Partida Rol por web

Los doce pergaminos negros

8.- Paso de la Flor de Ciruelo

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16/01/2020, 10:57
Shiroi

Tras la conversación, los acontecimientos se sucedieron como una avalancha sigue a la caída de la primera piedra. Oni Negro, sin preguntar a ninguno de sus compañeros, leyó los dos Pergaminos que aumentaban su propio poder, sin siquiera hablar a los demás del contenido del último. A punto estuvo Shiroi de cuestionar sus actos, pero no encontró la oportunidad al intervenir de nuevo el daimio Dragón.

Sus dudas sobre cómo alcanzarían la capital se vieron resueltas de la forma más inimaginable posible. A lomos de un Dragón. Atónitos, sintiéndose como pequeñas hormigas, observaron la lucha divina de Togashi y Fu-Leng en su forma de dragón, hasta que finalmente el Oscuro terminó por imponerse. Sólo entonces la ise zumi arrancó el último Pergamino Negro del corazón del kami y pudieron leerlos, despojando a su enemigo de su poder y reduciéndolo a… al monstruo más terrible que hubieran enfrentado alguna vez.

Corrupción y horror exudaban de su grotesca forma, como si una niebla de terror lo rodeara. Con tan sólo mirarlo, Shiroi sintió que su corazón se desbocaba y sus manos comenzaban a sudar. Ella estaba dispuesta a morir, lo estaba desde el primer momento en que sintió la corrupción aferrarse a su alma. Convencida de ese destino, creía haber desterrado al miedo a la muerte. Pero incluso la muerte palidecía en comparación con el terror que inspiraba la criatura.

A su lado, vio cómo Tameiki dudaba. La mano de la pequeña ronin, que se había cerrado en torno a la empuñadura, temblaba. La antigua escorpión, que combatiría a cualquier mortal sin un atisbo de duda, no estaba preparada para enfrentarse al horro de Jigoku. Posiblemente, ninguno de ellos lo estuviera. Pero no tenían elección alguna. La tormenta había estallado, y ellos eran los Truenos. Debían combatir. Y si ella se adelantaba, Fu-Leng no se fijaría en Tameiki aún.

Fue ese pensamiento el que terminó de cerrar su alma al miedo, mientras escuchaba el alegato del Cangrejo sobre el actuar todos juntos contra el Enemigo.

-El hogar es donde uno desea estar. -Susurró, recordando la conversación a orillas del lago. Una conversación que parecía a vidas de distancia. Y entre el fragor de la tormenta, Shiroi sonrió, como una luz en mitad de la oscuridad. -Qué ironía que éste sea el mío. Olvídate de todo ahora. Sé lo que tienes que ser. La espada que supere la mía. Cree, Tameiki-chan.

Y tras esas palabras, se giró para lanzarse hacia el Kami oscuro, pero al darse la vuelta se encontró con que Oni Negro ya se había adelantado y estaba rematando a Fu-Leng en el suelo con tanta violencia que llegó a sentir lástima de la bestia siendo apalizada sin piedad por el Cangrejo. Un sonoro y desagradable chasquido se escuchó cuando el garrote aplastó el cráneo de Fu-Leng como si fuese un pastel de arroz. 

Y ya estaba todo.

-Bueno, pues ha sido más fácil de lo que esperábamos, ¿verdad? -Comentó, soltando la empuñadura de su espada, aún en la saya, y encogiéndose de hombros, mientras miraba al resto de Truenos, que tampoco habían llegado a desenvainar sus aceros. -Hiroaki estará bastante contento.

-Siento mucho lo de Togashi-sama. -Añadió, dedicando una sentida inclinación a la ise zumi cubierta de sangre del dragón. -Es una gran pérdida.

Notas de juego

Como Oni Negro ha actuado antes, modifico mi post para adecuarlo a la realidad de lo sucedido.

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16/01/2020, 14:59
Director

Fu-Leng cae abatido por dos mortíferos golpes que le asesta Oni Negro de una forma tan rápida y brutal que el que era el Innombrable no tiene tiempo ni de reaccionar.

