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Lágrima Hechicera: El descubrimiento

Isla

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11/03/2013, 18:30
Director

| JUGADA MASTER |

Risk había dispuesto todo para que se pudiera registrar el castillo sin tener que perder de vista a la elfa misteriosa, Lissy. Su extraña forma de llamar la atención de los tripulantes del barco había hecho pensar que les atacaría, que intentaría acabar con sus vidas, pero no había sido así. Había aceptado la opción de acompañar a Risk y los demás hasta el interior del castillo para comprobar que realmente fuera seguro.
Sacaron una tabla que colocaron sobre las rocas, para que los demás pudieran descender. En primer lugar lo hizo Luna y después Naida. La muchacha tenía ganas de saber si aquella elfa era de fíar o si, por el contrario, debían acabar con ella en ese mismo momento. En cuanto Naida estuvo lo suficientemente cerca de Lissy, el colgante comenzó a emitir unas luces blanquecinas tan intensas que podían cegar por unos segundos. Ésa era la señal que estaban esperando, lo que les indicaba que podían confiar en Lissy, que no buscaba dañar a ninguno de los presentes. La elfa se quedó observando con sorpresa el colgante, entendiendo quién era la joven que tenía ante sus ojos y le dedicó una pronunciada reverencia, doblando las rodillas de una manera muy elegante.
- A su servicio- fue lo único que dijo la elfa y con la mano estiró del brazo al joven Joseph para que también se inclinara ante ella. Sin dudarlo lo hizo, no por temor a las represalias, sino porque realmente le apetecía hacerlo. Se había quedado anonadado con la belleza de Naida y a pesar de estar inclinándose ante ella no podía dejar de mirar sus profundos ojos.
Antes de que se pudiera decir o hacer nada más, Melpénome salió desde las aguas con aquel chorro manteniéndola en el aire. Sonrió a Lissy, sorprendida.
- ¡Lissy! ¿Qué hacéis por aquí? Pensaba que seguiáis oculta- comentó Melpénome.
- Y así era, pero he ido de un lado a otro buscando la manera de detener el avance del Rey. Es complicado pero algo he ido haciendo estos años- dijo Lissy, con una sonrisa elegante de oreja a oreja.
Justo en ese momento se escuchó un ruido en el cielo. Los dragones de Lissy estaban atacando una de las torres, lanzando fuego por sus bocas. De las demás torres aparecieron arqueros pero no parcían soldados corrientes. Vestían túnicas negras y sus rostros estaban completamente cubiertos. Sus flechas no eran corrientes, pues se dirigían hacia el grupo con gran velocidad y con una bola de fuego en la punta. Estaban hechizadas y Lissy no pudo evitar mostrar su sorpresa cuando se vieron sorprendidos.
- ¿De dónde han salido?- preguntó, poniéndose delante de Joseph y Naida para intentar protegerles, pero una de las flechas le atravesó el brazo derecho antes de que pudiera utilizar su magia.
Todo estaba sucediendo muy rápido y de la puerta del castillo salió un grupo de encapuchados con los brazos extendidos. Eran decenas, centenas... No podían saberlo con exactitud pues la oscuridad de sus túnicas se mezclaba con sus cuerpos y sus cabezas. Puede que incluso fueran menos numerosos de lo que parecía en un principio, pero impactaban. Andaban al mismo paso, al mismo ritmo, y se detuvieron a pocos metros de ellos.
Los arqueros desde las torres seguían lanzando flechas encendidas con fuego. Una bandada de pájaros negros comenzó a sobrevolar el barco de manera demasiado amenazante. Les estaban acorralando.

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12/03/2013, 12:03
Markus

| ISLA |

Markus observó a su alrededor, viendo que la situación degeneraba rápidamente. Echó mano a su arco, pero sería inútil contra todos aquellos enemigos. No podían derrotar a todo un ejército, y además Lissy ya había sido herida.

- ¡Estupendo! -se quejó-. ¿Y ahora qué hacemos?

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12/03/2013, 14:31
Walgior

| Isla |

Observé la escena y maldije en voz alta. Vi como herían a Lissy y entonces di un fuerte chiflido llamando a mi dragón, que no tardó en aparecer. Le ordené atacar la torre de donde disparaban los arqueros, pero no solo con fuego, destruyendo a golpes aquella estancia, con la cola o las patas, lo que hiciese falta.

