Partida Rol por web

Los Colmillos de Set

[03] El Faraón Sonriente

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08/02/2022, 08:17
Narrador

Como ninguno de vosotros tenía la más remota idea de dónde podía estar el Faraón Sonriente, bajasteis a preguntar al posadero de Dientes y Cachimbas. Os lo encontrasteis, por surrealista que pareciera, dándole de comer a un pequeño caimán que había aparecido junto al pozo de agua que había en la estancia principal.

Se llama Dientes —explicó el posadero—, apareció cuando estaba arreglando el sitio. Como le doy de comer, reaparece de tanto en cuanto para deleite de los parroquianos. De ahí el nombre de la posada, Dientes y Cachimbas.

El turami puso cara rara cuando le preguntasteis por el Faraón.

Está a las afueras de Majoor, a extramuros. Salid por la puerta del sureste, y caminad por la Carretera del Señor durante dos kilómetros y medio. No tiene mucha pérdida, pero... tened cuidado.

Seguisteis las indicaciones del dueño de la posada. Para desmayo de Xanjahar el Faraón Sonriente resultó ser una antigua abadía de Horus-Re, abandonada y reconvertida en taberna y sala de juegos. Por la algarabía y la gente que se veía entrar y salir, parecía frecuentada por todo tipo de matones, ladrones y tahures de la peor calaña. Como si aquello no fuera suficiente irreverencia, habían pintado la estatua de un antiguo faraón con abigarrados colores, escultura que daba nombre al sitio.

En el tiempo en el que tardasteis en acercaros y decidir cómo abordar el asunto, entraron y salieron poco después unos tipos, gruñendo. Eran extranjeros, y por su atuendo, marineros o peor, piratas.

No os dejarán pasar, dicen que es privado —dejó caer uno de ellos cuando pasaban a vuestro lado—. Buscaos mejor un sitio en el que beber dentro de la ciudad. Me han dicho que El Pico Marrón está bien.

Y después de daros un consejo que no habíais pedido, el par de dos se pusieron a desandar el camino a Majoor dejándoos a solas con vuestros asuntos.

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09/02/2022, 10:57
Amuir

Amuir se había echado la capucha sobre la cabeza, su manto blanco ahora camuflaba su aspecto de guerrero para hacerlo parecer alguien más cercano a Madsul. Estuvo de acuerdo con las palabras del nómada, los dos siervos de los dioses llamaban tanto la atención como un jardín en medio del desierto.

-Nathifa, ¿sugieres entonces que nos hagamos pasar por compradores de la reliquia o de un objeto que nos pueda ayudar a erradicar la enfermedad? Creo que podemos entrar en la taberna todos juntos para ver qué podemos encontrar y luego preguntar.

Una vez frente al lugar en cuestión, intentó ocultar la sonrisa al ver el disgusto en el rostro de los nobles, y vio pasar a los hombres que decían que era un lugar privado.

-Mmm, ¿privado? A lo mejor requiere una contraseña o algo así. ¿Se os ocurre algo? ¿Tal vez Loto Negro?

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09/02/2022, 13:57
Shem-su-namun

Shem no encajaba en esa parte de la ciudad, por mucho que hubiera tapado su frente con un improvisado tocado para ocultar los tatuajes que representaban su casta. Al ver el tipo de tales que entraba en aquel lugar, supo que algunos de ellos destacarían como una mosca en un vaso de agua.

- Creo que podríais entrar por vuestra cuenta, sí. Nuestra presencia no haría más que estorbar.

Son embargo si dais con la clave, podréis susurrarla a través de un conjuro que lanzaré sobre algunos de nosotros. De ser el caso, podríamos entrar más tarde. -

Notas de juego

Lanzaría Mensaje Susurrante en hasta cuatro de nosotros.

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09/02/2022, 14:51
Madsul Abar

Madsul asintió en un gesto de agradecimiento hacia Shem-su-namum, en tanto dirigía su mirada hacia la puerta del lugar con expresión aturdida. Estaba seguro de que aquel sitio había sido un lugar sagrado, aunque ahora lo habían profanado para convertirlo en un lodazal.

