio le resultaba entre irritante e inquietante que aquel clérigo la siguiera a todas partes, pero empezaba a acostumbrarse a su presencia. Tampoco es que le dejara mucha elección, aunque en el fondo le estaba cogiendo hasta cariño pese a ser un poco incordio a veces. Jorge Nitales...¿A quién se le ocurriría ponerle semejante nombre a su hijo?

Cuando Gorsha empezó a contar su historia Kendra no dejaba de mirarla con los ojos como platos y la boca entreabierta. Gorsha era la primera semiorca que Kendra veía en su vida y estaba francamente impresionada. Tenía un aspecto imponente y una voz maravillosa. Había oído historias sobre orcos en sus viajes, pero ahora empezaba a pensar que a veces no había que creerse todo lo que decían por ahí. Viendo la forma de hablar de Gorsha se diría que eran una raza bastante amable. ¡Menuda manera de rimar! ¡Qué musicalidad! A lo mejor debería replantearse lo de ser jefa de su clan. Sería una barda magnífica. Al parecer tenía algún tipo de maldición de la que quería librarse, pero a Kendra le parecía un ser absolutamente fascinante. 

Había allí también un dracónido imponente y de aspecto solemne. Al parecer estaba obsesionado con algún tipo de arma definitiva cuya concepción se le escapaba y sus dioses le hablaban de forma misteriosa. Sus escamas brillaban tenuemente en la luz de la taberna y le otorgaban un aura de fuerza y poder. 

Daron le produjo una sensación extraña. Parecía un hombre de lo más común que se haya visto y, sin embargo, tenía algo...Su arco y sus vestimentas bordadas desmentían en cierta manera ese aspecto de hombre ordinario que imperaba nada más verlo. ¡Y menuda manera de beber!

Con mucha calma, Kendra tomó un largo trago de Tilford de cereza. Le supo a gloria. El licor bajó por su garganta abrasando cuanto encontraba a su paso y una explosión de calidez se adueñó de su pequeño estómago extendiéndose rápidamente. De repente sintió un ligero mareo y una sensación de euforia empezó a abrirse paso. Se subió a la mesa con un movimiento que a ella le pareció muy grácil, aunque lo que pudo observar el resto de la taberna fue a una mediana un poco inestable de pelo desaforado color fuego intentando con algún éxito y más gracia que agilidad subir a aquella superficie un poco pegajosa. Con un ligero baile de pies avanzó sobre la mesa y con un giro final y a cámara lenta (su estado no le permitía mayor rapidez) apuntó con un dedo a la banda para que comenzara a tocar. 

 

"¡Tilford, excelente licor, mejores gentes! Ante vosotros me presento como primogénita de un linaje ancestral de aventureros. ¡Digna heredera de Alemia Nosehart, legendaria exploradora, la primera mediana en alcanzar el Pico del Dragón, descubridora de la mazmorra de Ágrota! - con aire tremendamente entusiasta Kendra se coloca unos imaginarios pertrechos y simula coronar una montaña protegiendo con la mano a modo de visera sus ojos de un ficticio sol abrasador y colocando su pequeño pie sobre el hombro de su infatigable Jorge a modo de cima crepuscular. "Durante algún tiempo eludí mi responsabilidad como descendiente de tan notable linaje y monté un negocio capilar que resultó de lo más exitoso" - Con un veloz movimiento y ya del todo encaramada sobre los hombros de su paciente seguidor, Kendra empieza a frotarle la cabeza de tal manera que la cara del clérigo se arruga y se estira aleatoriamente dándole un aspecto realmente cómico, mientras recita su antiguo eslogan: "¡Si quieres volver a tener pelambreras, suelta la pasta, parguelas!". Como para compensarle por semejante paliza capilar, Kendra le da un ligero beso en la coronilla antes de volver a la mesa y con gran teatralidad continuar con su historia. "El negocio funcionó a las mil maravillas y el pelo volvió a conquistar hasta las calvas más pertinaces, pero como todos sabemos la envidia es muy mala y, de todos los tipos de envidia, la capilar es la peor. ¡Así que decidí seguir la senda de mi destino y emular a mi querida tataratataratatarabuela Alemia, recorriendo el mundo en busca de aventuras y nuevas oportunidades de negocio! Empresaria de éxito, aventurera a tiempo parcial y deidad a tiempo completo. ¡Mi nombre es Kendra y haríais bien en recordarlo!". Kendra se gira con rapidez y le guiña un ojo a Bellamy, antes de proceder a llevar acabo una maravillosa pirueta por encima del mediano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Máster: He intentado hacer una acrobacia para corresponder a Bellamy. Dejo a tu discreción las consecuencias ^^

