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¡Madre!

¡Madre!

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28/03/2008, 12:19
Lubbi Kuu Takla

Finalmente A'boro accedió como era su obligación hacerlo, pero su repentino cambio me sorprendió. Hacía apenas unos instantes no hubiera permitido por ninguna de las maneras que la acompañara ... pero ahora ... parecía hasta contenta de que que fuera con ella a acompañarla a su poblado ...

¿Y su ritual? ¿Y la Madre Tierra? ¿Que la ha hecho cambiar?

Padre siempre decía que las mujeres no podían comprenderse, que no hacía falta hacer ningún esfuerzo porque cambiaban tanto de opinión que cuando creías entenderlas le daban la vuelta a todo y pensaban lo contrario, eso debía haberle sucedido a A'boro en esos instantes.

Una sonrisa se volvía a mostrar en su rostro después de que esta me mirará fijamente mis ojos, los miraba como si nunca los hubiera visto, como si fueran unos ojos desconocidos, aunque eran los ojos de siempre, los ojos con los que dormía cada noche, ¿que había de diferente en ellos hoy? Tan solo ella lo sabría ...

Al ver como finalmente accedió empecé a sentirme un poco incómodo con la situación, parecía que había algo entre nosotros, una complicidad que nunca nos había sucedido, y eso me incomodaba, nunca había sentido eso y me estaba empezando a poner nervioso. Rápidamente rehuyo su mirada hundiendo la mía en la tierra y me dirijo de nuevo hacía la salida de la tienda dejando atrás su sonrisa, pero aunque no dejaba de verla seguía imaginándola ...

Otra vez vuelve a sonreír ...

Sin mirar atrás y desde la salida de la tienda le digo con un tono de voz apresurado ...

-Voy a ver a hermano y decirle que mañana partiremos en busca de una solución para el poblado ... prepara todo para mañana mujer ...

Sin esperar una respuesta por su parte salí de nuevo en dirección a la tienda de mi hermano Amo, tenía que contarle nuestra decisión final, pero había algo que me inquietaba referente a mis sentimientos, y quería conocer los sabios conocimientos de hermano ...

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28/03/2008, 14:16
Aboro kuu dabee

Sigo sonriente mucho rato después de que marido salga en busca de su hermano. Estoy contenta, he visto la luz al final del túnel como siempre consigo hacer. a pesar de que por unos instantes pensé que sería horrible que me acompañara en mi ritual después he comprendido que solo lo hace para protegerme y que con el a mi lado estaré a salvo de las bestias y podré dedicarme en cuerpo y alma a mi ritual.

El bebé se movió y dio una patadita en un costado, así que debía estar alegre también. me toqué la barriga y sonreí más si acaso era posible.

Después decidí cantarle una canción como mi madre hacia cuando estaba embarazada de mis hermanos, la aprendí de ella, decía que calmaba a la criatura y la protegia de malos espíritus.

A pesar de que marido queria un varón primogénito, yo estaba casi segura que sería una hermosa niña, algo que me hacía sonreír internamente. me encantaba que fuera una niña, aunque sabía que eso no gustaría a marido.

ummmmm ummmmmmmmm... tarareaba mientras recogía las cosas de la comida.

Dulce voz ven a mi
haz que el alma recuerde...
tu vendrás junto a mi...
cuando Madre te entregue...

¿Quién me abraza
con amor?
Siento cerca su calor
esa luz que dentro está
muy pronto llegará.

Aahhhhhhhhh

¿Quién me abraza
con amor?
Siento cerca su calor
ese amor que dentro está
muy pronto llegará.

esa luz que siento en mi
como fuego que prende
volveré a sentir
cuando la noche comience

esa voz
sigue en mi
cuando la noche comience

Mientras cantaba apenas susurrando la canción tocaba mi barriga emocionada.

Después realicé todas las tareas necesarias para disponer del viaje para mañana, con la salvedad de que esta vez no iba sola.

Notas de juego

la canción está basada en esta canción de Anastasia B.S. obviamente no hay ni coros ni musica, solo la voz de la chica con mi letra. (sorry me salió esta, aunque nada que ver con el pueblo afar :P)

http://www.goear.com/listen.php?v=74da378

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28/03/2008, 16:23
Lubbi Kuu Takla

Una voz dulce aunque lejana salía de nuestras tienda mientras me dirigía hacía la tienda de mi hermano, era la voz de A'boro que estaba cantando una canción, a pesar de la brisa que soplaba la canción llegaba a mis oídos como un eco lejano ...

Me detuve unos instantes escuchando la canción que expresaba la alegría que seguramente sentía A'boro en su interior hasta que finalmente reanudé mi camino hacía la tienda. Curiosamente la extraña sensación que sentía al haber visto a mi mujer llorando había desaparecido al verla sonreír de nuevo.

Mi hermano aún seguía en la misma posición en la que lo había dejado pero al verme entrar mas confiado de lo que lo hice anteriormente se me quedó mirando y me dijo ...

Ha aceptado ... ¿verdad?

Asentí con la cabeza a la vez que mi hermano mostraba una ligera sonrisa de alivio al ver que el poblado aún tenía alguna esperanza de sobrevivir ...

-Hermano ... le dije llamando su atención. No sabía como expresar esas palabras que iba a pronunciar, era complicado plasmar los sentimientos en palabras pero necesitaba desahogarme, quitarme esa espina que llevaba clavada desde hacía unos instantes ...

-No se como decirte esto hermano ... si Padre me oyera ... digo mirando al cielo -¿Recuerdas si Padre alguna vez dijo que sentía cosas extrañas respecto a Madre? A veces mi corazón late con mas fuerza hermano ... cuando Mujer ríe tengo ganas de reír, pero cuando no lo hace yo tampoco ... ¿eso es normal hermano?

Mis palabras se tropezaba una con otra, no sabía como definir lo que me pasaba. Toda la vida había creído unas cosas que ahora empezaban a ser confusas. Entonces mi hermano me miró y me dijo ...

Lubbi hermano ... no puedo ayudarte ... como puedes ver aún no estoy casado y no conozco el mundo de la mujer ... eres mas sabio que yo en este campo ... serás tu quien me aconsejará cuando llegue el momento ...

Mi hermano sonreía al ver el tipo de duda que le planteaba, quizás algún hombre le había pedido consejo alguna otra vez ... quizás fue Padre ...

