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Matagigantes I: La Batalla de Colina Marcasangrienta.

2. - ¡Trunau bajo asedio!

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27/06/2019, 17:55
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Parecía que al menos donde estaba ella la zona había recuperado una calma muy relativa que apenas duraría. No obstante cualquier tiempo de respiro, por breve que fuera, era digno de ser aprovechado, y Ekaterina así lo hizo.

Lo primero era hacerse cargo de la situación, observar un entorno al que apenas había dedicado rápidos vistazos en la frenética carrera que la había llevado hasta allí. Lo segundo era prepararse para la inminente oleada de enemigos cuyos gritos ya podían escucharse y cuya presencia apenas se percibía al otro lado del rastrillo caído. Lo tercero era saber para qué servían los malditos viales que había ido cogiendo a lo largo del camino.

Para ella, sin conocer su utilidad, le eran de la misma utilidad que la bisutería. Pero allí podía haber pociones que marcaran la diferencia en el combate.

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27/06/2019, 18:16
Tronquito.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


Mientras la pelea se desarrollaba a escasos metros, Tronquito se sentía bastante inútil. Era cierto que la redoma había flotado en el aire, elevándose primero y agitándose dubitativamente como si no supiera hacia donde ir o como si se resistiera a abandonar el cuerpo al que había pertenecido, y que ahora descansaba en sus manos. Pero, aquel mismo hecho, ¿qué validez tenía? ¿Qué aportaba al grupo? Poco o nada. Ni siquiera sabía lo que aquel frasco contenía, confiando tan solo en que siriviera para sanar.

Más allá, Piero seguía batallando contra el semiorco y Monique bregaba por hacer que el yacente Haluk tomara un vial que de seguro lo devolvería al mundo de los vivos. Todos hacían cosas, mientras que él solo saqueaba cuerpos.

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27/06/2019, 21:31
Ertiznao.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

La belleza era necesaria en todas las partes del mundo y por ese mismo motivo el pequeño goblin era necesario en todos los lugares de la batalla. Tras salvar a Garinya, tarea prioritaria encargada por Shelyn, debía combatir en otros puntos de la batalla. Presto y dispuesto se lanzó a la carrera cuando notó una mano a su espalda, un hombre parecía querer decirle algo pero el goblin estaba demasiado ocupado en sus cosas como para prestarle atención.

Le doy una paliza al orco eche y dechpuéch te hago cacho.

Respondió mientras corría elevando la guja en alto con su mano derecha, pues el mástil del arma era más largo que él y corría el riesgo de tropezarse. Cuando llegó a la zona del conflicto pudo ver como el feo hobgoblin yacía tumbado en el suelo moribundo mientras el viejo Piero hacía frente al orco. Con un rápido movimiento de muñeca la varita empezó a funcionar y regeneró algunas de las heridas del anciano labriego.

Tranquiloch ya echtoy aquí.

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27/06/2019, 21:43
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win corrió hacia el orco o mediorco sangriento que tantos problemas les estaban dando. Pero fue incapaz de llegar. Efectos mágicos en la zona y numerosos aliados por el área susceptibles de ser pisados por el enorme ciego, impidieron a este alcanzar a su objetivo. Para más frustración las carcajadas de aquel piel verde lo enardecían, captando su crueldad y su sadismo, deseando acallar aquellas risotadas siniestras para dar un poco de descanso a sus sensibles oídos.

Repentinamente, estos captaron nuevos sonidos. Sonidos de botas pesadas y tintineos de armaduras pesadas marchando al unísono, acercándose a paso no muy rápido y deduciendo así el invidente de que los orcos que se aproximaban podían estar notablemente acorazados. El iomedano frunció los labios ante la necesidad de tener que volver al parapeto y la necesidad de eliminar al enemigo que tantísimos problemas daba a buena parte del grupo. Por ello intentó alcanzar una vez más al oponente... si es que le era posible acceder de alguna manera. De lo contrario se vería obligado a dejar que el enjambre de aliados allí acumulados lidiaran con él.

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27/06/2019, 22:37
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

La extraña pareja alcanzó al fin al reducido grupo de combatientes que cruzaban sus armas con el campeón orco. El piel verde rezumaba sangre negra por numerosas heridas, pero aún así se mantenía en pie, haciendo oscilar su pesada hacha como una despiadada guillotina.

