Partida Rol por web

-¡Señorita! ¡NO ME GUSTA EL TONO DE VOZ QUE EMPLEA CONMIGO! -dice gritando, pero afortunadamente, notas un atisbo de duda en su voz, lo que te lleva a la rápida conclusión de que no andas muy desencaminada, no tienen nada y por supuesto es ilegal que te retengan en una ciudad- colaborará como una buena ciudadana. La tendré vigilada -dice colgando de mala manera.

Marion permanece unos instantes con el teléfono pegado a la oreja, comprobando que efectivamente la comunicación se ha interrumpido, poco a poco la sonrisa va dibujándose en su cara, y con la felicidad del niño que acaba de conseguir un caramelo cuelga el aparato. 

Minutos después, la joven sale emperifollada del hotel y busca un coche que la pueda llevar al estudio del fotógrafo Pierre Baptiste.  

- ¡Rápido Doctor! ¡Drogas!

Desgraciadamente, el taxista no conoce al tal Baptiste ni sabe dónde puede estar su estudio fotográfico, te aconseja que en todo caso busques en la guía, cosa que con buen criterio haces y localizas la dirección del fulano. El mismo taxista que te ha esperado gentilmente te lleva a casa de Pierre.

- Cálmense todos... no ocurre nada, todo está bien señor Baptiste - dijo el doctor Call como si aquello fuera una de sus sesiones.- Señor MacDonald, vaya a la cocina y traiga un vaso de agua para el señor Baptiste.

El doctor Call acercó una silla y ayudó al fotógrafo a tomar asiento. No levantó la voz ni un ápice, mantuvo la calma y fui cuidadoso. Su experiencia le decía que poco más podrían sacar de aquel hombre, y dado que pronto se marcharía de la ciudad, menos aún. Atiborrarle de drogas no parecía una solución factible, a menos que la situación se convirtiese en extrema de verdad, cosa que creía haber evitado.

- Señor Baptiste, no le haremos más preguntas, ya nos ha ayudado bastante - le dijo al fotógrafo.- En cuanto nos vayamos y usted se haya calmado, continue empaquetando sus cosas y abandone la ciudad. Pronto comprobará que la distancia y el tiempo mejorarán su estado y, si en el futuro piensa que necesita ayuda sólo tiene que llamarme - el doctor apuntó su nombre y número de teléfono en un trozo de papel de su libreta y lo dejó sobre la mesa.- Si yo no puedo atenderle le enviaré referencias de alguno de mis colegas profesionales. Quizá no le sirva de mucho, señor Baptiste, pero créame que entendemos por lo que está pasando.

- Gra...gra...gracias -dijo como pudo el fotógrafo.

Tomó el pedazo de papel y vísteis cómo se lo guardaba en el bolsillo de su chaqueta. Hughie le llevó el vaso de agua y tras pasar unos minutos y haberse bebido la mitad del vaso, parecía más calmado pero seguía sin articular palabra.

Cuando los cuatro hombres salían por la puerta de la casa de Baptiste un taxi se detuvo junto a la verja de entrada y al asomarse vieron que se trataba de Marion.

A Milo le había sobrecogido tanto la reacción de Baptiste que se había quedado mudo... incapaz de intervenir. Ya había visto esa expresión. Ese momento en el que la cordura de un hombre hecho y derecho se quiebra como cristal fino para estallar en mil pedazos una décima de segundo después. Tras ese gesto... tras esa mirada vacía había visto a varios amigos. Aunque no los conociese de hacía mucho tiempo había pasado lo suficiente junto a ellos como para considerarlos como tales y aún desconocía si, de aquel lugar al que iban sus mentes tras quedar hechas puré, era posible el regreso.

Y, cuando uno siente que toca fondo, no cabe más que esperar ascender. La visión de Marion bajando del taxi le devolvió la esperanza. Sonrió a la mujer y extrajo la pitillera para encender un cigarrillo. Fumar ya no calmaba a nadie pero al menos entretendría la cabeza unos instantes.

- Hola, preciosa... - le dijo con escaso entusiasmo. - ¿Ya han dejado de seguirte?

Marion saludó a sus compañeros y devolvió la sonrisa a Milo a la par que encogía los hombros.- ¿Quién sabe?, al menos no he visto ningún coche sospechoso tras de mí.- Miró para ambos lados de la calle exagerando una preocupación inexistente.- En cualquier caso ese teniente de policía tardará un rato en lamerse sus heridas, así que creo que me dejara en paz por un tiempo.- Echó un vistazo al resto de los rostros de sus compañeros.- ¿Y bien?, ¿alguna buena noticia?

Mmmm querida,con eso ¿Quieres decir que sacaste tus uñas? preguntó Henry nada preocupado en absoluto por la integridad física del policía pero había que saber si debían de ocultar algun ataque a la autoridad ¿O tiraste de habilidades femeninas como la indignación,el periodo o las lágrimas?

La joven sonrió a Henry.- Si te dijera que fue el periodo supongo que te consolaría por lo sucedido anoche, ¿qué tal tu mano?, por cierto.- comentó mofándose.- He tenido unas palabras "amistosas" con el buen teniente y digamos que no era lo que él esperaba oír, sin embargo me ha contado que Raven está vivo, y que probable que salga adelante, eso quiere decir que debemos apresurarnos si queremos hablar con él, si alguien más le busca ahora es un blanco fácil. Probablemente el doctor sea la persona idónea, él está acostumbrado a tratar con personas con este tipo de aflicciones- examinó el rostro de los demás.- ¿y bien?, ¿qué noticias tenéis vosotros?

