Partida Rol por web

14 de Enero de 1925. Arkham Station.

Uno a uno, los 3 componentes de la Hermandad Oscura (a falta de Washiskowaho) van llegando a la estación de tren de Arkham en esta fría mañana, en la que un manto de nieve cubre las calles de esta vieja y chismosa ciudad de Nueva Inglaterra.

Una vez acomodádos en los asientos de madera, a las 06:30 el silbido del silbato del jefe de estación marca la salida del tren puntualmente en dirección Boston.

Tras atravesar la bella campiña sumida en tinieblas, el convoy hace finalmente entrada en los arrabales de Boston con las primeras luces del amanecer, y a las 8:00, puntual como un reloj suizo, hace entrada en la estación central de Boston y con un último resoplido de vapor, se detiene.

Tras un breve desayuno, accedéis al Expreso de Nueva York que parte 30 minutos mas tarde.

La locomotora arranca de Boston South Station y parte a la vertiginosa velocidad de 55 Km/h en dirección a Nueva York Grand Central.

Tras unas breves paradas en Providence, New Haven y Bridgeport, el convoy hace su entrada en Nueva York. Desde las sucias ventanillas se puede ver la inmensidad de la Gran Ciudad, atravesando las nevadas calles del Bronx para llegar a la Isla de Manhattan y a NY Grand central Terminal. última parada.

Finalmente la gran ciudad, de una gran belleza y misterio, hogar de artistas y bohemios; de contrastes entre grandes empresarios propietarios de miles de hectáreas de terreno y de prosperas fábricas y míseros polacos e irlandeses que se hacinan en barriadas. Abarrotada de gente, ruidosa y polucionada, con grandes y altísimos rascacielos como nunca antes habías visto recortándose en el horizonte; y algo mas allá la estatua de la libertad en el centro de Staten island cuya visión supuso siempre una alegría inusitada para muchísimos emigrantes centroeuropeos e irlandeses la esperanza de huir de las hambrunas y de la miseria tras un larguísimo y agotador viaje por mar

¿Taxi, señores? dice un bigardo taxista cuya una gorra de pana calada hasta las cejas se alia con el humo del cigarrillo que tiene en la comisura de sus labios para dejar su rostro en penumbra.

Sí, por favor - Lindsey estaba esperando a que sus compañeros llamaran a uno, pero esta ocasión no se puede desperdiciar de ningún modo.

COn un gesto, llama a los dos caballeros para que se adentren en el automóvil tras de ella.

Vinnacci, vestido con un traje de color oscuro, bufanda, guantes de cuero negro y un sombrero de ala ancha, se encuentra ensimismado por el espectáculo que tiene ante sus ojos. Se había dejado llevar completamente por sus pensamientos. Cuando Lindsey acepta la oferta del taxista el fotógrafo levanta su maleta, y se acerca al vehículo.

Estos edificios son condenadamente grandes.. "Sacre Dieu"!! - Exclama con una sonrisa mientras eleva su vista al horizonte una vez más.

Una vez han colocado las maletas correctamente y están todos en el interior del automovil Vinnacci indica al conductor la dirección del hotel donde ha reservado las habitaciones

Roosevelt Hotel, situado entre 45th St. y Madison Ave, por favor - Acto seguido, baja la ventanilla y se enciende un cigarrillo, presto a disfrutar del fabuloso paisaje urbano que tiene ante sí.

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Bauberg ocupa el asiento delantero junto al taxista. Su volumen puede comprometer el confort de tres pasajeros en el asiento trasero. Como sus compañeros esta impresionado, puede que incluso amedrentado por el espectáculo que les envuelve.

Es tan grande y caótico que resulta grotesco. Creo qeue tardaré en adaptarme a esta ciudad, es de locos.

El taxista emite un gruñido y señala a vuestra espalda.
Por un desplazamiento de 10 segundos en taxi no pierdo el primer puesto de la hilera de la estación.

Un modernísimo rascacielos, de reciente construcción alberga el espectacular y modesto hotel que conocía Vinacci. Situado enpleno corazón de Manhattan, y conocido como La Gran dama de Madison Avenue, en una de las calles mas famosas de la Gran Manzana, es un claro ejemplo de la prosperidad y riqueza característica de esta década.

Segundos mas tarde la reserva telegráfica del hotel os es confirmada y se os asignan vuestras habitaciones.

Toda la decoración del hotel huele a nuevo, pues abrió sus puertas hace muy pocos meses, y ya se ha convertido en un referente en esta ciudad.

La Leica I aún no ha sido presentada al mercado (por el pequeño reajuste temporal que tuvimos que hacer). Aunque si pudieras ir a la Leipzigmesse de esta primavera...

La Leica 0 que también está muy bien tiene película para 36 exposiciones, y te salen fotografías de 24x36 mm. de buena calidad.

Como compensación por la bajada de nivel de tu material fotográfico, te regalo un chivatazo: saca todas tus inversiones en bolsa a mediados de Marzo del 29.

- Disculpe las molestas caballero. Paul, encárgate de darle una pequeña propina al taxista por las molestias, yo iré sacando las maletas del coche.

