Partida Rol por web

Año 467 (Según Cómputo de Ázur)/ 25 (Según Cómputo del segundo Advenimiento)

Cénit de la estación seca, también llamada Mordrám ´da

Amaneció aquel día como era de costumbre en Kemanh desde siempre, con un vago disco pálido apenas entrevisto tras las gruesas nubes de polvo que saturaban el ambiente. Consecuencia, según la mayoría de estudiosos, de la caída del Puño de Dios quinientos años atrás  pero que como sabiamente sentenciaban los Kemanh Frilyr de cuando en vez: "Lo que es es lo que es y no puedes hacer que no haya sido. Así que resuélvelo o sigue adelante." Y esa era, para la mayoría de habitantes del Yermo, la opinión más acertada acerca del asunto.

Con los escasos primeros rayos de luz, una solitaria caravana de viajeros preparó la marcha y se dispuso a reanudar la marcha hacia su destino. Hay que decir que no se trataba de una caravana especialmente grande, apenas si se componía de cientoveinte formas de vida sumando monturas y tampoco su mercancía resultaba especialmente voluminosa confinada a buen recaudo en cajas, sacos y barriles de buena factura que delataban un origen importante.

Aquellas carácteristicas permitieron una travesía discreta a través de las tierras verdes en el norte y ahora, en el corazón del Yermo y a punto de entrar en los llanos de Tekkelhi, prometían convertirse una vez más en un importante factor en lo que a seguridad se refiere. Especialmente si se tienen en cuenta la gran cantidad de peligros a los que debe hacer frente una empresa comercial que renuncie o sea expulsada de la seguridad que brinda la "Gran Calzada".

Preparada la marcha, avanzaron aprovechando el fresco y cortante viento que barría el horizonte y que más tarde se vio sustituído por un progresivo bochorno aturdidor que les obligó a reducir el paso y a beber más de lo necesario, aunque sin alcanzar un umbral prohibitivo. Largas dunas de arena blanca cuajada de partículas metálicas minúsculas los rodeaban por doquier y con un poco de imaginación, uno podía ser capaz de apreciar un inquietante parecido estático con el oleaje del lago Ne"Enendell. Aunque nadie lo hizo, pues hacía demasiado calor para malgastar fuerzas en cualquier otra cosa que no fuese caminar y tratar de cubrir bien el cuerpo, ofreciendo la menor resistencia posible a las ráfagas de aire cálido que azotaban las dunas y trataban de sepultarlos.

Pareció transcurrir una eternidad antes de que la tormenta recién nacida les dejase en paz y marchase hacia el sur dejando en sus oídos un silbante eco lastimero. Sin embargo, aquello mejoró el humor de los viajeros, que se detuvieron bajo la sombra de una gigantesca duna para limpiar los filtros de los Filo-estivadores de arena y echar un bocado antes de continuar. Durante un breve instante, se permitieron relajarse y las risas y el eco de las conversaciones reverberaron rompió la habitual calma del desierto.

Sin embargo, poco duró tan frugal refrigerio antes de que el guía diese la orden de continuar. De nuevo, el lejano eco del viento y el sordo zumbido de los Filo-motores se impusieron a los pensamientos y el calor seco y abrasador volvió a caer como una tórrida nube sobre ellos. Las dunas se sucedieron una y otra vez, monotonas e impávidas ante la penosa marcha de la caravana y al mediodía, cuando los pies apenas podían tocar la arena ardiente, el grito de uno de los mercaderes al tropezar y rodar duna abajo hacia una honda depresión, se impuso al eco del desierto.

El desafortunado Frilyr rodó sin control más de 50 metros duna abajo hasta detenerse alcanzado el fondo de la depresión. Aturdido, trató de incorporarse pero el desmañado petate y su escaso equilibrio frustraron sus intentos. La caravana se detuvo a una orden del guía y el viejo Kemanhi examinó desde la cima la curiosa disposición del paisaje.

-Kamath Maím, hermano! Vamos a buscarte!- voceó apoyado en un grueso cayado adornado con motivos tribales.

(Si alguien se anima a ir a buscarle, que lo diga en su posteo. De lo contrario irán PNJ´S)

