Partida Rol por web

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

Haluk Molok se encontraba hablando con Rodrik Grath, el hijo mayor del líder de la patrulla, el enigmático Jagrin Grath. Allí escuchó sus palabras y se fijó en aquella sincera sonrisa que le dedicó. Podía ver que el hombre era muy carismático, todo lo contrario a Haluk Molok. En ese aspecto eran como una moneda, cada uno una cara diferente.

- “Gracias Rodrik. Mañana al mediodía iré a la Casa Larga para formalizar los trámites de admisión en la Patrulla de Trunau, no lo olvidaré.” – ya conocía oficialmente el nombre de la milicia, iba a ingresar a la Patrulla de Trunau.

Ese lenguaje, esa conducta y ese apretón de manos le recordaron su infancia en el ejército, la formación, la estructura jerárquica, el adiestramiento, los compañeros y el espíritu de superación para dar lo mejor a la unidad.

- “Será todo un honor Rodrik Grath, gracias.” –

Dicho esto Haluk Molok se despidió y se encaminó hacia la muralla para observar el exterior y dedicar unos minutos de aquel día para pensar y rezar a su deidad.

<< Lo he conseguido Asmodeus, he conseguido ingresar en la milicia y acabaré con tantos orcos como sea posible. Exterminaré a esa raza y blandiré tu símbolo para promover que Asmodeus no tolera el caos, todas las muertes de esa escoria orca será en tu nombre. >>

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

Finalmente fue Ruby la que se alzó con la victoria, con la ayuda de sus elegidos. Probablemente había escogido bien, pues entre sus filas había un aspirante a matagigantes y un recio goblinoide, con los que había tratado algo en los días anteriores. Parecía que la gente estaba encantada con aquella victoria, seguramente debido al paso exitoso de aquel rito iniciático por parte de la joven. 

Unos y otros empezaron a charlar entre ellos, cosa en la que Dragos no estaba muy interesado, contentándose con observar. Por un lado, el grupito de competidores. Por otro, una gnoma parecía estar hablando con la chica tuerta de la taberna y una especie de extraña persona-planta. Aquello era algo que no había visto nunca a lo largo de su deambular por el mundo, y en cierto modo le generaba curiosidad, pero sabía que era mejor no acercarse. 

Solo algo logró que la alta y pálida figura decidiera moverse: la aparición de comida y bebida gratis. No dejaba de ser un cliente de la taberna, pagando su estancia allí con el poco dinero que tenía, así que un refrigerio gratuito siempre era bien recibido. Con paso tranquilo se acercó hasta las brochetas, cogiendo una de ellas y mordisqueando la carne con gesto ausente. Para él la comida nunca había tenido ningún encanto, pues todo sabía a ceniza. Así que no le quedaba más remedio que reprimir el asco que le generaba y forzar a su cuerpo a comer, como llevaba haciendo toda su vida. Al menos, lo suficiente para mantenerse en funcionamiento una noche más. 

LA CASA ENREDADA:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

Jadeando entró en la posada y de una carrera cruzó la distancia que la separaba de su habitación. No se fijó en quién había o en quién la saludó, si bien pocos debía haber con la celebración de la que se había marchado. Una vez en su cuarto cerró la puerta a su espalda, encendió una vela que dejó sobre una pequeña mesilla y, agotada, se arrojó sobre la cama.

No sabía qué hacer y aun si lo supiera no le apetecía hacer nada. Estaba cansada, tan cansada de todo... Hundió la cabeza en la almohada para enmudecer un grito de rabia en el que vació todo el aire que le quedaba. Tan pronto acabó, se tumbó de espaldas y con inmenso cuidado se quitó el parche cuyo tacto siempre notaba bien ceñido a su cara. No había terminado cuando cubrió con su mano lo que corría el riesgo de quedar al descubierto.

Allí, en silencio, se quedó durante largo rato mirando el techo. 

LOS COMUNES:

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

Las sacudidas que daba Tronquito hacían a Momo agarrarse con fuerza a su cabello y que pegara cortos chillidos mezcla de miedo y algarabía.- ¡Oh, oh! Jajajaja.- El cabello del ghoran era de lo más curioso y temía arrancárselo y que se le quedara entre las manos. Era como acariciar los cuidados setos de las casas más ricas y mejor cuidadas de Trunau.

La partida de Ekaterina la dejó un momento pensativa. Se reconocía en la reacción de la muchacha. Ella había pasado por lo mismo un montón de veces. Se prometió a sí misma ir a buscarla algún día para ver si podía hablar con ella.

