Partida Rol por web

-No estaría mal. Siempre es mejor dormir en caliente...

Dando el silencio del resto por afirmación, salimos de la cueva con unos cuantos objetos, los que pudieran resultar más valiosos [Tirada] y comenzamos a hacer camino al pueblo.

Agarrais lo que podeis (nada excepcional) y salís de la cueva dejando la parte inferior por explorar. Las heridas os ecuecen y el cuerpo no da para mucho mas. Lamentablemente, al salir, recordais vuestro azaroso descenso por el acantilado. La cuerda aún se balancea en el aire. Teneis que volver a subir.

Observo pensativa la pendiente, que en esta ocasión tenemos que subir. Lo más adecuado sería que primero suba el más ágil, para poder contar con ayuda desde arriba, pero no necesito mirar a mis compañeros para saber el estado en el que se encuentran, ya que he sido la única que ha salido ilesa del combate.

Así pues respiro hondo y me dirijo a la cuerda con decisión para comenzar la escalada.

La primera en subir es Polgara que, aunque está intacta, o tal vez por ello, se confia demasiado y acaba resbalando.

La joven maga cae al vacio desde unos 10 metros de altura y aterriza sobre las rocas, lastimándose los tobillos (-4PG).

Buena idea, Nok. Para acelerar vamos a hacer que todos haceis como Nok y conseguis subir todos intactos. Agotados, emprendeis el camino de vuelta a la aldea. Llegais a la posada con las últimas luces del día. A estas horas hay algo más de gente pero no se escuchan risas ni cánticos de borrachos. Hay borrachos, pero del tipo silencioso y melancólico.

Ronan os asaluda desde la barra y os señala una mesa. Parece que está sirviendo la cena.
-Hombre! Los aventureros han regresado! Sentaos, ahora os sirvo.

- La verdad es que no se si me apetece regresar a ese lugar - dice Zelmar mientras se sienta - ademas... si regresamos es posible que nos esten esperando o peor, que nos hagan una emboscada...

- Y... esta claro quienes son los responsables de todo esto...- sU expresion es de aquel que va a decir algo que ya saben sus compañeros - los pescados son los responsables de lo que esta pasando por estos lares y a mi modo de ver creo que a partir de aqui, son las autoridades las responsables de solucionar el problema...

-¿Pero harán algo las autoridades? -Por fin a salvo, podemos descansar, al menos hasta que decidamos el siguiente paso-. Esta gente no puede esperar más... Su forma de ganarse la vida desaparece, y el pueblo lo muestra- Hago un gesto a los otros clientes, que no muestran la alegría habitual en una taberna. No me gusta la situación actual, y sin embargo comparto en cierta medida la opinión de Zelmar. Después de la aventura, ¿pensamos que somos capaces de acabar con el problema?-. Violant, ¿crees que todo esto tiene algo que ver con tu maestro?

Violant, triste y preocupada, reviste sus palabras de sombras para contestar a Polgara. - Vinimos aquí porque parte de la magia del espejo que atrapó a mi mentor provenía de aquí, pero nada con tal poder hemos visto, sólo una cuadrilla de sahuagines que, de haber estado nosotros bien dispuestos para el combate, no habrían supuesto el menor escollo.

Miró un rato a las personas en la taberna y continuó hablando - Siento disentir, Zelmar. No me gusta dejar de prestar mi ayuda cuando se precisa. Cierto es que tengo un propósito más allá que devolver la prosperidad a una comarca que, a buen seguro, no tendrían reparo en sobre-explotar mar y bosque, pero no puedo mirar hacia otro lado cuando tanta gente lo pasa mal.

Violant llevaba algún minuto sin terminar su plato y recordó que quizás lloveta tendría hambre. Sacó unas bayas que había recogido y conjurado en el camino de vuelta y se las dió para que tratase de cerrar las heridas que le quedaban. - Ve a cazar, pero no te alejes mucho. - le dijo a su amiga.

Tras esto volvió a retomar el tema. -Quizás deberíamos llevar estas baratijas a las autoridades, que ellos se encarguen de aprovechar lo poco que quede de ese botín y nosotros podemos seguir investigando la zona inferior de la cueva. Descansemos y preparémonos. Arielus y yo podemos ir mejor preparados para un eventual encuentro con otros enemigos.

Recupero fuerzas comiendo todo aquello que cae en mis manos. Inevitablemente cada mordisco causa un pqueño dolor que es visible pero eso no impide que deje de alimentarme... Las magulladuras que tengo por todo el cuerpo son las culpables... qué agusto pillaré hoy la cama!!!

Arielus comía con calma mientras escuchaba como el resto del grupo debatía acerca de si regresar o no a la cueva, el tenía clara su posición pero aguardo a que Violant terminara antes de intervenir.

- Estoy con Violant amigos, no podemos permitir que esas criaturas campen a sus anchas causando a saber que tipo de males, debemos zanjar este asunto y hacerlo ya.- dijo justo antes de meterse un bocado a la boca. - Debéis descansar y recuperaros de vuestras heridas, Violant y yo podemos devolver todo lo robado y preguntar, alguien tiene que saber algo, no puede desaparecer todo ese material y que nadie se percate de ello.- comentó - A no ser que trate de algún tipo de pago o de acuerdo...- dejó caer el clérigo.

Aún cabizbaja, Violant vió la avidez con que nok, a pesar del dolor, devoró su plato, y a buen seguro habría sonreido si hubiese podido al verlo. En lugar de eso empujó suavemente su plato deslizándolo por las tablas de la mesa hasta que chocó con el ya vacío de su compañero mediano. Tras esto se levantó y buscó con la mirada a Ronan hacia el que encaminó sus pasos.

Cada cueva que examinemos es una posibilidad menos de encontrar algo con lo que poder ayudar a mi maestro...

Violant llegó hasta la esquina de la barra, donde Ronan clavaba unas puntillas en unos rebordes que se habían despegado de las maderas de barra - Disculpe, Ronan. Nos gustaría saber si existe algún regente o gobernante en el pueblo con el que podamos hablar.

Pues no. Lo más parecido es el alcalde, que soy yo mismo.¿Que ocurre? han averiguado algo

El tabernero/alcalde se quedó a la espera de contestacion por parte del grupo de aventureros...

Violant se decidió finalmente a contestar. 

Hemos encontrado, en una gruta cerca de aquí, una gran cantidad de cajas con artículos robados. Su procedencia nos es desconocida, pero pensamos que se trata de botines de asaltos a barcos perpetrados por los sajuaguines. Mañana terminaremos de explorarla y después se podría ir a recuperar todos esos objetos. Algún valor podrían tener para un pueblo tan empobrecido.

Hizo una pausa para tomar aire.

Ahora descansaremos hasta mañana. 

Sajuagines? En los acantilados? Por Tymora! Es espeluznante pero los sajuagines no pueden haber bastado para alejar los bancos de peces! Tiene que haber algo más!

Descansad, aventureros. Si averiguais algo más, no solo os devolvere vuestro dinero sino que la aldea intentará recompensaros.

-Tienes razón, un grupo así no es capaz de provocar eso- Y aún así, corrimos un gran peligro. Si volvemos mañana, tendremos que ir más preparados-. ¿Por casualidad no conoce a nadie que haya visitado alguna vez las cuevas?