Tiempo,tiempo y tiempo.Algo que para mi raza resulta tan ajena y a la vez tan cercana de nosotros. Ver como nacen nuevos recuerdos y los mas viejos son sepultados en el vacio de nuestra mente, como vienen rostros y comos estos se apagan a llegar al ocaso de su vida, como las cosas van siendo creadas hasta terminar yendo hacia una direccion completamente distinta Y... como lo "normal" se vuelve "anormal" O mejor dicho en "Mito". Si todo esto era el "Tiempo" Todo lo que los Atisiv sentian en sus "Inmortales" vidas ante el pasar del tiempo. ¿Ironico no es asi? Somos los unicos que recuerdan las tierras verdes, ese cielo azul alineado con la inmensidad de las construciones de antaño,todo eso ha desaparecido y en su lugar solo queda una triste parodia a lo que fue una vez la vida, ¡Y lo peor! Es que esta parodia es la maxima expresion de "normalidad" y "verdadero" para todos estos nuevos seres, estos bebés para mi. Que viven y dejan sus acciones en la historia. No tienen ni idea de lo que han perdido y tampoco tienen la suficiente informacion para imaginarse como era el mundo antaño. Pero aun asi, aun....queda historia para participar, ver quienes seran los nuevos consquitadores,reyes,asesinos,reformadores ¡toda clase de posibles personajes y historias! Por el cual registrar y experimentar, para dejar una marca en esta historia, porque no existe peor muerte que la de ser olvidado completamente, sin registro,sin nombre,sin acciones memorable.Solo un cuerpo que ha sido convertido en polvo y que nunca más sera hablado ni oido de el. Esa es mi filosofia de historiador, de un Atisiv que ya ha muerto 3 veces en su existencia. Ohhhh si salvajismo y fuego, lo recuerdo muy bien en este cerebro mio.Pero no me interesa aquello, no tiene valor, no tiene historia para mi no, no, no.El que si lo tiene es aquel ser,ese ser que he visto en suenos. ¡Mi propia leyenda! Dictados por los Errantes, por aquellos seres que hace ¿decadas?¿ milenios? Yo escuche y fui directo para escuchar su enseñansas. Jajajajaja lo se, lo se ,que algun dia "hablaremos" lo se cuando yo lo miro,y me nace ese deseo de hablarle.Y asi ver hacia donde me llevaria el, pero no,mucha gente, muchos oidos maliciosos.....eso me hace dificil hablar con el. ¡Ghys Lysan! Oh si ese nombre lo recordare siempre, sera importante jeje si no fuera por ese motivo.Pensaria que estoy enamorado de el jejeje pero ¿como no malitepretarlo loa demas ? con nuestras miradas mutuas de "te conosco" Ohhhh pero no puedo desepeearme, tengo que calmarme un rato. Si,calmarme con una historia de nox. Asi que activo mi glandula y envio esos olores imposible de captar hacia mi "Amigo" Nox. Esto era el mal llamado telepatia, bah que sabria los demas del increible proceso cientifico y natural que hay entre el sistema nervioso.Si fueran como nosotroa sabrian como enviarle senales perfectamente a esta estructura electrica y Biologica. -Nox......Contarme fuego. Yo contarte. Que vuelva a contar.otra de sus historia de las salamandras, la guerra de hielo idiota como lo llame yo.La cantidad de gente que Nox quemo,que volvio ceniza y que esparcio con su amor hacia el fuego a ciudades em el desierto.Si todos los ingrediente para ser una "historia" Inutil,carente de valor y de utilidad historia.Ningun hecho importante me cuenta sobre sus salamandras, pero un "amigo" hay que escuchaarlos de vez en cuendo, quizas asi solo quizas, pueda de dejar de actuar como un puto pasivo-agresivo. ¡Nox! Con esa pasividad,siento que podria darte un "beso" y tu igual ¡no cambiarias tu semblante! No hay peor crueldad que hablar con pasivos-agresivos extremos.

Asav marchaba a la cola de la comitiva sobre Sulá con un pie cruzado sobre el camello de una forma que solo se conseguía con la práctica y que resultaba, para el viejo Dosii, una forma cómoda de viajar en una marcha lenta. Apoyado en la joroba del camello y sentado sobre un cuero viejo que hacía de montura, el Dosii ajustaba las telas de su turbante para protegerse del tórrido viento, una escasa ranura que solo dejaba entrever sus ojos lo justo y necesario para permitirle ver y no ser molestado en exceso por la arena, el óxido y el incómodo vendaval. 

Los llanos de Tekkelhi mostraban sus impresionantes formas, pero Asav estaba más que acostumbrado en sus vagabundeos por los desiertos del mundo a vislumbrar toda clase de maravillas y ya observaba las dunas con los ojos de un viajero cansado, aunque las promesas de libertad implícitas en los terrenos salvajes era algo que no estaba dispuesto a cambiar por cualquier otro tipo de vida que le pudieran ofrecer, viviendo su vida consciente y responsable de todas y cada una de las decisiones que surgieran en el camino. Por ello quizás marchaba a la cola de la caravana, algo alejado incluso, le recordaba a una cadena y Asav hubiera preferido ahorcarse con una antes que volver a dejar que se las pusieran en pies y manos.

Tras la tormenta y entre arenas metálicas Asav tuvo poco más que hacer que comer un poco de carne curada y atender a Sulá, este compañero era ideal para los desiertos y en un momento de gran necesidad podía sacrificarlo y vivir unos días mas. Observó como la caravana se afanaba en limpiar la maquinaria desde la comodidad que sus ropas, muy adecuadas para las circunstancias, le ofrecían en todo momento, custodiando sus pocas pertenencias con destino a algún experto al que enseñarle lo que había encontrado.

