Partida Rol por web

Entre la espada y la pared, con un ejército de muertos vivientes a sus espaldas y zombies saliendo como champiñones alrededor de Nick, Ned hizo lo único que el héroe de turno podía hacer: echar a correr hacia la casa, pasando al lado del policía sin ni siquiera mirarlo, concentrado en esquivar a los zombies para llegar sano y salvo a la seguridad de la habitación en la que se encontraban Phil y Josh.

-No hay nada que hacer, troncos -les comunicó. El tipo del rifle ya es historia: ha dado su vida por la causa, le recordaremos con cariño, y blaublaublau. En fin, ¡a ver qué guarda esta gente en los cajones!

La sonrisa fruto de haber encontrado más munición para su impredecible escopeta se le heló en medio de las barbas al ver surgir de debajo del fregadero a otro caminante, a punto de cargar hacia él.

-¡¡Aaaaaah!! ¡Phil, tienes que dar la vida por la causa! ¡¡Te recordaremos con cariño!! -chillaba asustado, intentando usar al poli como escudo humano.

Afortunadamente los zombies sólo le habían agarrado la mano que estaba agarrando su nueva adquisición  y tras ver como su nuevo "compañero" lo abandonaba en esas circunstancias, la rabia se hizo presa de él. Cogió la botella y se la estampo al cadáver del sofá, para luego empujar al otro amigo muerto y así llegar a la habitación de los vivos.

-Esta casa está plagada de muertos y otros que lo merecerían estar

La sangre fría de Nick le sirivió para, en el último segundo, evitar el ataque de los zombies que habían aparecido en aquella habitación. ¡Y llegar a tiempo de evitar que el engendro destapado por Ned pudiera hacerles daño alguno! Sin embargo ahora esa habitación es un hervidero tanto de supervivientes como de zombies...

Más caminantes llegan desde el Oeste y el Este, sin contar los que se han levantado de las tumbas del cementerio. Un grupo de corredores emerge de la cripta. Y la impresionante abominación sigue su camino hacia los cuatro hombres, lenta, decidida, a punto ya de cruzar las verjas del camposanto.

- Si tres son multitud cuatro ni te cuento, piensa Josh mientras arranca su motosierra liquidando a los zombis que les atosigan, - esta visto que el amor rige en este grupo, comenta antes de avanzar a la siguiente habitación y ponerse a buscar pasando el tiempo para ver si otro se ocupa de los caminantes que hay en la siguiente.

- Mas vale que nos demos prisa y avancemos; aquí somos presa fácil; - y ya de paso me dejais en paz, para una cosa que le pido al puñetero poli y la caga, si tengo que dejar mi vida en sus manos apañao voy; mejor que se largue con viento fresco, aunque Ned y el nuevo también han tenido sus cariñitos; sonríe mientras espera; - lo dicho con amigos como estos quien necesita zombis?; veis a Josh en la habitación de al lado que tras tirar la katana comienza a reir sin parar hasta que le lagrimean los ojos.

A pesar de lo ocurrido su jaqueca no paraba por lo que siguió buscando en silencio algún medicamento que le ayudara, en vez de eso sólo encontraba comida, comida en dudoso estado y poco apetitosa. Lo peor de todo fue que la batería de la linterna se agotó y del cabreo la estampo contra una pared, haciendo inútil su recarga.

-Bueno... encontraré esos putos alijos, anda mira, un cuchillo....que útil. Toma poli, quizás te sea de ayuda.

Tras avanzar miro de mala gana a Ned, resulta que cuando ya se había acostumbrado a volver a "convivir" con gente, ya le habían apuñalado por la espalda.

Phil aceptó el cuchillo de mano del que también había sido poli cuando todo era normal y la gente no se convertía en zombies, y a cambio le dedicó un casi imperceptible cabeceo afirmativo. Consciente de que la tensión aumentaba en el pequeño grupo, sin duda alguna por culpa de la irritante, irresponsable e inadecuada forma de actuar de Josh y a veces de Ned, el ex-agente suspiró, lanzó a una mirada los mencionados, y guardándose las palabras salió en busca de más caminantes con los que aplacar su ira.

