¿Hay algún tipo de aparato electrónico que pueda modificar para causar furor y poder ganarme algún patrocinador?
Te sigue faltando calcular tus valores de combate. Iniciativa, esquiva y puntos de vida.
De acuerdo, ya está. ¿Alguna forma de conseguir patrocinadores? Lo digo porque en cuánto al carácter de mi personaje, no sería demasiado lógico ponerse a charlar, bailar o cantar.
Para eso era la tirada de dados que os he pedido. Aquí no podrás, pero en la Arena tendrás otras oportunidades.
Gretchen y Julian. Ganáis un punto de patrocinio. Los puntos de patrocinio permiten que, en cualquier momento de los Juegos, podáis disponer de algo que necesitéis, hasta cierto punto. Por ejemplo: pueden ser armas.
El resto no os preocupéis. En la Arena, vuestras heroicas acciones os pueden hacer ganar estos puntos.
—¡Una tipa rosa con un perro igual! ¡Lo que faltaba! —pensó para sus adentros Stupp al contemplar a Gretchen como una actriz sacada de una película de Tim Burton con una tía que la manoseaba y la hablaba, que bien podría ser familiar suyo de los lápices de colores Alpino descendiendo ambos.
Se acercó a ellas.
—¡Hola Helena Bonham Carter! Supongo que no me has visto venir —dijo a Gretchen todo con evidente ironía y continúo:— ¿Dónde está tu marido Tim Burton?
Era el centro de atención de ese pequeño grupo de gente que se encontraban a mi alrededor, me deleitaban con sus risas por mis ocurrencias y me premiaban con sus aplausos cuando les hablaba de mis hazañas; sabía cómo ganármelos y aprovechaba esto para mi beneficio. Sin embargo esto me parecía agotador, odiaba toda esa atención y aproveche la excusa de que se me acabó el trago para alejarme de esta multitud.
-Uff...- suspiro para mis adentros, y acerco mi copa para que el camarero la rellenara con ese reluciente licor, el cual era algo suave para mi gusto, pero lo justo para refrescar mi mente. Quería aprovechar estos segundos de soledad para disfrutar del trago, pero soy interrumpido de golpe cuando siento unas fuertes palmadas en mi espalda. Volteo la mirada, y me encuentro con un hombre de aspecto acaudalado, acompañado en brazos con una mujer hermosa. "-Tú eres mi elegido. He apostado por ti...-" me dice, con una sonrisa que denotaba la confianza que había puesto en mi "-Si en algún momento necesitas un poco de ayuda en la arena ... házmelo saber-". Tras que el hombre acabara de hablar, me dirijo a él en forma respetuosa y haciendo una leve reverencia con el rostro -Le prometo que no le decepcionaré, señor- en eso el hombre se aleja y me deja solo, nuevamente con mis pensamientos. Recordaba los años de entrenamiento en el distrito 4, los consejos y enseñanzas de mi entrenador que siempre decía que me harian falta, y el muy cabrón tenía razón; la arena no era el único campo de batalla para el que me había preparado y al parecer en esta había salido victorioso.
Otra vez divagando, con mi copa en mano, observo de reojo a la chica del distrito 7 y noto que había tenido la misma suerte que yo. No me sorprendía, era muy hermosa y rebosaba un aura con el que podía hacer que todo hombre la deseara y cualquier mujer la envidiara; aunque parecía un pez fuera del agua en ese lugar, a legua se notaba que este no era su ambiente y se veía algo nerviosa por la atención que recibía. Me mantuve al margen, no quería ponerla más nerviosa de lo que estaba, por lo que simplemente me quedé disfrutando del trago y, en el segundo que su mirada se encontró con la mía, levanté mi copa a modo de celebración por esta pequeña victoria que habíamos conseguido, en ese juego de risas falsas y engaños.
Sonrio ante ella cuando me dice lo de la alianza, luego acaricio su rostro y niego con mi cabeza. - No existen las alianzas sino los mismos ideales, no hare nada que pueda dañarte pero si puedo te ayudare en lo que sea necesario Gretchen. - Mis pasos seguían en la pista junto a ella y luego espere a que alguien le hablara.
- Eres buena tienes una persona que quiere ayudarte. - Mientras el baile seguía tan solo me gustaba estar con ella y sentirme unico a su lado. - Los demás no se hasta que punto nos darán una mano pero tenemos que intentarlo. - Luego sin mas termina la canción y aplaudí.
- Eres increible... - No pude seguir la frase porque no sabía que mas decir o pensar...
—¿Tú que eres negro, qué opinas de como voy vestido? —preguntó sin más.
—¿Pero cuántos años tienes? ¡Pareces una niñita de mamá! —preguntó y continúo:— El sueño Kawaii de un japonés entrado en edad.
-No se, depende si ese traje amarillo es solo un intento de humor- Tomó un sorbo de mi copa -Que hace que nadie te tome en serio- Esbozo una sonrisa de forma jocosa y le doy unas palmaditas en el hombro.
—¡Al menos tu traje es normal mira el mío! Pareces mayor incluso de edad —exclamó con cierta envidia sana.
Stupp vio a George comiendo de aquí para allá, sin duda alguna eso era de lo más inteligente que se podía hacer pensando para sus adentros y se acercó a él.
—¿De qué reformatorio te escapaste de pequeño? —preguntó en broma y continúo:— Con ese traje está claro que después de salir del reformatorio ingresaste en una banda criminal de la Cosa Nostra, por lo que ahora lo estrafalario es la ostentación de que no te falta nada que de pequeño no pudiste tener.
Stupp encontró en un determinado momento a Hiroshi en la fiesta nocturna.
—¿Qué opinas de tu vestimenta? —preguntó tal cual.
Por lo visto este jugador no ha intervenido en esta escena, me acabo de dar cuenta como se puede comprobar al escribir un mensaje a cada uno.
Aquella muchacha "salvaje" se paseaba por aquí y por allá con la cabeza agachada como si su padre le pegara todos los días.
—Bueno... te he visto aunque bajes la mirada —dijo tranquilamente.
Tras acabar mi trago, observo algo alejada de mí a la chica del distrito 12. En el momento que habíamos llegado a la mansión parecía algo intranquila y fuera de lugar, quería acercarme a ella pero no podía desaprovechar la oportunidad de conseguir un patrocinador. Ahora que se encontraba sola, me acerco a ella e intento entablar una conversación.
-Qué te parece todo esto- miro a la multitud y esbozo una sonrisa de decepción -Tan risueños e ignorantes. Y pensar que nosotros estamos para su mero placer- me encojo de hombros y vuelvo la mirada hacia ella -Soy Julian, del distrito 4-
Si quieres nos podemos ayudar en la arena. Claro, si ya no estas en una alianza.
Ella pasó por su lado y habló sin acercarse mucho ni mirarlo
- Has pensado lo de Gretchen? Solo podemos ser dos en... Eso que hablamos?-
- Yo a ti también - respondió mirándolo de arriba a abajo, aunque sus palabras no iban con sorna ni doble intención. Lo dijo con la convicción de que decía algo cierto