Tras ello una sensación de vacío os inunda a todos y esa sensación va creciendo en todos, excepto en Tameiki, haciendo que pase a ser dolor. Un dolor insoportable de algo que os arrancan del alma y se hace físico. Oni Negro cae al suelo inconsciente, Shiba Kyoshiro cae al suelo aunque en este caso si mantiene la consciencia. Todos los demás os mantenéis en pie y os fijáis que todos, excepto Tameiki, estáis sangrando. Un charco de sangre está a vuestros pies. También os fijáis que los pergaminos negros han sido destruidos y no queda resto de ellos. Y por último oís el grito de todos los trasgos, Onis y demás criaturas de las Tierras Sombrías que estaban ayudando al Cangrejo en el asedio de la capital. Todas las criaturas de las Tierras Sombrías se han visto afectadas y, la que no está muerta, está muy malherida sin capacidad para poder seguir combatiendo. Ante esto las hordas imperiales contraatacan, sin saber muy bien por qué ha ocurrido eso y acaban con las fuerzas Cangrejo que los asediaban en cuestión de media hora. Ya que los ejércitos Cangrejo estaban ya de por sí diezmados, debido seguramente a las batallas que han tenido que librar para llegar hasta ahí.

El emperador está muerto, no tiene sucesor y Rokugan, aunque librado de su mayor enemigo, tiene que reponerse de una guerra civil que la ha desangrado hasta casi desaparecer.

- Tiradas (6)

Motivo: Daño a Shiroi

Dificultad: 0

Tirada (2): 10, 4

Guardados (2): 10, 3, 4 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 17, Éxito

Motivo: Daño a Oni Negro

Dificultad: 0

Tirada (6): 4, 9, 10, 6, 9, 4

Guardados (6): 10, 2, 9, 9, 6, 4, 4 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 44, Éxito

Motivo: Daño a Hidenaga

Dificultad: 0

Tirada (6): 1, 2, 9, 10, 2, 6

Guardados (6): 10, 2, 9, 6, 2, 2, 1 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 32, Éxito

Motivo: Daño a Moto Valkai

Dificultad: 0

Tirada (6): 5, 4, 1, 7, 4, 9

Guardados (6): 9, 7, 5, 4, 4, 1 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 30, Éxito

Motivo: Daño a Shiba Kyoshiro

Dificultad: 0

Tirada (6): 7, 4, 3, 7, 7, 8

Guardados (6): 8, 7, 7, 7, 4, 3 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 36, Éxito

Motivo: Daño a Togashi Kaori

Dificultad: 0

Tirada (2): 8, 1

Guardados (2): 8, 1 (Se tiran de nuevo solo los dieces guardados)

Total: 9, Éxito

Notas de juego

Daño permanente a Shiroi 19

Daño permanente a Oni Negro 51

Daño permanente a Hidenaga 32

Daño permanente a Moto Valkai 32

Daño permanente a Shiba Kyoshiro 43

Daño permanente a Togashi Kaori 14

Perdéis todos los poderes de los pergaminos y las Tierras Sombrías.

Adquirís una desventaja de herida permanente igual al daño que habéis sufrido ahora con los penalizadores permanentes que ello conlleva en función a vuestra Tierra y si tenéis la ventaja Fuerza de la Tierra.

Podéis decir qué hacer

No sabéis que ha ocurrido con Toturi, ni con Doji Hoturi, ni nada más que lo que habéis visto hasta ahora.

 

 

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17/01/2020, 00:18
El Oni Negro

El Nemuranai del Cangrejo se incrustó en el cráneo de Fu-Leng destrozándolo contra el suelo. El Enemigo había sido vencido, pero a qué precio. El dolor nubló la vista de Oni Negro su cuerpo se agitó convulsionando a la vez que perdía el equilibrio y cayó al suelo. 

La piel le ardía y nada de lo que hiciera podía extinguir ese terrible dolor. El explorador se retorció por el suelo, mientras gruñía por el tremendo esfuerzo que tuvo que soportar. Tras unos instantes que parecieron una eternidad el dolor acabó por cesar, no sin antes dejar el cuerpo del Cangrejo gravemente herido y cansado.

Alzó la mirada mientras se colocaba con una rodilla en tierra. -"Lo hemos hecho, hermanos..." Empezó a entonar mientras su aliento entrecortaba cada palabra con respiraciones profundas y seguidas. -"Hemos vencido al Innombrable, pero nuestro cometido no acaba aquí". Oni Negro se puso tambaleante en pie delante de sus camaradas. -"Debemos poner fin a la guerra entre clanes mientras siga corriendo sangre por nuestras venas. El Cangrejo ha sido derrotado, pero debe ser restablecido al mando de un nuevo Campeón para enfrentarse a las Tierras Sombrías. Pues volverán para que los hijos de Hida-Kamisama les hagan frente de nuevo".