El diminuto goblin no se acercó más de lo suficiente. Manteniéndose a una distancia prudencial, de inició algún tipo de salmo. En sus pequeñas manos, la varita que portaba empezó a emitir una tenue luz blanquecina. Rabus, detenido a un lado del menudo hechicero, contempló estupefacto como las luz se deshilachada en finas hebras que se extendían como suaves tentáculos de luz hasta la espalda de Piero, el labriego al que tantas noches había tenido como cliente en el Campo de Muerte. No sabía si esas misteriosas artes curativas podrían marcar la diferencia entre la victoria y la derrota, pero estaba seguro de que su lugar no estaba al frente de la batalla. O por lo menos no en primera línea. Cuando el goblin necesitara de su varita, se la entregaría y buscaría otra manera de ser útil, pero hasta ese momento, más le valía mantenerse lejos del acero orco.

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28/06/2019, 00:02
Tronquito.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


El anillo del desconocido sargento refulgía con su magia en la leñosa mano de Tronquito. Sin duda era un anillo que encerraba un poder que podría ayudarle en un futuro, pero su tenue luz no apagó la victoria. El semiorco cayó pesadamente al suelo, con un sonido sordo, que sonó a clarines y trompetas a los oídos del ghoram. Hubiera sonreido si no le doliera todo el cuerpo y si no hubiera muchas cosas que hacer antes de abandonar aquella posición. El eco de los pasos de nuevas oleadas de orcos estaba próximo y aunque, de forma extraña, volvían a estar todos juntos, quizá lo más prudente fuera retroceder a posiciones más seguras. Algo que no dependía de él y que ya se vería si ocurría o no.

Era hora de proseguir. Sí, con el saqueo. La única forma quiza de prolongar sus posibilidades de lucha.

-Aquí hay una ballesta pesada de gran calidad  y  una aljaba con 20 virotes pesados -dijo en referencia al cadáver del militar muerto y a quien fuera que pudiera interesarle-. Que la tome quien pueda hacer buen uso de ella.

Las palabras brotaron al tiempo que intentaba esquivar su cuerpo para acercarse al del enemigo recién caído al que iba a limpiar de cuanto pudiera servir al grupo.

-Monique, amiga mía, ¿sabes qué puede ser esto? -dijo jadeante al tiempo que le mostraba la redoma conseguida del cadáver de Omar Frost.

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28/06/2019, 04:32
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Peludo se acerca al caído Melenaplateada y lo olisquea. Huele a sangre pero a pesar de eso está con vida. Con una de sus pequeñas patas delanteras, intenta moverlo a ver si reacciona mas este no lo hace en lo más mínimo. El gato no sabe qué hacer para ayudarle, por lo que comienza a amasarle con sus patas de forma rítmica, a ver si con eso se recupera.

"Esto servía para hacer que la leche de mamá saliera, quizás le ayuda a reaccionar."

Pero después de unos segundos, se convence de que no servirá para nada. El pobre druida está demasiado herido para despertar y necesita ayuda. Peludo sabe que no posee los medios para conseguirlo, por lo que decide que lo mejor es ir en ayuda. Va a comenzar a moverse cuando piensa que si le deja solo, puede que llegue un orco y lo mate, por lo que quizás debería cuidarlo.

"¡No sé qué hacer!"

Los segundos pasan mientras no se decide realmente qué hacer, duda que aumenta a medida que resuena en unos metros una batalla que parece comenzar a volverse más violenta que hasta ahora.

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28/06/2019, 09:55
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win alzó su enorme arma con la intención de partir por la mitad al semiorco problemático... cuando este se derrumbó solito por la enorme cantidad de heridas que había sufrido. El gigantón suspiró aliviado de que aquello hubiera concluido, pero preocupado por la ingente cantidad de orcos, y fuertemente pertrechados, que se aproximaban. Rápidamente volvió hacia la barricada mientras su oído no paraba de escuchar las pesadas botas, el ruido metálico de sus pesadas armaduras y su avanzar lento, probablemente por portar pesados escudos. Aquel iba a ser muy complicado.

