Partida Rol por web

| DESCRIPCIÓN DE LA CIUDAD DE LOS ELFOS |

Es una ciudad protegida por la poderosa magia de los elfos, de modo que nadie puede verla salvo que ya la haya visitado anteriormente. Está en las montañas Sphirock, se accede por una cueva oscura y al final de ésta hay una pared. Basta con poner la mano para poder entrar. La misma magia que protege la puerta será la que detecte si el recién llegado tiene permiso para entrar. Si acepta, las rocas se desprenderán de la pared dejando un hueco lo bastante amplio como para pasar sin necesidad de encogerse.
Una calle ancha y amplia, bordeada con hermosas flores, se extiende a lo largo hasta llegar al castillo donde reside el Líder de los Elfos. A ambos lados de la calle principal están los hogares de los elfos habitantes, todas pintadas de blanco y adornadas con flores, enredaderas... Todo de un verde intenso. A la derecha de la calle principal, muy cerca de la entrada, hay un árbol con ramas que caen hasta el suelo, creando una hermosa cortina de hojas verdes.

| DESCRIPCIÓN DEL CASTILLO |

Una nave central presidía el edificio, mientras que cuatro torres la flanqueaban, una en cada esquina de la nave. Y justo en el centro de ésta, otra gran torre, la más alta de todas. Al entrar por la gran puerta de roble había un enorme vestíbulo con unas paredes de mármol blanco que brillaban con las luces de las brillantes lámparas que colgaban del alto techo. Éstas eran de plata y tenía millones de lágrimas blancas que daban una luminosidad al vestíbulo que simulaban estar en el mismo cielo. La estancia era rectangular y a cada lado había una escalera ondulada, las cuales se unían al llegar al piso superior, finalizando ante un arco blanco de piedra. En las paredes había colgados cuadros de pinturas, cada una interpretando a un animal mágico o de la mitología: unicornios, sirenas, centauros, etc. Eran preciosos y se había empleado colores muy vivos para plasmarlos. Además, también había enredaderas. Justo bajo las escaleras estaba la sala del Consejo Élfico. Al lado derecho del vestíbulo el comedor y al lado izquierdo las mazmorras.
Subiendo las escaleras, en el piso superior, había un largo pasillo donde se acumulaban las puertas de los aposentos.

| JUGADA MASTER |
 

El sol había hecho su aparición entre las montañas y alumbraba intensamente la Ciudad de los Elfos, que en ese momento mostraba su actividad habitual de todas las mañanas. Algunos elfos paseaban por la calle principal disfrutando del buen tiempo y otros se encargaban de mantener limpios sus hogares. El cielo estaba completamente despejado, algo extraño para la época de oscuridad que se vivía en aquel reinado. A pesar de que todos los habitantes de esa ciudad lo tomaban como un buen presagio, esperando que la salvadora de la Tierra Media por fin apareciera, había una persona que no lo consideraba así… Risk, el Líder de los Elfos, no había hecho público que no se recibían noticias de Jack. La última misiva que le había enviado Grey a Risk había sido bastante preocupante. En ella le había confesado que llevaba tiempo sin contactar con Jack. Desconocían si las misivas llegaban a su destinatario o había sucedido algo. O quizá, simplemente, no había nada de lo que informar. Sin embargo, Risk había hecho llamar a todos los que formaban su círculo de confianza. Les había reunido a todos en la sala del Consejo Élfico, cuyos miembros también estaban presentes. Estaban todos sentados alrededor de la alargada mesa de roble: Risk, Walgior, Nacilë y los miembros de su consejo.
El motivo de la reunión no había sido revelado y Risk era el único que lo sabía, de modo que era el responsable de informar a los demás lo sucedido con Jack y aportar posibles soluciones o teorías.

| SALA DEL CONSEJO ÉLFICO |

Se mantiene sentada, rígida en su asiento, con mirada displicente hacia los que había a su alrededor. Nadie decía una palabra, expectantes estaban a lo que quedaba por decir. Lo que les reunía en aquel lugar y que durante tanto tiempo había suscitado tantas dudas e intrigas

- ¿Y bien? ¿Pondréis fin a nuestro terrible tormento de incertidumbre? - pregunta con una sonrisa, llena de sorna, en sus labios

| Sala del Consejo Élfico |

Me encontraba sentado, tranquilo, con los brazos cruzados. Debía admitir que encontraba a Risk algo inquieto, pero no debía apresurarme a decirle o preguntar nada. De todos modos Nacilë ya lo hizo por mi.

