Partida Rol por web

Las máscaras de Nyarlathotep

1.29 Nueva York - Hotel Franklin

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31/01/2011, 23:28
Mina Mordaunt

Danielle había elegido, y sólo quedaba que Archivald respondiera. Pero el vaquero se había quedado en silencio, mirándola como si esperase algo, y ninguno de los otros dos había hecho amago alguno por levantarse. Mina sonrió, quizás había sido poco clara, pero no importaba, en realidad el hablar en privado respondía más a no molestar a los otros que a quie no escucharan lo que iba a decir. Se puso de pie con la taza y le hizo un breve gesto a Archivald, que esperaba que entendiese, y si no lo hacía y se quedaba sentado, bien, daba igual. Tampoco era cuestión de mover a todo el mundo, sólo por unas palabras.

Se dirigió a la barra, alejándose de la mesa, y alcanzó la taza al camarero.

- Gracias por el servicio - sonrió.

Se dio vuelta para ver si Archivald seguía sentado, o había ido tras ella...

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31/01/2011, 23:35
Mina Mordaunt

- Antes que nada, en verdad te agradezco tu ofrecimiento, sería algo extraordinario - le dijo Mina, sonriendo, ese tipo de sonrisas que de tan profundas generan el reflejo de sonreír - Pero es casi imposible que pueda aceptarlo, porque es difícil si no imposible que mueva a mi padre de aquí. Hace años que está internado, en un centro psiquiátrico.

No había ni un ápice de vergüenza ni susurros, Mina no había bajado la voz ni la mirada al decirlo. Sólo había un dejo de tristeza en sus ojos, total aceptación y tristeza, esa que llega como contracara de un amor realmente profundo y arraigado cuando al otro le sucede algo realmente malo. Su sonrisa había perdido intensidad, se había vuelto suave, pero la calidez que desprendía era enorme, casi se sentía en el borde de la piel.

- Sólo muy de tanto en tanto tiene algún episodio de agresividad, muy raramente, pero ha perdido contacto con la realidad y conciencia de quién es y qué fue de su vida - siguió Mina - No creo que pudiese resultar una buena compañía para tu madre ni para el resto, no porque no sepa tratar con la gente, ha preservado su carácter y es realmente encantador, es agradable estar con él, pero tendría que estar vigilado todo el tiempo y eso es algo que no contribuye a una atmósfera tranquila, una persona observando todo el rato en esa dirección. Por eso quería hablar con Nick, para ver si puede conseguir a alguien o a un par que vigilen el centro en el que está.

Hizo una pausa, se barrió el cabello hacia atrás del hombro y sonrió, un poco más.

- Perdona si no te importaba escuchar esto, pero has ofrecido algo con muy buena voluntad, y quería que supieras lo que hay.

Notas de juego

Bueno, te lo pongo para ti nada más. Si Archivald va tras Mina, lo dejamos así. Si Archivald se queda sentado, lo abrimos a los demás, y así solucionado ;)

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02/02/2011, 04:45
Archivald Kirkham

Archivald se puso en pie en silencio y siguió a mina con las manos en la espalda.

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02/02/2011, 04:51
Archivald Kirkham

Archivald escucho en silencio lo que mina tenía que contar. Aunque resultaba ser una historia muy triste no le pillaba fuera de juego pues él mismo había tenido que soportar algo parecido con la enfermedad por la que falleció su padre. La idea de llevar a su madre otra persona enferma no le resultaba nada agradable pero la joven necesitaba ayuda.

Vaya, lamento enterarme de su situación familiar pues no estaba al corriente. Se que nick tiene recursos pues encontró a alguien que protegiera a mi amigo harry pero no se si esa persona podría hacerse cargo también de la vigilancia de su padre.
Mi recomendación es que hable usted con la señorita carlyle, posiblemente ella si que pueda ayudarle mejor.

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02/02/2011, 08:15
Mina Mordaunt

La sonrisa de Mina se hizo un poco más grande.

- Sí, para eso quería hablar con Nick, a ver qué puede decirme. Lo de Erica no me parece una buena opción. Si no, de todas formas podré ayudarles desde aquí, desde la universidad.