-¡Hay que actuar!.-exclamé, en respuesta a Markus.-¡Atacad por los flancos! ¡Usar las rocas en vuestro beneficio subiendo en ellas!.

A pesar de decir aquello de las rocas, que claramente era para que tuviesen una ventaja de altura, yo corrí de forma directa a los encapuchados, quería que se centrasen en mi y los demás atacasen sus flancos, debilitandolos poco a poco.

Melpénome!.-la llamé mientras corría.-¡Sumerge a Naida y Luna en las aguas! ¡Protégelas!.

Después de atacar a algunos enemigos con mi espada, usé mi mágia con la intención de hacerles retroceder de forma violenta, elevandolos en el aire y luego dejandolos caer lo más lejos posible. Si tenía suerte alguno moriría en la caida...

- Tiradas (2)
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12/03/2013, 16:00
Jack

|Isla|

Jack observa todo con gran sorpresa. Se supone que los elfos tienen una gran capacidad para evitar ser sorprendidos y ademas varios de los miembros del grupo son usuarios de magia. Sin embargo un gran numero de enemigos les esta atacando por sorpresa y han conseguido herir a Lissy.

Jack reacciona rapidamente sacando su espada y sosteniendola en una mano tratando de desviar alguna posible flecha que vaya en su direccion.

Asiente a Melpenome ante la sugerencia de Walgior.

Lissy ha sido herida por ponerse delante de Naida y Luna, y es Jack quien toma su posicion y tratara de poner a la elfa a salvo tan pronto Naida como Luna esten a salvo con Melpenome.

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13/03/2013, 00:52
Director

| JUGADA MASTER |

Antes de que Walgior llevara a cabo su ataque le pidió a Melpénome que protegiera a las muchachas y aunque Naida se negaba a hacerlo, la Reina de los Mares no le dio opción a resistirse. Se lanzó a por Naida, mientras que otras dos sirenas emergían del agua para llevarse consigo a Luna y Joseph.
Los tres desaparecieron repentinamente, siendo tragados por las sirenas y por el mar.
Walgior comenzó el ataque con su espada, dirigiéndola directamente hacia los encapuchados que también se ponían en guardia. Sin embargo consiguió matar a unos cuantos, al igual que con su magia. Salieron despedidos hacia atrás varios de ellos, golpeándose fuertemente contra las paredes del castillo, muriendo casi en el acto. Era muy elevada la fortaleza de la magia del elfo.
Su dragón tampoco se quedaba atrás. Atacó las diferentes torres, con ayuda de los dragones de Lissy, que seguía herida. Intentaba mantenerse en pie y con el brazo izquierdo comenzó a lanzar su magia contra los encapuchados, pero sabían protegerse. La magia de Lissy era débil y necesitaba ayudarse de su brazo derecho.
- ¡Maldita sea!- bramó la elfa, después de sentir un gran alivio cuando la Reina del Mar se llevó también a Joseph.
Míriel se puso en guardia y cargó su arco con un par de flechas, las dos juntas. Apuntó directamente a los encapuchados y las lanzó, atravesando sus cuerpos. No se detuvo para celebrarlo, sino que cargó nuevas flechas para repetir el mismo movimiento. Seguiría así hasta que el combate cuerpo a cuerpo la reclamara.
Desde el ejército de los encapuchados salieron varios arqueros, que lanzaron flechas a Risk, Jack y Markus.

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13/03/2013, 14:29
Jack
Sólo para el director

Notas de juego

Que manera de morir. Acribillado a flechazos buaaaaaa

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14/03/2013, 00:27
Director

Notas de juego

Lanzad los dados para saber si recibís el impacto de las flechas o no.

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15/03/2013, 14:13
Markus

Notas de juego

¿Cuántos lanzamos? ¿Uno por cabeza? =P

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15/03/2013, 14:49
Jack
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Soy pincho moruno.