Guardé silencio, esperando una respuesta, mirando directamente a sus ojos, en busca de alguna señal.

| APOSENTOS - SALA DEL CONSEJO ÉLFICO |

Su rostro reflejaba la preocupación que sentía.  Jack era, entre otras cosas, un amigo y un guardián y, aquello último, significaba un constante peligro.

Había solicitado una reunión con el consejo, habría preferido hablar en solitario con Walgior, al menos en un primer momento, pero era necesario seguir ciertos protocolos.  Protocolos que incluían un vestuario llamativo pero incómodo.  Respiró profundo y continuó ataviándose, a veces odiaba aquellas cuestiones protocolares.  Al salir de su habitación su escolta lo acompañó hasta la sala donde se había reunido el consejo.

Nacilë habló aún antes de tener permiso para hacerlo lo que generó miradas incómodas y algunos susurros en buena parte del consejo, pero una sonrisa en el rostro de Risk.

-Veo que todavía no has  aprendido a dominar tus ansias joven Nacilë.  No te preocupes, pronto acabará vuestro tormento.-  Se puso de pie y su rostro volvió a teñirse de preocupación -Hace ya más tiempo del que considero prudente hemos dejado de tener noticias de Jack.  Podría pensarse que las misivas se perdieron, que no llegaron a destino, esto es igual de preocupante ya que podría significar que alguien a encontrado la forma de hacerse con nuestras comunicaciones.-  Apoyó sus manos sobre la mesa que se tendía frente a él y luego volvió a enderezarse.  -Este es el motivo por el que he organizado esta asamblea.  Deseo conformar una partida que contacte de forma personal con Jack y averigüe el verdadero motivo de su incomunicación.-

| Sala del Consejo Élfico |

Escuché atentamente a mi amigo y compañero, sin cambiar la expresión en ningún momento. Pude escuchar susurros justo después de dejar de hablar, imagino que preguntandose mil cosas unos a otros. Sin demorar ni un segundo alcé mi voz sobre la de ellos, sin levantarme, ni mover un solo músculo en la silla.

-Me ofrezco voluntario para llevar a cabo esta empresa.-fue entonces cuando los susurros cesaron.-Hay que ir hasta la última posición de Jack y averiguar que a ocurrido. De todos modos no podemos permitirnos el lujo de partir demasiados. Si han conseguido localizar de dónde vienen los mensajes, pueden aparecer en nuestra ciudad en cualquier momento. Nuestra mágia para permanecer ocultos no es tan eficaz si saben por donde buscar.

Volví a guardar silencio, esperando a que Risk pensase en lo que dije e importandome un bledo lo que pensasen el resto de asistentes. Al único que daría explicaciones es a él.

| JUGADA MASTER |

Después de que Risk hiciera pública la razón de su reunión, los miembros del Consejo Élfico comenzaron a murmurar entre ellos, preocupados por la posibilidad de que la misión para la que había sido encomendado Jack fracasara. Cuando Walgior se ofreció voluntario para acudir a Plenisford y comprobar qué sucedía, los murmurllos se hicieron más intensos. Algunos se mostraban de acuerdo y otros negaban fuertemente con la cabeza, alzando la voz por encima de sus compañeros de consejo. De repente se había formado un jaleo importante, tanto que no podían escucharse entre ellos.
- ¡No puede ir él!- exclamó uno de los elfos.
- ¿Quién lo hará entonces, nuestro Rey?- preguntó irónicamente otro miembro del consejo, entre risas.
- ¡Puede ir cualquier soldado de nuestro ejército!- bramó otro, encarándose con el primero que había hablado.
- ¡Walgior es el más capacitado para luchar contra el enemigo si se interpone en su camino!- volvió a gritar otro.
De repente todos empezaron a discutir y nadie podía entender una palabra de lo que decían los demás.

| Sala del Consejo Élfico |

-SILENCIO- vociferó mientras descargaba su puño contra la madera de la mesa.  -Sin escucharnos y hablando unos por sobre los otros no llegaremos a ningún acuerdo.-  hizo un segundo de silencio esperando que todos y cada uno de los presentes callase. -Walgior.  Tienes mi bendición de momento, sin embargo antes de aprobar tu partida me gustaría escuchar a tus detractores.  Quienes desaprueban la partida de Walgior hablarán ahora, de forma ordenada-  Tomó asiento y escuchó

| Sala del Consejo Élfico |

Apreté la mandíbula, aguantando las ganas de levantarme y gritar a todos que eran unos incompetentes. Pero el respeto es algo que valoro... Y la paciencia...
Vi justo dejar que hablasen los que veían mal mi partida. No lo encontraba lógico, pero había que escucharlos.