- No vale la pena Phil. Todo esto está cambiando a la gente a peor. Si ya eran unos pirados o unos delincuentes antes, ahora ese aspecto de ellos se agrava. - pensó, mientras sus armas acribillaban a otro grupo de zombies. - Pero si ese pandillero vuelve a hacer lo de antes, por mis muelas que le lleno la cabeza de plomo!

Viendo cómo todos aquellos sustos se habían quedado en nada, se arrepintió de haber abandonado a su suerte a nick y haber tratado de manipular la vocación de servicio de Phil. Más bien se arrepintió de haberlo hecho en vano... ¡Ahora ninguno de los dos iba a verlo con buenos ojos! No era la primera vez que tenía roces con la pasma: en el pasado ya le habían puesto una buena multa por desorden público y resistencia al arresto cuando tratara de incitar un levantamiento contra la Casablanca alegando que Obama implantado en la cabeza un chip mediante el cual recibía órdenes de unos seres extraterrestres cuya nave madre orbitaba la Tierra con una tecnología que la hacía invisible a los métodos de detección de los humanos. ¡Ilusos! ¡¡Pero resulta que tenía yo razón!! Ah, no, que al final fueron los zombies...

De tal guisa discurría el hilo de sus pensamientos mientras ponía patas arriba la habitación, con sumo cuidado de no molestar ni el poli al que acabara de abandonar ni al pandillero, que con esa risa demencial parecía estar convirtiéndose en uno de los engendros. Una vez hubo sido capaz de armar su propio cóctel molotov, no tardó en restregárselo a su compañero.

-¡¡Já!! ¡Chúpate esa, que yo también tengo! -exclamó, agitando inconscientemente el explosivo casero, para tratar de darle envidia a Josh. Venga, no te enfades: si te portas bien te doy esta otra recortada que acabo de encontrar. ¡Qué poco le costaba a Ned regalar cosas que no le servían para nada!

Si es que en el fondo soy un misántropo. ¡Digo... filántropo! Filántropo -pensó mientras se giraba para ver si alguien se había enterado de su desliz: nunca se sabe si el fulano que tienes al lado será un metahumano telépata.

Mientras más caminantes surgían desde el Oeste, como novedad un par de zombies especialmente orondos se dejaron ver al Este, a lo lejos. Sin embargo, entre rencillas, búsquedas, disparos y desmembramientos, la inmensa manada que se había formado en el cruce del cementerio había llegado hasta la casa en la que se hallaban los supervivientes sin que estos fuesen capaz de darse ni cuenta. Ahora eran ya una minoría dentro de la excesiva población que deambulaba por aquel sórdido chalet...

La avalancha de zombies que se precipitó hasta el interior de la casa provocó que el umbral de ansiedad de Ned alcanzara un punto crítico; y de ahí, definitivamente, no podía salir nada bueno. Superado por los nervios de la situación, se palpó todos y cada uno de los bolsillo de la chaqueta en busca del botón de autodestrucción. Como no lo encontró, descendió un peldaño en el orden de jerarquía de burradas; allí encontró, bien calentito, el cóctel molotov que acababa de improvisar. Sin perder ni un segundo lo agito como si de una botellita de jarabe para la tos se tratara, cogió impulso, y lo lanzo a la habitación contigua al grito de ¡Yu xal notpás!

Sin ganas de quedarse a contemplar la carnicería echó a correr en dirección a Phil, no sin que su ojo divisara por el camino un rifle en perfecto estado que no dudó en agenciarse. Cuando llegó junto al hombre de ley, le ofreció su escopeta de asalto.

-Oye, que, lo de antes, jejeje, era broma, jejeje -trató de suavizar, con los varios pelillos de la barba metiéndosele en la boca cuando reía de esa forma tan falsa. Toma, abre con esto todas las puertas que quieras, ¡porque yo ya lo único que quiero es largarme de aquí. Y no le quites ojo de encima al nuevo, porque creo que trama algo -susurró, para ver si conseguía que los demás le hicieran el vacío a Nick, y así lo defendieran en caso de que quisiera vengarse por lo de antes.

