Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 0: Prólogo, dimensión paralela.

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21/10/2013, 21:33
Guardián de los Arcanos
Sólo para el director
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21/10/2013, 21:34
Guardián de los Arcanos

Te suena ese nombre de Arthur Gordon Pym. Hay un libro de Edgar Alan Poe que lleva ese nombre el el título. La Narración de Arthur Gordon Pym, o las Aventuras de Arthur Gordon Pym, o algo así. Es un libro extraño para Poe, que escribió cuentos, principalmente. Casi una novela. Una novela con un final abrupto, extraño. Da la impresión de que no pudo publicar (salió en un periódico, por entregas) los últimos capítulos.

- Tiradas (2)
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21/10/2013, 21:37
Guardián de los Arcanos

Te suena ese nombre de Arthur Gordon Pym. Hay un libro de Edgar Alan Poe que lleva ese nombre el el título. La Narración de Arthur Gordon Pym, o las Aventuras de Arthur Gordon Pym, o algo así. Es un libro extraño para Poe, que escribió cuentos, principalmente. Casi una novela. Una novela con un final abrupto, extraño. Da la impresión de que no pudo publicar (salió en un periódico, por entregas) los últimos capítulos.

- Tiradas (1)
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21/10/2013, 21:38
Guardián de los Arcanos

La conversación termina ahí. Los amigos se separan pensativos, tras una noche de charla y poco sueño. Todos tienen obligaciones que acometer al día siguiente. Enero transcurre brumoso y frío en Nueva Inglaterra. Kingsport, Arkham, siguen como siempre, aparentemente eternas si no fuera por los cambios que van deslizandose poco a poco: la estación de radio recién estrenada, la iluminación eléctrica... bajo esa capa de modernidad, sobreviven antiguos sustratos de misterio.

Notas de juego

Podéis seguir con lo que queráis introducir como charla, en tiempo pasado, en narración retrospectiva, dejando claro qué segmento de tiempo narráis, por si se os ha quedado algo de información por compartir.

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21/10/2013, 21:46
Guardián de los Arcanos

FINALES DE MAYO DE 1933

Sus objetivos se vieron colmados con creces. Desde noviembre de 1930 hasta mediados de enero de 1931, la expedición Dyer-Lake, también llamada Miskatonic, conseguía un objetivo tras otro, triunfo tras triunfo. Los resultados fueron radiados para el mundo a diario, desde los barcos atracados y la estación de Kingsport Head. Miles de kilómetros cuadrados de territorio inexplorado fueron rastreados y cartografiados por hombres equipados con trineos y aviones. Conducidos por los profesores Dyer y Lake tomaron muestras geológicas de distintos lugares situados en casi un cuarto del continente. Unas modernas perforadores ultraligeras, diseñadas y manejadas por el doctor Pabodie, permitieron a los equipos extraer muestras clave, atravesando gruesas capas de hielo, así como las milenarias rocas heladas de aquellas frías tierras.

Sin embargo, la historia no recuerda a la Expedición Miskatonic por sus éxitos, sino por su trágico fracaso final.

El fin de la expedición llegó cuando el equipo parecía estar en los albores de su más espectacular triunfo. El 23 de enero, una gran partida aérea conducida por el profesor Lake, biólogo, dio con un increíble tesoro escondido compuesto por antiquísimos huesos y fósiles situados en una serie de cavernas a los pies de una cadena montañosa hasta entonces desconocida. Durante dos días exploraron las cuevas, extrayendo espécimen tras espécimen logrando así un auténtico palimpsesto de la historia terrícola. Algunos especímenes descubiertos por los equipos de Lake eran totalmente diferentes de cualquier fósil o ser vivo estudiado por la ciencia, y se habían conservado íntegros debido a alguna extraña combinación de factores climáticos y del terreno, hasta el extremo que incluso sus tejidos permanecían intactos después de millones de años.

Los informes de Lake fueron devorados por el mundo científico. Las fotografías y muestras que había reunido prometían un salto cuántico en los estudios de biología. La retransmisión de las transcripciones de sus primeras disecciones han sido copiadas en innumerables ocasiones, y están disponibles en cualquier librería científica que merezca tal nombre. Es seguro que habría podido proseguir en su descripción de muchas maravillas de la ciencia, pero incluso los esfuerzos heroicos tienen un límite, así que Lake y sus subalternos decidieron descansar tras dos días de actividad frenética.

Nunca más se volvió a tener noticias de ellos.