Adelantó una mano y apretó cálidamente el brazo de Archivald, lo único que quedaba a su alcance ya que el vaquero había mantenido las manos juntas en la espalda desde el principio. No fue exactamente una caricia, ni una palmada, ni el clásico apretón en el hombro para dar apoyo o felicitar. Quizás hubiese sido algo definido si hubiese tocado en otro sitio, si hubiese tenido la oportunidad, pero no fue el caso. Quedó en ese gesto con su sensación propia.

- Muchas gracias igual, en verdad. Si hay algo en lo que pueda ayudarte, sólo tienes que pedirlo - Mina recogió la mano, pero no la sonrisa sincera - Y por favor tutéame, si no es molestia. Me siento más cómoda fuera del trato del usted.

Lo miró por un momento, un largo momento donde su rostro permaneció en una sonrisa entera, incluso sus ojos. Seguía allí cuando Mina miró hacia la mesa que habían dejado, con Louis y la recientemente adquirida exploradora, y volvió la mirada hacia él otra vez.

- Bueno, no te quito más tiempo, Danielle te está esperando. Espero que Harry se encuentre mejor, o al menos siga animado.

 

Notas de juego

LOL, editado. Dislexia de nombres.

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02/02/2011, 19:11
Archivald Kirkham

Una mueca triste se dibujo en el rostro de Archivald al escuchar hablar a mina.

Perdón, me saltaron los modales tejanos, je je - la mano derecha de archivald toca suavemente el brazo de mina. De todas formas siempre podrías contratar un enfermero para que cuide de su padre allá en mi rancho. Así mi madre no tendría que volver a pasar por el mismo trauma y su querido padre estaría bien cuidado. Piensalo, volveremos a vernos más tarde.

 

Notas de juego

¿Henry? Leches, que se llama Harry aunque no sale por aquí desde la primera temporada.

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02/02/2011, 19:27
Danielle Archer

Me di cuenta de aquel gesto de mirarme y luego mirar el reloj, sin entender demasiado bien si estaba esperando a que me moviera, si esperaba por otra cosa..

- Lástima de no nacer con el don de saber lo que la gente quiere en todo momento... - Miraba a Archivald con cara de circunstancia.

Al final, en pocos minutos, pues seguía sin saber estarme quieta, tuve que abrir la boca para hablar, pues me ponía nerviosa.

- Nos podemos ir cuando quieras...

No sabía si estaba esperando por mí o no, pero por si acaso se lo hice saber, no fuera que resultara que el hecho de que estuviera allí parado fuera a ser culpa mía.

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02/02/2011, 20:34
Archivald Kirkham

Mientras archivald conversaba con mina no pudo evitar centrar su atención en la joven Danielle y luego en la hora de su reloj de cadena. Aún tenía cosas que hacer y el tiempo pasaba demasiado rápido a su alrededor.

Notas de juego

Perdón, olvide los destinatarios.

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02/02/2011, 20:49
Mina Mordaunt

Mina sonrió, una vez más. No le pasaban desapercibidas las miradas que Archivald dedicaba al reloj y a Danielle, ni que era cierto que el tiempo pasaba acelerado como si no fuese jamás a detenerse. Había sido suficiente demora y la voz de la exploradora lo había recordado, así que Mina asintió.

- Gracias. Lo haré.

Volvió a acercarse a la mesa, donde había quedado su abrigo, y le sonrió a Danielle.

- Nos vemos a la vuelta, con suerte estará todo un poco más animado.

Abrochó hasta el cuello, miró un momento a Louis.

- ¿Vienes y te alcanzo a algún lado, Louis?

Esperó a que le contestara, se despidió del vaquero y la exploradora con un gesto, y de pronto Mina se había ido.

 

Notas de juego

Sola o acompañada, da igual :)

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03/02/2011, 02:39
Archivald Kirkham

La hora de despedirse había llegado y aún había muchas cosas que hacer.

Louis, acompaña a la señorita mina por favor. En estos tiempos extraños no conviene correr peligros innecesarios. Al menos no antes de que zarpe el Mauritania, claro.

Y volviéndose hacía su nueva amiga, danielle, se puso en pie ofreciéndole la mano para que ella se levantará.
¿Nos vamos?

 

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04/02/2011, 01:32
Danielle Archer

Por fin parecía que nos íbamos a poner en marcha, aunque ya acabarían descubriendo mi imposibilidad para permanecer quieta demasiado tiempo.

