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Matagigantes I: La Batalla de Colina Marcasangrienta.

2. - ¡Trunau bajo asedio!

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18/06/2019, 08:12
Tronquito.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


Sin duda estaba más que segura. La mirada que percibió en ella lo dejaba claro. Eran tiempos de guerra y no había lugar a miramientos, aunque ello hiciera peligrar ciertos cimientos que quizá y pese a todo deberían de permanecer indemnes. Tronquito se limitó a asentir mudamente sin dirigir aquel gesto a nadie en particular. Monique haría lo que debiera hacer. Él ya se encargaría de reparar lo que quizá se hubiera roto.

Con la espalda apoyada en la pared que lo protegía de la mirada de unas strix que habían perdido su interés por él, se tomó  un segundo para decidir qué hacer a continuación. Monique había empezado a andar rápidamente esgrimiendo uno de sus viales y le estaba dejando atrás. Y no era algo a lo que estuviera dispuesto. Chasqueó dos dedos y la nube de luciérnagas acudió a su llamada, rodeándolo y se lanzó tras la gnomo a tiempo de ver cómo lanzaba su vial, dañando a un buen número de orcos. Pero quizá no fuera suficiente. Volvía a ser hora de pelear. 

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18/06/2019, 12:20
Dragos Florescu.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Efectivamente, el ariete ya no se escuchaba. La puerta había caído. Ahora solo quedaba combatir hasta comprobar quién aguantaba más: ellos, debilitados y heridos tras limpiar casi en solitario a los agresores que habían logrado penetrar en aquel lugar, o una horda de orcos de número incierto. Si debía apostar por alguien, Dragos tenía claro que no sería por ellos. Salvo un milagro o ayuda imprevista, la única incógnita era ver cuanto tiempo tardarían en caer, no si caerían. 

Pero dado que estaban muertos huyeran o lucharan, mejor era morir plantando cara. Al menos le quedaba el consuelo de que su padre no le pondría las zarpas encima. Como mucho, reanimaría su cadáver. 

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18/06/2019, 13:16
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

La ignorancia no era excusa en una situación de necesidad y, si bien ella podía no saber mucho, en su grupo sí había gente con los conocimientos y habilidades suficientes como para saber cómo sacar partido a buena parte de aquello. No obstante el tiempo era escaso y valioso, y cada segundo que perdiera era un segundo menos del que disponían aquellos sobre los que se cernía la certeza de un peligro que muy fácilmente podía desembocar en la muerte. Por ello optó por la solución sencilla.

En un rápido vistazo había comprobado que buena parte de lo que el traidor portada estaba sujeto de uno u otro modo a un cinturón de extraordinaria factura. Así pues recogió sus garras para conseguir con sus manos una precisión de la que hasta ese momento carecía y entonces, con rapidez, desabrochó la hebilla para ceñirse el cinto ella misma con todo lo que en él había.

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18/06/2019, 20:05
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El ciego siguió y siguió avanzando, guiado por los sonidos. Sonidos del crepitar de las llamas, del tintineo de armaduras pesadas, del choque de armas metálicas o del griterío orco. También fue guiado por Peludo, sobre su hombro, maullándole sobre su entorno menos próximo, dándole visión de la periferia, siendo sus ojos en la lejanía.

Sintió cuerpos y escombros próximos, esquivándolos y saltándolos sin problemas, ya que lo cercano no resultaba tan complicado de captar para él, pese a su ceguera. También percibió el fuerte olor a quemado y cómo el humo que no veía perjudicaba el respirar y sin duda la visión, aunque para esto último sin duda que llegaba tarde, en su caso. Win mantuvo la respiración y avanzó entre la humareda, avanzando con rapidez entre ella, acercándose más y más al origen de los gruñidos y gritos orcos. Aferró con fuerza su arma teñida de negro y se dispuso a combatir de nuevo.

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18/06/2019, 20:52
Dagfinnr el Vikingo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Entre el humo y la penumbra del campo de batalla, Dagfinnr vio de repente la figura de Ertiznao. Nunca se había alegrado tanto de ver a un goblin, ya que recordaba que llevaba una varita de curación y además parecía estar cargando con viales o algo por el estilo. Salió a la carrera hacia aquella criatura. -¡Eh! ¡Aquí! Ertiznao, qué alegría verte. Necesito curación urgente. Aún quedan enemigos por matar.

Luego miró a Willbur. -No te alejes demasiado de mí, espero no tardar amigo.

