Partida Rol por web

-"Kufufu...-reí tras la máscara- entiendo, ciertamente debe de ser así- limpié la garganta antes de hablar con un tono más de ocasión- y como han estado las cosas por aquí? Escuche que hubo un incendio y decidí pasar a mirar por mi mismo, quizás ese samurai del que hablan sepa algo, saben donde puedo encontrarlo?"-

Los hinin ríen divertidos ante tu genial ocurrencia. Si el samurai lo sabe...Si ese samurai lo sabe...Ese samurai debe encontarse a así mismo pero no somos tan sabios como para responder a eso ¿o no muchachos?

El que te contestó se hizo un lío tremendoqueriendodecir algo o nada.

Me molesto su actitud, pero no podía pretender mucho en ese lugar.

-"Entiendo, muchas gracias..."- dije antes de seguir mi camino, ahora al menos tenía a alguien a quien buscar y que posiblemente supiera algo, incluso podría haber sido contratado alguna vez para algún trabajo en la trata de personas...seguramente sería un ronin...

Antes de retirarme a buscar por otro lado dije, estando de espaldas:
-"Tengan un buen día y recuerden que hasta el ser más benebolente a veces pierde la paciencia...

Bueno, veo que no estáis habladores, vayamos a esa casa de té de la que nos han hablado, es la única pista que tenemos dijo el escorpión ante el hostil silencio, no espero por la respuesta de ninguno y dio media vuelta para alejarse.

Quiso comprobar si le seguían ante el silencio o la ausencia de protestas, pero perdería el efecto si lo hacía

Una vez te despediste de los vagos te encaminaste al interior de la casa. Flotaba un olor acre en elambiente, enmascarado por el de una olla trabajando. La estancia que tenías ante tí no era del todo hermosa, ni deltodo horrenda, más bien de mal gusto. En las paredes había láminas subidas de tono sin demasiado talento y una mujer vestida con un kimono suelto de color cereza y el rostro completamente empolvado y los labios y ojos maquillados de colores vivos se entretenía en aliementar y mecer a un recién nacido.

Buenos días Bayushi-sama.

Vollveis al distrito pescador, con la guía de lugares que os ofreció aquel  viejo de la casa de sake. El distrito es completamente diferente a la luz del día aunque el olor es peor, si cabe. Muchas de las puertas se encuentran actualmente cerradas y aunque nadie diga nada,ni lo insinúe sabeis que no es común la presencia de un samurai por ésta zona. Al cabo de un rato os hallais ante una de esas casas; dónde un grupo de jovenes vagos se preocupan por hablar y tomar licor(pues no se le puede llamar sake a eso).

Salude cortesmente a la muchacha:

-"Buenos días, se encontraría el dueño del local? Me gustaría hablar con él, de ser posible"- comente jugando con la manita del bebé.

Es temprano Bayushi-sama. Ogura se encuentra cocinando. Iré a avisarla que la reclamáis. ¿le digo un nombre y porqué?

Aunque melosa, la mujer resultaba zafia por alguna razón sus movimientos y forma de hablar traían recuerdos de campos anegados y tierra húmeda, barro. Se levantó dispuesta a ir hacia una de las puertas laterales de la casa en cuanto respondieras.

A modo de resumen os digo:

Estábais los grulla con una cortesana en los jardines. En un momento se ausentó con la excusa de ir al baño, y nunca volvió.

En las primeras investigaciones se descubrió que había habido un grupo de supuesto mercaderes por la zona. Que se habían ido con ella, al parecer voluntariamente aunque sospecháis que pudiera haber sido drogada.

Eso os lo respalda una bebidfa adulterada que un jardinero encontró por la zona de la desaparición,y restos encontrados junto a una fuente. Asímismo por los olores encontrados allí os dirigió a que los hombres venían del puerto.

En la entrada del distritode lso jardines hablasteis con otros samurais esocrpión y finalmente accedió a comentaros una cosa. Un conocido suyo, un contacto seguramente organizaba partidas de juegos con apuestas(ilegales) en su casa. Como suc asa era bastante visitada, era probable que pudiera haberse enterado de algo.