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Vio la caída casi completa del mercader Frilyr, la arena quemaba la piel e hizo una mueca de disgusto al imaginar lo incómodo que tenía que ser rodar por esa ardiente arena durante tanto metros hacia abajo. Asav se bajó del camello y se dirigió a la comitiva - Ya voy yo!! - declaró, considerándose de los más capacitados para moverse por los desiertos, como buen Dosii, y para sacar al torpe Frilyr de la depresión, en la que probablemente habría muerto si se hubiera encontrado solo...

Tensir se acomodó la capucha de su capa para que le tapara de los rayos del implacable sol de mediodía. Por fortuna el viento había amainado lo suficiente para que no fuera necesario taparse el rostro para protegerse de la arena y el polvo. La breve parada había ayudado a recuperar el cansancio de sus piernas pero los hombros aun le pesaban por culpa de la mochila con sus efectos personales.

- Quizás me esté volviendo viejo para estas cosas. – murmuró en voz baja mientras se rascaba la barba veteada de gris y crepitante por culpa de la arena. – Aunque no me imagino haciendo otra cosa. –

El Dossi fijó su mirada en la espalda del caravanero que avanzaba delante suyo. De esa forma podía concentrarse en avanzar por las dunas traicioneras sin pensar en las molestias y dolores. Tampoco es que el paisaje fuera particularmente interesante. A menos que la arena dejara al descubierto alguna ruina olvidada, cosa que era improbable pero posible, no había  nada allí que le interesara en el monótono paisaje. El calor de la arena comenzaba quemar a través del duro cuero de Digil de sus botas. Tensir estaba seguro que podría cocinar un trozo de carne sólo con ponerlo sobre una piedra.

- Debería hablar con el navegante y sugerirle que paremos unas horas hasta que baje el sol -   como sanador del grupo sus consejos tenían algún peso… a veces.

Un grito proveniente de atrás le hizo detenerse y girar, justo para ver como caía un mercader rodando por la ladera de la duna.

Tensir se acercó al lugar del incidente justo para escuchar a su compañero:

-Kamath Maím, hermano! Vamos a buscarte!-

- Ya voy yo!! -

- Yo también voy. Es probable que necesite mi ayuda, aunque vamos a necesitar otro par de brazos al menos si tenemos que subirlo. No sabemos en que estado quedó al llegar abajo. - 

El desierto, ciertamente no tenia nada de impresionante. No es que habia perdido su esplendor con los años, nada de eso. Despues de los bosques, pensaba que esto era en verdad, el lugar al que las almas malvadas van a parar. Un castigo, diriase, por nuestro pecado. ¿Fue un pecado defendernos? En lo absoluto, pecado fue venir aca a vengarnos. Condenados a vagar ahora en esta tierra ardiente. Habia visto una vez el mar, a lo lejos. Era algo bello, hermoso, pacifico. En cierta parte era como el desierto, pero despues de verlo una vez, no podia dejar de pintar de azul con mi mente las blancas arenas del desierto.

Brusco dio un traspie, seguro alguna roca. Luego un olor acre. Comprobé los frascos, guardados en un bolso con una correa que cruzaba mi pecho. Ninguno roto. No es que no me hubiera dado cuenta, de haberse roto alguno, seguro se me hubiera quemado el pelo. Entonces el olor solo podia ser... Parpadee fuerte y trate de relajarme para poder escuchar a NOSTRUM. 

Una historia. Otra historia. Habia contado tantas historias que ya no me quedaba nada que el Atisiv no hubiera escuchado. Le habia hablado del bosque, de la familia, de los espiritus, secretos de la magia, nada de eso le importaba mucho. El solo queria escuchar al fuego. Cosideraba esas historias aburridas, habia descubierto un patrón. Pelea, adversidad, victoria y alguien hecho cenizas para cerrar con oro. Siempre terminaba alguien hecho cenizas. Ni yo mismo me salvé de esa.  Bajé la velocidad de Brusco con un silbido, y me pegué mas al Atisiv. Aun no habia decidido que historia contarle. Quizá comience a inventarmelas. No lo sé. Con la condenada suerte que el guia declaro un descanso. Subo el tono del silbido y lo corto subitamente. Brusco se detiene y se echa. Que mal habito. Tenia una bolsa con bolas minerales en la alfoja. Saqué una y se la puse en el suelo, donde tenia la boca. La abrió y aspiro hasta que la bola rodó hasta su lengua. Me estaba encariñando con el bicho. 

Sentí de nuevo el olor acre, pero estaba vez no era NOSTRUM. Habia gente que me veia raro por andar paseando con el Atisiv por ahi, pero la verdad, no me importaba. Me acerque al Atisiv mientras desliaba una vianda. Ví el simbolo de una llama roja en el dorso de mi mano derecha, junto a un simbolo. Un triangulo. Nox era una salamandra de bajo rango de la tercera generación. Yo portaba una llama azul envuelta en un circulo. Perteneciente al rango de... ¡Ya sabia que historia contaria a NOSTRUM! 