Allí arriba, sobre el ghoran, se sentía un poco como un parásito. Se aprovechaba de su "huesped" recogiendo las migajas de atención que la peculiaridad de Tronquito le brindaba. La gente se acercaba a ellos como las moscas a la miel y Momo no era tonta como para saber que no era precisamente por ella. Por ejemplo, ahí estaba Rodrik Grath, al que Momo admiraba por sus obras literarias y su buen hacer en la milicia. ¿Acaso alguna vez se había dignado a hablar con ella hasta ahora fuera de su formación militar? Bueno, sí, quizás en Esto y lo Otro, pero no lo recordaba así de simpático. De hecho siempre había preferido a su tímido hermano pequeño, con el que se sentía más identificada, por razones obvias.

Yo lo vi primero.- Se justificó para seguir subida sobre los hombros del ghoran, como reclamándolo. Después se sintió culpable de aquel sentimiento tan egoísta  y dio unos golpecitos en el hombro de Tronquito.

- ¿Qui-qui-quieres que me bbbaje?- Dijo haciendo el ademán de bajar, pero sin llegar a hacerlo. La repentina partida de Ekaterina había dejado como resultado una jarra en pedazos y un charquito de cerveza en el suelo. Alguien tendría que limpiar aquello.

- ¿A que nnno uhm ppuedes a-arreglar esssso?- Momo había visto cómo el ghoran succionaba a través de su dedo la cerveza de su jarra.- ¡Ay! ¡Me-me ca-caigo mmmu-muerta!- ¡Se lo estaba pasando tan bien! Tronquito podía succionar el brebaje del suelo directamente por los pies. Era maravilloso.- Mi mmmadre siempre le re-recrimina a mmmi uhm ppppadre que sssea un hom-hombre que sse vista pppor los pies. Ttten cu-cuidado mmm que no te ve-a, Tron-quito, que está mmmuy loca. Un ggghoran que que bbbebe por los pies, jajaja.

Estaba disfrutando como una niña en aquella fiesta. No paraban de unírseles gente de lo más variopinta. Llegaba Peludo, el gato de Win, que acabó reposando en las "ramas" de Tronquito, ronroneando tan a gusto. Si la felicidad de un gnomo se mostrara así, ella también estaría ronroneando. Desde las alturas divisó también a la strix y su jabalí. ¿Habían venido a la ceremonia? Debía ser duro para alguien así. No había cruzado ni una sola palabra con ella, aunque no le importaría. Sin embargo, aunque la cerveza ingerida comenzaba a hacer efecto, aún se le trababa la lengua.

- "La vvverdadera  uhm nnnormalidad e-es la di-diversidad".- Recitó en alto una frase que había leído en algún manuscrito y que ahora le veía a la mente.

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

Como casi nadie se ha animado todavía a probar el aguardiente especial de Clarenston, Kurst acepta un vaso y se lo bebe.

- "Ufff... Esto está realmente fuerte. Prueba uno, hermano." -

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

- "Ja, ja, ja. Me huelo una trampa. Si mi hermano, conocido por su estómago de acero, dice que está fuerte, seguro que está infernalmente fuerte. De todos modos, probaré. A fin de cuentas, sin riesgo no hay gloria." -

Rodrik toma un vaso de aguardiente triple equis.

- "¡Ay! Mañana resaca seguro." -

Mira a la gnoma Monique y sonríe.

- "Monique, esto también es una buena alquimia. Tal vez deberías de probarlo para corroborar si en verdad tiene un triple destilado." -

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MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

- "¡Pues claro que es triple destilado! ¡Me ofendes, Capitán, al poner en duda mi honestidad! Una cosa es absolutamente segura, no hay mejor aguardiente en cientos de kilómetros a la redonda, desde luego no en ninguna otra parte de todo el Bastión de Belkzen. Y tan sólo por esta noche, este licor que tantas horas y esfuerzo han llevado elaborar, es gratis. Así que nadie me insulte ni me llame mentiroso, y probad este maravilloso brillo de luna, pues pocas ocasiones de probar algo así tendréis en las noches venideras." -

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

El maestro de Momo suelta una alegre risotada ebria y asiente, sonriendo a su aprendiza, como animándola a probar el infernal brebaje de Clarenston.

- "Yo creo que de verdad sí es triple destilado. Y muy meritorio. Aunque... creo que mejor me retiro por esta noche, mientras todavía soy capaz de caminar, o de recordar dónde vivo." -

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

-Aguardiente para mí no, rechazó Dagfinnr. Como buen vikingo, le gustaba la bebida fuerte. Pero aquella noche, rodeado de personas que apenas conocía, no se sentía con ganas de emborracharse. -Pero sí me tomaré alguna brocheta de pollo.

