Partida Rol por web

Despues de darnos una pequeña vuelta por la ciudad creo reconocer mas o menos cuales son los sitios en los que podria obtener la información que deseamos, asi que nos acercamos al lugar a ver si averiguamos algo y no nos ocurre como en Segovia

Nos interesa la llegada de cualquier extranjero sospechoso o la situación de alguien que pueda tener esta información

Las oscuras calles de Toledo resultan ser las más seguras tanto para el gangrel como para mí mismo. No hay demasiada gente fuera de sus hogares debido a la revuelta, sin embargo Garcés conoce el terreno y en ocasiones nos dividimos para recabar información de diferentes puntos de la ciudad en rebeldía.

Nos volvemos a encontrar horas más tarde en el punto de reunión que no es otro que nuestro lecho en aquel lugar. La taberna a la que entramos y en cuyo establo descansan nuestras monturas a la luz de la luna.

Mi señor...-le miraba, absolutamente sorprendida. Iba a dejar ir al principal engranaje de su maquinaria estratégica. La dejaría ir con un monstruo al que a penas conocía, aunque parecía un ser honrado. ¿Sería esa faz afable y bondadosa una fachada? ¿Sería una falsa virtud usada en pos de ganar confianzas beneficiosas? Ahora no era momento de saberlo. Ahora debía enfrentarse al mundo.

Tomó la daga que Paulo le ofrecía entre sus pálidas, frías y delicadas manos de doncella, y por vez primera, sintió un ápice de aprecio y agradecimiento por su pérfido y malévolo sire. Ahí frente a ella, postrado, parecía sólo un hombre. Un hombre malvado, pero un hombre al fin y al cabo. Quizás la vida no fue grata para Paulo, quizás sus gentes alimentaron su alma con pozoña. Le sonrió, algo asustada, aunque de forma sincera.

Agradezco vuestro gesto, y despreocupáos, intentaré seros útil-debía serlo, él se lo dijo, si no lo era, su familia sufriría las consecuencias. Además, ahora su padre estaba metido en todo aquel asunto. Perder significaría perderle y al fin y al cabo, ¿quiénes eran ellos, esos que se hacían llamar la Camarilla, para decir que los monstruos no son monstruos? Ellos, al igual que ella, lo son, y eso era algo que Beatriz sufría en carne propia.

-Andando – Dijo el Nosferatu saliendo de la casa…. – Te contare todo en el camino – Sus palabras serias y directas hacia la mujer parecían dudar en un siseo de melancolía, realmente su alma había desaparecido? Realmente dios los había abandonado?

Las sensaciones de Beatriz mientras recorría las calles de su infancia y primera juventud era indescriptible. Por primera vez en un tiempo que había parecido una eternidad, la joven era libre. ¡Libre! El nosferatu, por su parte, se movía con agilidad y con destreza entre las callejuelas de la nocturna, la imperial, la imponente ciudad de Toledo.

Beatriz no pudo reprimir un grito cuando tras un recodo que conocía perfectamente apareció, enorme como la voluntad terrena de Dios, la Catedral de Toledo. El lugar fatídico en el cual conoció por primera vez a Paulo de Cesena se le revelaba ahora como un sueño borroso, una parte de ese pasado difuso, medio borrado por el toque de lo onírico, en el que habitaban su tio Pedro de la Vega, sus primas Catalina y María y sus primos Pedro Lasso y Garcilaso: un lugar ya remotísimo que era el único reducto en el interior de la joven en el que aún existía la luz del sol...

La expresión de Isaac cuando se vio sojuzgado por la magnificencia de la catedral fue de una culpable fugacidad. Sin dedicar más que una mirada breve al altar -algo que le había llenado de una indescriptible sensación de culpa-, se encaminó hacia la puerta lateral que conducía hasta las catacumbas de la catedral. Recorrió junto a la cada vez más asustada joven los claustrofóbicos pasillos jalonados de osarios hasta que, por fin, vio lo que había venido a buscar...

Un ser semejante a Isaac surgió de la oscuridad. En su mano, una rata viva se removía, inquieta. Los ojos del recién llegado brillaban extrañamente, y la mueca de su deforme boca parecía indicar algún tipo de enajenación.