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15/03/2013, 15:16
Walgior

| Isla - Cerca del castillo |

Respiré hondo, sintiendo como alguna gota de sangre de algun enemigo caía por mi mejilla, como si de una lágrima se tratase. No había tiempo para descansar, quedaban muchos más y yo estaba en mi mejor momento. Apreté mis puños, sujetando con firmeza mi espada y volví a cargar contra ellos, dando un buen grito que me ayudaba a descargar con más fuerza. Me estaban rodeando, así que no había tiempo para usar la mágia. No paré de dar mandobles a diestro y siniestro, aganchandome, saltando, esquivando... No había un momento de descanso y eso me gustaba. La muerte no les llegaba a todos igual, pero yo siempre he deseado que a mi me encontrase luchando y dandolo todo por el todo.

-¡VAMOS!

- Tiradas (2)
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15/03/2013, 23:35
Director

Notas de juego

Sí, perdón. Un dado d20 por cabeza, sumando las habilidades que uséis. Si te defiendes con la magia pues sumas defensa+magia. Si lo haces esquivando o bloqueando las flechas con algún elemento, defensa+agilidad.

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17/03/2013, 12:42
Director

Notas de juego

Esperando a que tiren los dados los que faltan... >.<

Por cierto, Meridiana se dio de baja de la web, así que la plaza de Luna queda libre. De momento se convertirá en PNJ.

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17/03/2013, 14:22
Risk
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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17/03/2013, 14:28
Director

Notas de juego

¿Ya está? ¿Sólo eso? o.O'

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17/03/2013, 17:35
Markus

| ISLA |

Markus negó con la cabeza. Aquello no iba a ser tan fácil como simplemente "atacar por los flancos". Había enemigos por todas partes, y sólo moverse de manera que ninguna flecha se clavase en ninguna parte de su cuerpo ya era una proeza por parte de cualquiera de ellos.

El elfo de pelo oscuro utilizó su concentración para moverse con rapidez y evitar todos los proyectiles que se dirigían hacia él, que no eran pocos. Acto seguido decidió que, por muchos enemigos que hubiera, lo mejor sería empezar a despacharlos rápidamente, antes de que se vieran desbordados. Preparó una flecha en su arco y la disparó contra el más cercano de ellos, empleando su magia para hacerla aún más mortífera. No podían desfallecer o su viaje terminaría demasiado pronto...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiradas hechas.