En la tarde del 24 de enero, una tremenda tormenta antártica asoló el campamento, acabando con las vidas de los componentes del grupo de Lake y desperdigando las muestras, notas y equipo caprichosamente. Al día siguiente llegó una partida para rescatarlos, pero lo único que encontró fue silencio, piezas sueltas de maquinaria y los tristes restos de una tragedia. Ninguno de los miembros del campamento Lake volvió a casa. Los supervivientes de la expedición se retiraron al norte unos días más tarde.


 

¡NOTICIA!

 

Ahora, en 1933, se ha formado una nueva expedición a la meseta antártica y al Campamento Lake. El explorador británico James Starkweather y el geólogo norteamericano William Moore han unido sus fuerzas para retomar la expedición truncada. Estos dos hombres tienen experiencia en exploración y supervivencia en condiciones adversas; los dos han viajado al Himalaya, y Starkweather ha trabajado en el Polo Norte. Su fin último es retornar al interior helado del continente antártico y finalizar el trabajo que Lake y su partida comenzaron hace tres años. Los dos están reuniendo un equipo de científicos y técnicos expertos que les permitirán triunfar a pesar de los peligros. Como sus predecesores, planean usar aviones para moverse rápidamente de un lugar a otro.

- La expedición partirá en septiembre para volver antes de julio.

- Utilizan fondos privados y no deben lealtad a ninguna escuela ni corporación.

-Su misión está orientada a la exploración y el descubrimiento, no al estudio detallado.

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21/10/2013, 21:50
Guardián de los Arcanos

JAMES STARKWEATHER

Explorador, conferenciante.



Hijo menor de una respetable y otrora rica familia, James nació en Inglaterra el 15 de Enero de 1890. Estudios en Eton y en la Escuela de la Iglesia Cristiana de Oxford, con una calificación académica de nivel 4º en Historia Clásica (no muy buena), y una condecoración Blue jugando al rugby contra Cambridge.

Poco después de 1912 entra a formar parte del funcionariado de Rhodesia como ayudante de un familiar. Se alista en 1915 en el ejército, pasando la Gran Guerra en Rhodesia. Es rápidamente ascendido a teniente y es mencionado y condecorado en varias ocasiones por el valor mostrado sofocando alzamientos y sublevaciones de la población nativa. Es ascendido a capitán, adquiere fama de valiente, obstinado y estratega innato.

Tras finalizar la guerra, se traslada a Kenia, donde se dedica a organizar safaris para ricos.

En 1922 es llamado por la Fundación Chandler, junto con la universidad de California, para dirigir una expedición de cinco meses de duración a través de más de 2000 km de desierto australiano.

Tras esta aventura regresa a África, pero también comienza a hacer giras de conferencias por todo el mundo civilizado.

En 1925 un grupo de geólogos de la universidad de Miskatonic, entre los que se encuentra William Moore, contrata a Starkweather para una arriesgada misión de reconocimiento de la meseta occidental de la cordillera de los Himalayas. Tras la misión publica (con pingües beneficios) el libro "Sobrevivir en el techo del mundo"

Vuelve a África, pero ahora sus tours ya solo están al alcance de la aristocracia más pudiente. Amasa una fortuna considerable.

En 1928 participa de la fallida expedición Italia, perdida durante un vuelo de reconocimiento en el Polo Norte. Casi un tercio de los expedicionarios fallecieron en el accidente.

La crisis del 29 le pone en aprietos económicos. Se dedica a escribir libros de menor entidad, como "Muerte en África" en 1930.

Reanuda su actividad expedicionaria acompañando a William Moore y a un pequeño grupo de científicos a  Costa Rica, y otras expediciones de entidad menor, también con Moore.

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21/10/2013, 21:51
Guardián de los Arcanos

 

 

WILLIAM MOORE

Geólogo, paleontólogo, investigador.



Poco se sabe acerca de los primeros años de vida del profesor William Hannibal Moore, salvo que se crió en la pequeña ciudad de Butler, en Missouri. En 1911, y a la precoz edad de 16 años, Moore superó con éxito los exámenes de acceso a la Universidad de Miskatonic, de la que poco después terminaría recibiendo una importante beca de estudios. Es el punto de inicio de una brillante carrera académica.

Su tesis doctoral, "Una reconsideración a cerca de la edad de la Tierra", es considerada atrevida y bien argumentada, pero incorrecta en sus consideraciones finales. No obstante, en 1914 y con solo 20 años de edad, Moore logra graduarse con Summa Cum Laude.

