Partida Rol por web

El contacto repentino del brazo de Anne, seguido de su broma la pillo algo desprevenida pero enseguida paso cuando no pudo evitar reírse con tan peculiar duelo.

-Lastima que tengan que conservarlo tras las vitrinas, verte tocarlo sería algo para recordar – sonrió al ver que Sarah se animaba a participar del entusiasmo contagioso de su primo y ella misma

Se sintió algo decepcionada cuando el Doctor kingstone apareció en escena y les hizo saber que el profesor Armitage no les acompañaría, aunque al mismo tiempo despertó su curiosidad por la posible aventura que estaría viviendo. Claro que para alguien de su reputación y tras todo el trabajo realizado, era algo extraño que no hiciera acto de presencia.

-¡Hola Doctor Kingston! Yo soy Alexandra Walsh – se presento mientras el resto le lanzaba preguntas y las iba contestando con paciencia.

Sonrió a Patrick tras un fingido mohín frunciendo los labios, pues había sido más rápido que ella formulando las mismas preguntas que habría escogido ella.

-¿cree que esta exposición dedicada al Willie puede ser el comienzo de una más grande dedicada a la piratería? - comenzó su retahíla de preguntas siguiendo a Kingston - ¿sabe si el profesor Armitage estaba tras la pista de algún tesoro en concreto? ¿quizá algo cerca de las costas de Astoria? ¿o al interior? Hay muchos sitios donde esconder un tesoro – miró a su primo sonriente ante la idea que Armitage pudiera estar en algún lugar no muy lejos de allí siguiendo un mapa o descifrando algún enigma.

No creía que le hubiera pasado nada grabe, aunque frunció el ceño ante las palabras del Doctor Kingston le pareció el hombre quizá exageraba un poco.

-Me muero de ganas de saber que más nos espera – les dedicó a Sarah y Patrick junto a ella, luego se giró hacía Scott que los seguía de cerca - ¡oye! Sabía del galeón español pero no tenía no sabía que había tantos grandes tesoros aún por descubrir, tienes que pasarme ese video a ver si alguno de los que mencionan están en mi lista

Mientras caminaban por el museo, Kingston escuchó la voz de la chica, Alexandra Walsh, dijo que se llamaba, haciéndole más preguntas.

-¿cree que esta exposición dedicada al Willie puede ser el comienzo de una más grande dedicada a la piratería? ¿sabe si el profesor Armitage estaba tras la pista de algún tesoro en concreto? ¿quizá algo cerca de las costas de Astoria? ¿o al interior? Hay muchos sitios donde esconder un tesoro.

-Nuestra idea es convertir los Muelles de Goon en el marco principal de las exposiciones sobre piratería en toda esta zona, así que intentaremos retenerla y completarla con otros museos. En cuanto a lo que estaba haciendo el profesor Armitage, me temo que eso es algo que solo él conoce y el resto de nosotros solo puede esperar que nada malo le haya ocurrido.

La mirada de Kingston parecía sincera, pero en el último momento, la retiró con rapidez, como si quisiera evitar más preguntas al respecto. 

Mientras, seguíais andando por el museo, atravesando más vitrinas y maquetas. Entrasteis en una sala en la cual había diferentes "artilugios" piratas, que no necesariamente eran de Willy, pero que sí que reflejaban su estilo de vida.

Al llegar a aquella última sala, quedé boquiabierto ante lo espectacular que resultaba ver todos aquellos artilugios piratas. No solo ya por el hecho de que aquellos cofres, timones o sables hubieran pertenecido a la época pirata, sino porque el hecho de que hubiese objetos que no pertenecían a Willy el Tuerto implicaba que en las costas de Astoria podía haber habido muchos otros piratas.

Durante un momento, me imaginé Astoria como un refugio de piratas, al más puro estilo de la Isla de Tortuga que aparecía en las pelis de Piratas del Caribe.

-Qué pazada... -murmuré, asombrado.

Insistente, levanté mi mano de nuevo para hacer otra pregunta al doctor Kingston.