-Está bien hermano ... el día que lo necesites te aconsejaré. unos segundos de pausa para cambiar de tema y prosigo -Mañana partiremos Mujer y yo a su poblado, espero poder traerte buenas nuevas. Partiremos antes de que salga el sol para poder avanzar sin la dureza del calor, comida no nos llevaremos porque no hay, pero si que nos llevaremos un trozo de tela con unas cueras para poder cubrirnos del sol abrasador.

Mi hermano asintió con la cabeza aceptando mis palabras y se despidió de mi con un leve gesto con la cabeza ...

-Cuida del pueblo hermano ... le dije antes de salir de la tienda para dirigirme de nuevo hasta la tienda donde la canción que me había acompañado en la salida ya había terminado y tan solo el silencio se oía en el interior.

Asomé la cabeza desde el exterior y allí estaba A'boro disponiendo todo para el día siguiente con su alegría innata y esa amplía sonrisa que la caracterizaba, de vez en cuando se acariciaba el vientre y pronunciaba unas palabras como si intentara hablar con la criatura que crecía en su interior, me preguntaba si Madre hacía lo mismo conmigo y si Padre también les observaba a escondidas como estaba haciendo yo en ese preciso momento.

-Mujer ... dije entrando en la tienda -Todos está listo para mañana, nos llevaremos un trozo de tela y cuerdas para refugiarnos del sol. También me llevaré mis armas, ¿todo está preparado? Debemos descansar antes de partir para poder avanzar el primer día de camino, partiremos antes de que salga el sol así el camino será fresco y liviano ...

A pesar de estas palabras nuestras miradas no se cruzaron ya que sentía vergüenza al mirar a A'boro, me sentía extraño y miraba a todos los sitios menos a ella, esquivando en todo momento sus ojos oscuros.

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29/03/2008, 00:05
Aboro kuu dabee

La voz de Marido me sobresaltó. No tanto por lo alta ni por sus palabras sino porque estaba ya completamente dentro de la estancia y observaba lo que yo hacía… ni siquiera le había escuchado entrar. Estaba tan absorta pensando en el viaje, en el ritual y en nuestro hijo. Seguro que será tan fuerte como su padre… entonces le escuché.

-Mujer ... dije entrando en la tienda -Todos está listo para mañana, nos llevaremos un trozo de tela y cuerdas para refugiarnos del sol. También me llevaré mis armas, ¿todo está preparado? Debemos descansar antes de partir para poder avanzar el primer día de camino, partiremos antes de que salga el sol así el camino será fresco y liviano ...

Le sonreía abiertamente cuando entendí…

antes de que salga el sol…

me acerqué a él y le tomé las manos, mi sonrisa no había disminuido lo más mínimo.

Marido, quizá he de contarte en qué consiste el ritual para que puedas decidir y obrar en consecuencia. Tengo que hacer lo que me pide Madre Tierra para que todo salga bien y bendiga el nacimiento de nuestro primogénito. No creo que le importe que vengas con nosotros, pero… no sabía como decirle que esta vez debía seguirme el a mí y no al revés. Yo… debo hacer lo que tengo que hacer.

Cómo decirle a un hombre que debe obedecerme, que no puede tomar las decisiones del viaje??? que debe hacer lo que yo diga??? He de hacer que crea que lleva el control sin dejar que lo lleve realmente. Pero… no puedo desobedecerle si decide tomar otra alternativa.

Yo… nosotros… eh… me movía nerviosa y no le miraba a los ojos. Siempre era sensato y capaz, pero no era bueno pensando, no como su hermano. Y no le gustaría ver que le digo lo que tiene que hacer… cómo contárselo entonces????

Le atraje a la estera que usábamos para descansar, allí me senté y agaché la cabeza.

Marido, si me da su permiso le contaré el ritual que mi madre me contó hace mucho, justo antes de nuestra boda.

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29/03/2008, 00:22
Lubbi Kuu Takla

Cuando A'boro me cogió de las manos sentí unas nuevas sensaciones parecidas a un cosquilleo, pero rápidamente aparté mis manos de las suyas, me incomodaba esa situación y esa complicidad que estábamos cogiendo poco a poco.

Si Padre me viera ... se avergonzaría de mi ... que deshonra para los hombres de mi familia estaba siendo ...

Entonces ella empezó a explicar los motivos del viaje y empezó a insinuar algunos detalles que debíamos seguir para que el ritual saliera bien y que nuestro hijo naciera sano y fuerte. Ella parecía realmente preocupada por que todo saliera como era debido, era un tradición extraña pero supongo que todos los poblados tendrían las suyas, y todas en cierto modo eran igual de buenas y respetables.

De nuevo cogió mis manos y me llevo hacía la estera donde se sentó y agachó la cabeza, pero de nuevo volví a separar mis manos de las suyas apartándome unos pasos de ella. Al ver como me pedía permiso para explicar el ritual me arrodillé en el suelo para no estar todo el rato de pie y asentí con la cabeza a la vez que dije con cierta indiferencia ...

-Si de verdad es importante ... cuenta en que consiste el ritual ... nuestro hijo debe nacer sano y fuerte, por lo que si necesita el ritual ...

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29/03/2008, 01:33
Aboro kuu dabee

A’boro, me dijo mi madre un día antes de mi boda contigo - comencé a contar recordando las palabras de mi madre – la mujeres hemos sido bendecidas con el don de la vida, igual que Madre Tierra da vida a plantas y animales, nosotras damos vida a nuestros hijos para que el poblado prospere y siga adelante. Pero Madre Tierra no siempre ve con buenos ojos estos nacimientos, por ello debemos pedir su bendición.

Esta historia pasa de madres a hijas, pues así debe ser. Algún día, A’boro, se lo contarás a tus hijas y a las hijas de tus hijas.

Baad (que significa tierra) fue la primera mujer de estas tierras, vivía sola, nadie sabe cómo llegó a estas tierras ni cómo consiguió sobrevivir ella sola. Un día su cuerpo comenzó a crecer, su barriga engordó mucho y tenía una extraña sensación. Pero cada vez estaba más cansada y fatigada y se sentía tremendamente sola, así que una noche de Luna llena pidió a la Madre Tierra que la ayudara.