En Yale, donde consigue destacar, se especializa en estratigrafía. Gana varios campeonatos universitarios de esgrima.

En 1917 se alista como segundo Teniente, participando en la batalla de Marne, en donde es herido de gravedad, siendo poco después evacuado de vuelta a los EEUU.

Segunda tesis doctoral: "Dinámica teórica compositiva de los asteroides, un esbozo sobre la composición y organización de los elementos de los meteoritos". Muy bien recibida por los pocos estudiosos lo suficientemente doctos como para comprenderla.

Es contratado por el profesor William Dyer de Miskatonic.

Pequeña expedición al Ártico, durante el verano de 1923, donde se dedica, junto con otros científicos, a probar una novedosa técnica de datación de especímenes basada en mediciones de radioactividad, desarrollado por Bertram Boltwood en 1905. Se aplica dicha técnica en examinar cenizas procedentes de depósitos volcánicos obtenidos perforando diversas capas de hielo, que arrojan valiosísimos datos, que se usan para construir nuevas teorías sobre la evolución climatológica del lugar.

En 1925 participa en la ya mencionada expedición de reconocimiento del altiplano de los Himalayas. Uno de los grandes logros de dicha expedición consiste en el hallazgo de una colección de fósiles intactos muy antiguos, que parecen debatir la teoría general sobre la evolución de las formaciones rocosas en los Himalayas.

Durante los veranos de 1927 y 28 dirige expediciones en Suráfrica y Minnesota. En estas expediciones se examinan suelos muy antiguos. Moore logra reforzar las conclusiones de su criticada a la vez que elogiada primera tesis haciendo gala, además, de un espíritu tan conservador en sus apreciaciones que logra ganarle fama de fiable, concienzudo y humilde en toda la comunidad científica.

En 1929 es nombrado para ocupar la cátedra Smythe de paleontología de la Universidad de Miskatonic. Es un importante puesto, respaldado por los más generosos benefactores de Arkham. La libertad que le concede el privilegiado puesto le permite organizar varias expediciones menores, incluída la expedición a Costa Rica, con Starkweather.

En 1930 participa activamente junto con William Dyer en la expedición a la Antártida organizada por este último y el profesor Lake pero una grave pulmonía le impide, finalmente, acompañarles.

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23/10/2013, 23:54
Patrick O´Malley
Sólo para el director

Patrick regresa a su casa reventado, pero antes de echarse a dormir tiene la lucidez de escribir en un trozo de papel el nombre de Arthur Gordon Pym y el de Edgar Alan Poe, por si los hechos de este día se desdibujan en su mente durante la noche.

Al día siguiente, con parte de sus fuerzas recuperadas, visita la biblioteca con el ánimo de buscar las publicaciones de Poe y una vez encontradas sacar copias para enseñárselas a sus compañeros.

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24/10/2013, 12:14
Alexander Peabody

El transcurso de las semanas posteriores se desarrolla de una manera bastante rutinaria. Mis investigaciones se centran en el magnetismo, buscando al principio diferentes maneras de ionizar el agua, y me tienen absorvido casi por completo aunque resultan un fracaso. Dedico los momentos de descanso a pasear largas distancias a buen ritmo y a la lectura del manuscrito, que hemos decidido tener por turnos.

Por fin, el día 18 de febrero, aniversario del nacimiento de George Washington, volvemos a reunirnos en mi casa para ceder la obra de Gordon Pyn, como habíamos acordado.

Tras una abundante comida, sencilla pero que resulta satisfactoria, preparada con esmero por la Sra. Golwett, cuidadora de mi padre, llega el momento de una tertulia tradicionalmente acompañada de una botella de jerez. Hace rato que el Sr. Peabody se ha retirado a descansar, y estamos solos.