-¡Zeñó Kingzton, zeñó Kingzton! -exclamé, ansioso-. ¿Ze zabe zi eztoz objetoz pertenecieron a pirataz famozoz como Anne Bonny, Thomaz Tew o, no zé, Barbanegra? ¡Ezo zí que zería un pazote!

Quería haber dado una imagen seria y adulta al hablar con el Doctor Kingston, pero cuando este compartió la idea de futuro para el museo y los Muelles de Goon no puedo evitar dar un par de saltitos por la excitación. Miró a Patrick sin contener un ápice su emoción.

-¿has oído Patrick? ¡¡¡esto se genial!!!

Por un momento hasta se olvido de la desaparición de Armitage, estuvo a punto de realizar al Doctor un par de preguntas más pero al ver su rara expresión prefirió dar por zanjado el asunto. Cuando los adultos se ponían así era mejor darles su espació o enseguida recurrirían a la eterna frase de “no es un asunto de niños”.

En cuanto entraron a la nueva sala pudo comprobar que no mentía sobre los planes del museo. Lo que allí había era material de distintas procedencias.

-¡Oh madre mía! Mira esto Patrick...- llamo a su primo acercándose a una de las vitrinas - ¿chicos habéis visto esto?

Estaba claro que iban a pasarse horas ahí dentro examinando cada uno de los objetos e historias que los acompañaban.

-Doctor Kingston, señor - se dirigió de nuevo al director del museo - ¿y todos estos objetos de la colección fueron encontrados por el Profesor Armitage? ¿saben de la exactitud de donde fueron encontrados y su procedencia?

Mi imaginación volaba mientras oia a los demás preguntar emocionados al director del museo.

Este daba las mejores respuestas, y con cada una acrecentaba mi curiosidad. Al igual que el resto, esperaba ansiosa otra mas, sobre le barco, los muelles de Goon, tesoros piratas... era emocionante.

-O Morgan, la pirata.- Añadí al comentario de Caleb sobre piratas famosos-¿Que? Era UNA pirata! ¿Es que no habéis visto " La isla de las cabezas cortadas?- Dije irónicamente haciendo alusión a Gina Davis en el papel de la pirata Morgan.

Pero pese a todo era una pena, pues el mayor experto en piratas, el profesor Armitage, estaba en paradero desconocido.

- Siento ser yo la aguafiestas pero...¿ A nadie le huele a podrido? Es decir... El profesor Armitage era experto precisamente en Willy el tuerto. Era su exposición. Su trabajo, su vida...aparentemente. ¿ Y desaparece así como así? Seguro que le ha pasado algo! ¿La policía no lo esta buscando? Bah!- Me crucé de brazos visiblemente enfadada.

Decepcionada, tal vez. Pero claro, quién iba a hacer caso a una jovencita. Y mientras tanto, una idea me rondaba por la cabeza, íbamos pasando por distintas vitrinas donde había mas y mas cosas de piratas.

Si fuera mas mayor, yo misma iría en busca del profesor...

Si aquel asunto ya le había empezado a escamar por si solo, el comentario de Anne acabó de levantar sospechas. Aquella chica tenía razón. Algo le había pasado al profesor y al profesor Kingston no parecía preocuparle demasiado. Es más, le venía hasta bien.

La extraña desaparición del profesor Armitage favorecía a su anfitrión. De la noche a la mañana, había pasado de ser un don nadie a ser el principal experto en aquel increíble museo. Es más, ya hablaba de expandir el museo a otras zonas de los muelles. 

Aquello podía resultar muy beneficioso. Podría convertirse en el motor económico de toda la zona. Podrían incluso acabar construyendo un parque de atracciones. Aquello movería a mucha gente. Se necesitarían hoteles, transportes... Eso se traducía en dinero. Mucho dinero. ¿Ganaría algo con ello el señor Kingston?

¡Seguro que sí! Podía estar equivocado. Podía ser que todas esas elucubraciones no fueran más que producto de la imaginación de un niño, pero desde luego que al menos en la mente de Scott, todo cuadraba a la perfección. Tenía que descurir la verdad, aunque no sabía muy bien como...