Madre Tierra atendió sus súplicas y una preciosa ave blanca de espeso plumaje se posó sobre una rama cerca de Baad. El ave habló dulcemente y despacio, indicó a la mujer lo que debía hacer en su estado y le explicó por qué estaba así. Había sido bendecida con el don para dar la vida. Baad se alegró mucho y escucho pacientemente todas las instrucciones y más calmada su alma, comprendió porqué estaba sola en aquel lugar.

Después de lavar cuidadosamente todo su cuerpo y untarlo con aceites y esencias, recogió las hierbas que Kimbiro (que significa pájaro) indicaba. Luego preparó brasas y algunas de las hierbas las puso sobre ellas, lo que generó un abundante humo espeso y aromático, otras las puso en una olla con agua a hervir.

Tras tomar la infusión de hierbas, usó los restos de las ramas medio quemadas para escribir sobre la fría roca los símbolos que Kimbiro iba explicando. Ellos significaban el amor, la bendición de una nueva vida, Madre Tierra, la mujer… todos eran bellos y Baad sentía que se unía a Madre Tierra mediante aquellos símbolos.

Antes de amanecer Baad estaba preparada para el nacimiento de su primogénito, pero aunque no sabía cómo actuar, se sentía fuerte y segura.

Entonces salió el Sol, con el llegaron fuertes pinchazos en el abdomen, los dolores y el sufrimiento. Pero Baad seguía fuerte y decidida, mientras Kimbiro desde la distancia la apoyaba y le hacía compañía.

Solo unas horas después un llanto rompía el silencio de la mañana… aquel niño que nació fue el Padre de los Afareños.

Por eso A’boro debes aprender esta historia y contarla a tus hijas, cuando llegue el momento habrás de preparar lo que Kimbiro dijo a Baad, para que tu hijo nazca sano y fuerte, y sea capaz de cualquier cosa incluso de fundar una tribu entera.

A'boro cerraba los ojos mientras contaba su historia y no se paró ni un instante por miedo a que Marido la hiciera callar. pero aun asi la contó tranquila y sosegada, disfrutando de cada palabra.

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29/03/2008, 19:28
Lubbi Kuu Takla

A'boro explicaba el ritual de su pueblo con todo tipo de detalles. Era un ritual bastante curioso sobretodo en el origen de este.

Me la quedé escuchando aunque sin prestarle mucha atención ya que había algunas cosas que escapaban a mi entendimiento, tan solo asentía con la cabeza a medida que este discurría, a la fin y al cabo era un ritual y si se había hecho durante toda la vida no era quien para poder impedirlo, debía ser así.

A'boro estaba emocionada con cada una de las medidas palabras que utilizaba para explicarlo, seguramente expresaba la misma emoción que su Madre cuando se lo explico a ella, y ahora ella debía ser ella quien lo explicara aunque con un destinatario diferente al que ella habría creído que lo hubiera explicado por primera vez, en lugar de a su hija me lo estaba explicando a mi, alguien al que no creía que jamás explicaría algo, pero las circunstancias nos habían llevado hasta este momento.

Finalmente terminó ... su relato había terminado y ahora parecía esperar una respuesta por mi parte ...

-Curioso ritual ... dije pensativo sin saber bien que mas decir ...

-Cuando sea el momento podrás realizarlo con total libertad ... no soy quien para impedir un acto tan ancestral como el que me acabas de contar ... pero primero debemos llegar a tu poblado. Yo haré lo que hermano me ha encomendado y tu lo que Madre Tierra ha encomendado ...

Me giro hacía la salida de la tienda y observo como el Sol estaba a punto de desaparecer tras las lejanas colinas que distaban a muchos kilómetros de donde estábamos ...

-¿Tenemos algo que cenar Mujer? Debemos llenar nuestras barrigas antes de partir ... quien sabe si encontraremos alimentos durante el camino ...

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29/03/2008, 21:30
Aboro kuu dabee

A'boro estaba feliz, Marido le había dejado contar su historia al completo. A pesar de que nunca se había planteado contarsela a un varón y de que no le iba a mostrar la ilusion que ella deseaba, estaba contenta de poder compartirla al fin con alguien. Ya que las mujeres de la tribu en la que vivía con Lubbi no eran conocedoras de dicho ritual y no lo compartían.

En la tribu que me había adoptado como hija no tenían un ritual de nacimiento, aunque siempre se apoyaban las mujeres para cuando una iba a dar a luz. Siempre la ayudaban y la asistian en el parto, pero no esperaban la bendición de Madre Tierra y eso habia tenido preocupada a A'boro durante mucho tiempo hasta que Marido le había comunicado la gran noticia de que tenía su permiso y el de la tribu para realizar su ritual tal y como lo hacían desde hacía muchas generaciones las mujeres de su poblado.

Cuando marido indicó que podría realizarlo y que daba su consentimiento, el corazón de A'boro dio un vuelco y se lleno todavía mas de ilusión por la llegada de su primogénito. Pero no solo eso, algo más latió en el dulce corazón de A'boro, por primera vez desde que le conociera miraba a su marido con cariño, y no solo respeto como hasta ahora.

-¿Tenemos algo que cenar Mujer? Debemos llenar nuestras barrigas antes de partir ... quien sabe si encontraremos alimentos durante el camino ...

Esa pregunta entristeció de golpe el rostro de la joven muchacha, por un momento parecía que se iba a echar a llorar. Agachó la cabeza y contestó en un susurro que costó de entender.

- Lo siento Marido, no he podido conseguir nada para esta noche.Pero no quiso que el hambre venciera su ilusión y sin darse cuenta que se propasaba en sus palabras dijo: pero no te preocupes Marido, seguro que durante el viaje encontramos animales que dar caza y tendremos buen alimento durante el viaje. el impetu la llevó a estirarse para tocar a Lubbi pero su enorme barriga y su cansado cuerpo se lo impidieron, quedó arrodillada con la barriga apoyada en el suelo y las manos adelantadas... casi como si estuviera orando. Pero aún así levantó la cabeza y logró captar la mirada de su marido y dedicarle otra de sus innumerables sonrisas dulces y tiernas.

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30/03/2008, 01:24
Lubbi Kuu Takla

El rostro de alegría de A'boro cambio por completo al no poder brindar de una cena digna a su marido como era su deber. La alegría se transformó en pena para luego volverse en esperanza ...

pero no te preocupes Marido, seguro que durante el viaje encontramos animales que dar caza y tendremos buen alimento durante el viaje dijo con una nueva sonrisa esperanzadora en el rostro. Pero A'boro no parecía entender la gravedad de la situación.