Acepté de la mano de Archivald y me puse en pie, cogiendo después mi abrigo, pues no es que sobrara en una ciudad con un clima tan frío como Nueva York.

- Claro, faltaría más.

No sabía exactamente a dónde teníamos que ir, pero cualquier cosa era mejor que permanecer con el culo pegado a un sofá y aunque lo hubiera expresado en alto, de aquella misma manera en que lo pensaba, esperaba parecer una señorita al menos un par de horas más, luego ya descubrirían también que mis maneras eran muy poco femeninas o quizás, muy poco acostumbradas a los normas sociales impuestas por la sociedad en la que nos había tocado " malvivir ".

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04/02/2011, 13:08
Archivald Kirkham

El resto del día paso tranquilamente tras un rápido viaje al telégrafo para poner unas lineas a casa, una visita al hospital para confirmar el buen estado de harry (un hombre de color, si color negro) amigo de archivald que se encontraba allí ingresado por herida de bala, una comida agradable en una cantina elegante seguida de conversación, rosa y café para después acercarse al muelle para concretar los detalles para que la habitación de harry dispusiera de algunas atenciones extras por su cualidad de enfermo. El médico del Mauritania debía ser informado y la habitación adecuada con mayores comodidades. Y con eso la tarde llego a su fin y tuvieron que volver al hotel.

Lo más importante es que el médico había dado el consentimiento a que el enfermo viajará ya que al fin y al cabo el reposo que necesitaba lo podía tener igualmente en el hospital como en el crucero. Por cierto, había en el hospital un señor de más o menos este aspecto vigilando las visitas que recibía henry.
Ah, y archivald se comporta como un perfecto caballero abriendo puertas, moviendo sillas, haciendo regalos, etc...

Notas de juego

A falta de que el jefe concrete más yo diría que el resto del día transcurre así.

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08/02/2011, 00:09
Light Artisan

 

El camarero terminó de servir los postres y se marchó, aceptando la generosa propina de Archivald y dejando junto a él la botella sin etiquetar que se iría sirviendo en las tazas de café. Todos los flecos habían quedado atados y la partida era sólo cuestión de tiempo.

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08/02/2011, 21:35
Ian MacConlom

 El Padre MacConlom se había encontrado inquieto durante la cena: Llevaba tiempo queriendo sacar un tema a colación, pero la pequeña congregación del salón le había persuadido de hacerlo. Sin embargo, a aquella hora, ya casi todo el mundo había abandonado el comedor, excepto sus compañeros, y pudo por fin sacar el libro que había estado guardando en su cartera.

- Amigos, no he tenido oportunidad de comentaroslo, pero mientras arreglaba los asuntos de nuestro amigo Elías... La policía me entregó sus últimas posesiones. Apenas una maleta de ropa gastada y... esto.

Dejó el libro sobre la mesa, y todos pudieron leer su título: Historia de la guerra entre la Ciencia y la Teología en la Cristiandad, de Andrew Dickson. El sacerdote lo abrió. Marcando el principio de un capítulo había una octavilla de publicidad anunciando una conferencia en la Universidad de Nueva York: "Nuevas evidencias paleolíticas en los desiertos del Territorio del Noroeste Australiano, y sus conexiones con las culturas Primitivas de Ponapé et al." por el Prof. Anthony Cowles. La conferencia había sido precisamente el día anterior.

- También encontré unas pocas cartas y algunas fotografías. No había apenas ningún efecto personal.

Deja sobre la mesa un sobre con algunas fotografías de Elías en diferentes lugares del mundo y una carta manuscrita sin sobre. El sacerdote, normalmente circuspecto, le hizo señas a Archivald para que le llenase la taza de café.

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08/02/2011, 22:02
Light Artisan

El profesor Cowles imparte clases en la Universidad Miskatonic. Es bastante popular entre sus alumnos y muy dado a dar largas charlas y narrar sus muchas aventuras en Australia, a donde viaja frecuentemente con su hija Eva como ayudante, bien como parte de las expediciones de la MU, bien como experto contratado por la Universidad de Melbourne. No sabías que hubiese regresado de su última expedición.