Josh ve el aluvión de zombis que se les viene encima y mira a su compañero; - hora de darse el piro colega!!; sin más y como alma que lleva el diablo pasa al lado de Ned y el poli saludando con la mano; - espabilad y bajad que no veas lo que viene por ahí; joder una puta marabunta de zombis.

confiado en su buena suerta desciende rápidamente unas escaleras llevándole a un gran salón con cuatro puertas, mientras se enciende un porrillo va contando al pito pito por las puertas a ver cual abre.

Phil le dedicó una incrédula mirada a Ned, acompañada de una ceja alzada, y negando ante tal cantidad de palabras, se dedicó a seguir su camino escaleras abajo, por donde se había escurrido ya Josh.

- Deja de buscar conspiraciones, y céntrate en lo que importa, Ned. Aquí los únicos que traman algo o no son de fiar son los malditos zombies. - Bueno, y si hablamos de alguien de quien desconfiar su nombre es Josh. Eso está claro.

Guardándose dicha opinión para si mismo, el ex-agente alcanzó la planta principal del sótano, e ignorando al porreta, de nuevo empuñando uno de esos perjudiciales canutos que no hacían más que embotar su ya maltrecha cabeza, rebuscó con intensidad en busca de cualquier cosa que pudiera serles de utilidad contra la horda de zombies que les esperaban arriba.

En aquella casa, no había más que muerte, en el exterior se oían los golpes de los que se acercaban sin vida, tratando de quitarles la suya. Lo que parecía un machete era en relalidad un zombie armado. Nick no tuvo problemas para deshacerse de el, pero ya estaba cansado de encontrar problemas por entre los muebles, se centro en las estanterías.

-Sabía que había una de estas por aquí. Una caja de municiones útil.

Mirando a su alrededor, se dio cuenta que estaba sólo, los demás estaban abajo armando ruido.

Todo aquel aluvión de zombies sigue su curso corriente, sin detenerse ni un ápice. La descomunal abominacion, que apenas cabe dentro de aquel lugar, no deja de tropezar con la manada de caminantes que la rodean en todo momento.

¡Y más de esos caminantes siguen apareciendo! Especiamente en el cementerio, donde las lápidas forman ya una cantera, derribadas una a una por los cadáveres reanimandos que de ellas surgen. También una pareja de corredores se une a lo que todas aquellas criaturas esperan que sea un festín en toda regla.

Ned continuó bajando las escaleras a toda prisa, como si lo de allí abajo en vez de un sótano cualquiera fuese un refugio nuclear diseñado específicamente a prueba de zombies. Al llegar a junto de Phil y Josh, ignoró por completo al gato y al ratón y realizó un temerario disparo entre ellos para abrir una de las puertas. Podía oír claramente como el ejército de zombies seguía avanzando, siendo capaz casi de estimar su número exacto a partir del ruido de los pasos que resonaban sobre la tarima.

Acto seguido, con su otra mano se sacó la recortada del cinturón y despedazó con ella a los dos corredores que aparecieron delante del grupo. Su puntería mejoraba a ojos vista, hasta el punto de que estaba casi plenamente convencido de que su miopía había desaparecido por completo. Por fortuna para él y para sus compañeros no se le ocurrió quitarse las gafas antes de disparar para comprobarlo.

-¡Vienen a por nosotros! ¡Están por todos lados! -se dejó alarmar por la situación mientras lo ponía todo patas arriba. Tenemos que arramblar con todo cuanto antes y poner tierra de por medio. ¡Así que dejad de discutir y cubrid las escaleras! Yo, es que tengo que entrar aquí para mirar una cosa. Estaba claro que se le daba mejor dar órdenes que arrimar el hombro...

Phil no dudó en seguir los pasos de Ned a las habitaciones que se escondían en la zona sur del sótano, y sin dejar entrever sus nervios, como hacia el propio Ned con sus gritos, dedicó unos instantes a rebuscar en la nueva habitación, haciéndose con una katana que alguien había dejado tirada en una esquina.