Mis ganas por salir de la ciudad eran inmensas y esta misión era la ocasión perfecta. No nací para estar tras unos muros, eso lo sabían todos. En especial Risk.

| JUGADA MASTER |

Los elfos del Consejo Élfico se relajaron después de que Risk así lo ordenara. Escucharon atentamente y esperaron a que el Rey de los Elfos terminara de hablar para hacerlo ellos a continuación.
- No creo que Walgior esté capacitado para hacer un viaje tan largo y hacerlo solo- dijo uno de ellos, con el ceño fruncido.
- Yo simplemente creo que tenemos soldados capacitados para ir y que no supondrían una pérdida tan grande como la de Walgior en caso de que fracasara en su misión. Soldados tenemos muchos pero Walgior... Walgior es un elfo muy demasiado valioso para nuestra raza- dijo otro, con una pequeña sonrisa dirigida al elfo a pesar de que era consciente de que sus palabras no le gustarían en absoluto.
- La mano derecha del Rey no puede arriesgarse a realizar tal misión. Hay elfos que lo harían gustosamente y no tendría que hacerlo él- añadió otro, uniéndose a la opinión del segundo que había hablado.
- Todos sabemos que es un gran luchador pero no tendría ninguna posibilidad si un ejército del Rey de la Tierra Media le rodeara. Acabarían con él sin esfuerzo- añadió un cuarto miembro, apoyando más al primero de todos los que habían hablado.
 

| Sala del Consejo Élfico |

- Tal vez se le necesite aquí más que en otro lugar si es que nuestra localización ha sido descubierta - comenta por fin, alzando la voz, cuando ve que ningún otro alza la voz con otros argumentos - ¿Quién defenderá nuestra hermosa ciudad si nos vemos en peligro?

Quería ver las respuestas que se alzaban a su pregunta.
Por el momento, se habría entretenido viendo alzarse todos en respuesta acalorada y furiosa, queriendo hacerse oír entre todas las voces. Ahí es donde se vería realmente de que pie cojeaba cada uno de los presentes

| Sala del Consejo Élfico |

No aguantaba ni un segundo más. Golpeé la mesa con el puño cerrado y me levanté, haciendolos callar a todos.

-¡Ningúna vida es más valiosa que otra!.-exclamé, mirandolos, uno por uno.-Decís que sería una pena que perdiese mi vida en esta misión. ¿Acaso no sería una lástima que la perdiese también cualquier otro?.-entonces miré a Risk.-Amigo mio, tu y yo sabemos que soy de los que más indice de éxito tiene en sus objetivos, sea cuales sea. Si queréis a Jack de vuelta enviadme a mi y volveré tan pronto para defender la ciudad de cualquier posible ataque, si es que saben de nuestro paradero.-volví la mirada a los presentes.-Si algún otro vuelve a valorar una vida más que otra en mi presencia le hare valorar la suya a punta de espada.-me senté, irritado aún y sin intención de disimularlo.

Solo era un élfo, bien entrenado y curtido en combate, pero uno más. Si me "guardaban" para otros fines otros importantes serían desperdiciados. Como este...

| Sala del Consejo Élfico |

Ninguna razón de las que le habían dado los consejeros parecía adecuada para negar a Walgior la tarea para la que se había postulado voluntario.

