Partida Rol por web

Las comadrejas son para el verano

Misión 1: Entregar el correo

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01/02/2018, 22:04
Director

Música

Erik, se siente importunado bajo la insistencia de los guardianes. Incluso se le pasa por la cabeza hacer que sus centinelas directamente os echen de la sala por las malas. Robin realmente no parecía tener nada que ofrecer con garantías, más allá de su palabra de que a cambio de un favor, sería retribuido por su familia en un futuro incierto y con herramientas que ellos mismos, siendo la ciudad de la madera y el musgo, podían permitirse.

Pero en el último momento, y fuera de todo pronóstico, se le pasa algo por la cabeza que parece que puede contentar a ambas partes. Se gira de nuevo hacia vosotros y con una pose de superioridad comienza a hablar...

- Veo que el futuro de estos pobres huerfanos es muy importante para vosotros. recita con fingida benevolencia - De acuerdo, me haré cargo del transporte de dos de ellos... incluso de los cuatro si así lo preferís. Eso lo dejo a vuestra elección. 

Os quedáis sorprendidos por el repentino cambio de parecer. Y no sólo vosotros, sino también su séquito que parece querer interpelarle, cuando les detiene, dejando claro quien mandaba.

- Eso sí, a cambio quiero que hagáis algo por mi.... declara con evidente interés por su parte. Teméis que lo que os pida esté fuera de vuestras posibilidades o incluso fuera de vuestro código ético. 

El silencio que se hace en la sala genera una creciente incertidumbre. Ya imaginabais que habría un "pero", mas no sospecháis de que puede tratarse.

- Haréis de escolta de la primera caravana del gremio del musgo que parta hacía Sprucetuck. espeta por las buenas... y sin cobrar nada. 

Era una astuta estrategia, contentar al gremio más importante de la ciudad con una escolta de nivel y sin coste alguno. De esta forma mataba dos pájaros de un tiro...

- Hablaréis con el maestre del gremio ...tipo con el que ya os habíais cruzado... y le ofreceréis vuestros servicios sin pedir nada a cambio. Simplemente le diréis que venís de mi parte. Esta es mi única oferta, tomadla o marchaos de aquí.

La frase era un ultimatum. Quizá vuestra única oportunidad de poner a salvo a esos críos. Y ahí estaba la decisión justo delante de vosotros.

Notas de juego

Tal como dijimos, si los 3 posteabais y yo tenia tiempo, pasaría a ritmo rápido de forma excepcional.

En cuanto a la resolución de la escena he optado por dar un giro a la trama. Considero, al igual que aconseja el manual, que cuando hay un fallo, no se intente de nuevo lo mismo o simplemente se diga que la cosa no ha funcionado y ya esta. Aconseja o meteros una condición negativa a los 3 o meter un giro que complique la cosas y eso he hecho. 

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01/02/2018, 22:46
Quentin

No era una decisión a tomar a la ligera, pero a Quentin no le parecía un mal trato. 

Es buena oferta —susurró a sus compañeros— Al fin y al cabo, nuestro siguiente destino después de Elmoss era Sprucetuck. Es un viaje que haríamos sí o sí, los pequeños tendrían por fin un hogar e incluso podríamos hacer que las sacas de correo fueran en el cargamento de los mercaderes.

Los bigotes del científico se movieron inquietos, y Quentin se volvió ligeramente para mirar al Gobernador.

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02/02/2018, 09:38
Robin

Robín sonrió incluso antes de que Quentin mentará lo obvio, le miró a él y a Dain y también susurró como si pensaran en la oferta - por mi está bien, no impide que repartamos las cartas, e incluso, creo que si me lo hubieran pedido como favor lo hubiera hecho encantado, sin pedir nada como bien dicta la palabra de la guardia de ayudar al necesitado.

Para Robín más que una condición aquello era un regalo. - escribiré una carta a mis padres y estoy seguro que mis padres cuidarán de ellos, y les pediré que lleven mi lanza como muestra de que efectivamente van de mi parte.

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03/02/2018, 08:11
Dain

-Cierto, nos viene muy bien la misión. Aunque no sé si debemos preocuparnos por el maestre... Veremos-concuerda Dain con sus amigos.

No era de buena educación los susurros en reunión, como tantísas veces le había repetido Dara, su madre, al charlatán de su hijo. Prefirió ser de nuevo honesto y hablar a la sala, respondiendo también oficialmente al nuevo trato.

-Estamos de acuerdo los tres en acceder a la propuesta, Gobernador Erik. Nos parece justa, a cambio del bienestar de los cuatro pequeños. Como pedís, iremos a hablar con el Maestre del Gremio del Musgo para acordar el viaje. Todos os estamos infinitamente agradecidos-el ratón se inclinó con respeto antes de despedirse del lugar al creer que ya estaba todo dicho-Os dejaremos con vuestras obligaciones para comtinuar con las nuestras, si no hay nada más en lo que podamos ayudar. Gracias de nuevo, señoría..