- Con calma, Ned, de peores hemos salido. - masculló, colgándose el arma a su espalda, pues esta venía con una bonita vaina y una cómoda correa. - Ahora busquemos esa munición.

El ruido se hizo ensordecedor, ya veía a las cabezas muertas de los nuevos inquilinos, peor lo peor de todo era sentir como una bestia de gran tamaño estaba destrozando la puerta de la entrada.

-Rápido chicos, hacer hueco y parapetémonos, esto no se va a solucionar con un par de tiros.

Veo aparecer a Nick que viene como una exhalación y sin pararse se dirige hacia la habitación donde se encuentran Ned y el poli.

Niego con la cabeza y abro otra de las puertas del sotano apareciendo dos zombis, - de momento va bien; sintiendose afortunado; pasa olímpicamente de ellos y se dirige a otra de las puertas abriéndola también; la habitación resulta estar vacía pero el ruido de una multitud de pisadas acercándose le hace ponerse en alerta.

Echa un vistazo hacia la escalera y al ver tal multitud se le pasa por la cabeza usar el cóctel molotov que lleva; pero rápidamente desecha la idea y usando la motosierra acaba con los dos osados zombis que osan acercarse demasiado para luego dirigirse a una de las habitaciones recién abiertas.

Esa masa de zombies que hace poco había entrado en la casa había conseguido finalmente dar alcance a los supervivientes, compartiendo Phil, Nick y Ned con varios de ellos una habitación que quizás fuera a convertirse en la tumba de alguno...

El ajetreo en el cementerio parecía haber amainado, sin embargo seguían llegando corredores desde el Este y el Oeste, impulsados a toda velocidad por el ansia de carne humana.

Repentinamente envuelto entre toda aquella maraña zombie, su mirada se cruzó con la de Nick. Y vio que acaraciaba su palo de la misma forma que él acariciaba su exótica mini-motosierra. No necesitaron hablar para decidir qué era lo que había que hacer... Aunque durante algunos instantes a Ned le pareció haber tenido en aquel preciso instante su primera experiencia homosexual, en líneas generales se había dado cuenta de que tocaba ponerse a desmembrar a zombies como si no existiera un mañana.

Motosierra en ristre, giró como una peonza, medio mareado por el aroma a Brummel que desprendía la camisetilla interior del madero. Porque no hacía falta ni apuntar: había tantos zombies que daba igual dónde pusiese su versión apocalíptica del Ginsu, pues siempre le daba a alguno.

Cuando estaba completamente agotado vio que tampoco Nick había tenido éxito... Seguían siendo amenazados.

-¡Phil, por el amor de dios, acaba con ellos ya! ¡¡Acaba con ellos ya!! A las puertas de la muerte le salía el álito religioso. Y no era para menos, puesto que a no ser que alguno de sus compañeros intercediera pronto él y Nick eran hombres muertos.

Los alaridos de Ned se escuchan hasta en el mismísimo infierno y yo que me había ido para estar tranquilo...

Al parecer ni él ni Nick son capaces de acabar con esa chusma y si tengo que confiar en el poli para que se haga cargo vamos apañados; será bueno con las armas pero seguro que se los lleva por delante, así que en lugar de recoger nuestro objetivo salgo disparado hacia ellos para echarles un cable.

- Ya voy, ya voy; por una vez y sin que sirva de precedente llego a la habitación corriendo en lugar de andando tranquilamente; - joder Ned, som sólo tres bichos; para eso me haces venir?; hay que joderse.

Arranco la motosierra y miro a los andrajosos; - ya que estamos; comienzo a cortar y desmembrar sin compasión liquidando a los tres zombis en un santiamen; - la próxima vez que sea algo importante joder, estaba a punto de coger una de las putas cajas, miro al poli y le hago una seña para que salga; - tu turno, ahí fuera en la escalera tienes faena para esa parejita que llevas, a ver si haces buen uso; - y ya de paso te largas de aquí, que hueles que te cagas.