Se giró entonces a Nacilë con una sonrisa en el rostro.  -¿Crees que un sólo elfo podría defender nuestro reino de un ataque? Quizás también pienses que debo otorgarle la corona y abdicar en su nombre- se puso de pié con el rostro serio -Walgior, seré sincero contigo.  Las razones del consejo no me parecen suficientes para negarte esta... tarea.  Sin embargo tu falta de templanza podría entorpecer tu quehacer.  Dejaré en manos del consejo la elección de aquellos que llevarán a cabo la tarea.  Deberán ser diestros en la lucha, pero por sobre todas las cosas saber desenvolverse con diplomacia y tacto- Miró fijamente a Walgior cuando pronunció estas últimas palabras y le sonrió -Ocho hombres, no más, no menos.  Ahora tengo otros asuntos que atender, confío en la elección que tomen- se puso de pie y se dirigió a la puerta, la abrió y antes de abandonar la habitación se giró y dijo -Walgior,  no tienes nada que hacer aquí, el consejo bien puede decidir sin ti.  Ven conmigo-  Una vez ambos se unieron a él se dirigió a sus aposentos.

| Aposentos del rey |

Divertido por negarle a Walgior su valeroso acto tomó asiento y esperó a que sus compañeros hicieran lo mismo.  -Y bien... ¿Qué piensas de la decisión que he tomado?-

| JUGADA MASTER |

Los miembros del Consejo Élfico asintieron con la cabeza después de que Risk tomara una decisión. Una pequeña minoría se mostraba decepcionada, pues confiaban en que Walgior podría acudir a Plenisford para comprobar lo que sucedía con Jack. Sin embargo no había sido así y no tenían más remedio que aceptar su decisión. Risk y Walgior salieron de la sala, dejando solos a los miembros del Consejo Élfico.

- Deberíamos mandar a un grupo de soldados de la guardia real, que están muy bien preparados para tal misión- dijo uno de los miembros mientras los otros afirmaban con la cabeza, mostrándose de acuerdo.
- Yo sigo pensando que es una estupidez. Walgior tiene un dragón blanco y con él viajaría a mayor velocidad de lo que podría hacerlo un grupo tan numeroso de soldados- espetó otro de los que no estaban nada satisfechos con la decisión de Risk-. En menos de un día estaría en Plenisford-.
- Pero si a Jack le tienen capturado y también tienen la tercera réplica... Walgior moriría en menos de dos segundos- añadió otro, provocando algunos murmullos de temor.
- Si el Rey tuviera ya la tercera réplica lo sabríamos... Nos habría encontrado ya y estaríamos todos muertos- espetó otro, creando una pequeña discusión entre todos los miembros del consejo.

| Aposentos de Risk |

¿Desde cuándo mi templanza era un inconveniente en una misión? Me quedé increiblemente sorprendido con la respuesta de mi Rey. No dije palabra hasta llegar a sus aposentos.

-Aceptaré cualquier decisión que tome, pero no puedo permitirme el lujo de darle la razón en la que acaba de tomar.-solo aceptaba ordenes de él, y aunque siempre las cumplía por mi eterna lealtad, no siempre me encontraba deacuerdo. Esta era una de esas veces.-Pienselo un instante, de nuevo. Hablamos de Jack, de su seguridad y la del resto de los elfos. Necesitamos saber cuanto antes si saben el paradero de la ciudad. Como bien dijo a Nacilë, no porque yo este aquí se defenderá mejor la ciudad de un ataque. Tiene grandes soldados por si eso ocurriese.

Hice una pausa, mirando por la ventana desde mi posición un breve instante.

-Necesito salir, Risk. Es algo necesario para nuestra seguridad y algo personal. Llevo mucho tiempo protegiendo la ciudad y entrenando a nuestros hombres y no quiero oxidarme.- aquello último era una mera excusa, porsupuesto. Jamás me oxidaría.

| JUGADA MASTER |

Antes de que Risk pudiera responder a lo que Walgior le estaba diciendo, un pájaro negro y pequeño entró en los aposentos del Líder de los Elfos a gran velocidad. Se posó en el hombro de Risk y éste comprendió que era el pájaro que utilizaban para comunicarse con Jack. En la pata tenía atado un pequeño pergamino con una nota:

"Las cosas han cambiado y se han complicado. Me dispongo a salir junto a Naida hacia vuestra posición. Nos vemos en unos días. Jack"

Obviamente Jack no había querido indicar la posición exacta donde se encontraban para no delatarles en caso de que interceptaran al pájaro.

| Aposentos de Risk |

En cuanto Walgior comenzó a hablar Risk sonrió y luego rió.  Valoraba la franqueza del hombre aún más que sus habilidades cómo guerrero.