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09/02/2011, 11:50
Henric Larsson

El artista regresó al hotel con tiempo de sobra antes de la hora de la cena.

Cargado con dos abultadas maletas, saludó a su amigo Nick cuando lo vió esperando en el bar y subió a la habitación con todos los pertrechos para el viaje, y los dejó en una esquina de la habitación, sin abrir las maletas para sacar nada, y volver abajo junto a su amigo lo antes posible.

El tiempo que tardaron en llegar los que faltaban lo dedicaron a hablar de asuntos triviales sobre las cosas de la ciudad, y de nuevo, cómo les había ido en todo ese tiempo que habían estado sin verse antes del recibimiento de la carta de Elías, ya que no habían tenido más oportunidades desde que comenzara aquella ajetreada aventura que ahora compartían con el resto de la gente involucrada.

Una vez todos volvieron a estar juntos, y cuando los estómagos ya comenzaban a rugir pidiendo su ración nocturna, se reunieron en torno a la mesa para disfrutar de la que sería su última cena en aquella ciudad, y al terminar, ya solos en el comedor, el padre MacConlom dejó sobre la mesa nuevas piezas del puzzle que estaban reconstruyendo.

-Interesante... Dijo Henric echando mano a la carta manuscrita para leerla. ¿Y ha comprobado que puede ser de utilidad para nuestra investigación sobre lo que provocó la muerte de nuestro amigo, padre? Comentó mientras comenzaba a leerla.

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09/02/2011, 12:46
Nick Stolze

La cena transcurría entre un extraño ambiente distendido. Las conversaciones triviales se entrecruzaban en un curioso vaivén de convencionalismos y frases hechas para la ocasión. Como si de algún modo, implícitamente, los comensales hubiesen decidido no mentar los fantasmas que estaban a punto de cernirse en su camino. Aquella cena era, en esencia, una despedida.

No todos partirían al día siguiente en el Mauretania rumbo a la vieja Inglaterra... aquella investigación, aquella pesadilla se ramificaba mucho más hondo de lo que se pudiera sospechar. Por supuesto tambien se rindió una pequeña despedida al bueno de Jackson Elias, en forma de melancólico brindis. Pero mientras las copas estuviesen llenas y los estómagos ocupados el ánimo seguiría incólume a los acontecimientos de los últimos días y, más aún, a los de los días venideros.

Nick comía copiosamente. El destino africano que les aguardaba en última instancia habría de desatar un infierno de especias en el estómago del detective por lo que aprovechó para degustar la exquisitamente grasienta cocina neoyorquina quizá por última vez. Tampoco él quería reparar en lo trágico de todo aquello y por eso sonreía levemente torciendo la boca en una mueca extraña. Despues de todo se alegraba de estar allí con el bueno de Henric, con Brenda y con los otros... de algún modo, probablemente en su extrañeza como grupo, radicaba una cierta idoneidad para acometer aquel proyecto. Se sentía casi esperanzado.

Finalmente, mientras el camarero aderezaba los cafés con algo de licor, el pater decidió reabrir la caja de los truenos para poner encima de la mesa, una vez más, el proverbial cadaver del amigo finado. Aquel libro (otro más) podría entrañar más pistas... más respuestas... pero seguro, muchas más preguntas.

- Apuesto a que las cartas nos ayudan... ¿me las pasa, padre? - el detective exhaló el humo de su cigarrillo a la vez que reprimía un ligero gruñido producido por la sensación de empacho. - ... en cuanto a sus efectos personales. Mmm... me escama. En algún lado tendrán que estar.

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09/02/2011, 17:15
Louis Sheridan

Louis terminó el pastel de chocolate antes de alejar un poco la silla y permitirse estirar los pies. Con el salón casi vacío, todos se habían ido acomodando y la conversación había regresado a los acontecimientos que estaban a punto de llevarles al otro lado del océano.

- Elías viajaba siempre ligero de equipaje... - Señaló con el pulgar una pequeña bolsa de lona con un desgastado escudo militar pintado, su propio petate de la Legión Extrangera que había dejado cerca de su asiento - Es normal en los que viajamos mucho: Compramos en el sitio al que llegamos, así nos sale más barato y no destacamos tanto entre los locales. Teniendo en cuenta las investigaciones de elías... ir ligero de equipaje es casi una necesidad.