Señalé a la llama roja de mí mano -¿Te conté como consegui esto? - quise decirlo orgulloso, pero mi voz sono fria, indiferente. Tomé un bocado de comida. Estaba desabrida. Como todo. 

Comencé con el relato. 

-En el bosque ocurren pocos incendios, pero los que ocurren son brutales,  y dejan marcas...

Desperté a Brusco de su siesta de media tarde con un silbido. Siguió echado pero maldita sea. Me monté sobre el y comencé a taconearlo. Quizá fue mi insistencia o que la quintina no es tan dura como se cree, pero el bicho se levantó, casi a regañadientes y comenzo a andar. Al principio iba a paso lento, y por mas que le silbé, no aceleró mucho más. Nos habiamos quedado un poco resagados, pero de un momento para otro, Brusco comenzó a correr y volvimos casi al lugar donde estabamos. Diria que más adelante, para cuando bajó el paso y me fijé bien. Estaba pintando de azul nuevamente el desierto hasta que sentí que todos se detuvieron. Alguien se habia caido. En ese instante me fijé en la arena. Solo verla me hacia arder los ojos, sentirla en la piel y dentro de la ropa era un nivel nuevo de dolor. Comprobé el agua disponible en las alforjas. Brusco podia cargar a otra persona. O más que eso, arrastrar si necesitaban ayuda. Pero, ¿a mi que me importaba? No era asunto mio. Dos personas son más que suficientes para sacar a ese pobre hombre de ahi.  

-no,sorpresa es,contarme,contarme.

le comunico a Nox antes sus palabras sobre la historia que me hiba a contar,seria aburrida lo se.Porque me respondio con otra vez su voz monotona ¡cielos! Podias mostrar enojo de vez en cuando.Pero ya que, ahora tengo que escuchar su historia.....no tengo esperanza que valga usar mis procesos mentales para recordar aquella informacion.

"Me siento" si se puede llamar de alguna forma el hecho que por mi tamaño igualmente soy lo suficientemente grande como para ver a los demas como enanos,no mejor dicho como "piedras"....y ellos verme igual de "demoniaco gigante"

Muevo mi poderosa mano y agarro un bocado de comida,muevo mi procoido y lo envuelvo para "tocar" toda posible humeda en el, pero no tiene nada de agua...a si que tendre que triturarlo, asi que abro mi cuello para ingresarlo en esa cabida, mientras oia la historia de nox.

No siente nada,no tengo gusto,nunca sabre cual es el extasis que experimenta los bebes cuando mastican la comida, es algo que esta tan fuera de mi complecion que resulta ser tan misterioso como la vida misma.¿pena? ¿deberia sentir con respecto a eso? Bah no tiene valor igualmente,es "pereza" tener gusto.Solo.formenta un "vicio" y si n "utilidad" aparente.Dado la inutilidad de todo aquello procedo ahora si escuchar a Nox

-logica increible, quemar quemaduras. tu cuerpo experimentar

Le envio una vez termina de hablar,ahora queda descansar."escribiendo" en la piedra olores sobre la historia de nox

"Fuego, arboles,savia y tristeza,muerte por pereza"

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Alguien se ha caido, un desafortunado que la historia a llevado por caminos peligroso, un suceso que no le veo tanta la importancia.es un desconocido, que apenas ha participado en esta caravana.

En su lugar mientra espero que avance de nuevo la caravana le envio otra vez mis olores-palabras a Nox.

Yo contarte,historia....¿historia util? desconocido....pero es de bebes....Sote cuidar cria, pero mundo aseinarlo por ser muy feliz para los demas FIN.¿mensaje util?

Espero que semejante incoherencia argumental sirva para poner a pensar nox.Aunque dado que fue mas corto de lo normal, deberiaa intentar preguntarle a Nox sobre Ghy.

-¿Conoces a Ghys? el es muy llamativo para mi.

Caminar sobre la arena era algo agotador, por demás si se consideraba hacerlo a pleno día durante el Mordrám Da. El sol no era menos implacable por estar eclipsado por las nubes de polvo, en realidad no había escapatoria a su yugo si se atravesaban los llanos de Tekkelhi por la superficie. Ghys frecuentaba la Gran Calzada, era la opción más rápida y más segura, y el costo no representaba un desafío para el comerciante, sin embargo había ocasiones en que el cargamento podía despertar una curiosidad no deseada en los puntos de control del camino. Este era uno de esos viajes en dónde el abrazador calor en los pies era preferible a correr el riesgo de ser inspeccionado. Su paso era lento, pero mantenía un ritmo bastante regular, llevando un cargamento poco voluminoso sobre el filo-estivador que había alquilado al guía Kemanhi.

