Partida Rol por web

La mujer dejó la escoba solícita. Por supuesto Bayushi-sama. Sientense si lo desean. Terminó diciendo mientras señalaba la estera acolchada de un lado de la estancia. Después se  marchó, seguramente hacia la segunda planta.

Al cabo de unos minutos la mujer volvió con tranquilidad. Ogura les recibirá en cuanto termine la reunión que tiene ahora mismo. Me pide que les exprese su pesar por tener que hacerlos esperar y si desean tomar algo mientras estaré gustosa de servírselo.

Discúlpeme  Bayushi-sama sé que algún honorbale samurai ha visitado el distrito, pero no recuerdo haber oído de ninguno que se perdiera; quizá esa joven sea distinguible de alguna forma además de su noble nacimiento.

Dijo la mujer con cierto aplomo. Prudente incluso. Probablemente se hallaba evaluando lo conveniente de conocer o no los acontecimientos y que querías.

Podrías entretener nos con una descripción de con quien esta reunida tu señora sugirió Nakato con un suave ronroneo Tranquila no se lo diremos.

Mientras hablaba jugaba con una moneda de plata.

No sería discreto. Comentó la mujer mientras acercaba su manoa lamoneda con suavidad.

Comencé a dar una breve descripción, prestando atención  a su reacción y gestos.

-"Si sabe algo me sería de gran ayuda y por supuesto mi casa no olvidara su colaboración..."-

Aunque no podía verse Nakato sonrió.

Tiene razón, no os pondré en una situación tan incomoda dijo al tiempo que guardaba la moneda. Empleó un tono casual y desenfadado, esperaba ver si mordía el anzuelo al ver como el pez se escapaba

Estaré atenta, bayushi-sama. Aunque puedo asegurarle que no he visto anteriormente a una mujer cómo la que busca. Yme sorprende que tuviera que hacer algo en éste barrio.
 

La mujer miró a Nakato extrañada, o quizá fuera únicamente la expresión que sabía poner entre la frustración y el deseo.

No quiero decir que pueda ponerme en una situación incómoda Bayushi-sama, no sería usted capaz de un acto tan impropio, es sólo que...no imaginé que desconociera lo que una sabe. Querría ahorrarleun saber sucio o impropio.

Quedaba claro que la mujer no deseaba ofender a nadie. y que esperaba esa recompensa con ansia.

-"Pues, no quisiera pensarlo, pero tal vez un alma mal intencionada la haya traído no por propia voluntad a este lugar, no conocerá por casualidad a ninguna persona capaz de hacer eso, verdad?"- dije ocultando claramente la pregunta, necesitaba saber si había dueños de locales con la suficiente falta de escrúpulos y estupidez como para hacer tal cosa...

Nakato observó atentamente  la mujer durante un segundo en silencio.

¿Un saber sucio? ¿Acaso vuestra señora se dedica a cosas impropias? su voz se volvió más  apremiante SUpongo que ahora deberéis de explicaros por que si es así.... bueno dicho lo dicho las cosas no deben quedar así

Dejó un segundo para que la mujer pensara que tenía la palabra para interrumpirla

Si no me lo decís vos se lo preguntaré a vuestra señora, con semejante afirmación estoy obligado. Pero preferiría no hacerla enfadar sin necesidad con alguien que se preocupa tanto por mi.

No hablamos de una niña eta que los padres venden.Nadie es tan osado. No sería útil a nadie. ¿puede usted imaginarse Bayushi-sama a alguna insigne samurai, asustada y actuando contra su propia voluntad así?

La mujer se mantuvo pensativa durante casiunminuto completo antes de continuar. Rufianes hay de todo tipo, por supuesto. No todos loshombres son dignos de llamarse tal. Alguna vez alguno haya siquiera soñado mancillas el cuerpo de alguien fuera de su alcance más...no lo veo.

¿Impropios?, la mujer rió grosera haciendo que su pecho se moviese arriba y abajo escandalosamente. No puedo ni ruborizarme Bayushi-sama. Mi señora y yo nos dedicamos a la más propia de todas la labores...Pero si tanto desea saber le consolaré después.