Alargó el brazo y recogió las fotos, mirándolas con una sonrisa triste en los labios.

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09/02/2011, 18:35
Danielle Archer

Mi tarde transcurrió de manera bastante tranquila, pues como ya había quedado bastante claro, sólo iba a acompañar a Archivald a sus quehaceres, como le diría algo más tarde, porque odiaba estar demasiado tiempo con el culo en la misma parte y aunque se lo dijera tal cual, con todo lo mal que sonaba, pareció entenderme a la perfección.

Al menos, podía decir que quitando el mal rato, pues notaba la pena del hombre por su amigo y aquello me afligía hasta a mí, el hombre al que acompañaba se comportó como un perfecto y educado caballero durante todo el tiempo, por lo que no tardó en ganarse mi simpatía e incluso me tomé la libertad de poner una mano en su hombro cuando dejamos el hospital, como queriendo darle mi apoyo en aquel momento tan duro.

Cuando llegamos al hotel ya había gente allí reunida. Eso estaba bien, pues ni éramos los primeros ni los últimos y eso que normalmente yo era la que esperaba a los demás, pues sabiendo que tenía una cita u obligación no podía llegar demasiado tarde, iba en contra de mi naturaleza.

- Buenas tardes. Me alegro de volver a veros.. - Sonreí al entrar por la puerta, de manera amable, pues sabía que en cualquier momento la conversación se tornaría muy seria si no lo era ya, y no habría posibilidades de volver a estar un poco alegre.

Y en realidad, así fue, pues volvían a estar hablando del compañero caído y mi rostro se volvió serio escuchando sus palabras, pues volvía a no querer meterme demasiado todavía en esas cosas.

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09/02/2011, 18:41
Brenda Farrow

Para sorpresa de todos, puesto que los hacían camino de Arkham o ya allí, Brenda llegó casi a los postres, con Nathan. Venía congestionada, corriendo. Nathanian no, venía impecable y calmo como siempre.

-¡Uf! Creí que ya no os pescaríamos en el comedor... finalmente no nos hemos ido -Comentó con un mohín ante la obviedad, sonriente- Hemos podido quedarnos, gracias a esa cosa maravillosa que es el telégrafo, hemos podido dejarlo todo atado en casa. Por mi parte, lo que necesito me lo llevarán directamente al Mauretania, y todo lo demás ya está arreglado.

Se sentó haciendo un gesto al camarero para que le sirviera algo que comer. Habló queda con él, y éste le trajo una ración triple de la tarta de chocolate que comía Louis, aderezada con salsa de fresas y chantilly.

-Por cierto, mi padre agradece muchísimo esa oportunidad de pasar unos días en tu rancho, Archie, estaba como un niño con zapatos nuevos.

Mientras atacaba su "trocito" de tarta, escuchó al padre, interesada. Y asintió vigorosamente, sin responder en un primer momento. Cuando hubo engullido, se secó coquetamente los labios, y echó un vistazo también a las fotografías, mientras comentaba al descuido:

-No sabía que Cowles hubiera regresado de su última expedición. Cowles imparte clases en la Universidad Miskatonic, con bastante audiencia de estudiantes. Le encanta dar largas charlas y narrar sus múltiples aventuras en Australia, a donde viaja a menudo con su hija Eva como ayudante, bien como parte de las expediciones de la Miskatonic, bien como experto contratado por la Universidad de Melbourne. -Sacudió la cabeza, parecía que hubieran pasado siglos desde que dejó la vida cotidiana en Arkham, y se sumergió en esta pesadilla.

Terminó su tarta, y aceptó el café, y su aliño. Se relajó, sentándose reclinada en el respaldo. Pero al momento se enderezó de nuevo.

-Ah! Casi se me olvida. He averiguado un par de cosas. Una, que el señor Penhew, el de la Fundación,  era un masón de alto rango con importantísimos contactos en Egipto y Londres. Y la otra, que igual ya ha salido en los periódicos, es que la policía hizo una redada la pasada noche en un local del Harlem negro conocido por ser el centro de actividades de un grupo vudú muy peligroso. ¿Os suena...? Y que, según dicen, hubo una masacre, y no todos los policías que murieron podrán ser enterrados con el ataúd abierto...