Partida Rol por web

Los que ya no se demoran

Capítulo 1: La linde del bosque

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24/01/2023, 04:43
Director

La linde del bosque

Cualquier viajero inteligente que se hubiera granjeado la amistad del gran señor de las tierras de la tribu de hombres que llevaban su nombre, el gran oso Beorn, sabía que no debía abusar demasiado de ella si no quería correr el riesgo de perderla. Y es que a Beorn no le gustaban nada las visitas. O mejor dicho, no le gustaban nada aquellos gorrones que se aprovechaban de su hospitalidad y estiraban la cuerda más de la cuenta. Por tanto, tras la primera mirada suspicaz en el desayuno, uno sabía que era hora de coger el sombrero y poner un pie en el camino de nuevo. 

Tras una serie de gestas que les valieron grajearse la amistad de Beorn, entre las que se encontraban evitar el saqueo de Vado de Piedra a manos de Valter el Sanguinario y sus bandidos, convencer al fugitivo Odorico de someterse a la justicia impartida en la Carroca, y recuperar la espada de Merovech junto a una gran suma de monedas de plata, el grupo había recibido una invitación indefinida en casa de Beorn, que por supuesto incluía unos magníficos desayunos a base de pasteles de miel horneados dos veces. Pero tras un par de semanas disfrutando de la hospitalidad del viejo Beorn, todos los miembros del grupo sintieron que era la hora de partir. Y ya que se encontraban ociosos, se propusieron viajar al Salón del Bosque para pasar unos días en compañía de los hombres del bosque amigos y parientes de Welf antes de disgregarse para pasar el invierno con sus respectivas gentes. Eso sí, Beorn, que no daba puntada sin hilo, les dijo tres cosas en la mañana en la que le comunicaron su decisión de partir. La primera de ellas fue que contaban con su amistad eterna y que podrían regresar a la casa de Beorn cuando quisieran —siempre, claro está, que fueran inteligentes y espaciaran las visitas el suficiente tiempo—, la segunda de las cosas que Beorn les dijo fue que podían llenar sus bolsas de viaje de provisiones en la despensa, y la tercera de ellas fue una petición. Y es que Beorn a oídos de Beorn habían llegado noticias perturbadoras. En los límites de su tierra, allí donde comenzaba el gran bosque Negro, volvían a encontrarse rastros de trasgos tras casi cinco años de relativa paz y calma. Ahora, los orcos y otras viles criaturas se atrevían a ir más lejos de las infestas madrigueras en las que se escondían para atravesar las lindes del bosque y campar a sus anchas por las praderas del Anduin. También, al parecer, los orcos de las montañas se atrevían a descender y cruzar campantes sus dominios hacia el bosque. Algo se estaba urdiendo, tejiéndose en secreto como finas hebras de telaraña entre las ramas. Beorn les pidió que, ya que sus pasos se dirigían al Salón del Bosque, investigasen la linde cercana al camino del Bosque Viejo por si hubiera rastros de los orcos mientras sus beórnidas patrullaban otras zonas. 

Y así comenzaron un nuevo viaje, con las mochilas cargadas de provisiones y la panza llena. Justo como deben comenzar los viajes. Uno de los sabuesos de Beorn, parecido a aquel que custodiaba la Posada Oriental, les seguía de cerca e incluso a veces caminaba junto a ellos y se dejaba acariciar la gruesa cabezota. Caminaron con calma durante algunos días, agradeciendo la ausencia del marcial ritmo que Ainar les impuso no muchas jornadas atrás, bordeando la linde del bosque Negro durante un buen trecho, hasta que una mañana encontraron una desoladora imagen: árboles jóvenes, apenas unos retoños, abatidos con viles espadazos sin ninguna otra razón que la malicia destructiva, sin siquiera aprovechar su madera. 

