Partida Rol por web

MACLO

CIMMERIA

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19/01/2021, 22:41
Director

Notas de juego

Decidme si os desviáis hacia esas columnas de humo o continuáis la ruta del sendero.

Actualizada en ficha vuestra voluntad/moral.

Dardo, aumentas a  -2 a todas las tiradas :/

Arkra, -1 a todas las tiradas hasta que te avise.

Editado. Arvak, No vais por la zona de tu aldea, que estaría más al noreste. 

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19/01/2021, 23:57
Zeleria

Finalmente Zeleria aceptó cabalgar junto a Arkra. Le cedió las riendas a él y débil como estaba se recostó la mayor parte del tiempo sobre aquel hombre, incluso se agarró a su cintura y se permitió el lujo de echar alguna cabezadita. Arkra no le había atraído nunca como hombre, pero el contacto y el roce empezaban a dar sus frutos  y ya le veía con mejores ojos.

Vieron entonces unas columnas de humo en la lejanía. Para ir a comprobarlas, tendrían que desviarse del camino bastante, pero no podían dejarlo pasar. Al menos esa era la opinión de Zeleria. ¿Y si fueran los esclavistas acampados? ¿Y si fuera alguien con información valiosa? Con lo poco que tenían, mejor sería no descartar ninguna posibilidad.

Sugiero acercarnos a las columnas de humo con cautela. - Comentó. - No nos queda otra.

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20/01/2021, 10:29
Arkra Vhalken

Tras un día de viaje en el que apenas hablamos, nuestras mentes aún llenas del horror de la cueva, una tranquila noche al lado de unas rocas. Sin embargo, aún parecía sentirme afectado por la ponzoñosa neblina. A pesar del descanso, me sentía lento y soñoliento.   Zeleria cabalgaba conmigo, herida y tan cansada como yo mismo y su calidez era un consuelo frente al azote del viento y la ciega búsqueda que estábamos emprendiendo.

-Humo negro -  exclamé aunque todos podían verlo. No era el blanco humo la quema de rastrojos, ni la que provenía del fuego de un hogar. -Quizá los vanires pasaron por aquí, quemando una aldea a su paso.  Miré a mis compañeros, sentía las sienes latir cada vez que intentaba pensar, razonar.  

-Debería alguien adelantarse. Dardo ¿Te ves capaz? - Le pregunté, aunque su aspecto era cada vez peor, había perdido peso. Seguramente mi aspecto no sería mucho mejor.

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20/01/2021, 10:45
Arctostafilos "Dardo" Ursi

El Dardo de hace unos días habría sido el primero en aceptar aquella misión. Sin embargo, ahora, débil y atontado como estaba, sólo pudo esbozar una sonrisa y murmurar - De acuerdo, esperadme aquí.

Azuzó a su montura compartida y se bajó del caballo más adelante. - Continuaré a pie, puede quetarde un poco más, pero seré más silencioso. Dispararé al aire si algo va mal...

Dicho esto, se perdió en la espesura rumbo a lo desconocido

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: [Percepción] - Atento a la ruta & averiguar que es el humo oscuro

Dificultad: 0

Habilidad: 0+6

Tirada: 1 5 6

Total: 5 +6 = 11 Éxito

Tirada oculta

Motivo: [Físico] - Por si hubiera que correr, huir...

Dificultad: 0

Habilidad: 0+6

Tirada: 2 6 7

Total: 6 +6 = 12 Éxito

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20/01/2021, 15:08
Director

Cuando Dardo regresó, lo hizo sudoroso, fatigado, incluso un tanto mareado. Sus compañeros habían seguido un trecho más tras sus pasos para disminuir distancia y tiempo. No tuvo contratiempos más allá de su propio estado físico, y de que cerca estuvo de perderse al volver, pero a pesar de la visión algo borrosa le fue fácil distinguir la procedencia del humo. No se equivocaba Arkra ni Zeleria: una aldea saqueada e incendiada. Aunque si se le hubiese cruzado un oso delante, lo mismo ni ve al peligroso animal.

