Partida Rol por web

LEGIÓN

Capítulo 2: Washington

Cargando editor
Cargando editor
12/10/2010, 14:32
Director

Finalmente y a pesar de que algunos todavía tenéis cosas sobre las que hablar decidís que ha llegado el momento de daros un respiro y acostaros, mañana tendréis tiempo de sobra para aclarar cualquier cosa con renovadas energías. Clarisse comparte habitación con Selene y los chicos hacen lo mismo en la contigua.

Al día siguiente os vais despertando cada uno a vuestro ritmo ya que vuestros "anfitriones" no parecen tener intención de molestaros.

Nada más salir comprobáis que todas las puertas de las habitaciones permanecen cerradas aunque ninguna (que vosotros sepáis) dispone de cerrojo por lo que en realidad podríais abrir cualquiera de ellas.

En el vagón contiguo hiedra fríe una especie de tortitas blanquecinas que parecen estar echas de papel aglomerado subida en un pequeño peldaño y las acumula en un plato resquebrajado y pegado con pegamento mientras una cacerola con leche se calienta en uno de los fogones.

De Zyor no hay ni rastro pero teniendo en cuenta que el vehículo sigue moviéndose probablemente esté en la sala de control encargándose de la conducción.

Cargando editor
12/10/2010, 17:41
Selene Ashford

Me despierto poco a poco y con la espalda algo resentida... alguna mala postura habré tenido durante la noche.
Tratando de ser lo más sigilosa posible para no despertar a Clarisse que se acostó más tarde que yo aunque cuando ella llegó yo aún estaba despierta, pensando y pensando en tantas cosas que supongo que me quedé dormida al final de puro cansancio y no porque no tuviera cosas en las que pensar.

Salgo de la habitación o habitáculo donde he pasado las últimas horas. Ni siquiera sé si es de día o de noche, aunque presiento que... dado que la pequeña niña está acostumbrada a este lugar, sería de noche cuando el sueño comenzó a apoderarse de ella y de todos. Espero que sea de día, no me haría gracia salir de noche de este cacharro... Sería más difícil divisar a esos malditos escorpiones en la oscuridad, pienso mientras camino despacito por el pasillo en dirección a lo que se pude considerar cocina porque escucho ruido proveniente de allí.

Al llegar a la misma me encuentro con que Hiedra está preparando algo con aspecto similar a lo que en mis recuerdos se llamaban tortitas. Definitivamente debe ser por la mañana pues las tortitas eran un plato típico de desayuno, pienso alegrándome de haberme centrado al menos en cuanto a franja horaria de este planeta se refiere.
- Buenos días, Hiedra. - alcanzo a decir en voz alta aunque sin subir mucho el tono de voz para no asustar a la pequeña cocinera.- Eso que estás cocinando huele muy bien.

- Tiradas (1)

Tirada: 3d10(+12)
Motivo: Sigilo
Resultados: 6(+12)=18, 8(+12)=20, 8(+12)=20

Notas de juego

No sé si hace falta tirada pero la dejo hecha por si acaso ;)

Cargando editor
12/10/2010, 23:43
Clarisse Abbot

Al contrario de lo que Clarisse había pensado, aquella noche no le costó dormir nada de nada.

Con todo lo ocurrido y todo lo que se cocía en su cabeza, la mujer había esperado tardar en coger el sueño cuando por fín se echó en su catre, pero el cansancio pasó factura muy pronto, y tanto esfuerzo físico ganó la batalla. La mujer rubia cerró los ojos, y se sumió en la inconsciencia del sueño sin esfuerzo alguno, adentrándose en las nieblas del reino de los Oniros.

La mañana llegó antes de lo esperado, y un reloj interno se encargó de avisar a Clarisse de que ya había dormido suficiente. el cuerpo le pedía movimiento despues de aquel agradable y anhelado descanso, de modo que se incorporó y al ver el catre de Selene vacío, se dió prisa en salir de la habitación y dirigirse hacia donde el ruido de desayuno haciéndose la guiaba. Al llegar, saludo en medio de un bostezo, mientras intentaba inútlmente ponerse bien su ahora leonina melena matutina.

-Aoowueenosssdíass... dijo mientras sus ojos se acostumbraban a la luz. Diosss... que bien me ha sentado dormir en algo mullido...

Cargando editor
13/10/2010, 13:16
Karim Cerna

Karim no podía obligar a nadie a quedarse despierto, no podía seguir pidiendo que sus compañeros y sus extraños salvadores siguieran en planta. Todos necesitaban un descanso.