Pidió una vez más ayuda a Iomedae, haciendo esta que el arma del ciego refulgiera intensamente, pero dudaba que todo aquello fuera suficiente. Necesitarían una ayuda adicional para lidiar contra tantos orcos a la vez. Algo que los afectara al unísono. Algo como...

- ¡MOMO! - rugió el gigantón -. ¡Deprisa, ven aquí! ¡Busca los explosivos en el orco decapitado, a esta altura! - le indicó para que ignorara todo lo demás y se centrara en contener la ola de orcos -. ¡Los que podáis luchar, aquí! - exclamó, haciendo un llamamiento a todos los aliados disponibles. Había que taponar su avance en la barricada o los barrerían.

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28/06/2019, 14:06
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Como un árbol derrumbándose en medio del bosque, el enorme orco se desplomó a los pies de Piero. Rabus lanzó un gruñido de victoria en el momento en que el cuerpo del incursor impactó contra el suelo. El crujir de la coraza negra del orco al dar contra la tierra retumbó como un campana. Corta fue la celebración, pues el gigantesco luchador ciego ya llamaba a las armas para defender la barricada frente al ataque de una nueva oleada de enemigos.

Rabus se sentía inútil, correteando entre los combatientes tras los pasos del pequeño goblin. ¿Qué soy? ¿Una carabina que protege el honor de su joven señora ante las miradas ávidas de sus pretendientes? Ansioso por aportar algo más, escudriñó la maraña de cadáveres y despojos que cubrían el campo de batalla en busca de un arma. Necesitaba algo que le permitiera contribuir a la defensa de Trunau, pero desde una segunda línea. No se hacía ilusiones; si se plantaba frente a un guerrero piel verde en un cuerpo a cuerpo, el orco le partiría por la mitad con la misma facilidad que una vieja arrancaba malas hierbas de su huerta...

¡Aquí hay una ballesta y munición! —avisó ese ser arbóreo. Hacía ya tiempo el posadero le veía merodear por la ciudad, pero no recordaba haber cruzado palabra alguna con él. ¿O sería ella...?—. Que la tome quién pueda hacer uso de ella.

Rabus conocía los rudimentos del funcionamiento de una ballesta. O por lo menos lo suficiente para saber de qué lado salían disparados los virotes, así que se dirigió hacia el abedul parlante.

— Creo que me será más útil que esto —le contestó, mostrándole al ghoran la varita que había encontrado en el cadáver del acólito de la Contaduría de Abadar—. Toma tú esto, que yo veré qué puedo hacer con esa ballesta.

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28/06/2019, 15:24
Haluk Molok.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Haluk se encontraba moribundo en el suelo, su estado de consciencia era totalmente nulo y no se percataba de lo que pasaba a su alrededor, ni el sonido de los combates eran perceptibles para los oídos del hobgoblin.

Por otro lado, en un lugar oscuro de horizontes infinitos se encontraba la mente de Haluk su cuerpo estaba de pie y el rostro pensativo del cruzado miraba a un punto indefinido de la lejanía.

<< ¿He muerto? Esto debe de ser el lugar al que uno va al morir. >>

Los puños del cruzado se tensaron en su mente, no podía creer que un asqueroso semi-orco le había dado fin.

<< Ese desgraciado, ese maldito hijo de puta me ha ganado. He bajado la guardia, no debía de arriesgarme tanto, pero ya es tarde para lamentarse, ya es tarde para todo... >>

Una voz surgió en la lejanía, los ojos del cruzado se abrieron en su máxima obertura. Allí pudo ver las siluetas de dos hobgoblins, se trataba de su propia familia, la familia que el mismo puso fin.

<< Deben de venir a buscarme… menuda mierda >>

El cruzado de Asmodeus empezó a caminar en ese oscuro infinito, pero nunca llegaba a aquellas siluetas. En un repentino instante, un fulgor rojizo que se convirtió en una inmensa llamarada surgió frente al cruzado.

- "Tu lucha no ha terminado…" -

Aquellas llamas engulleron en un torrente al hobgoblin y la figura del cruzado desapareció, la existencia dejó de existir.