Hincó sus dientes en la suave carne y sonrió al saborearla. Había hecho un largo viaje para llegar hasta aquí, pero tal vez todo iba a merecer la pena. Luego pensó en la Patrulla de Trunau, y en cómo Haluk Molok había sido elegido para formar parte.

Bien por él, pensó. -No creo que la Patrulla sea para mí, comentó en voz alta. Prefería ir por libre antes de acatar una disciplina de ese tipo. -Pero si alguien necesita unos brazos fuertes o una espada para que le proteja, estoy disponible.

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

- "Pues, ahora que lo dices, Dagfinnr, un guerrero de tu talla nos podría ayudar. Nos preocupan las granjas que están fuera de las murallas, en especial la de Maese Augustus, que es la más desprotegida. Tal vez puedas acompañar a Willbur y a Garinya en alguna de sus rondas exteriores. Cada día que hagas eso, la Contaduría de Trunau abonará tus gastos de ese día en la Casa Enredada." -

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MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

Dragos se encontraba masticando con calma y decisión, mientras valoraba la posibilidad de probar aquel aguardiante, con la mirada fija en los vasos, cuando escuchó al miliciano poeta dirigirse al hombre del destino fijado. Y algo en sus palabras le hizo prestar atención de forma súbita a aquella conversación. 

"¿Gastos pagados?"

Aquello era ciertamente interesante. Y consiguió que apartara la vista de los vasos para centrar su atención en Dagfinnr y el mayor de los hermanos Grath.

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MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: HACIA LA MEDIANOCHE.

Dagfinnr apuró la jarra de cerveza y saboreó el delicioso pollo. El ofrecimiento de Rodrik sonaba ciertamente interesante, y el vikingo vio cómo a Dragos también le llamó la atención. Alojamiento gratis era algo realmente apetecible para abrirse paso en esta aldea. Había charlado brevemente con aquel hombre alto de piel pálida, y le había causado una buena impresión. -Cuenta conmigo, Rodrik, contestó y le dio una amistosa palmada en el hombro y ofreció su mano para sellar el acuerdo. Era una costumbre que recordaba de su pueblo los Ulfen. Eran hombres de palabra, honrados y de fiar que miraban directamente a los ojos.

De repente recordaba unas palabras de su madre. Uno más de los muchos consejos que le dio.

Un hombre sin amigos es como un abedul desnudo, sin hojas ni corteza, solitario en una colina pelada.

Se giró hacia Dragos. Era curiosa la forma en que unas pocas palabras amables podían significar tanto cuando uno se encontraba solo en un lugar nuevo. No le debía nada, pero al mismo tiempo se sentía con la necesidad de tender su mano para incluirle en el trato que se acababa de formar. Tal vez porque quería creer que si el destino, ese destino que tanto le importaba a ambos, hubiera girado de otro modos, Dragos le incluiría.

-Me vendría bien algo de ayuda, le dijo a Rodrik. -Dos pares de ojos ven mejor que uno, y no presumo de conocer estas tierras. Mejor ser cautos, y alguien como Dragos por ejemplo podría ser un buen complemento. Si te parece bien, Rodrik, y si él acepta, claro.

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MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

Wilbur estaba muy ocupado en sus cosas para prestarme atención, así que yo se la presté a Rodrik, asintiendo con la cabeza con un gesto que parecía de disgusto. Demasiadas veces yo tenía ese gesto en mi rostro, y era consciente de que me hacía parecer tosca y desconfiada, pero en realidad era algo muy diferente.

Hubiera querido reírme. Abrir la boca y soltar una carcajada, pero me resistía. Aún pensaba que los hombres podían malinterpretar ese gesto en mí, no por nada decían que las stryx pertenecíamos a una raza "monstruosa": tenía miedo de que me confundieran con una bestia gruñendo y enseñando los dientes, y hubiera problemas.

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AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

- "Bueno..." - Rodrik parece titubear un poco ante las palabras de Dagfinnr. Después mira al Dhampir a los ojos y, tras unos segundos, le sonríe con una sonrisa franca y sincera.

- "En Trunau todo el mundo tiene derecho a demostrar su valía, a probar ante todos los trunauanos que puede ser útil de un modo u otro.