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25/01/2023, 03:58
Director

La linde del bosque

Irimë, de la casa del heroico Gil-Galad, era una de las damas elfas más respetadas de la corte del rey Thranduil. Aunque a diferencia de la mayoría de los elfos que moraban en el bosque Negro pertenecía a la rama de los noldor. La mayoría de los elfos de Rhovanion eran silvanos, a excepción de la Familia Real, que estaba compuesta por elfos sindar. Pero Irimë era la joya en la corte del Rey, quien más resplandecía y mayor admiración levantaba entre todos los presentes. Los noldor eran los Altos Elfos, aquellos que habían visto la luz de los dos árboles y recibido sus más grandes dones, eran quienes acumulaban más conocimiento. Irimë era, además, pariente de la casa gobernante del reino de Lindon y se decía de ella que había sido quien tejió la tela de reluciente estandarte de Gil-Galad. Viajó al este con Thranduil después de la Guerra dela Última Alianza entre elfos y hombres, cuando se derrotó a Sauron y se puso fin a la Segunda Edad, y durante aquellos casi tres milenios permaneció en los Salones del Rey Elfo aportando su luz. 

Pero bien sabía Qildor, amigo personal de la dama Irimë, que durante los últimos siglos se había cansado del mundo de los mortales y, como muchos noldor antes que ella, sentía que su corazón se volvía cada vez más hacia el reino de Valinor, en el extremo Occidente, más allá del mar, en Aman, más conocido como las Tierras Imperecederas. Allí vivían en aquellos días la gran mayoría de los noldor, con excepción de unos pocos que todavía se resistían a partir, al menos mientras no se garantizara la paz en la Tierra Media. Qildor era uno de aquellos noldor que se resistían a partir, pero sabía que aunque sus palabras para convencerla eran enérgicas y las pronunciaba con pasión, Irimë tenía tomada su decisión desde muchísimos años atrás. Qildor era consciente de que cuando ella buscara el solaz de los Puertos Grises, la Tierra Media quedaría por siempre disminuida. 

Ahora no le quedaba más remedio que acompañarla, intentando gastar sus últimos comodines por el camino para convencerla de que resistiera un poco más. Al menos la escoltaría hasta el Paso Alto, en las Montañas Nubladas, donde una comitiva de Elrond se encargaría de garantizar su seguridad de allí en adelante. El Rey Thranduil había dispuesto una escolta considerable, con su propio hijo, el príncipe Legolas, al mando, y entre la que también se encontraba el antiguo sumiller del Rey, Galion, quien había caído en desgracia tras cierto incidente con unos enanos que escaparon de las estancias del Rey. 

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25/01/2023, 09:06
Vanwa

Vanwa partía feliz. No ya feliz por tener el aprecio (quizás amistad era una palabra excesiva) del Gran Oso. Había intentado conseguir la famosa receta de los pastelitos de miel, pero a pesar (o justamente por eso) de su insistencia, no había logrado saber los entresijos de tan deliciosa receta. Por fortuna había olvidado rápido esa decepción entablando conversación y amistad con los muchos animales vecinos de Beorn. Eran animales extremadamente listos. Mucho mejor conversadores que los rústicos humanos que habitaban por la zona.

Cuando llegó la hora de partir, lo hizo contento, sin pensar demasiado en lo pasado. las graves noticias sobre orcos bajando por el Anduin le preocupaban, pero rápido olvidaba tan funestos pensamientos. La mente del elfo era tan volátil y cambiante como una abeja que va de flor en flor, en busca del preciado néctar.

Habían pasado unas jornadas apacibles cuando vieron los retoños machacados. Corrió el elfo hacia ellos, de la misma manera que había ido si en lugar de árboles hubieran sido cachorros humanos.

- Oh! Decidme quien os ha hecho esto, criaturitas...- Murmuró, derramando agua a los pies de ellos, mientras los sujetaba con tremenda delicadeza.- Hemos de evitar que esto se repita, queridos...- añadió, entre susurros. 

Tenía todo el aspecto de obra de orcos, pero después de las precipitadas suposiciones con los asesinos de Merovech, que tomó a humanos por orcos, prefería ser más cauto en sus juicios.

 

 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tomaaaa!!! gandalf y un 6. Solo primer avance, pero que se note que sé como tratar a nustra amiga Naturaleza.

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25/01/2023, 18:37
Welf Ramaverde

Welf estaba impaciente por volver a ver a su gente y a la vez nervioso porque había comprendido que su idea inicial de unir a todos los pueblos alrededor del Anduin contra la Sombra que empezaba a ganar espacio era una tarea demasiado grande.

Gente como Valter era la demostración de la maldad de los humanos y había mucha gente luchando por el trabajo de los demás, o más bien por sus beneficios sin tener que sudar para lograrlos.

Por si fuera poco volvía el miedo a los trasgos y orcos que ya dejaban rastros de su malicia, porque nadie más podía haber hecho daño semejante, dolor por dolor.