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28/06/2019, 17:15
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Las siluetas de los orcos que hasta entonces tan solo habían sido gruñidos y sonidos apenas empezaron a vislumbrarse entre el humo enmarcado por la puerta derribada de la muralla. Apenas disponía de tiempo si quería saber de qué servía cada uno de los objetos que había cogido, así que optó por lo más sencillo y pegó una voz esperando que alguien la escuchara.

- ¡Alguien podría decirme para qué sirven estas mierdas!

El cinto que había conseguido tintineó ligeramente cuando chocaron unas con otras mientras ella misma intentaba diferenciarlas, y aunque no estaba segura del todo, creyó identificar un par de ellas, las últimas que había cogido. No le gustaba en exceso la magia, pero la situación era lo suficientemente desesperada como para hacer de tripas corazón y beber de una de ellas. La cuestión era si le daría tiempo antes de que se trabaran en combate con ella.

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28/06/2019, 18:52
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


El breve respiro que la Granada orca nos había dado también había hecho que nuestros enemigos se juntaran más. Ahí vienen más orcos, muchos más, y más fuertemente armados. No me importa, caerán igual que sus compañeros. Son orcos, son enemigos, son escoria pura y dura. Ningún Pielverde llega siquiera a alcanzar de lejos la podredumbre y fetidez que los Orcos traen al mundo.

Parecen un buen grupo. Sonrío, y rezo una oración a Erastil. Pude sentir como su brazo guió varias de mis flechas, y sé que está conmigo, a mi lado, apoyándome. No me abandones ahora, Erastil pienso, mientras el arco vuelve a entonar su canción de muerte.

Espero que estas flechas sean suficientes. Si no, quizá Garinya... o el bombardero... pero de momento pensemos en que, con ayuda de mis compañeros, estas serán suficientes para las próximas oleadas. Vamos, venid, perros. Tengo mucha más muerte para regalaros gruño mientras mis manos se mueven a velocidad asombrosa.

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28/06/2019, 21:04
Dagfinnr el Vikingo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Los orcos llegaban. Era inevitable. Una verdad incontestable. Igual que el hecho que Dagfinnr no estaba preparado. Estaba herido, y apenas contaba con apoyos para hacer frente a la horda verde. Vio a Dragos a su lado, y asintió a modo de saludo. Si la muerte le iba a reclamar en esta noche, mejor no afrontarla en soledad.

-Ya vienen, constató lo evidente. -Nueve en formación de cuña...

Rápidamente se metió dos bayas a la boca. Eran frutos de las entrañas de Tronquito. Tal vez le podían dar algo de aguante adicional. Pero la situación no pintaba bien. Nada bien.

Y pensar que hoy iba a ser mi primer día con la milicia...

De repente sonrió. A la muerte se le recibe con risas en medio de la batalla.

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28/06/2019, 21:20
Momo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

El orco delante de ella caía. Otro cadáver más regando con su sangre el suelo que otrora pisaran sus pequeños pies en los alegres repartos mañaneros que hacía con su padre. La caída de aquel muro verde dejaba a la vista el robusto Haluk Molok enfrentándose a la bestia semiorca. Aquel monstruo casi la partió en dos y, si no llega a ser por una de sus preparados, no podría contarlo. Se movió veloz como un rayo a una posición desde la cual tuviera un claro tiro. Cargó la ballesta y disparó su último virote, a la desesperada. Con horror vio cómo no lograba detener el temible ataque de Vorom, aunque lo clavó bien profundo. Los ojos de Momo,  inyectados en sangre y de pupilas dilatadas, se le abrieron de par en par, adquiriendo su rostro una mueca gorgónica, mezcla de pavor y repugnancia. Podía ver hasta los pulmones del hobgoblin hinchándose y desinchándose, la caja torácica abierta de par en par, en lo que de seguro serían sus últimos estertores.

¡NOOOOOOOOO!- El fiel de Asmodeus, aunque un recién llegado, siempre había sido amable con ella. Eso sin contar con que estaba dando su propia vida por ella misma, por Tronquito, por Trunau. Aunque tenía una redoma curativa que se había guardado para Tronquito no lo dudó. Tenía que actuar rápido, aún a riesgo de que la cortaran por la mitad. Se acercó al ensangrentado cuerpo de su amigo y le hizo engullir el contenido del vial rezando a los dioses porque fuera suficiente. El resultado fue esperanzador. Las heridas se cerraban por arte de magia y parecía respirar, aunque seguía inconsciente.