Conforme los jinetes descendían por la colina del lúgubre bosque de este norte tan extremo, tan distante de Belverus, de Tarantia, de la marinera Mesania, el olor ferruginoso de la sangre impregnó los ollares de los caballos y de vuestro olfato.  Al rato, a vuestra vista asomó un poblado minúsculo, asolado, sus pocas casas destruidas y quemadas, con un rosario de cadáveres y unas pocas mujeres que dejaron atrás hacía tiempo la juventud, sosteniendo en sus brazos los cuerpos de maridos e hijos asesinados, sin llorar, sin proferir un solo lamento, el odio y la tristeza intensa marcada en cada arruga de sus adustos rostros. Los vanires de rojas cabelleras siempre andaban a la greña con sus vecinos de Asgard y con los cimmerios, en particular con estos últimos, a los que fustigaban una y otra vez con incursiones en busca de esclavos. Os contaron que una partida de salvajes pelirrojos había atacado el poblado ayer mismo, con la furia del huracán llevándose consigo a buena parte de sus habitantes, niñas y niños, jóvenes de ambos sexos y mujeres adultas. Una quincena en total. No pudieron asegurar si los vanires ya arrastraban esclavos con ellos pero pudiera ser que sí.

Notas de juego

Nueva decisión. ¿Pasáis la noche aquí? Entonces hay que ayudar un poco. ¿Seguís ruta?

Ninguna toma de decisión es baladí.

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20/01/2021, 16:53
Zeleria

A Zeleria le daba pena y le enfurecía por igual saber lo que estaban haciendo los a aesires allí por donde pasaban. Si ya tenía ganas de atraparlos y darles muerte, esas ganas aumentaban a medida que iba siendo testigo de sus fechorías. 

Creo que  nos conviene descansar aquí. - Comentó. - Estamos agotados, enfermos y heridos. Seguir para encontrar a esos bastardos y caer fatigados a sus pies para que nos degüellen fácilmente, sería... terrible.

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20/01/2021, 19:21
Arkra Vhalken

-Están a un solo día de camino - exclamé tras hablar con los escasos habitantes de la aldea. Miré a Zeleria con gesto inexpresivo, ocultando cualquier pensamiento, sentimiento quizás, que pudiese haber pasado por mi mente. - Pero está claro que no podemos seguir así.  Endurecí el gesto, era una decisión difícil. - No todos, al menos.

-Dardo, apenas te tienes en pie- le dije al norteño - Y tú, Zeleria, no puedes usar una de tus manos. Lo mejor es que sigamos el resto, no podemos darles tres o cuatro días de ventaja, no cuando lo único importante es no perderles el rastro en éstos páramos.

Tenía mucha confianza en que los efectos de la neblina narcótica se disparían en un día, dos a lo sumo.  Dejaremos un rastro que podáis seguir fácilmente.

 

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20/01/2021, 20:20
Arvak

Asintió a Zeleria, lo que decía tenía mucho sentido.

- Creo que debemos descansar y continuar después. El problema no es solo que nos encontremos con los esclavistas sino que además seamos capaces de rescatar a Maclo. No conviene separarnos.

El espectáculo a su alrededor era terrible, le recordaba lo sucedido a su aldea cuando era pequeño. Las mujeres por si solas seguramente no serían capaces de sobrevivir por si mismas y habían sido abandonadas seguramente porque los esclavistas no consideraban rentable el esfuerzo de alimentarlas y llevarlas al mercado de esclavos. Era un destino terrible.

- Podemos arreglar un refugio que sirva para descansar un poco y que luego les sirva a estas mujeres para guarecerse. Si conseguimos liberar a Maclo también liberaríamos al resto de esclavos y quizás puedan regresar a ayudaros. - comentó a una cualquiera de las mujeres de la aldea - Pero solo quizás...

No podía dar esperanzas infundadas a estas personas, pero al menos haría algo para que estuvieran un poco mejor. Seleccionó la casa menos dañada y calibró hasta qué punto podría servir como refugio.

 

Notas de juego

Si he de tirar algo, dímelo. Arvak no está cansado al ir en la mula y puede desentumecerse adecentando algún refugio. No va a enterrar a los muertos ni hacer ninguna plegaria porque no sabe de esas cosas, pero tratará con amabilidad a las mujeres del poblado.

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20/01/2021, 21:09
Zeleria

Si, estoy de acuerdo con Arvak. - Comentó. - Gracias por tu consideración Arkra... - Supongo. - Pensó. - Pero no podemos separanos. No podría quedarme aquí de brazos cruzados. Por muy mal que tenga las manos, sigo siendo el doble de útil en un combate que tú sureño. - Dijo muy seria. - Luego sonrió. - Le dio un golpe en el hombro y gimió de dolor. - Estaba de broma. Pero no en lo de seguir adelante. Descansaremos está noche y al alba seguiremos la caza. ¿Bien? ¡Por Maclo! - Gritó furiosa.

