Partida Rol por web

Gerald del asalto anterior alza su espada cuando el Tsathar 1 salta por encima de el para colocarse a su espalda, eso le da la oportunidad de herir a uno de ellos de gravedad. En el asalto siguiente es atacado por todos los enemigos que le rodean hiriéndole en varios puntos, al levantarse aprovecha la oportunidad que le brinda el Tsathar 2 al caer al suelo aturdido y le clava la enorme espada.

Es entonces cuando los seres que le rodean aprovechan para atacar al sémi-gigante mientras se levanta, las tres ranas y dos de los Tsathar atacan con renovadas fuerzas. Una de las ranas terribles y un Tsathar vuelven a herir al guerrero, cayendo este después de nuevo al enfangado suelo.

Rana 3 pifia y pierde el ataque.

Gerald

AdO rana caída: 12+4+8 = 24 ( quien te otorga el ataque de oportunidad es el Tsathar ) no entiendo el +4 al daño

AdO tsathar: 12x2=24+8= 32 ( faltaría tirar 1d100 en la tabla de críticos de corte A, pudiendo mejorar la tirada en +5 o -5 al ser un arma mágica +1 tal y como pone al final del post de los críticos )

La cosa se está poniendo muy mala, ya fuisteis advertidos por el culto de Arioco de la peligrosidad de entrar en el nido de Pyaray, pero la realidad está superando vuestras expectativas, ¿ serán capaces de salir airosos de este momento tan complicado ?

Asalto 3

líder tsatshar 26

Damrod 23

Gerald 15

Ranas terribles 14

Tsathsar 10

Harold 3 ( suelo )

El líder avanza retrocede cinco pies mientras dice - " Sinjoro donu al mi vian forton por detrui ĉi tiujn herezulojn " - tras ello la musculatura del ser aumenta considerablemente, su fuerza ha sido incrementada a ojos vista.

Gerald arremete contra el grupo de las tres ranas y sus tres domadores esperanzado en que su compañero Harold lo apoyara pero este se dirigió hacia su otro compañero dejándolo en una situación muy peligrosa pero sin más que hacer intenta atacar a sus enemigos, él sabía que podía ganarles pero no contaba con el resbaladizo suelo rocoso de la cueva.

En su primer ataque falla abismalmente y estos seres con su enorme fuerza en sus patas aprovechan para saltan sobre él rodeándolo y por más que intentara defenderse eran muchos ataques al mismo tiempo asi que lograban clavar sus garras y colmillos por entre las uniones de su armadura. Como todo ágil guerrero aprovecho un descuido de uno de sus enemigos al caer al suelo poropinandole una enorme cortada en su espalda pero sin ser una herida mortal y al intentar rematar a la criatura resbala cayendo a los pies de sus enemigos quienes no mostraron misericordia clavando nuevamente sus garras.

La situación se le estaba saliendo de las manos, claramente se encontraba en desventaja y ya sentía el dolor y la sangre corriendo por debajo de su armadura. Debía reagruparse con sus compañeros e intentar hacer la formación que antes les había  ayudado pero al intentar escapar vuelve a caer quedando expuesto nuevamente a la brutalidad de las garras y colmillos de sus enemigos, llegando a este punto sentía como su visión se nublaba, su fuerza mermaba y la fatiga más la pérdida de sangre lo abrumaban, su vida se le iba escapando de sus manos.

Al girar buscando a sus compañeros ve que un tsathar estaba tendido en el suelo, el no sabía que le había pasado pero no iba a desaprovechar esa oportunidad clavando la punta de su espada en un costado de este dejándole una grave herida que no dejaba de sangrar, no había logrado matarlo pero de seguir así no iba a durar más de 30 segundos en caer muerto.

Por primera vez desde que empezó a combatir contra esos anfibios sus pies logran acomodarse firmemente en el resbaladizo suelo y sin pensarlo más de dos veces escapa con todas sus fuerzas hacia sus compañeros para intentar reagruparse.

Podía escuchar los gritos ahogados de Gerald, peleando por su vida. Harold, frente a él, no estaba mucho mejor. Pero si lo suficiente. En esos momentos, era el semigigante quien necesitaba su ayuda.

—Aguanta un momento —gruñó hacia el clérigo, mientras retrocedía con agilidad y centraba su mirada sobre los enemigos que amenazaban al enorme guerrero.

No podía fallar.

Apuntó, disparó y la flecha voló directa a su objetivo. Uno menos.

La flecha de Damrod sale disparada a una velocidad letal, el asta atraviesa al hombre anfibio matándolo en el acto.

Gerald se levanta del suelo con la intención de correr sobre los cuerpos de los dos Tsathar caídos pero es entonces cuando el resto aprovecha para lanzar sus ataques de oportunidad, una de las ranas consigue morderle al salir corriendo, pero de manera increíble consigue zafarse del resto, pasar sobre uno de los Tsathar caídos y alejarse de lo que iba a ser una muerte casi segura. Al levantarse y correr hacia sus compañeros, Gerald se queda sin más acciones este asalto, colocándose en defensa total apoyado en la pared de la resbaladiza gruta.

( Las ranas de Damrod no le aciertan tengo que quitar -4 al ataque por no estar en el suelo, así que no recibe daño )

Las ranas corren hacia Damrod ahora que es su siguiente presa a la vista, pero ninguna consigue morder el escurridizo cuerpo del inquisidor. La cuarta rana aprovecha que Harold está en el suelo y muerde con fuerza el cuerpo del clérigo caído.

