Partida Rol por web

Los enanos son tipos tozudos... así que Durgin no podía dejar aquel combate. Paró el último golpe del temible orco y, con el miemo movimiento, le dirigió un rápido golpe con el hacha que,si no era parado, corría peligro de acabar con la vida del pielverde.

Ungrim vio con satisfaccion como el orco caía al suelo en un charco de sangre y se giró para enfrentarse al otro, hasta que vio que el pasillo estaba bloqueado por la mole del humano, asi que no le quedo otra que pararse a esperar.

- Eh tu, ¿todavia no has terminado? Date prisa porque no tenemos todo el dia...

Tras el primer fallo siento como enfurezco y lanzo una sucesion rápida de tres golpes. Este orco esta mas muerto que la muerte. Hecho eso, retrocedo un paso para dejarle la vanguardia al enano.

Al parecer, sus anteriores palabras le habían dado animos, ya que consigue alcanzar al piel verde un par de veces, suficiente como para matarlo.

Sin embargo, antes de asegurarse de que el orco estaba muerto, el humano se apartó del orco tambaleante, momento que aprovechó Ungrim para acercarse a rematarlo.

Bien hecho amigos, les felicito, algo me dice que tras esa puerta encontraremos la salida de estas cavernas, les digo, mientras recapacito sobre que mis últimas intuiciones no han sido muy acertadas.

Vuelvo a no encontrar ninguna puerta secreta, así que salgo de la sala para seguir explorando el lugar.

Al salir me encuentro con el elfo. ¿Qué tal? ¿Has encontrado algo interesante? Le digo en voz baja.

Cuando acabo de hablar con el elfo le señalo la puerta de enfrente, diciéndole que me dirijo hacia allí, por si quiere venir.

Entro en la nueva sala y hecho un vistazo a ver que encuentro.

Gracias, compañeros, el pasillo del Norte estaba bloqueado, asi que solo nos quedaba este camino que habeis abierto vosotros.

No puedo esperar a salir de qui y ver de nuevo a Mentor.

- Cof...cof..aaagh- y cayo tumbado al suelo. Tras un interminable turno, el orco yacia en el suelo muerto. Durgin se sento sobre el cadaver para tomar aire y tras un leve momento le golpeo la cabeza para rematarlo. Entonces descanso.

Arramus, asesto un letal golpe imparable contra el orco y antes de caer al suelo remato el golpe haciendole una nueva herida. Hecho esto se aparto para que el enano comprobara que no era el unico capaz de acabar con los pielverde.

Jandrus y Aenur seguian a la espera.

Angamenon por su parte seguia buscando la ruta para poder salir de aquel lugar.

Durgin venció finalmente al orco pero extrañamente no se sentía gratificado. Aquellos pielesverdes eran bastante enclenques.

- Esto me ha retrasado demasiado, dudo que pueda ser el primero en llegar... bien, me haré con mi propia recompensa.

Y el enano registró un poco en los cuerpos de aquellos ridículos enemigos.

¡Venga compañeros! les animo ¡Sin miedo hacia esa puerta, que allí podremos saborear las mieles del triunfo! ¡Estoy convencido de ello!

Me rasco la cabeza pensando si realmente tengo algo para lo que estar tan convencido.

Al ver que la nueva habitación estaba desierta hecho un vistazo, no vaya a ser que haya alguna salida secreta escondida por algún sitio. Aunque en las salas anteriores no viera nada, no ceso en mi empeño de encontrar alguna sala oculta repleta de tesoros.

No encuentro nada de nada. No se si es que mi habilidad buscando es pésima o es que en este laberinto no hay ninguna sala oculta. Pienso mientras voy a hacia la puerta para ir a otra habitación.

El enano se levanto del cadaver del orco y conocedor del talento de sus compañeros, decidio cobrarse su propia recompensa. Desgraciadamente para el, con lo que se encontro no era para nada una recompensa. Todo el jaleo causado por la batalla habia atraido la atencion de una criatura que entro en la sala con un gruñido. El desaliento del enano fue suficiente para comprender que su suerte no habia cambiado.
Angamenon a su vez dispuso las armas. Ante ellos estaba el Fimir, la criatura mas cruel de estas tierras.

Aenur, seguia perdido tratando de comprender que extraña fuerza le atraia con tanta intensidad hacia aquella pared.

Los tres compañeros reunidos, se encontraron con la salida, contestos bromearon pensando que nunca saldrian de alli. Ya estaban a su lado. La puerta que les llevaba de nuevo a Mentor y a su premio.

 ULTIMO TURNO

La salida. Por fin. La verdad es que el reto me habia parecido casi demasiado facil. No queria dejar pasar la oportunidad de registrar bien la habitacion. Es posible que alguna joya yaciera en la oscuridad, entre las telarañas y las ruinas rotas...

Parece que lo conseguimos , compañeros...

Al entrar a la sala me encuentro con el enano del principio y parecía estar en problemas luchando contra el peor de los monstruo.

Sin pensarlo ni un momento me lanzo contra el monstruo con mis armas por delante. Ahora tengo a alguien delante tendré que ser más efectivo que antes.

Tranquilo enano, yo te ayudo. Le digo mientras intento golpear con mis armas al Fimir.

- Gracias humano.

- Por el gran rey bajo la montaña que esto no puede estar pasándome a mi. Quién me mandaba hacerle caso a ese viejo cuando podía estar en casa de Bugman saboreando una buena pinta.

Durgin se había despistado un momento revisando el cuerpo fofo de aquel piel verde y de no sabía donde había aparecido aquella bestia errante y su compañero de búsqueda!!. Preparó el hacha y se dispuso a pelear.

Bueno amigos, ya estamos aquí al fin ¿fue fácil no? Sobre todo, naturalmente, gracias a la valentía y destreza con las armas que habéis mostrado, les digo haciéndoles un poco la pelota.

... y claro, también un poco a que yo encontrase aquella salida secreta, comento tocándome a la vez el chichón que me ha salido. Tengo buena intuición. Me hincho un poco, tratándome de hacer valer.

Después cierro con el botón el bolsillo de la capa donde guardo la libreta con las fórmulas de los hechizos. Parece que en esta aventura, ya no podré probar si los sé hacer funcionar.

- Si, ya hemos llegado, aunque yo la verdad estoy bastante decepcionado. Como enemigos solamente hemos encontrado a esa pareja de orcos, y tesoros tampoco habia mucho.

Con pena miró a la pequeña bolsa que colgaba de su cinturon con la pocas monedas que habia encontrado en una de las salas.

- Mientras esperamos a los demas, vamos a revisar esta sala a fondo. Quizás Mentor nos ha dejado alguna sorpresa escondida. Un cofre lleno de oro y joyas o algo asi...

Uso el conjuro del Saber de la piedra y atravieso la pared directamente hasta la salida