Partida Rol por web

Saque el teléfono con la mano izquierda mientras en la derecha empuñaba la pistola.

Llame al viejo y espere a que contestara.

-Elder. Podéis pasar , no hay detectores de metales solo un gordo en la entrada. Hay un pasillo que lleva hasta los ascensores y a los servicios que es donde me encuentro. Del ascensor han salido tres tíos armados. Me he metido en baño. Así que por si acaso Custer moved el culo y entrad.

Que el guardia de la entrada me hubiera señalado y los tres mosqueteros vinieran hacia mi me daba una ligera mala impresión igual era un poco desconfiada pero no pensaba que vinieran a darme amor precisamente.

Mientras hablabas por telefono escuchas como unos pasos se acercan a la puerta y entonces....Toc, toc, toc....sabemos que estas ahí, tienes un minuto para salir o entraremos para sacarte.

La voz de un hombre te invitaba a salir de los baños, no tenías muchas opciones ya que los baños carecían de ventanas y las tomas de aire estaban fuera de tu alcance.

La llamada de Juno no daba muestras de una situación muy halagüeña. Mientras me cuelgo la katana a la espalda y recojo mi pistola le comento a Sniper. - La situación parece descontrolada. No envíes a una tarea de sigilo a una rebelde... Antes de llegar seguro que oímos disparos. Entremos... - Y le muestro una sonrísa irónica al hacker.

Me encamino con paso rápido hacia la entrada una vez que Sniper también esté listo y si nada lo impide alcanzar la entrada del edificio. No tengo intención de entrar en largas conversaciones con el miembro de seguridad, así que a la mínima, le propinaría un golpe que le pueda incrustar en la pared. Priorizo no matar a nadie, por lo que intentaré dejar fuera de combate antes de usar las armas. Al menos todo lo posible - Sniper, localiza a Juno y dale cobertura -

-Viejo ya puedes volar en entrar.

-¡¡¡UN SEGUNDO ESTOY HACIENDO PIS!!!

Guarde el Telefono y me quede cubriendo la puerta el primero que entrara le metia un tiro entre ceja y ceja.

Tras recibir una corta llamada, la cara del capitán me hace entender que las noticias de Juno no son todo lo satisfactorias que deberían. Sus instrucciones, claras y concisas, me lo confirman. Me preparo para entrar al edificio, recogiendo mis dos berettas y guardándolas de la manera más discreta posible en el uniforme de fumigador.

Me reúno con Starfox. -Preparado para entrar señor. Espero que se encargue usted del tipo del recibidor mientras yo hago una llamada a Juno para intentar localizarla e ir a su encuentro. ¿Le ha dicho ella algo que pueda servirme de ayuda para localizarla?- Pregunto, teléfono en mano, a punto de darle a la tecla para llamar a nuestra compañera.

- Así es, se encuentra en los aseos. Pero ha informado de tres miembros más de seguridad que provenían del ascensor. Presumiblemente el hombre de la entrada les indique dónde está Juno. Adelante -

Os adentráis en el amplio recibidor del edificio de Offworld, y el voluminoso guardia de seguridad os da el alto con una sonrisa en la cara.

- Buenos días señores, ¿deseaban algo?

Un tipo con una pistola en una mano, y vestido de forma casual, os da la espalda mientras habla por teléfono ignorando por completo vuestra presencia.

Sin mediar palabra, hago un gesto con la cabeza indicando a Sniper que se ocupe del hombre de la pistola en la mano. Llego a la altura del hombre de seguridad de la entrada. Sus palabras quedan sin contestación y mi respuesta es empujarle un hombro para darle la vuelta y sujetarle. Una de mis manos le tapa la boca para no alertar a su compañero, la otra le lleva su brazo hasta que su muñeca alcance la altura de los omóplatos, forzándole la extremidad para que no intente ningún movimiento de defensa.

Si estuviera cerca de algún escritorio o mostrador, le golpearía con mi rodilla en la parte posterior de la suya para que la pierna perdiera sustentación y cayera. Con cierta protección, esperaría a que perdiera el conocimiento por falta de oxígeno.

Mira creo que hay alguien más con ella, escuchas unos pasos que se alejan. 

PUM, PUM, PUM, No me has oído, sal de ahí, no queremos hacerte daño, los golpes son más fuertes y el tono de voz más alto. 

Entramos en el recibidor del edificio, y el guardia gordito con el que se cruzó Juno antes se dirige a nosotros desafortunadamente (para él, claro) solícito por saber qué deseamos. Mientras nos acercamos, Starfox me hace una seña y observo que hay otro hombre en la sala. Pistola en mano, parece hablar por un teléfono móvil de espaldas a nosotros, completamente ajeno a nuestra llegada. Está claro que quiere que me encargue de él.
Mientras el capitán trata de inmovilizar y reducir al pobre hombre de seguridad con discreción, yo me acerco sigilosamente hasta el tipo del teléfono y alzo la mano con una de mis pistolas para propinarle un estupendo culatazo en la cabeza, con intención de dejarlo inconsciente.

Levantas tu brazo mientras el individuo sigue hablando por el teléfono, la concentración en tu movimiento perfecto para dejarlo inconsciente te impide oír lo que dice. Un fogonazo de luz te envuelve, el infinito de la sala blanca aparece ante tus ojos.

Mientras conversas con el guarda de seguridad ves de reojo como Sniper levanta el brazo para asestar un golpe con la culata de la beretta, aguantas la respiración. De golpe, tu escenario cambia, la luz blanca del constructor lo envuelve todo.

Los puños de los hombres armados siguen golpeando la puerta, tu sigues pidiendo disculpas, cierras los ojos esperando que el capitán y Sniper lleguen a tiempo, vas desarmada y estás metida en una buena emboscada. Los golpes cesan, abres los ojos, ya no estás en el baño, la luz azul infinita del constructor te envuelve.