-Ohhhh, es el señor Milán. El señor Milán. Mmm. Nunca me dijisteis si Milán tenía un debajo. Toledo tiene un debajo, por eso estamos aquí. Habéis vuelto. ¿Y quién traeis? Ohhh. Es una chica. -Se esconde apresuradamente tras una esquina, para asomar al rato su cabeza. Si eso fuera posible (y no lo es) diríais que se ha ruborizado-. Leviatán tiene miedo de las chicas, sólo le gustan las señoras ratas. Sí, son amables y peludas y hacen ese ruido gracioso cuando el señor cadenas se las come. Si la chica promete no tocar a Leviatán, Leviatán sí os lleva con Deumes. Deumes sabe qué hacer, a él no le dan miedo las señoras chicas.

La nocturna, imperial, imponente ciudad de Toledo es realmente sobrecogedora. Antiguas leyendas -a las que ninguno habéis prestado nunca demasiada atención- atestiguan su naturaleza mágica, y la existencia de capillas y conventículos de magos en la ciudad siempre ha sido un rumor entre las comunidades de vástagos.

Quizá por todo ello, durante vuestras investigaciones os veis asaltados por la extraña sensación de que algo fuera de lo común sucede en esta ciudad. Tal vez tenga algo que ver la delicada situación política, con la ciudad levantándose en armas frente a su rey y las recientes noticias del asedio de Segovia por las tropas realistas.

Sea como fuere, vuestras pesquisas tienen resultado, y la gente parece estar más comunicativa de lo esperable. Ante vuestras oblicuas preguntas lográis que reconozcan dos grandes nódulos de fenómenos inexplicables en la ciudad: el primero, una casa en las afueras de la ciudad, más allá de las murallas, habitada por un excéntrico caballero italiano y su hija, a los que, sin embargo, sólo se les ha visto fugazmente. El segundo, las catacumbas de la Catedral de Toledo, un marasmo laberíntico de pasillos y osarios en el que más de un toledano incauto ha desaparecido para no emerger jamás...

El nuevo monstruo asustó a la joven, e hizo que se escondiese tras la figura de Isaac. Su reacción se suavizó al ver que él también se escondía. ¿Prefería las ratas antes que a las muchachas? Aunque le resultase algo aberrante, aquella declaración era un alivio para ella. Podía suponer, aunque sabía que no debía fiarse ahora que estaba sola, que aquel Nosferatu no resultaba un peligro. Reuniendo algo de valor, dio algunos pasos al frente, lentamente, y se detuvo a una distancia prudencial de aquel vástago y su acompañante roedor.

No temáis, si os disgusta, prometo no tocaros Leviatán-hizo una leve reverencia, en signo de solemnidad, para luego volver a mirarle y retroceder, quedando otra vez al lado de Isaac. Aún no entendía nada, aún quedaban muchas preguntas por resolver. Debía cooperar con su acompañante para poder liberarse de la duda y la congoja que llenaban su corazón muerto.

Una vez obtenemos los posibles destinos donde podremos obtener mas información del paradero de mi príncipe ahora debemos ponernos de acuerdo sobre cual visitar primero

-Las cloacas son famosas por ser habitadas por Nosferatus y desde luego la información es su fuerte-

-En la casa supongo que podremos relacionarnos mejor con la sociedad vampírica para obtener información-

Que camino tomar, es una difícil decisión

-Creo que deberíamos empezar por las cloacas a ver si tenemos suerte-

Nosferatu. La mayoría bestias desfiguradas, pero con impresiones facultades.

- Tenéis razón. Las cloacas parecen la mejor de las opciones. Dividirnos no es una opción en estos momentos; partamos cuanto antes !

Decidido y determinante, el ventrue se encamina hacia las penumbras profundidades de las cloacas junto al gangrel.