Cargando editor
25/05/2019, 19:07
Ulus Siannodel
Sólo para el director

Jarlimor, repitió en su mente Ulus. Había salido de la infraoscuridad en el Valle Dorado, bajo las montañas donde se debía de encontrar el objeto arcano que venía buscando, aquel que haría que Kylorien fuese aún mucho más poderosa adelantándose a las oportunidades de negocio. Pero para ello le habían enviado junto a una asesina con la que se llevaba a muerte y además para llegar al pueblo más cercano, llamado Tilford, se tuvo que unir a una caravana que viajaba en aquella dirección. Ya notaba los olores de los Iblith cuando se acercaba a esta y en su forma de elfo del bosque acabó siendo invitado a formar parte de ella. 

Odiaba el color que le otorgaba aquel amuleto típico de los elfos al que tendría que representar. Por suerte el arte de la palabra y el engaño eran parte de su trabajo por lo que no le sería díficil pasar desapercibido pero si que le sería complicado convivir con aquella mierda de seres sin poder matar a ninguno. Jarlimor, le había dado un trasfondo un tanto tétrico a la vida de su personaje pero que bien pensado no se alejaba demasiado de su propia historia por lo que no sería tan complicado mentir. Lo difícil sería no matar a nadie, eso lo tenía claro.

En la caravana encontró a ciertos especimenes un tanto extrañó. Un humano que decía ser hijo de enanos que acosaba a una de las muchachas del lugar, un ser con aspecto de Dragón obsesionado con la forja y una semiorca que hablaba realmente raro, si fuera él preferiría estar muerto y si eso era lo que ella necesitaba no tendría problemas en ayudarla.

Si la compañía no era suficientemente una mierda el tiempo no acompañaba, acostumbrado a la cálida temperatura de la Antípoda Oscura, los cambios de temperatura que sucedían en el exterior le agriaban aún más el humor, pero tenía que aparentar y pasar desapercibido. Sin duda algo muy complicado.

Finalmente llegaron a Tilford y fueron directos a una taberna. Sin dudarlo acompañó a aquellos miembros de la caravana que le habían llamado la atención sobre el resto. Si estos aún eran basura para él, el resto no era más que miseria. Se sentó en la misma mesa con ellos al que también se les unió un humano con aspecto de aventurero. El camarero estuvo a punto de ser asesinado en cuanto soltó los precios de la estancia pero su tapadera era lo primero, por lo que espero un rato a que la atención se apartara de ellos para tener una pequeña charla con él.

Con la bebida en la mesa apareció un incordio en forma de mediano en la mesa, otro carne de cañón con pocas ganas de despertar al día siguiente y les aburrió con una historia que no le importaba a nadie y que por desgracia hizo que el resto del grupo soltase la lengua, algunos contando por enésima vez su historia, pero que en parte le sirvió como información a tener en cuenta si tenía que extorsionar a alguno de ellos. Toda su mesa acabó y todas las miradas se dirigieron a él. Con una mueca de desagrado cogió la damajuana, se llevó el vaso a la boca y con un susurro imperceptible el sonido de un búho comenzó a sonar en la ventana más cercana. En ese momento con el engaño pudo habilmente rellenar la jarra de ambos compañeros que tenía al lado mientras miraban lo ocurrido y para cuando todos volvieron la mirada hacia él, con los labios húmedos dejaba la jarra en la mesa golpeándola. En cuanto la música comenzó a sonar se levantó y lanzó una mirada asesina a los músicos para que parasen la música y comenzó a narrar una historia que había escuchado en la infraoscuridad.