Los hombres y yo habíamos explorado los alrededores del poblado y a un día de viaje no habíamos encontrado ningún animal, salvo las peligrosas serpientes y los buitres que rondaban nuestras cabezas esperando que no desplomáramos fruto del calor y poder aprovecharse de nuestros cuerpos, pero a parte de estos carroñeros pocos animales habitaban los alrededores del poblado en cualquier dirección. A pesar de esto no era momento de asustar a A'boro, iba a ser un viaje difícil, un viaje sin alimentos, rodeados de animales deseosos de comer, un viaje lleno de calor ...

Mi rostro en ese momento estaba siendo sincero con lo que estaba pensando, pero A'boro sonreía, como siempre, aunque esa sonrisa en ese momento no me levantaba el ánimo.

Tengo que llegar al poblado de Mujer ... necesitamos su ayuda ... sino ... pensaba continuamente, una y otra vez dentro de mi. Era mi misión, el poblado estaba es mis manos y no podía fallarles, toda esperanza recalaba en mi y una gran responsabilidad había caído sobre mi persona, la esperanza del pueblo que con tantos esfuerzos Padre había llevado estaba a punto de desaparecer y no podía permitirlo.

Lo conseguiré Padre ... lo conseguiré hermano ...

En ese instante un suculento olor que provenía de mis espaldas, justo donde se encontraba la entrada a la tienda, embargo mis sentidos por completo. Olía a carne, carne guisada ... pero no podía ser ... esos manjares solo estaban destinados a los Jefes de Tribu, y nosotros a pesar de yo ser el Hermano del Jefe no merecíamos esa comida ... pero allí se encontraba ... a mi espalda.

Me giré en dirección a la puerta y allí se encontraba hermano sujetando una olla con ambas manos ...

-Ten hermano ... me dijo Amo acercándome la olla para que pudiera olerla. Efectivamente mi olfato no me había defraudado y en el interior de la olla había carne guisada -Comed ... dijo mirando también a A'boro ...

-Vais a necesitarlo ... llenad vuestras panzas con esto porque quien sabe cuando podréis volver a llevaros a la boca ...

Sin decir una palabras mas depositó la olla entre A'boro y yo y se dirigió hacía la salida de la tienda, pero antes de salir pronunció unas últimas palabras antes de desaparecer bajo el manto estrellado que nos brindaba la noche.

-Lubbi ... el poblado te necesita ... que Ala te proteja y guíe tus pasos hacía nuestra salvación ...

Antes de que saliera me giro hacía el y le digo ...

-No os fallaré Amo ... tened fe en mi ... lo conseguiré ...

Por un momento ambos olvidamos que A'boro se encontraba allí, como si el viaje no tuviera nada que ver con ella, como si su ritual fuera algo secundario, pero en esos momentos así era, poco importaba el ritual, seguramente el bebe nacería sin el, lo importante era conseguir la ayuda para salir adelante.

Amo se fundió con la oscuridad y desapareció de nuestros ojos en un rápido gesto dejando la olla entre los dos. El dulce aroma del guiso invadía la tienda y vaciaba aún mas nuestros estómagos, haciéndonos abrir un apetito que cada vez era mas frecuente. Acerqué mi bol a A'boro esperando que esta cumpliera su obligación de servirme ...

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31/03/2008, 11:58
Aboro kuu dabee

Supervivencia… la dependencia del hombre y la mujer de su cuerpo hace que la supervivencia sea lo único que les ate al mundo real. Comida, Agua y evitar el dolor (ya sea frío, calor, enfermedad…) son lo único real. Un humano en condiciones extremas tendrá su instinto de supervivencia a flor de piel… Comida… necesitará alimento para que su cuerpo esté fuerte… Agua… imprescindible para la vida de cualquier ser vivo… Dolor… cualquier dolor o condición extrema puede llevarle al más agónico sufrimiento.

Un hombre o mujer sin comida sin agua, y sintiendo dolor puede llegar a la locura, puede hacer que se vuelva en el ser más agresivo que hayas podido conocer.

Locura… Se instala en tu cabeza cerca de la oreja derecha y te habla… inventa, sugiere, ordena… es difícil de rechazar y casi imposible de eliminar… ella te hace sobrevivir en último extremo… te hace realizar lo imposible por sobrevivir… Junto a ella eres capaz de trepar paredes desnudas o de saltar precipicios… por eso la dejamos seguir a nuestro lado… pero a veces, puede llegar a dominarnos…

El dulce aroma del guiso invadía la tienda…

A’boro escuchó un susurro en su oreja… un llamamiento de Locura… por un instante todos sus instintos se pusieron alerta. El aroma que subía por su nariz avisó a su cerebro… pero era tarde… Locura estaba antes ya dando órdenes a sus músculos de moverse… mientras su mente lenta y racional, sopesaba los deberes y los derechos… la mano de A’boro ya estaba moviéndose en dirección a la comida, directa sin pensar en cubiertos o platos y mucho menos en su obligación como esposa… su mente entonces dio la orden: DEBES DAR DE COMER PRIMERO A TU MARIDO. Un fuerte escalofrío recorrió su espinazo. Su mano retrocedió. Locura contrarrestó la orden: COME TU PRIMERO. TIENES HAMBRE. ES COMIDA. ES PARA TI. Su mano temblaba… la boca comenzaba a salivar preparándose para el festín que sentía llegaría en breve. El aroma seguía presente. La mano llegó hasta el cuenco de Lubbi, aún temblaba. Locura volvía a insistir. COME TU PRIMERO. COME TU PRIMERO. Su mente no cejaba en su orden: DEBES DAR DE COMER PRIMERO A TU MARIDO. TÚ COMERÁS DESPUÉS. Locura insistía cada vez más nerviosa de perder la batalla. COME. COME. COME.

A’boro temblaba ya completamente, no solo su mano con el cuenco que se acercaba a la olla, sino todo su ser. Su corazón era un tambor sonoro en su cabeza. PUM PUM PUM. Su respiración era entrecortada y difícil de realizar. Apenas podía controlar sus músculos. Sus ojos se empañaron del vapor de la olla y de la lucha contenida en su interior.

La muchacha sumergió el cuenco en la olla. Continuaba temblando cuando lo entregó a las manos de su Marido temerosa de sí misma. Intentó sonreír pero una mueca truncada de dolor y desesperación apareció en su joven y dulce rostro.