Típico de las ciudades. - dijo una voz sombría en su interior - Nidos de pestilencia que estarían mejor en llamas.

Madsul acalló aquella voz maliciosa, y se dirigió a Amuir.

- ¿Contraseña? Tal vez. - se encogió de hombros - Tal vez no. Podemos decirle a los guardias que venimos a ver a ese Loto Negro, ¿sí? Así quizá nos dejen pasar. O podemos probar suerte primero, convencerles. Y si no funciona, usar la contraseña.

Yo les convenceré, no te preocupes. Mírales a los ojos, y déjame hablar a mi.

Madsul se estremeció, pero no dijo nada.

Notas de juego

Dudas, máster: ¿se ve a los porteros/vigilantes del lugar en la entrada del mismo?

Si no es así, ¿podría activar un conjuro de hipnotismo ahora, y elegir el blanco después? Lo digo porque igual meternos al sitio y lanzarles un hipnotismo a los puertas en sus narices es muy obvio xD.

En principio mi plan sería ese, intentar persuadir a los guardias de que nos dejen pasar desvelando el mínimo de información.

Cita:

podréis susurrarla a través de un conjuro que lanzaré sobre algunos de nosotros

Me parece buena idea, aunque sospecho que el uso que le vamos a dar va a ser "entrad a salvarnos el culo porque nos van a curtir" xD.

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09/02/2022, 20:01
Nathifa

Imaginaba que El Faraón Sonriente era una taberna cualquiera que se había convertido en su sitio de reunión, no su taberna, sólo para los suyos. Eso hacía más complicado que los demás se hicieran pasar por parroquianos en busca de una bebida, y los que entrasen, si es que podían pasar, lo tendrían que hacer sólos.

-O quizás los que tengan el anillo con el símbolo de su camarilla. O quizás conocen a todos los del grupo, y sólo dejan pasar a los que pertenecen. Hay muchas posibilidades, pero quizás lo más fácil, por el momento, sea preguntar si nos permiten entrar. -Miró a Amuir y a Madsul-¿Vamos?

Notas de juego

Yo tengo Sugestión. También tengo Fascinar de música de bardo a mi nivel, por si quereis que dé un recital en la calle y os quereis colar mientras los guardias están pendientes de mí. Y tengo Alter Self. Por si quereis buscar una forma alternativa de entrar y entrar volando o excavando un túnel pudiese ayudar.

Y recordad que tenemos un par de anillos con el símbolo de la Mano Serpentina, por si alguien quiere intentar entrar disfrazado.

Director, ¿puedo considerar que me he comprado un velo antes de llegar?

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10/02/2022, 11:08
Xanjahar Fahardid

Las afueras de Majoor. Sólo salir de aquella ciudad ya era deprimente. Los suburbios siempre lo eran. Las viviendas daban paso a las chabolas, y aunque la gracia del emperador había conseguido acabar con muchos guethos aún quedaban moradores del desierto que preferían no integrarse en la urbe y vivían de mala manera a las afueras. Era lugar de delincuencia y problemas. Sobre todo problemas. 

El hecho de que fuera una abadía de Horus-Re mancillada no ayudaba en absoluto. Horus-Re era el dios más poderoso y todos debían pleitesía a los protectores del reino, donde destacaba la figura que había aglutinado a los dos dioses más importantes del panteón. 

Estaba claro que la justicia y la sensatez brillaba por su ausencia allí. Pero Xantahar se obligó a mantener la compostura. Debía hacerlo por el bien de la misión. Asintió a Shem.

- Por mucho que pudieras hacernos pasar por corruptos, no sé si nuestra presencia amedrantaría a los guardas. Puedes consultarlo y decírnoslo después. Pero cuenta medias verdades, es mejor que entremos todos. Si te acercas y les dices que somos guardas corruptos, que estamos interesados en comprarlo y que es mejor tener amigos en altas esferas que ayuden, podría ser una idea para que entremos todos. Pero, si creeis que no es peligroso, podemos esperar fuera. 