A pesar de las dificultades, estaba muy contento de que los niños pudiesen tener una estabilidad y un destino. Se lo merecían. Ellos, como Guardias, cumplirían con lo asignado como era su Deber y su Honor.

De momento no parecía mal trato.

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04/02/2018, 00:21
Director

Tras ser despachados por el Gobernador os acompañan a la salida. Uno de sus asistentes os acompaña hasta el vestíbulo de la casa de gobernación. Se trata de un ratón bastante mayor, quizá de unos 60 años, incluso mayor que el propio maestre del Gremio del Musgo.

- Dejad que os acompañe, me llamo Wilfred y seré vuestro representante en nombre del gobernador. Yo me ocuparé de presentaros como corresponde y de pagar por el transporte de los pequeños. Esperadme un minuto, voy a hablar con el tesorero, necesitaremos fondos para vuestros menesteres.

El anciano se ausenta durante unos minutos para aparecer con un cofrecito de madera. Es su interior, las monedas prometidas por el gobernador...

- Seguidme, no está muy lejos de aquí os pide mientras salís al exterior. Y era cierto, la zona alta de la ciudad sólo albergaba aquellas edificaciones de mayor importancia para el comercio en Elmoss.

Tras unos minutos os encontráis la calle del Gremio...

 

No tardáis en impregnaros de nuevos con ese olor característico. Decenas de ratones van y vienen cargados de cajas de madera, otros rodando barriles y en general se respira un ambiente ajetreado. Parece ser que se trataba de una importante época del año. Oyendo aquí y allá las conversaciones y ordenes que dan los capataces os hacéis una idea de la situación.

Tras pasar todo el invierno bajo tierra, el musgo estaba listo para ser transportado. Sprucetuck probablemente estuviera con sus existencias bajo mínimos, pues las rutas de comercio eran impracticables.

Pasados unos almacenes os dirigís a la cámara del maestre. Este estaba enfrascado en unos documentos cuando os deja pasar. Al ver la cara de Wilfred se sorprende...

- Espero que me traigas buenas noticias viejo amigo. ¿Al final el gobernador recapacitó? Ya sabes que apenas puedo pagar a mis ratones. manifiesta fastidiado.

- No puedo asegurarte nada respecto a eso. Ya sabes como es el sistema de aranceles, tan arcaico como yo. No, vengo a ofrecerte una escolta de parte del gobernador. Este año podréis viajar amparados nada menos que por tres Guardianes. expone el viejo asistente.

- Bueno... algo es algo. Pero que ese Pendelton no se crea que por este gesto voy a olvidar el tema de los impuestos. ¡Habrase visto! A mis años tener que andar suplicando a un rapaz... Y hablando de arrapiezos ¿Quienes son vuestros acompañantes? refiriéndose a los chiquillos, que siempre andaban enredando.

Matt y Jacob al daros la vuelta habían empezado a jugar al escondite entre los estantes...

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04/02/2018, 02:16
Robin

Mientras controlaba un poco a los pequeños para que no hicieran alguna trastada, dejó que fueran Dain y Quentin quienes interactuaban con el mercader, mientras que él preparaba la carta para sus padres...

Cita:

A la atención de los seño... (Es broma jeje, si os llamo señores me dais un capón desde Barkstone).

Mamá, papá, estos dos pequeños son Marvin y Talín, han perdido a su familia y en mi primera tarea (luego os hablo de eso) nos topamos con un problema que nos dispusimos a solventar. Los dos gemelos no me suenan, pero nos dijeron que son de Barkstone, es curioso que un lugar que creía conocer me resulte tan grande por un detalle como este; los otros dos pequeños son los que me preocupan más.

Esperábamos hayarles un buen hogar en Elmoss, pero no ha sido posible, parece que como en todos sitios la escasez de alimento ha complicado sus posibilidades, aun recuerdo como decíais que si las cosas no iban bien, bastaba con comer la mitad hasta que mejoraran, jeje, para mí es un bonito recuerdo, era interesante comer juntos del mismo plato, y como me echabais bronca por no querer comer toda mi parte queriendo dejaros un poco más para vosotros. Hemos tenido la suerte de pasar pocas temporadas con una cantidad pequeña de comida, y por ello se que podréis cuidar de ellos.

Mamá, siempre dijiste que te hubiera gustado tener una ratoncita ¿verdad? Que yo era demasiado movido y travieso, y tú papá te enfadaste un poco por no tener a quien enseñar más cosas. Creo que Marvin y Talín serán buenos chicos, y no me molestaría verles como a dos hermanos pequeños. Seguro que con vosotros están bien.

