Partida Rol por web

Al llegar donde se encuentran Zenram y Meepo observo la dantesca escena ante mi.

Asi que era su padre, eso lo explica..., Meepo, se le ofreció la oportunidad de rendirse, y, no la cogió, te diría que siento su pérdida, pero no es así, si quieres enterrar a tus muertos lo veo lógico, y si después quieres seguirnos, tu mismo..., pase lo que pase y decidas lo que decidas, tienes mi bendición pequeño.

Yo quedar aquí, no desea ir abajo. - responde el trasgo, tras desviar su mirada hacia la drow. - Yo enterrar míos, vosotros ir. - agrega, alargando su mano para entregar la llave a la sacerdotisa.

Ante la extraña situación reinante a causa de la muerte del líder trasgo, me mantengo al margen, apoyando mi espalda en la fría piedra mientras sonrío, divertido, ante las palabras del trasgo y su supuesto sufrimiento o pena.

Venga Meepo, tampoco es para tanto, ahora tu será el líder, ¿a que si? Aunque no se de quien, parece que hemos acabado con todo su clan. Pues deja de dar pena, diablos. - comento, son una gran sonrisa en el rostro antes de mirar al resto. - Y bien, ¿nos ponemos en marcha?

Bien, vamos, Lucius tiene razón, prosigamos. Echo una última mirada atrás y me encamino hacia la puerta

Con la llave en una de sus manos, Daenerys se dirige a la puerta de hierro ante la cual se detiene...

Por fin, desciendes las que conducen la interior de la caverna, también iluminada, aunque en este caso por varias lámparas de aceite. De su interior, te llegan con claridad las voces de tus compañeros, en especial la Daenerys y Lucius, al parecer ambos diciendo que sería hora de seguir.

En silencio, te acercas a la entrada, y antes de dejarte ver, echas un vistazo, comprobando que el suelo de esta es irregular y pedregoso, pero además esta claro que es el centro neurológico del pequeño poblado trasgo que os ha atacado, pues puedes observar una gran numero de cacharros de cocina, montones de ropas, varios fuegos ahora semi apagados, y un sin fin más de objetos, la mayoría de ellos para el uso de la vida cotidiana. Mientras que la caverna se expande a derecha e izquierda, en frente ves lo que parece un resistente puerta de hierro y ante ella están Daenerys y Lucius.

Al pocos metros de ellos, divisas el cadáver de dos enormes ogros, asi como a Zenram y Avam y el recien conocido drow llamado Ugluk...

Intento buscar algunas flechas,pese a mi intento frustado de buscarlas,no hayo ninguna.Con lo que con mi nuevo arco(jaja),me dirigo hacia la puerta,preparando una flecha,en caso de que haya que utilizarla,una vez la puerta se abra.

Intento escuchar algo tras la puerta y procedo a abrirla...

Tras guardar silencio un segundo, quizás con la idea de escuchar al otro lado, la sacerdotisa se decide a hacer uso de la llave. Con calma, la introduce en la cerradura, y tras dos vueltas, el peculiar ruido - Clack, click - resuena en la caverna.

Sonriente, la drow alarga una de sus manos y gira el pomo, logrando que la pesada puerta de hierro se abra, mostrando aquello que os espera al otro lado, que no es más que otra escalera, igualita a la que venís descendiendo durante las ultimas horas. Pero a diferencia de esas, estas parecen recorrer un corto camino, quizás apenas un centenar de escalones, pues desde la puerta podéis divisar su final, justo en medio de lo que parece un inmenso bosque de de altas piedras con forma de setas o algo así.

El bosque, por la llamarlo de alguna manera, parece abarcar kilómetros a la redonda y no lográis ver su fin, pero para vuestra fortuna, sus componentes, esas inmensa piedras, que quizás puedan medir hasta 5, 6 o más metros de altura, parecen emitir un leve resplandor amarillento, gracias al cual podéis divisar el bosque.

Al fondo, en lo parece una distancia infinita pero a la vez muy corta, continuáis divisando la cima de la la inmensa y escarpada montaña, la cual se mantiene rodeada por el resplandor violeta. El bosque de piedras parece llegar hasta su mismísima base.

Zenram se acerca lentamente hasta la puerta que acaba de abrir la drow, con gran sorpresa que no logra disimular, el guerrero admira el extraño paisaje que se presenta ante sus ojos. La todopoderosa Aelyn nos muestra el camino, queda ver si no es el camino a nuestra muerte oughh...El guerrero se lleva la mano a sus múltiples heridas las cuales ahora que la tensión de la batalla ha desaparecido, le duelen intensamente merced a su gravedad, con voz serena y humilde Zenram toma del hombro a Daenerys.