He tenido que cambiar el objeto de mi investigación - comento en primer lugar, con la mirada algo perdida de quien está tan concentrado en algo que le resulta difícil pensar en otra cosa - Y he conseguido..., convertirme en un orfebre casi aceptable - sonrío yo solo, es una broma sin demasiada gracia que está claro que llevaba tiempo preparando - En realidad, estoy convencido de que no se puede ionizar el agua; pero sí estas bolitas de metal, que he añadido a unas pulseras - con gran ceremonia, abro el maletín y entrego a cada uno un paquetito envuelto en papel de periódico antiguo, que contiene en efecto una pulsera metálica con dos bolitas en sus extremos - He intentado acertar con los tamaños, aunque no ha sido fácil; toma Enma, esta más pequeña es para ti. Los extremos están imantados por medio de un proceso bastante laborioso, y yo mismo he comprobado que mejoran el equilibrio y en cierta manera el razonamiento lógico. Me gustaría que las aceptárais y me diérais vuestra opinión... - añado, sonrojándome un poco al rozar la muñeca de Enma mientras hago una demostración de cómo se colocan - Podría comercializarlas, tal vez; lo cierto es que esos ingresos me vendrían muy bien. Naturalmente, confío en vuestra total discrección - añado brúscamente - ya se sabe cómo está hoy en día el robo de patentes...

Por cierto, el otro día coincidí por casualidad con un compañero de la universidad - continúo, ofreciendo con un gesto más jerez a los compañeros. Yo apenas he tomado un sorbito del mío, pero Patrick lleva al menos dos y ya tiene la copa vacía de nuevo - No sé si habéis oído hablar del profesor Moore, en Miskatonik es todo un mito. Estudió allí, si bien luego se fue a Yale... - hago una pausa para echar otro tronco al fuego, hace frío en las enormes estancias casi vacías de la vieja casa - En fin, no quiero aburriros con detalles, así que iré al grano. Me he enterado de que Moore prepara una expedición junto a un explorador inglés, un tal Steelweather o Starkweather. Pretenden continuar allí donde terminó la Dyer-Lake, aunque con más medios...

Este conocido no disponía de más información, excepto que podrían estar buscando investigadores para completar el equipo. He pensado en ponerme en contacto con ellos... - hago una pausa, dejando la idea en el aire. Después, tomando aliento, añado con seriedad - Realmente, necesito el dinero. Y por otra parte, creo que hay demasiadas coincidencias; los sueños, la antena, la cabaña..., y por último éste manuscrito - añado, empujandolo con una mano por encima de la mesa para ofrecerlo a los demás - Cuando lo leais me entenderéis mejor, creo.

En definitiva - digo para terminar - mi propuesta es que ofrezcamos nuestros servicios conjuntamente. Sin querer parecer presuntuoso, pocos podrán aportar lo que nosotros a una expedición así...

Notas de juego

Bueno, perdón por el tocho pero no veía otra manera de enlazar.

No sabía muy bien si incluir a Butterfingers o no, así que he optado por no incluirlo en principio.

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24/10/2013, 13:09
Timoty Pooster

Tim ha estado escuchando a su compañero atentamente.

mira con atencion la pulsera y decide ponerse aquella que masse adecue a su muñeca. Tras recoger una, la aprieta ligeramente para ceñirla y la deja bien fija en su antebrazo.

bueno, no me parece mala idea. Podemos ir alli, me intresa a modo personal y creo que seria bueno para todos. Ir a la tierra de los antiguos seria algo grande. Por otro lado, es cierto que los planetas parecen alinearse para esto, taodo cuadraria.

Tim recoge sus gafas y las limpia con una porcion limpia de tela, para ponerselas y continuar.

respecto al libro, como os decia he buscado y es una novela del escritor Edgar Alan Poe, es un libro inconcluso y extraño, ya que el no suele escribir novelas. Tendremos que preparar todo para ese arduo viaje

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24/10/2013, 15:59
Guardián de los Arcanos

De hecho, el viaje a la Antártida a ti no te supone sorpresa alguna, ya que descubriste mucho antes qué es lo que tenía Moore entre manos. En realidad, y aunque Armitage estaba intrigado, no fue tan secreto: el mismo Moore te lo dijo cuando preguntaste, directamente. Pero si es cierto que ya había tenido la oportunidad de pasar a la acción directa y semipública, pues también te comentó (Moore) que había apalabrado un par de contratos, uno con el jardinero de la universidad, que iba a ir como operario, y que no cabía en si de gozo.

De todas maneras, ya no has vuelto a tener contacto con Moore: ha desaparecido. Ha pedido excedencia y se ha ido a organizar la expedición más cerca de los centros de abastecimientos. Seguro que ahora está viendo aeroplanos o buscando esponsor por ahí.

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25/10/2013, 09:53
Timoty Pooster

Yo la verdad es que ya tenia noticias de ello, estuve haciendo unas gestiones y hablé con Moore sobre su viaje. Me pidio un colega, el señor Armitage que me informara un poco de lo que tenia entre manos, ya que estaba algo extrañado de las actitudes de Moore. Hable directamente con el y me dijo que se iba a embarcar en esta cruzada, con lo que podemos tratar de localizarle ahora, ya no esta por la Universidad. Ha solicitado excedencia academica.