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18/06/2019, 22:01
Haluk Molok.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El humo invadía todo el alrededor del hobgoblin, el cruzado avanzaba por el terreno a un ritmo continuo e intentando perder el mínimo de tiempo posible. Intentaba visualizar algo entre el humo pero no podía ver nada, se guiaba por el ruido producido por los orcos, parecía que cerca se estaban congregando un grupo bastante numeroso.

<< Esto se está complicando, somos muy pocos efectivos para hacer frente a tal ejercito. ¿Dónde está esa famosa milicia de Trunau? ¿Todo fueron falsas esperanzas? ¿Una falsa imagen? Malditos humanos, como eso sea cierto después de acabar con los orcos me encargaré yo mismo de aniquilar a estos falsos humanos. >>

La duda invadía la mente del cruzado, se estaba cabreando y estaba dispuesto a dar su vida por Trunau, pero si sobrevivía y sus sospechas fueran ciertas se encargaría de matar a cada uno de los cobardes que se dignaron a portar uno de esos cuchillos de la esperanza que tanto significaba para ese pueblo.

<< Cobardes de boca grande son prescindibles, servirían de ejemplo para aquellos que estén dubitativos… >>

Dejó escapar un gruñido y allí fue avanzando, necesitaba reagruparse con sus compañeros y recular para formar un grupo consistente y así evitar que los orcos avanzaran.

<< Hemos de aprovecharnos del terreno, debemos seguir luchando… hay que aguantar, tenemos que aguantar. Asmodeus, confiaré en este pueblo pero juro que como fallen a su palabra, a su ley, yo mismo me encargaré de que no se vuelva a repetir. >>

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18/06/2019, 22:17
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Rabus asomó la cabeza por la ventana, cuidando de mantenerse en la penumbra para que nadie se percatara de su presencia. La plaza del Barrio Interior estaba invadida de sombras danzantes e iluminada a medias por las llamas de los incendios. El posadero apenas podía reconocer las familiares siluetas de su taberna y de los edificios aledaños. Todo estaba cubierto por una densa capa de oscuridad y humo.

Entre el crepitar de las llamas y los gritos de guerra de los incursores, Rabus consiguió percibir voces humanas. Con esfuerzo, logró vislumbrar las figuras de los guerreros trunauanos que todavía seguían en pie. El hombre que le había sacado de su querida Campo de Muerte conversaba con ese pequeño goblin de mirada huidiza. Ese muchacho no parecía más que otro descastado buscando refugio y anonimato en este poblado, pero ahí lo tienes, Rabus, sangrando y luchando por Trunau... El mesonero volvió a esconderse y apoyó la espalda contra la pared. En su mente ululaban el miedo y la vergüenza, amedrentando su voluntad.

—¡No! —gruñó susurrante— ¡Aún podemos salvar esta comunidad!

Decidido, salió de su escondrijo y partió a la carrera hacia las puertas del Barrio Alto. Si podía reunir a unos pocos valientes, tal vez estuvieran a tiempo de cambiar las tornas.

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18/06/2019, 23:48
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win escuchó y llegó a sentir la presencia orca. Eran muchos y estaban cerca. Ellos, por contra, eran pocos. Sintió a Piero recular con gran habilidad y ocultarse en el humo, junto a él. Sintió a Haluk, tosiendo y jadeando, pero ya junto a él. Sintió a su pequeño amigo, subido sobre su hombro y clavando sus garritas para afianzarse, junto a él. Y él sintió un profundo desasosiego que pronto se tornó en ira.

Ira por la muerte y destrucción causada. Ira por la crueldad y asesinato de los pieles verdes. Ira ante la impotencia de no ver, valga la ironía, salida a aquello. Ira por no poder hacer más por aquellas gentes que tan bien le habían acogido y tratado en su desgracia. La Justa Ira de un fiel de Iomedae que alzó su rostro al cielo y clamó a su señora.

- ¡Concédeme tu fuerza y tu Valor en esta batalla, Heredera! ¡Concede la Justa Venganza a uno de tus fieles! - exclamó. Y su diosa, tal y como le proveyó en el pasado, volvió a hacerlo de nuevo, concediendo una mota de su poder a su seguidor. Win sintió un gran dolor por todo su cuerpo, causándole un gran estremecimiento. Advirtió después cómo sus músculos se hipertrofiaban y tensaban. Como notaba que iba aumentando y aumentando la masa corporal de su cuerpo, haciéndolo crecer y crecer, hasta adquirir un tamaño descomunal, convirtiéndolo en un Avatar de su señora, preparado para destruir a sus enemigos.

