Partida Rol por web

Tras la negación de la estatua, intento esquivar su ataque, pero es tan rápido que me tira hacia atrás y choco contra la pared. Intento levantarme sin éxito, recupero el aire perdido y con una rodilla clavada en el suelo lanzo una mirada a mis compañeros como diciéndoles que no se me ocurre nada.

Al parecer, una magia muy poderosa poseía a la estatua. Uno a uno, mis compañeros estaban siendo golpeados por el poder que ésta poseía, mientras que a su vez, la estatua parecía sufrir con cada descarga.

Con temor, hablando bajito, decidí arriesgarme. -La muerte- y me preparé para lo que viniera.

 Tras la tímida respuesta de Lalaith, un grito de agonía (más que de negación) vuelve a inundar la estancia y los ojos de la estatua nuevamente sueltan un rayo que hiere a la elfa. Las grietas se hacen más profundas en la superficie de la estatua y uno de los hombros se resquebraja y caen unos pequeños cascotes.

El verso se repite otra vez, pero entrecortado en esta ocasión, debido a los gritos de angustia e histeria que surgen de la estatua. Realmente la situación os resulta bastante sobrecogedora, nunca antes habíais visto algo parecido. Este echo puede que este recuerdo quede grabado en lo más profundo de vuestras mentes...

 Veía como mis compañeros iban cayendo poco a poco y como la estatua iba acercandose a su fin, tras un buen rato en silencio, meditando los versos, creí encontrar la respuesta, con la cara iluminada dije alto y claro: ¡Debilidad!

Tras pronunciar la palabra, me quedé callado de nuevo, esperando angustiosamente que fuese la respuesta correcta.

 Un ensordecedor y estridente grito vuelve a daros la negativa ante la última respuesta. De los ojos de la estatua surge de nuevo otro rayo que impacta en Lacross y lo derriba como a sus compañeros anteriormente.

Cuando todos esperáis a que se vuelva a recitar el verso, observáis atónitos cómo de las grietas de la estatua surge una luz brillante, casi cegadora, y después de eso surge una tremenda explosión. La estatua se fragmenta en cientos de trocitos que salen despedidos a gran velocidad en todas direcciones, golpeándoos a todos. Por unos instantes quedáis ensordecidos debido al ruido de la explosión aunque al cabo de unos momentos se os pasa y veis como una nueva puerta se os abre...

De nuevo la voz de negación de la estatua, temiendo lo peor, veo como se termina de resquebrajar y que una fuerte luz sale de ella, entonces... una explosión. Mis tímpanos vibran fuertemente y algunas piedrecillas me golpean. Aunque el golpe no ha sido demasiado fuerte, me siento cansado.

Al darme cuenta de que se abre una puerta, me levanto mirando a mis compañeros.

-Veamos que nos espera detrás de esa puerta...

 Avanzáis hasta la siguiente estancia y al entrar os encontráis en una pequeña bodega con grandes toneles de licores, vino y cerveza y estanterías y botelleros por doquier. Del techo cuelgan jamones y embutidos varios y también hay unos cuantos arcones gigantes que tal vez contengan pescados en salazón, los olores son muy intensos e incitan a comer algo. Pero lo que más os llama la atención se encuentra en el centro de la estancia. Se trata de cuatro pilares de madera que van del suelo al techo, como formando un cuadrado, y en el centro de este puesto de pie hay un ataúd (también de madera). Unas cuantas antorchas puestas aquí y allí dan algo de luz a la estancia y al fondo descubrís unas escaleras que suben.

Me quedo algo sorprendido al ver la habitación, era más normal, dentro de lo que cabía, quitando ese ataúd. ¿Qué habría dentro? Quien sabe lo que hay dentro o si está vacío...

-¿Queréis ver lo que hay en el ataúd o subimos por esas escaleras?-pregunto al grupo.

No logramos descifrar el mensaje de la estatua, pero a pesar de ello, el camino no se nos había cerrado. Avancé junto a mis compañeros con recelo hasta alcanzar la siguiente habitación.

Por prevención, como venía haciendo anteriormente, corroboré si podía sentir una presencia mágica en el lugar.

-No te apresures Burlat. Vayamos con cuidado por si se nos presenta una nueva trampa- atenta, me quedé a la expectativa de ver si sentía algo o no

-Bien, parece que esta sala está limpia de conjuros. Igualmente deberíamos ir con cuidado por si encontramos alguna otra trampa- la elfa comenzó a caminar con cuidado por el lugar, observando para todos lados.

-En cuanto a tu pregunta Burlat, yo deseo salir cuanto antes de aquí, pero aún nos falta la última moneda y es muy probable que esté escondida aquí mismo. Así que no quedará otra que registrar la habitación y de ser necesario, el ataud también.

 Quizas fuera el aturdimiento de la maldita estatua de antes pero kraull estaba algo en otro mundo, y al caminar apoya una mano en el hombro de  Lalaith y sonrie levemente.

-Pues si tan segura estas busquemos, y salgamos de este lugar, cada vez parece mas pequeño

En realidad cualquier sitio le parecia pequeño al enorme paladin, ya que su estatura era mas bien anormal para la gente normal. Y los sitios no estaban echos para él y siempre estaba incomodo en todo lugar, excepto en un gran castillo o fortaleza.

Kraull busca con cuidado por cada recdo de la habitacion..Intentado no tentar su sed o hambre....pero piensa que quizas la moneda estuviera dentro del ataud....tendria que abrirlo....Se acerca a él y busca algo para abrirlo.

 Creo que teneis razón, vamos a buscar en la estancia. Dice Alexander adentrándose en el bodegón y observando cada rincón de manera superficial sin hallar nada interesante.

-Tranquila, Lalaith, no tenía pensado precipitarme.-le contesto a la joven elfa y luego me acerco lentamente a los grandes arcones buscando algo que logre captar mi atención.