Creo que no tenddria problema en añadir a un viejo colega y a sus compañeros, con unas habilidades mas que notorias y validas para su expedicion.

Tim observa al grupo de amigos y continua charlando con gran expresividad

Ademas creo que alli hay mas cosas de lo que nos dicen, el señor Armitage me comento que hay cosas que es mejor no tocar, creo que hemos de buscar a Moore ya mismo. Si ademas el dinero te ayuda, pues genial, dos aves muertas por el mismo perdigon.

Lo unico es que yo tambien tendré que pedir la excedencia y eso va a trastocar un poco al claustro de profesores.

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27/10/2013, 09:10
Enma Friederick

Los días trascurrieron más o menos tranquilos, aprovechando para recuperarme de las heridas producidas durante la caída a la vez que pensaba en todo lo que habíamos hablado.

Todo eso de los sueños que había comentado Alex había sido un galimatías para mi cerebro, y aunque trataba de descubrir la realidad de esas palabras, no pude encontrar una relación. Y lo cierto es que Timy tampoco fue de gran ayuda, la verdad.

También acudí a la biblioteca, pues el nombre que dijeron, Arthur Gordon Pym, me sonaba que había un libro de Edgar Alan Poe que lleva ese nombre en el título, aunque no tenía claro el título exacto.

Y así fueron transcurriendo las semanas, entre mis trabajos de investigación propios y los que yo misma me echaba sobre las espaldas. Las noticias que llegaron sobre la expedición a la antártida las seguí interesada, pues no era ninguna tontería lo que se habló de la anterior expedición sobre los fósiles encontrados, aunque no haya quedado ninguna prueba de eso.

Con esa información acudí a la quedada. No niego que, según hablaba Alex me estaba dejando un tanto pasmada por su incredible. Cuando nos enseñó la pulsera, me lleve una mano al pecho Ohhh, es un detalle que hayas hecho pulseras para nosotros. Seguro que nos vendrán bien digo manteniendo el contacto de las manos de mi amigo.

La verdad, es que durante los últimos meses habíamos tenido unos leves contactos, pero no me podia olvidar del duro trabajo que mantuvimos Tim, Alex y yo para reconstruir el portal que nos permitiera llegar hasta nuestros amigos, y que tanto me costó a mí personalmente. Notar la atención de alguien, me hacía sentir extraña, y quizás hasta me estuviera sintiendo halagada ¿estaría mirando a Alex con otros ojos diferentes con los que le he estado mirando durante estos años?

Estos pensamientos se desvanecieron cuando comenzaron a hablar de ir en la expedición que se estaba montando a la Antártida. No iba a engañar a nadie, pero podría ser una Aventura que cualquier científico estaría dispuesto a emprender.

No os voy a negar que siento mucha curiosidad científica por aquello que, en teoría se descubrió en la anterior expedición. Y quizás, como ha dicho Timy, no sea una casualidad todo esto que nos ha pasado. El encuentro con Bain, y el hecho de que el cuadro se resquebrajara debido al frío, una expedición que se va a emprender al polo sur junto con los extraños acontecimientos que acaecieron a la anterior expedición.

Lo cierto es que tengo que pensar en las palabras de Bain y lo que dijo de los sueños, pues lo cierto es que no entendí ni una palabra. digo mientras recojo el manuscrito que nos ha tendido Alex

Y bueno, también habrá que echar una ojeada a esto ¿de qué trata exactamente?

 

 

Notas de juego

No tengo claro si el manuscrito que nos acaba de tender Alex lo hemos visto todos, o solo él. Además de saber de qué se trata.

Por mi parte también quiero investigar lo del libro ese "Arthur Gordon Pym" de Edgar Alan Poe y ver qué cuenta

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28/10/2013, 18:58
Patrick O´Malley

Patrick acudió a la reunión bastante contento por aportar algo, llevaba bajo el brazo unas copias de los periódicos donde Edgar Alan Poe había publicado por entregas las aventuras de Arthur Gordon Pym, que después de los últimos descubrimientos, se revelaba como una persona de carne y hueso y no como un personaje de ficción. El hombretón no puede sentir más que un poco de desilusión al ver que sus amigos ya habían seguido esa misma línea de investigación, estaba claro que en asuntos de papelajos no iba a poder ayudarles mucho…

Al escuchar las intenciones de sus compañeros el hombretón no puede por menos de sentir cierto desasosiego, parece que insistían en embarcarse de cabeza en cualquier aventura que tuviera el mínimo tufo a misterio, pues bien, alguien tendría que velar por su seguridad, él mismo en su imaginación se nombró responsable de seguridad del grupo.