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17/01/2020, 04:06
Director

Notas de juego

Oni Negro no cae inconsciente por el gasto de 1 vacío permanente. 

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17/01/2020, 10:39
Shiba Kyoshiro

Como poseido por el espíritu del propio Kami Hida, Oni negro pulveriza el craneo del hijo perdido con dos potentes golpes que bien podrían haber hecho temblar una muralla.

Pero antes de poder comenzar a celebrar un fuerte dolor recorre todo mi cuerpo. Los ojos me duelen como si mil cuchillas me los atravesasen, siento como si la cabeza me fuese a estallar, noto el torso como si una mano gigante me estuviese aplastando. Y de pronto tan súbitamente como todo empezó, acabo.

Escucho gritos a mi alrededor, no se si son míos o de los demás, pero para cuando comienzo a recuperar el control sobre mi mismo, noto que estoy en el suelo ¿Cómo he llegado ahí? A mi alrededor todo es rojo ¿De quién es esa sangre? Para mi desesperación veo mis ropas mojadas de sangre, me llevo las manos a la cara y descubro tambien sangre en mi rostro. Muy lentamente, agotado, busco alguna herida fatal que pueda haberme asestado Fu Leng, pero no encuentro ninguna.

Lentamente comienzo a incorporarme, me duele cada fibra de mi cuerpo, y mi cabeza continua palpitándome. Mi energía parece haberse evaporado y solo tengo ganas de dormir. A punto estoy de ceder a ese impulso, pero las palabras de Oni Negro me sacan de mi sopor.

Es verdad ¡Hemos derrotado a Fu Leng! Pero no todo a acabado. Queda una guerra que acabar y tener un deber para con el Imperio.

-Hablas con mucho sentido, asesino de Fu Leng. Vamos, hay una guerra que detener.

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17/01/2020, 16:32
Shiroi

Fu-Leng estaba muerto, aplastado contra el suelo sin haber tenido siquiera la oportunidad de defenderse. Ni siquiera de hablar, si es que el kami caído era aún capaz de tal cosa. Por un momento, mientras miraba la sangre negra del demonio extenderse por el suelo en un gran charco, Shiroi se encontró a sí misma preguntándose qué sería lo que habría pasado por la mente de su enemigo en sus últimos momentos. Qué retorcidos pensamientos le habrían llevado a hacer lo que había hecho.

Pero esos pensamientos fueron borrados de golpe por el dolor. Como si hubiera sido atravesada por un relámpago, como si cien espadas se hubieran clavado en sus entrañas, un dolor agónico atravesó el cuerpo y el alma de la ronin, haciéndola caer de rodillas en el suelo y nublando su vista hasta ennegrecerla por completo. Su último pensamiento antes de derrumbarse fue para su discípula, tratando de saber si habría sido capaz de protegerla al final.

Por un momento, creyó que iba a morir. Que algún último ataque de Jigoku la había alcanzado sin haberse dado cuenta. Pero no fue el final. En lo más profundo de su ser, las líneas que se habían grabado a fuego al leer el Pergamino de la Profecía comenzaron a borrarse, dejando tras de sí un vacío sangrante… pero purificado. Y lentamente, su visión fue regresando, hasta encontrarse arrodillada en el suelo. A su alrededor, todos sus compañeros parecían haber sufrido tanto o más que ella, salvo Tameiki. La pequeña pelirroja, libre de corrupción, no había tenido que atravesar la última ordalía del viaje. Aliviada, suspiró y bajó su cabeza, agotada.

A sus pies, un pequeño charco de sangre ennegrecida hacía un mudo testimonio del precio que el estigma de la Mancha se había cobrado en su cuerpo, y al ver cómo muchos de sus compañeros sufrían terriblemente, sólo pudo agradecer el haber sido capaz de resistir la peor parte de su influjo hasta el amargo final. De no haberse rendido a la oscuridad. Y ahora… estaba limpia de nuevo.