- El director se suicidó por algo que vio en el rodaje, al parecer dedicó gran parte del tiempo a probar combinaciones de objetivos fotográficos y cámaras de cine que le permitieran filmar al ente en cuestión y parece que lo consiguió - respondió el doctor Call.- Caballeros, y señorita, creo que es hora de hablar de nuevo con el señor Winwood.

Marion estuvo a punto de objetar sobre el siguiente paso a seguir que había propuesto el doctor cuando cayó en la cuenta de lo que había dicho.- ¿Qué imágenes?, ¿las tenía el fotógrafo?.- Marion parecía ansiosa por comprobar por ella misma que todo de lo que había oído hablar era real.- Me gustaría verlas... y después podríamos hablar con Winwood y Raven.

- Me temo que el señor Baptiste no está en posesión de ningún tipo de material de la película, su único objetivo ahora mismo parece ser desaparecer de la ciudad - contestó el doctor Call.- Sin embargo, eso abre la posibilidad de que exista efectivamente una filmación de lo que estamos buscando, al contrario de lo que parecía indicar el señor Winwood, que dio a entender que todo el material había sido destruido.

Podríamos ayudarle a desaparecer si él nos ayuda a nosotros..., pero no puedo creer que no haya conservado los negativos de las imágenes...- alegó visiblemente desesperada.- En cualquier caso coincido en que deberíamos hablar con Winwood.

 - Pues yo creo que las imágenes están en el rollo de película que encontramos en los estudios. ¿No os acordáis? Estaba en la papelera... semi destruido. Sólo espero que el tipo al que le llevamos la cinta pueda recuperar la integridad de las imágenes. Bueno... eso y que no se ponga verlas o acabará tan chalado como el pobre Baptiste. 

Milo se llevó la mano a las sienes y, posteriormente a la cabeza. Revolvió su pelo rubio mientras frotaba su cabeza como queriendo eliminar un mal presagio, una jaqueca o un simple cuadro de abotargamiento. Cada nueva puerta parecía cerrarse en banda cuando los implicados acusaban locura ante los acontecimientos.

- La verdad es que no se si podremos sacar algo en claro pero dadas las circunstancias cada vez estoy más seguro de que Winwood no es trigo limpio. Está jugando con nosotros.

Francamente, yo creo que este caso ha sido una farsa para atraparnos. Un trozo de queso en una trampa para ratones. Debemos ir a ver a Winwood...pero debemos ir preparados...o incluso...si ¿por qué no? Henry parecía tener una idea y continuó macabramente. Uno de nosotros tiene que morir... Teatralmente por supuesto. Todos menos"el muerto" iremos a pedir explicaciones a Winwood,diciendo que alguien nos ha atacado y uno de nosotros ha muerto..y que venían a matarnos "en su nombre y en el nombre de las serpientes"

Dewey iba a seguir pero antes esperó las reacciones de sus compañeros.

- Discrepo, caballeros. Yo veo al señor Winwood como alguien que no sabe en qué se está metiendo - dijo el doctor Call, antes de que aquello se convirtiera en una carnicería sin sentido.- El señor Winwood es un millonario aficionado a las ciencias ocultas y demás asuntos esotéricos, de eso no hay duda alguna. Actualmente ha perdido una fortuna financiando una superproducción que ha sido un desastre. Sospecho que su motivación inicial no era otra que tratar de recuperar algo de la inversión, quizás vendiendo al mejor postor las imágenes de ese ente de pesadilla, o simplemente averiguar qué es exactamente lo que salió mal. Se da la casualidad de que el fracaso de la película está directamente relacionado con las aficiones del señor Winwood, lo que obviamente despierta su interés, de modo que lo que inicialmente puede ser un asunto de dinero se convierte rápidamente en un deseo de conocimiento. El hecho de que conozca datos de la Logia no me sorprende, alguien con dinero puede conseguir información, además ya saben que la aristocracia está directamente ligada a las sociedades secretas y, como él mismo dijo y yo pude confirmar, conocía a uno de los miembros de la Logia en Boston. Creo que desea ver esa criatura con sus propios ojos, y la única manera de confirmar su existencia y llegar hasta ella pasaba por contratar a un grupo de personas que efectivamente creyeran en su existencia: nosotros. Sin embargo, me temo que el señor Winwood no ha evaluado adecuadamente las consecuencias de un encuentro con una criatura de esas características...

Marion no pudo evitar reírse ante la intervención del doctor.- Tranquilo doctor, creo que ya hemos escarmentado y en lo que respecta a mí cualquier plan que proponga Henry es un buen punto de partida para descartar opciones. Mentiría si le dijera que confió en Winwood, pero por el momento es nuestra fuente de ingresos e información más fiable, por no decir la única...

Hughie asintió seriamente, todavía le costaba acostumbrarse al tono despreocupado de sus compañeros. - Coincido con el Doctor. Winwood no me parece culpable, pero bien es cierto que no es una persona en la que se pueda confiar. Al fin y al cabo, tiene dinero.- comento encogiéndose de hombros. - Quizá el doctor y Marion puedan hablar con Raven, está claro que pese a su locura, no debe tener en alta estima a nosotros tres. Si vamos a hablar con Winwood primero, podría ser buena idea que alguien vigilase de que a Raven no le pasase nada.- Finalizó el escocés, tratando de imaginarse cómo explicarían a su empleador que casi habían matado a la única pista de la que disponían.