Bueno, la misión de Beorn acaba de convertirse en algo personal.

 

Notas de juego

Uso Saber de la Sombra para intentar distinguir algún rasgo en los cortes de las armas de los orcos o trasgos

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25/01/2023, 19:35
Baldbrand

El tiempo de estancia en casa de Beorn fue como un regalo para el joven Baldbrand. De forma discreta, buscó algún rato para hablar con el Gran Oso en algún momento pero, sobretodo, terminó por desentrañar el secreto de los pasteles de miel horneados dos veces. Mucho tiempo había intentado realizar aquel prodigio gastronómico y no perdió la oportunidad de aprender de la misma fuente.

No obstante, todo aquello se ensombreció cuando aquellas malas nuevas sobre trasgos y orcos llegaron a sus oídos. Sentimientos de furia e ira se acumularon en su estómago pues aquellas bestias, no sólo suponían una amenaza para todos, sino que él mismo se había jurado acabar con aquellas criaturas que hacía un tiempo, acabaran con la vida de sus queridos familiares.

Por ello, Baldbrand estaba más que dispuesto a acompañar a sus nuevos compañeros en aquel viaje a tierras de los Hombres del Bosque, más si contaba con la aprobación del Gran Oso. Ahora que había probado el sabor de los viajes en tan curiosa compañía, volver a sus quehaceres patrullando el Vado de la Carroca y su aldea le parecían algo sin interés.

Poniendo sus nuevos conocimientos culinarios al servicio de la variopinta compañía, Baldbrand preparó unos exquisitos Pastelitos de miel. El dulce olor se colaba por el olfato y casi podía valerse uno mismo para alimentarse. Esa, al parecer, era la prueba de que estaban bien hechos, según el propio Beorn, haciendo real aquel dicho de "huelen que alimentan".

 

Marcharon de la Casa de Beorn y, tras unos días de viaje, se encontraron aquella escena desoladora. Como no podía ser de otra forma, Vanwa se lanzó hacia los árboles como si fueran espíritus hermanos. No era una persona que desdeñara las plantas o los animales... más bien al contrario. Beorn y sus enseñanzas hacían que los respetara y amara... pero verlos como iguales le parecía cuando menos raro.

Lo que si era evidente es que aquel signo de crueldad podía ser obra de los malditos trasgos u orcos. No pudo evitar coger su gran hacha mientras asentía a las palabras de Welf.

-Estoy de acuerdo. -comentó de forma ruda y honesta, como él era.

Dicho aquello, se puso a buscar algún rastro o prueba de la presencia maligna, casi de forma obsesiva... 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues nada, Baldbrand se recrea en sus malas predicciones y no ve ná.

Espero que todo lo que he puesto de los pastelitos sirva para algo :-P

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25/01/2023, 22:33
Miriel

Tras pasar varios días en casa de Beorn la elfa comenzaba a disculpar los malos modos y suspicacias de Beorn cuando trajeron el cuerpo de Merovech, aunque no a olvidar pues la memoria de los elfos es larga.

Miriel comenzó el viaje con una sonrisa en el corazón por ver la excitación de Welf al regresar al hogar. Ella misma se alegraba de volver a ver a tantas personas que conocía de tantas visitas. A la mayoría de ellas las había visto nacer y crecer hasta convertirse en los niños, adultos y ancianos que eran ahora. Por un tiempo las noticias perturbadoras que Beorn les había compartido y el encargo que les había realizado  no pesaron en su corazón, pero cuando vio los retoños abatidos por el mero placer de causar daño recordó las palabras de aquellos trasgos bajo la montaña.

Se rumorea que el Rey del Patíbulo se está haciendo fuerte en el bosque.

Cada vez le preocupaba más que aquello no fuera un mero rumor o habladurías de trasgos.

Se fijó en las huellas, en el tipo de cortes realizados, hacia donde habían caído los troncos, y luego meditó. Este era la linde de su hogar, el Bosque Negro, y si alguno de los presentes podía encajar la pieza en el puzle global de la situación, era ella.

¿De dónde pudieron venir? ¿A dónde podrían ir?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gran Éxito + Rasgo para el primer avance, ¡oh, Fortuna! XD

Uso Saber y mis conocimientos del Bosque Negro para analizar la situación, dónde estamos, hacia donde pueden dirigirse las huellas o rastro que encontremos,… Por aportar otra información diferente a la que pueda aportar Welf.

