Partida Rol por web

Las Tierras de los Valles

18. Reencuentro.

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10/08/2010, 16:22
Director

Aquel día era una día de alegría para Rengar.

Había viajado durante años por las Tierras de los Valles ejerciendo como paladín de Ilmater. Los valletanos eran desconfiados por naturaleza, pero el símbolo de su dios y su tenaz determinación por hacer el bien había acabado por abrirle algunas puertas. En las localidades más pequeñas, la enorme figura de Rengar empezó a resultar incluso familiar. Su trabajo había resultado ser muy distinto al que los bardos cantaban en las canciones, no obstante. Solía mediar en las disputas entre aldeanos, arreglar alguna lesión leve o ejercer de juez en las raras ocasiones en las que algún amigo de lo ajeno merodeaba por aquellas pequeñas comunidades rurales.

Pero aquél día se reencontraría con Kestrel pues hacía años que no la veía. Nunca había pasado tanto tiempo separado de ella, y se había dado cuenta de que la echaba mucho de menos. El corazón empezó a latirle con violencia en el pecho cuando escuchó su melodiosa voz llamándole desde el zigzagueante sendero que llevaba hasta su aldea natal.

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10/08/2010, 16:39
Kestrel de Ilmater

El semblante de Kestrel recordaba al de un águila, con su nariz afilada, sus pómulos agudos, la ancha y expresiva boca de labios delgados y el cabello de un dorado pálido que se elevaba en una onda cerrada semejante a un plumaje.

Pero los años no habían pasado en balde. Había arrugas en torno a los ojos y en la frente que Rengar no recordaba. Aunque sus ojos seguían siendo los mismos de siempre: grandes, verdes e infinitamente tristes.

--¡Bienhallado, Rengar, bienhallado! --dijo la semielfa echando sus brazos por el cuello de Rengar para abrazarlo. Se retiró poco después para echar un vistazo al semiorco--. Vaya, tienes buen aspecto. ¿Cómo va todo?

Notas de juego

¡Bienvenida a la partida! Ya puedes postear cuando quieras =).

Por cierto. El clero de Ilmater no tiene rangos específicos, sino que se denominan genéricamente 'Hermano' o 'Hermana'. Por si quieres usar el detalle para referirte (formalmente) a Kestrel.

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10/08/2010, 17:03
Rengar

El paladín quedó sorprendido por la súbita aparición de Kestrel y su espontáneo abrazo. No se lo esperaba. Llevaba sin verla no sabía cuánto tiempo, la había añorado y soñado con el reencuentro, pero ahora que la tenía delante no sabía cómo reaccionar. La semielfa se lanzó a sus brazos y se apretó contra el metal de su armadura. Rengar, rígido, tragó saliva y tardó unos segundos en comprender que lo que se esperaba de él era una muestra igual de afecto. ¡Hacía tanto que nadie lo abrazaba que casi se le había olvidado! Poniendo una manaza en la espalda de Kestrel y apretándola contra él -qué pequeña le parecía-, cerró los ojos e inspiró disimuladamente. Amaba el olor de su mentora. Siempre llevaba consigo la fragancia más dulce que él hubiese olido nunca.

El abrazo se rompió antes de lo que él habria querido. Ella lo miró y saludó con alegría. Rengar sólo pudo esbozar una sonrisa y quedarse mirándola. Los años pasaban para ella más lentos que para el resto de mujeres, pero no se detenían. Eso no la hacía menos hermosa a sus ojos, aun así.

-Hola, Kestrel -dijo en tono grave-. Bueno, estoy bien. Ya sabes. Viajando.

Carraspeó y percibió un ligero rubor en las mejillas. Hacer cualquier cosa que no conllevase algo físico le hacía sentirse muy torpe.

-Tú también estás muy guapa. No me pensaba que estarías aquí... -Sonrió de nuevo, dejándose llevar un poco-. ¿Cuánto hace que no te veo?