Señor Dragos, tal vez podáis ayudar al guerrero Dagfinnr en sus patrullas a media distancia del pueblo, en especial en patrullas nocturnas. En realidad, los orcos prefieren la oscuridad, y es bien sabido que son doblemente peligrosos durante las horas nocturnas." -

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ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

Piero había saludado con cortesía a Garinya, y luego, se había mantenido en un discreto segundo plano escuchando las conversaciones, saludando con un cabeceo o tocando el ala de su sombrero de paja. Había comido, y bebido, aunque sin excesos. Ya no tenía los años, ni el ímpetu, de la juventud.

¿Qué más se podía decir? Escuchó con interés la conversación entre el gran trasgo y el bueno de Rodrik Grath, asintiendo. Era una buena noticia tener un par de buenos brazos para la guardia. Aunque, con sinceridad, fue la posterior conversación la que más le llamó la atención.

- Agua fresca, unas frutas, y unas gachas. Si estoy en mi granja cuando pasen, mi puerta estará abierta, y ofreceré algo de comida y agua, y un banco para descansar del día. No puedo ofrecer dinero, y si no estoy, ni siquiera un paso franco, puesto que solo un loco dejaría la puerta abierta si no está presente. Pero si pasáis cerca de mis tierras, seré hospitalario con ambos. 

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: TRAS EL OCASO.

- Gracias, capitán - agradeció la brocheta que degustó en parte. Le supo especialmente buena. Desde que llegara a Trunau no recordaba haber comido algo con tanto gusto. Y no era más que pollo asado.

Entre mordisco y mordisco Win escuchó en silencio, en su entorno. Aprendiendo lo que percibía. Dándole un sentido a la oscuridad y a aquellos que la poblaban. Supo que Augustus, muy hospitalario, tenía una granja en el exterior, estando expuesto a los ataques orcos. Conoció de la existencia de una mujer, Garinya, que de alguna manera tenía trato con el porcino animal de nombre Trog. Descubrió la existencia de un guerrero por el capitán de patrullas, un tal Dagfinnr, deseado para que se uniera a la guardia. Intuyó la existencia de una persona con aptitud de visión nocturna ya que, de nuevo, Rodrick lo proponía para la guardia de la noche. Su nombre era Dragos.

Trunau buscaba vigilantes, patrulleros, guardias que vigilaran. Gente con buena visión y atentos. Evidentemente Win no tenía nada que hacer al respecto, sin ojos con los que custodiar. Había llegado a Trunau con esa intención, para unirse al clero de Iomedae y ayudar a la protección de la localidad. Ahora no sabía qué hacer. Pero algo haría.

Su intuición no le falló cuando minutos antes sintió y oyó la presencia de ruidos madereros. Escuchó la crujiente voz de aquel ser denominado Tronquito y los ronroneos de Peludo ante las caricias que el ser de madera le proporcionaba. ¡Ojalá pudiera verlo! Tenía curiosidad de saber cómo era. Había oído de la existencia de seres arbóreos. Incluso había leído un cuento donde hombres-planta habían ayudado a dos medianos contra un malvado mago, en su tenebrosa torre, y su ejército de orcos, derrotándolo y aplastando a los pieles verdes. Le gustaba esa historia y si esos seres existían, sin duda simpatizaba con ellos.

Cerca, la joven bajita tartamuda de nombre Monique o Momo reía divertida con su amigo arbóreo y su capacidad para beber con los pies. O eso afirmaba la mujer bajita. Quizás una mediano o una gnomo. Tenía una voz demasiado aguda para ser una enana.

Con buena parte de la brocheta aun intacta se acercó a Tronquito, Momo y Peludo. No tropezó por el camino ni chocó con los abundantes vecinos allá congregados.

- Buenas noches. Soy Win - saludó el ciego a los presentes, presentándose -. Peludo, te he guardado algo - dijo mientras acercó al minino algo de comida para que lo devorara, aproximadamente a la altura de los brazos del hombre-árbol, donde sujetaba y acariciaba al felino -. Parece que disfrutan de la festividad. Eso está bien. Especialmente tú, pequeño sinvergüenza - comentó mientras el gato comenzaba a devorar la carne -. Peludo, pronto me voy a retirar. Mañana... tengo pensado madrugar y hacer algunas cosas, por eso me retiraré en breve al hospicio - informó a su compañero gatuno, como si hablara a una persona -. ¿Te vienes o te quedas por aquí haciendo de las tuyas? - le preguntó.

Win prefería que se viniera con él, pero tampoco lo forzaría. Uno de los motivos para llevárselo era que el gato parecía muy a gusto con el árbol animado, creando el peligro de que lo marcara como "su arbol" predilecto. Mediante uñas y otros actos más escatológicos.

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MADRUGADA.

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MADRUGADA.