Acto seguido el fotógrafo ayuda a salir a la dama y saca las maletas del coche. Una vez encaminan sus pasos al modesto hotel donde ha reservado las habitaciones, Vinnacci se sigue mostrando alegre, no para de sonreir y mirar a todos lados. Saca unas tres fotos en el trayecto y tras haber tomado dos de ellas susurra algo de un premio llamado Pulitzer

- Así que este es Roosevelt Hotel -Dice cuando el mamotrecho se alza sobre sus cabezas - ¡¡Ójala tuviesen habitaciones libres en las plantas más altas!! ¿Imagináis poder descansar en un sillón, con una copa de vino, mirando semejante paisaje mientras el sol se pone en el horizonte? ¡¡Maldita ley seca!! Creedme caballeros, no van a ser los monstruos horribles venidos del mismísimo infierno los que me vuelvan loco, no señor, serán estos malditos políticos con sus leyes absurdas...

Paul se desprende de algunas monedas por las molestias, que abona al taxista. Resoplando porque la situación resulta algo embarazosa, recoge su maleta de cuero y comienza a andar junto al entusiasmado fotógrafo y a la exuberante Lindsey.

La ciudad perece agobiante, el aire está cargado de suciedad y el ruido es ensordecedor. Los vehículos circulan en desorden total de manera que a cada instante perece que se va a producir un accidente.

Puede que las habitaciones a esa altura dispongan de aire más puro. Estoy de acuerdo en que la ley seca es uno de los peores atentados contra la humanidad.

Su boca se abre con amplitud al contemplar el hotel, con una luz en sus ojos que demuestra lo ilusionada que, por el momento, esta.

Madre de mi vida - dice dejando que sean los caballeros quien tiren y aflojen con las discrepancias del taxista - Esto es enorme. Desde luego, estamos en el futuro hecho realidad. Los edificios no podrán ser más altos.

Y el interior del hotel resulta ser 8 puntos por encima de elegante y solo 2 por debajo de lujoso.

Uniformados botones suben vuestras maletas hasta la undécima planta, donde afortunadamente quedan habitaciones, cuyas llaves os son proporcionadas por uniformados y educados conserjes.

Los muebles, las cortinas, las alfombras... Todo parece y huele a nuevo. Y las habitaciones no desentonan en absoluto con el resto del hotel.

Vinnacci no deja de sonreir y dar las gracias a todo aquel que le brinde su atención, marcando su acento francés si se trata de una dama la que le dirije la palabra. En el momento en que el botones se hace cargo de los equipajes toma la cámara y lanza un par de fogonazos a la recepción y al vestíbulo, sin dejar decomentar a sus compañeros lo fabuloso que es todo cuanto les rodea.

- Ahhhhh... Que ganas tenía de ver algo así amigos mios. La verdad es que impresiona mucho más en la realidad que en la foto que vi en el periódico, parecía mucho mas modesto - dice guiñando un ojo a Lindsey- Paul, las reservas están hechas a tu nombre, ya que aceptaste ser la figura contable de la hermandad. Emplazadas en las alturas solo quedaban disponibles las suites de la azotea y, acostumbrado a la tranquilidad de Arkham,soy muy sensible a los ruidos nocturnos cuando trato de dormir, así que no tuve más remedio que aceptarlas...

Ya imagino, ya...aquí huele todo raro.

Dice el anticuario con un sonoro bufido. Con paso lento, se dirige la moderna recepción. Para alguien que se dedica al comercio de antigüedades, la arquitectura contemporánea y en general la decoración moderna, suponen un montón de materiales apiñados sin sentido, sin atender a la simetría y a las proporciones clásicas, que para Paul son la concepción de la belleza.

Paul deja la maleta en el suelo y sin apoyar apenas los codos en el mostrador se dirige al recepcionista.

Buenos días, me temo que tenemos una reserva en este hotel, a nombre de Paul Bauberg.

Buenas tardes, señor Bauberg. dice en un tono bastante amable pese a ese poco agradable "ME TEMO que tenemos..."

El conserje busca en un grueso libro a través sus finas lentes de montura dorada.

Correcto, señor. 3 Habitaciones individuales. Los mozos subirán sus maletas hasta sus habitaciones.

Inmediatamente extrae 3 llaves desde el gigantesco panel (el panel del milcientoypico. Parece que vais a tener suerte con vuestras ganas de tener un piso alto) y busca con la mirada a los botones que cargan con vuestras maletas.

Lindsey tiene una sonrisa de oreja a oreja. Tanto glamour, tanto lujo...sin duda se deja llevar por el momento embobada.

Muchas gracias caballero, disculpe los modales de mi amigo. Bien,subamos a ver esas habitaciones!!!

Vinnacci deja a los botones cargar con las maletas y les sigue de cerca admirando la decoración del hotel a cada paso que da.

- Merveilleux

Al ver que se mueven, Lindsey les sigue rezagada.

Esto es... enorme...

Tres uniformados botones cargan vuestras maletas tras tomar vuestras respectivas llaves de manos del hombre de recepción.

Os van guiando por la limpísima alfombra roja en dirección hacia los modernísimos ascensores, en un ambiente en el que el aire parece casi brillar por influencia de las doradas y cristalinas lámparas de araña y las blanquísimas paredes.

El ascensorista gira la rueda seleccionando el piso 11. No es la azotea, pero parece que disfrutaréis de unas buenas vistas. En apenas tres minutos y medio el veloz ascensor ha llegado a su destino.

Las tres habitaciones que os son asignadas son espaciosas, luminosas y bastante cómodas. E incluyen un baño individuaL en cada una. Todo un lujo.