-Creo que tienes toda la razón, pero como dije, tu lengua y tu falta de templanza podrían poner en peligro no sólo a Jack, sino a todos nosotros.- dijo con una sonrisa provocadora -Así que decidí hacer otra cosa, dejaremos que el consejo envíe a quienes considere son capaces de llevar a cabo la tarea.  Mientras tanto tu y yo partiremos en solitario y en secreto, ellos serán más y atraerán las miradas, mientras nosotros nos escabullimos y averiguamos que sucede.  Saldremos dos días después que los enviados del consejo.  Todavía dudo si incluir a Nacilë en esto, creo que ya será suficientemente complicado dejar a la ciudad sin rey como para que también nos llevemos a quien preside el consejo.  Dime ¿Qué opinas?-

No había hecho más que terminar aquellas palabras cuando el ave que usaban para comunicarse con Jack llegó, de su pata pendía un mensaje, lo leyó y su rostro cambió.

-La posición de Jack se ha visto comprometida.  Viene para aquí con la mujer- caminó preocupado -Quiero que te prepares, esto cambia por mucho nuestros planes.  Saldrás de inmediato en busca de Jack y su carga.  Deberé hablar con el consejo  ahora, pero tú te adelantarás a cualquier decisión que tomemos.  Intentaré reunirme con ustedes cuanto antes-

Esperó unos segundos por si Walgior tenía algún comentario que hacer y luego marchó a la sala del consejo, esperaba que la reunión todavía no hubiese finalizada para cuando él llegase

| Sala del Consejo Élfico |

Escucha atentamente cada una de las opiniones de los allí presentes, hasta que se acaba formando una discusión desde la que no se llegaría a ningún sitio. Solo el caos y el miedo que les llevaría a la destrucción.
Para calmarlo, se alza en pie y habla con voz potente y firme:

- Basta

Una vez calmados, vuelve a sentarse con actitud preocupada.

- Nuestro amado Walgior tiene un espíritu noble, cree que su vida tanto como la de los demás, pero a la vez las arriesga - comienza a hablar, una vez que encuentra silencio para poder opinar con libertad - Tal vez el Rey esté esperando a nuestro movimiento para saber si abatirse sobre nosotros o no, tenemos que ser prudentes... Quizás Walgior con algunos soldados que lo guarden. No creo que fracasen todos, y en caso de que fallara alguno de los dos, nuestro valiente paladín y su escolta, el otro podrá cumplir su objetivo. No más de lo necesario ni menos de lo prescindible...

| JUGADA MASTER |

Los miembros del Consejo Élfico seguían debatiendo sobre qué era mejor hacer. Algunos estaban de acuerdo con Nacilë y otros no tanto. Unos creían que enviar a Walgior era perder al elfo más valioso que tenía la raza. Sin embargo otros se ofendían cuando escuchaban esas palabras pues consideraban que ningún elfo era más que otro. A pesar de eso creían que era menos arriesgado enviar soldados cualificados que podrían soportar cualquier ataque, tal y como había ordenado Risk.

- ¡Podemos negarnos! ¡No tenemos por qué aceptar las indicaciones de Risk!- exclamó uno de ellos, iniciando una nueva discusión. Muchos de los miembros se escandalizaron ante tales palabras y se pusieron en pie, discutiendo entre ellos.
- ¡No puedes hablar en serio! ¡Risk es la mayor autoridad, incluso más que Nacilë!- exclamó otro sin temor a las represalias que pudiera tomar la líder contra él. No parecía importarle decir lo que él consideraba verdad.
- ¡Aquí hay gente que es más leal a Nacilë que a Risk!- gritó el primer elfo.
- ¡Risk es nuestro Rey, tienes que ser fiel primero a él y después a quien sea, pero no puedes venir aquí y decir que Nacilë tiene poder sobre Risk! ¡No blasfemes delante de mí o tendremos problemas!- bramó otro, con el rostro enrojecido por la cólera.

Justo en ese instante llegó Risk después de ordenar a Walgior que fuera en busca de Jack y su compañía. Al ser su mano derecha sabía perfectamente que habían residido en Plenisford hasta ese momento que habían decidido marcharse. No necesitaría el mapa para saber dónde se encontraba dicha ciudad ya que después de tantos siglos se lo había aprendido de memoria. Con eso y con su dragón llegaría de inmediato a su destino. El Rey de los elfos le había dado vía libre para que se marchara de inmediato. Sin embargo el problema que tenía Risk era más inquietante. Las discusiones en la sala del consejo se habían detenido repentinamente ante la llegada del Rey pero en sus rostros se reflejaba lo acalorada que había sido la conversación.