Intentaré enviar algo de dinero si puedo (creo que la guardia cobra poco, y no es algo que me preocupe, me alegro de poder ayudar a la gente), en cuanto a mi primera misión... ¡Si! Ya soy oficialmente un zarpa tierna, no niego que el tiempo que pasé en los barracones entrenando fue duro, y he conocido gente amable, y he hecho algunos amigos. También he conocido ratones que no me caen muy bien, pero lo que no tengo ninguna duda, es de que estoy orgulloso de haber sido escogido este año como zarpa tierna. Se que hay ratones mayores que yo, que han visto su esperanza rota un año más, y espero que pronto tengan su oportunidad de seguir el camino que han escogido.

¿Estáis bien? Creo que mi última carta fue hace 4 o 5 meses, antes de que el invierno golpeara con fuerza. Durante un tiempo estaré de viaje, casualmente y creando una contradicción al enviaros esta carta, estoy repartiendo el correo. Y aunque no me hubiera molestado, esta carta no os la daré yo.

Os echo de menos, y espero que de verdad, recibir a dos pequeños con una carta, os parezca un regalo y no una carga.

Pensarlo así, de pequeño me decíais que los bebés los traían las palomas, y quiero ser para ellos esa inocente paloma que con sus blancas y grandes alas os acerque a esta pareja de hermanos. Ella está un poco pachucha, y aunque ya parece estar mejor, no se me ocurre mejor medicina que la riquísima sopa de mamá.

Os echa de menos, Robín~~~~~~~~~

Una larga linea final, fue causada, al ver que uno de los gemelos iba a acercarse a donde no debía, pues corrió a frenarle.

Talín y su hermano Marvin, llevarían además de la carta su anterior lanza, sin duda una muestra más de que les enviaba realmente él.

Cerró la carta con calma y se la entregó a ambos, pidiendo que uno llevara la lanza y otro el sobre. Esperaba que pudieran en su hogar vivir felices, que hicieran de Barkstone su propio hogar.

Notas de juego

¿Era Marvin verdad? Como no le mencionamos... XD

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05/02/2018, 08:54
Quentin

Quentin disfrutó de los olores del barrio de los gremios, del aroma a madera tallada y trabajada con esmero, del alboroto del trabajo diario. Durante los inviernos se acostumbraba tanto a ese tipo de ambientes que no sabía que lo echaba de menos hasta que regresaba a ello. Sin embargo, también sabía que los callejones estrechos y abarrotados eran los ideales para una emboscada. En circunstancias normales me reprocharía ser excesivamente cuidadoso, sobre todo en una gran ciudad como Elmoss, pero ya hemos aprendido que gente como Tuk puede aparecer donde y cuando menos te lo esperas.

—Ya nos hemos visto antes pero no tuvimos la oportunidad de presentarnos debidamente —se adelantó Quentin para aliviar un poco la carga de las presentaciones a Dain— Aquí mis compañeros son Dain y Robin, y yo soy Quentin. Estos pequeños son unos valientes ratones que nos han acompañado desde muy lejos porque han sufrido las penurias de la guerra y el hambre y nos ofrecimos a buscarles un lugar.

Había utilizado a propósito el término compañero para Robin, en vez de pupilo, porque tenía claro que el joven zarpatierna había demostrado de sobra ser digno de vestir una capa y llamarse Guardia Ratonil. El arquero le dedicó una mirada aprobatoria al joven mientras escribía su carta.

Nos aseguraremos de que viajéis sanos y salvos hasta vuestro destino. Decidme, ¿en qué consistirá el cargamento?

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06/02/2018, 09:44
Dain

La misión volvía a sufrir variaciones, pero eran adecuadas, por fortuna. Dain se sentía agusto entre la gente y las calles.

Su curiosidad innata se acrecentaba al pasar al lado de gente trabajando en diversas materias, y sus orejas y fina nariz se afinaban con los olores y sonidos característicos de los distintos gremios de los que tanto le gustaba aprender.

Cuando fueron presentados por Quentin, respondió amablemente.

-Saludos, Maestre del Gremio. Creo que no he oído vuestro nombre, para poder dirigirme a vos. Wilfred nos acompaña ahora, mas seremos nosotros quienes os acompañemos a vos o a vuestra comitiva en el camino. Siento curiosidad por conocer el destino de todo este musgo que preparáis con tanto esmero... ¿Para qué sera utilizado? ¿En construcción, acaso?

Sentía genuíno interés por las labores, pero además pensaba que implicarse en los intereses de quienes iban a ser sus nuevos acompañantes les daría más confianza entre ellos.

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07/02/2018, 00:50
Director

Música

El Maestre del Gremio, contento por tener una digna escolta durante el primer viaje tras el invierno, se levanta de su mesa llena de documentos y os invita a seguirle.

- Mi nombre es Murray y llevo siendo Maestre desde hace más de quince años.

