Partida Rol por web

Las once de la noche

Capitulo 1: Todo comienza en El Marrano

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28/05/2023, 19:00
Remiro Navarro Oliva

¡Déjame a mí, jefe!—le dijo Remiro ofreciéndose a llevar el coche—Y perdone por haberle hablao' así. Pero es que vaya tela... He visto mu cerca más de un coche.

El joven policía se esperó a que Manuel parara el coche para intercambiar puestos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues meeeeec.

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30/05/2023, 10:43
Ismael Jordá

A mi me parece bien. Si puede haber visto que nos ayude, eso que nos llevamos. El testimonio de la gente de la loquería va a seguir allí cuando lleguemos, y es poco probable que añada mucho a lo que ya sabemos.

Mientras vamos frenando, miro alrededor. No porque busque nada en concreto, simplemente, conozco poco todavía esta parte de la zona, y no está de más fijarse cuando estés porque con este curro, quién sabe si alguna vez vas a tener que volver, y en qué condiciones. Todo parece normal. Aunque, bueno... buena parte de eso puede ser porque es de noche y no se ve un cagao.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Po nah, nos quedamos a uvas.

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30/05/2023, 23:17
DM Cenobita

El viaje en coche procedió sin demasiados altercados. El plan estaba hecho: irían a visitar la casa de Juan, le pedirían ayuda, y luego Remiro conduciría. Buscarían al tal Méndez, por suerte serían los perros o la llamada de algún transeúnte nocturno. Lo detendrían, pasaría a estar en calabozo, y luego ya se preocuparían por el otros

Aunque....no, estaba todo bien ¿sabéis que todas las personas sufren de alucinaciones? Cosas que ven por el rabillo, voces que creen que los están llamando sonando por la calle. La gente con esqizofrenia no solo sufren este nivel de alucinaciones a un nivel enormemente mayor, sino que a causa de ellos apenas son capaces de reconocer la realidad de estas, a pesar incluso en algunos casos de la ayuda médica o del apoyo de su gente cercana, teniendo incluso que llegar a estar internados en lugares como al que os dirigís. Por otro lado están aquellos que se hacen llamar cuerdos. Gente que, incluso al sufrir alguna de estas alucinaciones, incluso a pesar del momento de confusión inicial, saben centrarse, que lo que han visto no ha sido más que algo provocado por su subconsciente. La realidad se impone, y así la vida sigue.

Por eso, en el momento en el que Manuel se había ido tranquilizando, ignorasteis que por un momento, por el rabillo del ojo justo cuando podríais haber apartado la mirada mirando la carretera para aseguraros que Manuel no la liaba con el coche, habríais jurado que por un momento el cuello de este se había doblado en una posición en la que un cuello no debería doblarse. Pero había sido apenas un instante, un milisegundo, algo apenas visto por el rabillo del ojo, y vuestro razonamiento os decía que, de haber ocurrido, se habría escuchado el crujido, por lo que decidisteis ignorarlo.

Todo estaba bien.

Notas de juego

Dejemos que las consecuencias vengan a futuro...