Se acostó, y Martin hizo lo propio. Dejo que este se durmiera primero, porque imaginaba que con su cuerpo, si llegaba a roncar, podría ser realmente molesto.
Además, estaba plenamente convencido de que no podría dormirse. Tenía el corazón acelerado, y no dejaba de imaginarse una y otra vez las conversaciones que tenía que tener con todo el mundo al día siguiente. Como explicarles que tenían que buscar ellos, que no sabían nada de nada, la cura de aquel mundo.

Durante al menos un par de horas, el silencio se acomodo en su cuerpo, y su mente viajo a todo tipo de lugares e ideas. Pero finalmente, el cansancio tuvo que hacer mella en el, sin que él lo pudiera controlar.

Y durmió de un tirón hasta que noto movimiento. Se despertó, sin moverse mirando el techo de aquella habitación, durante unos segundos no sabía bien donde estaba. Lentamente recordó donde estaba y como había llegado allí.

Martin aun descansaba, pero se imaginaba que no tardaría mucho en levantarse si él se dedicaba a moverse como un huracán dentro de la diminuta estancia.
Se movió como pudo, durante un segundo pensó que lo había pisado, pero pareció que no fue así.

Abrió la puerta justo a tiempo para ver que se cerraba la puerta de la sala de juntas/cocina donde se habían reunido anoche. Un olorcillo curioso se filtraba a través de esta.
Cerro con cuidado mirando la cara de Martin, no estaba seguro de en que soñaba este, pero parecía divertido.

Luego se desplazo hasta la habitación, y las mujeres y la niña estaban allí. Aun estaba un poco adormilado, y su cerebro no daba mucho más de sí. Tomo asiento y saludo con la mano a la niña cuando miro hacia atrás.

Pensaba que debería de echar una mano, pero se quedo quieto. Aun estaba empapado de sueño, necesitaría un par de minutos más para ser consciente de todo lo que estaba pasando antes de poder hablar de nuevo.

Cargando editor
13/10/2010, 23:19
Martin Lorentz

Me desperté por puro instinto, pues todavía notaba como los ojos se me quedaban pegados por el sueño. Aún así las horas que había dormido me sintieron de maravilla. Era como revivir después de haber estado mucho tiempo muerto. Aunque todo pasó muy rápido el dia anterior nos habíamos dado una gran paliza. Así que con toda la fuerza de voluntad que fui capaz de acumular me levanté de mi cama y salí de mi habitación para descubrir que había sido el último en despertar...y no me extrañaba nada.

-Uaaaaaagh...Buenos dias.- saludé con voz ronca mientras bostezaba y me tambaleaba un poco intentando encontrar el equilibrio.-Vaya parece que soy el último en levantarme. No se por que pero tengo la extraña sensación de que en mi anterior vida también era así habitualmente.- bromee mientras me acercaba a la mesa y me dejaba caer en una silla.- Ey pequeña, no se que estarás haciendo, pero huele que alimenta. Así da gusto levantarse por las mañanas.- la verdad es que cuando dije eso no me acordé de lo que le había dicho el dia anterior y no tenía ni idea de si seguiria asustada o cabreada conmigo.

-Bueno, entonces...¿qué toca hoy?. Vamos a visitar el poblado ¿no?.- pregunté con poco interes más que nada para dar algo de conversación.

Cargando editor
15/10/2010, 13:17
Karim Cerna

Karim seguía con los ojos abiertos, pero le costaba mantenerlos así. Se froto con el antebrazo varias veces la cara. En un intento por despejarse. Y poco a poco, gracias a la silla, y el olor y la conversación fue entrando en calor.

Su mente empezó a discurrir un poco más rápido.

Antes que nada, me gustaría que alguien me resumiera que temas importantes se hablaron después de que fuera a hablar con Epsi.

Bueno, de ella puedo decir que esta acojonado por lo que le pasa, aunque no lo reconocería ni muerta. Y que esta todo lo tranquila que puede estar.

¿Vosotros que contáis? ¿A donde vamos ahora?

Karim estaba recuperando el talante, aunque se dio cuenta, de que tenía muy poco tacto para decir las cosas. Sus propias palabras le resultaban extrañas en su voz.

 

Cargando editor
15/10/2010, 16:24
Clarisse Abbot

Clarisse miró a Karim con una mirada cargada de somnolencia.