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20/01/2021, 22:43
Arkra Vhalken

-Mirad a loa aldeanos - exclamé gélidamente - La única ayuda real que podemos darles es alcanzar a esos Vanires y hacerles pagar.  Y no podremos tampoco si pasamos todo el día enterrado muertos y construyendo un refugio.  Me alejé un par de pasos. - Esa es mi opinión, compañeros. Ve

Voy a hablar con los supervivientes, por si supieran algo más. A todos les pregunto, tras decirles que vamos tras de los Vanires, ai saben adonde se dirigen, si conocen alguna maneras de curar el veneno dentro de Dardo y de mí mismo.

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20/01/2021, 23:02
Director

Brevea arrugó la nariz, reflexionando. Miró a Dardo, sin disimular lo mal que veía su estado. Pero se guardó sus pensamientos. Bebió un poco de agua.

-Un poco de ayuda a cambio de un techo. Estoy empezando a cansarme de esta maldita misión. -Apretó en su puño el amuleto de Mitra como siempre hacía cuando necesitaba la fuerza o seguridad del dios.

 

 

 

 

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20/01/2021, 23:46
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Brevea/voluntad

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 1 7 10

Total: 7 +5 = 12 Éxito

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21/01/2021, 11:01
Arkra Vhalken

-Solo hoy, Rubia - sonreí en cuanto apenas y me rendí a la voluntad del grupo, por poco.  Si estuviese bien del todo, habría ido en solitario tras los vanires, sin esperarles. -​​​​​​-Mañana partiremos.  

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21/01/2021, 11:13
Director

Aquellas almas que lograron escapar al ataque supieron darle indicaciones concretas a Arkra, entre maldiciones tenían claro que los vanires se encaminaban de regreso al noroeste, a su territorio. Eso suponían y creían. -Que Crom os de fuerzas y aliento -os animó una aunque con expresión de poca confianza.

No sabían nada de venenos. La única que poseía conocimientos era una de las mujeres mayores, curandera, pero que ahora yacía con los demás cadáveres, el vientre abierto. Su choza quemada por completo. Su hija, que también sabía de esas cosas, había sido apresada por los pelirrojos. 

Esa tarde la dedicasteis a ayudar con lo necesario, arreglando algún refugio, trasladando a los muertos, echando un ojo a las heridas. Descansando y recuperando fuerzas durante la noche.

Antes de que el sol se pusiera llegaron a la aldea dos chicas jóvenes que habían ido a otro poblado hacía una semana, de visita a parientes. Se quedaron de piedra con lo sucedido, coléricas, frustradas, amargadas. Y en parte sintiéndose afortunadas de que Crom las retrasase en su regreso.

Notas de juego

Es un mini turno. Podéis responder si queréis. Más tarde pondré el turno. Entiendo que seguís juntos todos, ¿no?

Me has pisado, Arkra ;)

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21/01/2021, 15:57
Director

Un día más amaneció ventoso como los anteriores y más frío si cabe. El viento arrastraba nieve en polvo que pronto se disipó cuando el sol empezó a calentar un poco cuerpos y corazones. El sopor causado por aquel polen prácticamente había remitido, quedaban las secuelas de las heridas, esas sí que todavía dolían, en particular las de Zeleria y Arvak, pero no parecían de momento infectadas.

Una de las muchachas que regresaron la víspera, Velina, insistió en acompañarnos, aduciendo que quería colaborar en dar muerte a esos sucios perros vanires y liberar a su gente. La chica era una grandota adolescente de cara adusta y fiera, ya toda una mujer de formas atléticas, fuertes brazos y torneados muslos, fruto del contacto constante con la naturaleza y la rudeza de la vida característica de estas gentes, ejemplo de ello era Zeleria y el gigante Arvak.  Os podía servir de guía y aseguró que no le importaba caminar. En parte, daba la impresión de que una vez más la fortuna os daba la cara.

Con Velina, el rastro de los vanires fue fácil de seguir. En realidad, eran tan evidentes sus huellas que incluso sin la chica hubierais seguido sus pasos. Pero la joven cimmeria sabía donde atajar o qué sendero elegir. La muchacha, caminando delante de vosotros, parecía incansable. Las montañas os acompañaban, majestuosas y nevadas, y la nieve comenzó a alfombrar la tierra. Nieve pulverizada que se arremolinaba en los cascos de los caballos y golpeaba con mil aristas afiladas los rostros castigados.

No todo eran buenas noticias. Languidecía la tarde, cuando el sol declinaba y pintaba de rosados cenicientos el horizonte plomizo, desde un otero observáis dos cosas: los cimmerios que, finalmente, descubrís que os persiguen. Una docena, todos a pie menos dos a caballo, uno de los jinetes no cabe duda de que es Volga. Están ascendiendo la colina que vosotros acabáis de superar, los tenéis a una hora, pero su ritmo es frenético.

-¿Amigos vuestros? –preguntó Velina cuando se cercioró de las expresiones de vuestras caras.