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10/08/2010, 17:19
Kestrel de Ilmater

--¿Cuatro años? ¿Cinco? Demasiado tiempo... --pensó en voz alta Kestrel. Si se dio cuenta del implícito piropo de Rengar, no pareció dar muestras de ello. Meditó unos instantes, y antes de contestar frunció los labios en un gesto de contrariedad--. ¿No me esperabas? Te dejé un mensaje en el Corcel Celeste para que te reunieras conmigo en tu pueblo. Esperaba que pasaras por Cerro de Béremar en esta época del año.

Kestrel le dedicó una de sus sonrisas tristes, e hizo un gesto en dirección al camino, indicando que siguieran hablando mientras cabalgaban. Cuando la sacerdotisa azuzó su montura (una hermosa yegua alazán) y pasó junto a Rengar, el mundo del semiorco se redujo al dulce aroma de Kestrel. Olía a... ¿grosellas?

--Lo cierto es que venía para darte una noticia --dijo al cabo de unos latidos de corazón, con una sonrisa radiante--. Una noticia que me llena de felicidad. Ardo en deseos de contártela. Pero mejor delante de un buen vino a la luz del hogar ¿no es así?

En ese momento sus caballos salieron a un claro... y Rengar vio una columna de humo negro brotando en la dirección de su pueblo natal.

Notas de juego

Si quieres darle un nombre, es el mejor momento. Es un villorrio pequeño que no aparece ni en los mapas, así que tienes manga ancha.

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11/08/2010, 03:40
Rengar

-Sí te esperaba, pero me ha sorprendido igual. Me pensaba que no te vería hasta llegar al pueblo -respondió Rengar rascándose la nuca-. Me dio el posadero tu mensaje y he venido en cuanto he podido.

¿Cómo explicarle que su presencia le alteraba tanto que no estaba seguro de lo que pensaba, que le temblaban las palabras en la mente y que debía hacer verdaderos esfuerzos por hacer algo más que mirarla o extender la mano para intentar tocarla de nuevo? Y no sólo el cómo, sino ¿debería? No, no debería. Rengar sabía que ella no le correspondía. Nadie le correspondería nunca. Se había hecho a la idea hacía mucho, mucho tiempo.

Rengar montó en su caballo, un semental crema con las crines blancas al que llamaba Mo, y lo azuzó para seguir el paso de Kestrel, inspirando su olor con todo el disimulo del que era capaz. La clériga anunció que tenía algo que decirle. Su expresión de felicidad hizo feliz a Rengar, que la correspondió con una gran sonrisa.

-Sí, tengo mucha sed... -dijo, aunque la frase murió en sus labios al ver el humo surgiendo de Medina del bosque. Una sombra de miedo cubrió sus ojos y se volvió hacia la semielfa-. ¡Kestrel! ¡Hay fuego en el pueblo!

Hincó los talones en los costados de Mo y se lanzó al galope a través del camino, con el corazón palpitándole en las sienes. No era la primera vez que había fuego en su aldea y la última vez él había conseguido salvar a muchos. Debía volver a hacerlo. Su familia podía estar en peligro.

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11/08/2010, 12:52
Kestrel de Ilmater

Kestrel levantó el mentón en la dirección en la que Rengar señalaba y palideció cuando vio la columna de humo. La sacerdotisa hincó las espuelas en los costados de su caballo para enviarlo tras la montura del semiorco.

Los dos jinetes recorrieron los kilómetros que los separaban de Medina del Bosque a galope tendido. La pequeña aldea se encaramaba en una suave colina. Eran apenas un puñado de casas de madera que se arracimaban en torno a la taberna del pueblo como niños a los pies de una anciana rica. Según se fueron acercando empezaron a escuchar el fragor de la batalla. Había varios tejados de paja ardiendo, y las calles de la ciudad estaban siendo recorridas por jinetes a caballo que, armados con toda suerte de espadas, hachas y mazos, mataban a los medinenses a placer.