Su mente rápidamente se puso  pensar en el mantenimiento de las armas y si la lubrilina seguiría actuando en ambientes de extremos de frio y humedad, Patrick tomó nota mental de consultar a un armero sobre este particular, y se acomodó en su asiento a disfrutar de su licor y agradeciendo con una sonrisa a Peabody el regalo que les había hecho.

Notas de juego

Patrick se ha leido de cabo a rabo las publicaciones de Edgar Aln Poe que ha encontrado, no se si saca estrae alguna idea de ellas o no.

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01/11/2013, 23:31
Director

NUEVA YORK, julio de 1933, Hotel Amherst.

Hace calor. Mucho calor. La ciudad hierve como una olla de calor húmedo que empapa cuellos de camisa y alas de sombrero. Aunque al aire libre una brisa ocasional alivia la tórrida atmósfera, dentro del Hotel Amherst el perezoso movimiento de los ventiladores de techo no hace sino mover el aire caldoso y asfixiante.

Han pasado casi dos meses de negociaciones por carta, por telegrama, por teléfono y, finalmente, por medio de representantes. De resultas de todo ello, todos habéis sabido que hay dos maneras de entrar en la expedición: como cliente o como empleado. Peabody, Butterfingers y O'Maley se han postulado como empleados. Peabody, un buen técnico mecánico y electricista, es ideal para operar toda la maquinaria que se dice que va a llevar la expedición. Butterfingers, igualmente, pasará a estar en el equipo de mecánicos. Él, por otra parte, resulta ser habitante de Kinsgport. Todos los compañeros lo conocieron aquel día en que subieron a la Cabeza de Kingsport, y lo recuerdan cuando se encuentran en el Amherst. O'Maley es un técnico agrimensor muy competente. Hábil con el teodolito, el sextante y cualquier instrumento que sirva para medir, ya sea desde tierra o desde un avión. Es un recurso técnico necesario para casi todos los equipos de científicos que van a operar en este viaje. Aviadores, meteorólgos, glaciólogos, ingenieros, argueólogos... todos van a necesitar de sus servicios. Por supuesto, va a estar ocupado de sobras con su trabajo de cartografiado de todo aquello que la expedición sobrevuele.

Como clientes se postulan Sinkins, Pooster y Friederick. Sinkins tiene todos los papeles para terminar siendo la cronista oficial de la expedición. Se ha hecho con varios contratos de representación de periódicos y revistas de tirada nacional. Pooster está deseando poder hacer varios estudios sobre la reacción de la mente humana en circunstancias extremas, y el viaje a la Antártida, con más de treinta personas conviviendo en el hielo, es ideal para hacer las pruebas que necesita para probar sus controvertidas tesis, que le han valido la reputación que tiene en el mundo académico. Friederick, como antropóloga y arqueóloga, estará especializada no tanto en los especímenes que se puedan encontrar, sino más en cómo y cuándo se extraen, cómo se datan y en qué orden se sitúan con respecto a los de otras posibles prospecciones. Trabajará en conjunto con los biólogos y con los geólgos, con el posible respaldo de diversos departamentos de la Universidad de Miskatonic.

Pero ha llegado el día de la última entrevista, esta vez, cara a cara, con los jefes de la expedición. Ha sido imposible poder ver a Moore antes. Hoy será el día.

La puerta del hotel es un hervidero de periodistas a la caza de... quién sabe qué. Otros pululan por el interior, y salen tan pronto como el encargado puede despedirlos, solo para volver a entrar a rondar por las dependencias públicas, como una plaga obstinada y resistente.

Cuando preguntáis al agobiado recepcionista, que responde al nombre de Tim, os indica una gran suite de lujo en el cuarto piso del edificio. Pasar varios intrigantes filtros con muchas preguntas y envíos de pruebas curriculares y cartas de recomendación de antiguos clientes no ha hecho más que exacerbar vuestra ansia por ir a la Antártida. Demasiada competencia en la que algunos violarían a su madre por un simple trabajo, os ha obligado a meteros en la carrera por un hueco. Aquellos que no tienen problemas económicos quizá sientan algún cargo de conciencia, ya que su necesidad no es tan acuciante, pero no pueden evitarlo. Con el tiempo, el cuidado con el que veis que contratan al personal os ha servido de aliciente. Más de 30 excelentes técnicos y científicos reunidos en el fin del mundo es algo que pasa una sola vez a lo largo de una vida. Queréis ese trabajo. Los que si necesitáis el dinero para vivir, lo tenéis todavía más claro y diáfano.