Un rugido de batalla se escuchó desde el interior del humo y una silueta gigante se vislumbró tenuemente entre la humareda. Si esa iba a ser su última batalla trataría de diezmar a los oponentes de Trunau con el poder de la diosa, antes de caer.

- ¡Junto a mi! - tronó una voz grave y reverberante, llamando a sus compañeros a hacer frente común.

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19/06/2019, 00:34
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win sigue avanzando mientras Peludo le da las indicaciones para cohesionar a todos los miembros dispersos y formar un buen grupo pero el ciego no tiene la limitación que confiar solo en la vista causa al resto y es capaz de entrar en el humo sin demora, dejando a Haluk y a Dragos atrás. Delante está Piero y el gato piensa que está acosado por enemigos, por lo que el felino decide hacer su parte en la ayuda:

 - "¡Miau! ¡Miau! ¡Miau!" (¡Por aquí! ¡Sigan mi voz! ¡Vamos!)

Dice lo más fuerte que puede, para que el resto sea capaz de seguir su voz. Sabe que dificilmente entenderán lo que dice pero cree que el sonido será suficiente para que no se desorienten a pesar de la densa cortina de humo que tendrán que cruzar prácticamente a ciegas.

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19/06/2019, 02:28
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


La situación no es buena. Ni medio mala. Ni mala. La situación es una puta mierda, una mierda cada vez más grande. Joder, y yo sin ver ningún puto piel verde más.

Corro, corro como si fuera en ello mi vida, aunque la que va es la vida de mis compañeros y de mi pueblo. Una intensa muralla de humo y fuego me corta el paso, pero yo soy nacido en Trunau. Me conozco este pueblo como la palma de mi mano, y decido tomar un desvío. Pronto, muy pronto, podré seguir aflaechando orcos. Y, aunque no tengo muchas flechas, aún tengo mi fiel daga. Espero no tener que usar la otra daga... esa se va a quedar de momento guardada.

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19/06/2019, 13:25
Ertiznao.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El pueblo se le hacía el doble de largo que al resto de sus compañeros porque sus piernas eran la mitad de largas y eso repercutía en el enorme esfuerzo que tenía que hacer para llegar de un sitio a otro, por no hablar de todos los problemas a los que se enfrentaba. Pocas ganas de luchar contra orcos, un camino irregular y mal trazado, muchas adoquines y piedrecitas que se le clavaban en la suela de sus zapatos y distracciones constantes que perturbaban su misión. La última de éstas era un cofre repleto de objetos bonitos, que hubieran sido interesantes en otra ocasión y uno que lo era en la situación actual. Una poción mágica que sanaba heridas, bendita solución. 

Con gran alegría tomó la poción y se dispuso a entregarla a alguno de sus compañeros que estuviera herido, y no en perfectas condiciones como él. Al vislumbrar a lo lejos a Dagfinnr hecho unos trapos levantó su guja en el aire y la zarandeó para llamar la atención del fornido barbudo.

¡Tranquiloch ya echtoy aquí! ¡He venido a chalvaroch! ¡Venid!

Dijo el goblin con su habitual voz aguda y alegre que parecía ser permanente sin importar las circunstancias que le rodearan.

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19/06/2019, 15:22
Haluk Molok.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

En la lejanía pudo escuchar los maullidos de Peludo y Haluk se extrañó, los había dejado atrás y parecía ser que el dichoso gato se había avanzado.

<< Maldito gato… ¡Qué cojones hará aquí! ¡Y encima me ha avanzado! >>

Allí que motivó al hobgoblin a continuar ganando terreno para salir de la densa nube de humo que originaba los incendios que tenía a ambos extremos. Sujetó con firmeza la maza y el escudo mientras avanzaba, moviendo los brazos para no dejar que estos se durmieran o perdieran reflejos al mantenerlos caídos con el peso sujeto. Su marcha era continua y no bajaba el ritmo, se le hacía dificultoso pero no cesaba en su ímpetu de avanzar.

De repente escuchó un grito de Win, parecía que lo hacían llamar y no estaba muy lejos de él, el problema es que estaba delante y eso le sorprendió mucho a Haluk, más que la portentosa habilidad que irradiaba el seguidor de Iomedae. Podía soportar que un gato le pudiera avanzar, un ser más escurridizo y agil pero un ciego...

<< Maldito… ¿Cómo me ha podido avanzar estando ciego? ¡Esto es impensable! ¡No puede ser! >>

Los ojos de Haluk se agudizaron en un gesto de seriedad, estaba dispuesto a dar lo máximo si un ciego podía matar más orcos e ir más rápido que él, el hobgoblin no podía ser menos  y debía de dar la talla.

