Partida Rol por web

Una vez al lado de la palanca, la jalo despreocupadamente, mirando a mis compañeros, que parecían sorprendidos, con mirada que decía algo así como "se los dije",

ven, que no os pasará nada digo al tiempo que baja la palanca

 Alexander acciona la palanca y escucháis el sonido de un mecanismo que se pone en marcha. La piedra de la izquierda se mueve unos metros hasta taponar justo uno de los dos agujeros.

Ponganse al lado de la piedra amigos, cuando jale denuevo la palanca, se moverá a la siguiente avertura, evitando que salga algo dañino- Digo totalmente convencido, como si conociera el mecanismo, aunque en realidad no lo sé en lo más mínimo

 -Alexander no hables cuando no sabes por favor, y no arriesgues la vida de tus compañeros por hacerte el importante, si veis bien en la pared izquierda hay dos pequeños agujeros, separados entre si y a la misma altura, y alrededor de ambos agujeros hay marcas de hollín. Y en la roca está sobre una pequeña plataforma encima de dos rieles. Fijaos...

Dijo el paladin din moverse un apice de su lugar, con los brazos cruzados en su pecho, mirando lo que acababa de decir. Siguiendo el recorrido con sus ojos.

-Asique la proxima vez, elfo, no hables si no puedes mejorar el silencio.

 - Cada dia me cae peor este elfo, ¿Pero que se creera el sabiondo? Bah! en algun momento si las pruebas no le matan, lo apuntalaré con mi mandoble

Pensaba el paladin, sopesando la idea y sonriendo para sí. Disfrutaria desollando a aquel ser. Gritaria?o se morderia la lengua? si era lo segundo, le encantaria ver como él mismo se la arranca con sus propios dientes de apretar de dolor.

Los pensamientos del paladin eran cada vez mas oscuros. deseaba la muerte de aquellos que intefierieran en su camino...no demasiado diferente a cuando llegó, pero se dijo a sí mismo que se controlaria, pero aquel elfo le sacaba de sus casillas, y Kraull enfadado..no era bueno para los que estaban a su alrededor.,

Sí, la roca se mueve al accionar esta palanca, tapando el agujero, que dices que tiene ollin por lo que podría salir fuego, entonces si están al lado de la roca, por más de que salga fuego, dará en la roca, no en ustedes, no pretendo ser importante, solo ayudar.-

Cuando Alex accionó la palanca no pude evitar llevarme una mano a la frente. El elfo era demasiado impulsivo, tanto que parecía más joven que yo aún. En cualquier momento le pasa algo grave. Al ver que inmediatamente después de jalar de la palanca no había ocurrido nada, Alex siguió en sus trece. Iba a advertirle que mejor estudiemos un poco más el mecanismo, cuando el paladín se me adelantó, gracias a la Diosa.

-Opino igual que Kraull. Alex, no sabemos que consecuencias puede traernos volver a jalar de la palanca. Esta gente no nos pondrá las cosas fáciles. Debemos demostrar que somos "aptos" para ingresar al culto- no me fiaba de lo inocente que parecía la habitación, aunque a decir verdad, yo no hubiera notado nada raro. Simplemente me estaba dejando llevar por el sentido común. -¿Por qué no intentamos alcanzar el cofre directamente? Tal vez, la siguiente moneda se encuentre allí, como en la habitación anterior.

 Mientras Alexander, Kraull y Lalaith decidían qué hacer a continuación, la puerta que tenían detrás de ellos (por la que habían accedido a esta sala) se cerró pesadamente, dejándolos atrapados en la sala, junto a Lacross y Burlat que permanecían expectantes...

 ¿No te das cuenta Alexander? Es lo que te he di-dicho antes, Somos un gru-grupo, haznos caso, no juegues con nuestras vidas como si no impor-por-portasen na-nada. Estoy empezando a cansarme de tu comportamiento, no tienes que impresionarnos sino tenernos en cu-cuenta.- sentía una mezcla de enfado y vergüenza por mi comportamiento, pero el enfado me sobrepasaba, como podía ser tan descerebrado, nos podría condenar a todos y no se daba cuenta, ¿por qué no escuchaba a sus compañeros

¿y si intentamos ta-ta-taponar de alguna forma los agu-gujeros para tener algo de seguridad?

