Atravesais las puertas seguidos muy de cercas por las carretas y os deteneis en una pequeña plaza junto a la barbacana de la entrada. La multitud de curiosos congregados estalla en aclamaciones y vitores. Muchos se lanzan a ayudar a los heridos y a bajar a los integrantes de la carava de los carros, conduciendolos a una casona cercana. El centurión desmonta de un salto y entrega las riendas del caballo a un joven soldado.
Varios sacerdotes se aproximan para atender a los heridos más graves.
El centurión sangras por un par de heridas. Tras recibir las atenciones básicas de algunos clérigos se acerca a vosotros.
- Venid conmigo, después terminarán de curaros, tenemos que hablar. - dice con un gruñido.
Y comienza a caminar al interior de una de las torres de la barbacana de la puerta este.
A continuación sigue caminando a traves de un pasillo de piedra que os va introduciendo en las entrañas del austero edificio hasta llegar a una sala que parece ser su despacho. En el cual veis unos viejos tapices algo raidos y un escudo de armas antiguo colgado sobre la chimenea, donde un mortecino fuego ilumina la estancia levemente. En el suelo hay una alfombra y sobe ella una enorme mesa redonda rodeada de sillas.
- En cuanto a vuestras preguntas pueden esperar hasta que nos encontremos mejor aunque he de admitir que estoy preocupado. Esos malditos trasgos eran muchos y disciplinados. ¡Reclutas! - grita en direccion a una puerta que hay al fondo de la sala que se abre al momento y de la que asoma la cabeza de un guardia - ¡Traed mantas para que nos sequemos y haced venir más curanderos! - a continuación se sienta y coge un pañuelo con el que se tapona una herida sangrante que tiene en la cabeza.
Aquellos que esteis heridos por debajo de la mitad de vuestros pgs, recibís las atenciones de los clérigos. Os sanan hasta la mitad de los pg iniciales.
Al momento os traen unas mantas y unas infusiones calientes para que entreis en calor y os sequeis. Cuando el centurión parece que va a comenzar a hablar llaman a la puerta y al abrirse esta un hombre de mediana edad con el pelo empampado entra en la sala. Lo reconoceis como el conductor de la primera de las carretas.
- Centurion tengo que hablaros, es muy urgente -
- Claro buen hombre - le responde el centurion mientras lo examina de arriba a abajo.
El hombre de aspecto cansado toma asiento y empieza a hablar.
- Mi nombre es Falkgard Kaveath y soy el burgomaestre de Castamir -
Ante esto veis como el centurion da un respingo se levanta y se lleva el puño al pecho haciendo un saludo.
- Sentaros por favor - dice el hombre - Nos acabais de salvar de uan muerte segura y soy yo quien debo daros las gracias. Y estos hombres que estan con usted tambien. Habeis luchado con valor y es algo que hare llegar a oidos de Su Majestad- y carraspea - Esta caravana que habeis salvado son los pocos refugiados de Castamir que he logrado convencer para abandonar la ciudad y acudir a pedir vuestro axulio...-
Skarr desdeña las infusiones y las mantas, su resistencia enana llama "ejercicio leve" a toda la ordalía que acaban de vivir. Pero la curacion es otra cosa, y después de pasar por las manos de los clérigos se limpia la sangre de la barba y de las ropas con una de las mantas.
Acude a ver a Tass en cuanto despierta.-¡Bienvenido de vuelta muchacho! ¡Peleaste como un auténtico enano!
Y entonces se da cuenta que el burgomaestre les quiere contar algo y respetuosamente se sienta y se calla.
loden escucha con atencion y empieza a pensar que la proxima vez que abandone la ciudad pasara mucho tiempo hasta poder entrar en otra; mientras tanto intenta descansar y meditar mientras escucha las nuevas noticias.
Tass, te duele mas la herida o que los malditos trasgos no lleven bolsos. me alegro de verte de nuevo consciente y con los dedos agiles.