- Tiradas (3)

Notas de juego

He ido a revisar el prologo y me lo has quitado a mi también xD

Va a ser duro esto de llevar una doble vida jajajajajjaa.

Usa taumaturgia para despistar a la gente, sería el siguiente sonido:

https://youtu.be/oSWJKcis1GQ por si no sale el video.

You create an instantaneous sound that originates from a point of your choice within range, such as a rumble of thunder, the cry of a raven, or ominous whispers.

Primera tirada de engañar para tirar la bebida y la segunda de interpretación para contar la historia y la tercera que se me olvidaba para intimidar a los músicos

 

Cargando editor
25/05/2019, 21:04
Ulus Siannodel

Tras unirse a la caravana para poder llegar hasta Tilford habían pasado tres noches, maldita la hora en la que le habían echo llegar hasta allí y mezclarse con aquellos seres. No vio ni a un elfo entre ellos, nadie que tuviera un mínimo de la decencia del higiene. Se exasperó mucho durante el viaje viendo como algunos de los humanos se sonaban los mocos al aire o escupían sin motivo alguno a diestro y siniestro. Pero sólo no hubiera llegado hasta su destino, si bien les podría haber seguido sin problema, pues la caravana no se movía muy rápido, él también había oído de la existencia de las sombras y sólo contra ellas no podría hacer demasiado y acabaría siendo castigado sin duda por su amo, por fallar estrepitosamente.

Entre los miembros de la caravana encontró a algunos de ellos, aparentemente aventureros que destacaban por el resto, bien fuera porque eran un tanto raros como el señor humano que decía ser hijo de enanos y servidor de un dios del que nunca había oído hablar y que parecía acosar a una pequeña mediana. Quizá se pareciera a alguna hija perdida, aún así no entendía la obsesión del clérigo. Por otro lado también había una semiorca al parecer muy preparada para el combate pero que cada vez que abría la boca parecía cualquier cosa menos una guerrera, quizá hubiera sido una buena barda ... de piel dura para su caballo. Por último había un extraño ser con aspecto de lagartija de río que portaba un enorme martillo, parecía preparado para la batalla. Quizá fueran lo suficientemente buenos como para dejarse acompañar por ellos sin acabar con ganas de matarlos a todos por sus estupideces de razas inferiores. Ni un maldito elfo en la caravana.

Cuando por fin llegaron a Tilford el grupo de personas al que había echado un ojo se dirigió hacía una de las tabernas. Al parecer habían caído en el tópico que había en aquel pueblucho de olor a meado y que el interior aunque no oliera mejor que las calles, quizá un olor menor de orín y mayor de sudor mezclado con alcohol, por lo menos estaba atemperado, cosa que su cuerpo agradeció. Entró el último y se acercó hacia la mesa en la que estaban, por suerte una silla estaba libre y les acompañaba otro miembro de la caravana que no le había llamado la atención, un simple humano con pinta de aventurero. Se sentó en silencio con ellos y les saludo con la cabeza poniendo su mejor sonrisa1.

No tuvieron ninguno que cortar el hielo pues rápidamente apareció el dueño de la taberna con seis damajuanas en las manos para servirles antes de que pidieran nada. Y aquí llegaba el tópico directo a la mesa y que tendrían que tragar. Su cara se agrió y hubiera apuñalado al tabernero de no ser porque incumpliría con los mandatos de su señor, pero se le quedó mirando buscando si este les estaba tratando de engañar por ser forasteros2.