Si consideras que sería más adecuado primero hacer una inspección a fondo de la zona, toma la tirada como Alerta + Buena Vista (que será mi siguiente acción, así que me da lo mismo intercambiar una por otra xD).

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26/01/2023, 12:10
Ainar, hijo de Ai

Ainar disfrutó la estadía como huéspedes de Beorn. Había comida, bebida, y uno podía entrenar tranquilo. Hasta ayudó con la reparación de algunas armas. Por momentos se lo veía ensimismado, y otras acariciando a Munin mientras observaba le floresta. Aunque no perdía momento para reprocharle a Vanwa que hubiera perdido su atizador de acero negro.

-¿Acaso no sabías que era una de mis primeras herramientas? ¿Que la hice yo con mi sudor, mi martillo y mi voluntad?- le decía cada tanto.

No había caso, por más que había intentado buscarlo, obviamente no lo había encontrado. Cualquier vagabundo hubiera matado por un atizador como ése.

-Por suerte no perdiste a Munin- le dijo una vez, aunque el cuervo casi había salido en defensa del elfo.

Pero eran más picas que verdadero enojo. Lamentaba haberlo perdido, pero ahora no podía hacer algo para recuperarlo. Además, las noticias de Beorn acaparaban mayor atención. Sí, los indicios que habían ido encontrando mostraban actividad anormal. ¿Tan rápido se recuperaban esas criaturas?

Lo que sí sabía era que, luego de un viaje tan tranquilo hasta las tierras de los familiares de Welf, y luego en la búsqueda de rastros, la adrenalina de ir encontrando indicios que los lleven hacia donde están los orcos, al enano lo entusiasmó.

Se quedó un momento parado, sorprendido y casi con gracia ante la reacción de Vanwa. Welf, Miriel y Balbrand no se quedaban atrás, así que revoleó los ojos y miró a Munin.

-Vuela y dime si ves algún orco o trasgo, o campamento- le dijo el enano, para luego ponerse a investigar la zona.

...son árboles, tampoco es para tanto... pensaba el enano.

¿Por qué harían eso? ¿Era marcar un rastro o simple maldad inútil? ¿Es que no les importaba que los encontraran? ¿O era su intención? Esas eran preguntas interesantes...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ya que por Tieso como un enano le sumo mi puntuación de Sombra a las tiradas de habilidades comunes (excepto las de Costumbres), le resto esa puntuación (hoy 1) a la dificultad.

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26/01/2023, 15:00
Qildor Qinorin

Quildor empezaba a darse por vencido. Precisamente por su antigua y duradera amistad con la dama Irimë, sabía que había poco que podía hacer o decir para hacerle cambiar de parecer. Respetaba, no obstante, la decisión de su vieja amiga. Sabía que tenía sus motivos y la edad le había dado la empatía suficiente como para comprenderla. 

Pero él no era de los que se rendían fácilmente. Había visto cosas horribles a lo largo de su vida y jamás había dado el brazo a torcer. No pensaba volver a su hogar hasta que no hubiese hecho todo lo que estaba en su mano para erradicar los últimos estertores de sombra que quedaban.

Encontrarse con los elfos del Bosque negro era algo que llevaba tiempo deseando hacer y la tarea de escoltar a la dama era la excusa perfecta. Ardía en deseos de saber más acerca de las aventuras de los fugitivos que habían logrado huir de los dominios del rey Thranduil. Había oído historias sobre aquella peculiar compañía liderada por Mithrandir y un antiguo rey enano que pretendía recuperar su trono de las garras de un enorme dragón. Él mismo había combatido en la Batalla de los cinco ejércitos cuando supo que la sombra se estaba reuniendo en torno a Erebor.

Aunque sabía que el tema era algo delicado para uno de los miembros de la escolta, no pudo resistirse a preguntar.

Dígame, príncipe Legolas, ¿qué sabe del grupo de enanos, amigos de Mithrandir, que huyeron del Bosque negro metidos en barriles? 

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27/01/2023, 04:43
Director

Orcos. No había duda alguna de que aquello era obra de esas viles criaturas que destruían por pura maldad todo cuanto dejaban a su paso. Las plantas que rodeaban a los árboles abatidos se lo confesaron con tristeza a Vanwa. Welf lo pudo saber por el estilo del corte que las hojas de los orcos habían dejado en la madera, hojas dentadas y mal afiladas como las que ellos usaban. Ainar se lo pudo imaginar por la maldad gratuita que destilaba aquel acto. Y Miriel investigó los alrededores en busca de más pistas. 