- ¿Qui-qui-quieres que me bbbaje?- la voz de Monique llegó al ghoran quien negó vehementemente-. No, me gusta que estés ahí. Así nadie podrá decir que en la cabeza de un ghoran no hay cosas buenas -rió dicertido. Se lo estaba pasando muy bien-. Salvo que tú quieras bajarte, claro. Quizá te haya robado entera para mí y no te esté dejando hablar con otros. Así que cuando quieras, me lo dices y te bajo de mis hombros, Monique -señaló-. ¿Un hombre que se viste por los pies? Pues me parece muy sensato tu padre. Lo que no tendría lógica es que se vistiera por los brazos. O que se pusiera la ropa del revés. Eso sí sería llamativo y justificaría el que alguien le dijera algo. Obviamente, desde el respeto y el cariño que todo esposo debe a su cónyuge. Oh, ¿loca? -sabía que un desequilibrio de ese tipo podía ser preocupante según su gravedad pero vistas las risas de la gnomo, supuso que hablaba en sentido figurado. Tronquito estaba desentrenado pues desde su renacimiento, no había hablado con nadie y necesitaba ponerse al día con los usos y giros del lenguaje-. Pues me esconderé si la veo aunque tendrás que decirme quién es -rió una vez más y sus cabellos se agitaron como movidos por el viento.

A su alrededor, y mientras el gato ronroneaba en su mano, se desarrollaban interesantes conversaciones pero antes de que pudiera intervenir en alguna, se acercó un muchacho con los ojos cubiertos por una venda.

-Hola. Yo soy en recién rebautizado Tronquito. Y ella es Monique, aunque la mayor parte de lagente la conoce como Momo -dijo correspondiendo al saludo del desconocido-. Entonces el gato se llama Peludo. No es un mal nombre para alguien con tal cantidad de pelo. Aguarda un momento -dijo al tiempo que dejaba al felino entre sus brazos-. Ha sido un placer, Peludo. Y dime Win, ¿hace mucho que sois amigos? ¿Y cómo es que le hablas de este modo? Quiero decir que resulta muy curioso pues en ninguna de mis vidas, o al menos no guardo recuerdo de ello, vi gato que comprendiera el lenguaje humano. Y en tu caso pareces esperar una respuesta incluso. Peludo, ¿qué ocultas al común de los mortales? -preguntó curioso.

Y entonces, en medio de todo aquel diluvio de conversaciones, unas pocas palabras le alcanzaron de pleno.

- ... Si estoy en mi granja cuando pasen, mi puerta estará abierta, y ofreceré algo de comida y agua, y un banco para descansar del día...

De haber tenido verdaeros ojos, estos se hubieran abierto de par en par.

-Nunca vi tanta generosidad por parte de nadie. Agua y un banco para sentarse al sol. No hay nada que más podría apreciar -su voz denotaba asombro y total sinceridad-. ¿Y eso por hacer rondas cerca de tu propiedad? -el asombro se incrementaba-. Interesante. Perdona, joven poeta y soldado. ¿Podría también un recién llegado aspirar a hacer un trabajo similar? Monique, ¿te gustaría apuntarte tú también? Tendríamos agua y un banco al sol. Y han hablado también de pagar los gastos en no sé qué casa. Aunque bueno, tú ya tienes un hogar y quizá no te interese -había algo de pena en aquel comentario-. Oye, Rodrik Grath, esta que aquí ves es una gran conocedora de tu obra. Una experta en ella diría yo. Supongo que ya la conocerás. Es Monique. Y además es muy inteligente, tanto como para afirmar algo tan importante como que solo en la diversidad hay normalidad.

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MADRUGADA.

Parecía que, Dagfinnr mediante, había llamado la atención de Rodrik Grath lo suficiente para que hiciera extensivo aquel ofrecimiento a su persona. Algo que, sinceramente, le venía muy bien. Especialmente dado lo poco inclinado que se sentía a hablar en público o llamar la atención, o al menos más de lo que ya lo hacía por sus características y comportamientos.

-Agradezco la oferta, señor Grath-replicó, con un tono susurrante pero perfectamente audible-y haré lo que pueda por vigilar este lugar, especialmente de noche. Soy... Poco proclive a salir de día. 

LOS COMUNES:

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 4, DÍA DEL BIENESTAR.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA MADRUGADA.

- "Bueno, yo me voy a ir retirando ya. Hoy me alojo en la "Casa Enredada" de Cham. Creo que con ese aguardiente que he tomado hoy voy a dormir un sueño muy profundo.

Buenas noches a todos." -

Rodrik saluda con la mano y se marcha hacia la posada.