No obstante, una vez allí las cosas se complicaron y unas palabras llevaron a la violencia por parte de uno ronin borracho. A resultas el lugar ardió y el dueño de la casa se salvó escapando del incendio. Lo encontrásteis un rato más tarde y fue interrogado. Aunque no sabíqa nada de la desaparición de la grulla, ni de quien podría haberla llevado a cabo. Surgió en la conversación sobre quienes podrían haberla raptado, y quiens e dedicaba a raptar mujeres. No sabía nada aunque si había mujeres de por medio en ese distrito podía tener que ver con la prostitución. Y elhombre os habló de un conocido que regentaba una casa de comidas y que era asiduo de encuentros con mujeres de baja estofa. Era sabido que muchas de esas mujeres no habían tenido otra alternativa.

Fuisteis a hablr con el mesonero, resultando ser un hombre bastante anciano. Le convencisteis para que idnagara en busca del rastro del opio y de laas desapariciones y volvió alcabo de un rato. Había escuchado rumores sobre algunos lugares dónde las chicas no tenían libertado apra circualr poral ciudad ni días libres. También se informó sobre las semillas yq eu bien podía ser opio. En eso os indicó algunos lugares dónde se ejercía y un traficante de artículos de todo tipo. También que os podía poner en contacto con unos vagos que solían frecuentar fumaderos de opio y os podían poner sobre la pista de ellos.

-"Solo dígale que vengo de parte de Momiji-sama, no llevara mucho tiempo"- dije en tono respetuoso.

Buenos días.  dijo Nakato Entrando por la puerta, adelantandose un poco a sus compañeros para hacer de intérprete y evitar que si la conversación fuera poco honorable esta no atentara contra ningún honor salvo el suyo propio.

¿El encargado?

Al cabo de un minuto una mujer entrada en edad y carnes, sudorosa y de papadas temblonas se acerca por la puerta.Muy buenos días Bayushi-sama, Soy Ogura la dueña de la casa. ¿en que puedo ayudarle?. Su rostro aunque pudo ser hermoso en otro tiempo se veía extraño por su tamaño y los pliegues de piel. Su expresión no era tanto incredulidad como extrañeza. Como si fueras algo fuera de lugar.

Flotaba un olor acre en el ambiente, enmascarado por el de una olla trabajando. La estancia que tenías ante tí no era del todo hermosa, ni deltodo horrenda, más bien de mal gusto. En las paredes había láminas subidas de tono sin demasiado talento y una mujer vestida con un kimono suelto de color cereza y el rostro completamente empolvado y los labios y ojos maquillados de colores vivos se entretenía en barrer el suelo de la estancia mientras vigilaba a un pequeño infante rfecién nacido que duerme sobre un futón en una esquina.

Buenos días. Ogura-dono,se halla en éstos momentos reunida. ¿sabe de vuestra llegada?

Salude a la señora y le pedí amablemente si podíamos hablar en privado, una vez los dos solos le dije en voz baja, lo suficiente como para que solo nosotros dos pudiéramos escuchar:

-"Estoy buscando a una joven...bastante particular, alguien que no pertenezca a este lugar...alguien como yo- dije refiriendome al rango- tengo mis sospechas de que se puede haber...perdido en este lugar, por supuesto no me refiero a su humilde casa- dije con un gesto de la mano con la palma para abajo, a fin de tranquilizarla- sino a este distrito, quizás haya escuchado o visto algo, información que sería bien recompensada"-

Si lo supiera me estaría esperando dijo Nakato con cierta suficiencia Quiero verla ¿Le dirá que un humilde samurai  quiere hablar con ella? Debo tratar algo que nos interesa a ambos.

Se quedó mirando a su interlocutor y torció la cabeza hacia un lado.

Me quedé detrás del escorpión, expectante. No tenía claro qué pretendía hablar con la dueña del local. En principio las indicaciones nos guiaban hacia el grupo de escoria sin oficio ni beneficio que estaba en el local bebiendo. Pero en cualquier caso, no era yo el más hábil en estas lides como para poner en cuestión las acciones de Nakato.

Así pues, me quedé en mi sitio. Atento al entorno, sabiendo que la vez anterior tuvimos problemas y en esta ocasión podría volver a pasar lo mismo. Sólo esperaba que esta vez nuestros compañeros fuesen un poco más diplomáticos y menos bravucones.