La catedral de Toledo se alza, imponente y oscura como el trono de Dios sobre la tierra. Amparados por la noche, os adentráis en la oscuridad de sus arcos. Parece que se ha convertido en una costumbre escabulliros en el interior de las catedrales, aunque la de Toledo es, en cierto modo, mucho más impresionante que la de Segovia. Prevenidos por el macabro espectáculo al que asististéis noches atrás, esta vez no teméis desenvainar vuestras espadas para internaros en el templo con mucha cautela. Pronto descubrís, en cambio, que vuestra precaución es innecesaria. La catedral está vacía, lo cual es un respiro. No hay cadáveres desmembrados frente al altar.

Una búsqueda más a fondo revela una pesada losa en una de las galerías de la catedral, que parece conducir al subsuelo. Vuestros informantes hablaron de las catacumbas...

Nos adentramos en la catedral con precaución pero una vez que comprobamos que no existe ningun peligro visible mi alma siente un gran regocijo al comprobar que siguen existiendo lugares santos.

Vamos hacia las catacumbas

Miro de reojo al gangrel cuando ambos nos percatamos de la extraña losa. Nos acercamos a ella sigilosamente bajo la oscuridad de la catedral...

Ambos percibís claramente, por las trazas de gravilla y las marcas en la piedra, que la losa ha sido retirada recientemente: muy recientemente. Probablemente esa misma noche.

Sin más, Soho levanta la pesada piedra y Garcés se adentra en la oscuridad sigilosamente. Para su sorpresa, las antorchas que hay en las paredes de los osarios, que deberían estar apagadas, brillan con una luz ténue pero bien alimentada. Cuando Soho cierra la piedra sobre vuestras cabezas -asegurándose de poder volverla a alzar desde dentro-, ambos comprendéis perfectamente la veracidad de las leyendas: ciertamente las catacumbas parecen laberínticas. Ante vosotros hay al menos tres caminos posibles, todos semejantes, y en ninguno de ellos se puede ver el final del pasillo.

A la derecha, los nichos se van haciendo cada vez más livianos, e incluso en algunos de ellos no hay restos humanos, lo que parece indicar que es la parte menos usada de las catacumbas, destinada para los cuerpos "nuevos". A la izquierda se prolonga un pasillo estrecho en el que las antorchas están apagadas. Al fondo de vuestra posición, un tercer camino, también con las antorchas apagadas, parece conducir a algún lugar desde el que proviene un débil rumor de agua...

-Bueno parece que tenemos varias opciones-

Busco una rata,y utilizo Animalismo 1 para ver si me puede decir algo

Leviatán os guía (en un tímido silencio sólo roto por frases de cariño dirigidas a su rata) a través de tantos vericuetos y bifurcaciones que no pasa mucho tiempo hasta que estás completamente segura de que te has perdido. Probablemente, la intrincada red de catacumbas sea la razón por la que en Toledo aún operan vampiros opuestos a tu señor y al Sabbat. Sin la guía del infantil nosferatu, no habríais podido encontrar un camino cabal. Hasta el propio Isaac parece desorientado. En un momento determinado, asegurándose de que Leviatán no os oye, cuchichea contigo:

-Ahora nos llevará con los demás. Debéis hacer lo que os digan: sólo confiarán en mí si cooperáis con ellos.

Pedro se adentra en uno de los pasillos, olfateando y tendiendose frecuentemente a ras del suelo. Finalmente, cuando está a punto de desaparecer de la vista de Soho, pronuncia un gruñido de triunfo.

Agarras una rata antes de que pueda escabullirse, pero se debate entre tus manos. Cuando te concentras para entrar en contacto con ella, se relaja y parece quedarse quieta a la espera de órdenes. Parece estar asustada por la presencia de un "monstruo-humano" que caza a las de su especie con mucha frecuencia. Es frecuente que este "monstruo" provenga de la derecha de vuestra posición, aunque las ratas eluden aventurarse hacia allí y no podría guiarte. Una vez que ha cazado a un par de las suyas, es usual que el "monstruo" se dirija hacia por el pasillo del fondo...

Vuelvo a la posición en la que me espera mi compañero

-Parece ser que a quien buscamos suele venir por el tunel de la derecha-

Me acerco hacia ese tunel y cogo una antorcha, -supongo que necesitaras esto-, y le lanzo la antorcha a Surah