Al otro lado, se contempla iluminada por los haces moribundos del sol crepuscular, una extensa superficie alba que se extendía delante descendiendo del cerro, un conjunto de lagos que formaban un archipiélago en el verano, ahora todos ellos helados, encajonados a derecha e izquierda por los altos farallones medio cubiertos de blanco e impracticables, formados por rocas de agudas aristas que cortaban igual que cuchillas de afeitar.

 

 

-Este paso se usa en los interminables inviernos, o en los veranos a remos de pequeñas embarcaciones. Se gana tiempo, el otro y único camino transitable zigzaguea por los peligrosos desfiladeros de las montañas y angostos valles, si torcemos en dirección noreste, allí –señaló con el dedo hacia la derecha-, hábitat de lobos y osos.  Las huellas de esos cabrones indican que han tomado esa senda, ellos conocen bien el camino.

El riesgo de los lagos estribaba en el hecho de que su superficie no era completamente fiable, el deshielo comenzaba. Muy cerca, los cimmerios. Los vanires más allá. Velina se ocultó tras un árbol a mear. –Por el lago podemos adelantarles quizá. Pero es un maldito riesgo.

Notas de juego

Arkra, ya no tienes la penalización de -1

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21/01/2021, 16:24
Arvak

Habia sido una buena idea descansar en la aldea. Arvak había ayudado a adecentar los suficiente una de las chozas como para poder resguardarse del frío viento. Es misma choza serviría de refugio provisional a las mujeres que se quedaban en la aldea.

La presencia de Velina fue providencial. Era una típica mujer de estas tierras, un poco jóven, pero si su aldea hubiera permanecido una chica como ésta seguramente hubiera sido su compañera de vida. Alabó la idea de la mujer de vengarse, él hubiera hecho lo mismo. Por tanto no puso ninguna pega, al revés, se ofreció a compartir la mula ya que estando descansado tanto él como ella podrían andar de vez en cuando con lo que no sobrecargaban la mula ni se cansaban en exceso.

La persecución, aún predecible, era un problema. No solo no tenían que ser capturados sino que tenían que tener suficiente ventaja para no ser emboscados cuando alcanzaran a los venires.

- Velina, si no eres capaz de despistar a nuestros perseguidores, entonces el camino por el lago es lo mejor. Y que Crom juzgue a los más dignos de llegar al otro lado.

Cruzar el lago les permitiría recortar distancias.

- No podemos estar sobre los animales, hay que repartir el peso, andaremos todos.

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21/01/2021, 17:37
Arctostafilos "Dardo" Ursi

- Un buen hombre, con un buen arco, podría detener a un ejercito en el lugar adecuado… Sugiero que busquemos ese lugar. Si los lagos están encajonados y si nuestros amigos cimerios lo están buscando… yo podría ser ese hombre.

Dardo, aún sufirendo como estaba, se ofreció voluntario

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21/01/2021, 17:58
Velina

Velina miraba hacia abajo, a la llanura helada de los lagos - No se qué les habéis hecho ni desde donde os persiguen. Pero deben de tener buenos rastreadores. Yo no soy tan capaz en ese terreno para despistarlos.-respondió, seria y sincera, sin girarse.

La arquera Brevea montaba con Dardo a su espalda. Observaba colina abajo entre el tupido follaje de los árboles. -¿Qué quieres decir, Dardo? ¿Ralentizar su avance mientras cruzamos el hielo? Si es que tomamos esa  opción -señaló sin dirigirse a nadie en concreto.

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21/01/2021, 19:43
Zeleria

Tarde o temprano nos darán alcance. - Intervino entonces Zeleria. - Los conozco bien. - Asintió. - Si no hay ningún camino por el que despistarlos solo se me ocurre una cosa. - Se mantuvo pensativa. - Cuando nos alcancen su superioridad manifiesta hará que el combate se decante de si lado. Además yo estoy herida, Arvak también y Dardo enfermo. Les hemos ofendido y no tendrán miramientos. Vienen a matarnos. - Resopló. - Solo se me ocurre una opción. Vayamos a la orilla del lago y aguardemos allí. En el momento en que lleguen nos adentramos en el lago, distantes unos de los otros, tratando de poner el menor peso posible. Si nos siguen todos en tropel, el hielo caderá bajo sus pies y nosotros saldremos victoriosos. - Era lo único que se le ocurría que pudiera slavarles. - Es arriesgado. Podríamos hundirnos también y no creo que sea conveniente que nuestras monturas pasen por el hielo, pero si no hay más opción es la única. De otra forma moriremos hoy y Maclo nunca volverá a casa.

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