Partida Rol por web

Pese a recibir una "orden" de un rango superior digo:- Señor, no puedo hacerlo señor, no pienso abandonar a mi dotación, eso ni soñando.
Así que me volví a meter debajo del trasporte, al menos las turcas y tornillos si usaban munición de fragmentación no le afectaría, si era explosiva, si tenia que morir lo haría con sus hombres.

TURNO 6: TURNOS DE 30 SEGUNDOS

El cañón vuelve a disparar con gran estruendo. El primer disparo falla por mucho y el segundo tambien.

El mortero enemigo se deja oir de nuevo, pero no os coge de sorpresa y todos podeis refugiaros a tiempo donde habeís indicado. El proyectíl cae a dos metros del centro del cañon, en dirección 97º (Este por tanto), justo donde estabis apuntando y por tanto justo en frente de las protecciones del mismo. La metralla impacta contra las mismas pero sin mayores consecuiencias.

- Venga Hans, afina bien. Estamos contigo. Animaba al compañero, lo animaba a él, pero con lo dicho también se daba ánimos a si mismo, mientras le daba vueltas a esa manive.a.

-¡Casi le hemos dado! ¡ya son nuestros!- Mantengo mi posición en el cañón para preparar el siguiente disparo. Aunque disimuladamente miro el estado de la protección agradeciendo a todos los ingenieros alemanes lo bien que lo han hecho.

- Voy a por más munición.- Rudolf va hacia el semioruga a por más proyectiles. Cuando vuelva se situará tras el escudo cuerpo a tierra

Poco más podía hacer el cabo que sacar su fotografía, con su mujer, y mirarla mientras sus compañeros artilleros se dedicaban a las bombas. Había avisado por radio de posición y esperaba que enviasen un avión en su ayuda para ventilarse a ese Matilda y a los Tommies del mortero.

Hans salió de su parapeto para volver a disparar en cañón, no hablaba absolutamente nada estaba concentrado en los disparos.

Una vez estuvo listo hizo el cuarto disparo consecutivo, esperando esta vez tener mas suerte que las veces anteriores.

Había pocas cosas que le gustaran menos a Sven que la artillería. Notenía nada de deportividad. Estabas tranquilo a tus cosas y de repente explotaba un proyectil a tu lado. Sin aviso. Eso no estaba bien.

El cañón vuelve a tronar e impacta en el camioneto que explota con violencia elevandose varios metros del suelo. Puede que llevase munición abundante y eso explique la violencia del impacto. Una densa columna de humo se une a la anterior del caza. Las celebraciones del grupo no se hacen esperar y todos sonreis aliviados, a pesar de que todavía quedan amenazas por resolver.

El Matilda sigue visible por el rastro de polvo que deja tras de si, pero ya no es un blanco claro. El ruido de un aeroplano comienza a oirse en la lejania, pero pronto, tanto por radio como visualmente confirmais que se trata de uno de los vuestros. Un caza BF-109, el mejor caza del mundo - o eso decian hasta la batalla de Inglaterra - que tras dar varias pasadas sobre vuestra posición mueve las alas saludando y regresa hacia la costa.

Finalmente la columna del Oeste se confirma como una columna alemana. Todo ha concluido de momento para vuestra felicidad con solo un cadaver. El oficial al mando de la columna os informa de que los ingleses están en plena retirada y os ordena dar sepultura allí mismo a Klauss Bahr. Os proporciona un camión con su propia dotación de chofer para llevaros de regereso a Bengasi, donde se ha establecido un avance del cuartel general que sigue estando en Tripoli. Allí podreís comer, lavaros e informar.

9 de Abríl de 1941

- Bengasi -

Wolfrang fue tratado de sus heridas nada mas llegar y todos disfrutasteis de unas suculentas viandas de tristes spaghetis... tristes porque solo llevaban tomate y poco mas, pero que sabían muy ricos con ese toque que les da el poder degustarlos en libertad.

A media mañana tres oficiales de inteligencia de la Wehrmacht se presentan y uno a uno os hacen pasar a informar. Estais practicamente toda la mañana con esa dura tarea. Todos los detalles son repasados una y otra vez, especialmente el modo en el que usasteis el cañón antiaereo para defenderos. Os indican que por la tarde viajareis a Trípoli. A la hora de la comida varios oficiales y tropa os preguntan de nuevo por vuestra hazaña. Comprobais con satisfacción que muchos os ven como autenticos heroes y a media tarde partís hacia Trípoli desarmados donde pasais la noche.

10 de Abríl de 1941

- Trípoli -

Acabais de tomar un buen desayuno en los aledaños del Cuartel General cuando se os ordena presentaros en el barracón número 8.

Al llegar veis un pelotón de la Feldgendarmerie - la policía militar -y os hacen pasar de nuevo uno a uno para que informeis. Sus uniformes están limpios y parecen recien llegados al teatro africano. Las cosas van sucediendo igual que en Bengasi y disponen de los informes elaborados el día anterior por lo que contrastan y vuelven a contrastar cada dato. Poco a poco las preguntas empiezan a resultaros molestas...