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11/02/2022, 21:42
Nathifa

Nathifa asintió  a las palabras de Xanjahar. Si podían convencerlos de que eran agentes de otros que venían para comprar reliquias y objetos mágicos, quizás podrían convencerlos para que les permitiesen dejar entrar a sus patronos.

-Tendremos que esperar y ver. Por el momento, será mejor que intentemos entrar nosotros solos. Amuir, Madsul y yo. Demasiados desde el principio podrían espantarlos. -Pensó en lo que había dicho Shen-su-Namum. -¿Sobre quién lanzarás el hechizo? Quizás, si al menos una persona debe comunicarse con los de fuera, debería ser el que vaya a llamar menos su atención en la conversación y del que estén menos pendientes.

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12/02/2022, 12:23
Shem-su-namun

- Ya que el noble Xanjahar y yo esperemos fuera, el conjuro caerá sobre los tres que entráis en el Faraón y yo mismo. Si tenéis algo importante que decirnos, yo mismo se lo comunicaré a él. Recordad que los muros de piedra bloquean la efectividad del conjuro; deberéis estar cerca de una ventana o similar para que funcione y nunca a más de cuarenta metros. La comunicación funcionará durante algo más de media hora. -

Shem se aprestó a recitar la fórmula tan pronto los tres que entrarían en el edificio estuvieran preparados.

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16/02/2022, 09:18
Ives

Os despedisteis de Shem y Xanjahar y entrasteis en el Faraón Sonriente. La primera estancia era una suerte de recibidor, aunque aún se venían amontonados sin ton ni son resabios de los objetos religiosos que se utilizaban en la anterior iglesia: reclinatorios, bancos y candelabros. Había una puerta cerrada en la pared de piedra que estaba junto a vosotros. A vuestra derecha había un muro de madera que parecía de reciente construcción si uno la comparaba con la pared de sillares del resto del edificio. En la pared madera se abría una ventana por la que estaba asomado un joven de rasgos turamíes.

¡Buenos días! —os saludó desde la ventana y sin dar tiempo a responder preguntó:—. ¿Tienen invitación?

 

Estáis en A1. La puerta cerrada está a la izquierda (norte). El chico os habla desde la ventana que se abre en el muro de la parte superior de la estancia (este).

Fijaos que el plano no está orientado con el norte hacia arriba.

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16/02/2022, 09:18
Narrador

Decidme dónde, cómo y a qué distancia os colocáis para poder calcular con exactitud si el hechizo queda bloqueado o no. La puerta de entrada son 10 pies, para que os hagáis a la idea del tamaño del edificio. Estáis en un descampado, no hay edificios alrededor así que sobra decir que vais a llamar la atención merodeando por los alrededores sin hacer nada.

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17/02/2022, 20:18
Nathifa

Nathifa respondió con una sonrisa educada pero genérica, que incluso si el velo no permitía ver, podía notarse en las facciones que sí estaban a la vista, antes de informarlo de sus intenciones.

-Oh, no, gracias, no hemos venido a beber. Hemos venido a hablar de negocios. ¿Puede informar al Loto Negro de que estamos aquí y traemos una oferta para él?-Dijo, haciendo notar por el tono de sus palabras que el usar una pregunta era sólo formalidad y buenas maneras, y que el que pudiese negarse no era una posibilidad considerada. La gente solía hacer menos pregunatas sobre el derecho de alguien a estar en algún sitio o hacer algo, si esa persona simplemente mostraba la confianza de no preocuparle ser cuestionada.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tirado persuadir, por si acaso. No sé si hacía falta hacerlo aquí.

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18/02/2022, 10:31
Xanjahar Fahardid

Xanjahar no tenía mucha idea de cómo funcionaba aquel hechizo, por lo que dejó que Shem le guiara. Aunque llevaba los círculos ocultos, no había intentado entrar por si le reconocían. Era mejor esperar fuera.

