Partida Rol por web

ay Orok, te mentiría si te digo que no quiero otra cerveza, en cuanto a lo que sucedió esta noche, pues hombre, nada del otro mundo, el continuo combate de un guerrero, pero por ahora no quisiera hablar del tema, mas bien cuéntame, por que tanta reserva en la ciudad?.

El semiorco, tras escuchar tus palabras, vuelve a dirigirse a la barra para servirte una nueva cerveza, y una vez te la tiende, guarda silencio durante unos segundos antes de responderte.

¿Reservas en la ciudad? No se a que puedes estar refiriéndote, Lucius. Astraf a vivido así desde siempre y yo no veo reserva alguna. - comenta, mientras te observa con una amigable mirada en el rostro. - ¿Quizás los dices por las cerradas puertas?. No, eso no es reserva, sino protección, pues la noche y aquellos que la deambulan siempre traen problemas.

Sin interrumpir la conversación, sigo sentado en la barra. Quizás me entere de algo que merezca la pena. Pasados unos minutos, pregunto: Bien, y qué es lo que ocurre con Zenram?

¿Zenram?. - inquiere Orok, al escuchar la pregunta de Avam, y algo extrañado de que el drow no haya decidido acostarse, tal y como había dicho. - Llegó poco antes que vosotros, pero Drizzt necesitaba una ayuda que yo no podia otorgarle, asi que el guerrero a partido en busca de alguien que pudiese dársela.

Y puedo preguntar qué tipo de ayuda es esa?

Curación - dice Lucius como si la respuesta fuera obvia - entiendo lo de los problemas de los que deambulan la ciudad, si sabré ahora de eso... por cierto, ya que nombran a Zenram y Drizzt, has visto acaso a Aterot?.

Curación? no lo entiendo. Me he perdido muchos episodios.

Exacto. - murmura el posadero, tras la aclaración de Lucius acerca de la curación. - La verdad es que Drizzt estaba en bastantes malas condiciones, por lo que supongo que Zenram habrá ido en busca de las sacerdotisas.- agrega, mientras se pone en pie.

En cuanto a Asterot, no lo he visto desde ayer, cuando andaba en vuestra compañía. - comenta, sin dudar, tras la pregunta del guerrero. - Bueno, quizás soy algo descortés, pero es tarde y mañana será un día duro, asi que si no os importa, lo mejor sería que acostarse. - finaliza, sonriendo levemente, mientras camina hacia la barra con las primeras jarras vacías, y sin duda a la espera de que Lucius acabe con la suya....

Aprovechando el profundo sueño de Zenram, sale de tu oscuro escondite y correteas hacia la puerta, logrando atravesar por una de las tantas ranuras que existen en la madera, y sin detenerte, corres hacia tu habitación, a la cual accedes de la misma manera.

Una vez allí, sabiendote solo y tranquilo, trepas hasta la cama, donde, por fin, adoptas tu forma drow, y donde caes dormido, rendido ante el cansancio que domina tu cuerpo a causa de la transformación.....

Y qué es lo que pasó con Drizzt? Pregunto esperando tener una contestación de uno de los dos interlocutores.

Bebo lo que queda de la cerveza de un solo trago.

Discúlpame por retenerte acá Orok, tienes razón lo mejor es dormir,que tengas una buena noche, mañana será otro dia.

subo a mi habitación...

Veo cual es la habitación de Lucius?

Buenas noches entonces. - afirma Orok con una sonrisa en el rostro, sin duda complacido de que os acostéis y pueda hacerlo el también, mientras os observa dirigiros a las escaleras que conducen al piso de arriba, acompañados por dos pequeñas velas que el mismo os ha encendido.

Ambos, agotados tras el duro día, alcanzáis la planta de arriba, consistente en el largo pasillo donde se linean las puertas de las habitaciones...

Lucius, sabedor de su habitación, camina decidido hacia la puerta con el numero 3 bajo la atenta mirada de Avam, el cual espera a que el guerrero desaparezca tras su puerta antes de avanzar varios metros más y toparse con la puerta nº7, la cual abre con la llave que le ha ofrecido el posadero...

Tras atravesar la puerta, observas la pequeña habitación en la que te encuentras. Sus dimensiones son reducidas, y su mobiliario escaso, pero parece acogedora. Cerca del lecho, situado al fondo, hay una pequeña mesita donde descansa una plangana de agua, seguramante para asearte, y a su lado, a no mucha distancia, hay un silla de madera. Junto a esta, en el suelo, descansa una lámpara de aceite a la espera de ser encendida en caso de ser necesario.

La puerta por la que has entrado está en la pared opuesta a la de la cama, es de madera y una cadena, a modo de cerrojo, logra que nadie pueda abrirla del otro lado. En la pared este hay una ventana, y esta está cerrada mediante una gruesa madera...

Agotado, te desprendes de tu armadura y armas, y tras asearte la sangre que mancha parte de tu cuerpo en la palangana de agua que reposa sobre la mesita, te estiras sobre la mullida cama, donde varios minutos después duermes plácidamente...

Agotado, te desprendes de tusucias ropas, y tras asearte levemente con el agua de la palangana que reposa sobre la mesita, te estiras sobre la mullida cama, donde varios minutos después duermes plácidamente.....

Acabas de recuperar tu libertad, y si bien aun te falta tu querido anillo, tu cuerpo agradece el descanso...