- ¿Y no pensaron en ayudar al resto de la tropa que estaba en el campo de prisioneros?
- ¿Les negaron un arma a sus compatriotas cuando se la solicitaron?
- ¿Ningún oficial asumió claramente el mando? ¿Por qué Rademacher no ordenaba sobre los demás?
- ¿Los soldados abandonaron la ametralladora tras la emboscada sin cumplir ordenes?
- ¿No se les ocurrio investigar las lineas defensivas de Tobruk para volver con tan valiosa información?

La situación es muy tensa y cuando comienzan a preguntaros por la situación que propició vuestra captura, os queda claro que para la recien llegada policía militar no sois heroes, sino sus posibles primeros éxitos imponiendo el orden en África. Durante todo el día van relevandose en el interrogatorio. No os ofrecen comida alguna y al finalizar la jornada os informan que hay un tribunal recien llegado a la espera de entrar en acción. LLevan semanas esperando poder comenzar a ganarse una medalla. Sois recluidos individualmente en una celda a la espera de ser juzgados al día siguiente.

11 de Abríl de 1941

- Trípoli -

Antes del amanecer se os proporciona en la propia celda un ligero tentempie. Uno a uno vais pasando a una pequeña sala donde os espera un tribunal entusiasmado por estrenarse en su trabajo. Los saludos de Heil Hitler dejan claro que son miembros entusiastas del partido. Os tratan con desprecio, os acusan de cobardes, desertores, os insultan. Acuerdan en vuestra presencia que van a celebrar su primer trabajo en Africa con una cena especial. No os permiten tan apenas intervenir, solamente para que volvais a confirmar los hechos que a ellos les interesa conocer y de los que habeís dado parte durante los interrogatorios.

Allan Von Könisgberg: Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht, saqueo, pillaje, omisión de ayuda a soldados alemanes, conducta inapropiada de un soldado alemán y derrotismo. Este tribunal le condena a 4 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Torgau.

Carss Wade: Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht, saqueo, pillaje, omisión de ayuda a soldados alemanes, insubordinación repetida, conducta inapropiada de un soldado alemán, faltas de respeto continuadas al mando y derrotismo. Este tribunal le degrada al rango de OBERSCHUTZE (soldado raso) y le condena a 5 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Torgau.

Hanss Milchmann: Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht, omisión de ayuda a soldados alemanes, insubordinación repetida, conducta inapropiada de un soldado alemán y derrotismo. Este tribunal le condena a 3 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Sachsenhausen.

Jhon Rademacher: Se le acusa de deserción y conducta impropia de un oficial alemán. Este tribunal le degrada al rango de OBERSCHUTZE (soldado raso) y le condena a muerte.

Philipp Luidl:Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht, saqueo, pillaje, omisión de ayuda a soldados alemanes, conducta inapropiada de un soldado alemán y derrotismo. Este tribunal ha decidido mantener su rango y condena a 2 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Sachsenhausen.

Rudolf Ziska: Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht, omisión de ayuda a soldados alemanes, insubordinación repetida, conducta inapropiada de un soldado alemán, faltas de respeto continuadas al mando y derrotismo. Este tribunal le condena a 6 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Torgau.

Sven Bauer: Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht y conducta impropia de un oficial alemán, saqueo y pillaje. Este tribunal le degrada al rango de OBERSCHUTZE (soldado raso) y le condena a 12 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Torgau.

Wolfang Von Bray: Que verguenza para su familia tener un miembro tan carente de honor. Se le acusa de desobediencia de ordenes con resultado de perdida de material de la Werhmacht y conducta impropia de un oficial alemán. Este tribunal le degrada al rango de OBERGREFEITER (cabo) y le condena a 8 años de trabajos forzados en el campo de prisioneros de Torgau.

Todos sois trasladados a celdas individuales y aisladas. Un sucio suelo y una fina manta os acompañan en la que sin duda será una dura noche.

solo audio

Antes de salir, EN POSICIÓN DE FIRMES Y MIRANDO DIRECTAMENTE AL TRIBUNAL  les digo que estoy de acuerdo con los cargos de conducta impropia ya que TODAS las acciones que se han realizado durante la vuelta al frente son responsabilidad mía.

Pero los hombres bajo mi mando SOLO han obedecido lo que he ordenado directa o indirectamente. Por ello ruego que les ABSUELVAN de todos los cargos al ser dignos militares que han obedecido, aun en contra de su opinión, lo que su superior ordena.

Como oficial alemán acataré gustoso la pena que se me ha impuesto, aunque mantengo mi inocencia en cuanto al cargo de deserción ya que volvimos al frente procurando hacer el mayor número de bajas al enemigo.

Sven escuchó lo que le decían aquellos salvapatrias de oficina que tanto asco le dieron siempre. Justo antes de salir hacia su celda refunfuñó, - no esperaba menos de unos guerreros como ustedes... Que no tienen ni idea de que color es la tierra de una trinchera. Estaré esperando en Torgau a que me defiendan ustedes cuando ya no tengan quien luche por nosotros.
Por lo visto se había acabado la guerra para ellos y a partir de ahora volvería a ser soldado.
De peores salí. Pensó Sven con media sonrisa camino de la celda.