Sin embargo, si alguien se le acercaba tenía que adoptar un papel.

- Si alguien nos pregunta -dijo en voz baja- eres un comerciante adinerado. Estás aquí para hacer negocios pero sabes que no es tu lugar. Eso permitirá entender por qué estás nervioso y por qué estas aqui. Yo me mantendré en silencio, creo que será mejor que me presentes como tu guardaespaldas sin cerebro. Así reforzarás tu tapadera.

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19/02/2022, 10:27
Amuir

Amuir dejó que la mujer tomase la delantera al hablar, a fin de cuentas era quién tenía que abrirles las puertas mediante palabras. Tenía razón en que para entrar en un lugar sin invitación había que fingir que se sabía a dónde se iba, por lo que tironeó a Madsul de la manga para que estuviese a su lado y cuando Nathifa terminó de hablar, el Hermano de Osiris levantó la mano para mostrar uno de los anillos de las serpientes, mientras fingía recolocarse mejor el cuello de la capa.

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19/02/2022, 10:36
Madsul Abar

Madsul escuchó las palabras de Nathifa, directas al grano. Esbozó su mejor sonrisa, al tiempo que se deleitaba con la hermosa voz de aquella mujer dotada con el don de la palabra. Él mismo no habría podido decirlo de una manera más persuasiva y convincente, aunque en verdad no habían presentado nada ante aquel guardia, que bien podía decirles que se marcharan por donde habían venido. En lo que este se decidía, Madsul puso el oído como buenamente pudo (sin hacer nada extraño, naturalmente), tratando de captar algún sonido procedente del interior del lugar. Más que nada, saber si allí dentro había ruidos de cantina normal y corriente, o si, por el contrario, era un lugar silencioso y ajeno a lo que habitualmente sucedía en tales sitios.

- Tiradas (1)

Notas de juego

De momento a ver qué pasa con la persuasión de Nathifa, luego vemos :).

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19/02/2022, 12:44
Narrador

Los sonidos que escuchaste eran los habituales de un antro de aquellas características. Conversaciones, risas y el repicar de las jarras. En absoluto silencioso ni nada que te pareciese fuera de lugar.

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19/02/2022, 12:44
Ives

El joven frunció el ceño y guardó un momento de silencio. Parecía cavilar sobre lo que Nathifa le acababa de decir, como si hubiera algo que no le hubiera terminado de cuadrar. Si mirada se desvió entonces a la mano en la que Amuir lucía el anillo de la mano serpentina y aquello pareció impulsarle a tomar una decisión.

Claro —dijo con una sonrisa fingida, y se levantó—. Lurzco os acompañará. Ahora mismo os abrimos.

El muchacho se dirigió hacia el interior del local.

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19/02/2022, 12:44
Lurzco

Tras la puerta escuchasteis el sonido de una tranca de madera quitándose de su lugar. En el umbral apareció el joven de la entrada acompañado de un orco con el pecho del tamaño de un barril. Llevaba un peto de cuero hervido y claveteado, unos bombachos de abigarrados colores y un alfanjón a la espalda. Os miró de arriba a abajo, con un gesto desdeñoso.

Más vale que dejéis esas armas en sus vainas —comentó, antes de pediros que le acompañarais haciendo un gesto con la cabeza.

El joven volvió a su puesto y el portero del Faraón Sonriente os guio a través de lo que había sido la nave principal del santuario y ahora hacía las veces de salón de la taberna, entre las mesas en las que bebían y conversaban los desechos de la sociedad de Majoor. Dos pares de columnas sostenían el techo abovedado; rojas, de fuste bulboso y cuyo capitel estaba rematado en forma de flor de loto con el capullo cerrado. Una escalera recorría el muro curvo del norte, y vuestro guía os dirigió hacia ella, dejando tras de sí una estela de un fuerte perfume.

 

Mulhorand repelió una invasión de unos orcos de otro plano en una sangrienta y prolongada contienda conocida como Las Guerras de la Puerta del Orco. Lo normal es que los mulhorandinos miren mal a los orcos, especialmente alguien perteneciente o relativo a las castas privilegiadas.