En la plaza central del pueblo, frente a la posada, es donde los medinenses estaban organizando una tímida defensa. Rengar buscó ansioso su casa, para descubrir cómo un par de jinetes desmontaban y desaparecían en el interior del granero.

--¡Por las heridas de Ilmater! --maldijo Kestrel buscando ansiosamente la ballesta que pendía de su cinto.

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11/08/2010, 13:06
Rengar

Los ojos de Rengar relampaguearon de rabia al observar cómo estaban atacando su aldea natal. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Qué podían haber hecho los aldeanos para llamar la atención de hombres armados? ¿Cómo se atrevían a atacar un pueblo tan pacífico?

Apretando los dientes para sofocar unas lágrimas de impotencia saltó del caballo y se puso el yelmo en la cabeza y el escudo en la mano izquierda.

-¡Kestrel, ayuda a los demás! ¡Yo tengo que salvar a mi madre!

Sin importarle nada más que la imagen de su familia muerta que desfilaba ante sus ojos, sin preocuparse de los ataques por la espalda o de los arqueros, corrió hacia el interior del granero siguiendo a los bastardos que había visto antes. Hacha en mano, soltó un aulido de guerra y los buscó mientras gritaba:

-¡Vosotros, perros! ¡Salid de aquí ahora si no queréis que os parta en dos!

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11/08/2010, 13:36
Director

Kestrel le gritó algo que Rengar no alcanzó a entender, envuelto como estaba en su férrea determinación de alcanzar a aquellos que amenazaban a su familia.

La enorme masa de acero y músculo que era el semiorco entró como una tromba en el granero de su casa. Allí encontró a dos guerreros que, armas en mano, estaban revisando el almacén en busca de algo que rapiñar. Un tercero tenía el filo de la espada apoyado contra la garganta de Miri, cuyo cuerpo se interponía entre el agresor y sus dos hijos.

Pero los tres asaltantes giraron sobre sus talones ante la aparición de la imponente figura de Rengar. Por las expresiones desencajadas de sus rostros era obvio que no esperaban encontrar oposición, y mucho menos un guerrero blindado de la cabeza a los pies. 

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11/08/2010, 13:47
Incursor

--¡No os quedéis ahí mirando! --gruñó el hombre que había estado apuntando a Miri--. Ya sabéis las órdenes: ¡sin supervivientes!

- Tiradas (3)

Notas de juego

El elfo que está más cerca de ti blande una espada corta. El que está más lejos tiene un arco. El hombre que amenaza a tu madre y tus hermanastros lleva una espada larga. Todos ellos llevan armaduras de cuero tachonado.

Como ves, hay varios barriles y cajas en el granero. No puedes atravesar una casilla en la que haya un barril, pero puedes subirte encima de ellos con una acción de movimiento y una prueba de Saltar CD 5. Obtendrás un +1 al ataque contra cualquier oponente que se encuentre por debajo de ti. Con una acción de asalto completo y una prueba de Fuerza CD 10 puedes levantar uno de estos obstáculosy lanzárselo a alguno de tus oponentes. Cuenta como un ataque de toque a distancia con un alcance máximo de 3 casillas y hace 1d6 puntos de daño más el doble de tu bonificador de Fuerza a cualquiera que se encuentre en la trayectoria. Colocarse detrás de un barril ofrece una cobertura del 20% si el oponente tiene que atacar desde ese lado.

También verás que hay una línea a puntitos. Eso marca las dos pequeñas pasarelas laterales del piso superior. Se puede acceder a ellas mediante escaleras de mano situadas justo a la entrada (donde estás tú).

 

Tira iniciativa.

Orden Enemigos a la espera de que tires tú:

1. Elfo arquero (17)

2. Humano melee (7)

3. Elfo melee (3)

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11/08/2010, 16:49
Rengar

Rengar bramó y echó a correr hacia el humano que amenazaba a su madre. Sólo vio el filo de la espada en su cuello y el miedo se aferró a su corazón. No le importó lo que hicieran los demás, no temió el mordisco de sus armas o la punta de sus flechas. Todo lo que quería era salvar a sus seres queridos y protegerlos.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Super pifia en iniciativa. Bueno, lo que había pensado era en correr hasta el tío que está amenazado a su madre y en el siguiente turno atacarle con un Castigar el mal.