Se encontraban cerca del Camino del Bosque Viejo por donde los informantes de Beorn habían dicho que se encontraban los orcos. Las huellas de aquellas alimañas venían del sur y se dirigían al corazón del bosque Negro, internándose en dirección noreste, aplastando arbustos y pisoteando el monte con sus gruesas botas. Debía ser un grupo bastante numeroso a juzgar por el rastro que dejaron al pasar por allí. Miriel se imaginó distintas posibilidades: que vinieran de las zonas más meridionales del bosque, donde se decía que la Sombra era fuerte y tenía profundas raíces o que descendiendo de las Montañas Nubladas hubieran cruzado el río por algún vado más al sur y estuvieran remontando al amparo de la linde del bosque con retorcidas intenciones.  

Notas de juego

Punto de avance para Vanwa en Costumbres, para Welf y Miriel en Vocación, y Ainar en percepción.

Teneís 7 puntos de comunidad gracias a Bald. ;) De momento 6, hasta que os reuniáis con Qildor. 

Si os adentráis en el bosque haced una tirada de Percepción, dificultad 18. 

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27/01/2023, 05:43
Legolas

Galion, al escuchar la pregunta sobre los enanos que le habían deshonrado y por culpa de los cuáles ahora tenía que vagar por el bosque lejos de sus queridos barriles en la bodega del Rey, agachó la cabeza avergonzado y se azuzó a los exploradores para adelantarse con ellos en busca de posibles peligros. No vendría tampoco mal aquello, caminaban ya lejos de la influencia del Rey Thranduil en el bosque Negro, donde había mayores peligros y donde últimamente empezaban a avistarse gran número de orcos, acercándose a las cifras previas a la batalla de cinco años atrás que había mermado su número considerablemente. Pero Legolas mostró una sonrisilla en su fino rostro y contestó las palabras del noldo. 

El enano que los comandaba pereció en la Batalla de los Cinco Ejércitos. Ahora un pariente suyo reina en sus salones. Parece algo más razonable que su predecesor, pero no debemos olvidarnos que es un enano —dijo el príncipe sin poder disimular su desprecio por el pueblo de Durin—. Varios miembros de su compañía también perecieron en la batalla, los que quedaron vivos todavía sirven en Erebor o en los asentamientos enanos de alrededor. Supongo que disfrutaran su parte del botín. 

Se acercaban a la linde del bosque, pronto saldrían a las tierras de los beórnidas y podrían continuar su viaje a cielo descubierto, cruzar el Anduin por el Viejo Vado con la intimidante presencia de las Montañas Nubladas en el horizonte, creciendo cada día hasta obligarles a torcer su cuello hacia atrás para contemplar sus escarpadas cimas. 

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27/01/2023, 10:25
Vanwa
Sólo para el director

Vanwa se adentró en el Taur-nu-Fuin y...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tooomaaaaa!! Éxito Espectácular!!

Hago post de acuerdo con lo que digas... O lo que decidas

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27/01/2023, 18:31
Welf Ramaverde

     El hombre de los bosques sonrió al adentrase en la oscuridad cerrada de las ramas que cubrían como un dosel todo a su alrededor. No eran las mejores circunstancias para volver a pisar estos lugares pero... podía sentir como las raíces bullían bajo sus pies.

     Se sentía conectado como nunca antes con todo lo que sucedía a su alrededor, de repente creía oír el crecimiento de las hojas, el deslizar de los gusanos entre las piedras, el aleteo de un ave para refrescar su nido. Respiró y sus sentidos se inundaron de vida, salvaje, incontrolable. Estaba en su hogar y se juró a si mismo que si los orcos habían osado pisar más allá de los árboles acabaría con ellos o daría su vida en el intento.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Virtud Vigilancia Natural

Cuando estás en el exterior, puedes mejorar en un nivel la calidad de una tirada de Alerta con éxito, convirtiendo un éxito en un gran éxito, o un gran éxito en uno extraordinario.