Un hermano suyo de risa siniestra se halla en compañía de mi señora. Lamuejr miró maliciosa y desvengonzada de lado al decirlo, al menos logrótapar a medias su rostro y sus labios al decirlo.

-"Dicen que el licor y las drogas pueden volver dócil a la persona más fiera...quizás de ese lado venga este asunto, pero conozco poco de este lugar, este tampoco es mi territorio"-

El lugar es deprimente, con un halo de vicio que no me gusta nada, enclavado en un barrio que hiede a pescado pasado... Y temo salir de aquí con mi kimono que apeste como este lugar.

Y encima, al entrar en el local la cosa no mejora y he de ser testigo de unas técnicas de interrogación deshonrosas. No sé a que viene tanto miramiento con una heimin que está claro a qué se dedica... Debería decir lo que sabe o perder la cabeza por suinsolencia, pero esta no es mi ciudad y está claro que los escorpiones hacen las cosas a su manera.

Si hasta se le ha ofrecido la muy insolente!

Permanezco en calma, a la espera de que la mujer diga el nombre, pendiente de la puerta tras la cual está Ogura con... su hermano?

Apoyo la mano sobre la espada, incómodo por permanecer tanto rato en un lugar como este. El hecho de imaginar a una dama de nuestro clan encerrada en un sitio como este hace que se me encienda la sangre y desee clavar las cabezas de toda esta gente en la entrada.

El eco de su risa resonó tras el mempo del escorpión

Me habéis divertido  reconoció  dándole una moneda menor de la que había usado para jugar Si tuvierais a bien consolar un poco más mi ignorancia.... soy nuevo en la ciudad y no conozco como se organiza este distrito ¿Quien manda?¿Si tuviera a bien organizar algún negocio pro aquí cerca de quien debería tener favor? preguntó con un teatral tono de candidez en la voz Seguro que vuestra ayuda no pasaría desapercibida ni para mi, ni para vos.

Mientras hablaba se sentó en una mesa y la invitó a hacerlo.

"¿Kyo-chan sería ese hombre que hablaba con Ogura?" pensó Nakato

Okito permaneció a distancia callado y cabizbajo, se detuvo en la entrada para poder tener una mejor vision de la situación. Aún tenia muy presentes las palabras de Momoji-sama y no quería que se repitiera la situacion de su último encuentro, de hecho las heridas aún dolían lo suficiente como para no ser consciente de ello.

Bajo su mascara una sonrisa en la comisura de sus labios al ver al Kakita-san tan incomodo y en cambio oir la comodidad con la que Nakato-san se desenvolvía.

No me gusta nada el tono conciliador del escorpión y esas familiaridades tan desagradables.

¿Todos los escorpiones son igual? No me extraña que lleven máscaras. La vergüenza de ser uno de ellos obliga a cubrirse la cara.

Me muevo con tranquilidad hasta el lado de la puerta donde está Ogura y su misterioso visitante. No quiero que nadie se escape y quiero ser el primero en entrar si algo se tuerce, o el primero en atacar si sale alguien no deseado por esa puerta... Además, quizás se filtra algo de las palabras al otro lado del fino panel de papel. no es que quiera escuchar lo que dicen (que descortesía) pero sí al menos saber por el tono, sin quedarme en las palabras, si es un samurai o un vulgar heimin sin educación.

Esperaré un poco más, y le dejaré hacer el juego a ese Bayushi sin honor, pero esto ha de acabar pronto... Este olor tan viciado me pone enfermo.

Sus compañeros paseaban incómodos e impacientes por el lugar, como medida de presión no estaba mal pero Nakato no sabía hasta que punto no iban a vovler a descontrolarse las cosas, una casa quemada, un duelo, una noche de correrías y frustraciones adornada de discusiones.

Arrastraba un cansancio que hacía que su humor no fuera el mejor... Nakato rogó a las fortunas por paciencia.