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31/03/2008, 17:48
Lubbi Kuu Takla

El plato con el guiso que le habían preparado a mi hermano finalmente llego a mis manos procedentes de las de A'boro, pero el cuenco temblaba al cogerlo de sus manos, pero no era el cuenco, eran sus manos. Me quedé mirando sus ojos, estaban fijos en un punto infinito, como si estuviera mirando pero no veía nada, estaba absorta en otro mundo, un mundo de pensamientos.

Cogí el cuenco, se lo arrebaté de sus manos, las cuales lo cogían con fuerza, como si no quisieran soltarlo. No pronunció palabra alguna y su mirada estaba perdida cuando tomé el primer sorbo del guiso sin espera a que ella se sirviera. Me extrañaba en cierto modo que no lo hiciera ... siempre me servía a mi primero pero luego se servía ella, pero hoy ... en concreto ahora no hacía el menor gesto para hacerlo, es como si estuviera hipnotizada.

En ese instante una sonrisa se mostró en su rostro, pero no era la sonrisa habitual en ella, era diferente ... algo extraño le debía suceder, seguramente sería la criatura que estaría moviéndose en su interior. Me la quedo mirando a sus ojos que parecían perdido y le digo ...

-¿No tienes hambre mujer?

Me tomo un nuevo sorbo del guiso esperando una respuesta o reacción por su parte ...

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31/03/2008, 21:39
Aboro kuu dabee

Sin dejar de temblar asiento con la cabeza a mi esposo y cojo mi cuenco de manera casi mecánica para introducirlo en la olla.

Cierro los ojos al tomar el primer sorbo, parece un sueño que se vaya a deshacer cuando llegue a tocar con mis labios el guiso. Pero no fue así.

Un éxtasis de placer me recorrió el cuerpo, hasta el bebé de mis entrañas se retorcio de gusto.

Tenia un sabor ahumado y especiado, y estaba caliente. No solo reconfortaba el cuerpo, sino también el alma y el espíritu, que durante muchos días ya no cejaban en su lucha por sobrevivir y dar vida a otro ser.

Sin darme cuenta comencé a comer casi desesperada mirando solo mi plato avergonzada por tener tanta hambre y no poder contenerme. No sabía qué hacía mi marido... ni siquiera existía para mi en aquel momento de final de una agonía lenta y dura que se alargaba ya demasiado tiempo.

Dí cuenta del cuenco muy rápido y entonces... quería más y más... mire a Lubbi. Como había terminado su ración, le cogí el cuenco sin apenas dejarle opinar y le serví la mitad de lo que quedaba en la olla. Después me serví lo que quedaba y lo comí con ansia y desesperación. De nuevo terminé rápidamente y suspiré.

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01/04/2008, 09:44
Lubbi Kuu Takla

A'boro parecía hambrienta, nunca la había visto así, nunca la había visto comer de esa forma, desesperada, ansiosa, como la típica hiena que no come en semanas y que finalmente conseguía hacerse con una presa la cual devoraba en escasos segundos ...

Sus ojos aún seguían perdidos, y no entendía el porqué de esa reacción, quizás era la criatura que crecía en su interior y que también estaba deseosa de llevarse algo de comer, Madre también comía mas cuando estaba embarazada de mis hermanos que finalmente resultaron muertos y ahora que recuerdo Padre siempre decía que debía comer por dos ... pero que se lo dejaba hacer para que las criaturas salieran fuertes y pudieran sobrevivir a las inclemencias del desierto. Al recordar estas palabras de Padre me tranquilizo y simplemente me dedico a terminarme el cuenco que A'boro había terminado de rellenar ...

Come ... así nuestro hijo nacerá sano y fuerte ... esto es mejor que cualquiera de los rituales ... pensaba dentro de mi al ver como A'boro relamía y comía hasta la última gota del cuenco ...

Finalmente la olla terminó vacía, y nuestros cuencos también. El calor del guiso me reconfortaba y mi estómago estaba caliente, hacía mucho tiempo que no sentía esta sensación de bienestar, me sentía fuerte como hacía tiempo que no me sentía, sin duda sería algo de agradecer antes de afrontar el largo camino que nos quedaba por delante ...

Me quedo mirando a A'boro desde mi posición y le digo intentando reclamar la atención de sus ojos negros ...

-Mujer ... me voy a descansar. Antes de que salga el Sol debemos partir, y que este nos reciba cuando hayamos empezado el camino ya.

Me levanto de la estora y me dirijo hacía el mullido colchón en el que dormíamos cada noche, me tumbo en el pero antes de tumbarme por completo le digo a A'boro que aún permanecía sentada con la mirada fija en el cuenco como si deseara que este se llenara de nuevo ...

-Mujer ... tu también debes descansar. El camino será largo y duro y nuestro hijo necesitará que estés descansada ...

Me tumbo por completo en el colchón pero intento no dormirme esperando a que A'boro se incorpore a nuestro lecho matrimonial.

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01/04/2008, 15:34
Aboro kuu dabee

A'boro sostenía el cuenco y lo miraba aunque no lo veía, su mirada estaba perdida en la profundidad del cuenco. No podía casi pensar solo quería que se volviera a llenar de nuevo, no importaba cómo ni a qué costa. Unas lágrimas de desesperación cayeron silenciosas por su rostro cuando tras parpadear se dio cuenta que no se volvería a llenar en mucho tiempo, ni el cuenco ni su estómago.

Acarició su vientre y recitó unas plegarías por su bebé. Después recogió los utensilios de la cena y salió de la estancia para limpiarlos. Usaban unas ramas secas untadas en esencias y barro para limpiar los rudimentarios cuencos y la olla, ya que hacia mucho que no tenían agua para eso, y desperdiciarla ahora sería un sacrilegio.

Después volvió a entrar en su hogar, su marido yacía acostado en el lecho matrimonial, pero ella miró el lecho y luego a su esposo. Ni siquiera puedo acostarme ya con esta barriga... me ahogaría con el bebé sobre mi cuerpo... pesa ya tanto... estoy cansada...

Decidió salir fuera otra vez y dejar que su marido descansase para el viaje, ya que ella no podía hacerlo.