- Espera un momento viejo amigo.- le interrumpe el viejo asistente del gobernador.- He de pedirte, ya que parece que los guardianes pecan de prudencia, que hagas un hueco para los pequeños en el próximo convoy hacia Barkstone.- le pide ofreciendo el cofrecillo, a lo que Murray se detiene y lo abre.

No parece estar excesivamente contento con la cantidad, pero parece que tras sopesarlo un poco, lo considera un pago justo.

- Entonces os separáis aquí.- dice echandoos un vistazo a todo el grupo, incluidos los ratoncillos.- La escolta será necesaria para Sprucetuck. Ahí es donde se concentran todas nuestras reservas.

Claramente vuestros caminos iban a diverger...

El Maestre coge el cofrecillo y disculpandose sale por una puertecilla que hay tras su escritorio. Al cabo de un minuto regresa con el mismo cofrecillo vacío para retornarlo a Wilfred.

- Con esto cubrirá los gastos para los cuatro. Suficiente para transporte, comida, agua y mantas. No puedo estirarlo más... y lo hago como un favor.

El otro viejo le sonríe agradecido. Parece que los dos veteranos sabían lo que era pasar necesidad y no querían que esos niños sufrieran más de lo que ya lo habían hecho.

- Aclarado el asunto... dejad que os enseñe nuestros carros.

Todos juntos, como en una especie de visita guiada, sois llevados por numerosos pasillos y almacenes. Veis las pilas de cajas con musgo amarillo por todas partes. Algunas, que están siendo manipuladas, tienen la tapa abierta y podéis observar como los operarios colocan el musgo sobre unas bandejas de papel, delicadamente capa a capa, hasta llenarlas. Os dais cuenta de que el material a transportar es más delicado de lo que en un principio podria parecer.

- Somos los únicos que exportamos el musgo amarillo. - apunta cortando el silencio.- Nuestro principal cliente es el laboratorio de Sprucetuck. Como bien sabréis son ellos los que, gracias a su alquimia, consiguen transmutarlo en pociones y ungüentos sanadores. Las propiedades de este musgo son milagrosas, tratado por manos expertas, claro está. En caso contrario puede ser inservible o incluso en ciertas combinaciones, venenoso.

Al decir esto último, Dain observa, sin entender muy bien porque, una mirada de complicidad entre Robin y Quentin.

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07/02/2018, 22:03
Dain

-Realmente ignoraba las virtudes de este musgo. Es la primera vez que lo veo. De allá de donde procedo, el musgo suele ser verde y apenas le damos importancia. Muy curiosas me resultan estas ideas nuevas, quizás pueda aplicarlas en otros lugares. Gracias por la explicación. Estoy viendo que va a ser un viaje entretenido, el que tendremos -dijo Dain, encantado con el que el Maestre Murray fuese tan amable y dispuesto a la charla y las explicaciones.

No hay nada que agrade más a un ratón dicharachero que encontrar a otro que le aguante la conversación, y eso parecía que iba a ocurrir con la nueva compañía.

Le intrigó el hecho de que a Robin y a Quentin les llamase la atención el comentario sobre los usos del musgo, y decidió que más tarde les preguntaría si ya conocían algo de ello. Retomó la conversación con el Maestre:

-No comentamos hasta ahora nada de los niños, pero como veis son muy buenos, además de valientes. Se nos encargó buscarles cobijo, y ello hacemos. Seguro que en el viaje serán una alegre y formal compañía. Gracias por aceptar que os acompañemos, a pesar de que sea el Gobernador quien nos envía. En vuestras manos estaba decidir si finalmente viajaríamos, y demostráis buen corazón y cabeza al aceptarlo. Hablo por mis compañeros y los niños al decir que trataremos de que el viaje transcurra lo más agradable posible.

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08/02/2018, 07:22
Robin

Robín tal y como se les decía, comenzó a abrazar a los niños, y a desearles suerte, a los gemelos les pidió que saludaran a sus familiares de su parte, no sabía si les conocería, pero la posibilidad existía, a los dos hermanos restantes les aseguró que sus padres les tratarían bien, eran a veces un poco estrictos pero muy buenos.

No sabía si las despedidas eran porque el carro de Barkstone o el de ellos mismos salía primero, pero se sentía agradecido al ver que no se equivocaba al pensar que todo ratón tenía un gran corazón, solo se necesitaba contactar con él para ver la bondad incluso bajo los corazones más cubiertos de heridas.

Por otro lado, Robín no creyó que hubieran pecado de precavidos al no decir sobre los niños, el alcalde de Elmoss les pidió que no pidieran nada, y mandó a aquel buen ratón con el cofre para pedir por ellos el viaje de los pequeños, creyó que decir ellos algo sobre el viaje de los cuatro a Barkstone, ya sería pedir algo.