Antes de que ninguno pudiera probar o contar una maldita historia que a nadie le importaba, apareció un mediano diciendo ser un guardia de la milicia, pero sin duda a ojos de Ulus y viendo como los parroquianos le miraban le parecía otra cosa. Además el tonto de él había parecido perder el ojo haciendo aquella sencilla maniobra, sin duda una raza inferior no solo en tamaño.

Patrick Bellanmy

-¿Y ustedes, señores míos? ¿Qué se les ha perdido en este frío lugar del mundo?

No pudo mantener su maldita bocaza cerrada pero ya que el mismo mediano había insultado a uno de los miembros del local trato de que los allí presentes acabarán riéndose de él, con una sonrisa malvada le comentó. - En la caravana en la que hemos llegado corría el rumor de que en Tilford había un Bufón sin igual con un sólo ojo y sin duda, al ver tus acrobacias y al saber que practicando fue como perdiste el ojo, ha merecido realmente la pena llegar hasta aquí para presenciarlo. Brindaré por ti y si me haces reir quizá hasta te lleves una moneda de oro.3

Cuando el efecto de sus palabras pasaron a segundo plano y la gente volvía a fijarse en la mesa uno a uno comenzaron a relatar una historia. Su maldita historia de la vida que nadie les había pedido y que durante el viaje ya había escuchado antes alguna de ellas. Aún así le pareció interesante la de la semiorca y el draconido. Ambas podrían estar unidas a su necesidad de exploración. Quizá en las montañas cercanas se encontrará ese poder o ese material, en las montañas de los Dientes Helados.

Uno a uno hablaron mientras Ulus prestaba atención a todo lo que le rodeaba búscando miradas indiscretas más allá de la curiosidad local por la llegada de forasteros4. De ese modo se despistó un poco y acabó notando como todos comenzaban a mirarle. Era el momento de probar aquel potingue y de contar una historia. Una historia que no le importara a nadie. Por lo que cogió la damajuana la alzó en el aire para luego llevarsela a sus labios. Después con un ligero golpe estrelló la damajuana contra la mesa y cuando la música comenzó a sonar Ulus se alzó en pie y su mirada asesina se clavó en los músicos que pararon de tocar.

-  Dicen los ancianos que en los dominios del Valle Dorado había una colina conocida como la colina de Ruluck. Un día, sin saber por qué, comenzaron a faltar personas que vivían en las aldeas cercanas, gente que de repente un día se esfumaba y de la que nunca jamás se volvía a saber nada. Por si esto fuera poco, los aldeanos empezaron a notar también que, cada vez que hacían recuento de animales, en sus rebaños siempre faltaba alguna.

Los habitantes de la zona estaban desconcertados ¿Cómo era posible que personas y animales desaparecieran como si se los hubiese tragado la tierra? Algo iba mal, pero nadie tenía ni idea de cómo solucionar el misterio.

Un día, un muchacho que paseaba por la colina, descubrió una enorme cueva tapada por unos matorrales. Asomó la cabeza y se quedó paralizado de miedo: allí dentro dormía un dragón verde de piel brillante y tamaño descomunal. Tenía un aspecto que daba pavor y cada vez que roncaba, las paredes de la cueva vibraban como si fueran de papel.

Temblando como un flan salió pitando de allí y bajó al pueblo más cercano para avisar a todo el mundo. Después, fue al castillo para comunicárselo también al príncipe Krakus, quien consciente de la terrible amenaza  que suponía el reptil alado, mandó a los soldados más valerosos de su ejército a luchar contra él.

Un grupo enorme, armado hasta los dientes,  tomó rumbo a la colina con una única misión: ¡abatir al temible enemigo!  Pero el dragón, que ya estaba despierto, vio que el ejército se acercaba  e intuyó que iban a por él.

Muy airado, salió de su guarida, cogió aire y los mató allí mismo lanzando bocanadas de fuego por su enorme boca. Los soldados salieron volando como muñecos de trapo, envueltos en llamas.

Evidentemente, la operación resultó un fracaso. El dragón era demasiado fiero, demasiado fuerte y demasiado peligroso como para acercarse.