 

Pues... me salgo de la tabla de éxitos :D

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28/01/2023, 00:16
Miriel

- Es difícil decir de donde vinieron, si la zona meridional del bosque o de las montañas, pero lo que está claro es que se dirigen hacia el corazón del bosque. Un grupo muy numeroso. – informó a los demás observando con detalle el rastro que habían dejado.

- Debemos averiguar más de esto. – dijo aprestando su arco anticipando que aquella era una decisión peligrosa y convenía estar preparada para reaccionar a la menor oportunidad.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo tirada solo por llevarme el Avance. Otro Gran Éxito + Rasgo que se “desperdicia” con un primer avance XD

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28/01/2023, 19:11
Ainar, hijo de Ai

El enano sostuvo con más precisión su hacha de doble filo. Esto auguraba cosas parecidas a la que habían visto en el río en todo el episodio con Odorico. Habían sido orcos aquella vez, y ahora de nuevo había orcos... y muchos.

No, esta no la dejaría pasar. El enano se puso a rebuscar entre el rastro, por si había algo que delatara algo más de las intenciones de los orcos. Nunca se sabía, pero a veces se podía encontrar algo que les diera alguna pista. Hojas de Lórien, un atizador de hierro negro... ojalá.

De todas maneras, Ainar estaba compenetrado en su búsqueda, miraba de diferentes ángulos, y luego llamó a Munin para saber si había encontrado algo en su revoloteada por la zona.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Esa! Qué bien el enano Sherlock... aunque en este caso, Welf es Sherlock, yo soy Watson y Miriel es Enola XD (no he visto la serie, pero cuajaba bien en la situación).

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30/01/2023, 09:47
Baldbrand

Cuando sus compañeros parecieron que aquello era obra de Orcos o Trasgos, la sangre de Baldbrand pareció calentarse. Intentó centrarse en sus sentidos, en la conexión creada a lo largo de los años con su entorno, algo que al beórnida solía dársele bastante bien... 

Pero el rencor que guardaba por aquellas bestias, su sed de venganza se volvió en una impaciencia que nublaba su buen hacer.

-Hay que localizar a esas bestias lo antes posible. -comentó simplemente acariciando el mango de su hacha, como el que acaricia el mango de una cuchara antes de comer teniendo mucha hambre.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Está claro que no voy fino en este nuevo capítulo XD XD XD. Ya van 2 de 2 que no hago nada.

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30/01/2023, 14:19
Director

Caminaron adentrándose en el linde del bosque, con el dosel de ramas cubiertas de hojas marrones sobre sus cabezas y pisando sobre aquellas que ya se habían desprendido y formaban una alfombra con los colores característicos del otoño. Munin había sobrevolado la zona, pero los árboles le impedían obtener una vista mejor a la que ellos mismos tenían. El cuervo de Ainar se internó entre las ramas de los árboles y su aleteo dejó de escucharse por unos instantes, lo que hizo que la tensión fuera mayor en el grupo. 

A excepción de Baldbrand, que caminaba siguiendo a sus compañeros sin distinguir más rastro que la evidente destrucción que los orcos dejaban a su paso, el resto se dieron cuenta de que allí había algo más que las pisadas de botas orcas que Miriel había destacado y de las que todos fueron conscientes. Solo los exploradores más avezados, o aquellos expertos que disfrutaban de un conocimiento muy profundo de los bosques, podían percibir el delicado y oculto paso de los elfos sobre la floresta o la hojarasca. 

Vanwa alzó la mirada a las copas de los árboles casi por instinto, como también hizo Welf, allí vieron a varios arqueros elfos apuntando hacia ellos sus puntiagudas flechas, el graznido de Munin respondiendo a la llamada de Ainar hizo que Miriel y el propio enano levantaran la cabeza a continuación para encontrarse con la escena. El cuervo descansaba amistosamente sobre la mano extendida de uno de los elfos, que sonreía a la criatura con la complicidad que solo un elfo podría tener. 

Vaya, vaya, lo que ha traído el cuervo —dijo el elfo que sostenía a Munin con una sonrisa más amplia. 

Tanto Miriel como Vanwa lo conocían vagamente, o habían escuchando hablar de él. Era Galion, el antiguo sumiller de copa de Thranduil, degradado del círculo más cercano de la corte del Rey después de que la deshonra cayera sobre él al permitir que unos prisioneros enanos escaparan por la bodega del rey unos años atrás, estando él dando más cuenta del vino real que de vigilar las salidas. 