Dos brillantes líneas se dibujaron en sus mejillas cuando las lágrimas comenzaron a fluir libremente de sus ojos oscuros, completamente ajenas a su control. Como si de una suave lluvia se tratara, sus lágrimas cayeron sobre la sangre que empapaba el suelo, mezclándose con ella. De algún modo, terminando de curar las cicatrices que las garras de Jigoku habían dejado en su alma. Devolviéndole lo que había escogido y jamás había deseado perder. Su futuro. Con ternura, sus manos se cerraron alrededor de su propio vientre mientras la Trueno de la Grulla lloraba sin contenerse.

Pero no, no era cierto. La Trueno Grulla había llegado hasta ese momento. Pero la Tormenta había cesado ya. El enemigo había caído. La bushi que había enfrentado a Fu-Leng era un Trueno. Pero la que comenzó a levantarse del suelo entre las ruinas de Otosan Uchi era, simplemente, Shiroi.

-Una guerra que detener, sí. -Intervino cuando Kyoshiro habló. A pesar de que las lágrimas aún surcaban sus mejillas, su voz seguía siendo incluso más clara y serena que antes. Durante todo el viaje, había habido en la voz de Shiroi una dureza, una amargura, que se había esfumado. Ahora, escuchar la voz modulada de la antigua Doji era como sentir la esperanza del primer rayo de sol tras una larga noche. -Y un Imperio que salvar.

-El Cangrejo ha sido derrotado, sí. Y sus dirigentes, si siguen con vida, tendrán que asumir el precio de sus decisiones. Si la derrota de Fu-Leng no hubiera diezmado sus fuerzas… El Imperio hubiera caído igualmente. -Contestó a las palabras de su compañero, con cierta dureza. Era muy consciente de que había sido el Cangrejo el que había diezmado a las fuerzas del Dragón y a los restos del ejército liderado por Toturi en el paso Beiden. Habían sido los Hida quienes habían traicionado a Rokugán en su momento más difícil. -Será el próximo Emperador quien decida sobre el futuro de los guardianes de la muralla. Pero ahora… la guerra está aquí. No hay tiempo de preocuparse ahora por eso.

Con severidad, miró al resto de Truenos, evaluando las fuerzas que les quedaban… y también las opciones que se presentaban. Y aunque no era el camino que había esperado, sabía que era la única que podría recorrerlo.

-Mi padre está muerto… y lo último que escuchamos de la Grulla es que Hoturi nii-sama estaba usando artes de sangre, probablemente controlado por Jigoku… -Shiroi apretó los dientes al decir eso, una verdad que era a la vez tan cierta como falsa. Y es que aún recordaba la última conversación que había tenido con su hermano. Pero a la luz de todo lo sucedido, las cosas habrían cambiado. -Lo que queda del clan sigue a Kakita Toshimoko-sensei. Si de verdad toda mi familia ha caído… Asumiré mi deber para con ellos. El Clan de la Grulla tiene uno de los lazos más fuerte con las familias Imperiales.

-Y yo… -Su voz se quebró durante un momento, y los hermosos ojos de la ronin se ocultaron tras sus largas pestañas por unos momentos. Un profundo suspiro escapó de sus labios al tiempo que terminaba de hacer las paces consigo misma. Y cuando volvió a abrirlos, su mirada rebosaba una autoridad que se había negado durante la mitad de su vida. -Yo, Doji Shiroi, hija de Doji Satsume, heredera de los Doji…  puedo comandarlos. Acompañadme si os quedan fuerzas, Truenos. Es el momento de restablecer el orden.

-Vamos, Tameiki-chan. -Una sonrisa aleteó en los labios de Shiroi al mirar a la joven. -Es el momento de arreglar los errores.

 

Notas de juego

Gasto Vacío. Y lo recompro con los PX sin usar xD

La idea es intentar contactar con lo que quede de la Grulla, si aparece Hoturi... Veremos, y usar el linaje para intentar comandar las legiones imperiales sin lideres.

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23/01/2020, 19:52
El Oni Negro

La mirada del Cangrejo se posó sobre Shiroi mostrando una expresión de pesadumbre por la deshonra y el dolor causado por sus hermanos de Clan al Imperio al que juraron defender de todo mal. Sin embargo no había ni un atisbo de dureza en él, sólo determinación. Una férrea voluntad que le permitía mantener la compostura allí donde otros se habrían doblegado por las heridas sufridas.