El príncipe Krakus, como último recurso, promulgó un bando real: quien consiguiera vencer al  monstruo, se casaría con lo que él más quería: su dulce hija Wanda.

Una noticia de tal magnitud no tardó en extenderse como la pólvora y llegó a oídos de un joven herrero. El muchacho, que era muy humilde pero inteligente como el que más, decidió intentarlo y elaboró un plan infalible.

¿Quieres saber qué hizo?… Consiguió la piel de un borrego, la rellenó con azufre y alquitrán, y por la noche, cuando el dragón dormía, la colocó en la entrada de la caverna. En cuanto se despertó de su profundo sueño, el animal vio la falsa oveja, se relamió y la devoró con ansia.

La comió tan rápido y con tantas ganas, que al terminar sintió mucha sed y bajó al río Vístula a beber. El agua penetró a borbotones en su inmenso estómago, y al entrar en contacto con el azufre y el alquitrán que se había zampado sin darse cuenta, la tripa le explotó en mil pedazos.

El zapatero fue aclamado como un auténtico héroe y recibió todos los honores posibles, aunque el mejor de todos los premios, era casarse con la hermosa princesa Wanda. Así pues marchó ante el rey para reclamar su recompensa y nunca volvió a saberse de él.

- No queríais una historia, espero que os haya gustado y reflexionéis sobre ella. dijo mirando las reacciones de la gente. - Por cierto, mi nombre es Ulus. susurró a los más cercanos.

- Tiradas (3)

Notas de juego

1.- La mejor sonrisa del 1 al 10 es: un 9 ni tan mal xD

2.- Perspicacia para saber si sus tarifas están siendo elevadas a lo normal.

3.- Tirada de carisma para ver si la turba se rie de Patrick con las palabras de Ulus. Nadie se rie y todos miran mal a Ulus.

4.- ¿Con la pasiva o tiro dados?

Perdon por la demora.

Cargando editor
26/05/2019, 09:28
Director

@Jorge Nitales: Al contar tu historia, compruebas que los parroquianos están sumidos en una mezcla entre el desconcierto, la intriga y, sí, más desconcierto. Se escuchan voces que preguntan "¿Eso es un enano?", "Mi primo Balin decía que vio una vez un enano de dos metros, pero se refería a la barba...", "El barro debía ser de primera calidad...", "Está un poco demacrado para ser tan mozalbete, ¿no?... Seguro que toma poca leche". Hubo diversas variantes de esta última, intercambiando leche por "queso", "pepino", "pimiento" y, sorprendentemente, "grog".

¿Quién bebe en su infancia grog? 

Mejor no saberlo.

Para cuando has concluido, se ha agotado el licor de limón, algo que enoja visiblemente a Ernie, cuyo mostacho se eriza cada vez que sus existencias merman.

@Gorsha: Tus rimas sumen al personal en un estado de confusión absoluta. Se escuchan voces que afirman "Es una amazona con voz de pájaro cantor", "esa mujer está más fuerte que el Tilford de pomelo", "es una princesa con forma de armario de cuatro puertas", "ES EL BARDO MÁS FUERTE QUE HE VISTO", "¿Ves? Esta jovenzuela toma suficiente leche, no como el flacucho de antes".

Sea como sea, los músicos valoran con fervor tu forma de narrar tu historia y no faltan varios silbidos entre el público adorando tu escultural y apolíneo físico. No obstante, cierto sector de los parroquianos, todos ataviados con armaduras, te lanzan miradas suspicaces y alguno echa mano al pomo de la espada... No llegan a desenvainar, pero el gesto no te pasa desapercibido ni a ti ni al resto de tus compañeros.

@Ser Sobek: Tu historia sobre tu obsesión armamentística es especialmente aplaudida entre los enanos que anidan en el Ernie's. Se escuchan voces que confirman "Sin duda es un profesional con afán de superación", "¿Crees que podría hacerme un empaste nuevo?", "¿Soy yo o está hecho de oro?", "Ez tan brillante... ¡TAN MAGIZTRAL!", "Con ese martillo podría arreglar el tejado de mi tía Moe...".