Seguía de cerca al mercader y a Dain y Quentin, indicando con sus zarpitas los carros que parecían algo distintos, ya fuera por el color de las lonas, el tamaño o alguno con forma curiosa. Intentaba que los ratoncitos vieran en aquella separación y viaje, algo emocionante, y una oportunidad de conocer los caminos. Y pese a que casi pasó por su cabeza el tener a cuatro minizarpitas tierna a los que enseñar, no era esa su responsabilidad, si no la de los barracones en los que él mismo estuvo.

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08/02/2018, 19:19
Quentin

Ha llegado el momento, pequeños —dijo Quentin tras la despedida de Dain. Se arrodilló junto a ellos y miró a sus ojos inocentes— No sé que nos llevó a conocernos, pero me alegro muchísimo de que nuestros caminos se cruzaran. Nunca habría esperado encontrar a unos pequeños tan valientes, capaces de enfrentarse a lo que vosotros os habéis enfrentado.

Quentin sabía perfectamente que había ratones adultos que se estremecerían con la sola idea de pensar en enfrentarse a una serpiente venenosa, y los pequeños habían ayudado al grupo a sobrevivir, llendo a por Quentin que se había quedado custodiando el campamento. Fue su ayuda la que cambió la noche.

Ahora debéis demostrar una vez más lo valientes que sois: no estaremos con vosotros en el camino a Barkstone, pero debéis cuidar los unos de los otros, sobre todo de Talin que aún no está recuperada del todo —señaló la lanza de Robin— Si dudáis, si teméis, si perdéis la esperanza, esto os recordará de lo que sois capaces.

Dejó a los muchachos y se reunió con Murray para inspeccionar el cargamento. La verdad era que el musgo amarillo era un bien muy preciado en determinados círculos. Él mismo lo conocía cuando había estado aprendiendo de su mentor. Si sólo tuviera tiempo, podría intentar experimentar un poco, o incluso llevarle una remesa a Konrad. Pero eso tendría que esperar.

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08/02/2018, 21:53
Director

Antes que sigáis despidiendoos de los pequeños el Maestre os corta.

- Todavía es pronto para despedidas. Con esta lluvia nos será imposible partir. Las lonas de que disponemos no aguantarán una tormenta así y no vamos a arriesgar una gran remesa por ganar un par de días. Será mejor que vengáis mañana a verme y si el tiempo acompaña, veremos si les ponemos los arneses a los escarabajos.

Mientras habláis con Murray llegáis a los establos. Allí podéis ver como los insecteros se dedican a cuidar de los escarabajos de carga. Ya los habíais visto con anterioridad en el convoy maderero que fue atacado por la serpiente. Según os habían contado podían arrastrar de carros que superaban por mucho su propio peso sin inmutarse. 

En un momento dado, uno de los cuidadores os pregunta - ¿Increíbles verdad? Pueden tirar de 100 veces su peso, soló se alimentan de tallos y hojas verdes y apenas suponen un gasto de mantenimiento. ¿Queréis comprar algunos no es así? pero al ver que vais acompañados de Murray se olvida de los negocios y os vuelve a echar un vistazo más a fondo, advirtiendo las capas que lucís.

- Guardianes... vaya. ¿Que puedo hacer por vosotros? Os pregunta pensando que quizá se trate de alguna inspección sorpresa o cualquier otro menester, propio de los protectores de los Territorios. 

Notas de juego

Una vez terminéis la "visita" por los gremios, hacedme una prueba de Recursos Ob. 3 para ver si conseguís comer y dormir los 7 (sin necesidad de tirar de suministros) hasta que deje de llover. Pueden pasar 1 o 2 días, por lo que haremos una elipsis.

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09/02/2018, 09:13
Quentin

Quentin se entretuvo echando un vistazo y acariciando los brillantes caparazones de los escarabajos. Le parecían criaturas formidables y agradeció en silencio a sus antepasados por atreverse a domesticarlos para usarlos en su beneficio. Eso había impulsado a la sociedad ratonil muchos años en adelante. Eso era lo que se conseguía investigando y experimentando, que todos salieran beneficiados. La guerra, aunque necesaria para defender sus territorios, no daba más que problemas y quebraderos de cabeza.

Sumido como estaba en esos pensamientos tan tenebrosos, escuchó la propuesta de negocio del vendedor, negando lentamente. Aunque quisieran, no podían permitirse una criatura como esa, y de hecho tenían que buscar alojamiento nuevamente. ¿Les darían habitación en la misma posada donde habían pasado la noche? Quizás no querrían debido al enfrentamiento con Tuk, pero no perdían nada por preguntarle.

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10/02/2018, 19:13
Robin

Era bueno tener un tiempo extra con los pequeños, escuchar sus sonrisas pese a los problemas le daban una fuerza a Robín que le animaba más de lo normal.