Pero antes de decir palabra alguna ofreció una reverencia muy pronunciada a la heredera de la Grulla presente delante de él. -"Habría seguido y tratado de proteger a Shiroi-san hasta el mismísimo corazón del Jingoku, mis votos no han cambiado. Por lo que os seguiré y trataré de protegeros Doji Shiroi-sama". Las palabras se agotaron a través de la máscara del Cangrejo para concluir con una nueva reverencia idéntica a la anterior ante su interlocutora.

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25/01/2020, 07:31
Doji Shizue

Os dirigís hacia donde se encuentran lo que quedan de las tropas imperiales, están lideradas por Kakita Toshimoko.

Alrededor de la ciudad imperial hay muerte y charcos de sangre.

Toshimoko-sama está hablando con una Doji a solas, apartado de las legiones imperiales. Algo extraño, por la situación, tras la batalla. Se percatan de vuestra presencia y se dirigen hacia vosotros.

La Doji va cojeando, no es una gran belleza pero es adorable con brillantes ojos grises y un largo cabello blanco. En cuanto os ve, una sonrisa ilumina su rostro mi hermana! dice mientras se acerca a Shiroi con paso lento por su pierna coja los truenos! dice por último refiriéndose a vosotros.

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25/01/2020, 07:47
Doji Shizue

Doji Shizue es la única hija del hermano menor de Satsume. La esposa de Satsume, Teinko, la crió junto con Hoturi, Kuwanan y Shiroi. Se le considera hermana aunque su linaje es menos prestigioso.

Nació con una pierna deforme. Y sus especialidades son la canción, la narración y la caligrafía. Aunque es más que una simple artesana pues fue entrenada también como espía.

Y como espía te enseñó algunas palabras con gestos para que la entendieses si quería decirte algo en secreto. Justo ahora al acercarse a ti te habla en ese lenguaje gestual. Tengo que hablar en privado contigo, es urgente. 

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27/01/2020, 18:24
Hidenaga

Durante aquellos caóticos últimos días del Imperio, desde que Enemigo había decidido por fin consumar su venganza contra los Kami, y el Destino lo había ungido como Trueno para enfrentarlo, HIDENAGA se había ido acostumbrando, poco a poco, a lo extraordinario. Y casi sin notarlo, su percepción (y también su estructurada mente de Akodo) se había ampliando paulatinamente. Hasta el punto de aceptar con la mayor de las naturalidades los portentos más inconcebibles.

Solo así había podido evitar que su cordura se fuera resquebrajando ante las terribles pruebas que había debido sortear en su camino. O que estallara en mil pedazos ante alguna de ellas.

Sin embargo, nada podría haberlo preparado jamás para ver, con sus propios ojos, como el misterioso daimyo del Dragón se convertía en la bestia legendaria que le daba nombre a su Clan. Y menos aún, que este lo invitara a surcar los cielos montado sobre su lomo...

Por supuesto, la fascinación había sido tal, que el antiguo León apenas si fue consciente de semejante experiencia. Y si llegó por ventura a echar alguna que otra mirada a las tierras interminables que se extendían a su paso, lo cierto es que su analítica mente de Akodo ni siquiera lo registro. O, si lo hizo, pronto relegó tales imágenes a algún oscuro rincón, donde no pudieran hacerle demasiado daño.

De todos modos, aquella inusitada experiencia sí que consiguió preparar al antiguo León para lo que vendría. O así pareció. Pues luego de cruzar medio Imperio volando sobre un Dragón, el estoico HIDENAGA soportó imperturbable el enfrentamiento en los cielos de Otosan Uchi. Y fue de los primeros en reaccionar cuando el Kami Oscuro se erigió triunfal por sobre los restos de su hermano caído...

A pesar de todo, la certera intervención del antiguo León, y también la del resto de sus camaradas, devino pronto innecesaria. Pues antes de que nadie más pudiera siquiera alcanzar su saya, el Cangrejo ya había acabado por sí solo con la amenaza que se cernía sobre el Imperio. A puro golpe de tetsubo. Y con una brutalidad digna de leyenda...

Tras ello, el alivio. Seguido de inmediato por un dolor tan punzante como el Akodo no había experimentado jamás. Y, finalmente, el cansancio. Una debilidad repentina y abrumadora que lo dejó convaleciente en el suelo, chapoteando impotente en su propia sangre.