¡Necesitamos ayuda!- Empezaba a sentirse abrumada por la situación. Mirando alrededor reconoció con dolor el cadáver del  Sargento Omast Frum. Sus acelerados sentidos percibieron el brillo del anillo que portaba en su mano semienterrada entre el fango en el que se había convertido el campo de batalla. Alargó la mano con intención de cogerlo cuando varias voces llamaron su atención. Como si le hubiera dado vergüenza verse saqueando a un viejo conocido se detuvo.

-¡E-es u-una de de  las re-do-mas ddde mi  uhm padre!- Informó a Tronquito a la vez que asentía indicándole que era de calidad y poderosa.- Cu-cu-cará cualquier mmm herida.

Después Win gritó su nombre, indicándole no sabía qué de unos explosivos. También Ekaterina reclamaba ayuda para identificar algún material. ¿Se creían que ella estaba de jarana?

- ¡YA YA VVVOY!- Gritó como una niña pequeña  la que su madre no paraba de llamarla a la cena. Antes de marchar volvió a alargar la mano para coger el anillo. De paso observó que el Sargento tenía algunas cosas más que ya no podrían serle útiles. Iba a tardar un poco más, pero confiaba en su velocidad aumentada.

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29/06/2019, 02:59
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Después de titubear lo suficiente, los ruidos de una batalla cada vez más encarnizada terminan de hacerlo decidir. Sus amigos necesitan más su ayuda que el druida caído. Si ellos no sobreviven frente a los invasores, el druida tampoco lo hará.

"Además, si alguien consigue despertarle, quizás el pueda sanar con sus poderes de druida."

Pero eso es algo que se verá después. Lo primero es detener a los orcos y eso es lo que Peludo sabe que debe hacer primero. Juntarse con Win para continuar la lucha. Comienza a moverse lo más rápido que puede hacia la salida de la casa y buscar a su amigo para continuar su parte del enfrentamiento.

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29/06/2019, 12:54
Rabus Clarenston.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Rabus se acercó al ser árbol para entregarle la varita cuando vio el cadáver de Omast Frum. El sargento de la milicia yacía tumbado de costado al lado de la puerta del taller de Aleril. Con la espalda contra la pared y la mejilla contra el barro, miraba ciego algo a los pies de Rabus. Su pecho era un amasijo de sangre y carne desgarrada que despertó un bostezo en las entrañas del posadero. Aguantando las arcadas, Rabus se agachó a cerrarle los ojos con un gesto suave y ceremonioso. ¿Cuántas veces el viejo Omast había sido el último en salir del Campo de Muerte? ¿Cuántas ni siquiera había podido salir y Rabus le había tenido que ayudar a subir a la primera planta para echarle sobre el camastro de la habitación auxiliar? Era un buen cliente. Y un buen hombre. Con sus sombras y sus vicios, pero ¿quién no los tenía...?

La ballesta del sargento descansaba en el suelo, no muy lejos del cadáver. Rabus la tomó y una sensación de culpabilidad le embargó el alma. 

 Esto ya no te servirá allá donde estés... —murmuró al coger del cinturón del difunto la pequeña aljaba con los virotes. Era pesada, pues los dardos eran gruesos y compactos.

¿Sabré cómo disparar este trasto...?, reflexionó temeroso, abrochándose la aljaba a su propio cinturón. Más nos vale...

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29/06/2019, 17:28
Willbur Cole.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.


Vaya, parece que estos orcos tienen un poco más de inteligencia. No se limitan a entrar a saco y estrellarse contra el gigante Win, no, estos intentan saltar la barricada por el norte y el sur.

Al sur tenemos a dos intentando saltarla. Me giro en esa dirección. Dudo algo, ya que sé que el vikingo está muy mal, pero es mejor intentar contener el frente. Así que me giro hacia allí, y mi arco vuelve a cantar. Es un sonido realmente agradable.