La solemnidad de tu relato impele a los enanos allí congregados a levantarse y alzar sus damajuanas en tu honor al acabar.

@Daron: Más que tu relato, son tus juegos de palabras los que sumen al respetable en un estado de perplejidad. Se escuchan voces amenazantes que sugieren "Este tipo está agotando él solo el licor de frutas", "Qué poca vergüenza", "¿Qué se habrá creído?", "Ojo, se ha ventilado una jarra de manzana como si nada...", "Mi primo Balin...", "Y dale con el primo Balin...", "Pasadle uno de pomelo... A ver si aguanta eso", "¿Ves? Este tipo fue bautizado con grog y ha crecido sano y fuerte".

Para cuando concluyes el relato -y cuatro damajuanas-, Daron se ha convertido en el nuevo favorito del respetable -Gorsha pervive aún en el recuerdo de varios hombrecillos que la miran suspirando, quizás sabedores de que sufren un ataque visceral de amor platónico-. Y la taberna estalla en un apabullante: "ERNIE! SACA EL DE POMELO!".

El tabernero, solícito, te pone una damajuana de Tilford de pomelo y su mostacho parece sonreír.

 

Cargando editor
26/05/2019, 10:10
Ernie

-Buena suerte con eso, hijo-. 

El hombretón comprueba la cuenta de damajuanas abatidas por la mesa y parece iniciar una compleja operación matemática. Su rostro se enrojece visiblemente por el esfuerzo y, al final, palidece. 

-Oh no... Creo que se acaba de agotar el de pomelo...-. 

Acto seguido, avanza a largas zancadas tras la barra para comprobar si sus temores tienen base racional.

La tienen.

Cargando editor
26/05/2019, 10:14
Director

@Kendra: Mientras cuentas tu historia, el personal te observa con ojos llenos de chiribitas. Hay voces que suspiran "PEEEEEEEEEERO QUÉ PELAAAAAAAAAASOOOO", "Huele como un bollito de leche", "Cabe en un bolsillo", "PE-LA-SO", "Y encima empresaria... ¡BRAGUETASO!".

Logras terminar tu relato con una magnífica pirueta por encima de Bellamy, que cae de espaldas pensando que te lanzabas contra él. El mediano, con los brazos extendidos en el suelo, queda petrificado mirando al techo del Ernie's. En su rostro se le dibuja una amplia sonrisa.

Cargando editor
26/05/2019, 10:20
Jorge Wilbur Nitales

Miro a uno de los parroquianos, y por lo bajini le pregunto

"¿Pasa algo con el Tilford de Pomelo?"

 

 

Por otro lado, le pide a los bardurrios del lugar que toquen una canción favorita de cuando dejó las tierras de los enanos

Notas de juego

Coñe, Pues ya estan tontorrones los parroquianos para no darse cuenta...
Enano: Penalización a Carisma.
Humano: Bono a Carisma.

¡La señora Nitales ni se lo pensó dos veces cuando vio a ese humano entrando por el barrio! ¡Ni tampoco se lo pensó dos veces el señor Nitales!

Cargando editor
26/05/2019, 10:20
Patrick Bellamy

-*Ay*... La primavera ha llegado a mi corazón... Je...-, dice entre suspiros.

El mediano permanece en el suelo inmóvil, como si lo hubiese fulminado un rayo.

Cargando editor
26/05/2019, 10:21
Director

@Ulus: Tu intervención, que no tu relato, sume a los parroquianos en un silencio ominoso. Te observan enarcando las cejas. Algunos susurrando "Ese orejas picudas tiene mala leche", "¿Que se crió con leche?", "¡No! Se crió a las finas hierbas, pero fijo que habla mejor con las zarzas que con los seres civilizados", "¿De qué era su licor?", "De eucalipto, seguro", "¿¡HAY TILFORD DE EUCALIPTO?!", "¿¡NO LO SABÍAS?!", "¡¡NOOOOO!!".