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19/02/2022, 12:44
Se-nefer

Las escaleras llevaban a una balconada que dominaba el piso superior. Acodada sobre la barandilla, había una mujer con un leopardo a sus pies. La mujer parecía una danzarina de los siete velos, e iba medio desnuda. Uno no sabía quién tenía gesto más perezoso, si ella o el gran felino. Os vio subir por las escaleras con indiferencia, hasta que se topó con Amuir. El interés brilló en sus ojos maquillados, y la bailarina lo evaluó de arriba a abajo.

Pasasteis a su lado, mientras ella os ignoraba a todos salvo al asesino juramentado, percibiendo que ella también llevaba un perfume muy fuerte, dulce como los pétalos de rosa donde el del orco era más frutal. Le guiñó un ojo al hermano de Osiris, como en una promesa, aunque él no pudo dejar de percibir el par de dagas que la mujer llevaba enfundadas allí donde la espalda perdía su casto nombre.

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19/02/2022, 12:47
Tathtlasss

Lurzco llamó con los nudillos a una habitación.

Adelante.

Lurzco abrió la puerta para vosotros, dedicándoos una mirada que sugería que no hicierais ninguna tontería. En el interior de la estancia había una mujer esbelta, repantingada de forma lánguida en un diván. De un primer vistazo uno pensaría que se trataba de una humana de relucientes ojos dorados, una hechicera tal vez. Pero cuando la miraba atentamente descubría que no era del todo humana. Sus pupilas eran alargadas y verticales como las de un reptil, y cuando el sol incidía sobre su piel relucían algunas escamas en los pómulos y en los hombros. Era hermosa, pero había algo en aquella mirada intensa que paralizaba, sugiriendo que era peligrosa como una víbora entre ratones. La mujer os observó con indolencia, arrugó la nariz como ofendida por vuestro olor corporal y se llevó un pañuelo perfumado a la nariz cuando terminasteis de entrar en la habitación.

Escuchó del portero los motivos que os habían traído al Faraón Sonriente y os observó.

Gracias, Lurzco —le dijo al orco, que se quedó donde estaba—. Loto Negro no se encuentra en el Faraón Sonriente en este momento, pero si tenéis negocios con ella podéis discutirlos conmigo. Yo soy Tathtlasss, aunque es más probable que me conozcáis como la Madre de las Serpientes.

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21/02/2022, 12:19
Madsul Abar

Madsul contempló las maravillas de aquel lugar extasiado por su belleza. El nómada no estaba acostumbrado a tan exóticos lujos, viniendo de la sencillez del desierto, en la que la vida y la muerte se destilaban de forma sencilla y directa: un breve caudal de agua significaba lo uno, y el mordisco de una venenosa serpiente, lo otro. Allí, sin embargo, todo el era sutil y lleno de matices para los sentidos.

Una vez en la estancia de Tathtalasss, contempló con sorpresa, y con cierto temor, los ojos serpentinos de aquella mujer que se hacía llamar Madre de las Serpientes. Aquel momentáneo paso atrás de su espíritu fue aprovechado por la sombra que llevaba dentro, que asomó a sus ojos como un breve destello anaranjado, mientras tornaba su voz en sugerente y profunda.

- Venerable Madre de las Serpientes. - dijo, saludando con una reverencia - Unos están aquí en representación de su noble señor, quien, razonablemente preocupado por la plaga maligna que asola esta ciudad, desea proveer para los suyos de una adecuada protección. - hizo una breve pausa - Nuestro noble señor ha sabido, por boca de estos y otros humildes siervos, que vuestra amiga acostumbra a hacer negocio con artefactos encantados, y nos ordena preguntaros si podríais proveerle de alguno que le proteja de ese mal al que algunos llaman la Maldición Escarlata. Por precio adecuado, claro está.

Parecía otro Madsul, hablando de aquella manera, y ciertamente este era su don y su maldición.

 

- Tiradas (1)