<< Maldito ciego, no voy a dejar que me pase la mano por la cara. Voy a patear cabezas de esos orcos sin descanso. >>

Envuelto de ese espíritu de superación acudió a la llamada de su compañero, del seguidor de Iomedae.

- ¡Los seguidores de Asmodeus acuden para erradicar la escoria orca! ¡Qué las brasas del inframundo purifiquen estas tierras! ¡A la carga! – berreó el cruzado de Asmodeus avanzando hacia la dirección de Win para hacer frente a los orcos.

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19/06/2019, 16:55
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Después de haber pasado buena parte de aquel día con lo puesto, no terminaba de acostumbrarse a que ahora al avanzar sintiera el vaivén y el peso de todo lo que había cogido. Ruidos y tintineos poco le importaban cuando estaba dispuesta a correr hasta quedar sin aliento. Después de todo no era momento para el sigilo sino para actuar con la urgencia debida al saber que había buena cantidad de vidas en peligro. Pero no debía olvidar una cosa, que entre las pertenencias del traidor había encontrado objetos que podían serles de ayuda, más quizá que la que ella podía proporcionar en batalla.

No muy lejos, casi de paso hacia donde corría, el cadáver de otro de los asaltantes yacía en el suelo. Existía la posibilidad de que entre sus restos hubiera algo de lo que sacar provecho. La cuestión era si merecía la pena o no registrarlo perdiendo un tiempo del que probablemente muchos no disponían.

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20/06/2019, 00:32
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


Chasqueo la lengua, molesto por no poder atravesar por donde quería ir y por la destrucción gratuita de la taberna. Pero no es momento de pensar en eso, es momento de actuar.

En fin, no me queda más remedio que atravesar por la mitad de la calle, allí donde el crepitar de las llamas no implican una muerte abrasadora y "solo" debes enfrentar el problema del humo. Más allá escucho ruidos, gritos, aullidos, incluso maullidos. No sé cómo estará la situación... espero poder ayudar. Acaricio levemente mi daga de la última esperanza. Quizá hoy será el día de usarla, pero no sin antes llevarme unos cuantos orcos más por delante, eso es seguro.

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20/06/2019, 10:07
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Rabus abandonó su escondrijo con presteza, envalentonado por la ausencia de enemigos y la cercanía de su salvador. ¿Cómo se llamaba ese muchacho...? ¿Dagger....? ¿Finner...? La plaza central del Barrio Interior estaba alfombrada de cadáveres, pero en la oscuridad el tabernero apenas pudo distinguir si se trataba de vecinos de Trunau o de incursores abatidos. El norteño y el goblin habían desaparecido entre las tinieblas del ocaso, pero todavía podía oír la chirriante voz de esa pequeña criatura verde. Con paso decidido, se adentró en la noche.

Tras unos segundos de jadeante carrera, un cadáver oculto por las sombras le hizo trastabillar. El posadero se vino abajo, cayendo de bruces sobre otro cuerpo ensangrentado. El rostro estaba desfigurado y cubierto de costroso lodo, pero la túnica que lo cubría lo identificaba como uno de los acólitos de la Contaduría de Abadar. Rabus se apartó asqueado, cubiertas las manos de sangre y barro. Justo cuando iba a levantarse para reprender su carrera, advirtió que el pobre clérigo todavía sujetaba en una mano engarfiada una varita de nudosa madera. Ya había visto otras veces esos artefactos en manos de los sanadores y cuáles eran sus asombrosas cualidades. No creo que yo pueda hacerla funcionar, pensó el trunauanopero ya encontraré a alguien que pueda sacarle provecho. No sin esfuerzo, logró arrebatar la varita de la rígida zarpa del acólito, pero al mirar a su alrededor, comprobó que había perdido mucho tiempo. Estaba solo.

¡Rápido, condenado inútil! ¡No dejes que mueran por tu torpeza!, se reprendió en silencio mientras se incorporaba. ¡Tal vez haya tiempo todavía! Y partió otra vez hacia las llamas y los ruidos de la batalla.

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20/06/2019, 15:16
Dagfinnr el Vikingo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El vikingo tomó sin dudar el vial que le entregó Ertiznao. Sintió cómo el elixir maloliente bajaba por su garganta y en pocos instantes notó cómo su cuerpo se fortalecía de nuevo. No tanto como le hubiera gustado, pero mejor que nada.

-Gracias Ertiznao, oraré a tu diosa cuando todo esto acabe. Ahora debo honrar al mío que vive en las batallas. Es en el fragor de un combate donde le podemos honrar con sangre. La nuestra y la de nuestros enemigos. ¡POR GORUM!