Había mas de un rostro conocido entre los viajeros, pero no tenía energías para mantener un diálogo mientras caminaba, prefería mantener la boca cerrada y conservar la humedad de su cuerpo, pues la capa y las botas apenas filtraban el insoportable calor. Solo cuando descansaban a la sombra se daba unos minutos para conversar con quien tuviese cerca. En unas de esas paradas pudo ver una figura que le resultó familiar, una que al caminar superaba por varias cabezas a aquellos que iban montados, un Atisiv. Mantenía la misma distancia respecto de él que del Novan Darh que había visto entre los viajeros, era una sana costumbre que había heredado de los Kemanhi mas ancianos, sin embargo esta criatura lo miraba de un modo extraño, diferente al que miraba a los demás. Tras retomar el viaje se dio cuenta de quién se trataba al verlo caminando junto al Frilyr que montaba el gran escarabajo, y sonrió para sí el Yermo es mas pequeño de lo que parece. 

La monotonía del viaje fue interrumpida por los gritos de un comerciante que resbaló en la arena. Ghys se acercó al borde a ver que ocurría, la caída sin duda había llenado de moretones a la víctima, pero se repondría. Lo que no sabía con certeza es si lograría salir de ese pozo. Dos Dossi reaccionaron casi de inmediato, al adentrarse en la depresión le pareció reconocer a uno de ellos, pero llevaba tantos trapos encima que no supo realmente si era quien pensaba. Los miró desde lo alto, él no necesitaba jugar a ser héroe allí, y no iba a dejar su cargamento a menos que su propia vida estuviese en juego. Poco a poco se fue acercando hacia el guía de la caravana, el viejo Kamanh Frilyr que llevaba el cayado. - Pequeño golpe se ha dado el hombre, no se cuan rápido lo sacarán de allí. Será buena idea parar a descansar hasta que baje el sol, como propuso aquél hombre?- preguntó, temiendo demorarse en demasía para llegar a su destino. Mientras esperaba la respuesta le pareció escuchar que pronunciaban su nombre a sus espaldas lejos.

Despues de caminar un poco en silencio, siento el olor acre que indicaba la inminente comunicacion de NOSTRUM. Mantener al Atisiv ocupado era un problema. Despejo mí mente y lo escucho. 

Una historia sintetizada. ¿Utíl? La unica moraleja que podia extraerse de esa "historia" es sobre lo felices que son los demas destruyendo la felicidad ajena. El Atisiv era sabio a su manera rara. Venia a la sombra del Atisiv, pero cuando este se detuvo se encorvó un poco, y el sol comenzo a golpearme de nuevo. Ya sabia yo que las cosas se pueden calentar bien rapido, enseguida sentí el azote del yermo. Me subir la capa a la cabeza y me cubrí con ella. El Atisiv volvio a hablar.

Ghys, pensé rascandome la barba. Hacia rato que no le veia. 

-Sé de alguien llamado así. -bostezo y estiro los brazos antes de continuar hablando en tono monocorde. -¿Por qué te interesa? 

Al Atisiv podian interesarle muchas cosas. No era nada nuevo. 

Miro con atención a los Filo-estibadores por horas y horas, mientras caminamos. Llevo haciéndolo desde que llegamos, tratando de descubrir cuál es el truco para que puedan llevar tanto peso y mantener este ritmo. Debían de tener un fragmento de Filoma grande, eso seguro. ¿Y los guías? Gente común, con pulseras, ni siquiera llevan implantes. Hay uno en particular que tiene algo en el pie, pero aún no descubro qué es.

Y así paso día tras día en esta caravana bajo el sol infernal. La costumbre de la oscuridad de mi cueva, protectora de los rayos solares, ha hecho que la luz del astro arda mi piel. Hasta puede quemarme si me descuido. Por eso llevo una capa de pies a cabeza, permanentemente. Debo caminar siempre dando la espalda al sol, y ya he escuchado algunas risas de las veces que tuve que caminar de costado. Todavía no descubro quién fue... De todos modos, no es como que no pueda voltearme. Tengo mi máscara, que me protege completamente del sol. Sólo es muy incómoda, por lo que siempre la llevo hacia arriba, como si de una visera se tratara.

-Bip bop-, escucho desde el suelo. Es K1435u, mi autómata. No puede hablar, pero se comunica mediante "bips" y "bops". Sólo tengo que descubrir qué significan... ¡Dios!, la filoma es extraña. Lo miro, con los ojos entrecerrados, ya que aún me cuesta ver, para tratar de decodificar el mensaje, cuando este de repente da un pequeño salto y me empuja. Cuando caigo, y levanto la cabeza, con intenciones de aplicar correctivos, veo que tengo delante mío uno de los estibadores: casi lo choco, ya que habían parado, y yo estaba flotando en mi universo. -Gracias-, le digo al aparato. Parece que es hora de comer. Abro el compartimiento de K1435u para sacar alguna provisión, y disfruto de la comida, sin dejar de mirar el pie de ese guía...