Notas de juego

Segundo punto de avance en Percepción para Ainar, y primero para el resto, a excepción del pobre Baldbrand. 

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30/01/2023, 22:11
Qildor Qinorin

Si no recuerdo mal, creo que llevaban consigo un mediano. Algo parecido a un enano, pero sin barba y un carácter mucho más hospitalario— continuó Qildor, sumido en el recuerdo—. Fue una batalla memorable.

Según se aproximaban a las tierras de los beórnidas, recordó una de las historias que le había contado recientemente su buen amigo Beorn durante una de sus fugaces visitas a su casa. Un curioso grupo que se había ganado su reconocimiento y mecenazgo. Algo digno de mención, especialmente si se tiene en cuenta que uno de los miembros era un enano.

El noldo disfrutó del camino y la conversación con Legolas y otros miembros de la compañía, procurando distraerse de la triste idea de ver partir a su vieja amiga.

Si tan solo hubiese algo que le hiciese recuperar la esperanza para entender lo importante que es luchar contra la sombra, pensó.

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31/01/2023, 09:37
Vanwa

- El cuervo no es otro que Munin, y lo que os ha traído, como vos decís, es a la Compañía de los Defensores del Fuerte Circular. Los Salvadores de periannath. Somos los Protectores y Amigos de la Fiera Ágata. La Compañía de la Última Custodia del Heraldo Merovech. La Perdición del Sanguinario y Testimonios de la Equidad... No os voy a decir más de nuestros títulos pues vuestros arcos siguen tensos y aunque es famosa en toda la Tierra Media la pericia de vuestros brazos, no queremos ponerla a prueba, junto a vuestra paciencia...- Finalizó, al ver los rostros adustos de los elfos y su postura igualmente vigilante.

Quizás lo habían reconocido y aún no era bienvenido entre sus hermanos de raza, o el propio Girion veía en Vanwa su imagen futura, de somelier Real a vagabundo bufón, y no le gustaba lo que veía. Fuera como fuera, no parecía que estuviera teniendo el efecto deseado su presentación. Por todo ello calló y se encogió de hombros.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

popopoooo... Ojo de Sauron. Ni gastando uno de mi esperanza lo salvo!!

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31/01/2023, 10:20
Miriel

- Buenos días, tengas Galion. – se irguió Miriel cuando Vanwa al fin terminó su pedorata - ¿A que viene este recibimiento a amigos? Bien me conoces, así que, por favor, destensad vuestros arcos. – pidió educadamente, pero con la altivez característica de su raza, pues no se iba a dejar amedrentar.

- Íbamos camino del Salón del Bosque para visitar a unos parientes, cuando vimos señales de la destrucción sin sentido de los orcos. Beorn, a quien recientemente ayudamos en sus tierras, nos pidió que vigiláramos la linde del bosque en nuestro camino pues ha escuchado noticias inquietantes de movimientos de orcos. Así decidimos que sería mejor para todos llegar hasta el fondo de este asunto. – explicó, pues no había motivo para ocultar sus intenciones – Con gusto compartiremos un poco de vino con vosotros si gustáis y uniremos fuerzas contra la Sombra, si os place nuestra compañía. – aunque no albergaba esperanzas para ello dado el odio de Galion por los enanos y su orgullo, pero había que ser educada con quien había estado cerca de Thranduil; no era cuestión de hacer leña del árbol caído.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Me gustaría gastar un punto de comunidad para pasar la tirada de Impresionar. Si los compañeros no están de acuerdo usaré un punto de mi Esperanza, pero prefiero evitar una segunda cagada en esta "presentación" XD

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31/01/2023, 12:04
Ainar, hijo de Ai

A Ainar no le gustó en lo más mínimo que hubieran echado mano de su querido Munin, tanto es así que si no hubiera recibido una mano élfica sobre su hombro cuando éste quiso dar un paso al frente con su hacha fuertemente agarrada, habría estado dispuesto a talar el mismísimo árbol.

-Munin. Ven aquí...- le dijo en tono cortante, sabiéndose vulnerable en esa posición en la que se encontraba, pero a la vez recio como sólo un enano podía estar.

Las presentaciones eran para los elfos. Él, en ese momento, no estaba para presentaciones. Ahora bien, ese cuervo tendría que hablar seriamente con él luego de esta traición.

Notas de juego

¡Gaste, por favor! XD