Partida Rol por web

 Kraull descarga su mandoble con todas sus fuerzas y destroza la parte superior del cofre. Astillas y pequeños trozos de madera salen despedidos en todas direcciones debido al tremendo golpe. En su interior se encuentra una moneda dorada.

 Kraull lleva el mandoble a su hombro y sonrie ante la proeza. 

- Hice el trabajo duro, ahora revanaros la cabeza para saber que es esa moneda.

Dijo el paladin mientras intentaba ver la moneda, tambien tenia su curiosidad, y quizas pudiera saber de que era. Aunque ese trabajo seria mejor para sus compañeros que para él. No era demasiado inteligente para algunas cosas.

Permanecí a un costado mientras los demás se afanaban en intentar abrir el cofre. El golpe producto de la explosión me habían dejado sin energía y temía que si intentaba forzar el mismo con la magia, todo podría haber concluido en desastre.

Mientras Lacross hacía su intento, el sabio monje se acercó hasta mí. Posando sus manos cerca de mi cabeza, comenzó a entonar un ritual, acompañándolo con suaves gestos y poco a poco un calor reconfortante me recorrió al completo. No sé cómo funcionaba el hechizo, pero pude sentir como parte de mis fuerzas volvían a mí, borrando magullones y llevándose el dolor más fuerte.

-Gracias Burlat, me has hecho un gran favor.

Luego de agradecer al monje, caminé por las baldosas que había señalado el paladín, para llegar justo a tiempo a ver cómo el grandote abría el baúl. Me asomé para ver el contenido y sólo una moneda se encontraba en el fondo.

-Hey! al parecer hemos encontrado la primera de las monedas que componen la prueba. ¿Quién se anima a tomarla? Lo siento chicos, pero no quiero otra sacudida- agrego con tono de broma, pero realmente no me quiero arriesgar a que nuevamente, haya otra trampa en el cofre.

No creo que pase nada, se supone que la tomemos... digo confiadamente a la vez que me hagacho y tomo la moneda..

Solo faltan 3..

 Al recoger Alexander la moneda sufre una pequeña descarga eléctrica que recorre su brazo, erizando todos los pelos de su piel y le hace 4 puntos de daño. Nada más levantar la moneda, no solo activa la mini trampa sino que también escucháis ruido de engranajes girando y la puerta que tenéis delante se abre pesadamente. También observáis que las baldosas que antes estaban un poco más levantadas, ahora están todas a ras del suelo, lo que indica que podéis caminar por la sala sin ningún problema.

La puerta que se acaba de abrir da paso a otra sala. Ésta es rectangular, algo más ancha que la que dejáis atrás pero igual de profunda. A vuestra izquierda podéis ver una piedra de unos dos metros de ancho y que llega casi hasta el techo. A mano derecha encontráis una palanca grande y un par de metros más allá otra puerta cerrada a cal y canto. Y por último, en el fondo de la sala se encuentra otro cofre. 

 ¿E-estás bien Alexander? No puedes ser tan im-im-impulsivo, so-somos un grupo, deberías consultar con nosotros antes.

El ladrón como siempre actuaba por su cuenta, era el único que no terminaba de adaptarse al grupo, hasta Kraull parecía más integrado que él. Me preocupaba mucho su actitud, ésto había sido otra advertencia más, pero si seguía así podría hasta costarle la vida.

si, ...sí estoy bien, fue solo un cosquilleo, perdón supongo que debería actuar con más cautela, es que me cuesta refrenarme.... Al ver la sala a la que obtenemos acceso, dudo más que antes...

Supongo que ahora hay otra trampa... a alguien se le ocurre algo? digo, mientras observo atentamente el entorno

-Puf, menos mal que no fue nada Alex... pero viste que por algo yo desconfié- agregué con un tono de humor en la voz. No porque me alegrara de que le hubiera pasado algo a Alex si no porque la situación había resultado un tanto graciosa. A pesar de las circunstancias, me encontraba más relajada que al principio.

-Bien, sugiero que por las dudas aún no toquemos la palanca esa. Supongo que podremos entrar... no creo que hayan usado la misma trampa que en la habitación anterior. Igualmente, mejor es dar un vistazo antes de meternos a la carrera.

Me asomé al interior de la nueva estancia pero no encontré nada raro. Antes de entrar miré a mis compañeros haciéndoles un gesto por si alguien más quería inspeccionar. Si no, entraría sin dilación.

 Con cuidado me asomo a la estancia, con la esperanza de encontrar alguna pista sobre las posibles trampas, pero soy incapaz de encontrar nada raro, la estancia parecía mucho más normal que la anteriormente visitada.

 A pesar de ser famosos por sus sentidos agudizados, ninguno de los tres elfos percibe rastro alguno de peligro en la nueva sala a la que accedéis. ¿Qué hacéis a continuación?

 El paladin entra con pies de plomo en la sala, y se queda quieto en la puerta, observando cada rincon, cada pared y el mismo suelo para ver si encuentra algun rastro de algo perjudicial para ellos.

 Kraull observa atentamente y se fija que en la pared izquierda hay dos pequeños agujeros, separados entre si unos 3 metros y a la misma altura, y alrededor de ambos agujeros hay marcas de hollín. También descubre que la roca está sobre una pequeña plataforma encima de dos rieles.

Viendo que en la escena no había ningún peligro, entro tranquilamente, en dirección a la palanca, diciendo:

Lo anterior fue para asustar a los débiles, pero aquí no hay nada, no se preocupen amigos, no hay peligro..

Camino totalmente convencido de que no hay peligro, a paso rápido

 Alexander se acerca a la palanca sin que ocurra nada.