La marcha sigue, pero se ve prontamente interrumpida por la caída de alguien por la duna. Estoy en la otra punta de la caravana, pero me acerco hacia la orilla. Antes de llegar, ya se que ha caído más de 30 metros, por la duración de los ruidos. Cuando llego, no alcanzo a ver al anciano, pero sí a dos figuras que empiezan a bajar. Podría bajar, y estoy seguro de poder cargar al caído, pero no tengo demasiada experiencia en el desierto con sus arenas blandas, a pesar de haber recorrido varias veces el camino hacia mi contrabandista preferido. Sería mejor no arriesgarse

Oh si jeje nox lo sabe,conoce algo de el.¿Me ayudara ? No lo se,tendria que preguntarle.Quizas le interese mis sueños,ambos somos magos.Aunque para nosotros,recorremo un camino diferente para la compresion del poder llamado "magia"

Ah la querida y bien odiada magia, solo unos pocos estan destinado a controlar esas energias, sea causado por genetica o destino da igual, este es tanto un don como una maldicion que nosotros los magos tendremos que soportar en toda nuestra existencia.

Pero basta de pensar, mucho pensamiento pertulbara a Nox por no responderle.

-Razones extrañas, pero no es ¿extraño la misma vida ? Viajes,motivos,destino ¿no son extraño todo? nosotros tambien extraños.

El descenso se hace difícil a causa de la inclinación pero, tras un arduo descenso y algunas rozaduras menores, el equipo de salvamento alcanza la depresión y se acerca con presteza al mercader caído que respira con dificultad, jadeante. Tratando de incorporase inúltimente, los preocupados rescatadores perciben el terrible corte que atraviesa el muslo derecho del desdichado mercader y comienza a formar un inquietante charco de sangre que contrasta, de forma terrible, con la pureza inmaculada del despiadado entorno.

El guía Kemanhi contempla la operación con la preocupación grabada en su curtido y oscuro rostro y se sobresalta ligeramente cuando uno de los viajeros sugiere realizar un alto.

-No, éste lugar no es bueno para detenerse. Debemos emprender la marcha cuanto antes y salir de los llanos en dos jornadas... o nos expondremos demasiado a la peligrosa presencia de los Lokur Kassaim que habitan éstas tierras.-

Acto seguido, concentra de nuevo la atención en la depresión.

La marcha había sido agotadora. Odiaba el sol, odiaba la sal, odiaba la arena. Kadras mientras tanto me daba por saco al oído. Me hablaba de posibilidades, de cristales que podría encontrar en el desierto. Sin embargo, la ardua caminata me impedía fijarme en esas cosas, las corrientes de aire rugían en mis oídos y la arena se colaba en mis botas. Por la noche tendría ampollas.

Durante el descanso nocturno vacío las cañas de las botas y mis pies agradecen el frescor, aunque no estaría tan fresco durante mucho tiempo. En el desierto helaba tan rápido como quemaba, el sudor se congelaba sobre la piel y la gente moría victima de su propia estupidez. Me desnudo, para secarme rápidamente, antes de volver a vestirme y envolverme en mis mantas. No iba a ser una noche tranquila, ver al hombre fardando de su magia del fuego me hace sentirme incómodo. Su relato me hace prever que no nos vamos a llevar bien.

Los Druidas decían que para mantener la bendición de Innba Kodam debíamos mantener la calma y nuestros corazones en paz. Kadras tenía otra opinión al respecto y, sinceramente, yo también. Aún así, no estaba por la labor de desatar enfrentamientos. Malhumorado me quedo dormido.

Veo al hermano de raza caer, su herida es fea, muy fea. Si avanzamos morirá desangrado, si lo abandonamos morirá él solo, si nos detenemos moriríamos todos. Por si no eran suficientes los peligros naturales del propio desierto, el guía habla de seres peligrosos en la zona. Pero iba en contra de mi naturaleza dejar morir a nadie.

Me acerco al guía para dirigirme a él.

- Si lo suben y alguien le presta un escarabajo, yo puedo tratar sus heridas. No prometo que vuelva a caminar sin problema, pero no se desangrará. Solo queda que sus compañeros le suban y un alma bondadosa esté dispuesta a ir a pata.

Mi mirada recorre a los que van en montura y se detiene durante un par de largos segundos en el caballero de pelo y barba cana.

El guía no parece fijarse en tu deformación más allá de un rápido vistazo antes de girarse sorprendido y constatar con sus propios ojos tu información. -Tienes una vista muy aguda, muchacho- murmura antes de dirigirse al grueso de la caravana:

-Queridos amigos! Tenemos un problema! El viajero que acaba de caer ahí abajo está herido y...- un chillido de angustia surge de una mujer Kemanhi y la cara confundidas y consternadas de los que la rodean da a entender que se trata de la familia del comerciante herido- Que las lágrimas no empañen todavía vuestros ojos, lo sacaremos de ahí. Alcanzadme un Jhendrabi!- ordenó a los cuidadores de los escarabajos gigantes que zanganeaban con las trompas succionadoras hundidas en la arena en busca de alimento.

-Prepara tu equipo, curandero!- ordenó antes de tomar al insecto por las riendas y descender a buen paso.

Sí, ya lo creo. Somos extraños todos. ¿Quien dice qué es normal?  