-Espero que en donde vamos, encontremos algo con lo que curar a esa pobre mujer. No lo debe de estar pasando muy bien que digamos, especiálmente sabiendo que lo que le ocurre puede llevarla a la muerte. Nos dirigimos a un poblado de supervivientes de todo este caos.

La mujer comió un poco de lo preparado por Hiedra y respondió a las pregunta de su compañero.

-Al parecer el mayor problema del planeta son esas cosas con las que nos encontramos ayer. Zyor dijo que ya intentó organizar algo con lo que atacar su nido, pero que no encontró la gente necesaria para ello, además, esos escorpiones que vimos, no son los únicos bichos que hay. Parece que simplemente son un "tipo" de ellos, y que los hay más peligrosos e inteligentes. También parece que la mayoría de los supervivientes del planeta han desarrollado cierta inmunidad a esas toxinas, y que sería posible combatir a esas cosas con la suficiente gente que se atreviera a ello, pero es casi imposible encontrar valientes para atacar el nido principal y destruirlo, que debe de ser lo que solucionaría, o al menos empezaría a cambiar de lado la balanza contra esas cosas. Lo peor de todo es saber que estamos sólos en este planeta olvidado.

Cargando editor
16/10/2010, 19:34
Hiedra

Hiedra os saluda a todos, sin excepciones, según entráis en la cocina, aunque hay que admitir que lo hace muy flojito y con la cabeza gacha mientras os mira de reojo. Se nota que se muere de curiosidad ante la aparición de gente nueva y tan "rara" pero a la vez parece un poco tímida, quizá por el hecho de no tener a Zyor con ella o porque simplemente sois muchos.

Tras agradecer los cumplidos por su desayuno señala la pica:
-Podéis lavaros la cara y las manos ahí... El agua no sale muy limpia pero más de lo que estáis ahora sí. Hihihi- ríe por lo bajo ante su último comentario que, sea dicho, es totalmente cierto.

Algunos la ayudáis a distribuir unos cuantos platos por la mesa y unos trapos que servirán de servilletas y poco después ya tenéis un desayuno caliente ante vosotros. Bastante reconfortante aunque menos sabroso de lo que quisieras, suponéis que tendréis que acostumbraros.

-Se llama Washington's Colonial. Es la colonia más grande, hay unas ummm... cincuenta personas o así- añade a la alusión al "pueblo" de Martin encogiéndose de hombros. Parece que si ayer estaba enfadada o asustada de él ya se le ha pasado.

Después observa con curiosidad e interés a Clarisse mordiendo con ganas su tortita, aunque es fácil distinguir que la mastica durante mucho más rato de lo normal para vosotros.
-Pero vosotros le ayudaréis, ¿no?- añade tras la explicación resumida de Abbot.

Cargando editor
18/10/2010, 21:43
Clarisse Abbot

La mujer miró a Hiedra con toda la dulzura que pudo cuando fue a responderle.

-Sí cielo, yo voy a hacer todo lo que esté en mi mano por ayudarla, siento que es mi obligación. Es algo que entra dentro de mis conocimientos y tenemos que ayudarnos en todo lo que podamos. Clarisse respiró hondo intentando encontrar las palabras adecuadas. Pero no se si todo el esfuerzo del mundo salvará a esa mujer por mucho empeño que pongamos. Por desgracia, así son las cosas, y lo único que podemos hacer es intentarlo con todas nuestras fuerzas y desear conseguirlo, es mejor no engañarse... apenas me quedan recuerdos de mi vida artificial pasada, pero es algo que se me ha quedado grabado... no hay que perder la esperanza, pero hay que ser realistas. La vida es así de dura, pero también puede ser amable si es capaz de regalarnos una sonrisa como la tuya.

Clarisse le acarició la barbilla a Hiedra intentando hacerle entender lo que le quería decir sin hacérselo pasar mal.

Es increible que una niña como esta haya sobrevivido en un mundo como este... Pensó mientras la acariciaba sin quitarse los escorpiones gigantes de la cabeza.

Cargando editor
19/10/2010, 15:31
Selene Ashford

Haciendo caso a la pequeña me lavo cara y manos en donde ha señalado y me alegro de sentirme un poquito más limpia, aunque lo que realmente me gustaría sería poder lavarme el pelo en condiciones. Se ve que en mi antigua vida acostumbraba a tocarme a menudo el pelo pues me he dado cuenta de que es algo que hago desde que salimos de aquellas instalaciones inconscientemente. Y es realmente asqueroso notar el pelo pegajoso, sucio y enmarañado cuando mis dedos intentan acariciarlo.