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11/08/2010, 17:06
Incursor Elfo Arquero

El arquero sacó una flecha de la aljaba y la encajó en el arco con rapidez. El proyectil cruzó la estancia como una avispa furiosa, pero Rengar lo vio venir y se cubrió con el escudo.

- Tiradas (1)
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11/08/2010, 17:11
Director

El otro elfo y el humano se detuvieron, esperando el mejor momento para actuar.

Notas de juego

Ambos retrasan acción hasta después de ti.

Tu turno. Si te desplazas dime qué recorrido sigues para colocarte en la cuadrícula bien, please.

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12/08/2010, 00:16
Incursor

Cuando Rengar se lanzó hacia delante, el asaltante le salió al paso, lanzando una estocada que el semiorco desvió con facilidad con el escudo.

- Tiradas (1)
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12/08/2010, 00:21
Incursor Elfo

El otro elfo se escurrió por un costado del paladín y lanzó una astuta estocada que rebotó contra las placas de la armadura de Rengar.

- Tiradas (1)
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12/08/2010, 00:22
Incursor Elfo Arquero

El arquero encajó una segunda flecha en su arco, pero enzarzado como estaba Rengar en un combate contra dos de sus compañeros, era un objetivo difícil de acertar. La flecha salió muy desviada y fue a rebotar contra el muro contrario del granero.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

 Tu turno.

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12/08/2010, 00:26
Rengar

Soltando otro de sus gritos de guerra sin sentido y levantando el escudo para detener el ataque de su contrincante, Rengar sujetó con fuerza el hacha e izó el brazo por encima de su cabeza. Concentrando la inercia en la cabeza del hacha y dejando que se balancease por el lado, la clavó en el costado del desgraciado de la capucha, el que se había atrevido a tocarle un pelo a su madre.

- Tiradas (2)
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12/08/2010, 00:31
Incursor Elfo

El encapuchado lanzó un aullido estremecedor cuando el filo del hacha de Rengar le cercenó la mano que esgrimía la espada que hacía unos segundos apuntaba al cuello de su madre. El desgraciado cayó al suelo como un muñeco de trapo, sumido en un estado de inconsciencia.

El elfo ahogó una maldición y retrocedió el brazo para lanzar una segunda estocada... ¡un segundo tarde! Rengar se giró para amagar un contraataque con el escudo que hizo perder el equilibrio a su oponente que perdió su oportunidad.

- Tiradas (1)
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12/08/2010, 00:37
Incursor Elfo Arquero

--¡Maldito piel verde! --escupió el arquero, volviendo a cargar y disparar y volviendo a fallar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

 Tu turno.

La posición es la misma, pero el encapuchado está tirado en el suelo inconsciente y desangrándose.

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12/08/2010, 00:39
Rengar

Sin mediar palabra y tan pronto vio caer al encapuchado al suelo, se giró y aplicó igual castigo a su otro oponente, esta vez más fuerte que antes.

- Tiradas (2)
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12/08/2010, 00:42
Incursor Elfo Arquero

El hachazo del semiorco envió una satisfactoria lluvia de sangre y vísceras en todas direcciones mientras el filo se hacía paso entre músculos, huesos y tendones por el cuerpo del elfo. 

El último incursor que quedaba en pie ahogó una maldición y, presa de la desesperación, disparó una nueva saeta contra su oponente. Rengar sintió un sobresalto primero y una oleada de dolor después cuando el ástil de la saeta se coló por una juntura de su armadura, en la rodilla. La sangre empezó a manar a borbotones.

- Tiradas (4)

Notas de juego

 Recibes 5 puntos de daño.