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17/03/2013, 18:45
Director

| JUGADA MASTER |

Las cosas parecían complicarse en la isla. Cegados por la avaricia de querer saber más, de adquirir nuevos conocimientos sobre los colgantes, se habían topado con una de las vigilancias más importantes del monarca. En ejército de hechiceros se había quedado apostado en la isla y ninguno de ellos necesitaba transporte para moverse de un lado a otro, por eso Melpénome no había detectado ningún barco en los alrededores de la isla. Habían usado un potente encantamiento para mentenerse ocultos y por eso Lissy tampoco les había visto. Sin duda era un grupo muy poderoso y lo estaba demostrando en ese momento.
Los arqueros tenían buena puntería pues todas sus flechas iban dirigidas a sus objetivos, pero no todas los encontraban. Risk consiguió que se evaporaran con un simple movimiento de su mano, convirtiéndolas en una pequeña humareda que se elevó en el aire y desapareció en cuestión de segundos.
Markus se movió con tal agilidad que consiguió esquivar todas las flechas que se dirigían hacia él a gran velocidad. Parecía sentir su aproximación antes incluso de que llegaran hasta el lugar donde se encontraba, pues todas pasaban de largo y acababan perdiéndose a su espalda. Decidió no quedarse quiero y ser el primero en volver a atacar, no quería darles opción a que se adelantaran ellos de nuevo, de modo que lanzó su propia flecha hechizada. Atravesó el campo de batalla a una velocidad vertiginosa, cortando el aire, para atravesar primero el cuerpo de un hechicero y hacer lo mismo con el que se encontraba justo detrás. El encantamiento había sido tan efectivo que había conseguido aniquilar a dos hechiceros con una sola flecha.
Jack sin embargo no tuvo tanta suerte y dos de las flechas que le lanzaron se clavaron en su brazo derecho. Las demás pasaron casi rozándole, pero las consiguió esquivar. Al moverse provocó que las otras colisionaran contra el brazo que sujetaba la espada, impidiéndole moverlo con la agilidad que estaba acostumbrado. Míriel se dio cuenta de ese detalle y descargó de nuevo sus flechas antes de acudir en ayuda de Jack.
- Tenemos que ponerte a cubierto y curarte las heridas- dijo la elfa, creando alrededor de ellos una burbuja protectora que desviaba todas las flechas que se dirigían hacia ellos. Hizo lo mismo con Lissy, que seguía con aquella flecha clavada. La intención de Míriel era llevárselos a ambos hacia el interior del barco o sufrirían las consecuencias de sus heridas.
Melpénome volvió a aparecer en escena. Ésta vez tenía dos piernas en lugar de la cola e iba seguida de cerca por un pequeño ejército de soldados, usando también sus piernas. Todos quedaron sorprendidos, aunque ninguno conocía lo suficiente de las sirenas como para saber que también eran poderosos utilizando su magia.
La Reina de los Mares iba vestida con unos pantalones bastante amplios como los que solían llevar los hombres, unas botas hasta casi las rodillas, una blusa bastante amplia y una armadura cubriendo su tronco. Todas sus vestimentas eran de diferentes tonos de azul, combinado con detalles blancos. Estaba claro de dónde venía.
Alzó los brazos en el aire y un rayo salió desde sus manos, dirigiéndose hacia el cielo. De entre las nubes salió otro rayo idéntico, de color azul intenso, que se unió con el suyo que se elevaba hacia arriba. Creó una explosión y con ella una honda. Con sus manos la dirigió hacia el ejército de hechiceros, haciéndoles caer hacia atrás a la gran mayoría. Otros sin embargo habían estado preparados y seguían estando en pie. El único al que no le había afectado en absoluto la honda expansiva era Walgior, que se encontraba luchando contra ellos incansablemente. Se movía con gran agilidad, desplazándose de un lado a otro, esquivando los ataques de los hechiceros armados. Conseguía acabar con ellos, uno por uno, según se le iban acercando y le iban retando. Ninguno conseguía salir con vida, hasta que los hechiceros se abrieron paso y dejaron a la vista un encapuchado mucho más alto que los demás, aunque más delgado. Alzó las manos y dirigió dos bolas de energía rojas hacia el elfo, buscando impactar directamente contra su pecho.
Los arqueros prendieron sus flechas y las cargaron con magia, con encantamientos, para que no sólo dañaran al enemigo sino que les torturara antes de matarlos. Varias flechas se dirigieron de nuevo hacia Markus, Risk y Grey, ésta vez mucho más agresivas que las anteriores.

Notas de juego

Los que tengan que defenderse deben sumar agilidad+defensa (si es un movimiento defensivo sin magia) o defensa+magia (si intentáis bloquear el ataque con vuestra magia).

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18/03/2013, 17:07
Walgior

| Isla - Cerca del castillo |

Todo marchaba sin contratiempos. Claro que en una batalla todo pueda cambiar en cuestión de segundos. Un encapuchado más alto que los demás apareció entre los demás. Puede que a otro guerrero aquello le impusiera cierto respeto, cierto miedo e incluso tal pánico como para bajar la guardia y ser fácil de eliminar. Por desgracia para ellos aquello no me afectaba, todo lo contrario, me animaba. Todo enemigo merecía el mismo respeto en el campo de batalla.
Cuando comenzó su hechizo ya lo vi venir, su altura me ayudaba a prevenir sus movimientos. Alcé un puño cerrado en dirección a las bolas que se dirigían hacia mí, con intención de hacerlas volver a su dueño, con más fuerza y velocidad si aún cabía.

- Tiradas (1)
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18/03/2013, 18:18
Markus

| ISLA |

Markus continuó concentrado en evitar que las saetas le alcanzaran, mientras seguía invocando sus poderes mágicos para lograr que sus propias flechas sí alcanzasen sus objetivos. Viendo como estaba combatiendo Walgior, quizá hubiera una esperanza de salir victoriosos si todos mantenían la concentración y peleaban así hasta el final.

Tensó la cuerda de su arco y disparó una nueva flecha imbuida de poder mágico. Había que acabar con los enemigos más fuertes para evitarse problemas.

- Tiradas (2)
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20/03/2013, 13:07
Grey

| ISLA |

Todo se había complicado demasiado. Estábamos siendo atacados por un grupo de encapuchados que al mismo tiempo eran hechiceros y arqueros. Sus flechas se acercaban a nosotros con gran velocidad pero conseguí detenerlas con un sólo movimiento de mi mano, utilizando mi magia para impedir su avance.
Aproveché ese momento para mirar a mi alrededor. Jack había sido herido, al igual que Lissy. Naida y Joseph ya no estaban en peligro y estaban siendo protegidos por las sirenas de Melpénome, bajo el mar. Aún así, tenía la sensación de que todo podría complicarse aún más.