Mí atención vuela del Atisiv al Frilyr que pedia un Jhendrabi, ¿me estaba mirando a mí? No me importaba prestar a Brusco un rato. Aunque tampoco me importaba el tipo que se cayó. Por suerte alguien más lo tomo para sí y se dirigian a rescatar al comerciante. Bendita sea la buena gente del yermo. Ya, solo esperando la marcha, continuo mi charla con NOSTRUM.

-¿Lo has visto por aquí o antes?- Le digo al Atisiv, tratando inutilmente de fingir interes, aunque realmente estaba interesado. Es de las desventajas de perder el fuego, la razón de mí viaje. -No recuerdo haberlo topado en ningun lugar por el que pasamos -Saco de las alforjas un pellejo con verdagua y doy un trago largo antes de estirar el pellejo a mi compañero. 

El pobre comerciante esta de suerte, un medico hay entre la multitud que puede curarle sus heridas. Al parecer su historia no habra terminado bajos la dunas de este desierto. Una bella y gran oportunidad para que el pueda dejar una marca en este mundo antes que se le agote la suerte.

Pero ojala no nos tardemos de mas rescatando a ese ser, el guia habia dicho unas palabras que cuyo significado yo ignoro.

"Lokur Kassaim"

No se que clase de criatura debe ser esos bebes, pero si el guia quiere salir rapido de aqui por aquello.Es porque debe tener su nivel de peligrosidad alto. No he querido ayudarlo, pero si tarda mas la cuenta tendre que bajar para subirlo con mis poderosos musculos.

Libero olores y se lo envio a Nox para continuar el "enlace" telepatico que hay.

¿Verlo?, si y no. Verlo en realidad y en sueños.Aqui y alla.

Volteo mirando a mi alrededor, intento ver si veo a Ghy en el gentio de la caravana,pero no tardo mucho y regreso a mirar al bebe Nox.

Aqui yo verlo, solo aqui en carne.Leyenda ser el para mi ¿comprendes? o no.esta Caravana lento muy lento....pero charla ser, quizas aqui con GHYS.

Caía al vacío  y nadaba entre oscuridad, siempre que soñaba esto me ahogaba al principio, como si el momento para que mi cuerpo se adaptara al agua fuera un periodo corto, pero interminable para los sentidos. Seguía buceando en la oscuridad sin casi poder contemplar lo que me rodeaba, pero como en todos los sueños que tenía acababa tocando el fondo del mar oscuro, en un pestañeo cambiaba de lugar y esta vez una tormenta espiritual se ergía frente a mi, un cristal enorme flotaba en el centro de la tormenta, por las propiedades que presenta se diría que es un Vastumbría perfecto, rodeado de truenos escarlatas y violáceos que saltan desde las profundidades de la fuente de poder hasta mi mano, sin sentir dolor la energía fluye a través de mi brazo, acaba recorriendo todo mi cuerpo y cuando cierro los ojos del estasis, al abrirlos, he despertado. 

Me lleva un poco de tiempo adaptarme a la luz que se cuela en el carromato que me transporta, me había tocado hacer guardia nocturna como guardaespaldas de la caravana y me habían ofrecido dormir, como era costumbre, en un carro cubierto al lado de las mercancías que transportaban, poco tardé en darme cuenta que había jaleo fuera y fui a comprobar que todo estuviera en orden. 

Bajé del carro y el sol me golpeó en la cara, maldito desierto, a veces eres como mi hogar y otra como el infierno. Alguien gritaba   Alcanzadme un Jhendrabi! . --Prepara tu equipo, curandero!-  Aún con la jaqueca del sueño me quedé unos segundos estupefacto. Como personal de seguridad de la caravana mi labor consistía en que todo fuera sobre ruedas, ni heridos, ni muertos ni accidentes estúpidos. Por suerte esta vez la responsabilidad no caería sobre mi, ya que estaba descansando. Salí despedido a buscar al encargado de los Jhendrabi, y lo acompañé hasta la duna. 

Había demasiada gente allí, así que lo único que podía hacer era ayudar al curandero a transportar y preparar sus cosas. Volví a salir corriendo, estaba demasiado acostumbrado a la armadura que llevaba para que me pesase, y el calor no era agobiante para alguien que vivía en el yermo desde hace tanto tiempo. - Vamos curar a alguien herido no? Te prepararé una zona donde poder trabajar, con unas mantas encima de una mesa rígida y otras atadas a unos palos para hacer de parasol podré hacer que trabajes en un buen ambiente. - Quizás no era médico, pero sabía como encontrar algo de confort en el desierto.

Cuando noto que un hombre se acerca a mi, levanto los brazos para protegerme la cara y cubrir mis cuernos con las manos. Era un gesto instintivo. Sin embargo, se para a escasos metros y se ofrece a ayudarme. Miro entre los huecos sin saber que decir.

-No tenemos tiempo, debemos avanzar.-Miro al hombre de pelo negro.- Gracias por la oferta.