Perdón... solo es que lo veía muy claro... bueno si piensan que debe ser de otra manera.. pues digan y yo me arriesgo a probarla.. no deseo arriesgar de ninguna forma sus vidas, solo es que cuando veo algo, hay un calor que sube por mi cuello.. no puedo refrenar mi impulso... bueno digan ustedes qué hacer, yo los sigo

Digo tratando de sonreir, aunque visiblemente herido en mi amor propio

Mientras todavía intentábamos decidir que hacer, la puerta que se había abierto para acceder a esa cámara, se cerró de golpe, dejándonos encerrados. No sabía si el accionamiento de la palanca por parte de Alex tenía algo que ver, pero ya no había vuelta atrás.

Como los demás estaban dudando en como continuar, me adentré en la habitación, mirando el piso por si veía otra de esas trampas que se accionaban al pisarlas, mientras me dirigía hacia el baúl. Después de todo, parecía lógico que la siguiente moneda se hallara allí.

Con cuidado, al alcanzar el cofre, comencé a examinarlo por todos lados, sin tocarlo todavía. Tal vez hubiera algo que se pudiera detectar a simple vista.*

Luego de este detenido examen, también hice una corroboración en busca de magia. Tal vez la trampa fuera de otro estilo esta vez.**

Kraull no dejaria que Lalaith fuera sola, por lo que con cuidado va tras ella cuando la ve moverse. Y se dirige hacia el lugar, observando lo que ella hacia, y buscando quizas algo, como una palanca, un accionador de alguna trampa en el cofre. Nunca sabias con que podrian saltarte aquellos que ahora eran sus anfitriones, y que quizas los estuvieran viendo.

-Ten cuidado Lalaith, mucho cuidado

No dijo nada a lo que Alex habia dicho, no permitia una actitud asi, y las disculpas eran algo que él veia algo raro, extraño...

 Lalaith y Kraull se acercan cuidadosamente hacia el cofre que se encuentra en el fondo de la habitación. Al pasar por delante del segundo agujero, el que no estaba taponado por la piedra gigante, una ráfaga de fuego sale despedida, hiriéndolos a ambos (14 puntos de daño a cada uno) por lo que se ven obligados a retroceder unos metros. El calor de las llamas es muy sofocante y el chorro de fuego no se detiene en ningún momento, por lo que les corta el paso hasta el cofre.

Miro preocupado a Lalaith, y aunque me río por Kraull, trato de mostrarme preocupado por ambos, aunque realmente esto fue una pequeña reivindicación a mi orgullo, ya que al parecer por el agujero tapado por la piedra, no salió fuego.

Igualmente decido no hablar, ya perdí muchos puntos con el grupo...

 Kraull ve llegar la enorme lengua de fuego y protege su cabeza con sus brazos, pero aun asi, el fuego habia llegado a él produciendole algunas heridas.

Mira a Lalaith.

-Lalaith ¿estas bien?

Dijo acercandose a ella. No sabia porque estaba preocupandose tanto por ella. Por lo que al darse cuenta de ello no llega a tocarla y se yergue cuan alto era y con ruda voz y grave como un eco en una cueva continuó.

-Levantate, no tenemos todo el dia para estar tirados en el suelo

 Parece ser que nuestro amigo Alexander tenía razón esta vez - digo al ver la escena que se acababa de producir - La palanca tiene pinta de ser lo que acciona el mecanismo que mueve la piedra. Seguramente si la pulsamos otra vez, la piedra se moverá y bloqueará el fuego. Eso nos dejará via libre para llegar al cofre. digo señalando la palanca y haciendo un ademán con la mano para que Lacross o Alexander la vuelvan a pulsar, ya que Kraull y Lalaith están algo más lejos.

 -La-lalaith, Kraull, ¿estais bien? Vaya, parece ser que por una vez Alexander te-te-tenia razón.

Alexander, ¿serías tan amable de usar la palanca para que deje de sa-salir el fuego?

Tras hablarle a Alexander, me giro hacia Lalaith, que había recibido más golpes que los demás y entono un hechizo de curación:
¡Curación!- a partir de mis manos salió una estela verde que embolvió a la elfa sanando sus heridas.- Espero que esto te a-a-ayude- mis mejillas se sonrojaron.