Al cabo de un buen rato volvió con unas telas que habían servido para cubrir la paja de los animales cuando tenían alguno en la tribu. Las colocó cerca de su marido de forma que se pudo tumbar más erguida casi como estando sentada de modo que el bebé no le aplastaba el abdomen. Cerró los ojos e intentó descansar hasta la hora de partir. Inconscientemente con una mano acariciaba su vientre... la otra... sin pensar... buscó el contacto con Lubbi... buscaba la protección y el apoyo de un ser querido... Encontró la mano de su marido y la agarró suavemente. Estaba cansada y asustada, se acercaba el día... llegarían a tiempo a su poblado... pronto vería a Madre... con esa ilusión llegó el sueño y el descanso por un día más.

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01/04/2008, 18:14
Lubbi Kuu Takla

Mis ojos poco a poco se fueron cerrando siendo víctimas del cansancio al que mi cuerpo era sometido día tras día, hora tras hora. La vida de un afareño no podía considerarse como una vida descansada, y menos para la del líder de los cazadores, era una vida agotadora, de cacería en pleno sol incandescente el cual abrasaba la tierra que pisábamos a cada paso que dábamos en búsqueda de unos animales que hacía tiempo ya no habitaban estás áridas tierras cada vez mas secas en las cuales hacía mese que no llovía.

Era una vida dura que te dejaba completamente agotado y cuando llegaba el momento en el que nos echábamos quedábamos dormidos en el instante, pero hoy me costó conciliar el sueño. A'boro normalmente se acostaba a la vez que lo hacía yo, me explicaba como le había ido el día a lo cual no le hacía caso y normalmente me quedaba dormido en medio de sus explicaciones, pero hoy no se había acostado al mismo tiempo que yo, tan solo llegué a ver como salía de la tienda, después todo se volvió oscuro, el sueño me venció de forma contundente y me quedé sumido en el mas profundo de los sueños. No era el día que estaba mas agotado pero quizás mi subconsciente me decía que debía descansar mucho, un largo camino se nos acercaba y cuerpo y mente debían estar mas descansados que nunca, el camino sin duda no sería fácil, no nos llevábamos provisiones a parte de la suculenta cena que ya habitaba en nuestros estómagos, seguramente no encontraríamos nada para comer en días ya que nuestras cacerías cada vez se remontaban hasta lugares mas lejanos para encontrar algún animal pero ni así conseguimos encontrar nada.

El silencio me invadió por absoluto y una sensación de calidez recorría todo mi cuerpo, empezando por el estómago y terminando hasta mi mano, la notaba caliente, un calor muy parecido al que sentía cuando Madre me agarraba la mano con fuerza.

Mi mente se transportó hasta esta misma tienda donde ahora estaba soñando, pero era de día y la tienda no estaba vacía como la recordaba antes de dormirme, Amo y Madre estaban allí riendo ... junto conmigo. Éramos mas jóvenes y Madre aún vivía, nos explicaba cuentos y nos hacía jugar el uno con el otro. Curiosamente ella también llevaba una barriga como la que A'boro lucía, era grande y Madre decía que estábamos apunto de ser uno mas, que tendríamos una hermanita, algo que ella siempre había deseado pero nunca había fructificado. Dos criaturas hembras fallecieron al nacer, igual que otros tres varones. Madre ya no era tan joven como cuando nos tuvo a nosotros y las criaturas que nacían tardaban poco en morir, y eso que era época de abundantes provisiones, algo tan diferente a ahora ...

Al día siguiente Amo y yo nos despertamos con unos fuertes gritos de dolor, estos provenían de Madre que estaba tumbada en el lecho donde Padre ya no dormía porque hacía poco tiempo que había muerto. Ella gritaba continuamente, gritaba que ya venía, que la criatura se acercaba. Hermano y yo nos levantamos rápidamente en busca de las mujeres del pueblo ...

-¡Ayuda! ¡Madre necesita ayuda! gritábamos los dos desde el centro del poblado. Dos mujeres salieron corriendo de sus tiendas y se dirigieron con nosotros a la tienda, se acercaron a Madre y empezaron a secarle el sudor de su frente con agua y trozos de tela, una de ellas finalmente nos hizo salir de la tienda, nos dijo que no era una cosa que podíamos ver nosotros, que necesitaba tranquilidad y intimidad.

Los gritos se sucedían y cada vez mas gente se reunía a la entrada de nuestra tienda, manteniéndose alrededor nuestro, pero al final los gritos de dolor terminaron, nada se oía en el interior de la tienda salvo unos llantos, uno de ellos era chirriante pero terminó pronto. Los otros llantos continuaron, pero estos eran diferente, eran de personas mayores, murmuraban cosas, como si estuvieran rezando.

Amo y yo no pudimos resistir mas y entramos corriendo a la tienda, allí las dos mujeres que atendían a Madre estaban llorando. Una de ellas llevaba algo entre brazos, pero estaba rodeador de un trozo de tela que empezaba a teñirse de rojo, era sangre y en el lecho una manta cubría el cuerpo de Madre que no se movía. Madre había muerto mientras daba a luz a la criatura, la cual ahora yacía en los brazos de una de las mujeres.

Amo se acerco a la mujer que la sostenía y descubrió su rostro, era una niña, lo que tanto había deseado Madre. Yo me acerqué al cuerpo cubierto de Madre, lo descubrí lentamente y algo me sorprendió por completo. Los ojos de Madre estaban cerrado y no respiraba, pero su rostro reflejaba una sonrisa que no había visto nunca en ella, había quedado dormida plácidamente, para siempre jamás y todo se debía a la criatura que ella aún no había visto morir, había visto nacer una niña y cuando cerró los ojos aún la vio con vida, ese recuerdo la acompañó hasta el mas allá, una niña viva ...

En ese instante me desperté y desvié mi mirada hacía la mano que cogía la mía, la que creía que era de Madre, pero no era así, era la mano de A'boro la que me agarraba con fuerza. Ella se había quedado dormida profundamente.

Solté su mano y me giré del revés para continuar durmiendo sin darme cuenta que una lagrimas recorría mis mejillas, la misma lagrimas que caía por mi rostro el día que murió Madre ...

De nuevo todo oscureció ...

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02/04/2008, 08:31
Aboro kuu dabee

Se podía oler el agua dulce del Oasis, la hierba fresca, la naturaleza en plenitud... Podía oír el sonido del aire pasando entre las palmeras, los pájaros en su dulce trinar... Podía sentir el sol calentando mi piel y la brisa refrescando mi rostro... Era un lugar eufórico lleno de vida... Caminaba feliz, tranquila, en paz... veía ante mi un pequeño lago, apenas profundo, pero de agua limpia y cristalina, podía sentir cómo me llamaba... detrás una muralla de vegetación verde, brillante, tupida, y vigilantes palmeras ofreciendo protección y refugio.

