La granja está compuesta de terrenos de labranza, almacenes, silos, edificios para los animales... Y una casa de apariencia muy antigua en su exterior, sillares, techo de paja, excusado exterior...
En el interior no parece haber nada moderno. Es un espacio diáfano, pero se distinguen dos zonas:
En la cocina-salón hay mecedoras, una gran mesa, un hogar con el fuego encendido y del que pende un gran caldero negro, ramilletes de hierbas colgadas por todas partes, útiles de trabajo doméstico de cobre, hierro o madera y absolutamente nada que se pudiera llamar moderno: ni electricidad (hay cirios para iluminar lo que el fuego del hogar no alumbra), ni plásticos, ni vidrios (cubertería de cerámica o de cobre).
En el dormitorio hay tres camas de forja, cubiertas por colchas de patchwork artesanales. Sendos arcones de oscura madera yacen a los pies de cada una. También cuelgan ramilletes de flores secas en este cuarto.
Toda la casa está cálida, posiblemente efecto de los gruesos muros. Los olores a perejil, salvia, romero y tomillo inundan toda la casa. No es una casa, es un Hogar.
Dejadla en su cama - indica señalando con la punta de su cayado la cama junto a la ventana - y venid. Brigid preparará un té.
La otra bruja se afana con las cosas de la cocina. Saca agua de una jarra de barro cocido y la pone en una tetera que cuelga al fuego del hogar. Tras ello busca entre diferentes tarros de barro lacado y saca las hojas. Sus movimientos no son rígidos, pero hay algo en ella que hace pensar que no está mas que de cuerpo presente.
Alrededor de la mesa de la cocina hay tres taburetes y un par de sillas de madera. Aparte, cercanas al fuego desde el otro lado, están las dos mecedoras.
Michael deja a la chica sobre la cama sumido en sus propios pensamientos y acude a sentarse a uno de los taburetes, esperando una explicación si es que van a dar alguna.
Seguí a los demás, preocupado por rachel como el resto. Iba pensando, y observando a mi alrededor distraidamente a la par que con ánimo lugubre. ¿tendrá que ser así casi siempre?, ¡cuantos habremos perdido ya? Por mi interior resonaba una pregunta, que seguramente sería una tontería debido a mi inexperiencia: Realmente parecía una buena idea atender la profecía el acumular almas dentro de uno.
Istyar estaba un poco incómoda. Miraba de vez en cuando hacia la ventana, con la mano del guante sobre su regazo, y aún cuando aquel hogar tenía un calor muy especial, saber que podría haber hecho algo más y seguir concentrada para contener las llamas no permitía que disfrutara del todo de aquella sensación.
- Espero que el fuego no llegase a extenderse demasiado... - comenta, tratando de pensar en otra cosa.
Pudimos contenerlo - dice Fianna por toda explicación - Ahora decidme. ¿Cómo pasó?
Cuando la bruja preguntó por lo ocurrido no pude sino mirar a Istyar y Michael igualmente ignorante.
Cuando llegué ella estaba inmóvil y el tipo de la mascara acababa de terminar una letanía que ya habíamos oído antes. Entonces ella desapareció y en su lugar solo quedaba el orbe de luz verde...
Michael traga saliva
Ziva y yo acabamos con el tipo tan rápidamente como pudimos, pero ya nada se podía hacer. Sabíamos que el orbe contenía su alma... y empezaba a debilitarse... así que ella -señala a Rachel con un gesto- lo tocó para preservar lo que quedaba de ella.
Luego aparecieron ustedes.
Brigid lleva a la mesa el té listo con tazas y vasos aparentemente de diferentes juegos - si es que pertenecieron a un juego alguna vez. No hay leche ni azúcar. Lo hace todo en silencio, tensa, mirando al vacío en todo momento. Una vez todo listo, sale de la casa, aún en silencio.
Recuerdos nebulosos. Imágenes algunos, palabras otros. Sangre. Poder. Triple Diosa. Dulce Madre Tierra. Tu madre. Tu abuela. Los hombres duran poco en la familia. Matriarcado. Tradición. Tu imagen reflejada en Lough Cleevaun, el "Lago de la Cuna": joven de melena roja, sus ojos grandes verdes como los bosques perennes, veintipocos. La voz angelical sellará tu destino. Marcará el fin de la dinastía. Todo muere para que todo pueda vivir. El bastón te obedece. Las señales se acumulan.
Debéis disculpar a mi hija - interviene Fianna, tomando una taza de barro entre las manos - Ni siquiera los que saben lo que va a pasar pueden estar preparados para ello.
Debe ser duro saber que algo va a pasar y aún asi dejar que pase...
¿Sobrevivió mucho del Mano del Diablo? - pregunta directamente a Istyar
- ¿Que si sobrevivió mucho? - La mira extrañada, como si le costase un poco comprender, hasta que cree comprender a qué se refiere y ladea ligeramente la cabeza.
No está muerto. Sencillamente, ahora somos la misma persona. No es como si tuviese dos voces en la cabeza... pero nuestros sueños se han mezclado, igual que nuestros recuerdos. Ahora... seguramente Raquel y Evelin se pasen una temporada resituándose y conociéndose.
Su esencia no morirá. Es una transmutación y... ambas cambiarán - mira entonces a Raquel con un deje entre ternura y preocupación.
Comprendo - dice sorbiendo de su taza de té, mirando fijamente a Istyar. Si las palabras de la hermética han provocado alguna emoción en la bruja, no hay manera de saberlo.
Michael se mueve en su taburete algo incómodo y cierra los ojos un momento.
-No has fallado tu, estaba destinado a ocurrir asi-
Conforme iba avanzando la conversación mi ánimo se volvía más sombrío y yo mismo más taciturno. Me molestaba sobremanera esa especie de aceptación simple de un destino tan terrible. Había una diferencia en saber que todos morimos y terminará ocurriendo a aceptar una fecha concreta y una forma horrible de morir sin mucho más pensamientos. Por respeto permanecía callado.
- Y... - se atreve finalmente a preguntar - ¿Lo sabía ella?