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29/06/2019, 20:36
Ekaterina Illhart.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Con un mohín de asco, imaginándose el sabor y la textura del contenido, Ekaterina sacó uno de los viales que había recogido. Quitó el tapón con rapidez viendo a los orcos cada vez más cercanos, y abriendo la boca se lo bebió todo de un trago intentando que el bebedizo no tocara su lengua y pasara de largo.

Al instante se sintió aliviada y el regusto a magia que ella consideraba desagradable dejó de tener importancia. No obstante el alivio fue escaso comparado con el malestar causado por sus numerosas heridas, pero al fin y al cabo era un alivio que podía suponer una importante diferencia cuando en unos instantes se viera obligada de nuevo a luchar por su vida.

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30/06/2019, 04:36
Peludo.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Las pequeñas patas de Peludo se mueven a través de la casa hasta que el felino sale de esta por la puerta principal. No le cuesta mucho divisar a su compañero pues Win aún sigue siendo un gigante que sobrepasa al resto por mucho, destacando entre la multitud. El gato corre rápidamente hasta ponerse cerca, momento en que maúlla con todas las fuerzas.

 - "¡Miaau! ¡Miiaau!" (¡Melenaplateada está inconsciente en el patio trasero de esa casa! ¡Si lo curamos, quizás pueda ayudarnos con sus poderes de druida!)

Entonces, un buen número de orcos aparecen y llegan rápidamente hasta donde están los héroes resistiendo. El combate se vuelve encarnizado y Win ya comienza a cercenar pieles verdes, demostrándose como el más letal de los aliados, lo que llena a Peludo de orgullo y le da ánimos para continuar la lucha.

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30/06/2019, 10:43
Win.

PUEBLO DE TRUNAU: BARRIO INTERIOR.

AÑO: 4715 RA.

ESTACIÓN: INICIO DE LA PRIMAVERA.

MES: FARASTO.

DÍA: 6, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MÁS DE MEDIA HORA DESPUÉS DEL OCASO.

Win nunca había imaginado que la senda trazada por Iomedae lo llevaría a ser... lo que estaba siendo. Que su brazo demoledor le llevaría a ejecutar el mal de una manera tan brutal y sobretodo numerosa. Él siempre pensó, desde su infancia, que sería un luchador consagrado a defender los preceptos de la Heredera. Un caballero defensor de la Justicia y del Bien. Pero jamás pensó que se convertiría en un Segador. Un brutal y gigantesco cercenador de enemigos. Bañado en sangre oscura, aquella sensación de poder destructivo, decapitador y mutilador lo sumía en un gozo frenético... hasta que se dio cuenta de su actitud sádica. Un luchador de Iomedae era un defensor de lo justo y correcto, no un aniquilador sediento de sangre. Luchaba para proteger al necesitado y al débil contra el fuerte, no para buscar su siguiente víctima.

Aquellos pensamientos y sentimientos contradictorios hicieron que el enorme ciego, por un momento, sintiera desazón y cansancio, bajando la guardia por un momento. Y un tajo de un orco le recordó qué era lo importante. A qué debía dedicarse. Cual era su misión en aquel momento más allá de sus tribulaciones: no morir ni dejar morir a la población. Y aquello solo era posible de una manera: exterminando al oponente. Sin miedos, sin vacilaciones, sin tapujos.

El invidente rugió enfadado ante el corte del piel verde y centró su atención en el orco que había osado dañarle. Con un manotazo de mandoble apartó a otro orco que trataba de tomar su flanco y envolverle. A modo de indicar a un mosquito que no se metiera en aquella lid entre el enemigo que le hirió y él. El apartado hizo caso y no se metió en el duelo tras salir volando en varios trozos.

- Por Iomedae y por Trunau, juro que os exterminaré a todos o moriré en el intento - dijo en lengua orca para que los pieles verdes comprendieran perfectamente qué les iba a deparar.

Escuchó lo que Peludo decía sobre Melenaplateada y mientras alzaba su mandoble para descargarla habló a los suyos.

- Melenaplateada yace inconsciente en el edificio de nuestra izquierda. Si alguien puede recuperarlo sería de enorme ayuda - indicó mientras iniciaba un nuevo ataque segador contra los orcos frente a él.