Partida Rol por web

El rubio de los Skilton mantiene la mirada de su hermano mayor mientras éste le habla, aunque su gesto permanece impasible y un tanto extraño, como si sus palabras estuvieran entrandole por un oído y saliendole por el otro. Un frio silencio se cuela algunos segundos en la conversación, durante el cual una triste sonrisa aparece en los labios de Diamante.
- Sí vamos, que soy un gilipollas que no tengo otra cosa mejor que hacer que inventarme cosas que no son, en resumen, ¿no?- No le creían. Les había explicado a sus hermanos con todo detalle lo que había ocurrido y, en vez de intentar entenderle parecían estar justificando a los otros, a los que le habían atacado, a los que le habían jodido el pie, a los que quizás habían puesto punto final al sueño que había sido el motor de su vida dede chico de ser jugador de football profesional.
Suspira y escurre su trasero en la silla donde Jimmy le había curado, cruzando los brazos y volviendo la cabeza hacia otro lado- Pues ya está, esperemos- dice murmurando, como si estuviera rezando, apenas si se le entiende- pero yo no me voy a quedar de brazos cruzados cuando nos encuentren...

Como se nota que no es a ti a quien te han perforado el pie...

El solo pensamiento hace que el dolor aumente. No sabes demasiado de medicina, pero desde luego no hace falta ser un experto para intuir que necesitarás puntos y atención médica hospitalaria. Al igual que Greg. Al igual que el viejo Marcos... Por no hablar de Rick... que lo que necesitaría es atención psiquiátrica...

A la vista de todo, queda claro que las consecuencias de esta excursión son, y serán, nefastas.

Jimmy gira la cabeza contrariado, pasando una mano entre lasgreñas apelmazadas por la lluvia y reflexionando.

No Steve, nadie te llama gilipollas, otra cosa es que lo pensemos...

Jimmy levanmta un poco la cabeza con una sonrisa en la boca para ver la reacción de su hermano.

No te cabrees, era coña. Pero puede que Greg este en lo cierto, estamos acojonados y por la noche todos los gatos parecen pardos. Puede que se pensaran que tu te habías vuelto loco también, no lo se...

Se acerca al fuego y se sienta lo más comodamente posible, con una pierna cruzada sobre la otra.

Al menos ahora estamos secos y resguardados. Y tenemos marihuana, jeje. Sólo añadiría a esto una hamburguesa con queso, me muero de hambre.

- No estoy yo para muchas coñas Jimmy...-avisa a su hermano después de chasquear la lengua mirándole de reojo. Cabreado no era la palabra pero sí podría decirse que estaba preocupado, asqueado, harto de todo lo que le había ocurrido. Para más inri, las consecuencias de aquella noche no sólo iban a quedarse en su memoria en forma de malos recuerdos sino también en forma de cicatriz en su pie, y quien sabe si se acordaría de este día cada vez que el deportista intentara correr...contando con que pudiera volver a hacerlo.- Tambien estaba yo acojonado y eso que tenía la pipa en la mano, pero no por eso me dió por empezar a pegar tiros a los que me hicieron esto. (Nota mental: Aprender de los errores para que no vuelva a suceder...)

En efecto, como decía su hermano, la situación era tranquila en ese momento, puede que demasiado. Los tres Skilton recuperaban en parte el aliento, normalizaban sus pulsaciones, metabolizaban el exceso de adrenalina que había inundado sus arterias, ayudados por el calor del fuego, tanto que, unido al silencio que se había implantado, estaba empezando a hacer que los párpados de Diamante comenzaran a pesar peligrosamente.

- Voy a la furgo- dice levántandose de pronto, haciendo una mueca de dolor al apoyar su maltrecho pie. Levanta el brazo dirigiendo la palma de su mano hacía sus hermanos viendo la reacción de éstos, para que se tranquilizaran- Sólo voy a buscar algo para llenar la tripa. Estamos aquí al lado y tenemos fuego- explica encogiendo los hombros, como si su propuesta fuera lo más normal del mundo en ese momento- Siempre se piensa mejor con el estómago lleno. No tardo nada.