Mi querida sacerdotisa, dudo que pueda servir de algo si no me ayudas con la bendición de tus manos, mis mi voluntad quiere seguir auxiliandote en la búsqueda de tu destino pero mis músculos parecen ya no quieren continuar, es mas, me temo que a pesar de tu ayuda necesitare tomar un respiro, las bestias eran fuertes y me han hecho bastante daño, quizá lo mejor sea ir a la pequeña comunidad goblin y obtener algo que pueda servirnos, dudo que los pequeños tengan ánimos de atacarnos nuevamente y si lo tienen aun tengo fuerza suficiente como para encargarme de tal nimiedad, sin embargo no sé que podamos encontrarnos en ese bosque... Dice señalando el extraño paraje...

si, en ese aspecto tienes razón, quizás tendríamos que tomarnos un respiro antes de acometer la recta final, que sabe lo que el corazón de nuestra oscura Madre habrá dispuesto en nuestro camino, vamos.

Tras echar un último vistazo al interior de la gruta salgo en pos de Zenram al cual paro.

Déjame que mire tus heridas, no se si podré hacer algo por ellas pero lo intentaré, también yo, estoy agotada,

Tras detener al guerrero en el umbral de la puerta, la drow lo obliga a detenerse y tomar asiento antes de revisar, con tranquilidad, cada una de las heridas que cubren algunas zonas de su cuerpo. Haciendo gala de sus conocimientos y experiencia, la sacerdotisa limpia cada una de las heridas, desinfectándolas, antes de aplicarles algunos de sus ungüentos, logrando así que dejen de sangrar, para, finalmente, realizar un formidable vendaje en cada una de ellas.

Satisfecha, finaliza su trabajo logrando que el guerrero se sienta algo mejor...

Desde tu posición, agazapado a la entrada de la caverna, ves como la sacerdotisa abre la puerta de hierro (no alcanza a ver que hay al otro lado), pero antes de salir por ella, se detiene, obligando a Zenram a tomar asiento y dedicando unos largos minutos a sanar y vendar las heridas que recorren el cuerpo del guerrero. Lucius se acerca a ellos, mientras que Avam hace lo mismo. Al parecer aun no han decidido si salir por la puerta o no...

Reunidos, tus compañeros parecen intercambiar algunas palabras:
Zenram:

Cita:

Daenerys:

Cita:

Lucius:

Cita:

Y bien, ¿ya has acabado? - inquiero, tras ver como la drow termina de vendar la ultima herida de Zenram. Tampoco es para tanto, al fin y al cabo a intervenido casi al final. - Si es así, creo que lo mejor será que bajemos ahí abajo, pero no me acabo de fiar de ese Meepo, así que creo que lo mejor sería acabar con él. No me gusta dejar enemigos a mi espalda. - agrego, sin bajar el tono de voz, asegurándome así de que Meepo me oiga.

El guerrero observa a Lucius mas no articula palabra alguna, se limita a negar con la cabeza al tiempo que agradece a la drow sus cuidados.

Me siento mucho mas repuesto, gracias, sin embargo ahora que estamos aquí no veo la necesidad de salir corriendo como cerdos al matadero, podemos descansar en este lugar o donde sea que viva la comunidad goblin, como ya he dicho quizá logremos sacar algo en concreto, por su puesto no debemos perder ni un segundo de vista a Meepo, de otra forma advertirá a sus compañeros sobre nosotros...

Dejo pasar los minutos mientras ellos se recuperan un poco mientras preparo hechizos para ayudar a la estupida drow o al cabeza de madera del guerrero, miro en mi bolsa y veo los componenetes para la armadura mágica así como los del proyectil magico y por ultimo los de invisibilidad para mi por si mi hiciera falta.

Mientras decidiis que hacer, Meepo se mueve a vuestra espalda, arrastrando los dos cadáveres trasgos para juntarlos cerca de la pared y algo alejados de los ogros. Tras ello, y todo y haber advertido vuestras amenazas, el pequeño trasgo se acerca a vosotros...

Si querer descansar poder hacerlo aquí. - afirma, señalando el lugar donde estáis- o poder ir allí, - continua, ahora señalando el lugar por donde aparecieron los ogros. - Allí nos dormir, tiene mantas para taparos por si frío.