Al llegar al agua metía mis pies descalzos en la frescura del liquido elemento... una sensación de alivio recorría todo mi cuerpo... después iban las manos... la cara... y al final el cuerpo entero se contagiaba con la alegría de estar refrescado por algo tan puro. Todo mi ser se alegraba... ya no caminaba, ahora corría por el agua, pues era apenas poco más que un charco. No podía reprimir gritos de felicidad... era una excitación casi infantil. Gritaba y corría, giraba y reía.

De repente me volví y grité: ¡Madre!

Pero no era yo. Era yo y no era yo. Una inquietud serena y tranquila me invadía... un desasosiego que no me preocupaba...

Corría hacia Madre... la veía a lo lejos sobre una duna con abundante vegetación rastrera... se la veía allí, de pie. Feliz de verme... yo corría hacia ella. Estaba llegando...

Pero era yo! Cómo podía ser???? yo era la Madre y la Hija????

Seguía corriendo hasta alcanzar mi objetivo. Un fuerte abrazo nos fundió a ambas... una sensación de paz y amor infinitos recorrió mi cuerpo y mi alma... fue tan fuerte que me desperté de golpe.

Ah!suspiré. Entonces sentía el rechazo de Lubbi al soltar mi mano y darse la vuelta.

Sonreí. Acaricié mi barriga y... Pequeña... mi dulce niña... qué poco falta para que estés aquí conmigo... para quererte más que ahora... para darte mi vida y hacerte feliz... las lágrimas de felicidad no dejaban de caer por mis mejillas, pero mi sonrisa cada vez más fuerte iluminaba toda la estancia.

Cerré los ojos un momento y disfruté del momento. Las dos, mi hija y yo... juntas... siempre estaríamos juntas... no dejaría que nada ni nadie pudiese cambiar eso. Suspiré.

Abrí los ojos de nuevo y miré en dirección a la puerta, la oscuridad comenzaba a decaer, era hora de emprender el camino.

Tenía todo preparado pero me levanté, no sin poco esfuerzo y guardé las telas en la parte trasera de la choza. Revisé el material que había dispuesto para el viaje y después fui como cada mañana en busca del desayuno para mi marido.

Como era muy temprano y nadie estaba despierto aún, o al menos fuera de sus hogares, intenté hacer ser lo más silenciosa posible, cosa que por otra parte se me daba muy bien. Llegué una vez mas a la zona de almacenaje y busqué cualquier cosa que pudiera servir de desayuno a mi esposo. Una presencia captó mi atención y di respingo al ver la cara de mi marido en aquel lugar.

No sabía si estaba más sorprendida por verle en aquel lugar que nunca frecuentaba, o por el hecho de que hubiera llegado antes que yo.

Después al acercarme más me dí cuenta que sus ropas no eran las de Lubbi, asi que debía tratarse de su hermano gemelo, ya que unicamente sus ropas nos servían a los demás para poder diferenciarles, si hubiera vestido las mismas que mi esposo, me habría confundido completamente.

Bajé entonces la mirada, pues al Jefe de la tribu no debía mirarle a los ojos, y bajé los hombros y brazos en señal de respeto.

Una idea extraña recorrió como un flash mi mente: Qué hace Jefe aqui???

No debía hablarle sin permiso y mucho menos preguntarle por sus intenciones cuando no eran de mi incumbencia. Pero esto lo solventó rápidamente.

Mujer. Cuida de la criatura y de mi hermano. En tus manos está salvar el primogénito y futuro Jefe de esta tribu, pues yo de momento no creo que vaya a tener descendencia. He venido para pedirte que des tu vida si hace falta por ese hijo que llevas en tu vientre. Tu vida no es importante. Has de proteger y cuidar de ese hijo porque la tribu depende de ello.

SERÁ UNA NIÑA! tenía ganas de gritar... Y MI VIDA SI ES IMPORTANTE, PORQUE SERÉ SU MADRE.

Él continuaba hablando.

Si mueres, mi familia cuidará bien de tu hijo, no has de temer. Pero has de traerle al mundo sano y devolverlo a la tribu a la que pertenece. Para mi no es necesario que tu vuelvas, aunque mi hermano lo querría así, aún puedes tener más hijos y todos serán bienvenidos aqui. Pero si tu hijo muere. su tono de voz se endureció más de lo que ya estaba. No vuelvas si no estás ya embarazada de otro hijo. Ese es tu deber, Mujer. Y ahora toma. me dio unos trozos de carne ahumada, que aunque secos, parecían bastante jugosos. Dale el desayuno a mi hermano y come algo para la criatura. Podéis partir, tenéis mi bendición.

Salió del almacén y se perdió en la todavia oscura mañana.

Todavía me temblaban las rodillas cuando llegué de nuevo a mi choza. Me senté en la estora y cerré los ojos. De repente me sentí sola... más de lo que había estado nunca en aquella tribu de los Takla. Flexioné levemente las piernas, pues la barriga no me permitía más, y me abracé a mi misma tratando de darme aliento y apoyo, pero solo conseguí sentir pinchazos muy dolorosos en la zona lumbar. Sin embargo, me quedé así. Con los ojos cerrados y tarareando una nana a mi niña.

nanannanana....

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02/04/2008, 16:02
Lubbi Kuu Takla

Los pasos de A´boro me despertaron de mi reconfortante sueño que había tenido hoy, sin duda mi cuerpo se había mentalizado que debía descansar todo lo posible y así había sido, hasta el punto de sentirme fresco como nunca. Me sentía fuerte como pocos días y veía las cosas de otra forma, hasta me sentía optimista ... me veía con fuerzas de caminar hasta la aldea de A'boro, algo totalmente imposible para mi solo y mucho menos cargando con una mujer a punto de parir, la cual estaba a mi lado, recogida entre sus brazos cantando una nana hacía su interior ... hacía la criatura ...

Esa imagen consiguió arrancarme una sonrisa de mi rostro, una sonrisa que A'boro no pudo ver ya que permanecía con los ojos cerrados intentando apurar sus últimos minutos de descanso.

Finalmente me levanto de la cama, todo estaba dispuesto para partir y podía oler un trozo de carne ahumada que debía estar dentro de la tienda por el intenso olor que sentían mis fosas nasales.

