Partida Rol por web

No pienso dejar que un chico inocente muera por culpa de una crisis nerviosa.

Marcos se abalanza sobre el jugador de rugby para sujetarlo con una mezcla de ternura y demostrando que a pesar de que el muchacho es mucho más fuerte que él, no se va a dejar vencer así como así.

Vamos chico. Cálmate. Puedes herirte.

- Marcos, no puedes hacer nada. Primero hay que conseguir que salga de su cuerpo.

Había permanecido en silencio los últimos minutos, tratando de buscar la forma de arreglar todo aquello. Había visto el exorcista más de veinte veces, y aunque obviamente no era más que una película, siempre había estado convencida de que tenía algo de realidad que la hacía tan especial. Todos los libros sobre posesiones que había leído confirmaban su posición.

- Tiene que haber algún crucifijo por aquí, esto estaba lleno de monjas. O mejor aún, tiene que haber una capilla. Si consiguiésemos llevarle hasta allí...

Sin creer mucho en las palabras de Eli, pero siendo consciente de que no podemos perder nada con ello, echo un vistazo a mi alrededor buscando una cruz.

- Había una en la mesa donde estaba la llave pienso y me dirijo rápidamente hacia allí..

Cita:

- Prefiero probar suerte con un búfalo encabritado..

Miras a la izquierda en el hall de entrada. Efectivamente allí había una pequeña mesa con dos cajones donde estaban las llaves y un crucifijo.

Se trata de una pieza de unos 15 cm de alto, de cobre ennegrecido por el paso del tiempo. Te sorprende el peso al cogerlo. El Cristo permanece inmóvil, sacrificado en la cruz, con la cabeza inclinada hacia la derecha.

Te debates entre rendirte a las supersticiones de Eliz o seguir aferrado a la Ciencia.

Me acerco a la mesa de la entrada y ahí, exactamente donde debía estar, está el crucifijo que antes había visto.

Sosteniéndolo entre mis manos miro a Eli.. - Supongo que sabes que está probado que los casos de exorcismo no eran nada sobrenatural, ¿verdad? siempre respondían a situaciones de dementes y similares. Nunca ha habido ninguna prueba real de que fuera algo más que eso Le digo a la gótica mientras le doy el objeto que acabo de recoger..

Pues espero que ésta no sea una prueba real, Mark.

Pero de momento sólo he visto sillas que vuelan, muñecas mutiladas, diarios de monjas adoradoras del diablo, arañas en trampas, maniquís descuartizados, un ser que intentó estrangular a Marcos, otro que nos atacó con un hacha, un demonio en una habitación y ahora mi novio poseído.

Realmente espero que esta casa esté llena de vapores alucinógenos y nosotros estemos más drogados que un equipo de rugby celebrando su victoria en un campeonato porque entonces sí que creeré que todo lo que hemos pasado hasta ahora sí que tendría una explicación perfectamente lógica y razonable.

Mi voz suena dura, tajante e inflexible, si pudiera hacer algo para parar a Rick lo haría, pero no se me ocurre nada más que insultos al demonio de las narices.

Después me giro hacia Mark y Eli y me doy cuenta que me he pasado: oh! Mark, Eli, lo siento, esta situación me sobrepasa. Sólo quiero... que esta pesadilla acabe. Y si hay que hacer exorcismos se hacen. Aunque sea como en el de la peli!

Cuando se dispone a desplegar su ironía con Mark, Rubí interviene dejando claro que lo que les está pasando no es fruto de la fantasía. La gótica mira a su amiga entre sorprendida y orgullosa. Aquella muestra de energía y contundencia había conseguido excitarla.

- Si se te ocurre algo mejor, nos lo dices - Concluye Elizabeth sonriendo levemente al arquitecto

Toma el crucifijo y lo examina unos segundos expectante. Siempre había pensado que cuando sujetara uno las manos comenzarían a arderle, como si Dios no quisiese nada con ella. Afortunadamente no era el caso.

- En teoría debería ser alguien devoto quien lo intentara, pero en estos momentos y después de lo que hemos visto no creo que nadie de los que estamos aquí crea que no hay nada al otro lado - Observa a sus compañeros un segundo y crucifijo en mano se acerca lentamente hasta la puerta donde Rick continúa con sus hachazos

Desde luego si esperaban que el grandullón comenzara a gritar de dolor cuando el crucifijo se posicionó detrás de él, lo esperado no ocurrió.

Rick seguía golpeando incansable la pesada puerta de madera.

BOM! BOM!

No tardaría mucho en que atravesaría de lado a lado el portón. Para después... Solo la enajenada mente de Fabiano lo sabía.

Pero... ¿por qué el teórico exorcismo no funcionaba?

Tal vez porque el exorcismo es un ritual. Y todo ritual requiere un orden... O tal vez porque, sencillamente, no funcionaba. Había que probar.

Estooo Eli, ¿no deberíamos decir algo en latín? ¿Algo como "fuera del cuerpo" o "en nombre de Dios" o alguna cosa por el estilo?