Por encima de todos ellos está Peabody, que en estos dos últimos meses ha enterrado a su padre. Fue una emotiva ceremonia, con todas las fuerzas vivas de Kingsport y gran parte de las de Arkham y pueblos de alrededor. Pero sin la pensión del viejo Peabody la situación ha pasado de desesperada a terminal. Los acreedores le persiguen, la gente cambia de acera, temiendo la petición de un incómodo préstamo. Los amigos, algo peor aun, se acercan sin ser invitados, ofreciendo con toda la delicadeza posible, pequeños prestamos o ayudas, que hacen sufrir más al desconsolado hijo.

Ting... el ascensor llega a la planta quinta con un leve traqueteo. El mozo extiende la mano, en busca de propina, tras dejaros en la puerta de la suite, donde hay colgada una placa con la enseña de la expedición, y un letrero que reza:

"Pase sin llamar"

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03/11/2013, 16:16
Enma Friederick

Durante los dos meses en que transcurrieron las negociaciones, nuestras reuniones se fueron haciendo cada vez más frecuentes. Contactamos con Nadine para contarle los últimos acontecimientos y nuestro plan de ir a la antártida. Al principio, y como era habitual, no había tenido ninguna intención de acudir, pero lo cierto es que, entre nuestras continuas insistencias, y la posibilidad de ganar algo más de dinero junto con vivir una nueva experiencia, logramos que accediera a venir con nosotros. ¿Y por qué no iba a venir? al fin y al cabo, somos ese grupo de jóvenes intrépitos que accedimos a subir hasta lo alto de un faro por una maldita apuesta.

También comencé a negociar mi baja temporal en la biblioteca donde pasé bastante horas empapándome de todo lo concerniente a la antártida y a la expedición Miskatonic por si finalmente íbamos. ´Lo cierto es que me sentía bien leer y estudiar con un objetivo concreto.

En ese tiempo, permanecí más tiempo con Alex, ayudándole cuando la enfermedad de su padre llegó a su fase terminal y en los preparativos del funeral. Allí permanecí, cerca de nuestro amigo pero dejándole el espacio que necesitaba para llevar su dolor.

Así, el día que acudimos a New York lo hice con un suspiro de alivio. Estábamos ansiosos por conseguir ese lugar en la expedición, pues solo el hecho de ser elegido era algo digno de mención y avalaba el trabajo que habíamos realizado durante estos años, pero también agradecida de tener la cabeza nuevamente ocupada en algo que me gustaba.

Vestía un pantalón de lino verde oliva junto a una blusa blanca y unos zapatos negros de tacón. En la mano llevaba un bolso también verde y un bonito sombrero que impedía que se me cociera el cerebro.

Tim, tú conocías a Moore ¿no? le pregunto mientras íbamos por el hotel de un lugar a otro.

Cuando por fin llegamos a la sala, lanzo una última mirada al resto asintiendo con la cabeza antes de posar la mano sobre el picaporte y abrir la puerta.

Buenos días caballeros digo con una de mis mejores sonrisas Soy Enma Friederick 

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04/11/2013, 16:07
Timoty Pooster

Los dias habian pasado lentos, hasta la muerte del sr. Peebody. Las clases y la rutina se rompiero por una perdida de un ser querido de un amigo, alguien irremplazable, que le hizo sentir dolor en lo mas profundo del corazon. Mis conocimientos en la psique humana fueron aplicados en la medida que Alex me dejaba acceder a su alma y su torturado cerebro. Como no iba a estar a su lado, el es mas que un amigo, es un hermano, ha vivido cosas que solo unos pocos han podido y la ayuda esta ahi para el siempre.

Ya tras el agotador viaje, y despues de un copioso desayuno, el grupo esta formado.

Claro, le conozco personalmente, ha estado en la universidad como ponente. Es una persona curiosa, algo reservada, pero muy cercano, ya lo veras, Enma

comentó a su compañera el doctor.