Y comenzó a correr siguiendo la estela de Willbur, escudo y espada en mano. Una espada de una diosa de la justicia en manos de un guerrero de Gorum. Orden y caos se daban la mano en un pacto que debía ser firmada con sangre roja y ... verde.

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20/06/2019, 15:50
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

La bendición de Iomedae otorgó al ciego la fuerza y el tamaño de un coloso. Descendió su rostro y sintió los movimientos de sus compañeros, pequeños, e incluso de Peludo que decidió bajarse de las alturas, diminuto. También percibió otros movimientos de seres gruñidores y violentos que se acercaban. Sin duda orcos.

Un primero entró a su alcance, cargando contra ellos, pero antes de que pudiera llegar a su destino, el gigantesco Win lo apartó con un golpe de mandoble, como si espantara una mosca. Mosca que salió volando en tres pedazos distintos, manchando de nuevo a todos los presentes y que empujó al enorme invidente a volver a acercar su ennegrecida arma hacia sus ojos ciegos, como si buscara, confuso, algo oculto en ella que permitía cortar en tres trozos a una persona con solo un tajo.

Repentinamente un fuerte maullido de dolor lo devolvió a la realidad y percibió cómo una semiorca dañaba seriamente a Peludo, aplastando su gatuna cola con un mazazo, mientras otros dos orcos entraban en la liza. El gigante rugió enfadado ante la herida sufrida por su amigo y enarbolando su enorme montante atacó a la causante de aquello y a sus aliados pieles verdes.

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20/06/2019, 17:22
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Las dudas se fueron disipando a medida que se acercaba al cadáver. Su ojo, cuya pupila permanecía dilataba por la oscuridad como la de un gato, creyó percibir entre los ropajes ensangrentados el brillo de varios viales. Desconocía de qué eran y para qué servían, pero si aquella bestia había acudido al campo de batalla preparada con ellos, debían ser útiles de uno y otro modo. Así que por qué no aprovecharlos ya que a ella no le iban a ser necesarios...

Se desvió ligeramente de su camino para aproximarse todo lo posible al cuerpo. Rebuscó con premura intentando ver si había algo más que pudiera ser de ayuda. No obstante no estaba dispuesta a perder demasiado tiempo haciéndolo, había problemas más acuciantes, aunque lo que consiguiera quizá fuera más relevante de lo que en momento parecía.

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20/06/2019, 17:45
Tronquito.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


Tronquito aún parpadeaba perplejo cuando vio lo que vio. Sí, todo había parecido perfecto en su mente al organizarlo rápidamente. La grasa para que el enemigo cayera al suelo y con suerte, permaneciera en él mientras Monique les atacaba, para acabar con una bonito truco en el que una ardiente pavesa llegara a la grasa, la prendiera y aquellos dos monstruos ardieran en una llamarada de justicia defensiva.

Pero la realidad era muy otra. Curiosamente, el ghoran sentía que había descubierto algo inusitado. Sus conjuros generaban la primera y única grasa ignífuga del universo. Mas aquel no fue el peor descubrimiento. No, lo más terrible fue el agónico grito de Monique, su amiga, y ver el brutal hachazo que recibía en su pecho.

De haber tenido sangre, Tronquito hubiera palidecido, aunque nadie podría negar que la savia de su cuerpo parecía haberse congelado. Una ira terrible y telúrica brotó de los más profundo de su ser, la ira de miles de bosques caídos bajo el hacha, de miles de plantas devoradas, de miles de arbustos devorados por el fuego. Un sonido grave, profundo y sostenido brotó de su ser, mientras daba un solo paso atrás. Estaba listo para morir. Y para matar. Pero ante todo debía lograr que Monique viviera. Y para ello, haría lo que hiciera falta.

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21/06/2019, 00:20
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


Un crepitante muro de humo, cenizas y ascuas prendidas se alza entre el arquero y el combate. Más allá se intuye, más que se ve, una enorme figura, grande como dos hombres adultos. Pero ahora mismo está en una mala posición para un disparo.

Así pues, decido adentrarme en ese mar infernal, buscando atravesarlo y enfrentar a lo que sea que haya al otro lado. Mientras tanto, lanzo una mirada hacia atrás. Los otros compañeros me siguen, dispuestos a seguir sangrando por trunau. Una sensación de orgullo inunda mi pecho.

¡POR TRUNAU! grito, lanzándome sin temor al mar de humo negro que amenaza con asfixiarme.