Al fin y al cabo, no era más que un niño. ¿Pero no eran niños sus padres cuando se enfrentaron a los Fratelli? ¿No lo eran cuándo sobrevivieron a las trampas de Willy y dieron con su barco? Ahora que estaban allí, en aquel museo y con el pirata "el Tuerto", todo ganaba más sentido.

A la espera de que el profesor Kingstone evitara más preguntas sobre el profesor Gandalf, Scott sacó su teléfono móvil. No le había gustado nada aquella mirada del profesor Kingston. Parecía saber más de lo que decía. Parecía esconder algo. 

Scott accedió al navegador de su teléfono. Puso las palabras clave en google: Armitage, última expedición, desaparición. Si no encontraba nada clarificador, el siguiente paso sería revisar las redes sociales de Armitage. Todas sus redes sociales. En el año en el que se encontraban, Internet tenía que saber algo.

De nuevo, la emoción pareció inundar a los jóvenes visitantes, aunque también a sus padres. Uno de ellos preguntó si aquellos objetos pertenecían a piratas famosos. Kingston lamentó que no fuese así.

-Me temo que no, joven. Se trata de réplicas que hemos intentado que sean lo más fieles posibles al original, pero esos objetos de los que hablas están demasiado cotizados para que podamos incluirlos en nuestra exposición. Creo que así respondo también a su pregunta, señorita Walsh.

Kingston escuchó también como la imaginación y la mente de aquellos chicos se disparaba, y se preguntaban si el profesor estaría en alguna aventura misteriosa. Sonrió. Cuánto habría dado por ser de nuevo como ellos.

Siento ser yo la aguafiestas pero...¿ A nadie le huele a podrido? Es decir... El profesor Armitage era experto precisamente en Willy el tuerto. Era su exposición. Su trabajo, su vida...aparentemente. ¿ Y desaparece así como así? Seguro que le ha pasado algo! ¿La policía no lo esta buscando? Bah!-

A pesar de todo, el doctor sabía bien para qué estaba allí, así que volvió a hablar.

-De hecho, en esta sala, solo un objeto, uno nada más, pertenece a nuestro amigo Willy.

El doctor se acercó a una de las paredes y señaló el cuadro que había colgado.

-Este es el objeto del cual os estaba hablando. Se trata de un cuadro que no está firmado, pero que sospechamos pudo haber sido pintado por el propio Willy. Lo hemos llamado, "El faro junto al mar", y vosotros sois los primeros en verlo. Dentro de la cámara secreta que descubrió el señor Walsh -dijo el doctor, mirando a Mikey -, había, además de tesoros de incalculable valor y el cuerpo del propio Willy, dos cuadros. Éste que estáis viendo ahora, y otro más sobre su barco, el "Inferno", que actualmente guardamos en el sótano hasta que podamos restaurarlo. Todos estamos muy emocionados con ellos, porque pensar que a lo mejor, un pirata como Willy pudo haberlos pintado, sería una auténtica revolución para el concepto que tenemos sobre los piratas.

Observé impactado que el objeto del que nos había hablado el señor Kingston fuese un cuadro sin firmar. No era un objeto que, a priori, tuviera mucho que ver con el mundo de la piratería, pero si se llegaba a la conclusión de que había sido realizado por el mismísimo Willy el Tuerto supondría un auténtico giro de timón para la perspectiva que se tenía sobre los piratas y, en especial, sobre la figura de Willy.

-Zi ezte cuadro lo pintó Willy, podríamoz eztar delante del Leonardo Da Vinci de loz pirataz -comenté, observando el cuadro con gran interés, intentando percibir algún detalle en el lienzo.

Mientras observaba el cuadro, no pude evitar preguntarme si ese faro sería real. ¿Quizá era un faro junto al que Willy solía transitar a menudo antes de atracar en algún puerto habitual?

-¡Zeñó Kingston, zeñó Kingston! -levanté de nuevo la mano, con gesto insistente-. ¿Ze zabe algo zobre zi ezte faro pudo zer real? Puede que eztuviera en un lugar por el que Willy el Tuerto pazara de forma regular.

