Partida Rol por web

En cuanto el teléfono tocó la luz, desapareció en medio de un destello, aunque tu sorpresa fue ahogada por el sonido cada vez más cercano de los piratas, que estaban a pocos pasos.

-Ya los tenemos.

-¡Están ahí, están ahí!

¡Corred, salid de aquí! -gritó el profesor desde las escaleras, mientras intentaba retener a Willy empujándolo contra la barandilla. Sabía que no era mucho, pero no podía permitir que los cogieran.

No después de todo lo que habían pasado.

¡SADIEEEEEEE! ¡VEN CONMIGO!

La voz de Willy resonaba por todo el interior del faro, capaz de romper cada cristal y cada fragmento de aquel viejo edificio.

Sadie escuchó la voz de su padre y se echó a llorar.

-Lo siento mucho. Lo siento. Es el fin. Es el fin.

Cuando Scott acercó su móvil y éste desapareció le miré con un brillo en los ojos de que sabíamos lo que teníamos que hacer. La voz de Willy encolerizado retumbaba por todo el faro.

-Bueno...el que no arriesga no gana..-dije nervioso y asustado, no había tiempo y no había otra salida. Miré a Lex y con una sonrisa de circunstancias le guiñé un ojo asustado-Nos vemos al otro lado prima- alargué mi mano hacia el foco de luz y con los ojos entrecerrados esperé lo peor, pero si tocando el cuadro llegamos aquí...quizás tocando la luz volveríamos a nuestra época.

... Y Patrick desapareció en medio de un destello enorme, igual que había sucedido con el móvil.

- ¡Si! - Gritó Scott. - ¡Es por aquí!

No le dudó, se encaramó a la barandilla y de dispuso a saltar. Entonces se giró mirando a Sadie. ¿Qué iba a hacer ella? Sadie no pertenecía a su mundo, por lo que lo iba a tener muy complicado si decidía traspasar la frontera. Pero... Tampoco no podía quedarse allí. Su padre era un monstruo y vivir encerrada toda su vida...

- Sadie, ven conmigo... - Me dijo ofreciéndole la mano.

Tan pronto tocaste la luz, apareciste en el pasillo del museo, exactamente, al lado del cuadro del faro, que estaba colgado en la pared y que pudisteis ver aquella misma mañana, aunque pareciese que había pasado mucho más tiempo.

Como el cuadro estaba a cierta altura en la pared, caíste al suelo casi de rodillas, justo al lado del móvil que había desaparecido unos momentos antes.

Scott cogió la mano de Sadie y tocó la luz. Ambos desaparecieron en medio de un nuevo fulgor.

Patrick no se había levantado todavía cuando Scott y Sadie cayeron encima suya, en el pasillo del museo, justo delante del cuadro del faro.

Emiko vio como desaparecían Patrick, Scott y Sadie al tocar la luz y entendió a la perfección que allí estaba su tabla de salvación. A su espalda, las pisadas se hicieron más fuertes y no se entretuvo en mirar quién estaba asomándose por las escaleras, sino que agarró a Sarah y tocó la luz con una mano, desapareciendo al instante.

-¡Vamoosss! -exclamó al coger a Sarah.

-¡PATRICK!- no pudo evitar gritar y tratar de alcanzar a Patrick antes que desapareciera ante sus narices

Sabia que era la salida lógica tras ver el movil se Scott desaparecer, sin tiempo a reaccionar este ya estaba precipitandose con Sadie de la mano a la luz. Su garganta se habia secado y le costo tragar, agarro la mano de Anne.

-no me sueltes por favor - suplico a su amiga enredando sus de dedos con los de la capitana del equipo de baloncesto tratando de sonreir. Con la otra busco a Caleb agarrando la suya - Cal, mi valiente bro vamos a casa

El trio se fue acercando a la luz para volver a casa cuando los gritos del profesor llegaban a ellos.

- ¡profesor, tire a esos pestilenre piratas escaleras abajo y corra hacia la luz lo veremos en casa! - grito tratando de infundirse calor y confianza - y vosotra seguidnos ¡Allons-y!

Grito acercandose a la luz con los otros dos una vez que Acott y Sadie lo huberon hecho. 

Los siguientes en aparecer fueron Emiko y Sarah, que cayeron justo encima de Patrick, Scott y Sadie, como si aquello fuese un partido de rugby.

-¡Ay, ay! -exclamó alguien.

Sin tiempo para recuperarse, aparecieron Lex, Anne y Caleb sobre todos los demás, en el pasillo del museo, delante del cuadro del faro y encima de una maraña de pies y manos.

Cuando lograron medio enderezarse, todos vieron colgado el cuadro que les había traído hasta allí.

Apenas tuve tiempo de reaccionar. Cuando Lex me tomó de la mano, escuché aquella magnífica coletilla de mi protagonista favorito de Doctor Who y me dispuse a añadir:

-¡Allonz-y!

Para cuando terminé de decir aquella palabra, habíamos aparecido de nuevo en el pasillo del museo, frente al cuadro del faro, envueltos en una maraña de pies y brazos. Me incorporé de inmediato, ayudando a Lex a que también se levantara.

-Jodé, menudo viaje -comenté, alucinado por todo lo que habíamos vivido al otro lado del cuadro-. Pirataz, bichoz aladoz, trampaz, puentez levadizoz que ze caen, zerpientez marinaz, ¡incluzo el Kraken! Zolo noz ha faltado un Zygon y un par de Dalekz.

Entonces me percaté de un hecho fundamental en el que no había reparado instantes atrás. Estaban Lex, Patrick, Scott, Emiko, Anne, Sarah y Sadio, pero faltaba alguien...

-¡El profezor! -exclamé, señalando de nuevo al cuadro del faro-. ¡Él zigue ahí dentro! ¡Tenemoz que buzcar una forma de ayudarle a regrezar!

- ¡Ni se te ocurra, Caleb! - Dijo entonces Scott. - El profesor sabe cuidar de si mismo... Al fin y al cabo es como Gandalf... - Dijo bastante más en serio de lo que había sonado.

Regresar al faro era una locura. Tan solo les llevaría a encontrarse frente a Willy y sus piratas y puede que en esta ocasión no pudieran regresar. Les degollarían allí mismo y eso no era una buena idea. Además, si el profesor no había podido llegar ya por su propio pie igual... 

- Puede que ya esté muerto, Caleb... - Le dijo entristecido. - Quiso que escapáramos. Si no ha vuelto todavía es porqué... - Tragó saliva. - De hecho creo que deberíamos romper el cuadro. ¿Y si empiezan a salir piratas? - Scott estaba hecho un mar de dudas. No quería dejar en la estacada al profesor, pero era demasiado arriesgado.