Sin embargo, aún quedaban sorpresas por descubrir. Y un Imperio por rescatar. Pues la caída del Noveno Kami no bastaría para devolver el Orden Natural a su antiguo estado. Todavía faltaban muchas batallas por librar. Y la primera de ellas, sería por el Alma de Rokugan.

De modo que, aún con los miembros mortalmente entumecidos por sus heridas, HIDENAGA apeló a los últimos restos de voluntad que todavía quedaban en su espíritu para alzarse de nuevo. Apenas podía tenerse en pie. Como casi todos los demás. Pero, de alguna manera, el grupo consiguió avanzar por las calles de la gran capital imperial.

A pesar de las diferencias de HIDENAGA con aquella que se hacía llamar SHIROI, el veterano samurai no había dudado un instante en seguir a la joven y apoyarla en su causa.

Bien sabía él, quizás mejor que nadie, del valor que tenía la Familia.

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28/01/2020, 11:47
Shiroi

Cuando Oni Negro respondió, reiterando su confianza en ella, Shiroi lo observó durante un largo momento, sin que nadie pudiera asegurar qué pensamientos estaban teniendo lugar tras su sereno rostro. Y finalmente, asintió lentamente hacia el bushi Cangrejo mientras sus miradas se cruzaban.

-Shiroi. -Como respuesta, dijo únicamente su nombre, sin honorífico. Y como si quisiera explicarse, añadió. -Todos somos iguales.

Cruzaron las calles de la capital, siguiendo los restos del caos que la batalla había dejado a su paso, hasta que finalmente alcanzaron el lugar donde los defensores aún resistían, con las Legiones Imperiales lideradas por el que tal vez fuera el samurái más respetado de su generación. Kakita Toshimoko, que conversaba en esos instantes con otra Grulla, una que se giró de inmediato en cuanto observó a Shiroi y los Truenos acercarse y que gritó una palabra que sacudió el alma de la mujer.

-Hermana… -Contestó Shiroi un segundo después, mientras una sonrisa de alegría se posaba en sus labios mientras. La alegría de Shizue y la facilidad con la que la había aceptado de nuevo hicieron que su voz se quebrara un por momento. -Me alegro tanto de verte.

-Senséi… -Añadió al momento siguiente, inclinándose hacia el veterano Kakita hasta que su frente casi tocó el suelo.

-Fu-Leng ha caído finalmente, gracias a los Truenos. La Mancha se ha esfumado. -Informó mientras se incorporaba y hacía un gesto hacia sus compañeros. Tal vez las noticias hubieran llegado. Tal vez no. -Pero el Imperio aún no está a salvo. Contad con nosotros para protegerlo.

Después, y mientras aguardaba la respuesta de Toshimoko, sonrió de nuevo a la que habían llamado hermana, y pareció recordar algo.

-Dadme un instante. Recuperad fuerzas un momento… aún deben hacernos falta. -Sugirió Shiroi al resto de Truenos, mientras miraba a Shizue. -Hay algo que quiero hablar con mi hermana.

Después, se alejó unos pasos tomando de la mano a la Doji, y las dos mujeres cruzaron unas rápidas palabras.

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28/01/2020, 11:48
Shiroi

-¿Qué está ocurriendo, hermana? -Preguntó en un susurro Shiroi sin rodeos tan pronto como se hubieron alejado unos metros de los demás. -Ahora que Fu-Leng y la Mancha se han ido… ¿Qué enemigos quedan por batir? -Tomó aire antes de añadir la pregunta cuya posible respuesta le infundía un horrible temor. -¿Qué se sabe algo de nuestros hermanos?

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28/01/2020, 12:07
Kakita Toshimoko

Kakita Toshimoko-sama hizo una leve inclinación de su cabeza toda ayuda es bien recibida, y aún más la de vosotros. A mis oídos han llegado noticias de que habéis abatido al dragón negro, que no era otro que Fu-Leng y gracias a ello hemos vencido. Os mira uno a uno sin ser descarado, estudiando os Hida Kisada y sus huestes han sido vencidas. El emperador ha muerto junto con Fu-Leng y ahora debemos lealtad a la emperatriz Kachiko antigua Daimyo del Clan Escorpión. Todos los clanes están mal heridos, la labor que nos queda es reconstruir una nueva era y que el imperio deje de desangrarse. ​​​​​​

Tras estas palabras Shiroi y Doji Shizue se alejan cogidas de la mano, algo que sólo se hace con personas de extrema confianza, y desaparecen entre los árboles de un jardín. 