De hecho ya sabia de esta idea y de las correidurias qu se tenia entre manos, lo que no sabia es que ibamos a ser de la partida, jeje...

Ante la puerta, veo que Enma entra la primera, guapa y radiante.

Me reservo un comentario para ver que ocurre en su magistral entrada, sonriendo sabedor de que Moore, mujeriero de per se, va a saltar como un jaguar tras una gacela.

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04/11/2013, 17:31
Alexander Peabody

Cuando la situación parecía desesperada, tras evidenciarse el fracaso del negocio de las pulseras magnéticas, llegó la muerte del "viejo", que no por esperada fué menos dolorosa. El duelo había hecho verdadera mella en mi ánimo, ya de por sí poco dado a la alegría, aunque trataba de no transmitir lo angustiado de mi alma; pero, inevitablemente, el aspecto apergaminado y amarillento del rostro y las pronunciadas ojeras contaban otra historia.

Así las cosas, y sin un mejor objetivo en el que centrar mis obsesiones tratando de olvidar el dolor de la pérdida, volqué por completo vida y obra en conseguir al menos algún éxito siendo aceptado en la expedición. Trabajaba más que nunca, estudiando sin descanso el comportamiento de tal o cual maquinaria en entornos fríos, áridos, húmedos, secos; la privación casi total de sueño se me antojaba un estado de iluminación, en el que las ideas fluían sin interrupción, sin injerencia de otras realidades. Descansaba de las monótonas jornadas nocturnas caminando, o corriendo, a marchas forzadas, y sumergiéndome en la lectura del manuscrito, tratando de encontrar en los mapas las pobres referencias que daba Gordon Pym.

El cambio de iluminación al abrirse la puerta del ascensor me sacan de mi ensoñación. Doy un paso vacilante, y luego otro, tras Enma y Tim, ignorando la mano extendida del ascensorista. El calor resulta asfixiante dentro de mi traje de invierno, el único minimamente presentable de que dispongo, y el sudor me resulta molesto; lo seco como puedo antes de atravesar la puerta, que Pooster mantiene entreabierta. Conseguiré el trabajo, lo conseguiremos todos.

 

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04/11/2013, 21:55
(Prólogo) Señorita Rutherford

Una secretaria se levanta, amable, mientras se arregla el pelo. Se encuentra sentada tras una mesa de despacho.

Señor Starkweather, llama girándose hacia una puerta que hay al lado de su mesa. Han llegado los señores Peabody, Butterfingers, O'Maley, Pooster y las señoritas Friederick y Sinkins.

En ese lujoso y amplio recibidor de la suite ocupada por Starkweather y Moore, en el Amherst, se encuentran seis personas del mismo origen (Kingsport y alrededores) pero de genética, carácter y, quizá destino, muy diferentes.

 

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04/11/2013, 22:00
(Starkweather-Moore, líder) James Starkweather

Antes de que acierten a decir esta boca es mía, seguramente avisado desde recepción, sale por la puerta, elegante y enérgico, sin duda acostumbrado al calor, el explorador James Starkweather. Va sobriamente vestido de gris, con chaleco, camisa y corbata perfectamente ajustados a su robusta anatomía. Su sastre es excelente, eso queda claro.

Señores, señoritas, les saludo cordialmente. Les saludo entusiasmado por la tarea que vamos a emprender. Por favor, siéntense. ¿Desean que se les sirva algo? La señorita Rutherford les encargará cualquier cosa que pueda ayudarles a sentirse cómodos. En este momento estamos atendiendo a un posible candidato, pero el profesor Moore y yo les recibiremos con la mayor brevedad posible. Me he permitido la libertad de citarles a la vez, ya que tendrán que convivir largo tiempo en condiciones incómodas, y deben irse conociendo poco a poco. Les llamaremos en cuanto el candidato sea despachado.

Tras lo que se vuelve a meter en el despacho.

Antes de que pasen diez minutos, se abre la puerta y se ve a Starkweather dejar paso a una mujer bien vestida, pero modestamente. Alguien que se ve que había escogido lo mejor de su armario para la ocasión, y que, aun no acostumbrada a ello, se ha pintado con esmero.

Espero que volvamos a vernos en una ocasión más propicia, señorita Whitston. Y, créame, se lo ruego, en el futuro estoy seguro de que me agradecerá la decisión tomada.

Señorita Friederick, ¿tendría la amabilidad de pasar, por favor? Starkweather se dirigie a la rubia arqueóloga y señala la puerta con un ademán invitador, para que entre.