-emh...si, gracias Doctor Kingston – respondió la hija de Mikey cuya mirada era el reflejo de la decepción

El hecho que fueran réplicas explicaba porque alguno de los objetos podían tocarse. No se había percatado de ello, fascinada por la exposición en sí, hasta que el buen Doctor lo aclaró. Aún así la exposición era maravillosa y no daba a lugar para aburrirse, mirase a donde mirase había algo interesante por descubrir.

Las elucubraciones de Anne sobre el paradero de Armitage captaron su atención momentáneamente, asintiendo a sus palabras. Admiraba al profesor, su paradero le preocupaba pero también sabía por sus libros que podía desaparecer durante semanas cuando se sumergía en una de sus investigaciones, aún así era algo extraño que se hubiera marchado a una semana de la inauguración.

-¿un objeto más que perteneció a Willy? - pregunto con extrañeza en la voz, toda aquella exposición pertenecía al pirata y su tesoro ¿como podía haber algo allí que no lo fuera?

No fueron necesarios más que unos pocos pasos hasta situarse delante del Doctor que su duda fue resuelta. Frente a ella, en forma de cuadro colgado en la pared, estaba el último tesoro de Willie el Tuerto. “El faro junto al mar”.

-Es impresionante, esto podría arrojar algo de luz sobre quien era realmente Willie el tuerto – su imaginación comenzó a volar en distintas direcciones -¿y si no había sido toda su vida un pirata? Podría haber sido Sir William, un joven aristócrata, amante de la pintura caído en desgracia teniendo que hacerse a la mar - fantaseo la escritora que llevaba dentro, comenzando a desarrollar distintas tramas de como Willy había terminado siendo el pirata que conocían.

Lex no pudo evitar acercarse más al cuatro hasta el límite que la seguridad del museo permitía, así como su corta estatura, observando las lineas de la pintura. Las pinceladas que daban formas al faro, las olas que estallaban a sus espaldas o la espuma que el mar embravecido creaba. En un instante inclino la cabeza hacía un lado, entrecerrando los ojos e inclinándose más hacia la pintura, como si algo hubiera captado su interés. Mientras lo hacía una teoría sobre el paradero del profesor Armitage se formaba en su cabeza, formulando una serie de preguntas que no tardo en lanzar al Doctor Armitage.

-Durante su restauración ¿sabe si el profesor Armitage solicito que se sometiera a este cuadro o al del infierno a alguna prueba en particular? - siguió mirando al cuadro, desviando solo un instante esta cuando percibió la cabeza de Patrick asomar a su lado

Ambos habían leído y visto suficientes aventuras de búsqueda de tesoros para saber que siempre hay que ver más allá de lo que uno tiene enfrente de sus narices.

-¿han utilizado los luz infrarroja o los rayos x para comprobar si hay algo más debajo de la pintura? - continuo preguntando sin dejar de observar la pintura al detalle recorriendo cada rincón varias veces

De ser así, de haber encontrado algo en aquel lienzo o en el del Infierno, podría haber sido la causa de la desaparición del profesor Armitage. ¿Y si él era su Chester Coperpot? Él había sido el primero en dar con los tuneles de Willy pero no había sido capaz de completar el camino. ¿Y si el lienzo era su mapa, su oportunidad para vivir una aventura como la de sus padres? Era esto. Esto es lo que ella y Patrick habían estado esperando toda su vida. Los Goonies volvían a la carga. Solo esperaba que no quedara todo en una mera fantasía momentánea.

Antes de que el doctor pueda responder, algunos de vosotros parece quedarse absorto mirando el cuadro. Parece increíble que Willy, uno de los piratas más crueles que ha existido, fuese capaz de crear una obra como aquella.

Pero entre todos vosotros, tres no podéis evitar mirar fijamente la luz del faro, como si os estuviese llamando. Lex, Sarah y Caleb se acercan al cuadro como si estuviesen hipnotizados, sin escuchar nada más.