La gente tan intensa me resultaba intimidante. Quería meter sus narices en todos los asuntos, pudiera ayudar o no. No me gustaba este tipo. Dando el asunto por zanjado le ignoro mientras me preparo la operación. Aguja e hilo, para coser, un ungüento desinfectante. Los paños los sacaría al final, no quería que se llenasen de arena. Si los vasos sanguíneos estaban abiertos, le tendría que cauterizar ambos lados de la herida. 

Cuando suben al desdichado lo apoyo contra el Jhendrabi.

-Kamath Maím, soy un Druida.- Era una garantía de que haría lo que estuviera en mi mano, curarle o darle una muerte sin sufrimiento. No dejaría que su alma se fugara de su cuerpo arrastrada por el frío que invadiría su cuerpo a medida que perdiese sangre.

Apoyo mis manos en la herida, siento su sangre fluir como arena. Arena hecha de cristales elementales, Vida, pulsando, desapareciendo al salir del cuerpo, Tierra, que se haya en toda la materia, Agua, que mantiene la solución de la sangre en estado líquido, y un regusto a Espíritu, la voluntad del hombre por vivir. 

Exploro la parte interna de la herida antes de empezar a cerrarla.

 El descenso había sido complicado, sobretodo requería esfuerzo el evitar caer por la ladera de forma similar al mercader. Una vez abajo Tensir se arrodilló junto al caido y se dedicó a estudiar las heridas. El corte del muslo podía ser mortal si no se contenía el flujo de sangre. Tampoco podían moverlo sin detener la hemorragia. Rápidamente abrió su bolso rebuscando dentro. Sacó un rollo de vendajes hechos con telas hervidas y secadas al sol. Tensir realizó un vendaje alrededor de la pierna, apretando lo más fuerte posible, esperando contener la hemorragia lo suficiente para poder subirlo y tratarlo mejor. Aún debía limpiar y cerrar la herida, aplicar un ungüento antibiótico... pero eso debería esperar por el momento.

- Veamos si soporta el ascenso. - Levantó la mirada justo para ver como descendía un Jhendrabi. - ¡Perfecto! Eso simplifica mucho las cosas. - 

Se inclinó para levantar al herido. - Ayúdame a levantarlo Asav y a subirlo a la montura. No quiero estar aquí cuando toda esta sangre atraiga a la fauna local, y alguna puede ser muy desagradable.  -

Ghys guardó silencio cuando el guía rechazó la idea de detenerse, el peligro de los Lokur Kassaim era real y no tenía intensiones de ser atacado por ellos. Miró desde lo alto como el equipo de rescate hacía las primeras sanaciones para movilizar al herido. Un Frilyr se ofreció a sanarlo si lo subían y el anciano pidió que trajeran uno de esos insectos gigantes, un joven se encargó de traerlo y entabló un diálogo con el curandero, las palabras que escuchó atrajeron su atención Un Druida en la caravana y lejos del bosque de Danokon Kodam? no pudo menos que dar unos pasos hacia ellos, pero antes que pudiese hablar un sote subió al herido montando a la criatura y comenzaron a tratarlo.

- Tranquilo amigo, aún nos queda por delante mucho por comerciar! - dijo al mercader que había caído - Hermanos en las buenas y en las malas, no dejaré que lo que has emprendido quede en la nada, cuenta con mi ayuda - ambos eran comerciantes Kemanh Frilyr, y ayudarse mutuamente era indispensable para sobrevivir a menos que fueras uno de los Hombres Mayores, pero no era el caso. Tomó la mano del Kemanhi y la apretó con firmeza, luego se hizo a un lado para que siguieran tratándolo - Gracias - dijo al Innba Frilyr y al sote que habían tratado sus herdas - Lo que hacen es muy útil en estos tiempos, y muy generoso de su parte. Mi agua es su agua, os estoy agradecido. Soy Ghys Lyan- dijo.

Sí el lo decia. NOSTRUM era raro, pero no mentiroso. Aunque sus mensajes cripticos me confundian, más que ayudarme. Aunque eso de charla divertida seguro era un chiste Atisiv. ¿O quizá se referia a buscar a Ghys?

Traté de ubicarlo pero no lo conseguia. Quizá estuviera en la aglomeración de gente que se habia arremolinado entorno al Frilyr que se cayó. Quizá debí ayudar también. Uno nunca sabe quien puede ser el siguiente. 

Al ver que NOSTRUM no quiere verdagua, echo otro trago, taponeo el pellejo y lo vuelvo a colgar de Brusco. Mi mente se pierde en las arenas un rato. Suele pasarle a los viajeros en las dunas. A mí incluso me pasaba un par de veces por día. ¿A que se refiere el atisiv con eso de leyenda? Decidí que lo mejor era preguntarle. 

Hablé en el mismo tono monocorde que me perseguia, del cual era dificil entender si afirmaba o preguntaba

-Ghys, ¿es importante por que estaba en tu sueño? ¿O obedece a otra razón? -Una razón Atisiv enrealidad, equivaldria a una razon común, pero más rebuscada.