Y, apoyándose en la silla los primeros pasos, lo suficiente como para que su pie entrara un poco en calor, el pequeño de los Skilton volvió a separarse de sus hermanos...

Jimmy se levanta rápidamente y se interpone entre su hermano y la puerta.

Ni de coña, eso de ir por ahí solito se ha terminado. Greg puede atrancar la puerta aquí dentro mientras vamos a la furgo y volvemos en un momento, ¿verdad Greg?, o bueno, salvo que prefirais ir los dos lisiados y yo me quedo...

Mira a sus hermanos con la pregunta en el aire.

Venga, Steve, que si te creemos- Gregory le pone la mano en la cabeza, removiéndole el pelo amistosamente-. Lo único, que no sabemos que percepción han podido tener ellos. Y hay que asegurarse antes de liarse a tiros- comenta antes de que Steve sugiera ir solo a la furgo

Tu hermano tiene razón... nada de ir solos a ninguna parte. De ahora en adelante vamos a estar los tres juntos. Así que vamos los tres y volvemos en un momento. ¿Por cierto, te duele mucho el pie? Tal vez deberías de fumar un poco de hierba. Es muy buena para calmar el dolor.

- Uffff!!!- Diamante se queja al dar un nuevo paso. Está de cara a la puerta, bloqueada ahora por su hermano, y aunque sus brazos se abren buscando el marco de la puerta para frenar su caida, sólo encuentra el cuerpo de Jimmy para abrazarse a él y evitar llevarselo por delante. Desde esa posición, con el tronco semiflexionado y la cabeza apoyada en el pecho de su hermano se deja caer con cuidado, , sentándose en el suelo de la biblioteca abrazando las rodillas, junto a su cuerpo, casi en posición fetal, a la vez que las golpea con su frente intentando ahogar
con este gesto nervioso un quejido, un triste lamento.
- Parece que no tengo más remedio que haceros caso- dice mirando a sus hermanos con ojos vidriosos, antes de ver como el lugar donde había apoyado el pie empezaba a cubrirse con una delgada capita de sangre que refluía a través de la tela de sus zapatillas. Hacía tiempo que la blancura de los dientes de Steve no decoraba sus sonrrientes labios, como en él era tan habitual- Sal tu sólo Jimmy- le dice, apartando un mechón de su cara que le tapaba los ojos para mirarle- Antes de que vinieras a buscarme al convento les dije desde el otro lado de la puerta que no sabía donde estabais por si venian a haceros algo. Cubrete con algo la cabeza para que piensen que soy yo...por si te ven- sabía que sus hermanos dudaban aún de la veracidad de su historia pero debía pedirle eso- yo me asomaré con cuidado para no perderte de vista en ningún momento, vale? Y Greg...si te puedes liar uno...- parecía un sí a la pregunta de su hermano mayor- a ver si me sirve de algo...

Jimmy mira a su hermano con los ojos desorbitados, acorralado por el miedo y la petición de su hermano. Mordiéndose los labios piensa unos instantes y finalmente se pasa una mano entre las grenas, rascándose la cabeza.

Salir yo solo... ¿y vosotros os quedais aquí fumando hierba? que cabrones.

Su estómago interrumpe con un rugido uniéndose a la propuesta, así que Jimmy no tiene más remedio que aceptar.

Esta bien, pero la pipa me la llevo yo, si disparo al aire no tendrán cojones a acercarse si pretenden hacerme algo. ¿OK?

El dedo índice de Steve se mueve en alto, como un diapasón marcando el ritmo de una bonita sinfonía, como un limpiaparabrisas en una tormenta cerrada, como el rabito de un perro contento de ver a su dueño- Tranquilo- es lo único que le dice- te veo desde aquí...

Jimmy se da media vuelta y observa en la lluvia, a través de una ventana.

Na, no va a hacer falta que vaya, ¿la ves bajo la lluvia, la ves?

Limpia un poco la ventana para que se vea mejor.

Podemos pedirle a ella que nos traiga algo de comida de la furgo, total ya que está ahí no le importará...

El joven se pone de puntillas arrimándose a la ventana como viendo mejor, con una sonrisa en la cara.