Tu historia pasa, aparentemente, desapercibida entre los relatos del resto de tus compañeros.

Cargando editor
26/05/2019, 10:25
Patrick Bellamy

En la caravana en la que hemos llegado corría el rumor de que en Tilford había un Bufón sin igual con un sólo ojo y sin duda, al ver tus acrobacias y al saber que practicando fue como perdiste el ojo, ha merecido realmente la pena llegar hasta aquí para presenciarlo. Brindaré por ti y si me haces reir quizá hasta te lleves una moneda de oro 

Aún tendido en el suelo, con una mezcla de aturdimiento y cierta teatralidad, el mediano observa al elfo con su único ojo verde.

Se incorpora entre risas, rascándose la mata de pelo rojo que adorna su testa.

-Mi buen señor, aún no nos conocemos lo suficiente como para que os cuente cómo perdí realmente el ojo-, una mueca astuta cambia su rostro. -Pero mi corazón se alegra de que os resulte divertido. Los vuestros soléis disfrutar más de la soledad, de los animalitos y de las plantas, por lo que vuestro sentido del humor está... menos desarrollado. Puedo comprenderlo. No obstante, os prevengo: mi tamaño puede llevaros a la errónea percepción de que soy inofensivo. No diré que os amenazo. Os advierto. Gentilmente, añado. Porque uno de los vuestros, fuera del bosque, es poquita cosa. Muy. Poquita. Cosa.-, Bellamy habla despacio, con confianza, sin achantarse por la fría mirada de Ulus.

Luego, el mediano hace una reverencia hacia el elfo y da un trago a la damajuana.

-A tu salud, colega-. Su ojo bulle con la energía del que está acostumbrado a las pullas, retando la mirada del elfo.

Luego se gira hacia los demás, recuperando su alegría inicial.

-Señoras, caballeros, me han encantado sus historias. Lamento decir que tengo una favorita.-, dice mirando a Kendra mientras se ruboriza ligeramente. -Mi querida señora, si su evangelista lo considera oportuno, ¿me concede este baile?-, el mediano hace una indicación a los músicos, como queriendo que se preparen.

Notas de juego

Todos: los que habéis consumido el magnífico Tilford... Tirada de Constitución a dificultad 20. 

Si falláis, escribid vuestros próximos mensajes con claras influencias etílicas de nivel 1. Sólo a nivel interpretativo. Es por pura diversión ^^

Ser Sobek, no es necesario que hagas tirada. A ti el Tilford no te afecta. Los demás ya podéis sentir envidia. O no XD

Daron: Tu tirada es por el Tilford de pomelo. Constitución a dificultad 30. ¡JAJAJAJA! Si fallas, interpreta con claras influencias etílicas de nivel 3. Insisto, sólo a nivel interpretativo XD.

Todos: Faltan unos cuantos mensajes todavía. Aguardad a la tarde para empezar las contestaciones.

Cargando editor
26/05/2019, 10:47
Director

Miro a uno de los parroquianos, y por lo bajini le pregunto

"¿Pasa algo con el Tilford de Pomelo?"

-¡¿¿¿¿¿¿¿¿Que si pasa algo con el Tilford de pomelo???????! 

-Troy, es un recién llegado.

-Ah, tienes razón... Le perdonaré por eso.

-El Tilford de pomelo tiene efectos secundarios... indeseables...

-Te pone voz gangosa durante varias horas.

-Y te lloran los ojos.

-Y se te fruncen los labios. Durante horas.

-Y te detecta todas las caries.

-Y te mata el paladar.

-Y...

-Vale ya, Troy, creo que lo ha pillado. 

-Es el licor más fuerte del pueblo. Sólo apto para valientes.

-También es el arma más fuerte del pueblo.

-Sí, eso también.