Garum acepta una de las mantas. Mientras escucha al centruión y al Burgomaestre, se seca y se limpia sus heridas sin decir una palabra para no cortar lo que les tienen que contar.
Tass se acerca, todavia cojeando, hacia donde está el de hacedor, es en la persona que mas confía, escucha todo lo que dice el cabeza escoba, y el conductor del carromato que dice ser un burgo no se qué- pss!!! Garum, ¿burgo no se que? eso que puñetas es?-Le susurra al de hacedor, mientras le saca la lengua al piel palida- Tu preocupate de Skarr que no va a dejar un arbol en pie-luego mirando al enano con el orinal en la cabeza- Tranquilo Skarr, no pienso dejarme matar, no al menos, hasta que encuentre mis pelotas
OH YEAH TASS HA VUELTO............................................ YEHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!
Axel sigue preocupado por la falta de acierto en su anterior lucha, e intentará por todos los medios aportar algo más al grupo la próxima vez.
Tass, bienvenido de nuevo al grupo.
Después de felicitar a Tass, Axel espera ansioso que nos tiene que contar este buen hombre.
- Me temo que en Castamir tenemos mas problemas ademas de los trasgos aunque no se si estaran relacionados. Hace un par de semanas empezo a desparecer gente, comerciantes y granjeros de las afueras del pueblo y no fue hasta hace poco que descubrimos que eran los trasgos los culpables, aunque pensamos que pedirian rescate o algo... ahora mismo no se que pensar. Al mismo tiempo comenzo a desparecer la pesca y el ganado empezo a enfermar y morir. Y luego...La maldición, la gente empezo a sufrir ataques, locura, ceguera, fiebres, en menos de uan semana murio una docena de personas. - y tras decir esto se mesa los cabellos y se tapa la caara con las manos abrumado por los recuerdos - Asi que cuando vi que la situación era insotenible intente convecer a los supervivientes para que se viniera conmigo a Marvalar aunque una gran parte prefirio acudir a Rocagris con el loco de su prior.
Repara en el símbolo sagrado de Garum y murmura. Lo siento Padre, no tengo nada contra la orden del Hacedor.
- Los trasgos es cierto que son extrañamente disciplinados, alguien poderoso tiene que estar dandoles las ordenes, si no... los trasgos se dispersarian. Incluso se dice que portan un estandarte ¿podeis imagianrlo?. Al parecer con el dibujo de un ojo atravesado por una daga. Ademas ¿por que secuestraran gente?, nunca habia oido hablar de algo asi... y menos en el Bosque Real.
Una vez escucho las palabras del burgomaestre, busco entre los pliegues de mi túnica hasta dar con uno de los bolsillos. De donde saco un giron de tela con un símbolo y dejandolo sobre la mesa pregunto.
- Supongo que es como este, ¿no?. Creía que podría ser un hecho aislado, pero por lo que cuenta me parece que tienen entre manos un grave problema.
Espero a ver sus reaciones antes de continuar.
- Este lo encontré entre los restos de la cabaña de otro mago conocido mío. Tomo aire. - A los que manden para descubrir quien es el cabecilla de esos goblins deberían avisarlo de que será un ser poderoso.
Una vez dicho esto empiezo a levantarme para irme.
Skarr frunce el ceño con horror cuando el Burgomaeste les cuenta los terribles acontecimientos. Y se levanta a la vez que Mímulus. Visualizando en su rostro los pobres humanos muertos, y las caras de terror de los niños de los carros al ser salpicados de la sangre de sus padres.
-¡Esto ha de acabarse! ¡Juro que no beberé ni un sorbo de cerveza hasta que el responsable de estas atrocidades yazca muerto! ¡Y haya matado personalmente a cincuenta de sus esbirros trasgoides!
El enano enfebrecido, saca su hacha y la clava en la mesa.-¡Con esta misma hacha lo haré! ¿Cuándo partimos, muchachos?