- mmm ¿donde podríamos hospedarnos? - dijo el joven ratón ni muy alto ni muy bajo, no era imposible pensar que su nuevo hospedaje se encontrara junto a algún comerciante, hablar de los caminos, la carga, o lo que fuera. A menos que creyeran viable volver a la posada en la que ya les conocían.

Al final Robín solo daría su opinión, las decisiones eran más una responsabilidad de Dain.

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10/02/2018, 22:08
Dain

-Magníficos ejemplares, sí- admitió Dain, que siempre se sentía impresionado por el dominio de unos insectos tan poderosos.

Los bichos eran algo que atraía más si cabe la curiosidad del ratón. Con su maestre artesano Darrow el insectero había aprendido mucho sobre ellos, y le entusiasmaban sobre todo las abejas laboriosas y las hormigas tan concienzudas. Claro que también había aprendido a temerlos y respetarlos.

Los escarabajos eran una poderosa ayuda, y eran dóciles si se les trataba bien. Los animales contentos siempre son más fáciles de dejarse domesticar.

-Había visto otros escarabajos antes, pero los que lleva este convoy son impresionantes. Tranquilo, amigo-le dijo al cuidador visiblemente asustado por sus capas oficiales-. Mañana, si la tormenta nos da un respiro,
viajaremos con vosotros. Ahora tan solo paseábamos conociendo estos rincones. Iremos a hospedarnos y mañana volveremos y os ayudaremos con los arneses de los animales. A no ser... Que podamos quedarnos con vosotros y dormir por aquí. Así también vigilaríamos el cargamento
-y ahorraremos dinero, pensaba el ratón. El establo parecía un sitio cálido.

Prestó atención a que la lluvia resonaba con gran violencia. Dain deseó que parase pronto. Se asomaría a mirar* en cuanto tuviese ocasión para saber cuándo podrían partir con seguridad.

Si no aceptaban su propuesta, tendrían que volver a la posada. Eran demasiados para que en una casa los acogiesen sin causar molestias, aún pagando.

-Sea como sea, tanto aquí como en la posada esta noche montaremos guardia los tres por turnos, vigilando que no pase nada ni vuelva a haber malos encuentros -susurró a sus amigos mientras esperaba la respuesta de los cuidadores.

- Tiradas (1)

Motivo: recursos ob3

Tirada: 6d6

Dificultad: 4+

Resultado: 4, 5, 3, 4, 4, 5 (Suma: 25)

Exitos: 5

Notas de juego

a mis recursos sumé el dado de ayuda de Robin

*usando mi sentido del clima

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13/02/2018, 11:16
Director

Los guardianes, aconsejados por Murray, maestre del gremio, y Wilfred ,el viejo asistente del gobernador, se dirigieron a una humilde posada. Según les habían contado era regentada por una ratona llamada May. La posada penas contaba con una habitación, pero estaba cuidada hasta el más mínimo detalle. Esta resultó ser una partición de la propia casa de May.

La planta inferior quedaba a disposición de la dueña y la superior, que tenía un acceso desde una escalerita al exterior, para los huéspedes. La comida era casera y todos eran invitados a comer en la planta baja. Como si se tratara de su familia. Todo era muy hogareño.

Por supuesto May sólo recibía huéspedes a través de gente de confianza. Pues en el exterior no había cartel alguno que indicara que ahí se ofrecía hospedaje. El precio era muy económico y eso lo agradecían vuestros ya maltrechos bolsillos.

La estancia duró todo lo que la lluvia quiso. Fueron dos días de retraso para vuestra misión. En ese tiempo os enterasteis, durante las comidas, que May había enviudado durante la guerra y para poder hacer frente a los impuestos debía hacer este tipo de concesiones.

Para vuestra alegría y la de muchos ratones, el tercer día amanece sin el retumbar de la lluvia sobre el gigantesco olmo que os cobija a todos. Pero durante el desayuno, al ir a echar mano a la bolsa con las provisiones, os dais cuenta de que se han terminado. May, por desgracia, ha visto también como su despensa se ha ido vaciando tras el invierno y vuestro voraz grupo ha terminado con lo poco que le quedaba. Tendría que ir al mercado con lo que buenamente os había conseguido cobrar por la estancia.

A todo esto, vienen a avisaros unos aprendices del gremio para que os preparéis para marchar. La partida ya se había retrasado demasiado. Cargados cada uno con una de las tres sacas de correo restantes, vais hacia las oficinas de Murray.

No tardáis en encontrarlo por las voces que da. De aquí para allá hay ratones terminando de cargar los carros. Esta vez sí está todo listo para marcharse. El tiempo os daba una tregua y no la podíais desaprovechar.