Después me siento en la mesa tras ayudar un poco a la niña a poner el desayuno calentito en la misma.
Me entristezco un poco ante las palabras de Hiedra y Clarisse respecto al estado de la malherida Epsilon pero no puedo estar más de acuerdo con las palabras de la rubia así que según va hablando y yo masticando, voy asintiendo enérgicamente con la cabeza a la vez que trato de sonreír sin abrir la boca para que no se escape ni una sola miga de comida.

- Espero que ese médico de la colonia pueda ayudarnos también. Clarisse es muy lista y, aunque ahora no sepa tratar ese veneno o enfermedad, seguro que con ayuda aprende en un santiamén. - digo levantando la cabeza tras un corto silencio mirando con una sonrisa a Hiedra y a Clarisse que parecerían madre e hija si no las conociera.

50 personas son muy pocas para una especie de ciudad o pueblo pero si llevan tiempo aquí de seguro que podremos aprender mucho de ellos sobre este planeta y nuestros enemigos,
pienso mientras vuelvo a la carga con el desayuno.

Cargando editor
20/10/2010, 10:33
Martin Lorentz

Mientras termino con mi desayuno escucho la conversación que mantienen las chicas. Cualquiera que las escuchara podría decir que eran dos tias hablando con su sobrina, o que una de las dos fuera su madre. Trataban a Hiedra como una niña pequeña, y de hecho era una niña pequeña, pero a mi desde el primer momento me pareció más inteligente que cualquier otra niña de su edad, aunque a lo mejor sólo era una impresión, porque como no soy yo precisamente un aspirante al premio nobel de física...

Cuando terminan de hablar de Epsilon, lo que me baja un poco el ánimo, decido tomar la palabra.- Vaya, sinceramente yo creía que preguntabas si íbamos a ayudar a Zyor.- digo extrañado. Cierto que cuando me acabo de levantar no estoy muy receptivo, pero no pensé que me había ido tanto de la conversación.- En fin es igual, supongo que también ayudaremos en lo que podamos a Zyor y al poblado. Desde mi punto de vista, si estamos en extinción, ayudar a alguien a matar bicho es ayudarnos a nosotros mismo ¿no?.- me alegraba de mi propia lógica simplista y eso que no había olvidado la mención de algunos grupos de caníbales, pero bueno, si habíamos podido cargarnos a escorpiones gigantes, los caníbales no serían muy problemáticos.

-Eeeen fin, yo ya he terminado. Creo que voy a ver qué se cuenta Zyor. A ver si tengo suerte y me enseña a utilizar algún lanzamisiles de esos...- añado finalmente levantándome de mi silla y mirando al resto en una silenciosa invitación a seguirme si alguien quiere.

Cargando editor
20/10/2010, 23:45
Karim Cerna

Karim había permanecido callado durante un rato. El había entendido que la joven preguntaba si pensaban ayudar a Zyor, en alguna misión que nadie le había comentado, así que se dedico a analizar cada frase pare intentar entender que se había perdido ayer.

Se dirigían a un núcleo de población que a pesar de unos números bastante pobres, parecía ser uno de los pocos reductos humanos que quedaban en pie. Eso tenía cierto sentido, si se referían al tanto por cierto de población que había sucumbido al virus.

En cualquier caso, le interesaba más saber si iban a emprender ataques contra los nidos de aquellas bestias. Y sobre todo, si existía alguna posibilidad de que la historia del abuelo, o era el padre, de Zyor fuera cierta.
Si realmente habían jugado con la genética para crearlos a ellos, no le extrañaba nada que pudieran hacer lo mismo con escorpiones fueran del tamaño que fueran.

Quizás había algún agente patógeno que pudiera destruirlos a todos de un plumazo. Nuevamente fue consciente de que estaba divagando. Soñando con salvar a todos con una cura milagrosa, la realidad sería muy distinta. Pero estaba seguro de que su objetivo sería el mismo.

No sé exactamente cuál es el plan ahora mismo, pero empiezo a hacerme una idea. Lo que sí puedo decir, es que más tarde o más temprano, me dedicare casi en exclusiva a la caza y destrucción de esos malditos bichos. Estoy seguro de que hay muchos otros problemas importantes, pero mi vida va a ir dedicada en exclusiva a la exterminación de esos seres.

Karim no hablaba para nadie en particular, le hablaba al mismo aire, con un comentario que bien podía haber sido un pensamiento dicho en voz alta. Sin embargo lo decía muy enserio. Sin prisa pero sin pausa, se decía a sí mismo. Tenía un objetivo.