Pero ahora que lo pienso, tenemos el diario!!!! Tiene que haber algo en él que nos diga cómo hacerlo desaparecer. Estuvo muy interesado en que lo quemáramos. Algo tiene que haber por narices!

El fallo alcanzado con el "exorcismo" no me sorprende en ningún momento. Realmente nunca pensé que fuera a servir.

Cita:

Esperando que Eli saque el libro *lejos* de Rick, echo un rápido vistazo alrededor para ver que todo siga en su sitio..

Frustrada y algo nerviosa, continúa con el crucifijo en la mano derecha, orientado hacia la enorme espalda de Rick. En la izquierda aún conserva el diario de Miroslava, por lo que al escuchar las palabras de Rubí gira un poco la cabeza y trata de lanzárselo para que busquen algo que pueda servir.

Acto seguido, comienza a pronunciar las palabras que recuerda haber leído o visto sobre exorcismos con voz firme. Afortunadamente, el tema le había interesado tanto que aún se acordaba de pasajes completos.

- Sálvanos, Cristo Salvador, por el poder de la Cruz, tú que salvaste a Pedro en el mar, ten misericordia de mi - De vez en cuando, hace el símbolo de la cruz con el propio crucifijo, esperando una reacción del futbolista - Por la señal de la Cruz, líbranos de nuestros enemigos, Dios nuestro. Por tu Cruz sálvanos, Cristo redentor, tú que muriendo destruiste nuestra muerte y resucitando restableciste la vida. - Hace una pausa intentando recordar, sin dejar de mover el crucifijo - Tu Cruz adoramos, Señor, tu gloriosa Pasión recordamos, ten compasión, tú que padeciste por nosotros. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu Cruz redimiste al mundo.

Termina de recitar y examina la reacción de Fabiano, a la espera de que se vuelva con espuma en la boca y el rostro deformado.

- Joder, al padre Karras le funcionaban estas cosas...

Cogiendo en el aire el diario, lo sostengo entre Rubi y yo. Cuatro ojos ven más que dos..

La situación se pone tensa. La letanía pronunciada por Eliz eriza los pelos de cualquiera, por muy agnóstico e incrédulo que se sea. La fe y el tono místico que emplea la gótica convierten la escena en un pasaje de terror diabólico extremo. Sin embargo Fabiano sigue golpeando la puerta...

BOM! BOM!

Marcos sigue valorando la posibilidad de intervenir directamente. Dejarse de exorcismos y emplear la física. Agarrar al joven entre varios, tirarlo al suelo, quitarle el arma e inmovilizarlo, si hace falta, hasta la salida del sol.

Por su parte, Mark y Rubí pretenden buscar algún pasaje en el diario de Miroslava que les ayude a salvar la situación. Pero aquí, contra reloj, en penumbras, y con un loco armado con un hacha absolutamente descontrolado, es casi imposible dar con algo. Las páginas pasan una tras otra, de momento, sin éxito.

En uno o dos golpes más, la puerta quedará partida por la mitad...
 

Te sientes frustrada y confusa. Estabas casi convencida de que funcionaría. Ciertamente no eres la persona con más fe del mundo, pero tampoco eres lo contrario. Tengo mis creencias... y en ellas figura la existancia de un ser sobrenatural y poderoso...

¿Qué es lo que falla? piensas en décimas de segunda mientras esperas la reacción de Fabiano. Esta noche ha sido una de las más intensas e importantes desde el punto de vista místico. Y ahora de repente... nada.

¿Qué es lo que falla? te repites de nuevo. ¿La bendición de un sacerdote? ¿Agua bendita? JODER!

Marcos pone un gesto de enfado ante la situación.

Vamos chiquilla, deja eso para otro momento.

Se acerca arrastrándose por la pared hacia el jugador de rugby. Sus dedos tiemblan más por la vejez que por miedo. Y simplemente salta sobre los hombros del jugador de rugby para evitar que siga.

¡Ayudadme! ¡Hay que calmarlo!

Contra todo pronóstico, el más débil y enclenque de los compañeros, se lanza a detener al varonil y forzudo Fabiano. Probablemente el cansancio y lo paranormal de la jornada ha terminado por llevarse la prudencia y la cordura del bueno del bibliotecario, haciéndole cometer el acto probablemente más imprudente de su vida.

No obstante, el éxito o fracaso de Sáez va a depender absolutamente de la ayuda física que tanto Eliz, como Rubí como Mark puedan prestarle...

Pero Marcos!!!!!

Y nada, el bibliotecario pasa olímpicamente de todo lo que le hemos dicho y se lanza a sujetar a Rick. Si es que....

Joder! Mark, Eli! Tenemos que ayudar a Marcos!

Y al mismo tiempo dejo el diario de la monja y corro hacia Rick con ánimo de ayudar a Marcos haciéndole un placaje de esos que hacía él mismo cuando jugaba al rugby, esperando y rezando que no nos dé con el hacha a ninguno de los cuatro y tengamos un cadáver más en esta puta casa....