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28/01/2020, 12:21
Doji Shizue

Os aleja is a un lugar en el que no se os oye y además tampoco nadie os ve, entre los árboles escondidas te dice Tenemos mucho de que hablar, pero iré al grano, lo más urgente es sobre nuestro hermano Hoturi-sama. Él no ha podido levantar a los Grulla caídos, desde que fue el golpe Escorpión, Kachiko lo tiene encerrado en las mazmorras de Otosan Uchi. Shiroi, esto sólo lo sabes tú y yo. Ni siquiera he informado a Toshimoko-sensei. 

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28/01/2020, 13:29
Shiroi

El rostro de Shiroi se congeló al escuchar las palabras de su hermana. La noticia de que su hermano mayor estaba vivo, y que podría ser inocente de los crímenes de hechicería, la sacudió con fuerza. Desde que habían derrotado a Fu-Leng, su mayor temor había sido el tener que cruzar espadas con él… Pero ahora, ya no sólo no tendría que hacerlo, sino que Hoturi podría asumir su papel como señor de la Grulla… liberándola a ella.

-Pero entonces… -Comenzó a hablar, mirando a su hermana, mientras intentaba ordenar sus pensamientos, que volaban a toda velocidad por su cabeza. No todo eran buenas noticias. -¿Por qué las historias que han llegado hablaban de Hoturi-niisama? ¿Quién comenzó esos rumores? ¿Quién… quién querría perjudicarnos de ese modo? Y si no es nuestro hermano… ¿Quién ha estado alzando los cadáveres de nuestra gente?

Su memoria regresó al inicio de su extraño viaje como Trueno, cuando fue la propia Kachiko la que se entrevistó con ellos para ayudarlos en su viaje y darles su sello personal. La emperatriz… Kachiko… Bayushi Kachiko.

-¿Cómo has sabido todo de esto, hermana? -Preguntó de pronto, intentando buscar una razón detrás de todo lo que acababa de escuchar. -¿Y por qué Kachiko habría encarcelado a Hoturi-niisama? ¿Por qué dejar que se ensucie su nombre si conocía su inocencia? ¿Es que acaso buscaba que el León y la Grulla se destruyan entre ellos?

De pronto, recordó algo. Aún portaban el sello de la Emperatriz. Tal vez fuera el momento de usarlo.

-Tenemos que liberarlo, Shizue. Tengo un sello firmado por la propia Kachiko. Si sabes dónde está nuestro hermano… podríamos aprovechar la confusión para sacarlo de ahí, y que nos ayude a encontrar a los culpables de esto. Él podría saber más.

-Pero por otro lado… ¿Qué sabemos de Kuwanan-niisan? -Preguntó, y un deje de profunda tristeza se dejó ver en su voz. -La última vez que lo vi, traté de avisarle de lo que estaba sucediendo, pero él entró en cólera y trató de apresarme…. Y finalmente, me expulsó del Clan. No se quién lidera ahora hasta que liberemos a nuestro hermano… pero si eres tú, Shizue… si me aceptaras de nuevo… sería un honor ser de nuevo tu hermana.

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29/01/2020, 03:02
El Oni Negro

El Cangrejo se acercó al Sensei de Shiroi y le ofreció una profunda reverencia antes de hablarle directamente y si rodeos. -"Kakita Toshimoko-sama, gracias a las Fortunas y vuestro liderazgo Otosan Uchi ha resistido el envite de aquellos que fallaron en el cumplimiento de su Deber Ancestral. Lo cual os agradezco sinceramente. Sin embargo, quisiera saber qué ha sido del Gran Oso y de sus Generales tras la derrota".

La mirada de Oni Negro no ofrecía ni una atisbo de compasión, solamente la determinación de aquel que sabía perfectamente qué debía hacer de conocer el paradero de aquel que había llevado a sus hermanos a la guerra contra el mismísimo corazón del Imperio, con la única intención de destruirlo aliándose con el enemigo.