Cargando editor
21/10/2010, 20:18
Hiedra

Hiedra parece un poco aturdida al principio por la respuesta de Clarisse y queda evidenciado por el resto que se refería a ayudar a Zyor y no a Epsilon pero aún así opta por no decirlo y se limita a sonreirle tras su última afirmación.
-Hay pocos misiles y caros, sólo se usan para emergencias...- aclara a Martin cuando éste se levanta de la mesa para seguidamente centrarse en Karim y su rotundas declaraciones.

Entonces la pequeña se levanta también con un brinco y se lanza sobre el corpulento hombretón negro para abrazarle.
-¡Gracias!- espeta agradecida, como si hubiera estado esperando que alguien dijera eso desde hace mucho tiempo.
Cuando suelta a Karim el rostro de Hiedra se muestra mucho más animado gracias a un destello de esperanza que ha empezado a iluminar sus ojos.

Inmediatamente después, y sin previo aviso, una pequeña bombilla roja empieza a parpadear encima de la puerta que conduce al "puente de mandos" donde está Zyor y poco después le acompaña una especie de desagradable timbre intermitente.

-Oh-oh- dice la pequeña antes de que notéis como el vehículo acelera más y el sonido de varios motores acercándose a vuestra posición se haga patente.

-¡Ven conmigo!- repentinamente Hiedra reacciona cogiendo a Martin de la mano y tira de él en dirección a las habitaciones.

 

Notas de juego

*Si alguien va a seguir a Hiedra y Martin que hable ahora o calle para siempre xD

Cargando editor
21/10/2010, 23:42
Karim Cerna

Karim se queda estupefacto ante el gesto de cariño de la niña, pero al segundo la abraza con fuerza también. Sospecha que las muestras de afecto serian raras de conseguir en un mundo devastado por la muerte y locura de la soledad, así que no iba a ser él quien desaprovechara esta oportunidad, además la niña parecía necesitarlo tanto o más que el.

En cuanto acaba su sonrisa se borra al ver encenderse la luz roja. Por instinto suelta la tortita que tenía delante para ponerse en pie. En cuanto el sonido empieza a sonar busca con la mirada que hacer.

Hiedra decide que Martin puede ser de ayuda y el hombretón sale disparado tras ellos.

No pienso quedarme quieto dentro de esta lata, si hay problemas tendré que buscar algo en lo que pueda ayudar.

 

 

Cargando editor
22/10/2010, 16:08
Clarisse Abbot

Clarisse se sorprendió ante la determinación de querer acabar con la existencia de los monstruos que asolaban aquel planeta, y la idea le pareció una absoluta locura.

Pero... ¿Lo dicen en serio? Pensó confundida. El mero hecho de sobrevivir a ellos ya es toda una epopeya, no me veo con ganas de ponerme otra vez delante de una de esas cosas, por mucho que quisiera ayudar a esta gente... Bueno yo también estoy en este bando, pero desde luego que mi sitio no está enfrentándome cara a cara a  esos monstruos, si no ayudando a la gente a ponerse bien.

La mujer pegó un respingo ante la repentina acción de Hiedra, que la sorprendió ensimismada en sus pensamientos sobre lo que se decía allí y luego la alarma la asustó todavía más.

-¡¿Qué es lo que ocurre ahora?! Preguntó alterada, y sin poder evitar quela curiosidad la arrastrara tras Karim.

Cargando editor
22/10/2010, 22:19
Selene Ashford

La expresión de mi rostro cambia radicalmente cuando la conversación se desvía por un lado que ni Clarisse ni y habíamos tenido en cuenta: la exterminación de los Bichos. Cierto, también ello era necesario y yo ayudaría en lo que pudiera pero ciertamente en estos momentos estaba más preocupada por el estado de Epsilon.

Al escuchar las palabras firmes y seguras de boca de Karim y el abrazo que la pequeña la propina gracias a ello lo envidio. Lo envidio mucho, por su confianza en sí mismo y la seguridad que transmite con sus palabras, desde que lo conozco al menos.
Yo debería confiar también tanto en mí y en mis posibilidades, pero es que incluso este don de fuerza sobrehumana aún me supera... pienso quedándome atontada, con una tortita esperando ser masticada en mi boca tras, al menos, medio minuto desde que la introduje en ella.