¡¡¡¡¡¡¡Yo juro, que beberé toda la cerveza que el enano no beba!!!!!- Dice sonriendo levantandose al lado del enano- Tan sólo decirme donde está el enemigo que.... los enanos se haran cargo de ellos
EDITADO: tema altura comentado en el off
Tras ver el trozo de tela enseñado por Mimulus, asiente.
- Ese símbolo, ese es el que portan. Puede que vuestro colega mago no este muerto, si no prisionero. Tal vez haya esperanza para él.
El burgomaestre se levanta y estrecha la mano de Skar.
- Le agradezco de corazón su ofrecimiento. Sois por lo que he visto gente capaz y atrevida. Pediré audiencia con la Reina y solicitaré tropas, pero bien sé que eso puede tardar algún tiempo. Si investigais la extraña maldición que nos afecta en Castamir, os ofrezco a cada uno 500 monedas de oro, 100 por adelantado. ¿Os interesa? No se me escapa que es mucha casualidad que aparezcan estas tropas de hobgoblins a la vez, si bien no alcanzo a ver como.
Garum mira a Tass y le contesta a su pregunta en bajo.- El burgomaestre es como el alcalde, el que manda y decide en una localidad- le comenta a su amigo.
Luego escucha con atención lo acontecido en Castamir, con una mueca de dolor marcada en su cara, al imaginar el dantesco escenario- No te preocupes, hombre buenos y malos, comprensivos y tercos hay en todos los lados, no me doy por aludido y no veo en tus palabras que te refieras a mi orden- le contesta al burgomaestre.
Cuando sus amigos se posicionan, el clérigo se levanta con ellos y dice.- Y yo iré con ellos porque... porque si no quien les cuidará... solo yo les podré guías bajo la tutela de Hacedor, por supuesto. Investigaremos las causas,pero me da que son mucho más mundanas de lo que quieren hacer creer- le dice al burgomaestre para que se tranquilice un poco.
-¡La palabra sagrada del Hacedor! ¡Hay que machacar las piernas de todos los goblinoides con una maza! -dice Skarr recordando la mejor acción del clérigo en su anterior aventura.- Me gusta como piensa tu dios, Garum.
-Sí, Burgomaestre, ¡Nos interesa! Danos toda la información que puedas y un mapa de la zona y acudiremos a liquidar a esos trasgos. Acarremos desde las sombrrras y serrremos como el viento, no podrrán verrrnos, les harrremos pensarrr que pelean entrrre ellos, matarrremos a cientos y prrrenderemos fuego a sus guaridas...
Skarr se emociona y le sale el acento enano...
loden nota como van a meterse en la boca o mejor dicho "bosque" del lobo y asiente, sabedor que en breve saldran en busca de los trasgos y de quien los dirige y ordena.
vamos a necesitar provisiones y unas buenas cabalgaduras para poder llegar lo antes posible a Castamir.
espero nos de tiempo a curarnos completamente y comprar en la ciudad equipo y al "mas" en la ciudad.
Garum perplejo por la interpretación del enano, se rasca la cabaza y se encoje de hombros.
- Lo que es seguro es que no será nada fácil. Y que si somo s pocos podremos pasar desapercibidos, pero como nos descubran veremos de cerca al Hacedor- comentó con poco ánimo.
Skarr rió.-¡De algo hay que morir! ¡Y no hay nada mejor que caer en batalla! ¡Es una muerte noble!
-¿Cuando partimos? Necesitaremos esas monedas para comprar equipo...
- Podría conseguiros monturas, caballos o mulas si alguien lo prefiere.
El centurión pega un puñetazo en la mesa.
- ¡Bien! Mis manos estan atadas y mi obligación es con la capital, pero puedo proporcionar dispensa a Loden para que parta con vosotros y ayudaros con esto.
Veis como saca media docena de redomas de color azul de un armario , dejando apenas dos en él.
- Estas pociones de curación forman parte de la reserva de guardia. Haced buen uso de ellas.
Os proporciona a cada uno una pócima.