Salí fuera de la tienda sin mediar palabra con A'boro, aún era oscuro pero las montañas que se divisaban a kilómetros parecían que ardían debido a que los primeros rayos de sol se empezaba a asomar detrás de ellas haciendo que los contornos de estas se iluminaran de un color rojizo incandescente.

El momento de partir se acercaba, debíamos aprovechar este respiro que nos daba el intenso calor del desierto ... era la hora ...

Me introduje en la tienda y le dije a A'boro que aún permanecía sentada en la estora pero ahora con los ojos abiertos observándome con sus ojos de color negro ...

-Mujer ... debemos desayunar y partir ... las montañas empiezan a arder ... es la hora ...

A'boro sabía perfectamente a que me refería cuando decía que las montañas ardían, era de las pocas cosas que le decía ya que muchas veces salía de cacería a esas horas intentando aprovechar que los animales aún permanecían dormidos ... confiados ... aunque siempre que lo hacía a estas horas lo hacía solo, ya que a los hombres del poblado no les gustaba madrugar.

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02/04/2008, 20:06
Aboro kuu dabee

Me introduje en la tienda y le dije a A'boro que aún permanecía sentada en la estora pero ahora con los ojos abiertos observándome con sus ojos de color negro ...

-Mujer ... debemos desayunar y partir ... las montañas empiezan a arder ... es la hora ...

eh... seguía sintiendome amenazada por las palabras de Amo... yo... ya no temblaba, pero tenía miedo de que al levantarme mi cuerpo no lo soportara. Caer de nuevo sería fatal. Además un sentimiento de miedo se apoderaba de mí cada segundo que miraba a Lubbi y veía en el al Jefe de la tribu Takla.

necesito ayuda... para levantarme. dije en un susurro mientras bajaba la mirada avergonzada. Intentando pensar en otra cosa, tratando de activarme y comenzar el viaje.

Pero si tu hijo muere... Pero si tu hijo muere... Pero si tu hijo muere... sus palabras retumbaban en mi cabeza. Para mi no es necesario que tu vuelvasTu vida no es importante. No eres importante. No vuelvas. No eres importante. mi cabeza y mi corazón estaban encogidos de tristeza y soledad, de miedo y añoranza.

Sentí las manos de Lubbi en la espalda, estaba ya junto a mi y había cruzado sus brazos por detrás de mi cuerpo para ayudar a levantarme. Su cara estaba llena de fuerza, de energía... como en los primeros días de nuestro matrimonio, como el día que le ví por primera vez... Me cogió con fuerza y me levantó del suelo. Pero antes de que me soltara... le abracé con fuerza... como abrazaba a Padre cada vez que volvía sano y salvo de sus viajes. Lu... Marido comencé a llorar sin poder evitarlo... soy importante para ti? mi cuerpo temblaba y mis sollozos tan fuertes que no podía evitar dejarlos salir. Nunca me había sentido tan sola y tan poca cosa. Intentaba contenerme, no debía mostrar mi debilidad, pero después de casi 9 meses en un lugar extraño, con gente extraña y con extrañas costumbres, ya no podía soportarlo. Quería volver a mi hogar, con mi familia, con mis amigos y mis seres queridos. Ahora que veía la vuelta tan cerca y tan lejos a la vez, todos mis sentimientos afloraban de golpe.

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04/04/2008, 11:09
Lubbi Kuu Takla

Lu ... Marido ... soy importante para ti?

Esas palabras habían salido entre sollozos desde el fondo del alma de A'boro. Sus sollozos perturbaban el silencio del dulce amanecer, en el que apenas ningún sonido había en el ambiente salvo algún chirrido de las madrugadoras aves ...

Pero entonces empecé a oír de nuevo un ruido, pero este procedía de dentro de mi cuerpo. Mi corazón latía con fuerza y A'boro podía sentirlo ya que su cabeza estaba reclinada sobre el y podía percatarse perfectamente que este se había acelerado como si estuviera persiguiendo el mas veloz de los antílopes, pero no latía por el esfuerzo que había hecho durante el día, sino por notar a A'boro tan cercana, no solo por la nula distancia que nos separaba sino porque nunca se había atrevido a preguntar algo tan profundo, despertando en mi unos sentimientos latentes y un nerviosismo que aún no había sentido nunca ...

-Mujer ... dije apartándola con mis fuertes brazos y cogiendo su barbilla suavemente y levantándola para obligarla a que me mirará a los ojos, unos ojos brillantes que intentaban contener sin éxito unas lagrimas que empezaban a emanar de ellos ...

-¿Porque me preguntas esto mujer? dije simplemente pero con un tono de voz mas dulce del que nunca había utilizado al dirigirme a ella ...

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04/04/2008, 11:32
Aboro kuu dabee

-¿Porque me preguntas esto mujer? dije simplemente pero con un tono de voz mas dulce del que nunca había utilizado al dirigirme a ella ...

Yo... dije todavía entre sollozos... Amo... me dijo... mantenía la mirada fija en sus ojos... esta vez me miraban sin dudas. Sin odio, sin rencores, con respeto. Realmente estaba preocupado por mi. me dijo que no volviera porque yo no era importante. solo mi hijo lo era. No quería mentir a mi marido, pero después de hablar, lamenté haberle contado todo. No sabía cómo podía reaccionar. Aparté la mirada de sus ojos... unos ojos oscuros llenos de vida y energía, de respeto y preocupación que me taladraban como si un hierro incandescente penetrar mi cabeza.

A pesar de seguir cerca de él y sentir su calor, tenía miedo. Miedo de la soledad, miedo de la respuesta que podría darme, podría ser que pensara igual que su hermano??? Miedo por la reacción al saber que Jefe me había hablado a escondidas. Miedo.

Mi cuerpo comenzó a temblar y de nuevo no pude contener las lágrimas que caían sobre mojado. Aún así no me moví del sitio, con su mano en mi barbilla miré la estancia que había sido mi hogar estos 9 meses y deseé estar en cualquier otro lugar. Sentía su mano caliente todavia en el mismo lugar, mojándose con mis lágrimas, pero no podía mirarle. Temía volver a ver sus ojos vacíos y temerosos, o peor... llenos de rabia y odio hacia mí. Mis manos seguían agarradas a su cintura, ahora más lejana. Me pareció que él también temblaba pero no estaba segura...