El Tsathar corre tras las ranas 25 pies hasta llegar bajo la rana 3 y da un salto de 5 pies para llegar con todas sus armas naturales hasta el cuerpo de Damrod, sus garras fallan, pero no así su afilado mordisco, su gran boca encaja en el hombro del arquero clavando sus dientes como agujas, varias heridas ensangrentadas son visibles ya en el cuerpo de Damrod.

Primera y segunda tirada del Tsathar 4 garras no son válidas, me lié en las tiradas.

El Tsathar se acuclilla sobre Harold atacando con sus garras y dientes sobre el cuerpo caído del clérigo, pero solo una garra consigue atravesar sus formidables defensas haciéndole otra herida en su cuerpo.

Asalto 4.

La sonrisa al ver libre a su compañero, se tornó en seguida en un gesto consternado. Gerald pasó como un borrón a su lado, apenas en pie... Dejándole a él frente a las voraces ranas y sus hostigadores, un grupo que miraba voraz su próxima presa.

—Mierda. —Masculló entre dientes mientras se intentaba zafar de sus atacantes, que en apenas un parpadeo ya estaban sobre él. Afilados mordiscos, pegajosas lenguas y contundentes golpes que, uno tras otro, esquivó casi sin saber como. Casi danzando, se zafó de cada uno de los ataques, hasta que sintió el ardiente dolor producida por unos dientes. Allí, junto a él, una de aquellas criaturas entre hombre y batracio se las había arreglado para atrapar su hombro con su fuerte mandíbula.

Ahogó un grito, sabiendo que no serviría de nada más que para preocupar a sus compañeros y espolear a sus enemigos, y se retorció hasta liberarse. Sangraba, muchísimo, y la piel desgarrada, la carne atravesada casi hasta el hueso, por poco, llevaba oleadas de de dolor por todo su cuerpo. Pero no era la primera vez que el rojo teñía su ser, y embargado por el ímpetu del combate, no iba a detenerse. La desventaja, al fin y al cabo, solo estaba en su cabeza. Y por poco tiempo. Retrocedió un paso, alejándose de aquellas ranas, y con un simple pensamiento activó el amuleto que llevaba al cuello, el cual brilló durante un breve instante. Para cuando se acabó, ya había retrocedido, con una flecha preparada. Y otra. Y otra.

Los tres chasquidos de su cuerda dieron paso a un gorgoteo apagado cuando cayó el mismo que le había mordido, y un gruñido de la rana que, de normal, ya debería estar muerta. Sonrió. Pronto lo estaría.

Tranquiloooo Damrod que falta Harold para finalizar el asaltoooooo

Preparo tu ado con antelación, como en el asalto 4 no habías movido antes de la ado tu ca es 19, la garra del anfibio híbrido rasca la armadura sin llegar a traspasarla.

La rana al ver como Harold se levanta y se aleja hacia su compañero Gerald, de la sorpresa salta de espaldas, dando una voltereta y golpeándose la cabeza con fuerza, lo cual la deja atontada un asalto.

El frenesí de la caza fácil y el ver como su rana hace un movimiento tan extraño hace que falle el ataque dejando escapar a su presa.

Asalto 4

líder tsatshar 26

Damrod 23

Gerald 15

Ranas terribles 14

Tsathsar 10

Slaad rojo 9

Harold 3 

Con los brazos en alto el sacerdote impuro comienza una letanía

- " Aliflanke de la sovaĝaj vidpunktoj de la ĉiamŝanĝanta Kaoso de Limbo, mi alvokas vin rufi ruĝa " -

Al finalizar la invocación aparece ante el sacerdote de Pyaray una criatura aviesa, esta criatura tiene la apariencia de un sapo de piel rojiza apenas humanoide, sin apenas cuello y con una cabeza enorme y aplanada. Es bípedo, con manos y pies terminados en garras, y sus manos y dedos son especialmente largos. Un humano apenas llegaría a los hombros de la criatura, mide 8 pies de alto y tiene un alcance de 10 pies.

DM: Si quieres puedes cambiar tu post debido al nuevo suceso.

Todo a terminado, su cuerpo ya reacccionaba por inercia ante los ataque de sus enemigos, su armadura antes de un color negro mate ahora se pintaba de un rojo cobrizo por su sangre oxidad que la cubría toda, estaba decidido a morir pelando con todo lo que tenía pero nunca se imagino caer ante tan lamentables enemigos casi parecía una burla del destino. Sabía que los bardos cantarían sus proezas pero maldecía su suerte no tener la muerte que quisiera.

En medio de sus delirios uno de los tsathar cae desplomado en su espalda gracias a una flecha que le atravesaba la bajeza de lado a lado, no habían palabras de gratitud que bastaran para agradecerle a Damrod quien con una sonrisa aparecía tras caer su objetivo. Con las fuerzas que le quedaban se abrió paso por el espacio que le habían ayudado a abrir, justo antes de salir una de las ranas hinca sus colmillos en el brazo del semigigante quien simplemente la sacude para seguir corriendo.

Nunca antes había estado tan cerca de la muerte pero les iba a devolver el susto y con intereses. Al llegar a la escalera sus ojos quedan en blanco al recitar unas palabras en su idioma nativo, su cuerpo se envuelve en un aura translúcida que se compacta y queda flotando en forma de escudo en frente de su antebrazo izquierdo con runas parecidas a los tatuajes que tenia. Intenta manifestar otro poder pero la fatiga por las heridas no lo dejan concentrarse y termina fracasando.

Tenían que aprovechar el terreno y la mejor ubicación en la que podían enfrentarlos y salir victoriosos era en donde se encontraba él así que les grita a los dos vengan rápido!!