Reunidos finalmente en una de las salidas laterales de la ciudad, donde sólo se daba acceso a carros de mercancías, sendos funcionarios hacen recuento de que sale o entra. Tenéis unos minutos para despediros de los críos. Su pequeña caravana de apenas 2 carros iba directa a Barkstone.

La vuestra en cambio se conforma por una hilera de 6 carros. Según os cuentan el primero y el último eran del gremio de la madera y los cuatro centrales del gremio del musgo. Que los de la madera hicieran ese sacrificio dejaba bien claro cual de los gremios era el que de verdad tenía peso sobre el resto.

Cuando echáis un vistazo a la parte delantera de l convoy veis al viejo Murray a las riendas del segundo carro. Este al veros grita desde la distancia - Vamos, no ibais a creer que iba a dejar mi mejor cargamento sin alguien al mando. Jajaja se ríe bajo sus largos y canosos bigotes.

Al otro lado del portón el grupo de pequeños ratoncillos, que a vuestros ojos habían madurado en cuestión de días, se despiden de vosotros entre lagrimas, dejando claro que no era tan importante el tiempo vivido juntos, como el afecto que les habíais brindado.

La más pequeña de todos junto a su hermano Marvin, que porta la lanza de Robin, se acerca para daros un beso en la mejilla a cada uno. En su mirada se ve paz y salud renovadas. - Que todo os vaya muy bien allá en Sprucetuck. No nos olvidaremos de vosotros, os escribiremos... bueno en cuanto aprenda. 

Los gemelos algo más serios que de costumbre se despiden de forma un poco chistosa haciendo a destiempo el saludo de la guardia. Lo cual os saca una sonrisa a todos. Claramente lo habían intentado ensayar pero sin mucho éxito.

Por último se despide el mayor de todo ellos, Marvin. - Debo agradeceros todo lo que habéis hecho por nosotros. Algún día, no se cuando - dice mirando la lanza que se nota que aún no puede sostener con firmeza - os devolveré este gesto. Nos ayudasteis sin conocernos de nada. Y ahora nos habéis dado un hogar al que regresar... musita antes de que le salten unas lagrimas.

Las despedidas siempre eran duras...

Notas de juego

Dain, te descuento las raciones de viaje que os quedaban. Con tantos días las habéis ido racionando entre los 7 para esas horas en las que la comida no entraba en el precio estipulado o escaseaba. 

Ruta Verde: La que seguís los tres

Ruta Roja: La que siguen los crios

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15/02/2018, 02:55
Robin

Al ver a la buena ratona que les había cobijado preocupada por la comida, le hizo un sutil saludo antes de tomar su zarpa diestra entre las suyas.

- os agradecemos vuestra cordialidad mi buena señora, no necesitáis preocuparos por nosotros más, yo he desayunado suficiente solo con haberos conocido, y con ver vuestra belleza - para el joven ratón no existía mayor belleza que la disposición a ayudar de aquella ratona - será un honor para mi llevar conmigo el mejor desayuno existente para un guardián, vuestra sonrisa nos dará las fuerzas para mostrar nuestros incisivos con alegría, cuidaros mi buena señora, os echaré de menos en nuestro viaje, pero no por demasiado tiempo, si tengo ocasión volveré a visitados al pasar por Elmoss.

Robín no quería dejar de ver a todas aquellas personas que conocía y creía buenas personas, por lo que anotaba en un papel nombres y localidades, para visitarlas siempre que pudiera.

Cuando finalmente llegó la despedida de los pequeños, Robín había tenido tiempo de sobras de asimilarlo, y aun así sus ojos llacían húmedos, al ver el comportamiento de unos y otros, tras ser reconfortado por las palabras de aquellos grandes ratones, que pese a su pequeño tamaño no distaban de la fuerza de un zorro, sacó fuerzas para quitarle importancia, sin duda no era un adiós.

- jeje, perfecto ese saludo, a mi me costó mucho más aprenderlo - logró no sorber pese a notar húmedo también su hocico - en fin, de mi os vais a cansar, cuando mi madre empiece a hablar de viejos recuerdos, y tengo obligado visitarle en cuanto tenga unos días, así que espero veros pronto - sonrió, a la vez que rió en su interior imaginando bromear a su padre, "espero que no nos salgan hijos en cada una de sus misiones, como mucho uno o dos más, que si no... Ya le vale que haga muchas misiones extras", así era a veces su padre, le quitaba importancia y bromeaba cuando menos lo esperabas.

Se acercó al carro del señor murray y subió donde se le dijo aquel comerciante, parecía otro gran ratón.

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15/02/2018, 21:59
Dain

La lluvia, que llogó a hacerse monótona y pesada, por fin decidió desaparecer. Ello conllevaba que la partida era inminente.

Dain no lo pasó mal en ese inesperado tiempo extra que el mal clima les concedió. Aprovechó para conversar con la dueña de la posada y otros clientes, amenizando a veces las veladas con su arpa. Le gustaba mucho tocarla, era un instrumento relajante al que muy pocos oyentes podían resistirse, y todos acababan escuchando embelesados.