- Tiradas (1)
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20/03/2013, 13:29
Director

| JUGADA MASTER |

Grey consiguió detener las flechas que se dirigían hacia él, utilizando su magia. Con un movimiento rápido y seco de su mano las convirtió en cenizas, mientras una sonrisa maliciosa se dibujaba en su rostro. Sin embargo no pudo evitar sentirse algo incómodo, pues tenía la sensación de que lo peor estaba por llegar. Desconocía la razón de ello, pero aprovechó el momento para correr hacia el enemigo y mezclarse entre los encapuchados que preparaban de nuevo una carga de flechas. Blandía su espada al mismo tiempo que con la mano que le quedaba libre lanzaba algún encantamiento. Se movía con una agilidad increíble, al igual que su compañero Walgior, situado a unos pocos metros de él.

Éste se había encontrado con un encapuchado que parecía ser más poderoso que cualquier otro, o al menos más alto. No dudó en cargar su hechizo contra Walgior y aunque éste se preparó para bloquearlo, no pudo evitar que la misma fuerza le tirara al suelo. Sin embargo había conseguido evitar el efecto del hechizo y, por suerte para él, seguía con vida.
El encapuchado continuó su avance, acercándose al elfo. Levantó de nuevo las manos, intentando convocar unas enredaderas que aparecieran del suelo con el objetivo de atraparle y bloquear cualquiera de sus movimientos. Si Walgior no conseguía detener ese encantamiento lo tendría complicado para escapar de las enredaderas que ya empezaban a salir de las rocas. Sin embargo, alguien le ayudaría a evitarlo.

Markus no sólo consiguió desviar las flechas que se dirigían hacia él, sino que logró cargar una de las suyas con el objetivo de impactar contra el encapuchado que amenazaba a Walgior. Antes de lanzarla la cargó con magia, intentando así que fuera más mortífera que una flecha normal. Tensó la cuerda y cuando la soltó la flecha salió disparada a gran velocidad, cortando el aire con un silbido apreciable únicamente por los elfos gracias a que tenían ese sentido más agudizado que el resto. Atravesó el cuerpo del encapuchado, concretamente el pecho, y en su rostro se dibujó una expresión de sorpresa. Las enredaderas retrocedieron y volvieron al lugar de donde habían sido convocadas, mientras su creador bajaba los brazos. Se arrancó parte de la flecha pero la magia ya estaba haciendo su efecto y le rodeó, provocándole la muerte en cuestión de segundos. Cayó al suelo, aún con aquella expresión, y los demás encapuchados lo miraron con sorpresa. Algunos de ellos dirigieron su mirada hacia Walgior y otros buscaron al arquero que había provocado la muerte a aquel encapuchado. Uno de ellos hizo la señal a los arqueros para que cargaran contra Markus, lanzándole una infinidad de flechas, todas cargadas de odio y furia. Los que portaban espadas se lanzaron a por Walgior, cuatro encapuchados al mismo tiempo, blandiendo su arma con la intención de acabar con el elfo de una vez por todas.

Míriel se llevó a Jack y a Lissy, protegiéndose detrás de una roca para intentar curarles las heridas provocadas por las flechas. Sólo así podrían continuar con la lucha, pero necesitaban algo de tiempo. La elfa creó una burbuja protectora alrededor de ellos para impedir que dirigieran cualquier ataque hacia la zona donde se encontraban. Tanto Jack como Lissy estaban deseosos de volver a la batalla pero eran conscientes de que en aquellas condiciones morirían al primer asalto.

Melpénome se dedicaba a luchar con su magia mientras sus soldados lo hacían con las espadas. Poco a poco iban cayendo los encapuchados, al igual que las torres del castillo. Los dragones estaban haciendo bien su trabajo y esquivaban a la perfección las flechas que lanzaban contra ellos. Los arqueros que estaban apostados en las torres ya habían sido eliminados, de modo que habían avanzado, pero una nube negra se cernía sobre sus cabezas y se volvió todo muy oscuro.