Sin embargo la luz roja parpadeante que aparece de repente y la prisa de Hiedra por salir de allí hace que, aunque tarde en reaccionar más que el resto de mis compañeros, pegue un salto desde mi asiento hasta la puerta y después salga corriendo detrás de ella y, por consiguiente, detrás de Clarisse que fue la última en desaparecer por la puerta que daba al pasillo de habitaciones.
- ¿¡Pero qué...!? - es lo único que alcanzo a decir dejando la pregunta a medias al ver que nadie podría responderme ya.

Cargando editor
24/10/2010, 15:49
Hiedra

Hiedra, tirando de Martin con decisión, llega hasta el último vagón, el que tiene la puerta de entrada, los bidones de agua y un par de largos bancos anclados a las paredes.

-¿Qué hacéis todos aquí?- pregunta con cierto todo de regañina cuando se gira y comprueba que todos les habéis seguido, tras lo cuál empiezan a escucharse disparos que impactan y resuenan en el grueso metal del vehículo.
La niña se encoge un poco, sobresaltada, pero tampoco parece que sea algo nuevo para ella y enseguida extrae un cordel del interior de su jersey de cuello alto con una pequeña llave colgando de él.

Con esa llave abre uno de los armarios con candado y saca un fusil con mira telescópica que casi es más grande que ella misma, sin duda un francotirador.
-Dijiste que se te daba bien disparar, ¿no?- pregunta a Martin mientras comprueba la mira y el cargador del fusil con rapidez y práctica, acabando por dárselo a Martin junto con un par de cargadores.

-Será mejor que te des prisa en dispararles, si recibimos muchos daños podría empezar a fallar el motor- tuerce el gesto dejando claro que eso no sería nada bueno y después recoge unos prismáticos del interior del mismo armario que abrió. Distinguís algunas pistolas y armas blancas pero poco más antes de que lo cierre estrepitosamnte.

-Vosotros a la sala de control, ¡ayudar a Zyor!- espeta como si fuera evidente aunque vosotros no tenéis ni idea del "protocolo" a seguir en casos de emergencia.

Notas de juego

*Fusil francotirador añadido a Martin

Cargando editor
24/10/2010, 16:47
Martin Lorentz

Sigo forzosamente a Hiedra, que tira de mi brazo prácticamente arrastrándome a través de los vagones. No es que tenga demasiada fuerza pero se conoce todos los pequeños bultos que hay durante el trayecto y yo simplemente tengo que ir saltando pequeños escalones y mirando donde piso mientras intento seguirle el ritmo a la niña. Por suerte la carrera no dura mucho.

- Oye me alegro por tu entusiasmo pero para otra vez es mejor que nos digas que ocurre...- le intento decir mientras ella busca algo en su jersey. Entonces los chasquidos de los impactos de bala me sobresaltan.-¡Joder!. ¡Quién cojones nos dispara!- pregunto más bien gritando cuando me doy cuenta de a qué ha venido toda esa precipitada carrera. También iba a preguntar qué razón la había llevado a traernos aqui pero antes de eso ella responde a mi pregunta sacando un rifle francotirador que me entrega. Al principio lo miro algo sorprendido pero despues no puedo ocultar mi satisfacción.- Genial. Voy a patear unos cuantos culos.- digo revisándolo rápidamente.

-Sabeis...- empiezo a decir, aunque creo que mis compañeros ya se han ido del vagón.- Todo este asunto del puto laboratorio, los escorpiones y lo de Epsi me ha puesto de muy mala leche. Y esto me va a venir muy bien...joder que si.- entonces miro a mi alrededor buscando algún sitio por el que salir a disparar...-Bueno, tú dirás pequeña. ¿Dónde me pongo?.-

Cargando editor
25/10/2010, 13:29
Karim Cerna

Karim se frena en seco ante las palabras de la niña. No sabian que hacer, estaban dando tumpos por aquella cafetera gigante sin saber que hacer.

Se da la vuelta e indica con gestos, como de costumbre, a sus hermanas que hay que desandar lo andado. Otra vez, todos en fila y con cierta premura vuelven sobre sus pasos con Selene a la cabeza.

El no tenia claro donde estaba Zyor, suponia que detras de la cocina, o puede que en el techo, al verdad es que no lo sabia. Asi que seria mejor que su hermana los guiara hasta donde se les necesitara.

Aunque como de costumbre tenia muchas preguntas, decidio guardarse su impaciencia por las respustas en el bolsillo, todo quedaria explicado mas tarde o mas temprano. La paciencia era un virtud que tenia que cultivar si no queria volverse loco.

 

Notas de juego

De vuelta al otro lado. Supongo que a partir de aqui desmarcamos a Martin ¿NO?