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30/01/2020, 04:34
Togashi Kaori

Todos habían sufrido pérdidas. Pero la suya había sido ejecutada por su propia mano
Se abstrajo unos instantes, mientras Shiroi hablaba con su hermana y el Cangrejo hacía lo propio con el Kakita. Sus pensamientos estaban muy lejos, en lo ocurrido unas horas atrás. Su maestro, el líder de todos los Dragón del Imperio, se había transformado en una inmensa criatura y los había transportado hasta allí. Y había combatido, supuso que con su forma original, al Caído. Si bien se había sentido henchida de orgullo y sonreído al verlo combatir, pronto comprendería que su tarea no había terminado; pues tan fieros ataques postergaron únicamente lo inevitable: la muerte de su daimyo, del Kami Togashi que había fundado su Orden

Agachó la cabeza y observó su mano en silencio. No la había lavado, y la sangre reseca del primer Dragón aún la cubría. Con ella había atravesado el pecho del maestro y extraído el último Pergamino Negro. Se preguntó si podría perdonarse semejante afrenta, más allá de su inevitabilidad. Muchos Clanes eran ahora huérfanos, y el suyo no era una excepción. Salvo que ella era la culpable. Ella y el Kami Caído, y todos aquellos que se habían aliado o no habían hecho absolutamente nada para evitarlo

Cerró el puño y notó cómo la rabia crecía en su interior sin medida. Ningún otro sentimiento parecía alojarse en su corazón. Daría caza a todos cuantos habían osado alzarse, y el daimyo del Cangrejo sería el primero
Giró sobre sus talones y se alejó despacio y en silencio...

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31/01/2020, 11:10
Doji Shizue

Te diré lo que sé, lo descubrí porque bajé a las mazmorras en secreto, conseguí hablar con Hoturi-sama. La responsable como he dicho es Kachiko, la emperatriz. Es muy peligrosa, he visto pruebas de cómo intentaba matar al emperador Hantei XXXIX envenenándolo. Ahora sé porque no murió envenenado. Kachiko, me contó Hoturi, bajó con un huevo del tamaño de dos cuartas de mano a las mazmorras y con sangre de nuestro daimyo frotó el huevo hasta que una réplica de él salió de este. Respecto a Kuwanan-sama, siento lo que te pasó con él agacha la cabeza ya no está entre nosotros. 

Respecto a lo de ser de nuevo del Clan, creo que antes deberías intentar rescatar a Hoturi. No es lo mismo que un Ronin esté involucrado en un rescate que si sale mal no implica al Clan, a que sea una Doji quien lo intente. ¿Lo entiendes verdad? 

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31/01/2020, 11:28
Kakita Toshimoko

El Gran Oso está preso, se le va a permitir tanto a él como a sus generales cometer Seppuku. 

Notas de juego

Desmarcar a Shiroi de momento.

Kaori ¿dime por privado hacia donde te diriges? 

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31/01/2020, 13:02
Togashi Kaori
Sólo para el director

Sólo se detuvo una vez, al oír las últimas palabras de Kakita Toshimoko, con la cabeza ladeada hacia la izquierda
Y de nuevo continuó su camino. Su intención era simple: encontrar al Gran Oso y destruirlo con sus propias manos. Cometer seppuku era un honor que no podía consentir, pues no se había ganado ese derecho. Pagarían, él y muchos más, por la muerte del Dragón Togashi. Y ella sería la mano ejecutora, la misma que ahora estaba cubierta de sangre

Por tanto, sin nada más en su cabeza y su corazón, se adentró en la ciudad en busca del Cangrejo. Ignoraba si lo habían encerrado en alguna celda o si por el contrario se había consentido en mantenerlo libre, con vigilancia y custodiado. En cualquier caso preguntaría y alguien sabría la respuesta, o guiarla hasta dar con él. Su paciencia, esa virtud de la que siempre había carecido, se mostraba ahora como la gélida frialdad de un pensamiento asesino. Al contrario que la mayor parte de las veces en su vida, en esta ocasión no sentía el anhelo de lanzarse a la carrera, sino que sentía como cada uno de sus pasos estaba marcado por el indeleble destino de su maestro. Que todos los Kamis lo presenciaran, pues se haría justa en nombre de los Cielos Celestiales, de Luna y Sol y el millar de Fortunas del Imperio Esmeralda. Y esa justicia la impartiría ella misma...