La partida de la ciudad también conllevaba la separación con sus pequeños acompañantes. Las despedidas siempre ponían triste al ratón, pero era tan grande el cariño que les tenía que no podía dejar de pensar en el día que volviesen a verse.

-Chicos, ha sido un viaje maravilloso, y os habéis portado como valientes siempre. Vosotros también nos habéis enseñado muchas cosas, y estoy seguro de que la vida os va a ofrecer cosas buenas. Sois listos y valerosos, os merecéis lo mejor -Dain abraza a cada uno-. Claro que esperaremos vuestras cartas, tendréis que esmeraros en aprender la escritura con los sabios maestros. Iremos a visitaros en cuanto podamos, y nos enseñaréis Barkstone. Seguro que es un sitio estupendo, ¡que Robin es de allí y fijáos qué bien ha salido! Jajaja... -se rió, divertido de su ocurrencia. Con bromas intentaba evitar las lágrimas que pugnaban por salir y empapar sus gafas. Una punzadita de dolor le pellizcó el corazón cuando los niños partieron, y entonces sí se enjugó los ojos. 

Ahora tocaba centrarse en la nueva misión que tenían por delante, acompañando al cargamento y los mercaderes. Los de la madera iban en los extremos, y el musgo en el centro.

-Robin, antes de subirte a los carros, pensemos qué hacer. Lo más sensato sería dividirnos cada dos carros: Uno que vaya en el primero, otro en el tercero o cuarto, y otro en el sexto. Así estaría la vigilancia repartida a todo el convoy, y si hay algún problema tanto en vanguardia como en retaguardia solo tenemos que gritar para estar juntos allá donde haga falta. Ya que Robin iba hacia los carros de musgo, como en el segundo ya va Murray y sabrá guardar lo suyo, mejor irías en el cuarto. Quentin cerrará la comitiva en el sexto, si no tiene inconveniente, y yo iré en el primer carro. ¿Os parece bien?

 

Notas de juego

distribución de los guardianes

1 carro-Dain   2 carro-Murray   3 carro-conductor   4 carro-Robin   5 carro-conductor   6 carro-Quentin

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18/02/2018, 23:02
Director

Música

Os debatís entre la pena de dejar la tutela de esos pequeños y la alegría de proyectar en vuestras mentes un futuro mejor para ellos. Con la familia de Robin podrían tener un porvenir. Y este, de alguna forma, tendría dos nuevos hermanos cuyos destinos jamás se separarían del suyo.

Los escarabajos tiran de los carros en direcciones opuestas mientras os despedís con la zarpa bien alta. El ruido de las ruedas sobre el lodo no tarda en alejarse y finalmente, tras un recodo, desaparecen de vuestra vista.

Pasan los primeros minutos en un crudo silencio. Cada uno en la carreta, previamente asignada por el líder Dain, medita sobre la suerte de esos ratoncillos.

El viaje hacía Sprucetuck comienza con los rayos de sol reflejados en el agua estancada tras la lluvia. Vuestro líder se alegra de no haber partido con demasiada prontitud, pues el camino nada más empezar empieza a ser problemático.

El barro hace que las ruedas se hundan y se atasquen constantemente. Por suerte los fuertes escarabajos parece que pueden con todo y siguen tirando de los carros. Por desgracia si seguís a este ritmo bien pueden pasar dos o tres días cuando apenas se tarda uno y medio en llegar a la ciudad de la ciencia. 

Apenas pasan unas horas cuando os topáis con el primer problema serio para los carromatos. Un corrimiento ha hecho que el camino quede bloqueado. Una masa de troncos palos y piedras os entorpecen el paso. Murray al ver que el primer carro se ha detenido, se baja del segundo llenándose de barro hasta las rodillas. A duras penas consigue avanzar hasta el primer, donde se encuentra Dain.

- ¿Que sucede ahora? ¿Por que nos detenemos?

Dain va sentado al lado de uno de los trabajadores del viejo comerciante, este lleva las riendas pero no parece convencido a azuzar al poderoso insecto. Por mucho peso del que pudieran tirar, los carros no aguantarían semejante terreno. Este debía ser despejado...

El resto de carros a medida que van llegando a la cabeza, también deben detenerse.  Robin y Quentin no tardan en hacerse preguntas sobre lo que está sucediendo en la delantera del convoy.

Notas de juego

Hacedme todos una tirada de Pionero Ob.3 para encontrar la manera de salvar el obstáculo del camino. 

Pueden servir de Apoyo: Explorador, Picapedero, Obrero, Meteorólogo y los Conocimientos apropiados...

Recordad que podéis usar vuestros Rasgos tanto a favor como en contra (siempre roleandolo)